A finales del año pasado el dueño del Starway Rock Bar y del Backstage Rock Bar estaba en su afán de museo del rock dentro de su bar enmarcando unos nuevos carteles que había logrado y en eso estaba a la hora del cierre de un día entre semana cuando desechó dos o tres marcos. Los desmanteló y los cambió por otros mejores. Iba a tirar las maderas del marco antiguo a la basura y en ese momento yo, único cliente que quedaba en la penumbra mientras su socia y su camarera iban apagando las luces, le dije que no los tirara, que me los diera porque seguro que se podía hacer algo con ellos, estaban los palos del cerco prácticamente nuevos, sin marcas, sin deterioros, limpios. Eduardo me los dio con una broma sobre cuál era su mejor uso.
Así mismo, tenía yo la madera caída del frontal de un viejo mueble que fue de mi dormitorio. La guardaba con la misma idea de que algún día le iba a dar un uso.
A comienzos de este año parte de esas maderas de los marcos se los di a una amiga que necesita reforzar el soporte inferior de una mesa que alguien desechó en la calle y que ella recuperó y la volvió a replantear y a poner en uso. La mesa está ahora perfecta, en perfecto uso y nadie diría que llegó a estar dada por perdida por sus anteriores propietarios.
En el comienzo de este verano tenía más maderas que iban a ser tiradas a la basura y decidí dedicarme ayer a replantear mi terraza. Así pues, con mis herramientas y comprando un par de esquineras y de escuadras niveladoras, me hice este mueblecito. Yo no soy carpintero, ni pretendo serlo, aunque una vez en uno de mis trabajos pasados, el de transportista de obras de arte, tuve que pasar una semana fabricando cajas especiales para trasladar cuadros porque mi jefa llegó a un acuerdo con el dueño de una carpintería. El resultado no es todo lo fino que pudiera ser, no es un trabajo fino, pero me es útil. A mí me vale. Necesitaría quizá unos soportes mejores para el lado de la pared (no quiero fijarlo al ladrillo) y quizá un par de tablas para reforzar la parte delantera con la trasera, tal vez lo haga en el futuro, si encuentro o cae en mis manos la madera ideal para hacerlo. Hoy por hoy, queda así, y esta es mi obra.
Raúl Armenteros, un viejo amigo para el que trabajé en su bar, La Vaca Flaca, hace unos años, artista y activista del reciclaje, ha sido para mí siempre un referente en este tipo de cosas.
Reciclando maderas, replanteando mi terraza. El mundo te necesita. Necesita que te sumes a las cuatro erres. Estas son por este orden: Responsabilidad: Reducir el consumo, Reutilizar lo reutilizable y Reciclar lo reciclable.
Juntos podemos intentar frenar el cambio climático. Podemos intentar pararlo. Por favor, súmate a las cuatro erres.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
1 comentario:
PD: Y a los lectores en general. Sí, el texto del collage de fotos tiene falta de ortografía, me acabo de dar cuenta ahora, pero ya no se puede arreglar, asíque así se queda.
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