Sin que perdáis de vista ni atención esta noticia anterior, la cual sigue siendo de vital importancia, aquí os dejo un relato mío que escribí hace meses para un concurso del diario EL PAÍS y el Círculo de Bellas Artes, y el cual no resultó ganador, aunque me dieron un libro de un autor francés de comienzos del siglo XX a cambio de él.
EN UN LUGAR DE LA MANCHA
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor". Aquí paró de leer y apagó la pantalla con el escueto texto de autor desconocido. Era uno de los textos más enigmáticos de la Historia. Hacía cerca de cincuenta y cinco años que se había recibido su señal a través de los satélites artificiales de telecomunicación que rodeaban al planeta. Su lenguaje era un lenguaje semejante al del mundo conocido, pero no procedía del mundo conocido. Apenas veinte años distaban de su traducción a un lenguaje comprensible. Era uno de los mayores enigmas de la ciencia moderna y un indicio de que no estaban solos en la galaxia. Mas nunca más volvieron a recibir los satélites nada semejante.
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor", citó de memoria dentro de su cabeza. Aquel texto había ocupado muchas de sus reflexiones y bastantes más de sus investigaciones. Tenía una fuerza enigmática. Era algo realmente nuevo y sorprendente pese a conocerse su existencia desde hacía medio siglo, claro que la opinión pública sólo lo conoció cuando se logró traducir hacía veinte años. Se habían enviado diversas sondas al espacio exterior. Algunas debían estar ya realmente muy lejos del planeta madre. Portaban diversas muestras de amistad y contacto para esos seres que habían emitido aquel mensaje. Pero nunca se recibió ninguna respuesta. Además, lanzar una sonda al espacio exterior era casi una locura como lanzar una semilla en la selva para que la encontrara una hormiga al otro lado de esa selva.
Había leído y releído ese texto miles de veces. Algunas amistades personales le juzgaban meticuloso en el estudio que hacía de él, otros le juzgaban obsesivo. No tuvo ocasión de encontrar una mujer que compartiera sus inquietudes ni otro trabajo que no fuera aquel de la Oficina de Asuntos de Telecomunicación con el Exterior (OATE). Aquella oficina se había creado en secreto al poco tiempo de recibirse el mensaje. Bajo el lema "En un lugar de la Mancha" se creó para descifrar el mensaje, intentar localizar su origen y, sobre todo, darle respuesta a aquellos que lo emitieron en el que era un plan ambicioso de conocer a los otros seres vivos de la galaxia. Al comienzo tuvo gran actividad aquel organismo, e incluso sirvió para avanzar en la unificación de los cinco países del mundo en uno sólo federal. Pero los años pasaban y no se encontraban respuestas. La OATE seguía su actividad mermada por el paso del tiempo y el desinterés creciente a favor de otros intereses más terrenales y menos galácticos. Y sin embargo él dedicaba toda su vida a la OATE. A recibir respuesta y así lograr las respuestas qué él mismo buscaba para sí.
Ahora, él, tras muchos años de servicio a la OATE y al planeta, era trasladado al centro de alta seguridad mundial. El nuevo Gobierno Unificado de los Cinco Países había creado aquel centro de alta seguridad para trasladar a un alto número de funcionarios de la OATE, y de militares y civiles que pudieran tener información y actividades importantes. Hacía apenas media hora que la policía especial del Gobierno Unificado se habían presentado en su casa para trasladarle a aquel lugar. Apenas tuvo tiempo de recoger sus maletas. La policía especial dijo que se haría cargo de ellas y se la entregarían en el centro de alta seguridad. Le dejaron un tiempo para borrar los archivos de sus ordenadores, previa grabación que también les entregó. Ahora apagaba las luces del que fue su hogar durante muchos años y era escoltado a un vehículo militar que le habría de llevar muy lejos de allí. Le hicieron subir en la parte trasera del vehículo pues él sólo era un funcionario más y aquellos iban recogiendo a otros como él más. Dentro del vehículo, en aquella parte trasera, había al menos otros seis compañeros del OATE. Cuidadosamente vestidos, con sus gafas impecables y sus peinados bien trabajados delante de un espejo. Esperaban ser recibidos por alguien importante del centro de alta seguridad que les explicaría su nueva forma de trabajo y de residencia en aquel lugar. Era algo importante para cada uno de ellos, pues sabían que posiblemente iban a trabajar codo con codo con la gente más experimentada y brillante del mundo.
El vehículo realizó otras dos paradas más para recoger a otras dos personas, igualmente con el brillo en sus ojos entre la tristeza de abandonar su hogar y la ilusión por aquel ascenso social. Luego se sucedieron diversas horas de un largo viaje. Aparentemente inacabable. Mingold había iniciado una interesante conversación con Mordred, a la que se había sumado González y Ngo, Truman callaba mientras que la señorita Devois le observaba, no obstante Li y León parecían haber iniciado un romance momentos antes, pero más ajenos que ellos a la conversación iniciada por Mingold estaba él, absorto en sus últimas reflexiones sobre aquel texto.
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor". Pensaba recordando estas palabras si el código emisor recibido por los satélites tendría alguna clave numérica que cifrara coordenadas al modo de un mapa cartográfico. La idea no era nueva, era muy obvia desde el mismo momento de la recepción de aquello, pero no se había encontrado nada al respecto y reflexionaba continuamente sobre todos los datos matemáticos que se habían extraído hasta la fecha y si estos no se confundirían y en realidad la clave estuviese en la propia traducción idiomática. Era obvio que la Mancha era un lugar, no se sabía porqué el emisor no quería acordarse de él, tal vez era un lugar de grandes padecimientos porque se hubiera producido una hecatombe natural y buscaban nuevos lugares donde poder instalarse. Pensaba que la lanza en astillero podría ser una indicación cartográfica. La lanza se encontraba en el astillero donde habría una adarga antigua, un rocín flaco y un galgo corredor. Ese galgo bien pudiera ser un cometa concreto que pasase cerca del planeta donde viviese aquella gente, pero poco se le ocurría acerca de lo enigmático del resto del mensaje. Aún con todo, ni siquiera sabía cómo ubicar ese cometa, ni podría mirar en un plano cosmológico ni el astillero ni la lanza. La combinación de los datos matemáticos con el de las palabras tampoco había ayudado mucho, aunque era lo que había ocupado muchos de los años de la vida de aquellas personas que eran trasladadas al nuevo centro de alta seguridad.
El vehículo se paró y les hicieron bajar en un lodazal. Dos filas de policía especial armada les controlaban. Un oficial esperó a que estuvieran todos abajo para anunciarles amenazadoramente que el Gobierno Único de los Cinco Países había encontrado en ellos delitos de peligro y sedición en sus actividades, por lo que debían ser internados para realizar trabajos forzados manuales. Mordred apenas comenzó a quejarse preguntando indignado qué significaba todo aquello, pero no acabó su frase nunca, en un rápido movimiento el oficial le volaba la cabeza de un disparo. La sangre había salpicado a algunos de los demás funcionarios que se llenaron de espanto. Él, que había entregado su vida únicamente a descifrar aquel mensaje, calló tan aterrorizado como los demás y se dejó conducir a empellones a los barracones a donde les llevaban. Pensaba en la injusticia de todo aquello y pensaba si habría algún modo de hacerles llegar al planeta madre, La Tierra, un mensaje acerca de lo que ocurría en esos momentos en aquel planeta colonial. Aquello sin duda era un acto de sedición, pero del Gobierno Unico contra La Tierra. No sabía si podría lograr la ayuda del resto para intentar buscar la oportunidad de mandar el mensaje antes de que se iniciase una guerra abierta en cuanto llegara la primera nave comercial del planeta madre a la colonia. Hacía décadas que no venía ninguna y ya estaría por llegar alguna. Empezó a pensar en cómo transmitir el mensaje de los sucesos, debía cifrarlo... pensó comenzarlo así: "en un lugar de la Mancha".
Daniel L.-Serrano (Daniel López-Serrano Páez).
23 de Abril de 2007. Alcalá de Henares.
[El texto de "En un lugar de la Mancha..." pertence a "El Quijote", de Miguel de Cervantes]
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor". Aquí paró de leer y apagó la pantalla con el escueto texto de autor desconocido. Era uno de los textos más enigmáticos de la Historia. Hacía cerca de cincuenta y cinco años que se había recibido su señal a través de los satélites artificiales de telecomunicación que rodeaban al planeta. Su lenguaje era un lenguaje semejante al del mundo conocido, pero no procedía del mundo conocido. Apenas veinte años distaban de su traducción a un lenguaje comprensible. Era uno de los mayores enigmas de la ciencia moderna y un indicio de que no estaban solos en la galaxia. Mas nunca más volvieron a recibir los satélites nada semejante.
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor", citó de memoria dentro de su cabeza. Aquel texto había ocupado muchas de sus reflexiones y bastantes más de sus investigaciones. Tenía una fuerza enigmática. Era algo realmente nuevo y sorprendente pese a conocerse su existencia desde hacía medio siglo, claro que la opinión pública sólo lo conoció cuando se logró traducir hacía veinte años. Se habían enviado diversas sondas al espacio exterior. Algunas debían estar ya realmente muy lejos del planeta madre. Portaban diversas muestras de amistad y contacto para esos seres que habían emitido aquel mensaje. Pero nunca se recibió ninguna respuesta. Además, lanzar una sonda al espacio exterior era casi una locura como lanzar una semilla en la selva para que la encontrara una hormiga al otro lado de esa selva.
Había leído y releído ese texto miles de veces. Algunas amistades personales le juzgaban meticuloso en el estudio que hacía de él, otros le juzgaban obsesivo. No tuvo ocasión de encontrar una mujer que compartiera sus inquietudes ni otro trabajo que no fuera aquel de la Oficina de Asuntos de Telecomunicación con el Exterior (OATE). Aquella oficina se había creado en secreto al poco tiempo de recibirse el mensaje. Bajo el lema "En un lugar de la Mancha" se creó para descifrar el mensaje, intentar localizar su origen y, sobre todo, darle respuesta a aquellos que lo emitieron en el que era un plan ambicioso de conocer a los otros seres vivos de la galaxia. Al comienzo tuvo gran actividad aquel organismo, e incluso sirvió para avanzar en la unificación de los cinco países del mundo en uno sólo federal. Pero los años pasaban y no se encontraban respuestas. La OATE seguía su actividad mermada por el paso del tiempo y el desinterés creciente a favor de otros intereses más terrenales y menos galácticos. Y sin embargo él dedicaba toda su vida a la OATE. A recibir respuesta y así lograr las respuestas qué él mismo buscaba para sí.
Ahora, él, tras muchos años de servicio a la OATE y al planeta, era trasladado al centro de alta seguridad mundial. El nuevo Gobierno Unificado de los Cinco Países había creado aquel centro de alta seguridad para trasladar a un alto número de funcionarios de la OATE, y de militares y civiles que pudieran tener información y actividades importantes. Hacía apenas media hora que la policía especial del Gobierno Unificado se habían presentado en su casa para trasladarle a aquel lugar. Apenas tuvo tiempo de recoger sus maletas. La policía especial dijo que se haría cargo de ellas y se la entregarían en el centro de alta seguridad. Le dejaron un tiempo para borrar los archivos de sus ordenadores, previa grabación que también les entregó. Ahora apagaba las luces del que fue su hogar durante muchos años y era escoltado a un vehículo militar que le habría de llevar muy lejos de allí. Le hicieron subir en la parte trasera del vehículo pues él sólo era un funcionario más y aquellos iban recogiendo a otros como él más. Dentro del vehículo, en aquella parte trasera, había al menos otros seis compañeros del OATE. Cuidadosamente vestidos, con sus gafas impecables y sus peinados bien trabajados delante de un espejo. Esperaban ser recibidos por alguien importante del centro de alta seguridad que les explicaría su nueva forma de trabajo y de residencia en aquel lugar. Era algo importante para cada uno de ellos, pues sabían que posiblemente iban a trabajar codo con codo con la gente más experimentada y brillante del mundo.
El vehículo realizó otras dos paradas más para recoger a otras dos personas, igualmente con el brillo en sus ojos entre la tristeza de abandonar su hogar y la ilusión por aquel ascenso social. Luego se sucedieron diversas horas de un largo viaje. Aparentemente inacabable. Mingold había iniciado una interesante conversación con Mordred, a la que se había sumado González y Ngo, Truman callaba mientras que la señorita Devois le observaba, no obstante Li y León parecían haber iniciado un romance momentos antes, pero más ajenos que ellos a la conversación iniciada por Mingold estaba él, absorto en sus últimas reflexiones sobre aquel texto.
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor". Pensaba recordando estas palabras si el código emisor recibido por los satélites tendría alguna clave numérica que cifrara coordenadas al modo de un mapa cartográfico. La idea no era nueva, era muy obvia desde el mismo momento de la recepción de aquello, pero no se había encontrado nada al respecto y reflexionaba continuamente sobre todos los datos matemáticos que se habían extraído hasta la fecha y si estos no se confundirían y en realidad la clave estuviese en la propia traducción idiomática. Era obvio que la Mancha era un lugar, no se sabía porqué el emisor no quería acordarse de él, tal vez era un lugar de grandes padecimientos porque se hubiera producido una hecatombe natural y buscaban nuevos lugares donde poder instalarse. Pensaba que la lanza en astillero podría ser una indicación cartográfica. La lanza se encontraba en el astillero donde habría una adarga antigua, un rocín flaco y un galgo corredor. Ese galgo bien pudiera ser un cometa concreto que pasase cerca del planeta donde viviese aquella gente, pero poco se le ocurría acerca de lo enigmático del resto del mensaje. Aún con todo, ni siquiera sabía cómo ubicar ese cometa, ni podría mirar en un plano cosmológico ni el astillero ni la lanza. La combinación de los datos matemáticos con el de las palabras tampoco había ayudado mucho, aunque era lo que había ocupado muchos de los años de la vida de aquellas personas que eran trasladadas al nuevo centro de alta seguridad.
El vehículo se paró y les hicieron bajar en un lodazal. Dos filas de policía especial armada les controlaban. Un oficial esperó a que estuvieran todos abajo para anunciarles amenazadoramente que el Gobierno Único de los Cinco Países había encontrado en ellos delitos de peligro y sedición en sus actividades, por lo que debían ser internados para realizar trabajos forzados manuales. Mordred apenas comenzó a quejarse preguntando indignado qué significaba todo aquello, pero no acabó su frase nunca, en un rápido movimiento el oficial le volaba la cabeza de un disparo. La sangre había salpicado a algunos de los demás funcionarios que se llenaron de espanto. Él, que había entregado su vida únicamente a descifrar aquel mensaje, calló tan aterrorizado como los demás y se dejó conducir a empellones a los barracones a donde les llevaban. Pensaba en la injusticia de todo aquello y pensaba si habría algún modo de hacerles llegar al planeta madre, La Tierra, un mensaje acerca de lo que ocurría en esos momentos en aquel planeta colonial. Aquello sin duda era un acto de sedición, pero del Gobierno Unico contra La Tierra. No sabía si podría lograr la ayuda del resto para intentar buscar la oportunidad de mandar el mensaje antes de que se iniciase una guerra abierta en cuanto llegara la primera nave comercial del planeta madre a la colonia. Hacía décadas que no venía ninguna y ya estaría por llegar alguna. Empezó a pensar en cómo transmitir el mensaje de los sucesos, debía cifrarlo... pensó comenzarlo así: "en un lugar de la Mancha".
Daniel L.-Serrano (Daniel López-Serrano Páez).
23 de Abril de 2007. Alcalá de Henares.
[El texto de "En un lugar de la Mancha..." pertence a "El Quijote", de Miguel de Cervantes]
9 comentarios:
hola Dani, no he leido la noticia completa pq no tengo mucho tiempo, cómo va todo por alli, da muchos besos a toda la gente, por aqui muy bien, apenada, pues ya queda poquito. En breve estoy a vuestro lado. Un abrazo.
VAya, para un comentario que tengo y es para decirme que no se han leído el relato... ;( Por aquí las cosas como siempre, Ayer estuve en El Reloj después de trabajar y mientras me emborrachaba con cerveza y miraba a una chica que no estaba nada mal un desconocido también borracho se empeñó en decir que yo también era un actor y un caballero porque le miraba a las mujeres a los ojos y no a las tetas, asíque se puso a recitarme un fragmento de Hamlet y a interpretarlo... hasta el punto que el camarero lo grabó en vídeo. Vamos, como siempre, lo normal en la vida del espía del bar. Un abrazo y ya nos veremos a tu regreso a este lado del océano.
pues yo si me lo he leido entero, justo coincide que hoy me he acabado por fin "Cita con Rama" y no esperaba leer mas ciencia ficcion en una temporada, rayos
me he gustado, que pena que no ganases
Yo me lo imprimo, ya sabes, Espía, mi miopía y mi astigmatismo andan reñidos con ese fondo en los textos largos. Un bes.
Creo que nunca se ha escrito algo como El Quijote. Nos sobrevivirá a todos (quizá, como en tu relato, trascedenrá las fronteras de nuestro planeta).
No esperaba ese final, me ha sorprendido en el buen sentido.
"trascenderá" fue lo que quise escribir.
El Quijote no siempre tuvo la misma buena prensa, en el siglo XVIII, el Siglo de las Luces, había muchos intelectuales de nombre muy reconocido que lo despreciaban por estar lleno de fantasías y de ser "poco científico y útil". En todo caso su uso en este relato fue por causa de las normas del concurso al que fue destinado.
El Quijote ya es una institución. Al menos, en lo que a literatura en nuestra lengua se refiere. Creo que ya han pasado varios años y se ha tomado la debida distancia para reconocerlo hoy como una obra maestra.
Es cierto que ha sido criticado, pero a mí, justamente por esas fantasías que cuenta es por lo que me gusta tanto.
Que te vaya muy bien en el concurso.
liliana, lee bien el comienzo, no ganó el concurso. Por lo demás lo que quise decir es que las obras de arte tienen periodos donde son consideradas de una manera u otra, y de eso no se salva ni cervantes ni el quijote. Esos periodos duran siglos, pero existen. Que ahora el quijote sea una institución no quiere decir que en doscientos años se le considere sobrevalorado, del mismo modo que en el siglo XX se le considero símbolo de la revolución en muchos países, incluída la República Española, y ya no (hoy día sólo lo lee así Cuba). Todo es un va y ven, por mucho que el quijote tenga innovaciones y aciertos literarios y se le considere una obra de primer orden.
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