lunes, febrero 24, 2025

NOTICIA 2375ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2020-2024 (adulto, primera mitad de cuarentena, 3 de 5)

Vamos con la tercera entrega de esta parte del serial.

2022: 43 años.
Leí 33 libros, de los cuales 8 eran novelas gráficas, de estas una de ellas estaba repartida en 7 volúmenes.

Fue el año que la Guerra de Ucrania (no olvidemos que esta existía unos años antes pero muy localizada y a modo de guerra civil) comenzó en su fase de invasión rusa. El mundo temió una escalada hacia una nueva guerra de toda Europa o mundial. Por ello participé de un recital de poesía en Madrid capital contra la guerra, que organizó Matías Escalera Cordero y Mamen Solanas, luego organicé yo otro más en Alcalá de Henares, en el Backstage. Aparte, en diciembre de 2024 publiqué La depuración de maestras y maestros en Alcalá de Henares (1939-1941) y lo presenté en las primeras semanas de enero de este 2022. El resto del año me dediqué a este libro y algún recital. Ya di por cerrado Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco, que había estado investigando y mejorando desde hacía once años, siendo que en los últimos intenté publicarlo habiendo siempre complicaciones o retrasos. Ahora lo dejé todo en manos de la editorial Domiduca, que a lo largo del año me hizo algunas consultas de correcciones, pero se siguió retrasando y se perdió las ferias de libros que hubo y también la oportunidad de salir al menos para las Navidades y, de ese modo, 2022 tampoco fue su año. En este año hubo bastantes lecturas de la antigüedad clásica, imbuido aún por el influjo de la lectura de los neotéricos en 2021, especialmente de Catulo. En esta ocasión tendí más a Homero y sus odas épicas (que por sí solas ya se destacan como genialidades que me sumergieron, especialmente La Odisea), a estos se les suma un libro más actual, de este siglo XXI, sobre Áyax, y otro que es una obra de teatro ambientada en Complutum. También fue todo un descubrimiento el mundo interior a la hora de componer en una especie de memorias que publicó Christina Rosenvigne que me regalaron en el Día de Reyes. Entre las novelas gráficas leí varias en ediciones antiguas que me fueron regaladas por un amigo que las compró en ediciones actuales, mientras a la vez conocí en persona y hablé con Díaz-Canales, actual guionista de Corto Maltés, que me firmó mi ejemplar del más actual publicado este año (Nocturno berlinés). Hubo mucho regreso al cómic de superhéroes, me lo pedía el cuerpo como refugio y como necesidad de conectar con mi yo de la infancia y la juventud.

Lo que queda entre los restos (David Vicente, 2021): Fue uno de los dos que destaqué de mis lecturas de 2022. Es un libro de poemas que comenté muy ampliamente en Las notas de los cíclopes libreros, por ser de un autor alcalaíno, por otra parte muy activo en la cultura complutense. Fui adrede a comprarlo a la Librería Diógenes a comienzos de año, que es cuando me di cuenta que lo había publicado, pues se me pasó su anuncio por él mismo en redes sociales en su día. Me parece una genialidad y uno de los pocos oasis de la contracultura alcalaína que, además, transciende a otros lugares de España. Es un autor valorado y sin miedo a escribir lo que quiere, sin rendirle culto a lo políticamente correcto. Me gustó mucho encontrar a un autor así de fresco y que, como algún otro, no se prolifera mucho en actos públicos de la ciudad, pero que cuando aparece es siempre una referencia digna de ir a escuchar. Este libro fue para mí todo un chispazo de resurrección de algunas de mis lecturas de juventud a Bukowski o a Boris Vian. Un libro, por otra parte, que se lee rápido. No es un poemario muy extenso, pero es muy contundente.

La naranja mecánica (Anthony Burgess, 1962): Fue el otro libro que destaqué de mis lecturas de 2022. Lo compré de segunda mano en la Librería Domiduca, en una edición argentina de los años del tardofranquismo que alguien debió introducir en España, pues la obra en principio tenía censura, ignoro si total o parcial. Es cierto que tiene un sello que indica "Autorizado", pero ignoro si es un sello de la propia Argentina, que aún no era dictadura, o de paso de la aduana. Todos conocemos la película que hizo Stanley Kubrick en 1971, yo incluso la tengo en DVD. Fue hasta cierto punto objeto de culto de un viejo amigo mío, El Chico Gris, cuando hacíamos la revista contracultural La Botella Vacía. Él ya me había hecho bromas hablando con aquellas palabras y ya me había dicho que lo tenía que leer. Lo cierto es que lo fui retrasando en lectura y en compra, pero fue ahora, bastantes años después, que lo compré y lo leí, a pesar de conocer la historia en la película. Me parece una genialidad experimental propia de la década de 1960 y ampliamente caída de lleno en la contracultura. El idioma inventado se aprende en seguida con la dos o cinco primera páginas y, cuando hay expresiones más complejas, a lo largo del libro. Hace un ejercicio de historia distópica que invita con su lenguaje a interactuar mentalmente y a aprender a hablar de nuevo en un nuevo lenguaje. Tanto es así que es cierto que algunas formas de hablar se me colaron en mi habla esos días. El planteamiento del conflicto ético y moral sobre el bien y el mal y sobre si todo vale para obtener un fin, sobre las paradojas y la crítica al sistema y la sociedad, a la modernidad en choque con lo de toda la vida, el cambio de tiempos, las modas... Toda una genialidad, repito, de Burgess. Invito a leer el libro, no ha quedarse solo en la película, que por otra parte intuyo que no contó con exactitud algunos parajes, como el de las chicas que van a la casa del protagonista, las cuales, en el libro, son menores de edad. 

Patrulla X. Dios ama, el hombre mata (guionista Chris Claremont e ilustrador Brent Eric Anderson, 1982): Esta es la novela gráfica que destaqué de mis lecturas de 2022. Ya hablé de esta novela gráfica en agosto, en la Noticia 2159ª. Ya entonces dije que Claremont revolucionó con sus argumentos el mundo de los superhéroes y con algunas ideas de ilustración, junto a Anderson, innovaron metiendo planchas de fondo negro, lo que daba un aspecto más adulto a un cómic hasta ese momento distribuido a jóvenes. Y también le dotaba de una impresión oscura y  lúgubre que contribuía a la sensación que transmitía la historia. Este cómic de 1982 fue un antes y un después en este tipo de historias, a la vez que otros autores iban innovando en aquellos años con Batman o Daredevil. La Patrulla X era un grupo de superhéroes venidos a menos en ventas y fue dada a Claremont casi como en estertor, fueron sus ideas de renovarla y de dotarla con argumentos tan humanos como adultos como los refugiados políticos, la discriminación, la dualidad del bien y el mal y otros aspectos lo que reflotaron estas historias. Tras transformar a esta revista en el más leído de los seriales de Marvel en ese momento, se le dio la oportunidad de crear la primera novela gráfica de superhéroes, que fue esta. Se rompía el carácter de serial y se hacía una historia cerrada, aunque conectada con las revistas. Hasta ese momento Marvel había creado novelas gráficas de películas, pero no de superhéroes. Fue rompedor e innovador en todos sus aspectos. Algunas de sus líneas incluso se usaron décadas después en las películas rodadas en el comienzo del siglo XXI. Una historia además con un final totalmente inusual en los cómic de superhéroes. Me lo había auto regalado yo mismo en mi cumpleaños al encontrarlo a un precio asequible en Alcalá Comics. Previamente me lo había recomendado Alberto Cerezo, que ha creado varias muy buenas novelas gráficas aquí en Alcalá. De niño mis padres ya me habían regalado alguna de las novelas gráficas de Marvel de películas, pero no esta de superhéroes, aunque la Patrulla X era de mis favoritas. Ciertamente el carácter adulto de esta obra quizá fue lo que evitó la posibilidad, al menos en estética, pues dudo que mi padre conociera el argumento. Ahora yo me lo compraba en una edición del siglo XXI. Lo que me encontré me hizo revalorizar a Patrulla X y comentarle a alguna amistad con serias reticencias y dudas que las historias de superhéroes también pueden contener en sí mensajes más allá de una mera historia que ellos puedan considerar juvenil. No obstante, Claremont fue quien decidió por primera vez, por ejemplo, introducir en holocausto judío en ese mundillo, haciendo así un primer acercamiento a conflictos plenamente humanos.

Pueblo sin rey (Olalla García, 2020): Lo leí entre el final de 2021 y el comienzo de 2022. Lo comenté en Las notas de los cíclopes libreros. Me costó leerlo. Por un lado por el tiempo del que disponía en ese momento, por otro lado porque no me estaba atrayendo todo lo que las expectativas creadas me habían hecho pensar. Es un libro que se seleccionó para que su autora, Olalla García, a la que también conozco, optara al premio a la mejor escritora de novela histórica. Se trata de eso: es una novela histórica ambientada entre 1520 y 1521 en la rebelión de los comuneros. Se desarrolla en Alcalá de Henares, en Madrid y en lugares emblemáticos de aquella rebelión como fueron Segovia, Burgos, Valladolid, Guadalajara, Toledo, Torrelobatón, Ávila, etcétera. Pone en novela el descubrimiento historiográfico de Ángel Carrasco Tezanos que publicó en libro de Historia en 2016, A voz de Comunidad. La rebelión comunera en Alcalá de Henares: 1520-1521. Aportación que cambió el conocimiento de la Historia de Alcalá que también cuenta con una obra de teatro que le han dedicado. El libro sigue unas pautas siguiendo el rastro de la Historia a través de una serie de personajes. Es una novela coral, aunque parece que la autora quiere que destaque un determinado personaje femenino. Es un libro que ha despertado mucho interés en mucha gente, pero creo que tiene mejores obras. Esta no es mala, pero está como muy ceñido a crear imágenes y escenas en torno a hechos históricos. Ahora bien, evidentemente es un libro a tener en una biblioteca complutense, como la que me he formado. No obstante, el libro recogió nominaciones y premios.

Batman, la boda (Tom King, M. Janin, M. Gerads y D. Finch, 2018): Vi este cómic en El Corte Inglés de Alcalá de Henares cuando fui a comprar el regalo de Reyes de una amiga. Me hizo gracia semejante título y me lo autorregalé sin esperar mucho de él. Pero como me hizo gracia y conozco a mi amiga, que una vez me dijo que nunca tuvo un cómic de Batman, le compré otro ejemplar a ella a modo entre broma y su primer cómic de Batman que en realidad completaba el regalo de verdad de esos Reyes de 2022. No lo empecé a leer hasta que cumplí con toda la parafernalia del autorregalo, esperando a "recibirlo" en mi salón ese día de Reyes. En el fondo siempre he echado de menos ciertos momentos de la infancia que, más en el fondo, tienen en realidad un significado familiar hace mucho perdido. El cómic es algo dulzón. No es el mejor cómic de Batman, la verdad, pero, paradójicamente, para las nuevas generaciones este es un cómic relativamente de culto, más por sus creadores que por la historia en sí, Se narra el romance y matrimonio entre Batman y Catwoman, con una página final que nos deja la puerta abierta a interpretar si se trata de una historia de amor o de un plan maquiavélico. Es una curiosidad en mi colección de cómic y en cierto modo, una especie de broma.

Debut. Cuadernos y canciones (Christina Rosenvigne, 2019): La amiga con quien cada año sigo intercambiando regalos de Reyes me compró este libro de memorias de la cantante Christina Rosenvigne. Me lo leí tras recibirlo. Todo tiene explicación. Durante las sesiones del festival de Alcine en el otoño de 2021 le dije que había visto a Christina Rosenvigne y que se conserva igual. La cantante había venido a presentar una película. Yo estaba de jurado del público. Mi amiga se sorprendió y se rió de que me gustara Rosenvigne, porque no le cuadraba que yo escuchara su música de joven. Le conté que en realidad sí lo hacía, incluso un poco antes de tener a mi grupo de amigos más antiguo. Al menos las canciones del disco que le dieron la fama en la década de 1990. Por otra parte, aquel disco estaba en los años de mi despertar sexual, así que la cantante también me gustaba. Ella tomó nota y buscó estas memorias de la cantante, que funcionan como autobiografía y como repaso de todos sus discos y sus intenciones creativas. Redescubrí a Rosenvigne e incluso busqué algunos de sus discos posteriores que son algo más oscuros. Creo que en algunas partes abusa más de creencias personales que de conocimientos concretos, pero demuestra también una gran inteligencia y una sensibilidad artística que son algo más que las canciones pegadizas de los 1990. Escribí en una de sus redes sociales que había leído su libro y me había gustado redescubrirla. No esperaba contestación... pero me contestó dándome las gracias.

Los cuadernos del frío (Francisco José Martínez Morán, 2021): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. El año anterior, 2021, Martínez Morán, buen poeta y amigo, sacó dos poemarios. Compré los dos en Librería Diógenes, pero había reservado su lectura. El primero que leí de ellos fue este en los primeros meses de 2022. Para mi gusto, este era el más elaborado de los dos que sacó. Su lectura me resultó rápida, pero lo releí en varias de sus partes para saborearlo y pensar más sus poemas. No obstante él es uno de los poetas importantes de Alcalá vivos actualmente. 

Batman, el regreso del caballero oscuro (Frank Miller, K. Janson, Lynn Varley, 1986): Buscando un regalo de cumpleaños para un amigo encontré esta novela gráfica ya clásica de Frank Miller. Lo hice en El Corte Inglés, en una edición económica que, a cambio, sus dimensiones implicaban un tamaño de las viñetas pequeño que hace que fuerces la vista para leer. Pero es lo que me podía pagar. Además, hace años que quería leerlo. Es de esos cómic que en tu infancia tus padres los consideran para adultos y en tu juventud te son caros. Sí que es un cómic plenamente adulto. Batman desapareció de escena hace años y cuando el mundo está en su peor momento y al borde de una guerra mundial, regresa ya envejecido. Tiene momentos estelares de autocrítica al mundo de los superhéroes e, incluso, los autores dejaron ver el lado autoritario de estos, sin tapujos. Los cómic no son un mero entretenimiento juvenil, son algo más y son parte de Literatura. Este es un ejemplo de eso y de poesía visual, de épica, de epopeya y ocaso.

No (Francisco José Martínez Morán, 2021): Lo comenté en Las notas de los cíclopes libreros. Este es el otro libro que sacó en 2021 Martínez Morán. Tenía un premio importante. Era poesía diferente al del otro libro. Este tendía más a la brevedad y lo conciso. Es buen libro, pero en ese momento estaba más atraído por el anterior. De todos modos, estos son libros que de tiempo en tiempo tomo de la estantería y releo algún poema.

Daredevil. Marcado por la muerte (Frank Miller y Klaus Janson, 1979-1980): Uno de mis amigos más  antiguos, Pedro Maza, se mudó de casa con su pareja y en ese traslado me regaló varias cosas. Él ya tenía un integral de Daredevil con Miller, por lo que me regaló este ejemplar más antiguo que compró más años atrás. Otro amigo, el Chico Gris, era muy fan del Daredevil de Frank Miller. Era algo que habíamos hablado en diferentes épocas de nuestras vidas desde la juventud. La verdad es que Daredevil no era para mí el superhéroe que querer leer. Era más bien el de las aventuras secundarias de la revista Spiderman, donde, por cierto, eran las historias de Miller. Rememoré haber leído parte de este integral en aquellas revistas de la década de 1980, editadas por Forum. Reconozco revalorizar a Daredevil tras leer este libro. Es un personaje más humanizado que otros de Marvel y Miller aplicó aquí una estética y composición de página muy pensados, el cromatismo, las perspectivas, el uso de las sombras... bien leído de adulto te das cuenta que Miller en ese momento no sólo estaba creando otro cómic de superhéroe, sino que estaba creando una intencionalidad artística más allá. Revaloricé esta obra y al personaje. También sus temas eran críticos y autocríticos. Y esto es lo que leíamos de jóvenes, éramos tratados como adultos y supongo que eso se nota en las diferentes generaciones, en cómo hemos crecido cada uno, cómo nos hemos formado.

Retales de una bandera blanca (Javier Bardón, 2022): Lo comenté en Las notas de los cíclopes libreros. Conozco a Bardón desde hace años, desde los tiempos de un concurso de preguntas de Trivial en el Wheelan's Irish Pub en adelante, en diversas circunstancias, unas más artísticas, otras más activistas como en el 15M de 2011 y años posteriores, otras más de amigos de "tiempo allende". Esta era su primera novela. Llevaba años escribiéndola. Se la corrigió otra amiga mía. Fui a la presentación en la sala de conferencias de la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica y estuve allí con otro escritor y amigo, Carlos Mazarío. Le compré el ejemplar allí. Noveliza en ficción lo que se hace evidente tiene paralelismo con algunos sucesos reales de Somos Alcalá, el grupo político ya inexistente que se formó en Alcalá de Henares con el impulso de Podemos e Izquierda Unida, entre otros. Una novela importante. Importante porque como novela es buena novela. Importante porque también nos acerca, desde la ficción, a una parte de la Historia reciente de Alcalá. Importante porque es de las primeras novelas que nos explican la España surgida tras el 15M, esto es: la Historia reciente desde un punto de vista social y político. Faltan voces, sí, puede, pero es una novela. Una buena novela que va de algo más que de política. Es también una novela de relaciones sociales, de ascenso y caída. Me gustó mucho.

X-Men: Fénix Oscura y Partida contra Fuego Infernal (Chris Claremont y varios ilustradores, 1980-1982): Pedro Maza me regaló en varios volúmenes de la década de 1990, primeros 2000, gran parte del inicio de Patrulla X con Claremont. Yo fui completando algunas lagunas de esos tomos en la compra de segunda mano en la tienda de discos, libros y películas de segunda mano de la Calle Mayor. Patrulla X, posterior X-Men en España, eran de mis superhéroes favoritos. Eran los que más temas de adultos les explicaban a lo jóvenes. Además eran más salvajes que otras series. Ahora de adulto te das cuenta la gran cantidad de asuntos trasversales te enseñaban, como el holocausto, el racismo, las familias no convencionales, la sexualidad y la sensualidad, el feminismo, la corrupción, etcétera. Incluso uno de los malos de esta serie, Magneto, se reconocía como un igual a sus adversarios y al revés, dejando abierta la puerta sobre que el bien y el mal puede ser algo relativo. Bien es cierto que leerlo de seguido, sin ir aislando las historias que más o menos quedan cerradas, puede ser algo saturante. Hay que dosificar. Pero la historia de Fénix Oscura es una de las más perfectas que haya podido crear Marvel. No obstante, Claremont salvó a estos superhéroes de la quiebra, y potenció colateralmente otras series de otros personajes. Es más, si Marvel necesitaba presentar a algún personaje nuevo o aumentar ventas de otro, solían encargarle un cameo en esas páginas. Eso es por algo. Revolucionó el mundo superhéroes desde los guiones.

Horizonte torcido (Chus López, 2022): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Chus, poeta amiga, publicó ese año este poemario. Lo presentó dos veces, porque lo sacó con dos editoriales diferentes. Estuve en ambas presentaciones y compré las dos ediciones. En el Pub O'Malley's y en el bar La Trainera. Un buen trabajo. Se nota en sus páginas que le dedicó cierta reflexión que se hace notar. Puede que este poemario viniera también del sosiego que dio en 2020 el confinamiento. Después de este poemario ella se ha dedicado más a la literatura infantil, aunque mantiene los recitales. Puede que ya esté pensando en otro poemario, pero eso no se sabe.

En la fusión de dos mundos impares (César Sobrón -textos- y Zia Mei -ilustraciones-, 2022): Lo comenté en Las notas de los cíclopes libreros. César Sobrón creó este libro con Zia Mei. Lo presentaron en el Pub O'Malley's, acudí y les compré un ejemplar. La poesía de César nos acera siempre a su filosofía de vida, muy calmada y llamando al amor al otro, desde la sencillez y lo humilde. Me resultaba curioso además tener en un libro a dos amistades que habían aunado actividad creadora.

Historia de la Tierra Media. Volumen II (Alberto Cerezo y Santi Álvarez-Dardet, 2021): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Alberto Cerezo y Santi Álvarez-Dardet presentaban este año la segunda parte de su obra basada en Tolkien. Le compré un ejemplar en el Winchester Pub, aunque Alberto insistió en regalármelo, en un forcejeo de voluntades cruzadas él me lo regaló, pero yo insistí en invitarle a la bebida de esa noche. Sigue teniendo la calidad del anterior. Probablemente se trate de partes que sacaron del primer volumen para no aumentar su complejidad, o quizá porque prefirieron distribuir los costes de producción. O tal vez se quedaron con ganas de publicar esto también y ahora lo sacaban. Leer la obra en cómic de Cerezo es siempre un ejercicio estético bello. Sus viñetas son como cuadros que desean transmitir sensaciones. Hay que leerlo atendiendo a las emociones que te transmite toda la estética visual que crean.

Alcalá de Cisneros. Itinerario cisneriano complutense (Alfonso Jesús Martínez Marcos, "Fonchi", 2019): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Es uno de los libros de Historia que publica Domiduca con su propio sello, sólo que esta vez era una guía de itinerario turístico de Alcalá de Henares. En su día lo dejé pasar, pero lo compré este año 2022. Lo leí del tirón, aunque es una guá que desgrana diversas obras de arte en la ciudad relacionadas con Cisneros, edificios, algo de su vida...

La máquina se para (E.M. Forster, 1909): Aunque era una edición muy nueva lo compré de pura casualidad al encontrarlo de segunda mano en Domiduca. Me interesó bastante porque durante años yo mismo he barajado el dato de Nosotros, de Zamiatin, como primera distopía propiamente dicha. Sin embargo, cuando leí la contraportada de este libro me di cuenta de que estaba ante una distopía unos diez o doce años anterior a la otra. La lectura me lo confirmó. Ahora bien, en 1909 no se publicó como libro, sino como relato. Se publica como libro ahora. Ahí puede caber el debate, pero se trata indudablemente de una distopía. En el futuro los humanos viven aislados los unos de los otros, cada uno en sus casas. Se relacionan escribiéndose en pantallas, ven las noticias en pantallas, ven partes del mundo en pantallas... ¡y está escrito en 1909! La cosa es que una avería hace que uno de los protagonistas trate de salir de su casa para ver el mundo real (sí, hay algo de platonismo). El complejo sistema de transporte público está en desuso, pero aún funciona. Ahí se da cuenta que la compleja máquina que mantiene la sociedad humana se está parando, se avería, y comienza su conflicto al tratar de comunicarlo al resto, que no quiere aceptar esta realidad.

Las rayas de mi mano (Manuel Vegas, 2019): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Lo publicó Domiduca recuperando los poemas de este poeta alcalaíno de las décadas de 1960-1970, fundamentalmente, y ya fallecido. Me compré el libro ahora. Creo recordar que las ilustraciones eran de su hijo o de un amigo. Tiene un poema en defensa de la vida de un toro muy potente, aunque hay otros poemas de tauromaquia. Hay que agradecer a Marcos y Asela, dueños de Domiduca, en este ejercicio que hacen de querer recuperar a poetas alcalaínos. Yo les propuse recuperar a Salustiano Masó, pero nos ben cómo contactar con quien puede dar el permiso. Sea como sea, es una buena labor cultural en la ciudad, aunque tal vez no todo lo reconocida que se debe. Es un gran esfuerzo.

Historia del anarquismo. Organización, acción y agitación (Julián Vadillo, 2022): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Mi amigo Julián sacó este año un pequeño manual de Historia del anarquismo para jóvenes interesados. Se lo encargó la editorial que lo sacó y se prestó a ello. Lo compré en Librería Diógenes. Sirve de repaso general para el resto de historiadores. Contiene muchos de los avances investigadores sobre el tema que ha realizado Julián.

¡Ave, Complutum! (una de romanos) (Carlos Mochales, 1999): Hablé de esta obra de teatro en Las notas de los cíclopes libreros. Lo compré de segunda mano en Domiduca. Lo publicaba la compañía teatral alcalaína TIA. Por un lado quería escribir de ella, por otro completar mi biblioteca alcalaína. Y por supuesto, me encuentro muy ligado en Complutum, donde me bautizaron y el lugar al lado de donde vivo desde que nací. La Historia es una comedia y más o menos quiere recuperar el teatro de Plauto, aunque en nuestras épocas. Las diferencias son notables, pero me resulta un curioso acercamiento.

Cuentos de la Taberna del Ciervo Blanco (Arthur C. Clarke, 1957): Lo compré unos pocos años atrás de segunda mano en Domiduca. Cuando era joven había oído hablar de este libro, he incluso años después oí de un cómic basado en él y en el cual la taberna era una taberna galáctica. Del cómic, nunca supe. Arthur C. Clarke es un autor de los importantes en la ciencia ficción del siglo XX. Quien no ha leído un libro suyo, ha visto películas basadas en su obra. Yo he hecho ambas cosas, como casi todos. Y este libro hace años que quería leerlo, pero nunca lo encontré hasta verlo en Domiduca. En una taberna de la década de 1950 hay un grupo de clientes habituales que normalmente se juntan a escuchar las historias de uno de ellos, borracho habitual como ellos. Son historias extrañas y fantásticas que siempre dejan el poso de la duda sobre si fueron reales o si bien esa personas las transforma en su cabeza para suavizar sus realidades. Recomendable.

Utopía (Tomás Moro, 1516): Lo compré de primera mano en Domiduca en una edición barata. Había leído fragmentos extensos y analizado este libro durante la carrera universitaria, en casi todos los cursos en diferentes asignaturas. Ahora lo leí entero de seguido. Es el libro qu asienta las utopías más paradisiacas. No es la primera utopía escrita, pero sí es el que da nombre a esos mundos de sociedades ideales. Tiene algo de crítica religiosa y social en sus épocas, algunas actuales. Se lee fácil y abre la puerta a que puedas pensar y reflexionar sobre tu propio mundo, pero también ayuda a que comprendas transversalmente el siglo XVI y sus obsesiones. Por otra parte, como utopía, esta obra fue base de los desarrollados de otras ideas sociales que derivarán en el siglo XIX en las ideas socialistas, y por ello ayuda también mejor a conocer el Movimiento Obrero, aunque 1516 estaba muy lejos de eso.

2061: Odisea tres (Arthur C. Clarke, 1987): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Ya antes me había leído 2001: Una Odisea en el espacio, como conté en este serial años atrás. Aquel me ayudó a entender mejor la película de Stanley Kubrik en su final. De joven tenía un cómic de 2010: Odisea dos, y vi esa segunda parte de la película. Ese cómic me lo volví a comprar de segunda mano años después para poder recuperarlo. Ahora había encontrado la tercera parte en libro y decidí ver las dos películas de la primera y segunda parte, que tengo en DVD, y leer ese tercer libro. La película de la segunda parte ahora la vi con unos ojos que apreciaron la estética preciosista y poética de la que la dotaron. A la vez entendí algo mejor la aparición de entes, pues ya tenía el bagaje de la lectura del libro de la primera parte. Con todo esto me enfrenté a esta tercera parte, que me enganchó y leí en los trayectos en autobús al y del trabajo. El mundo iba cambiando en algo que la humanidad ha normalizado, pero hay nuevos cambios imprevistos y esto asusta al mundo. En medio hay intereses políticos y económicos que tratan de alterar el orden mundial tratando de utilizar el mundo prohibido a los humanos que creó el monolito inicial en la segunda parte. Quieren reventar el mercado usando aquella energía creadora. En el fondo esta obra nos habla de los abusos del gran capitalismo cuando tiene capacidad de sobrepasar a los gobiernos, y de su capacidad de pasar por encima de las sociedades. Habla de la necesidad de la política para evitar el abuso de quien ostenta el poder económico, pero todo eso es sutil, se plantea maquillado de una manera de maravilla extraña de cambios en el sistema solar. Aún hay una cuarta parte, que no he encontrado, pero leí resumida en Wikipedia... es lo que hay.

Selección natural (Caballero Bonald, 1983): Leí un par de poemas sueltos de este poeta mientras ayudaba a Marcos en Domiduca, y compré el libro de segunda mano. Durante el bachillerato un profesor nos habló de él, pero yo le había huido. Descubrí en él un poeta reflexivo y serio mucho más atrayente de lo que creía. Son etapas. Supongo que leerlo ahora era leerlo a la edad correcta, al menos para mí. Un poeta muy inteligente. Recité uno de sus poemas en verano.

Áyax "el Grande" o la última etiqueta (Daniel Perrino, 2021): Hablé de él en Las noticias de los cíclopes libreros. Tras leerlo fui a comprar otras obras de la Edad Antigua, entre ellas alguna de Esquilo. Este lo compré de primera mano en Domiduca, que lo editaba. Además los asesoraba mi profesora de Mitología en la Universidad. Es un libro de aventuras que quiere humanizar a los personajes y seres mitológicos en torno a la figura de Áyax. También pretende rellenar los huecos que las historias clásicas de la Antigua Grecia dejaron sin rellenar, o que se han perdido. En este caso se nos narra la juventud de Áyax cuando fue formado por el centauro Quirón, que aquí no es un centauro. El ritmo y lenguaje es actual, de novela de aventuras en el siglo XXI, me atrevería a decir que incluso de aventuras juveniles, pero se puede leer a cualquier edad. Ayuda conocer la mitología griega, especialmente en torno a la Guerra de Troya. Ahora bien, si te gusta mucho la mitología clásica y no aceptas licencias con ella, quizá esta no sea tu parada de lectura. Es entretenido y, dado quien lo asesora, los personajes cuadran con aquellos clásicos, aún cuando el autor trate de traerles a un mundo más humano y menos divino. Da explicaciones que tratan de dar coherencia humana a sucesos que se narraron fantásticos.

La Iliada (Homero, siglo VIII antes de Cristo): Me había comprado este libro de un coleccionable de libros clásicos, en la Papelería Reyes Católicos. Fue pocos años atrás, pero la lectura del anterior libro e dio por leerlo entero, aunque yo ya había leído partes extensas en el Bachillerato y en la Universidad. Es un extenso poema épica sobre una parte de la Guerra de Troya. La guerra aparece ya comenzada años atrás, y no aborda el final de la guerra. Ese final se lee mejor en La Eneída, que ya leí, como dije en otra parte del serial. Trata de la parte de la guerra en la que Aquiles decide primero retirarse de la guerra al sentirse robado en su botín de guerra, una mujer, y después entra en furia cuando matan al que, se intuye, es un joven amante suyo, que es quien conduce su carro de guerra. Esa furia llevará a un enfrentamiento lleno de brutalidad con Héctor, mientras Paris se oculta. Algunos pasajes de este libro me inspiraron algunos poemas añadidos a uno de los libros que empecé a componer tras leer a Catulo. Esta gran epopeya es todo lo contrario a lo que haría Catulo. En esta se ensalza la guerra, pero también se critica su crueldad. Homero trata aquí de los altos valores y el heroísmo. Tiene en parte algo de propaganda política de la época. Lo que contiene el libro también es numerosa información transversal sobre la sociedad agraria y guerrera de la Edad del Bronce en la antigua Grecia, pero también de las relaciones de poder, económicas y sociales, del modo de hacer la guerra, de las celebraciones religiosas, de la alimentación, incluso de ella se han podido extraer descripciones que luego la arqueología ha podido comprobar en vasijas y utensilios de metal. Hay que leerlo convencido de querer leerlo, porque es pesado y duro. Tiene su belleza, aún siendo de guerra. Yo tuve momentos que no podía parar de leer, aún conteniendo algunas partes de difícil lectura.

La Odisea (Homero, siglo VIII antes de Cristo): Lo compré de otra colección de libros en Papelería Reyes Católicos. Lo leía ahora, seguido de los otros. Es alucinante este libro. Está escrito de tal modo que parece del siglo XX o del XXI. Para empezar contiene saltos temporales para narrar la historia, lo que es algo muy rompedor para su época. La historia comienza a mitad de historia y no nos enteraremos de lo ocurrido previamente hasta que Odiseo (Ulises) se lo cuente a un rey que le acoge. Es una historia de viaje y aventura, pero también es un viaje de crecimiento y de culpas. El héroe encaja en los antihéroes por diversos acontecimientos de los que él mismo es protagonista. No todas sus acciones son nobles, aunque le mueva la honra o la supervivencia. La obra nos descubre también un relativo conocimiento del Mediterráneo, incluidos sus mitos. Tiene en sí buena parte de las historias fundacionales de la cultura europea. Odiseo, veterano de la Guerra de Troya, se pierde en el mar de regreso a su casa tras ofender a Poseidón. Por ello vaga durante años, e incluso tiene un hijo con Calipso, se intuye, mientras su tripulación muere en diversas aventuras que les ocurren. Su hijo se encuentra ofendido cuando su madre es pretendida por los hombres de su país y va en busca de su padre. En medio sabremos que otros héroes de Troya encontraron destinos fatales también mientras regresaban. Cuando Odiseo llega a su hogar, sólo su perro le reconoce, y tras hacerlo muere. Aún queda el tiempo de la ira y la venganza contra los que quisieron a su esposa. En fin, la obra es muy conocida. Creo que es uno de los libros imprescindibles de leer.  

El viejo Logan (Millar y McNiven, 2020): Me lo autorregalé en Reyes junto al de Batman, la boda. Los compré juntos en El Corte Inglés. Este lo retuve más a la hora de leerlo. Este no es ninguna broma. Wolverine, como yo lo conocí en mi infancia en un principio, luego le cambiaron el nombre a Lobezno en España, era uno de mis superhéroes favoritos del mundo Marvel. Tenía varias revistas de él y de la Patrulla X, pero no pude conservar ninguna. Hace tiempo que había comenzado a tener tomos de Patrulla X desde en 2021, como ya se ha comentado. Ahora, yendo en busca de regalos en enero, encontré este tomo. Yo había visto la película de Logan, que me había parecido muy digna y algo novedoso. Al ver este cómic tuve curiosidad. Lo ojeé y vi unas ilustraciones más salvajes de lo habitual. Es un cómic más plenamente para adultos que para niños en ese sentido. Es también una obra de culto. De hecho se supone que era una historia independiente, pero su éxito hizo que terminara encabezando una pequeña serie derivada de él. En verano vinieron a visitarme a mi barrio El Tornillo de Klaus y estuvimos hablando de esta obra y de la de Batman. Lobezno ha envejecido en esta historia donde se nos muestra un mundo futuro en el que los supervillanos han ganado y se han hecho con el mundo. Lobezno vive con su familia en una granja, retirado de todo, hasta que los acontecimientos y el descendiente de otro superhéroe le fuerzan de nuevo ha enfrentarse a quien encabeza a los supervillanos en su zona, la Masa. Un giro tremendo de guion y desde luego es el Lobezno violento que se supone que ya se nos mostraba en sus series más juveniles. Aquí no se matiza nada, no se censura nada, no hay suavidad. Es buena novela gráfica. Ahora bien, de momento no he comprado ninguna de las otras obras que derivaron de esta, aunque he oído hablar de ellas.

Club Columbia (Daniel Higiénico, 2016): Mi amigo Rubén Muñoz me envió este y los dos siguientes libros por correo desde Francia. Él se los había leído y quería regalármelos porque pensó que cuadraban conmigo, por lo que recordaba de ms lecturas y recitales de los años 1990 y 2000. Este es un pequeño librito de relatos cortos sobre crímenes retorcidos que en parte pueden recordar a El Club de los Suicidas, de Stevenson, sólo que aquí son crímenes sin objeto suicida. Cada caso era más ingenioso que el otro.

Personajes y su hígado (Daniel Higiénico, 2016): En este caso era otro librito pequeño, si no recuerdo mal contaba relatos breves de personajes extraños a los que también les ocurrían cosas raras. Algunas eran oscuras, otras eran casi surrealistas.

El paseo infinito (Daniel Higiénico, 2014): Este era una novela larga. Lo leí en casa y en los trayectos en transporte público. Daniel Higiénico era y es un cantante trasgresor, cercano al punk, de los años 1990 y 2000. Le gustaba sobre todo a una amiga común de Rubén y mía. Para mí fue un descubrimiento saber que también le dio por escribir. Esta novela es una novela fantástica donde un hombre descubre que vive en un edifico inacabado y un mundo inacabado... hasta que se da cuenta de que él puede no ser real. Así se va saltando de personaje en personaje de habitantes de un rascacielos inacabado que debe irse acabando, para lo que necesitan descubrir quién es el autor real de la obra, pues se ha quedado sin ideas y se hay atrapado en el edificio inacabado. Tiene algo de La historia interminable, de Michael Ende, pero también de Niebla, de Unamuno. El libro es totalmente irreverente y divertido. Alguna parte se repite, pero tiene un algo que te hace leer a ver a dónde te lleva todo. Es altamente surrealista y cualquier cosa o ser puede ser protagonista. Supongo que en parte mis poemas y relatos de aquellos 1990 y 2000 hicieron que mi amigo asociara este libro a mí.

Corto Maltés. Nocturno Berlinés (Díaz Canales y Pellejero, 2022): Hablé de él aquí, en Noticias de un espía en el bar. Lo compré en Alcalá Cómics. Como dije al inicio, la Universidad de Alcalá celebró una jornada sobre Corto Maltés y fui a ella, donde estaba Díaz-Canales. Pude hablar con él e incluso me firmó y dibujó en este cómic. Quedé encantado. Creo que hasta la fecha en en planteamiento, guion e ilustración la mejor parte de la continuación de Corto Maltés que han hecho ellos. Se ambienta en Berlín justo en el comienzo del nazismo en la década de 1920. Corto tendrá que buscar a uno de sus amigos, del que le llegan noticias de su muerte. De verdad que creo que, de momento, es el mejor que han creado los continuadores de Pratt por estar muy bien compensadas todas sus partes. Además tiene buen ritmo y atrapa.

Némesis (Alberto Cerezo, 2022): Lo comenté en Las notas de los cíclopes libreros. Se lo compré a Alberto Cerezo tras quedar con él. Es una obra oscura e impresionante. Ahora en blanco y negro. Sigue mostrando su necesidad de artista de crear al margen de otro concepto que no sea la sinceridad consigo mismo, el arte, la creación y la transmisión de ideas. Ahonda aquí en los mundos ocultos. Es una de sus grandes obras.

miércoles, febrero 19, 2025

NOTICIA 2374ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2020-2024 (adulto, primera mitad de cuarentena, 2 de 5)

Seguimos con el serial con algo de retraso por asuntos personales que van ocurriendo en la vida. Lo siento.

2021: 42 años.
Leí 31 libros, de los cuales 10 eran novelas gráficas, más más de una veintena de viejas revistas de cómic con varias historias y personajes.

Fue un año lleno de lecturas de cómic. Esto fue así tanto por gusto como por la investigación para mi libro Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco, cuya publicación seguía retrasándose en contra de mi voluntad. Aproveché para sacar adelante y publicar hacia el final de año otro libro de Historia, el cual se comenzó a vender en las últimas semanas de diciembre pero se presentó en los primeros días de enero de 2022, pasados los Reyes. Era La depuración de maestras y maestros en Alcalá de Henares (1939-1941). Ya quedan pocos ejemplares en mi casa. Fue muy bien acogido hasta por el ayuntamiento. Igualmente acabé dos libros de poesía que se habían venido urdiendo en mi cabeza desde 2018 ó 2017. Aún inéditos. También fue el año de la gran nevada y en el que me robaron el sombrero, por lo que hube de comprar otro similar. Murió otro de mis tíos, pero no me avisó la familia. Me enteré meses más tarde tras leer una publicación de mi tía paterna, esposa de él, tras lo que me hice una hipótesis de la posible muerte del tío, llamé a otro tío y me confirmó la muerte, sin poderse explicarse él tampoco porque nadie me dijo nada. De este año yo hubiera destacado tres libros, pero me ceñí en enero de 2022 a destacar los dos de siempre y una sola novela gráfica. Quede dicho que de esos tres que destacaría pondría al mismo nivel tanto al que destaco primero, Lolita, como al que descarto, El espía que surgió del frío, de John LeCarré. Ambos libros me han atraído sin poder parar de leer. He tenido, sin embargo, que leerlos en los trayectos de carretera a mis trabajos, en autobús o en tren, aunque también fue otro año de desempleo. Como sea, me parecen novelas perfectas y definen muy bien las décadas centrales del siglo XX y esa cultura occidental de la que España es partícipe, americanizada y con puntos y lugares comunes de encuentro, lleno de referencias para el lector que vivió aquella segunda mitad del dicho siglo. En los primeros meses de 2021 aún estaría en un muy mal momento de mi vida, pero pasados los primeros meses algo mejoró, aún cuando vino una etapa de desempleo en verano, pero vino otro empleo en otoño. Ahora disponía algo más de mi casa.

Lolita (Nabokov, 1955): Fue uno de los dos libros que destaqué de mis lecturas de 2021 en la Noticia 2104ª. Compré el libro de segunda mano en Domiduca. Toca un tema mas que me interesa especialmente, el tema de la censura, aunque de manera indirecta, a través del tema de una libertad sexual mal entendida como pederastia y también como manipulación y extorsión. Me parece un libro muy atractivo y creo que mucha gente habla de él más pensando en la película que en el libro en sí. Creo que a menudo se ha achacado a los personajes actitudes y formas de actuar que en realidad no se perciben en el libro, tengo la impresión de que en determinado momento alguien hizo una lectura determinada para crear las películas y mucha gente ha reproducido esa interpretación sin hacer la suya propia. El libro es muy rico en varias direcciones. Me llama la atención, por ejemplo, ese breve pasaje del pensamiento del hombre que llega incluso a pensar de manera fugaz en el asesinato de la chica cuando ya no le atraiga sexualmente por haber crecido, previo posible embarazo para usar a la hija como usó a la posible madre. Ese pasaje está en el libro, muy breve, muy fugaz, pero me impactó leerlo. Rompe esa visión del hombre como víctima manipulada por la niña Lolita que todo el mundo tiene en mente. Y sin embargo, hay otros pasajes donde es evidente que ella no es una víctima total, ella es víctima, pero también es verdugo en cuanto a que es consciente del poder que ejerce sobre el hombre al proporcionarle estímulos sexuales insatisfechos pero con promesa de que se podrían satisfacer en pago a algo que le dé. Por ello mismo, y por muchas otras cosas, como explica Nabokov en unas palabras reflexivas, la obra sufrió mucha censura y le costó publicarlo, pero lo logró publicar y es una de las grandes novelas del siglo XX. Lo cierto es que haber escrito el libro como si fuera el documento escrito de las reflexiones del hombre es todo un ejercicio de conocimiento psicológico muy importante. A mí me llama mucho la atención esa construcción de psicologías perturbadas que hace, los rusos son expertos en todo esto, y ese deslizamiento entre lo moral y lo amoral que hace Nabokov, cayendo en la ruptura de las convenciones sociales y sexuales que hacen que sea condenado y censurado en su vida real. En parte esa ruptura de convencionalidades estaban latentes a mediados de ese siglo XX, sobre todo en el Estados Unidos donde se desarrolla esta historia, aunque Nobokov dijo que en principio pensó en ubicarlo en Francia, por ser más liberal, pero buscó el contraste con una sociedad más conservadora. En la siguiente década de 1960 algunas de las cosas que narra Nabokov pasaron a ir normalizándose entre la juventud, a pesar de que el conjunto pedófilo y casi de prostitución, el del rapto y el del asesinato, son condenables, me refiero, en cuanto a la normalidad, al amor libre, al amor intergeneracional, al amor sin matrimonio, al sexo disfrutado con libertad, etcétera. fue uno de los libros que leí en los trayectos al trabajo.

Poesías (Catulo, siglo I a.C.): Fue el otro libro que destaqué de mis lecturas de 2021 en la Noticia 2104ª. Lo compré de primera mano en librería Diógenes. Fui a buscarlo intencionadamente. Bueno, no creo que sea una sorpresa que destaque este libro de dos mil años de existencia, porque ya en su época se publicó como libro, aunque en el formato de aquel momento: en rollo. No creo que sea una sorpresa porque ya hablé de Catulo a través de la poesía neotérica en la Noticia 2084ª, el pasado 19 de octubre. Catulo vivió entre el 87 y el 57 antes de Cristo. Era de una familia rica que hacía negocios en provincias. Catulo formó parte así de los políticos-militares que acompañaron a Julio César en la campaña de la Galia. Se distancian de él cuando la conquista de Bretaña y en la guerra civil, pero debió reconciliarse con posterioridad. Ya hablé de estas cosas en aquella Noticia. Este libro me ha ocupado bastante tiempo leerlo, porque lo quería leer con detenimiento. Incluía además el análisis de la poesía neotérica y también le dediqué tiempo. Este tipo de poesía me ha llamado mucho la atención, hasta el punto que estoy escribiendo un nuevo libro de poesía con bastantes poemas que he escrito siguiendo algunas de las pautas de esta corriente literaria del final de la República Romana. En cierto modo los neotéricos tenían un rupturismo contracultural con los valores de su tiempo al estilo de Bukowski en el siglo XX. La elevación de lo soez, de la palabrota y la ruptura con todo tipo de comportamiento sexual conservador, la transgresión política y contra la sociedad que se las da de refinada, los vicios de toda clase, todo está aquí, dos mil años antes que Bukowski. Este libro me ha marcado en la composición poética de 2021, indudablemente. Cuatro de esos poemas los leí de improviso, por sorpresa, en el Pub O'Mailley's de la calle Goya de Alcalá de Henares invitado a hacerlo por Chus López al final de su propio recital de poemas el pasado mes de octubre o noviembre, no recuerdo el mes exacto ahora mismo. Gustaron y divirtieron. Rupturismo. 

Luces y tumbas (Alberto Cerezo, 2021): La novela gráfica que destaqué de mis lecturas de 2021 en la Noticia 2104ª. Hablé de esta novela gráfica en Las notas de los cíclopes libreros. Me remito a que leáis allí de ella si queréis saber. Para mí es la mejor obra de cómic que he leído este año y que probablemente se ha publicado este año en España. Es puro arte, pero también es pura filosofía y mundos oscuros. Una introspección psicológica en abismos. Versiona varios libros de los siglos XIX y XX. Una delicia que no podéis dejar pasar. De verdad, me remito a que leáis sobre ella en lo que dije en Las notas de los cíclopes libreros. Haceros con un ejemplar contactando con Alberto Cerezo, merece la pena y mucho, sobre todo si te gusta el cómic o el arte en sí, no deberías quedarte sin esta obra. A mí me adentró en todo mundo de sugerencias tanto en imágenes como por el guion. Oscuridad pura y de manera muy inteligente. Se lo compré directamente al autor en el mismo recital antes mencionado. Es de lo mejor que tiene Alberto y tiene cosas muy buenas.

El espía que surgió del frío (John LeCarré, 1963):  Estaría al mismo nivel de intensidad para mí que Lolita en mis lecturas de ese año. Este también toca un tema que me interesaba especialmente. El tema del espionaje, la doble verdad, lo aparente y lo real, que en cierto modo se liga al de la censura. Lo compré de segunda mano en Domiduca. Yo ya había leído algo de este autor, como dije en otras entregas. En cierto modo me ata un poco a mi padre y sus lecturas. Este es una historia clásica de espías en el siglo XX. Una construcción impecable que además me recuerda también el cine que vi en mi infancia y juventud, vía mi padre. Se ambienta en el Berlín de la Guerra Fría y algunos otros lugares, cuando un espía del bloque soviético desea cambiar de bando y dejar el espionaje, cosa que sabe es algo casi imposible. una obra muy inteligente que no es simplemente acción. Lanza también toda una lección sobre los servicios secretos y cómo funcionaban dentro de las lógicas de bloques.

Rimas y leyendas (Gustavo Adolfo Bécquer, 1871): Yo ya había leído este libro, como ya dije, pero el ejemplar de mi juventud no era mío, aunque estaba en casa. Así que este lo compré de segunda mano en Domiduca. Bécquer escribió su prólogo en 1868, por lo que lo tendría ya acabado por entonces, pero se publicó en 1871. En realidad escribió muchas más leyendas de las que aquí se incluyen, pero este es el libro tal como lo sacó él. Yo tengo una edición de 1959. A comienzos de diciembre de 2020 la asociación Arkana me invitó a participar del ciento cincuenta aniversario de la muerte del poeta que alteró el rumbo de la poesía española. Llegué a promocionar el acto y estuve en la reunión para su comienzo, llegué a ocupar mi asiento, sin embargo me fui antes de empezar, y lo siento, porque me pareció, no sé si estaba equivocado, que puede, que el aforo recomendado para evitar los contagios de Covid-19 o rozaba lo permitido o ahí andaba. Puede que me equivocara, no lo sé, pero ante la duda decidí desocupar mi sitio sin darme cuenta a comentar mi ida a la persona que me invitó, y lo siento. Se supone que yo iba a leer uno de sus poemas en homenaje, junto a otros poetas y poetisas de Alcalá. Una de ellas me dijo hace poco que el acto se prolongó ni más ni menos que dos horas y media. Como sea, antes de ese acto volví a leerme todas las rimas de Bécquer y ya había leído parte de las leyendas, luego lo estanqué para poderme dedicar a mi investigación sobre censura y ahora lo tengo otra vez enganchado para terminar la lectura completa de esas leyendas. Era un prosista muy rico en imaginación y quizá uno de los autores españoles que mejor describía imágenes. Si se bucea dentro de su romanticismo tardío hay algún  ramalazo que en pocas décadas después pudo ser sugerente a más de un modernista.

Los pétalos pares de las margaritas (Antonio eMe, 2016): La cosa es que estaba leyendo a este poeta y amigo alcalaíno cuando me invitaron a lo de Bécquer, por lo que estanqué su lectura primero por Bécquer y luego por lo de mi investigación de Historia, hacia finales de 2020. Lo retomé al inicio de 2021, pausadamente y combinado con Bécquer. Es el libro de poesía que me quedaba por leer de Antonio eMe en ese momento. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Lo había comprado en un recital de él, pero lo había ido dejando hasta que le tocó el turno de lectura en este momento. Poemas románticos con un pequeño punto de irreverencia y cotidianidad, pero el amor como motor de la vida. 

Arrugas (Paco Roca, 2007): Había visto la película ganadora de Premios Goya hace tiempo, creo recordar que en algún ciclo de Alcine, en pantalla grande. Compré el cómic de segunda mano en Domiduca. No es el libro más alentador de él para mí, pero cosechó en su día premios muy importantes que me hacen pensar si se estaba premiando al cómic o a la temática de la soledad y la depresión de los ancianos en una residencia de ancianos. En esos momentos yo tenía en el recuerdo algunas visitas que hice a mi abuelo paterno en su residencia de ancianos unos pocos años atrás, y otras que hice a mi tío materno en la suya, ambas visitas siempre sin decir nada a nadie, porque, sinceramente, no hay que pregonar lo que se hace porque se hace. Posteriormente, según pasan las cosas en la vida, comprendí que a veces no hubiera venido mal decir en el momento adecuado, oye, yo sí estuve ahí. En fin, el cómic me parece acertado en su denuncia social y en su retrato dramático de los problemas de la senectud en una residencia, pero, la verdad, sigo teniendo dudas sobre los porqués de los premios de este cómic en cuanto a cómic. Paco Roca, al que me acerqué por primera vez a través de mi amiga Esther Claudio, con quien empecé mi libro sobre censura en el cómic, tiene cosas cómo cómic y cómo historia mucho más elaborados.
 
Corazones a la deriva (Susi Corrales, "Suko", 2020):  Se lo compré a la propia autora cuando lo sacó. Quedé con ella en el Jardín de las Palabras, que debería recuperar su nombre de Huerto de los Leones, recordando su origen de palacete de los Mendoza en Alcalá de Henares, pero en fin. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Era un libro de relatos con cierto sentido de visión de historias humanas cotidianas que alejaban a la autora de sus habituales libros de aforismos.

Ars moriendi (Almudena Anés, 2018): Conozco a la autora, aunque no demasiado, creo que he leído más de ella que hablado con ella. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Lo compré de primera mano en Domiduca. Es un libro de poesía en prosa muy rica en referencias intelectuales de autores y pintores, especialmente del siglo XX europeo. Quizá es su libro más interesante de los que yo he leído. 

Historias de clavícula (Almudena Anés, 2019): Como tenía la autora este otro libro, quise completar su bibliografía en mi biblioteca personal y volví a Domiduca para comprar este otro libro. Me lo vendió Asela, amiga de ella. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. En parte también lo escribí para escribir esa reseña. Esta vez son pequeños relatos con referencias a un tatuaje supuestamente de su cuerpo en referencia a alguien. Pero también tiene referencias a pintores del siglo XX europeo.

Cuando todo va bien (Alfonso Rubio, 2020-2021): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Alfonso Rubio, uno de los antiguos dueños originales del bar de rock La Ruina, sacó este libro en 2020. Lo presentó en la terraza del bar, en la Plaza de la Victoria, cuando se podía hacer eso en la pandemia. o fui y le compré un ejemplar. En 2021 volvió a sacarlo en una edición revisada y ampliada y se acercó en coche a mi casa para regalarme un ejemplar. Salía una foto que hice yo. Me leí esta segunda edición. Una historia de una pareja que se acaba de hacer millonaria y se van a hacer un viaje paradisiaco para celebrarlo, pero el paraíso se torna un problema cuando se cruza en su camino un criminal. En parte la historia está construida alegóricamente en paralelo a las fases de una enfermedad grave. El propio autor lo dijo: lo escribió para entretenerse y compartirlo con familia y amigos. Es un ejercicio literario inédito en él. Una curiosidad en mi biblioteca alcalaína.
 
Cuentos para volar en la cama (Chus López, 2021): La poeta y amiga personal Chus López sacó este libro ese año. Quedé con ella en su barrio, fuimos a una terraza de bar y le compré un ejemplar. Aún estaba en el aire algunas restricciones de poder celebrar actos en bares, por la pandemia. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Tras hacer libros de poesía, ahora presentaba este libro de cuentos infantiles, con el que no le ha ido nada mal. Iba completando mi biblioteca alcalaína.

Historia de la FAI (Julián Vadillo, 2021): Mi incansable amigo Vadillo publicó en 2021 este libro, que es parte de una trilogía sobre el anarquismo español, cuya primera entrega, de la que ya hablé en este serial, se ocupó de los orígenes del anarquismo en España y de la CNT hasta 1939. Ahora le tocaba el turno a la FAI, que llegaba igualmente hasta 1939. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. A pesar de que me tiene dicho que me regala sus libros cuando venga a Alcalá, yo no le hago caso, y este, como otros, lo fui a encargar y comprar a Diógenes. Fui a la presentación con posterioridad. Él es doctor en Historia, en Movimiento Obrero, y sobre todo en anarquismo, por lo que es un libro muy bien trabajado y quizá el libro más documentado de todos los que se han escrito sobre el tema, deshaciendo algunos de los tópicos que no se corresponden con lo que en realidad se reflejó en los documentos de la época. No obstante, Julián ha sido llamado para dar conferencias en diversos lugares de España y fuera de España, mientras a la vez le invitan a participar de programas de televisión.

Historia del PCE (José Luis Martín Ramos, 2021): Vadillo me recomendó este libro escrito por un amigo suyo y lo encargué y compré también en Diógenes. Yo ya tenía alguno sobre el tema. Creo que tiene algunas tesis que ignoran algunos de los avances sobre la relación entre comunistas y anarquistas, así como algunos de los temas peliagudos del PCE, que no alude. Al leerlo escribí algunas notas en sus páginas. No obstante, yo soy de Historia Actual. En todo caso sirve como aproximación general al comunismo en España.

Zalacaín el aventurero (Pío Baroja, 1909): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Estaba cansado ya de leer tanto libro seguido de autores de Alcalá de Henares y me apetecía leer algo diferente, Hace un tiempo empecé a leer alguna cosa de las guerras carlistas, como comenté en entregas anteriores del serial, y este título era uno de los que tenía pendiente de leer. En cierto modo se cruza con uno de los libros de Valle-Ínclán sobre el tema, pero los personajes los enfoca de forma diferente, igual que las situaciones históricas donde los ambienta. En parte lo leí también para ir ambientando mi cabeza con la novela aún sin acabar en ese año que estaba escribiendo, la que en 2020 le dí un gran impulso. Esta lectura me gustó y me hizo pensar en que no debía centrarme tanto en lecturas alcalaínas y debía intercalarlas con otras lecturas más buscadas por mí por otros intereses.

Star Wars (Roy Thomas, 1977): Parte de mis amigos más antiguos me regalaron en mi cumpleaños este cómic integral de la película La Guerra de las Galaxias. Se trataba de un cómic integral cuyos textos introductorios me dieron algunos datos para Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Lo cierto es que me lo regalaron porque saben de mi gusto por esta saga desde niño, que vi la tercera película original en cine y de la que tengo el cómic que sacó Marvel. En este caso, este cómic integral de la historia de la primera película rodada en 1977, fue un encargo de Hollywood a Marvel con indicaciones de George Lucas, como producto que debía salir antes que la película para ir creando un público juvenil interesado. Lo curioso es que Lucas pasó parte del guion original, pero no definitivo, a Marvel, que se lo dio a Roy Thomas cuando Marvel estaba arruinándose. Así que publicaron el cómic por entregas sin saber los cambios sustanciales que se estaban produciendo en el guion y en el rodaje. A esto Thomas le sumó alguna idea propia que muchos años después usó Lucas en las continuaciones de la saga. Al final la película se estrenó antes de que se acabaran de publicar los cómic y terminó resultando que hubo una explosión de ventas de estos cómic, lo que obligó a publicar integrales. Eso sacó de la ruina a Marvel, y remató el éxito el remozado que le hicieron años después a Patrulla X. Como sea, este cómic deslizaba cosas que se pensaron para la primera película y que luego no fueron. Algunas las vimos muchos años después en lo que se llama tomas falsas. Estuvo curioso leerlo. Ahora quisiera conseguir el cómic de El imperio contraataca, el de El retorno del jedi ya lo tengo. 

Un incendio (Carlos Mazarío, 2015): Lo leí en versión digital gratuita. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Mazarío es un historiador y poeta amigo mío. Buen autor. Bueno de verdad. este es un libro de poesía muy sincero, intimista y algo visceral. Fue una lectura que me gustó. Aunque lo leí en principio por amistad y por escribir su reseña, pero es un buen libro.

La censura en el rock (Jordi Bianciotto, 1997): Este libro lo compré en la desaparecida tienda Tipo, de discos, en la Calle Mayor de Alcalá de Henares en los años de 1990. Lo dejé excesivamente en tiempo de espera. Cuando empecé la carrera de Historia en 1999 pensé en orientarme a escribir una tesis futura sobre los cambios sociales de la segunda mitad del siglo XX potenciados por la música popular. Pero las circunstancias de la carrera universitaria me forzaron a abandonar ese proyecto en 2004. Así que simplemente lo usaba de libro de consulta para la Historia Actual Ahora lo leí entero para mi libro sobre la censura en el cómic, Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Era un libro comercial orientado a adolescentes a los que entrar en la Historia actual a través del rock, pero tenía buenos datos. Y alguna conversación de anécdotas me ha dado, aparte de conocimiento.

La revolución sexual en el rock (Jordi Bianciotto, 2000): Es el mismo caso que el anterior. En todo. Sólo que este tenía algo más de morbo. Le hice alguna anotación.

Historia de la Tierra Media (Alberto Cerezo y Santi Álvarez-Dardet, 2021): Alberto sacó este año este otro cómic con una visión personal y altamente artística de la obra de Tolkien. Quedé con él en los bares del Winchester y La Dulce Harley y se lo compré. Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Leer este cómic es una delicia visual. No obstante, Alberto es Premio Ciudad de Alcalá de pintura y eso se nota. Tienen un valor artístico que sobrepasa lo comercial, pero comercialmente, si hubiera sido aceptado por las grandes editoriales, hubiera sido una obra de culto. De hecho lo es, aunque sea en nivel Alcalá. Es el problema de las grandes editoriales, tan obcecadas en no dar altavoz a personas emergentes, tan obsesionadas en buscar nombres que de antemano creen que ya vienen con miles de lectores. Las grandes editoriales ya ni apuestan ni arriesgan, es su pecado.
 
Un extraño en el espejo (Sidney Sheldon, 1976): Es una novela de crimen y fama en Hollywood típica de los libros de bolsillo que se vendían para vacaciones o viajes. Lo compré de segunda mano en Domiduca, pero tras leerlo lo regalé. Fue un entretenimiento y una relajación mental. No lo niego. Como decía Cervantes, toda lectura sirve para algo.

Varios cómic de la editorial Bruguera (varios autores, 1975-1985) y de diversos personajes de otras editoriales (varios autores, 1954 y 1981): Compré un lote de revistas de cómic de segunda mano de la editorial Bruguera en Domiduca. Mortadelos, Zipis y Zapes y otros. De pequeño tenía muchos, pero no pude tenerlos conservados, parece ser, en fin, quizá por ello tengo querencias de comprarlas cuando las veo. Lo leí también para mi libro sobre el cómic. También conseguí cómic de Azañas bélicas, Guerrero del Antifaz, Marvel en Fórum y hasta uno de Argentina con un original de Hugo Pratt.

Antología de la poesía latina (varios autores, 1981): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Era una selección realizada por unos poetas importantes de España en la contracultura de la década de 1970. Selección previa a La Movida. Rescataban poesías de autores de la antigua Roma que rompían los moldes de lo que hasta ese momento se había promocionado en la España de Franco en torno a la épica. Ahora mostraban poetas sarcásticos, eróticos, de crítica política y demás. De aquí me interesaron varios autores, entre ellos el citado Catulo. Me animó a buscar a Catulo. Las traducciones variaban, pero es un fenomenal libro para conocer otro aspecto del mundo antiguo y a la vez para revolucionar tu cabeza. Aunque parezca mentira son unos rupturistas totales muy acordes al siglo XX y al XXI. Recomendable.

Astérix y Latraviata (Uderzo, 2001): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Volver a Astérix siempre es algo relajante y que me devuelve a la infancia. Quizá no es el más divertido de la serie, pero me ayudaba a completar la colección. Además, tras el anterior libro el cuerpo me pedía leer esto... y a Catulo.

Corto Maltés. Océano Negro (Quenehen y Vivès, 2021): Hablé de él en Noticias de un espía en el bar. Yo soy un seguidor incondicional de Corto Maltés. No es ningún secreto. Este año sacaron esta experimentación donde Corto aparece en el siglo XXI. Fue impactante y algo extraño. Creo que quizá podían haber construido esa historia con un personaje nuevo. Parecía que querían rentabilizar a los lectores de Pratt. Ahora, con el paso del tiempo, creo que tiene un algo, aunque sigo prefiriendo al Corto clásico. Como sea, es una experimentación curiosa. Lo compré en Diógenes y no pude evitar leerlo en el tren camino de Madrid un día festivo.

Astérix legionario (Goscinny y Uderzo, 1967): Lo compré en Diógenes. Quería ir completando mi colección poco a poco. Aún me quedan títulos. Este es de la época más plena de los autores. Divertido.

Astérix y Cleopatra (Goscinny y Uderzo, 1965): Le regalé uno de primera mano a una amiga muy cercana a mí, porque era su cómic favorito de niña y su ejemplar se lo quedó una hermana suya. Este otro lo compré para mí en Domiduca de segunda mano, así que pude comparar ediciones y vi que de la primera edición española a las ediciones actuales hubo algunos cambios de color en algunas viñetas. Tal vez alguien debiera estudiar y escribir sobre esto, en este personaje y en otros. Como algo que entienda el cómic como Arte y como producto de consumo, pero también por cómo lo recibe cada generación.

La puerta abierta (Luis de Blas, 1978): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Domiduca reeditó el primer poemario del poeta alcalaíno Luis de Blas usando los originales conservados por su hijo. Un libro de poesía experimental en plena Transición que trata de explorar también las nuevas libertades ganadas tras el franquismo. Tiene una libertad muy notable en todos los ámbitos, empezando por su composición. Lo triste de todo esto es que tal como está el panorama editorial actual, que sólo busca autores que previamente tengan numerosos seguidores en Internet, y estos  suelen tenerlos por poner cosas fáciles y con gancho para las masas, no podría salir adelante hoy día. Claro, que en ese sentido, los editores actuales, en busca del negocio brutal, tampoco publicarían a Lorca si este fuera un desconocido. Un poemario inusual para la Alcalá de la década de 1970, pero parte de esa cultura de ruptura que iba habiendo en España, construyendo las nuevas libertades.

Alcalá Azaña (Sánchez Moltó, 2021): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Un pequeño librito escrito por el cronista oficial de Alcalá. Se regaló en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión. Lo cierto es que está desfasado en algunos datos biográficos y repite algunos tópicos ya superados, así como da algún dato que ya no es tan cierto en vista de los nuevos documentos de archivo que van apareciendo, pero es el cronista oficial y el ayuntamiento le publica sin  pedirle una revisión crítica. Todo dicho con afán de aportar algo positivo, pues siendo estos libritos de regalo una marca de cultura en Alcalá, deberían tener unos mínimos. Aún con todo, sirve como aproximación.

A voz de comunidad (Franciso Peña, 2020): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Es una breve obra de teatro basado en el libro de Historia de Ángel Carrasco, que actualizó la Historia de Alcalá al descubrir y poner de relieve que fue una de las ciudades comuneras en 1520. Lo compré en Domiduca. Era muy formal y un teatro bastante ceñido a un estilo de teatro histórico romantizado más propio del siglo XIX. En todo caso, contribuyó a dar a conocer los avances que van habiendo sobre el pasado de la ciudad.

Astérix gladiador (Goscinny y Uderzo, 1962): Lo compré en Diógenes, creo. Intentaba ir completando los primeros cómic.

Astérix, la vuelta a la Galia (Goscinny y Uderzo, 1963): No recuerdo si lo compré en Diógenes o en Domiduca. Pero sin duda las primeras historias de Astérix son de los que más gancho tienen. Es un fetiche en cierto modo para mí.

lunes, febrero 10, 2025

NOTICIA 2373ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2020-2024 (adulto, primera mitad de cuarentena, 1 de 5)

Quien lee esta bitácora sabe que hace unos años empecé un serial comentando todos los libros que he leído a lo largo de mi vida gracias a que los tengo controlados y anotados en diarios personales, y los de la infancia los tenía todos en mi casa. En enero de 2024 avanzamos hasta el final de mi treintena de años. Por entonces mi año 39 caía en 2019, siendo que una parte de ese año era además parte de mis 40 años. Así que ahora vamos a cubrir mi primera mitad de cuarentena de años y cuando acabe este serial, ya a finales de año, cuando escriba los libros que destaco de cada año ya lo haré sumándole la lista entera, más los que destaco. Sea como sea, para consultar el inicio de mis 40 años de edad en 2019 quepa consultar ahora mismo la Noticia 2291ª, y retomemos aquí desde 2020, año que en mi vida está a caballo entre mis 40 y mis 41 años de edad.

2020: 41 años.
Leí 48 libros, de los cuales 22 eran novelas gráficas y 1 era una revista recopilatoria de artículos y ensayos de George Orwell (algunos de estos libros se encontraban juntos en un mismo volumen o tomo).

Las cosas que habían empezado a ir mal un par de años antes seguían yendo mal en todos los aspectos de mi vida. Lo que me dio varios motivos de ansiedad alta y depresión. Entre 2018 y 2021 , como dije en el listado de 2019, fue mi gran pérdida de pelo, yo tenía entradas desde adolescente, pero este fue el momento clave, así como calvas de ansiedad en la barba que se solucionaron hacia 2022, y otros síntomas. El trabajo de archivo de unos veinte meses que logré en 2019 acabaría pasada la mitad de este 2020, aunque he de reconocer que el organismo del Estado que encargo este proyecto decidió mantenernos el trabajo sin hacer ninguna suspensión temporal durante la pandemia ni ningún proceso de regulación  de empleo, así que mantuve el sueldo durante los meses del confinamiento, aunque regresé a mi puesto un poco antes que otros trabajos, aún siendo archivero en esos momentos con documentación histórica. La gente de mis expedientes de ese momento llevaba muerta de ciento veinte a ciento cincuenta años atrás. Personalmente la pandemia no afectó en mi vida tanto como a otras persona. A lo largo de mi vida he tenido muchos periodos de paro sin ahorros varias veces, por lo que estar "confinado" en casa no me pillaba de nuevas. Cuando se pudo salir, salí. La profundización en un estado de depresión estaba ahí, aunque no lo pareciera. La verdad es que fui de los pocos que pueden decir que no me infecté de Covid-19, y me hice diversas pruebas, pero tuve suerte, aunque murieron  tres familiares. Uno directamente por la enfermedad, otro indirectamente por la enfermedad.

Cuantitativamente leí menos libros que el año anterior de 2019, además me recreé mucho con los cómic, ni más ni menos que 22, por lo que son 26 libros que no son novelas gráficas, y de esos uno era una revista especial llena de artículos, reportajes y ensayos escritos por George Orwell. Alguien dirá que cómo es esto posible en el año de la pandemia, pero todo tiene su explicación y es que lo cuantitativo no lo es todo. Varios de esos libros son cualitativamente voluminosos o de reflexión tal que necesitaban lecturas sosegadas y pausadas. Por otro lado, en los meses del confinamiento entre marzo y mayo, aunque leí libros, dediqué una temporada a escribir una nueva novela que no acabaría hasta 2024, pero que avancé mucho en esos meses de confinamiento. A finales de año recibí colecciones que me ayudaron para otro libro de investigación histórica que llevaba realizando desde 2014 sobre censura en el cómic, Superman, Batman y Franco, y me dediqué dos o tres semanas a volver a revisarlo y aceptar o repensar sugerencias de la correctora, Asela Moreno, de Domiduca. Sumemos luego asuntos personales que no podían más que acaparar mi tiempo. En fin, buena parte de los cómic leídos han sido, aparte de por gusto, leídos por motivos relacionados por algunas de las cosas que acabo de decir.

Tiempo de silencio (Luis Martín-Santos, 1962): Fue uno de los dos libros que destaqué en la Noticia 2016ª de entre los libros que leí en 2020. Era la primera vez que lo leía íntegro del tirón. Me encantó. Creo que es con creces la mejor novela española escrita en la segunda mitad del siglo XX, y en concreto de los tiempos de la dictadura, a pesar de los Camilo José Cela, los Delibes, los Sánchez Ferlosio y demás. He leído varios libros de esa época, pero este libro es el mejor. Compré un ejemplar de la primera edición sin censurar en España, sacada en los años 1970, en Domiduca, de segunda mano. Lo avanzado, lo atrevido y lo experimental para su época es excepcional. No me extraña los problemas del autor con la dictadura, de hecho es sorprendente que se atreviera a presentar un libro como este a las autoridades para su publicación. Es de lo mejor que he leído en varios años. El argumento básico se centra en los años 1950 o quizá principios de los 1960, en Madrid, donde un médico investigador consigue animales tipo alimaña que le suministra una familia chabolista que consigue así algo de lo que comer. La actividad no es muy lícita, pero se complica cuando le piden el favor de practicar un aborto. Hasta aquí cuento del argumento, que como se ve ya es altamente peligroso de narrar en el franquismo. La familia chabolista, e incluso el médico, son evidentes republicanos perdedores de la guerra, y hay rasgos de esto en varios fragmentos, pero lo realmente atrevido aquí es como se desarrolla una narración de una forma lineal pero sin recurrir al espacio tiempo lineal habitual. Todos los recursos de Martín-Santos usados hoy día no tendrían cabida para un editor actual, por lo arriesgados que eran, pero en mi mente han sido como una explosión de psicodelia... solo que en literatura. Muy recomendable, pero hay que leerlo con plena atención. La cosa es que esta novela la conocía, aparte de por los conocimientos de literatura que se dan desde el bachillerato, porque al terminar la universidad ayudé a diversos amigos en investigaciones cuando no podían ir ellos a investigar en persona a los archivos. Uno de esos amigos, Andrea Bresadola, que lo conocí como estudiante italiano becado en España, vivía ya en Italia y trabajaba haciendo ediciones críticas de novelas españolas de la segunda mitad del siglo XX para el mercado italiano, traducidos. Para él investigué varios expedientes de censura de diversos autores en el Archivo General de la Administración. Uno de esos expedientes (gigantesco) es el referido a Martín-Santos, y el libro que más molestaba a los censores era este, por lo que yo conocía lo que los censores dijeron de este libro antes de leerme el libro. He de reconocer que quizá le deba dar las gracias a Andrea Bresadola por haberme hecho este encargo años antes de que yo mismo tuviera el libro en mi propia biblioteca. Altamente recomendable, de verdad. Lo disfruté al máximo, aunque evidentemente no es como las novelas que se escriben ahora... para mí es mejor que muchas de ellas.
 
Mr. Witt en el cantón (Ramón J. Sénder, 1936): El otro libro que destaqué de mis lecturas de ese año en la Noticia 2016ª fue este. El autor, Ramón J. Sénder, periodista republicano exiliado, es uno de los grandes de nuestra literatura, pero no es tan leído por las nuevas generaciones y merecería la pena que le conocieran más allá de Réquiem por un campesino español (1953), novela que suelen recomendar leer en algunos institutos. La culpa está en el ostracismo que le provocó ser exiliado y prohibido durante la dictadura de Franco. La cosa es que Mr. Witt en el cantón lo estaba leyendo justo cuando se declaró el confinamiento del 14 de marzo por la Covid-19, por lo que acabé de leerlo en mi casa. En cierto modo no pude evitar enlazar en mi mente algunas de las cuestiones de este libro con el momento que se vivía, por ejemplo en cuanto a medidas excepcionales y gente encerrada en sus casas. La novela se desarrolla durante el periodo del Sexenio Revolucionario justo cuando se proclama la Primera República Española en 1873 y abarca todos aquellos meses hasta su caída en 1874. El cantón al que se refiere es el Cantón de Cartagena, el cual se declaró independiente de España en esos momentos, pero proclive a un gobierno federal-cantonal español, o más bien íbero, bajo unos principios socialistas (entendido el socialismo desde sus términos puros, pensemos que aún no se había ideado la socialdemocracia en aquel año). Esto abocó a una guerra entre el gobierno central y el cantón, pero también entre los conservadores y los republicanos, y entre estos entre los aburguesados y los socialistas. En este caos se desarrolla esta novela de ficción saliendo a relucir personajes y hechos históricos. El protagonista es un inglés apellidado Witt, el cual es médico y cuyas simpatías son conservadoras, aunque está casado con una española que es cantonalista. El matrimonio Witt se compone de edades diferentes. Él comienza a tener cierta edad y ella aún es relativamente joven, así que todos estos elementos se suman a una crisis existencial, emocional y de edad. Novela inteligentemente narrada, donde no hay nada al azar. Combina muy sabiamente el mundo interno de los protagonistas con los sucesos materiales de diversos problemas y violencias que atraviesa el cantón y de la lucha entre unos y otros, recogiendo una serie de rencores que, no hay que olvidarlo, empalman perfectamente con los habidos en la guerra civil de 1936-1939, el libro, no obstante, se acabó de escribir en 1936. Esta lectura me absorbió y me dio alguna guía de lo que yo mismo quería escribir en mi propia novela de ese confinamiento. Había comprado el libro de segunda mano en Domiduca un tiempo atrás.

Custer (Trillo, guionista y Bernet, dibujos, 1985): Esta fue la novela gráfica que destaqué en la Noticia 2016ª. Hacia finales de año encontré dos pequeñas novelas gráficas salidas de la colaboración de Trillo con Bernet en los años 1980 y las compré en Domiduca de segunda mano.  Custer como historia neo-punk, ciber-punk e incluso algo distópica dentro de la ciencia ficción. La historia se publicó por entregas en 1985 en una conocida revista de cómic de ciencia ficción y erótico, así que de todo eso tiene esta historia. La protagonista vive una vida que recuerda en buena parte a la película El show de Truman (Peter Weir, 1998),  que a la vez viene de un relato de los años 1960 ó 1970 de Yasutka Tsutsui que en España se editó por primera vez en 2010 en el recopilatorio Los hombres salmonela en el planeta Porno. El personaje de Custer y su mundo es mucho más crudo y violento. Me fascina de esta historia el ritmo que le imprimieron guionista e ilustrador, permitiéndose mentirse y desmentirse mutuamente el uno al otro en la narración, dando al lector una visión sobre el papel manipulador de los medios de comunicación y el poder en los tiempos actuales mediante los montajes en los medios audiovisuales. Una narración divertida, por otro lado, muy bien ilustrada, aunque el guion, a veces, por necesidad de su medio original, tire de sexo que podría ser considerado gratuito, aunque entre bien como un guante a una mano respecto al ambiente decadente de aquel futuro que se nos narra. Irreverencia total en la violencia y escenas que hoy día difícilmente tolerarían los editores por miedo a la crítica de lectores y lectoras en las redes sociales de hoy día. Me parece un cómic con gran libertad, aunque evidentemente no se tenga porqué estar de acuerdo con lo que se narra, del mismo modo que al ver una película de un psicópata no estás de acuerdo con el psicópata. No es fácil de encontrar, quería destacar estos autores que han trabajado tanto en España y cuyas historias secundarias respecto a la obra que les hizo famosos queda relegada y olvidada, como es el caso de este cómic. Invito a su redescubrimiento.
 
El maestro de esgrima (Arturo Pérez-Reverte, 1992). Esta pudo ser una de las dos novelas que hubiera podido destacar, pero la dejé ahí. Lo leí a comienzos del año, antes del confinamiento. Recuerdo su lectura en autobús y suburbano hacia el Archivo General Militar de Madrid. Tengo el libro comprado de tiempo atrás de segunda mano en Domiduca, de una edición de una colección de libros publicada por el diario El Mundo, seleccionada como una de las mejores novelas del siglo XX en habla castellana. No es el primer libro que leo de Pérez-Reverte, al margen delo que pueda suscitar a cada uno el autor y su forma de ser. Conocía la existencia de una película, que tampoco había visto, salvo un par de escenas sueltas. De hecho, la casualidad quiso que viera la película meses después de leer el libro. De esas coincidencias de la vida, la puso la televisión. Me parece una novela entre la aventura y el misterio escrita dentro de las formas clásicas del género y está llena de dinamismo. Impecable. Tenía algo de Ramón J. Sender, quizá esa aparición de aventura y acontecimiento histórico cargado de política del Sexenio Revolucionario. Supongo que en parte estaba eligiendo estos libros tanto por mi trabajo de archivo de ese momento, como por la posibilidad de iniciar relatos de ficción ambientados en esa época, de los que escribí alguno, pero no los suficientes aún para pasarlos a libro. La historia narra la relación entre un maestro de esgrima entrado en años, pero no viejo, y una alumna joven, mientras a la vez los acontecimientos revolucionarios de la época les implican en los sucesos de un asesinato que lleva a la intriga, pero también a una oscura relación de deseo amoroso.
 
Vampir (Joann Sfar, 2007): Esta novela gráfica tuvo todas las posibilidades de haber sido destacada en mis lecturas de cómic en 2020, porque es un libro que sabe ser irreverente y combinar ilustraciones y guion de manera ejemplar a la hora de presentarnos sus hechos, pero lo había mencionado en los que leía a caballo ente 2019 y 2020, y eso hizo que destacara Custer en 2020, porque este ya había sido mencionado en enero de 2019. Se trata del primer volumen de este personaje. Lo compré en el bar y librería El Laboratorio en 2015 ó 2016. Se trata de una novela gráfica entrañable sobre un vampiro muy delicado con gusto por lo clásico y la Literatura y el cual convive con un gato en su castillo. Él tiene una novia con la que mantiene una crisis, porque ella estuvo con otro. En ese momento aparece otra vampiro que se interesa por él. Es un libro que rompe tópicos con un sentido del humor sutil y a la vez con un toque romántico que no es empalagoso. Le tenía muchas ganas a este libro y me parece muy buen libro. Aparte, personalmente me dio algunos momentos personales afectivos interesantes a comienzos de aquel año 2020. Fue muy bonito compartirlo.
 
Vampir, L'Amour (el amor sin amor) (Joann Sfar, 2014): El segundo tomo me lo regaló Zia Mei, una de las personas que llevaban adelante El Laboratorio. Me lo regaló al cerrar el local en 2016. Igual que el anterior, que empecé a leerlo en 2019, lo leía ahora, detrás de ese, en 2020. Lo cierto es que los monstruos clásicos se suceden en estas historias entre la poética de imágenes y textos y una delicadeza francesa muy divertida. A la vez denuncia algunas cuestiones como los prejuicios sociales. Al igual que el otro libro me permitió un momento personal muy bueno. Recuerdo su lectura en la cama. Y eso le da un valor afectivo propio, pero como libro en sí es un cómic muy recomendable incluso, o quizá por ello, para las personas que le gustan la buena literatura y el buen mundo de la ilustración y lo plástico, pero dicen no leer muchos cómic. En realidad ambos libros compilan historias largas que se publicaron por partes originalmente, pero son en sí cada uno una historia completa.
 
Socialismo en el siglo XIX (Julian Vadillo, 2017): De mi buen amigo y doctor en Historia especializado en Historia del Movimiento Obrero ya he leído varios libros. Este lo compré en la librería Diógenes, pero lo tenía pendiente de lectura y lo leí ahora, quizá llevado también por el influjo de mi trabajo de archivo de esos meses, tan metido en la segunda mitad del siglo XIX, especialmente en el último cuarto. Es un ensayo no muy extenso, pero sí muy abundante, que repasa las principales corrientes y personalidades del socialismo en su surgimiento del siglo XIX, aunque se recrea en las corrientes anarquistas. Toca las otras, pero se recrea en aquellas. Fácil lectura y ayuda a entender el porqué de las diferencias del socialismo, entendido este en sentido amplio para ir a lo concreto de cada una de sus esquinas. Hablé de él en Las notas de los cíclopes liberos.
 
Kilwa, historia y aventuras en el África olvidada (José Carlos Peña, 2019): Lo compré en la desaparecida librería Notting Hill, de Alcalá de Henares, hoy asociación cultural. Conozco al autor y tenía ganas de leerme esta novela suya. Actualmente quiero comprar otra de sus novelas, pero supongo que hay que esperar a la Feria del Libro. Este libro lo leí en los primeros meses del año y lo acabé antes del confinamiento. Es una novela extensa muy documentada. Se ambienta en el África del siglo XVI aún por descubrir, cuando apenas se conocían sus costas y las rutas hacia Oriente. Es una novela de ambientación histórica. Kilwa fue un reino que existió de verdad y el cual fue comercialmente muy próspero hasta que acabó con él un gran imperio del África profunda del que hoy día no sabemos todos sus detalles, pero es bien conocido, y que en su día destacó porque sus guerreros practicaban el canibalismo, lo que horrorizaba tanto a europeos como a musulmanes que se topaban con ellos. Precisamente unos navegantes portugueses terminan embarcados en una aventura comercial que les deja atrapados en Kilwa justo en el preciso momento en que es asediada y destruida. Las escenas de barbarie de la guerra son descritas con precisión. Es una novela de aventuras que ayuda a conocer con detalles este capítulo de la Historia de la Humanidad. La Historia de África negra previa a la expansión colonial europea queda muy bien ambientada y recogida. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros.
 
Fort Wheeling (Hugo Pratt, 1962): Podría haber destacado a Pratt entre los cómic leídos en 2020. Compré entre 2019 y 2020 algunas historias que llevaban décadas sin editarse en España, pero a este autor le he destacado muchas veces anteriormente, y otros autores como que leí en ese 2020 Manara, Vázquez, Jon y demás tampoco terminaron de llenarme del todo aunque me gustaron bastante. La cosa es que se estaba editando una colección con todo lo de Pratt en España y me compré varias historias que me interesaban, no todas, por falta de dinero y de espacio. A pesar de ello, tengo muchas obras de Pratt. Lo compraba habitualmente en una papelería de la estación de Metro Moncloa, en Madrid. Aunque alguno lo compré en la papelería de El Corte inglés de Alcalá de Henares. Esta historia se repartía en cuatro volúmenes. Se trata de una historia entre un joven colono que se cruza con jóvenes milicianos de un Estados Unidos que se encuentra en pleno nacimiento, y el cual se cruza a la vez con indios de frontera. Una historia cruda sin sentimentalismos que está dotaba de enormes poetizaciones visuales de los acontecimientos y los paisajes, así como de un mundo pasado que está dando a nacer un mundo no exento de violencias que ya va anunciando los intereses contrapuestos de unos y otros en una época a caballo entre el final de la Guerra de los Siete Años en esa parte del mundo y la Revolución Norteamericana que da comienzo a Estados Unidos. Tiene diversos trazos de tinta preciosistas. Junto al citado libro de Ramón J. Sender, que lo acabé de leer al comienzo del confinamiento, estos cómics fueron de lo primero que leí confinado. Había tiempo para recrearse en textos e imágenes.

Tintín en el país de los Soviets (Hergé. 1929-1930): Leído también durante el confinamiento. Lo compré no me acuerdo bien si en Notting Hill o en Diógenes, yo creo que en Notting Hill. La obra fue la primera historia que pintó Hergé del personaje de Tintín, publicada por entregas en 1923-1930, pero se negó a su publicación en álbum hasta 1973, y creo que a España llegó más tardíamente. Este fue mi primer cómic de Tintín. De niño y joven eran cómics muy caros y mis padres no podían comprarlos. Leí algo a través de entregas semanales que se publicaban en un suplemento infantil del periódico El País, que se llamaba Mi Pequeño País. Pero nunca llegabas a leerlo entero. Se publicaba una hoja por semana y, aunque mis padres compraban siempre el periódico, perdías el hilo de lo extenso que se hacía. Así que prácticamente era la primera vez que tenía propia una historia completa de Tintín... ¡con 40 años! La primera historia completa que leí de él ya la comenté hace años en otra entrega, cuando trabajaba en el bar La Vaca Flaca, donde se guardaba un ejemplar de Tintín en el Congo. Este en el que Tintín se encontraba en la Unión Soviética tenía numerosos acontecimientos de carácter algo reaccionario, no obstante Hergé previo a la Segunda Guerra Mundial tenía su punto conservador. Sin embargo, las líneas claras y el surrealismo estaban ahí. Me planteé comprar otros cómic de Tintín, pero es algo que abandoné como idea, por un tiempo.

Para y sueña (Mariana Romero-Nieva, 2015): Lo había comprado hacía poco en Domiduca de primera mano, pero lo leí durante el confinamiento. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Conozco a la autora, con la que he coincidido en recitales en 2015. Tiene ya una edad avanzada. Me parece una gran poeta. En redes sociales pensé si no se sentiría más sola con el confinamiento y creí que por un lado era hora de leer este poemario y por otro escribirle una reseña que quizá le haría sentir que seguía estando ahí. Es un poemario siempre profundo y emocional, con un buen positivismo, aún pareciendo melancólico. La autora se ha ido transformando en una poeta reconocida.

Viaje del Parnaso (Miguel de Cervantes, 1614): Lo leí en una edición digital durante el confinamiento. Y lo leí para hablar de él en Las notas de los ciclopes libreros. La última obra de Cervantes era un extenso poema donde hacía un repaso a todos los escritores destacados de España y parte de Italia, ya fuese para bien o para mal, pues los buenos literatos se enfrentan en batalla a los malos literatos. Le valió más de una enemistad. Un libro lleno de fantasía y algo de humor que nos acerca tanto a todo un catálogo de escritores de su época, como a un Cervantes crítico y tal vez algún apunte encubierto sobre su vida personal. No es una obra de fácil lectura. Necesita de notas críticas aclaratorias.

Doña Perfecta (Benito Pérez Galdós, 1876): Me habían regalado este libro hace años y lo tenía en una estantería que reorganicé durante la pandemia. De hecho lo leí durante ella, recuerdo su lectura sentado en el suelo de mi terrazo acompañado de mi gata Reina. Si no recuerdo mal me lo regalaron o bien de una papelería del barrio que ya no lo vendía o quizá fue una amiga ya fallecida, de entre los libros que ya no quería tener por casa. En un pueblo de la España profunda se produce un fuerte enfrentamiento personal entre personas de diferentes generaciones e ideas sociales, políticas y religiosas, siendo el personaje más conservador y castrante de la sociedad una mujer llamada Perfecta. Galdós siempre me ha parecido un autor que sabe crear novelas muy perfectas en su construcción. Mide ritmos, construye personajes, hace que las historias se mezclen con la Historia y se adapte al servicio de los relatos personales... Quizá no sea el tipo de novela que ahora mismo atraen a la lectura a la primera, pero una vez que empiezas a leer sabes que es un acierto.

Astérix. La hija de Vercingétorix (Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, 2019): Este cómic fue una alegría leerlo. Recibirlo me gustó mucho, aunque el día que lo trajeron a casa hubo un percance. Fue el día de mi cumpleaños durante el confinamiento. Cumplo años el mismo día que una muy querida amiga mía y desde hace muchos años nos regalamos mutuamente. Este año se me ocurrió sorprenderla mandándole a su casa una compra de un elemento de cocina que me había dicho que necesitaba y que con el confinamiento no tenía, pero a ella se le había ocurrido lo mismo sólo que con un regalo más por ocio, que ese este cómic, que me envió a través de librería Diógenes, que repartieron libros a domicilio a partir de un determinado momento posible del confinamiento. Era la primera vez que leía a Astérix adaptado por los nuevos autores. Estéticamente lo hacen igual. Los guiones están a la altura, aunque quizá un poco más adaptados a edades jóvenes, mientras que los antiguos eran más para toda edad. Supongo que en parte es por la historia donde una protagonista es una niña. Como sea, fue un regalo que me hizo sentir muy bien.
 
Astérix y Obélix: La hoz de oro (1960-1961), Y los godos (1962-1963), El galo (1960), La residencia de los dioses (1971) (Uderzo y Goscinny): La lectura del anterior y la muerte de Uderzo me hizo leer estos otros álbumes que había ido comprando de segunda mano en Domiduca y alguno de primera mano en Diógenes, salvo el de El galo, que lo compré en una librería de Madrid del barrio de Moncloa. Todos ellos leídos en el confinamiento. Estos cómic también eran caros en mi juventud y le pasaba lo que ha Tintín, pero de estos sí era más fácil ver las películas de dibujos animados en los días de Reyes. Pero ya dije en otras entregas que de mayor me dio por localizarlos y comprarlos de segunda mano y ahora tengo muchos. Me hago la colección poco a poco, sin prisa. Son divertidos y me devuelven algo de infancia. Pero también tienen algo de adultos si se saben leer con atención. Además, en Bachillerato nos los hacían leer en latín y todo ello es algo entrañable en mis recuerdos personales. Estas lecturas ligeras, por otra parte, permitían que mi cabeza se ocupara más de mi propia novela que estaba escribiendo, sin que le pesara historias de otras novelas y autores.

El Jarama (Rafael Sánchez Ferlosio, 1955): Julián Vadillo me había regalado este libro de una feria del libro antiguo de Alcalá de Henares, puede que de la de 2019. Lo leí ahora. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Aprovechando la recolocación de libros en una de mis estanterías en el confinamiento y el buen sabor de boca que me dejó el de Tiempo de silencio, comencé a leerle. Me sorprendió descubrir el protagonismo de Alcalá de Henares en esta novela. lo leí entre la terraza y mi salón, con y sin gata. Creo que fue el primero en el que ya podía desplazarme para ir a trabajar, pero no para mucho más. Así que recuerdo pensar en el libro cuando el autobús pasaba a la altura de San Fernando de Henares y de Coslada. El autor era un autor del que nos hablaba mucho de él un viejo profesor común en Bachillerato. Supongo que lo aprecié tardíamente más ahora, aunque más por la recomendación de mi amigo Julián que por aquel profesor, aunque le profesor siempre estuvo ahí, y sus lecciones bien aprendidas. La historia de un grupo de jóvenes que van a pasar un día en el río en lo que fue escenario de una batalla de la guerra civil, pero esto se intuye más que se dice. El drama llegará.

El efecto Tyndall (Javier Rodríguez Álvarez, 2020): El librero alcalaíno ya retirado Javier Rodríguez publicó este libro aquel 2020 y fue el primero que fui a comprar precisamente a su Librería de Javier o Librería Cervantes, nada más poder ya dar paseos largos todos tras la parte más dura del confinamiento. o leí y hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Le pedí que me lo firmara, pero se negó con la excusa de que lo haría cuando lo leyera. La cosa es que no lo hizo y repitió jugada cuando le compré la segunda parte. En fin. La novela tuvo muchos compradores y bastantes críticas en medios. Él mismo hablaba de ella en un espacio de radio que tenía en SER Henares. Una historia de una mujer de ciudad que se va a vivir a un pueblo de la sierra madrileña, donde funda una librería y revoluciona a las mujeres de allí. En medio de ello hay una historia de amor encubierta y la España de Franco, que va languideciendo para dar paso a la Transición. Se narra lo que eso supone para las mujeres y para el mundo homosexual, pero también aparecen algunas imágenes de Alcalá de Henares en aquellas épocas.

Las puertas de la percepción (1954); Cielo e Infierno (1956) (Aldous Huxley): Son dos libros, sólo que yo los compré juntos en un sólo volumen. Quería leer el primer libro desde adolescente, cuando supe de su existencia no tanto por Un mundo feliz, sino por el grupo musical The Doors. Lo compré de primera mano en una librería de Moncloa. Son dos ensayos. En el primero Huxley experimentó con las alucinaciones alterando su percepción consumiendo LSD. En el segundo reflexiona sobre la estética y lo moral. El primero, por otra parte, hace consideraciones sobre el Arte y cómo percibirlo que me hizo pensar mucho sobre la relatividad de cómo vemos las cosas y las infinitas posibilidades de coloes y formas dependiendo quién y cómo mire. No es mera estética, sino también todo el mundo interior y vivencias de la personas del que mira lo que hace que la mirada sea diferente siempre, siendo imposible un sentido único y estable. Lo que sintió Van Gogh pintando su cuarto es imposible de saberlo por muchas aproximaciones que se traten de establecer, pero igualmente para mi propia percepción. Luego Huxley hablaba de liberadores y otras dimensiones, pero eso está ya más unido a la experiencia lisérgica. En esto como en todo hay que saber lo aprovechable para cada uno.

El cuento de la isla desconocida (José Saramago, 1997): Es un pequeño librito que recoge un cuento breve que es una rareza que escribió el autor con fines solidarios. Lo conseguí de segunda mano en Domiduca. Cuento con moraleja metafórica. No sé si lo compré más por Saramago o por coleccionismo. Supongo que en el futuro se revalorizará como objeto.

Sin grises (David Escarpa, 2020): Un amigo mío desde hace muchos años. Buen músico y buen autor de cómic. Precisamente sacó este librito de cómic en junio y fui a comprarlo en su presentación. Es un recopilatorio de varias de sus ilustraciones de humor. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Muy sugerente. Lo promocioné por mis redes, aún había algo de confinamiento.

El perfume del invisible (Milo Manara, 1985): Lo leí, creo recordar, por primera vez en digital, pero con el tiempo lo compré en papel en segunda mano. En esta ocasión creo que fue la digital, si me equivocara, el ejemplar de papel lo tengo de segunda mano de Domiduca. Sinceramente, admiro a Manara, es algo más que un autor de cómic erótico, aunque esta obra en concreto es muy evidentemente erótica. Él sabe hacer guiones con más sustancia que el mero sexo, aunque en este caso primer lo erótico, aunque también el humor. También es uno de los grandes autores del cuerpo y de los paisajes y recreaciones, y cuando quiere sabe darle literatura. En este caso es un cómic muy de la década de 1980 más erótica, por lo que es más un "juguete" para las fantasías, pero es uno de sus clásicos. Inspirado, claro está, en el hombre invisible.

Industrias y andanzas de Alfanhuí (Rafael Sánchez Ferlosio, 1951): Como sabía que en este libro también aparecía el Henares a su paso por Alcalá de Henares, de forma breve, lo compré en Domiduca de segunda mano en la misma colección de el diaro El Mundo ya mencionada con Martín-Santos. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Esta es una de sus novelas más conocidas, aunque él habló de ella rebajándola bastante según fue ganando años y más profesión literaria. Sin embargo es una novela bastante instructiva y con un punto de fantasía en medio del realismo. Hay que saber verla. Funciona como una novela de viaje tanto físico como interior. Habla en buena parte del desarraigo y cómo afecta eso a la persona. La falta de sentirse propio de un sitio. El embrutecimiento y el intentar hacerse uno mismo.

Anacleto, agente secreto (Vázquez, 2020?): Se trata de un tomo recopilatorio de historietas publicadas en la década de 1970 por Bruguera. Está dentro de una colección de cómics de humor de Bruguera. Lo compré en la Papelería Ana de Alcalá de Henares. Este personaje es uno de los que más me hacían reír de niño, y por eso lo compré y por admiración a Vázquez. Puro surrealismo inteligente, no es mero humor de mamporrazo, esto es algo más. Una maravilla.

Super López, la Casa Amarilla (Jan, 2006): Otro personaje de Bruguera que me hacía reír bastante de niño y cuya película también me ha hecho reir. No pude tener ninguno de los cómic que tuve de niño y me encontré este cómic en Papelería Reyes Católicos. Compré uno para mí y otro para la amiga que me envió el cómic de Astérix, porque sale un pintor que le gusta bastante, Van Gogh. No es el humor de Jan en los 1980, este cómic es de 2006 y es otra cosa, pero es el personaje. No está mal, pero tiene otra mirada más de adulto, incluso por el propio autor. 

El hombre del Caribe (1976), El hombre de Somalia (1979), El hombre del sertón (1987) y El hombre del Gran Norte (1980-1981) (Hugo Pratt): Posiblemente haya cometido fallos en las dataciones. Se trata de historias de cómic que publicaba Hugo Pratt entre la década de 1970 y la de 1980 en revistas dentro de la colección "Un hombre una historia". Actualmente se publican como álbumes independientes con otros nombres y eso hace difícil localizarlas con su nombre original. Las reeditaron dentro de la colección sacada en 2019-2020 que yo compraba en la papelería del Metro de Moncloa. Historias de aventuras más  menos de grandes gestas humanas de determinados personajes ficticios, al margen de valoraciones éticas o morales, pues una de estas historias en realidad narra la historia de una persona que pierde la razón de manera criminal. Quería completar Pratt con estas historias, porque de algunas había leído algunos detalles de la evolución creativa del autor y quería leerlas.

El testimonio de Yarfoz (Rafael Sánchez Ferlosio, 1986): Supe que en este libro de "épica" Sánchez Ferlosio se había inventado toda la historia de un reino con un heredero destronado y amenazado tras un golpe de Estado y un conflicto bélico en una época prehistórica, pero en un territorio que, según los analistas, se trata ni más ni menos que hasta cierto punto la antigua Carpetania, donde se encuentra también Alcalá de Henares. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Así que me lo compré en Librería Diógenes y me lo leí con atención. Fue aquí donde descubrí en el autor una increíble labor de construcción de un mundo, un lenguaje y una mitología previamente inexistente tremendo. Debió costarle varios años de creación y estudio para que todo cuadrara. Lo sorprendente de todo es que hacia el final del libro termina hilvanando todo de tal manera que deja justificado el periodo de la Transición española en una especie de alegoria. Es por tanto también una reflexión política y filosófica. No es un libro de lectura rápida. Requiere de mucha reflexión. Pero es un libro maestralmente escrito y pensado. No es fácil de leer ni lo que uno espera de la épica, pero es un libro que demuestra unas dotes creativas y de pensamiento del autor más allá de sus libros más conocidos. Lo leí con mucha atención.

Sin noticias de Gurb (Eduardo Mendoza, 1990): No lo leí cuando se supone que hay que leerlo, en la juventud. Lo compré para regalarlo durante el 15M de 2011 a una compañera que cumplió años durante el campamento, pero yo lo compré ahora de segunda mano en Domiduca. Cierto es que es una comedia que tiene sus puntos, pero la verdad es que creo que tiene muchos chistes construidos a través de cosas de la cultura popular del final de la década de 1980 y principios de 1990 en España. Yo viví esa época y los entendí, algunos chistes han envejecido mejor que otros. Creo que en el futuro, si no ya, necesitará de ediciones críticas para explicar algunos de esos chistes a generaciones futuras. En todo caso, en líneas generales es un libro que se entiende y manda un mensaje inteligente sobre la sociedad consumista actual a través de un extraterrestre. Para mí tiene el "pero" citado, aunque se le reconoce su gran éxito y sus muchos seguidores.

El asombroso viaje de Pomponio Flato (Eduardo Mendoza, 2008): Lo compré junto al otro en Domiduca y lo leí seguido. Se entiende mejor, ya que su historia tiene referentes más universales, menos concretos. Un crimen en Jerusalén en los tiempos que Cristo predica y va a ser crucificado. Un romano lo investigará como si fuera una novela clásicas de detectives. Y ahí saltan diversas escenas de humor que cuestionan diversas cosas sociales y del relato religioso. No es que esto sea algo totalmente inédito, pero la historia es divertida y funciona. A fin de cuentas, Mendoza es un Premio Cervantes.

El rey Mono (Milo Manara y Silverio Pisu, 1976): Lo encargué y compré en Librería Diógenes. Hacía mucho que quería leerlo y tenerlo. Es la cuarta obra de Manara, aunque es coautor. Es una obra que le consagró. Recoge una vieja leyenda japonesa que ellos revisitan y ponen en términos eróticos, aunque en realidad tiene más de relato japonés de mito de dioses, que de erotismo. Tiene mucha experimentación y algo de barroquismo. No es lo más usual de ver ahora en Manara, pero fue una obra iniciática que es una referencia en él. Pintada en blanco y negro. Estéticamente bella y un trozo de la mitología oriental.

Letras Libres, especial George Orwell (varios autores, 2020): Lo compré en un quiosco de prensa de Moncloa. Lo leí entero por interés y para el tema de la censura de mi libro Superman, Batman y Franco. Contiene ensayos sobre Orwell pero también muchos artículos que escribió él sobre censura, mentiras en prensa y manipulación en la Europa de Hitler y Stalin.

Una vasta elegía (Salustiano Masó, 1976): Localicé el libro por Iberlibro en una librería de viejo de Cantabria o Asturias. Lo pedí y hubo problemas en Correos con temas de restricciones por la pandemia, pero lo conseguí. Masó es un poeta de Alcalá que también fue traductor con premios de diversas clases. Escribí de él varias veces porque es de los grandes poetas que ha dado Alcalá en el siglo XX, aunque muchos alcalaínos no le conozcan. La revista Vasos Comunicantes me pidió escribir de él para ellos, y de ahí la compra y lectura de este poemario. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Para mí este es uno de sus mejores poemarios. 

Canto para la muerte (Salustiano Masó, 1968): También busqué en Iberlibro este otro, lo compré y lo leí con ocasión de lo ya contado. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. En este poemario es algo experimental y se atreve a deslizar, como buenamente puede, alguna crítica política social a la dictadura, pero es discreto, porque la época era la que es. Sorprendentemente se atreve a presentarse como agnóstico. Un poemario para leer también dispuesto a pensar verso a verso. 

La sombra del cóndor (Gerardo Balsa, 2019): Es un cómic que me regaló tardíamente por mi cumpleaños un amigo gran aficionado a los aviones de guerra. Se trata de un relato sobre un aviador en la guerra civil española. Su punto fuerte es la gran precisión de dibujo de los aviones y sus combates. Líneas muy claras y muy técnico. El resto de guion es menos complejo.

Las ratas (Miguel Delibes, 1962): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Narra la historia de un pueblo muy atrasado de la posguerra, donde hay mucho analfabetismo, hambre y miseria. La caza de ratas para comer es algo que está en el aire en medio de rencores de pueblo. Este es otro de esos autores que leerlo siempre acierta. Estaba en este año leyendo mucho realismo social, como se ha podido ver, por lo que este iba completando esas apetencias.

Los atentados contra Franco (Eliseo Bayo, 1976): Es uno de esos libros que a los meses de morir Franco se publicaron en España, aún sin haber cambiado del todo el régimen. El autor es anarquista y habla de los atentados anarquistas contra Franco con el conocimiento posible que él tiene con documentos anarquistas desde la guerra civil en adelante y hasta donde él puede llegar en 1976. Fue en su día de lo más avanzado que se pudo leer en España sobre esto. Es un libro de referencia histórica, aunque ahora mismo esta temática está más profundizada y avanzada. Lo compré de segunda mano en Domiduca, en su primera edición original.

No temer a los fantasmas -relatos- (varios autores, 1979): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Lo leí en busca de un relato que contar en Halloween, pero luego leí de otro libro. Son relatos clásicos de la antigua China. Curiosamente el libro está publicado en español por la propia China y la orientación de estos cuentos de fantasmas no se narran con intención de terror, sino que contienen explicaciones adoctrinadoras desde el comunismo chino que usan estos relatos para explicarlos desde los miedos sociales por los cuales sea bueno entenderlos como herramientas de control y explotación social con el uso del miedo. El punto de vista es curioso, pero no dejan de ser historias antiguas de fantasmas chinos y nos aproximan a esa cultura también. Algunas cosas difieran culturalmente de nosotros.

Retrato del artista cachorro (Dylan Thomas, 1940): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Siempre quise leerle desde que supe de su influencia en Bob Dylan. Había leído poemas, pero no la novela. Inspiró a numerosos beatniks posteriores y a parte de la generación perdida. Tiene algunas cuestiones autobiográficas y reivindicaciones obreras. Quizá no lo leí en el momento más idóneo, pero me interesó igualmente.

Light and Bolt (Trillo y Bernet, 1990): Comprado este cómic de segunda mano junto al citado de Custer. Historia de personajes duros aparentemente incompatibles entre sí, pero totalmente dependientes el uno del otro. Como la bella y la bestia, pero con violencia.

Vindicación de los derechos de la mujer (Mary Wollstonecraft, 1792): Hablé de él en esta misma bitácora, Noticias de un espía en el bar. Lo encontré de casualidad en la Papelería de Reyes Católicos y lo compré. Ella es una de las primeras feministas de la Historia tal como la entendemos hoy día con militancia y con un cuerpo de ideas desarrolladas y conscientes sobre los derechos de la mujer. Fue la madre de Mary Shelley. Es una de las voces de la Ilustración a la que se le está prestando más atención ahora, aunque, a pesar de que era anglosajona, su voz fue escuchada entre las mujeres de la revolución francesa. Frente a los derechos del hombre ella proclamó los derechos de la mujer, aunque ciertamente tiene un punto de vista clasista y tal como habla de los derechos de la mujer, da preferencia a la mujer burguesa, como si la clase otorgara unos derechos pero no otros. Sea como sea, estamos en los inicios de los postulados, igual que en otras cuestiones de hombres y mujeres en esos años, por lo que ya su postulado era un gran avance. Lo compré y lo leí, porque lo conocía, pero no lo había leído, y completé algo más mi biblioteca de filosofía. Sin embargo no hay que olvidar que el feminismo en España no entra tanto del lado de las mujeres burguesas, sino de las ideas anarquistas en el siglo XIX.

SuperMortadelo, nº 93 (Francisco Ibáñez, 1972): Comprado de segunda mano en Domiduca. Siempre se me quedó morriña de los cómic que tuve de niño. Este no lo tuve, pero me aproximaba. Además, los Mortadelos antiguos siguen teniendo su punto de gracia.

Poemas para llevar en el bolso (Antonio eMe/María S, 2016): Comprado de primera mano en Domiduca. Un breve poemario, casi epistolario, en el tono romántico de Antonio eMe. Quería completar su bibliografía en mi casa. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros.