Cómo está el patio a estas alturas de la crisis económica comenzada en 2007-2008 para que camino de mi trabajo esta mañana me fijara en esta escena urbana que, no lo niego, debía existir desde hace semanas pero de la que me he dado cuenta hoy. Se trata de una oficina del ayuntamiento de Alcalá de Henares dedicado al empleo y la mujer donde los desempleados se dirigían para ser orientados en cuanto a crear curriculums laborales y cartas de presentación, saber cómo afrontar entrevistas de trabajo y meterse en una bolsa laboral a la espera de que pudieran llamarte para algún puesto de trabajo. En realidad la oficina ha sido trasladada a otro edificio, dentro de la Concejalía de Colaboración Ciudadana, pero en un golpe visual me hizo sonreir con sarcasmo y humor negro acerca de lo metafórico de la situación donde una institución que busca trabajo a los desempleados y los ayuda y orienta para obtenerlo tiene las puertas cerradas y el local en alquiler... sin que sus propios empleados estén trabajando ya allí. Me hizo sonreir.
Y es que ahora que es presidente de gobierno el conservador Mariano Rajoy me acuerdo de aquella frase suya en televisión en 2009 donde enfadado declaraba, agitando las manos, que las políticas del por entonces presidente de gobierno socialdemócrata Zapatero iban a provocar que se terminara subiendo el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) hasta a los dulces ("las chuches", en lenguaje infantil) de un pobre niño inocente. ¿Quién le iba a decir a Rajoy que no iba a hacer eso Zapatero, sino que, según ha declarado él mismo, iba a ser él en persona quien lo va a hacer en el primer trimestre de este 2012? Así ocurre, que hasta los muñecos Playmovil de los pobres niños inocentes se visten de milicianos anarcosindicalistas y se lanzan por ahí fusil Mausser en la mano.
He seguido el tema desde hace mucho tiempo, años, como a menudo he dejado constancia en esta bitácora desde el principio. Quizá el momento clave fue el seguimiento y participación que hice sobre la huelga general de 2010, de cuyas noticias quizá ahora quepa mencionar las razones que reflexioné y di para secundarla en la Noticia 825ª, entre otras sobre el asunto que escribí esos días. Este domingo pasado, ayer, escribí una nota en mi muro facebook sobre un análisis acerca de los cinco puntos fundamentales que la prensa nos ha filtrado sobre las negociaciones que se están dando para una nueva reforma laboral. Lo cierto es que las negociaciones entre patronal y sindicatos no comenzaron en diciembre pasado con la entrada en el gobierno del Partido Popular, llevan dos años produciéndose insatisfactoriamente, están más que en punto muerto, porque los empresarios se sienten fuertes en la CEOE (muchos son afiliados del PP y gobiernan ahora mismo) y los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) aparte de que ya no representan a los obreros como debieran se han enrocado en ceder lo que realmente le interesa al trabajador y en defender con uñas y dientes lo que les mantiene y da ventajas económicas y cuotas de poder a ellos mismos. Al menos esa es la sensación que da desde fuera a los simples trabajadores y ciudadanos y también desde lo que creemos en otros sindicatos, minoritarios. Os escribo esos cinco puntos que escribí ayer.
Llevo desde finales de diciembre pasado oyendo y leyendo sobre las intenciones del Partido Popular en el gobierno de realizar una nueva reforma laboral para combatir la crisis económica, y que una vez más no asalta el problema principal: la situación privilegiada que tienen los grandes empresarios y banqueros, creadores de esta crisis, que incluso han recibido hasta ayudas económicas mientras los trabajadores pagamos lo que ellos hundieron económicamente. Es absurdo empeñarse en una determinada política de reformas siempre en detrimento de los trabajadores y no mirar de una vez por todas a los grandes empresarios a la cara y decirles: basta, ahora os toca a vosotros pagar y tener cargas y responsabilidades para salir de la crisis. Se han hecho ya reformas laborales, constitucionales y de pensiones suficientes, siempre perjudicando a los trabajadores, y ninguna de esas reformas han servido para solucionar la crisis, como decían los grandes banqueros y empresarios, sino sólo para mejorar sus beneficios (no han tenido pérdidas económicas, recordemos eso siempre) y empeorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores. Hora es ya de que si ese tipo de reformas no funcionan se hagan otras en sentido contrario a ver si esas sí funcionan: beneficiando al trabajador, no al empresario y los bancos. Pero me temo que el gobierno conservador actual no tiene eso en mente, sino todo lo contrario.
De momento los contactos entre patronal, sindicatos y gobierno son a puerta cerrada y no se sabe gran cosa, sólo se especula a través de declaraciones soterradas que se han oído y que se oyen. Toda la prensa que consulto parece querer indicar que el gobierno está escuchando más a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y que los dos sindicatos mayoritarios, Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), están asintiendo casi a todo, en lo único donde más férreamente dicen no los sindicatos es no a acabar con los convenios colectivos.
Os dejo con las claves que reflexiono os pueden ayudar a algunos para entender la posible nueva Reforma Laboral que en breve quiere entregarnos el actual gobierno, escuchando más a la CEOE que a los sindicatos y trabajadores en general:
1.- Moderación salarial. Esto es que el sueldo mínimo no aumente, aunque aumenten los precios y suba el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), y que en realidad da lugar a que los empresarios se acojan cada vez más a un sueldo mínimo que en un país donde se estima que se necesitan de 1.200 a 1.500 euros mensuales para vivir si no bien, si sin mucha preocupación, este está en 641 euros. Se plantea que las empresas que practiquen subidas sean mínimas... ¿por qué? Pues para parecer que son majos, porque lo cierto es que esas subidas que se plantearían en algunos sectores en todo caso CEOE y Ministerio de Trabajo plantean cifras que están por debajo de las subidas de IRPF e IVA mencionados antes. No hay que olvidar que si en 2002 era precario tener un sueldo de 1.000 euros, hoy día en 2012 es ideal conseguir un contrato precario por ese sueldo mensual, ya que lo general es encontrar sueldos de 700 a 800 euros mensuales.
2.- Contrato indefinido único. Se supone que esto lo pide la CEOE fundamentalmente para acabar con la temporalidad, y el Gobierno para simplificar la gran cantidad de contratos y de personas en continua rotación por el desempleo, con la idea de que la gente quiera asentarse y atreverse a hacer sus vidas consumiendo, por ejemplo con una casa, o un coche, etcétera. Sin embargo, ese contrato indefinido único sólo sería aceptado por CEOE en estos momentos si se simplifica y abarata los papeles y supuestos de despido, ya que si el contrato es indefinido podría ser más frecuente el despido improcedente. Eso tal y cómo está la ley, pero si esa ley se cambia en la nueva reforma con estos contratos únicos, el campo abierto para despedir estaría ahí y el problema sería que el trabajador estaría más desprotegido y más inestable en su vida laboral que nunca antes. Tal cosa ya ocurrió con la reforma laboral de 1984.
3.- Fomentar los contratos a tiempo parcial. Cuidado, esta es la reivindicación de la CEOE más antigua, desde aquellos Pactos de la Moncloa de 1977-1978. Hoy día, a mi juicio muy equivocadamente, la han pedido los ecologistas de izquierda EQUO, y la han apoyado como posibilidad los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO. Según ellos la parcialidad temporal de los trabajos provocaría que se contratara más gente para completar las jornadas de trabajo diarias. Sin embargo esto no se da en las empresas que de por sí ya usan los contratos de tiempo parcial, resultando que por el mismo dinero un trabajador realiza el doble o el triple de carga laboral, lo que se podría entender como rebaja del sueldo, aunque no baje la cifra. Además, los contratos de poco sueldo ahora se verían reducidos a su mitad, menos horas de trabajo, menos dinero ganado, por lo que los trabajadores se verían obligados al pluriempleo, en consecuencia si se necesitan cinco millones de empleos para acabar con el paro, se podrían necesitar entonces diez millones de empleos para poder acabar con el desempleo y que la gente pueda pagar sus facturas.
4.- Acabar con los Convenios Colectivos. Los convenios colectivos fue algo que se logró mediante los sindicatos y la lucha obrera en la Transición, y que fue piedra angular de los Pactos de la Moncloa para mantener el Pacto Social por el cual se trata de mantener el Estado del Bienestar donde todos deberíamos salir beneficiados. Ningún sindicato, ni los mayoritarios que ya no lo parecen ser, defiende el fin de los convenios colectivos. Esto lo viene pidiendo Mariano Rajoy, hoy presidente de gobierno, desde la reforma laboral de 2010 que llevó a una huelga general. Y la CEOE también la tiene en su programa desde hace un par de décadas. El fin de los convenios colectivos llevaría a que cada trabajador tuviera que afrontar sus problemas laborales, sus derechos y sus deberes, a solas dentro de sus propias empresas atendiendo a las características de su puesto de trabajo y de la trayectoria de su empresa. Los trabajadores debieran entonces entenderse entre ellos y tratar directamente con sus jefes, lo que es similar al corporativismo que ya se practicó en España entre 1923 y 1930 con la dictadura militar de Miguel Primo de Rivera, con todos los sindicatos ilegalizados salvo UGT, que acabó siendo ilegal al final de esa dictadura. El fracaso de ese sistema es que la asociación entre trabajadores solía acabar con el despido de esos trabajadores, por lo que difícilmente podían defender sus derechos, aparte de que al no tener como sostén la ley en la mano de un convenio colectivo, lo normal es que se impusiera el criterio del empresario y casi nunca el del trabajador.
5.- Flexibilidad interna. Esta petición es exclusiva de la CEOE y parte de algunos miembros del gobierno. Así es como llaman los grandes empresarios a que la reforma laboral les otorgue la posibilidad de no cumplir con los convenios y acuerdos adquiridos con los sindicatos según vean ellos la evolución de sus negocios. Esto significaría que cualquier materia legislada en una reforma laboral podría ser pura pantomima, porque de concederse la flexibilidad interna lo que ocurriría es que sería el dueño de la empresa quien si lo justifica haría lo que le dé la gana.
Pues así es. No me sorprendo, pero sí me indigna. En las clases de Historia de colegios, institutos o universidades no se explica la Historia obrera, no hay temas dedicados a esto. Así se olvida que la jornada laboral de ocho horas, por ejemplo, se logró tras una extensa huelga de más de un mes que convocó el sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT) a comienzos del siglo XX, y que, tras conseguirse, provocó que la patronal barcelonesa pagara a un asesino a sueldo para matar a tiros en la calle al secretario general de ese sindicato, cosa que hicieron matando de paso a otros líderes sindicales, lo que provocó una respuesta en forma de pistoleros anarquistas llenando las calles de Barcelona de los años 1920' de disparos terroristas por parte de la patronal y de los trabajadores en respuesta. El pistolerismo barcelonés de esos años sí se enseña, tienen un tema para ellos en los libros de Historia didácticos, y suele explicarse desde el punto de vista de que los anarquistas eran terroristas, cuando en realidad no es tanto así, y no se explica ni que la violencia la comenzó la patronal, ni que todo comenzó porque mediante una huelga se lograron las ocho horas de trabajo diario, en lugar de jornadas de doce o quince horas. El desconocimiento del origen de lo que somos en cuanto a derechos actuales en lo laboral es lo que hace que la gente no lo valore ni se sienta clase trabajadora sino clase media, y lo que hace que estemos perdiendo ahora mismo a pasos gigantes lo que costó huelgas, manifestaciones, detenidos, palizas y muertos en las calles durante muchas décadas.
Reflexionemos lo que puede suponer la reforma laboral de la que nos hablan antes de aceptarla sin más como algo inexorable. Esta crisis pasa por otro tipo de reformas que debieran mirar a los ojos sin miedo a los autores de la crisis de 2008: los banqueros y grandes empresarios que nos tienen como secuestrados, sobre todo desde que forzaron la reforma constitucional desde el mandato de los mercados y no desde la decisión democrática de todos los ciudadanos.
Llevo desde finales de diciembre pasado oyendo y leyendo sobre las intenciones del Partido Popular en el gobierno de realizar una nueva reforma laboral para combatir la crisis económica, y que una vez más no asalta el problema principal: la situación privilegiada que tienen los grandes empresarios y banqueros, creadores de esta crisis, que incluso han recibido hasta ayudas económicas mientras los trabajadores pagamos lo que ellos hundieron económicamente. Es absurdo empeñarse en una determinada política de reformas siempre en detrimento de los trabajadores y no mirar de una vez por todas a los grandes empresarios a la cara y decirles: basta, ahora os toca a vosotros pagar y tener cargas y responsabilidades para salir de la crisis. Se han hecho ya reformas laborales, constitucionales y de pensiones suficientes, siempre perjudicando a los trabajadores, y ninguna de esas reformas han servido para solucionar la crisis, como decían los grandes banqueros y empresarios, sino sólo para mejorar sus beneficios (no han tenido pérdidas económicas, recordemos eso siempre) y empeorar las condiciones laborales y de vida de los trabajadores. Hora es ya de que si ese tipo de reformas no funcionan se hagan otras en sentido contrario a ver si esas sí funcionan: beneficiando al trabajador, no al empresario y los bancos. Pero me temo que el gobierno conservador actual no tiene eso en mente, sino todo lo contrario.
De momento los contactos entre patronal, sindicatos y gobierno son a puerta cerrada y no se sabe gran cosa, sólo se especula a través de declaraciones soterradas que se han oído y que se oyen. Toda la prensa que consulto parece querer indicar que el gobierno está escuchando más a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y que los dos sindicatos mayoritarios, Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), están asintiendo casi a todo, en lo único donde más férreamente dicen no los sindicatos es no a acabar con los convenios colectivos.
Os dejo con las claves que reflexiono os pueden ayudar a algunos para entender la posible nueva Reforma Laboral que en breve quiere entregarnos el actual gobierno, escuchando más a la CEOE que a los sindicatos y trabajadores en general:
1.- Moderación salarial. Esto es que el sueldo mínimo no aumente, aunque aumenten los precios y suba el Impuesto de la Renta sobre las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), y que en realidad da lugar a que los empresarios se acojan cada vez más a un sueldo mínimo que en un país donde se estima que se necesitan de 1.200 a 1.500 euros mensuales para vivir si no bien, si sin mucha preocupación, este está en 641 euros. Se plantea que las empresas que practiquen subidas sean mínimas... ¿por qué? Pues para parecer que son majos, porque lo cierto es que esas subidas que se plantearían en algunos sectores en todo caso CEOE y Ministerio de Trabajo plantean cifras que están por debajo de las subidas de IRPF e IVA mencionados antes. No hay que olvidar que si en 2002 era precario tener un sueldo de 1.000 euros, hoy día en 2012 es ideal conseguir un contrato precario por ese sueldo mensual, ya que lo general es encontrar sueldos de 700 a 800 euros mensuales.
2.- Contrato indefinido único. Se supone que esto lo pide la CEOE fundamentalmente para acabar con la temporalidad, y el Gobierno para simplificar la gran cantidad de contratos y de personas en continua rotación por el desempleo, con la idea de que la gente quiera asentarse y atreverse a hacer sus vidas consumiendo, por ejemplo con una casa, o un coche, etcétera. Sin embargo, ese contrato indefinido único sólo sería aceptado por CEOE en estos momentos si se simplifica y abarata los papeles y supuestos de despido, ya que si el contrato es indefinido podría ser más frecuente el despido improcedente. Eso tal y cómo está la ley, pero si esa ley se cambia en la nueva reforma con estos contratos únicos, el campo abierto para despedir estaría ahí y el problema sería que el trabajador estaría más desprotegido y más inestable en su vida laboral que nunca antes. Tal cosa ya ocurrió con la reforma laboral de 1984.
3.- Fomentar los contratos a tiempo parcial. Cuidado, esta es la reivindicación de la CEOE más antigua, desde aquellos Pactos de la Moncloa de 1977-1978. Hoy día, a mi juicio muy equivocadamente, la han pedido los ecologistas de izquierda EQUO, y la han apoyado como posibilidad los sindicatos mayoritarios UGT y CCOO. Según ellos la parcialidad temporal de los trabajos provocaría que se contratara más gente para completar las jornadas de trabajo diarias. Sin embargo esto no se da en las empresas que de por sí ya usan los contratos de tiempo parcial, resultando que por el mismo dinero un trabajador realiza el doble o el triple de carga laboral, lo que se podría entender como rebaja del sueldo, aunque no baje la cifra. Además, los contratos de poco sueldo ahora se verían reducidos a su mitad, menos horas de trabajo, menos dinero ganado, por lo que los trabajadores se verían obligados al pluriempleo, en consecuencia si se necesitan cinco millones de empleos para acabar con el paro, se podrían necesitar entonces diez millones de empleos para poder acabar con el desempleo y que la gente pueda pagar sus facturas.
4.- Acabar con los Convenios Colectivos. Los convenios colectivos fue algo que se logró mediante los sindicatos y la lucha obrera en la Transición, y que fue piedra angular de los Pactos de la Moncloa para mantener el Pacto Social por el cual se trata de mantener el Estado del Bienestar donde todos deberíamos salir beneficiados. Ningún sindicato, ni los mayoritarios que ya no lo parecen ser, defiende el fin de los convenios colectivos. Esto lo viene pidiendo Mariano Rajoy, hoy presidente de gobierno, desde la reforma laboral de 2010 que llevó a una huelga general. Y la CEOE también la tiene en su programa desde hace un par de décadas. El fin de los convenios colectivos llevaría a que cada trabajador tuviera que afrontar sus problemas laborales, sus derechos y sus deberes, a solas dentro de sus propias empresas atendiendo a las características de su puesto de trabajo y de la trayectoria de su empresa. Los trabajadores debieran entonces entenderse entre ellos y tratar directamente con sus jefes, lo que es similar al corporativismo que ya se practicó en España entre 1923 y 1930 con la dictadura militar de Miguel Primo de Rivera, con todos los sindicatos ilegalizados salvo UGT, que acabó siendo ilegal al final de esa dictadura. El fracaso de ese sistema es que la asociación entre trabajadores solía acabar con el despido de esos trabajadores, por lo que difícilmente podían defender sus derechos, aparte de que al no tener como sostén la ley en la mano de un convenio colectivo, lo normal es que se impusiera el criterio del empresario y casi nunca el del trabajador.
5.- Flexibilidad interna. Esta petición es exclusiva de la CEOE y parte de algunos miembros del gobierno. Así es como llaman los grandes empresarios a que la reforma laboral les otorgue la posibilidad de no cumplir con los convenios y acuerdos adquiridos con los sindicatos según vean ellos la evolución de sus negocios. Esto significaría que cualquier materia legislada en una reforma laboral podría ser pura pantomima, porque de concederse la flexibilidad interna lo que ocurriría es que sería el dueño de la empresa quien si lo justifica haría lo que le dé la gana.
Pues así es. No me sorprendo, pero sí me indigna. En las clases de Historia de colegios, institutos o universidades no se explica la Historia obrera, no hay temas dedicados a esto. Así se olvida que la jornada laboral de ocho horas, por ejemplo, se logró tras una extensa huelga de más de un mes que convocó el sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT) a comienzos del siglo XX, y que, tras conseguirse, provocó que la patronal barcelonesa pagara a un asesino a sueldo para matar a tiros en la calle al secretario general de ese sindicato, cosa que hicieron matando de paso a otros líderes sindicales, lo que provocó una respuesta en forma de pistoleros anarquistas llenando las calles de Barcelona de los años 1920' de disparos terroristas por parte de la patronal y de los trabajadores en respuesta. El pistolerismo barcelonés de esos años sí se enseña, tienen un tema para ellos en los libros de Historia didácticos, y suele explicarse desde el punto de vista de que los anarquistas eran terroristas, cuando en realidad no es tanto así, y no se explica ni que la violencia la comenzó la patronal, ni que todo comenzó porque mediante una huelga se lograron las ocho horas de trabajo diario, en lugar de jornadas de doce o quince horas. El desconocimiento del origen de lo que somos en cuanto a derechos actuales en lo laboral es lo que hace que la gente no lo valore ni se sienta clase trabajadora sino clase media, y lo que hace que estemos perdiendo ahora mismo a pasos gigantes lo que costó huelgas, manifestaciones, detenidos, palizas y muertos en las calles durante muchas décadas.
Reflexionemos lo que puede suponer la reforma laboral de la que nos hablan antes de aceptarla sin más como algo inexorable. Esta crisis pasa por otro tipo de reformas que debieran mirar a los ojos sin miedo a los autores de la crisis de 2008: los banqueros y grandes empresarios que nos tienen como secuestrados, sobre todo desde que forzaron la reforma constitucional desde el mandato de los mercados y no desde la decisión democrática de todos los ciudadanos.
Pues eso, que como niños a los que les suben el precio de las "chuches" tenemos derecho a estar enfadados y reclamar el derecho a decir "¡Basta ya!", que se nos escuche y que se nos haga caso.
Que la cerveza os acompañe.
Que la cerveza os acompañe.
7 comentarios:
Chuches es lo que vamos a acabar cominedo todos, entre las cifras de paro y la subida de impuestos: una para comer y otra para cenar. CC
Siempre que no sean de marcas reconocidas, es posible que sea eso lo que nos podamos pagar.
:)
Comparto tu artículo. Espero remover conciencias. :)
Esto no lo para ni el playmobil miliciano.
Pues en el telediario de hoy parece ser que muy vergonzosamente patronal y sindicatos se han puesto de acuerdo de que en cuanto a la moderación salarial la única subida de sueldos posible sea de un 0'5% a lo largo del 2012... Una vergüenza de representantes obreros... Claro que esos representantes obreros sólo eran UGT y CCOO, que hace tiempo nos han vendido a los trabajadores en numerosos temas, porque por ejemplo en cuanto a la flexibilidad interna están a punto de ponerse de acuerdo en que pueda haberla en determinados asuntos de los convenios laborales, siempre que el empresario lo haga con un comité de empresa donde estén sentados... ¡los representantes sindicales de los dos sindicatos mayoritarios, o sea: sólo ellos! Sinvergüenzas lo son sin defensa alguna para decir que no lo son. O sea que el resto de trabajadores que no quieran su representación, porque no creen en ellos o no les interesa su defensa (dudosa), quedan ninguneados en sus conversaciones. Esto me suena a que por debajo de mesa les están pidiendo dinero y ventajas... QUé vergüenza de UGT y CCOO, que sólo miran por sus cargos y ventajas, pero no por los trabajadores. Pero quien cree en otros sindicatos, o simplemente en asociaciones de trabajadores o en abogados laboralistas independientes, tendremos que seguir ahí, haciendo la fuerza que podamos, les pese lo que les pese a esta UGT-CCOO que se están quemando al mismo ritmo o más rápido aún que el PSOE en sus últimos años de gobierno, precisamente por no querer oir a todos los trabajadores, escuchándose a ellos mismos y sus razones una y otra vez. Es necesario que sus afiliados de base se planten ante sus liberados y sus líderes y, en lugar de romper el carnet e irse, se planten y les digan que se acabó, que no hay más dinero de cuotas sino se representa de verdad a todos los trabajadores y sus intereses reales, o bien que exijan elecciones internas y no voten a nadie de estos líderes para elegir a sangre nueva salida de los trabajos más humildes.
De otro modo, con noticias como las hoy comentadas ahora mismo, este país se va hundiendo cada vez más hasta en lo moral.
Tienes razòn: que la cerveza nos acompane es muy importante pero que seamos escuchados de una vez mucho màs. Sinceramente me averguenzo de mì misma por haber confiado alguna vez en que las cosas iban a cambiar. Creo que nos toman el pelo unos y otros. Basta ya!!!
Sara M.
Gracias por leer. En estas cosas la cuestión es compartir entre todos lo que reflexionamos, porque sólo así se conoce a través de nuestra propia reflexión, y con conocimiento es cuando las cosas podrían comenzar a cambiar.
Saludos.
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