sábado, mayo 31, 2025

NOTICIA 2390ª DESDE EL BAR: Y EL QUE NO...

El edificio donde vivo fue terminado de construir en 1974, año en el que comenzaron a habitarlo los primeros vecinos y otros, como mis padres, compraron su casa; casa que en el caso de mis padres comenzaron a habitar en los primeros días de 1975 tras casarse. La cosa es que el edificio ha cumplido más de cincuenta años de edad y el ayuntamiento lo ha listado como edificios que tendrían que pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Este es un barrio pobre y en consecuencia mi portal de vecinos también lo es. Invertir dinero para arreglar el tejado, los forjados o arreglar el sótano, como algo básico, es un imposible entre vecinos que deben numerosas cuotas a la comunidad de vecinos, gente que entra y sale del desempleo, o bien tienen sueldos bajos o son pensionistas. 

En la más reciente reunión de vecinos se le preguntó al administrador sobre las ayudas de la administración. Explicó el hombre que el Estado cede su gestión a las Comunidades Autónomas y la Comunidad de Madrid cede su gestión a los ayuntamientos. El de Alcalá de Henares, dijo, recibió la última vez cinco millones de euros para ayudas a las comunidades de vecinos en el sentido de ahorro energético. Obviando que los problemas prioritarios de numerosas comunidades de vecinos no es precisamente lo energético, aún teniendo posibles problemas en eso, nos explicó que en Alcalá los criterios para dar esas ayudas no están bien elaborados, y de los cinco millones de euros dieron tres o cuatro a una sola torre de pisos, que también administra él, que solicitó todo tipo de arreglos posibles y de muchas mejoras que no eran algo necesario, ni urgente, ni vital, pero entraban en los conceptos de ayuda. Todo esto según relato de nuestro administrador. Les fue concedido, agotándose así las posibilidades de ayuda a otras comunidades de vecinos, algunas altamente necesitadas, como por ejemplo, mi portal de vecinos. Se crea así un sistema de reparto de ayudas desigual e injusto que no alcanza a los más necesitados, y sin embargo puede llegar en su totalidad a vecinos que no lo necesiten. Faltan otros criterios racionales para distribuir las ayudas.

La cosa es que la nueva tasa de basuras venida desde la Unión Europea y que el gobierno de España tuvo que aplicar, aunque dejando en manos de los ayuntamientos decidir cómo la aplicarían y en qué porcentajes, en Alcalá los vecinos comunes la pagan este año al 100%, mientras los grandes empresarios en la ciudad la pagan en un porcentaje considerablemente menor, el 70% (Más Madrid lo criticó en Alcalá de Henares). Fue una decisión del gobierno local en manos de la coalición de PP-Vox. Esta tasa se está cobrando por comunidades de vecinos y se calcula, incomprensiblemente, según el gasto de agua que haga cada comunidad, según explicó nuestro administrador. Si nuestra cuota ordinaria de la comunidad de vecinos era de 55 euros al mes, de golpe nos ha subido a 65 euros al mes. Cuando PSOE y Más Madrid de Alcalá de Henares hablan en los plenos y en los medios de comunicación de "tarifazo" es aquí donde se entiende el porqué del término. En todo caso, llevábamos un año poniendo una cuota extra para poder ahorrar para los arreglos necesarios y urgentes del edificio, así como intentando conseguir desde hace más de dos años el dinero que se adeuda. Con la subida del "tarifazo" buena parte de la cuota extra se va no a ahorrar, si no a pagar la nueva tasa. El ahorro es imposible y eso se une a la ausencia de ayudas, aún a pesar de que la ITE sobrevuela en círculos sobre el edificio.

Y en estas estamos cuando una mujer mayor, no diré jubilada, pues no trabajó anteriormente por ser ama de casa de su familia, y lo sé porque yo nací aquí y ella es de las primeras vecinas del portal, mujer mayor por tanto pensionista no contributiva, o sea: que por sí misma jamás cotizó, y que a mí me parece bien que el sistema público asista económicamente a las personas en este sentido, pues esta mujer mayor propuso (algo enérgicamente, pero con voz amable) que se subieran las cuotas extra de manera brutal, no diré la cifra. La propuesta no fue admitida, porque además de un ahorro modesto para un arreglo modesto acordado desde tres años atrás, un nuevo vecino propuso un arreglo menos modesto que subía el arreglo en... trescientos mil euros... Una locura que otro vecino logró frenar, y eso tras decir que mi situación económica llegados a ese punto podía irse perfectamente a la ruina total. Como sea, este punto de la reunión quedó postpuesto para  un posible nuevo debate, si se convocara, no antes de que pase la mitad del mandato del nuevo presidente de la comunidad de vecinos. La cuestión de este asunto es que la señora quiso dar peso a su petición de subida brutal de cuota extra con la sentencia de que quien no pueda pagar que pida un crédito... Vamos, que se embargue con un banco. 

 Ante esta falta de solidaridad de alguien que, cuando yo fui presidente, accedí a tratar de arreglar todo tipo de cuestiones que quería que la arreglaran, me hace pensar también en la falta de humanidad. Así dicho, y de vecindad. ¿Y si sus ingresos fueran bajos? Entonces estoy convencido de que diría que no, que no se suban las cuotas, no diría que sí, que ella va a al banco a endeudarse sin problema, aunque pierda la casa. Ganas dan de decir que venga, que si se van a subir las cuotas que a 500 euros el mes y que si se queda sin casi pensión, pues mira, que vaya al banco a pedir créditos. Pero no, no hay que actuar así. Porque la vida no es esto. Sin  embargo, lo que sí, es esto es, como dije otros años de otras reuniones de vecinos en esta bitácora, una especie de reflejo en pequeña escala de lo que está pasando en España. Es mi sensación. 

Las formas de pensar de las personas hacen que voten así o asá, y sus representantes hacen eso, así o asá. Y en estos momentos tenemos sobre la mesa personas capaces de decir: "y el que no pueda, que se embargue".

En otros tiempos, eran otras formas.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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