NOTICIA 311ª DESDE EL BAR: HISTORIAR LO HIPERACTUAL

De regreso de mi día por Segovia, y parte de la noche en Madrid, atrapado por las obras de Renfe (la empresa estatal española de ferrocarriles), el corte de los servicios de Metro (tren suburbano, "tube" para los británicos, "subway", creo, para los norteamericanos), por la decisión nocturna de ir a tomar unas cervezas a Vallecas, sólo podría decir un par de cosas. Como por ejemplo qué aburrido es el guión actual de los guías del alcazar de Segovia, pues le han quitado todas las anécdotas y sólo dicen cosas obvias o bien montones de datos y fechas que si no conoces la Historia española y segoviana te hacen desconectar y aburrirte, y si conoces la Historia te hacen desconectar y aburrirte también. Pero Segovia es bonita y se disfruta. Mejor aún si comes cochinillo, como gastronomía obligada a comer a causa de que la compañera de trabajo con la que uno iba le obliga a comerla porque desea probar los platos tradicionales de España (es peruana, asíque afectuosamente le puse el mote de Machu Pichu, como quien es de Estados Unidos y se pone el de Dallas y cosas así). El acueducto de Segovia le gustó bastante, no me extraña, el acueducto romano siempre impresiona... aunque a ella no le impresionó, pues en su país había visto Machu Pichu. Hombre, una cosa no quita la otra... Máximo cuando la compañera me pregunta para qué sirve un acueducto. Uno le explica que es para llevar agua de un sitio donde la había a otro donde no la había, los centros urbanos del antiguo Imperio Romano, como es este caso... Algo que hubiera sido muy útil de saber a los incas de Machu Pichu, porque en la gran construcción de tal ciudad olvidaron construírle infraestructura que la dotase de suministro continuo de agua. Claro que, amigable y graciosamente, también le expliqué cuáles eran los principios básicos de la fotografía. Amante de la alta tecnología, Machu Pichu se interesó por mi vieja cámara fotográfica analógica, y la comparó con los mecanismos de su moderna máquina digital. Cuando me vio cargar el carrete de negativos para poder proyectar en ellos con la máquina la luz que cree las imágenes que se han de positivar en el revelado a papel fotosensible, no sabía para que servía tal carrete. Así que le explique las nociones básicas de la fotografía. El origen de ella, cómo funciona tal descubrimiento, o tal invento. Hace años hice dos años de un curso de fotografía. No soy un experto fotográfico, pero me dio conversación para un rato, aunque en realidad cualquiera que no tenga curso alguno de fotografía, puede saber como funciona la fotografía tradicional, la que se ha usado masivamente desde el siglo XIX hasta hace apenas unos diez años. Me hizo pensar que quizá en Historia debemos empezar a plantearnos algún tipo de asignatura que explique los orígenes y principios básicos de los inventos actuales, para que las nuevas generaciones (Machu Pichu es más joven que yo, es la más joven en mi trabajo, creo) comprendan mejor el mundo actual y el de dónde vienen. Si existe desconocimiento o dudas de cómo funcionan los principios básicos de la fotografía, ¿cómo podremos explicarles el mundo y la Historia si quizá no saben cómo funcionaban los teléfonos anteriores a los inhalámbricos y los móviles? ¿El mundo de los datos y archivos e información previo a los ordenadores y computadoras? ¿Cuáles eran los principios de la reproducción sonora en discos de acetato, vinilo y otros soportes no digitales o informáticos y qué cantidades de música y cómo se obtenían? ¿Qué era un walkman y cuando apareció (1979), por ejemplo, en relación a los MP3? ¿O hablarles de la inexistencia de múltiples canales de televisión y los porqués, e incluso de la televisión sin necesidad de satélites espaciales? ¿Los principios de las ondas de radiodifusión, y cosas así? En la carrera de Historia que yo hice tenía un profesor, Alejandro Díez Torres, que si dedicaba algún tema a explicar cosas de estas, aunque realcionadas más con otro tipo de cosas como nociones básicas de física nuclear, por ejemplo, para poder explicar el siglo XX. Desconozco si los actuales museos de ciencias, o alguno de Historia, ha emprendido esta labor didáctica que aparentemente aún no necesitaría explicación, pero que sí la necesita, parece ser, entre las generaciones más jóvenes. Pero habría que comenzar a plantearse iniciar estas labores didácticas, o empezar a incluír temas específicos en los libros de Historia y de ciencias. O eso opina este espía del bar.