lunes, enero 07, 2008

NOTICIA 382ª DESDE EL BAR: DÍA 13 DE VIAJE EN EL COMIENZO DE AÑO

Los mapas interestelares de La Alnitak no indicaban que hubiera nada a la altura de Asteroide Ballena. Sin embargo vimos un montón de luces en movimiento irregular y no uniforme. Nos dirigimos allí con curiosidad y fue una gran sorpresa para nosotros descubrir un montón de cosmonautas flotando frente a una plataforma espacial donde estaban dando un concierto de hard rock los Pony Trekker. Obviamente en medio de la nada, en la materia oscura del espacio exterior, no hay sonido. El sonido de la música llega directamente dentro de los equipos de cada traje espacial del público. Cada espectador puede elegir además si añade el sonido de los gritos y canturreos del resto de asistentes. Es como ver un espectáculo de rock sobre el suelo, sólo que flotando y con la sensación de la ingravidez, lo que es un aditivo a la música si además consumes otras cosas.
Ojo y yo dejamos La Alnitak junto al resto de naves asistentes y salimos al espacio en nuestros trajes espaciales. Pagamos el dinero por la conexión a la música, ya que no teníamos la tecnología suficiente para piratear la onda emisora y hubieran podido detectarnos fácilmente los organizadores, y un extra por suministro de alcohol y pequeñas emisiones de consumo de marihuana en el sistema de respiración. Nos adjuntaron al traje los aparatos correspondientes y nos metimos en mitad del concierto.
Era fantástico, esa gente tiene buen rock. Ojo se fue a flotar a las primeras filas mientras yo lo seguía desde el centro. No me molestó nada tener choques fortuítos con otros cosmonautas, sobre todo cuando se chocó repetidamente conmigo una chica de rasgos humanos, pero no terráquea. Se llamaba Borealice. Estuve bailando con ella en un extasis completo.
Borealice era una gruppie de Pony Trekker y cuando acabó el concierto nos quedamos con ella ayudando al grupo a recoger los instrumentos y cargarlos en su transporte espacial. Los Pony Trekker son gente fantástica. Estuvimos con ellos consumiendo más cerveza y hablando de aquella gira que hicieron con Púrpura Profundo. Luego Borealice sacó marihuana y hierbas de Melville con nombre impronunciable. Todo se fue yendo de madre y al final acabamos unos desnudos y otros medio desnudos haciendo una sesión espontánea de música, bueno yo sólo haciendo algún coro y golpeando un poco algunas cosas que me servían de percusión. Borealice se lo montó con Ojo, con los muñones de Ojo, cuando el bajista encendió las luces de emergencia y apagó las demás. La caravana de Ponny Trekker se puso en camino a otro lugar de la galaxia donde debían dar otro concierto. Remolcaron La Alnitak con la nave del equipo técnico. Borealice se lo montó con dos de los músicos a la vez y al final acabó restregándose en topless contra todos. Fue una fiesta salvaje.
Paramos en Ítaca 2, su concierto era allí, en medio de un desierto de roca... de una impresionante llanura de roca de trescientos cuarenta y tres kilómetros a la redonda en un planeta, que, realmente, es en gran parte selvático. La caravana aterrizó al lado de un poblado Yek. Sus endebles chozas de uralita casi se prendieron fuego con nuestros motores. La pobreza del lugar era espectacular. El agua estaba almacenada en un gran depósito, los alimentos en un almacén que se rellenaba con los productos traídos dos veces al año de otro lugar. Aquella piedra es parte de una colonia de uno de los Imperios de ese planeta. Sus escasos habitantes tienen prohibido comerciar con otros lugares del planeta o con gentes del espacio. Considerados gente de segundo orden por su metrópolis han iniciado un movimiento secesionistas que, de momento, apenas puede defenderse más allá de lanzar su propaganda en un intento de concienciación de la población, a la espera de poder recibir ayuda de alguien. Penosamente creo que sólo la recibirán de otro de los Imperios del planeta. En este planeta sobran los Imperios y abundan los sometidos.
El concierto de Pony Trekker ha sido permitido por las autoridades y hace un rato llegaron los medios de comunicación del planeta. Lo que no sabían es que Pony Trekker se disponía a entregar en secreto el dinero de la recaudación a la gente de Yek, donde hay algunos miembros clandestinos de la resistencia. Por eso nos dejaron acompañarles en su carabana a Ojo y a mí. Durante el segundo bis al final del concierto hemos sido nosotros quienes hemos entregado el dinero a bordo de La Alnitak. Hemos circunvalado el planeta y dejamos a los resistentes en las antípodas.
Retomamos el rumbo a Crepúsculo. Algún día este espía del bar regresará a La Tierra con sus post normales. Un saludo y que la cerveza os acompañe.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Menudo viaje, colega, es digno de una odisea del espacio; espero que el al volver no se te haga dura la entrada a la atmósfera.
Salud!

Raúl dijo...

Hey Dani,
soy Raúl, el chico de Álex, pasaba sólo a saludarte, que ya llevaba un par de semanas prometiéndotelo. A ver si consigo de una vez por todas conseguir el nuevo número de la revista.

Saludos

Canichu, el espía del bar dijo...

JUAN COSACO: La nave es resistente, yo creo que resistirá la entrada en la atmósfera, pero aún debo llegar a Crepúsculo para volver a La Tierra. Un saludo.

RAOUL: Un saludo, hombre, tienes la revista en pdf en la web: www.botellavacia.tk, y si la quieres en papel dejaré algunas en La Vaca Flaca, cógela de allí o que te la coja Alex. Un saludo.

Vade Retro dijo...

Que ganas de ir a un concierto así...sobre todo por lo de las dosis extra...