Hoy por la mañana me fui a Madrid capital con una única intención: ver la exposición de cuadros de Ulpiano Checa en el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Ildefonso, en la calle Alcalá, cerca de la Plaza del Sol y del Ministerio de Hacienda. Leí en el periódico de ayer que era la primera vez en España que se realizaba una exposición antológica de él, desde su muerte hace 91 años.
Ulpiano Checa nació en el pueblo de Colmenar de Oreja (actualmente al sur de la Comunidad Autónoma de Madrid) en 1860. Afortunadamente su pueblo de origen hace lo imposible por mantener su memoria viva en España, creándole un museo que intenta acopiar sus obras y divulgar su obra. Digo afortunadamente porque por desgracia este pintor ha sido ninguneado y olvidado por su propio país de origen. ¿Quién sabe? Tal vez sea de esos artistas que sólo son reconocidos seriamente un siglo o dos después de su muerte, y este parece que será reconocido un siglo después. Buscarle en la propia red de Internet, aunque tiene muchas entradas, es difícil, ya que ninguna termina de satisfacer la curiosidad que pueda levantar.
El problema está en que Ulpiano se fue a Italia, a Francia, a países Sudamericanos, a Argelia, conoció Estados Unidos de América (USA) en los finales del siglo XIX... y vivir, lo que se dice vivir, aunque vivió en su pueblo natal y pasó largas estancias allí, su domicilio habitual lo ubicó al final en Francia, en París, que era donde estaban todos los grandes artistas del momento. recibió grandes reconocimientos de Francia, de España y de USA. Fue quien creó el cartel de presentación de España para la Feria Internacional de París de 1900, y aún quien fue galardonado en la Feria Internacional de Atlanta. Conoció al Papa del momento, al Rey de la recién unificada y creada Italia, al presidente de Francia y, como él dijo, a los alcaldes de su pueblo, Colmenar de Oreja. Vivir en Francia no le acercó desde luego al público español, y no ayudó que casi todo lo que pintó fueran encargos privados, y no tanto para exposiciones públicas, aunque llegó a crear unas dos mil obras entre pinturas y esculturas. Menos ayudó aún a su fama en España que muriera en Dax, Francia, en Enero de 1916, en plena I Guerra Mundial.
Artistas como él o parecidos había muchos en Francia, pero en España casi ninguno, y es una lástima que hasta 91 años después de su muerte no se haya querido exponer antológicamente de forma pública. Las colecciones privadas son una estafa a la sociedad. Lo son porque aunque son colecciones privadas por derecho legítimo del dinero y el poder adquisitivo, vetan a la sociedad, al gran público de una gran belleza que, además, transporta unas ideas que sin duda podrían abrir nuevos caminos a las mentes creadoras y con esos nuevos caminos quizá otros caminos bien productivos.
Checa era un pintor lleno de fantasía y de movimiento. Antes de que existiera el cinematógrafo, e incluso en los años en que, siendo un invento popular, aún veían unos pocos que viváin en determinadas grandes urbes, ya había intuído imágenes llenas de emoción de las que se terminarían inspirando los creadores de Hollywood en el futuro. El cuadro que aquí expongo de él, la carrera de cuadrigas, está pintado en 1900 y se le suele relacionar con la lectura que hizo de "Ben -Hur", de Lewis Wallace. Ni que decir tiene que nos podría recordar a un fotograma de las películas de "Ben-Hur" rodadas años después, tanto la muda como la sonora. Pero también retrató en escenas igualmente impresionantes y casi cinematográficas otras escenas de Roma, escenas de mitología, escenas reales de indios y pistoleros americanos, escenas de argelinos y marroquíes cargando, el desplome desastroso de la carga sobre el barranco en la batalla de Waterloo de 1815, las luces viciosas y bohemias del París nocturno, las caras curtidas por el tiempo de sus vecinos de Colmenar de Oreja, el desbocamiento de dos caballos que arrastran ala fatalidad al conductor de un carro estadounidense al pasar cerca de un tren en funcionamiento, la carga de los bárbaros invadiendo la Antigua Roma... Son imágenes impactantes que recomiendo ver. Quizá sea una oportunidad única, ya que el Museo Público Ulpiano Checa de su pueblo natal prestó algunos de sus cuadros al Museo de la Real Academia de San Ildefonso para exhibirlo junto a otros donados temporalmente por Argentina, Francia, USA y coleccionistas particulares. En 91 años desde su muerte, los españoles, salvo los de su pueblo, no le habían concedido tanta atención a este artista que se sale de lo convencional del arte español, y con creces. es una oportunidad, sin duda, que no se podía dejar pasar. Máxime cuando la sala de exposiciones temporales de este Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Ildefonso es gratuíta (el resto del museo son tres euros y recomiendo pagarlos por algunos de los cuadros permanentes, las litográfías de Goya y, sobre todo, el cuadro llamado "las tentaciones de Buda", expuesto en la tercera planta). Hay una guía pagada a una determinada hora a la exposición gratuíta, no sé a qué hora, pero sí sé que este museo no abre los domingos por la tarde.
No puedo negar que me he comprado el catálogo de esta exposición, parece caro, pero teniendo en cuenta lo excepcional de la misma, no lo es. Me ha impactado este autor. En España nos faltan muchos Ulpianos Checas, me parece, sin menospreciar lo que ya teníamos. Sinceramente, me dicen más los cuadros de este autor que la mayoría de los de Picasso o cualquiera de Miró. su obra debería ser más pública y más divulgada en España, su país de origen, recordémoslo, pese a que sea Francia e incluso Argentina y USA quienes más atención le prestan. Ya se sabe lo dificil que es a veces ser profeta en tierra propia.
4 comentarios:
no lo conocia y me flipa!!!
saludos muchacho!!!
Muy interesante este post. Nunca te acostarás sin conocer a un pintor olvidado más...Saludos.
Espectaculares sus cuadros. Gracias por avisar y descubrirnos a este artista formidable.
Hace no tanto hubo una exposición de su obra en Buenos Aires (me he enterado navegando por Internet luego de leerte) y yo me la he perdido. Imperdonable.
Qué bien has hecho en comprarte el catálogo. Yo también lo hubiera adquirido. Me gusta muchísimo la pintura figurativa y cuando representa el movimiento, como este hombre lo hace, me parece maravillosa, tanto como el cine (y qué cierto lo que dices de sus cuadros en relación al séptimo arte).
Bien por tu descubrimiento, por mostrárnoslo a nosotros y por sacarle el polvo del olvido en el que lo han sumido otros.
es una pena que no se le preste la atención debida a este autor.
Publicar un comentario