De todo el mega año electoral (y lo que podría quedar) toca ya el turno a hablar de las elecciones municipales, y este año hablar de ello parece algo inquietante, y no tanto por el auge de la extrema derecha (cuya inquietud que genera es de otro orden), sino porque siendo el que escribe una persona abiertamente identificada con los ideales de izquierda y que en lo relativo a la política municipal ha defendido la orientación del voto ecológico, pareciera que este año no estar de acuerdo con algunas cuestiones del actual gobierno te convierte a ojos de algún miembro de los grupos de gobierno actuales poco menos que en enemigo, siendo esa visión irreal y siendo el resultado algo incómodo e ingrato. Izquierda Unida, Los Verdes o Somos Alcalá han sido analizados positivamente en esta bitácora,
Noticias de un espía en el bar, en otros periodos electorales, así como a lo largo de los años hay cuestiones y políticas del resto de grupos políticos que me han podido gustar y por tanto he apoyado, y otras veces pues abiertamente me producen rechazo porque no me parece el modelo social, cultural, etcétera deseable para avanzar. Hasta aquí no he escrito nada que no le pase a absolutamente todos los ciudadanos de todas las diferentes ideas y tendencias, ni que no reflexionen. Lo que varía es que este año parece que de cara a los simpatizantes más activos en las redes sociales si tú, apoyando el conjunto de las políticas de izquierda y sociales de un grupo, muestras dudas o discrepancias con algún punto de su política o con algo de lo hecho, lo que ocurre es que, usando la metáfora del exvicepresidente de gobierno Alfonso Guerra sobre el que se mueve no sale en la foto, pues lo que ocurre es que si presentas algún tipo de duda o discrepancia te echan a empellones de la foto de quién es y quién no de izquierda y poco menos te meten en una especie de complot oscuro y secreto de las derechas complutenses para derribar a los partidos de izquierda que gobiernan. Repito esto es algo que ha ocurrido en las acciones de algunos de los más férreos seguidores de un grupo político. Por ello, si en principio ante estas elecciones yo me planteaba como reflexión de mi voto qué modelo de ciudad quiero y sumarle quién creará mejor política verde, ante esto que ha ocurrido en redes sociales reflexiono en estas elecciones también algo inesperado y no invitado en mi planteamiento de reflexión total, que es: qué modelo de comportamiento político y social quiero.
Creo que en democracia y siendo los individuos libres, el debate es algo sano, y el no estar de acuerdo, o presentar dudas, o no estar del todo de acuerdo, con alguna cosa no es sinónimo de ser adversario político, ni es saludable contemplar como enemigo a derribar a todo aquel que no coincida al completo con uno. De hecho la izquierda es altamente conocida precisamente por los ricos debates entre sus miembros, en cualquiera de las vertientes de la izquierda, cosa que historiadores conservadores han sabido malvender como "división de la izquierda" muy a menudo, no siendo así en muchos de los casos que exponen. Obviamente remarco que estas actitudes de ataque al simpatizante que en algo no coincide con el que lleva la batuta se han dado en determinados usuarios de redes sociales, no específicamente conmigo, pero sí lo he visto reproducido en los espacios de amistades, conocidos y grupos. No ha sido la dinámica de ningún grupo ni partido político de manera oficial y explícita. Podría decirse que puede haber actuaciones de personas a título personal, y así es. Quepa reflexionar que si hubieran existido las redes sociales en los años 1930 y hubiera participado Himmler atacando a los seguidores de Röhm, líder nazi homosexual de las SA, o a los socialdemócratas, ¿se podría decir dónde estaba el límite de su participación a título individual y donde el de su participación como miembro integrado en el partido nazi? Elijo unos personajes tan relevantes para que con la exageración del ejemplo se entienda mejor la idea, no para insinuar equiparación alguna. No insinúo ni digo equiparación alguna.
Nunca he ocultado mi simpatía anarcosindicalista, al igual que tampoco la ecologista, ni que soy de estos que optan por el voto, dentro de las opciones de la izquierda, que son las que creo más útiles a la sociedad bajo mi criterio personal, del mismo modo que defiendo al que desea ejercer su derecho a la abstención activa y lamento la pasiva y la forzosa. Y defiendo el derecho a discrepar quien crea que deba hacerlo siempre con ánimo constructivo. Por eso, soy contrario a la censura política, al señalamiento político y al creer que la política es asentir lo que diga o haga el partido o lo que diga o haga el líder, que es algo sumamente antidemocrático, a pesar de que se venda eso hoy día como democrático desde el mismo momento que, por ejemplo, se usa el concepto de disciplina de voto entre los electos, y el de disciplina de partido entre los militantes de carnet.
Hechas estas reflexiones previas, quepa decir ahora que es muy evidente que en Alcalá de Henares se ha producido una fragmentación de la izquierda de partido en varios partidos y grupos políticos. Esa división no estaba en las elecciones generales, parte de ella está en las autonómicas, pero ya en las municipales es una nueva partición sobre lo ya partido en las autonómicas, lo que complica todo mucho para el elector de izquierdas. Sobre todo porque algunas de estas particiones apenas tienen, por decirlo en metáfora, media hora de existencia y dos segundos en Alcalá, por lo que son grandes desconocidos y en muchos ciudadanos existe el desconocimiento de quién es quién y qué les diferencia y porqué. Es alto el número de personas que personalmente o en escritos privados me han preguntado precisamente por estas cuestiones. Sólo este dato me hace reflexionar que en estas elecciones municipales el gran beneficiado será el PSOE, de Javier Rodríguez, que está indiviso en la izquierda, que ha tenido la alcaldía estos cuatro años y que además la tendencia reflejada en las generales de abril le benefician. El resto de la izquierda al dividirse dividirán el voto y tendrán probablemente menos representación, pero es legítimo que cada cual vote a quien crea que más le representa, la cuestión es: ¿tienen claro quién representa qué para votar?
Antes de valorar cuestiones de los últimos cuatro años o de la actualidad, dado que se han presentado diez partidos y grupos políticos para las elecciones de este domingo, los nombraré, para que al menos se tenga claro qué opciones municipales hay en los comicios alcalaínos. Hay cinco partidos claros de izquierdas, cuatro claros de derechas y uno que no sabría decir y lo consideraré de centro. Procedamos:
PARTIDO HUMANISTA (PH): Siempre son mi gran incógnita. Los conocí personalmente en 1995 ó 1996, siendo yo muy joven, aún ni siquiera tenía edad de votar, cuando algunos de sus miembros estaban en la revista literaria
Omnia, en la que publiqué un poema de adolescencia y participé de alguna de sus reuniones. Hace ya mucho de aquello. No suelen tener un número de votantes relevantes, pero los tienen fieles. Pocos, pero existentes. Lo contemplo como un partido de centro político, sus valores son precisamente lo que su nombre promete: los humanistas. Esos valores que empezaron a patrocinar los renacentistas en el tránsito del siglo XV al siglo XVI y que posteriormente se fueron actualizando y perpetuando a la vez en los siglos posteriores, máxime con los masones desde el siglo XVIII y con los ilustrados también desde ese siglo, con Voltaire o Rousseau, o con los positivistas del siglo XIX, con Comte a la cabeza, o bien con todos aquellos de los socialismos utópicos tipo Owen, Saint-Simon, Fourier y otros. La perfeccionabilidad de la persona y el progreso positivo continuo. Personalmente confieso que no sé muy bien cual es su programa este año, ni tampoco en las anteriores elecciones de 2015. Es uno de los partidos veteranos de Alcalá, pero me parece que no han sabido fomentar su programa actual.
PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL (PSOE): Liderados por Javier Rodríguez, actual alcalde. Han gobernado por un pacto tripartito desde 2015, conjuntamente a Somos Alcalá y a Izquierda Unida (IU), en un primer momento, y ante la expulsión de la concejala de IU de la propia IU, como tripartito PSOE-Somos Alcalá-Concejala del Grupo Mixto, aunque a mí me da en la nariz que en los últimos años ha sido más bien PSOE-Somos Alcalá. El gobierno del PSOE en la ciudad ha sido un hecho constante desde las primeras elecciones municipales de la actual monarquía parlamentaria, entre 1979 y 1995, sufriendo incluso un atentado con bomba en el coche de uno de sus alcaldes, Carlos Valenzuela, cerca del Parque O'Donnell por parte presunta y de carácter evidente de la extrema derecha (
Noticia 732ª). Volvieron a la alcaldía en coalición con IU entre 1999-2003, donde hicieron su primer intento de peatonalizción del centro de la ciudad, fracasado, y un primer llenado de la ciudad de rotondas y de olivos decorativos. Y ya no volverían a la alcaldía hasta las citadas elecciones de 2015, con el tripartito citado. Actualmente es el partido mejor ubicado para revalidar el gobierno y continuar su labor iniciada en 2015. Luego analizamos más de esto. Con los partidos de la izquierda partidos, y con la derecha clásica debilitada y la extrema derecha dividida en Alcalá, su principal adversario pasa a ser la derecha liberal de Ciudadanos. El principal temor del PSOE local es que sus posibles aliados de izquierda no saquen votos suficientes para apoyarle en la formación de un nuevo gobierno y que ese camino quede abierto a la unión de todas las derechas complutenses, dejando cabida así a posibles concejalías de extrema derecha. Ahora bien, el PSOE local sale a intentar gobernar por sí sólo, personalmente creo que lo tiene tan fácil por varios factores, que sólo un auge grande de Ciudadanos podría evitarlo, si bien es cierto que si necesitaran una coalición con otros grupos de izquierda necesita que estos otros partidos de izquierda no salgan escaldados de sus propias riñas entre ellas mismas. Ahora mismo el PSOE local es la única izquierda que no presenta fracturas y se encuentra a gusto y acorde entre sí, con un futuro presidente de gobierno (presumiblemente) que es amigo de Javier Rodríguez y un posible presidente de la Comunidad de Madrid también del PSOE. Ellos son socialdemócratas, obviamente, a pesar de que desde la Transición el PSOE ha optado a menudo por políticas que les alejan de esa vía, al menos en lo nacional. Localmente, en Alcalá, esto no es así. Javier Rodríguez ha demostrado su solvencia socialdemócrata y su compromiso con las clases trabajadoras, aparte de su recuerdo y homenaje a todos los que en algún momento defendieron la democracia, labor que lleva haciendo desde antes de que fuera alcalde y en actos tanto pequeños como grandes y sonados, soy testigo físico como historiador en muchos actos y eventos. Ahora bien, cabe la pregunta de si algunas políticas de barrio que ha realizado las hubiera realizado sin tener de socio a Somos Alcalá, del mismo modo que cabía la pregunta sobre la política social del PSOE en el gobierno de no haber tenido de socio a Unidas Podemos, ya que muchas de las cosas hechas estaban en los programas de Somos Alcalá y de Unidas Podemos respectivamente.
SOMOS ALCALÁ-EQUO: El Somos Alcalá de 2015 no es exactamente el Somos Alcalá de 2019. En 2015 dentro de Somos Alcalá estaba Podemos y también IU y Los Verdes y Equo, si no recuerdo mal. Ahora estos no están ahí y Equo se presenta con Somos Alcalá con entidad propia, de ahí que se hagan llamar Somos Alcalá-Equo. Somos Alcalá es una agrupación electoral y Equo es un partido ecologista nacido de algunos integrantes que fueron de la organización no gubernamental ecologista Greenpeace. Quizá el llevar entidad propia en el nombre y la organización sea para remarcar el carácter y la voluntad ecologista con la que se presentan en este 2019, siendo en 2015 recogida esta misma voluntad cuando patrocinaban a Alberto Egido, su líder por entonces y actual concejal de Medio Ambiente, como activista de Ecologistas en Acción. Un repaso a hemeroteca o a la propaganda electoral de 2015 nos rescata de la memoria aquello. Ahora mismo Somos Alcalá está liderado por Olga García, teniente alcalde actual y concejala de Infraestructura y Vivienda, Patrimonio Histórico y de la Junta de Distrito III. ¿De dónde viene la ruptura de esta agrupación electoral para que se formen casi todos los grupos de izquierdas que se presentan ahora? Nos tenemos que remontar a 2015. En aquellos momentos el PP estatal, autonómico y local se veía inmerso en acusaciones, investigaciones, procesos judiciales y condenas por corrupción. Además, estaba en marcha la llamada policía política, hoy en los tribunales acusada de ser creada por el Ministerio del Interior para incriminar con pruebas falsas y difamaciones a la nueva izquierda. Ese era el ambiente. Por entonces Somos Alcalá decidió que sus concejales, una buena parte de ellos de Podemos, renunciara a una parte importante de su sueldo para donarlos a causas sociales que realizaran asociaciones de Alcalá. La fórmula que emplearon era correcta, pero a propios y a contrarios les pareció algo tan difuso que el PP local se apresuró a denunciarles por posible delito de corrupción por prevaricación, mientras que su propia gestión del ayuntamiento con Bartolomé González y Javier Bello era investigada por la policía judicial. La cosa hizo mella y Somos Alcalá tuvo que verse acusada de corruptos por prensa local, ciudadanos, los otros grupos políticos, salvo el PSOE, y otros grupos de izquierdas, incluso fueron cuestionados por familiares y amigos. Así las cosas avanzó 2016 y se metió 2017, mientras cientos de miles de euros de sus sueldos se iban recaudando y financiando filantrópicamente causas sociales. Pero se aproximaban las primarias de Podemos y el partido a escala nacional tenía revulsivos y divisiones internas, la más sonadas las de las peleas entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Para situarnos, Pablo Iglesias sería el ala más a la izquierda de Podemos, mientras que Errejón representa el ala más moderada o a la derecha de la izquierda de Podemos, si lo preferimos así. Mientras Iglesias ponía muchas líneas rojas para llegar a acuerdos con PSOE, por ejemplo, Errejón tendía puentes al PSOE y ponía pegas a los acuerdos con IU de los que Iglesias está satisfecho. Para diciembre de 2017 el secretario de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, tendente a Iglesias, dijo duras palabras contra sus concejales en Somos Alcalá, demostrando que los dejaba a la deriva, y posteriormente para diciembre los expulsó, negándoles credibilidad y apoyo. El asunto es que estos concejales de Podemos Alcalá no eran tendentes a Pablo Iglesias, aunque no sabría decir si les gustaba alguna otra corriente tipo Errejón, Echenique o si tenían criterio propio, que es posible que sí. En junio de 2018 se celebraron las primarias en Podemos Alcalá, ganó muy evidentemente Luis de Santiago, tendente a Errejón, o aparentemente en sintonía con los postulados de Errejón. Espinar desde Madrid invalidó el resultado alegando un fallo en las formas del proceso y colocó como ganadora a quien en realidad no obtuvo casi votos, Teresa López, tendente a los postulados de Iglesias. Para agosto Luis de Santiago, netamente en Somos Alcalá junto a los otros expulsados, denunció en el Comité de Garantías. Así se fueron forjando divisiones y enemistades, mientras que el caso de acusación en los tribunales seguía su curso. En este mayo de 2019 al fin llegó la sentencia: la causa quedó archivada. No había corrupción, prevaricación, ni nada. Todo era legal y correcto, pero por el camino han habido años de desprestigio y difamación y la ruptura política de Somos Alcalá, aparte de la apertura de ojos de algunos compañeros que, antes de Somos Alcalá, lo fueron del 15M (quien escribe nunca ocultó que fue del 15M, como nunca oculté que yo no formaría parte de ningún partido político ni agrupación electoral, pues creo que el sentido del 15M y del individuo libre es otra, pero ese es otro debate). Como sea, Somos Alcalá ahora mismo se define a sí mismo como municipalista, por considerar que sus propuestas son de índole netamente municipal y social, aunque es innegable, aunque no lo admitan en su programa, que su tendencia es de izquierda y asamblearia. En cuanto a Equo, se presentaron en Alcalá en 2011. Yo estuve en aquella presentación y me generaron varios "peros", sin convencerme varios de sus planteamientos. Hoy por hoy no se ha solventado esto. Lo conté y desgrané en
Noticia 991ª. Por otro lado, en un grupo de Facebook llamado Amigos de los Árboles de Alcalá de Henares, se rumoreó por parte de algún participante que había oído a miembros de Equo que no querían árboles en las calles, sino en los jardines y zonas verdes naturales, del mismo modo que otro comentó que el concejal Egido, de Medio Ambiente y miembro que se dijo en 2015 de Ecologistas en Acción, alguna vez dijo que considera los olmos especie invasora por lo que es partidario de que se eliminen de las calles. Llegados a este punto, sería bueno que quedase claro si esos rumores son reales, si de serlo es sólo opinión particular y no de gobierno, y si está afectando o no a decisiones que llevan a talas masivas en las calles complutenses. Luego volveremos sobre el asunto árboles. Sus propuestas en todos los demás campos giran en torno a políticas sociales, para mi gusto en cuestión de empleo se quedan cortos e insuficientes. Sigamos con los grupos que se presentan.
UNIDAS PODEMOS-IZQUIERDA UNIDA (PODEMOS-IU): Narrada de donde viene la división, poco queda que decir de dónde surge. El Podemos actual no cuenta con pesos pesados ya como Suso Abad, que es el segundo de Somos Alcalá. Les lidera Teresa López. El segundo de ellos es David Cobo, un histórico joven de la Historia reciente del Partido Comunista de España (PCE) en Alcalá de Henares y de IU. Está claro que en las disputas de Podemos en Alcalá, al producirse la ruptura entre ellos y luego con Somos Alcalá, la formación de IU en Alcalá de Henares optó por seguir la doctrina de partido que hay a nivel nacional y autonómico para seguir en coalición con entidad propia junto a Podemos, formando lo que se llama Unidas Podemos. Hicieron un buen trabajo todos juntos en Somos Alcalá, pero ya no van de la mano, y esto es quizá lo que más confunda al electorado de izquierda de Alcalá, sobre todo al poco o medianamente informado, que se les escapará muchos datos de todo lo contado y sobre todo cuáles son sus diferencias y postulados. También es verdad que buena parte de ese trabajo juntos lo hicieron los concejales que hoy día pertenecen netamente a lo que en 2019 llamamos Somos Alcalá. Hasta donde a mí me han contado un par de voces directas de Somos Alcalá y algún otro sitio, Somos Alcalá trató de mantener la unidad de 2015, pese a las diferencias, pero Unidas Podemos iniciaron la ruptura y tras esta... las otras. Como sea, sus propuestas y postulados van en consonancia con las ya muy conocidos de Podemos y de IU en torno a aumentar las políticas públicas. Una de las iniciativas que me parecen necesarias es mejorar la comunicación Alcalá-Madrid creando un carril bus-VAO, y a la vez disminuir el precio del abono transporte, o al menos trabajar por ello. No es poco, para los que tenemos trabajos precarios, el B3, que es el abono que nos toca, vale 82€ mensuales, el aumento descomunal fue cosa del PP con Esperanza Aguirre en su día presidiendo la Comunidad. Cobrando sueldos de 800 euros, o quien tenga la fortuna de cobrar ya los 900, quitarle IRPF y estos 82 euros supone una disminución altamente drástica y no se puede ahorrar. Se vive precariamente. El IRPF es necesario pagarlo, pero el abono, ciertamente, debería ser menos lesivo, especialmente para los trabajos precarios que requieren movilidad entre municipios.
LA IZQUIERDA HOY-LOS VERDES (LIH-GMLV): IU Comunidad de Madrid también tuvo su particular ruptura en estos años. Se produjo en el verano de 2015, tras las elecciones. Culparon del fracaso electoral a la decisión de Garzón, secretario general de IU, de ir unidos a Podemos, de ahí el Unidos Podemos de aquella época, hoy: Unidas Podemos. IU Comunidad de Madrid creyó que unirse a Podemos era acercarse a una nueva socialdemocracia y alejarse de los postulados más a la izquierda de IU, normalmente liderados por el PCE. Hicieron duras acusaciones y prácticamente actos de rebelión interna. IU Comunidad de Madrid fue expulsada de IU, al menos una buena parte de sus militantes. Aunque a nivel local en Alcalá IU sigue unida a Podemos, La Izquierda Hoy nace de los expulsados de IU Comunidad de Madrid en 2015. Su programa recoge el clásico programa de IU antes de unirse a Podemos y le aunan el de Los Verdes, que en comicios anteriores (no en 2015) eran cuarta fuerza política. Los Verdes, partido ecologista independiente, estaba integrado en IU hasta que en determinado momento de los 1990 decidieron ir por libre, aunque en algún momento se presentaron con entidad propia junto a IU. Puede que me falle la memoria, pero yo creo que en 2015 iban con Somos Alcalá, puedo errar en esto. Como sea, Los Verdes, otro clásico y veterano de Alcalá, ahora está con La Izquierda Hoy y son los que le aportan todo su programa ecologista, que es bastante amplio y en consonancia con los postulados de los partidos verdes más fuertes del resto de Europa.
MÁS MADRID: Y la siguiente división de la izquierda nos viene importada desde Madrid capital, que la llevó a toda la autonomía y que en realidad tiene parte de sus raíces tanto en las desavenencias entre Errejón e Iglesias en Podemos, como que Ahora Madrid, la agrupación electoral que lidera la alcaldesa Carmena, tuvo un camino de distanciamiento con Podemos no similar al de Somos Alcalá, pero sí con un resultado igual en el que no confluyen. En este caso en Alcalá su líder es María Elena Vaquero. Ya hemos explicado antes las diferencias entre Iglesias y Errejón, y ante el caso de Somos Alcalá como agrupación electoral se puede entender mejor que la orientación de Carmena es también municipalista dentro de este Más Madrid. Ponen el foco en el ciudadano y en la consulta al ciudadano, igual que Somos Alcalá. De hecho uno repasa el programa de Más Madrid para Alcalá y choca que es prácticamente igual que el de Somos Alcalá, por lo que uno desde fuera pudiera pensar que la única razón de ser en Alcalá sea que se quiera reforzar la postura de Errejón frente a Iglesias, o que Carmena y Errejón quieran alimentar una alternativa a Podemos que siempre tenga las puertas abiertas de reentrada en Unidas Podemos que termine haciendo triunfar las tesis de Errejón más moderadas frente a las tesis de Iglesias más cercanas a IU. De verdad que leo su programa, que sí me ha llegado esta vez al buzón, y no le encuentro diferencias al de Somos Alcalá. Eso sí, Más Madrid promete cincuenta mil empleos ecológicos, que no sé muy bien cómo los crearían, la verdad.
CIUDADANOS-PARTIDO DE LA CIUDADANÍA (Cs): No se trata de una confluencia, a pesar de la coletilla de Partido de la Ciudadanía, se trata de eso: sólo es una coletilla, no otro grupo político. No sé, quizá viendo tanta confluencia por ahí querían ponerse apellido. Como sea, Ciudadanos está liderado en Alcalá por Miguel Ángel Lezcano, que ya ha representado a la formación en anteriores encuentros electorales. Precisamente en las anteriores generales de abril superaron en bastante al PP local. Probablemente atrajeron a buena parte de ese electorado conservador. Ciudadanos es un partido netamente liberal, como ya he dicho en otras ocasiones, y por ello sus propuestas giran por ejemplo a promover la creación de suelo industrial, que por otro lado es algo necesario para crear trabajo. En este sentido el PSOE lo que ha dicho es que se propone crear 18.000 empleos con un nuevo plan general de ordenación urbana que aumente el suelo de actividad económica, que no es lo mismo que suelo industrial. De hecho el PSOE en campaña ya ha hablado de crear un nuevo centro comercial, cuando en Alcalá hay saturación de ellos, en Torrejón de Ardoz se está construyendo el más grande de Madrid y el Corte Inglés de Alcalá se ha declarado en quiebra y se ha puesto a la venta. Por otro lado lo más que ha logrado es atraer almacenes de logística, cuya creación de empleo es volátil. En el debate electoral que celebró Cadenar SER el pasado día 20 Lezcano explicó que la industria que él plantea crear es una industria del siglo XXI, que no tiene porqué ser tan contaminante como la vivida en el siglo XX, siendo la industria incluso algo que puede ser tecnológico, aprovechando que está aquí la Universidad de Alcalá, cosa que tambén apoya España 2000 y Podemos-IU, porque la idea no es mala. Como sea, si Ciudadanos vuelve a superar al PP local puede que logre consolidarse los próximos cuatro años como la opción conservadora de los alcalaínos que piensan en esos términos. Por supuesto analizando su programa tiene cuestiones lesivas para las políticas sociales, pero hay que reconocer el discurso de Lezcano en Cadena SER parecía más solvente que el del PP. Pero no olvidemos que la experimentación de recortar horarios de atención sanitaria pública en Alcalá de Henares fue algo votado por PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, a pesar de que Ciudadanos Alcalá twitteara en redes públicas apoyando a los que protestamos contra esa medida,
Noticia 1855ª.
PARTIDO POPULAR (PP): Los democristianos y liberales de siempre. Desprestigiados y en horas bajas desde el nivel estatal hasta el local. Se presentan a las elecciones tras hacer una criba interna, una remodelación y sufrir una crisis particular y local, mientras que en las generales les superó hace un mes Ciudadanos y, posiblemente, el ala más a la derecha de la derecha que son se les fue a Vox. Además han pasado varios años de investigaciones sobre su gestión. Al menos el PP alcalaíno trata de ser menos intransigente en algunas cuestiones que el PP estatal. La ida reciente de Chacón de su liderazgo es el que ha logrado ese giro, pero ha sido tan reciente que no es perceptible. Ellos están liderados ahora por Judith Piquet, chica joven, de mi generación, cuya campaña se ha basado en el cara a cara, ciudadano a ciudadano por las calles del centro de la ciudad. Ellos, para incentivar la creación de empleos apuestan por bajar las cargas fiscales, imagino que se refieren a los empresarios. Pero lo cierto es que fue con el PP de Bartolomé González en el periodo 1995-2003 en el que el suelo industrial comenzó a aumentar su precio hasta alcanzar el precio más caro de la Comunidad de Madrid, y eso sí que auyenta la inversión empresarial. Esto no se corrigió en años posteriores, e incluso parte del suelo industrial pasó a ser vivienda o centro comercial, al margen del inmovilismo del plan general de ordenación urbana porque el gobierno de al Comunidad de Madrid no mueve ficha. Cuando estalló la crisis de 2008 por ahí comenzó la punta de lanza de la deslocalización empresarial en Alcalá y en el Corredor del Henares. Alcalá era la ciudad que más empleo generaba en el Valle del Henares, más que Guadalajara ciudad. Poco a poco algunas empresas decidieron que mejor irse a Azuqueca de Henares, a Meco, a Torrejón de Ardoz, Coslada, San Fernando de Henares... pero en cuanto les mejoraron los precios del suelo industrial y las infraestructuras de todo tipo se fueron a Getafe, a Alcorcón, a Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Fuenlabrada... y el Corredor del Henares pasó a ser punto negro del desempleo en Europa. Alcalá perdió Gal, Poliseda, la mayor parte de Roca y de Fiesta, numerosas medianas y pequeñas empresas, etcétera. Todo eso tiene su origen en lo hecho en el pasado por el PP, que subió ese precio del suelo industrial y que incluso llegó a crear urbanizaciones de semilujo en algunos de estos lugares o barrios de chalets, donde en teoría habría potenciales votantes conservadores. Llama la atención además que en su programa hay numerosas propuestas que cuando gobernaron hicieron justo lo contrario o bien ignoraron hacer algo. Y miedo da su propuesta estrella, en torno al río Henares, del que pareciera que quisieran capitalizarlo como si fuera un producto comercial, pero eso sí: disfrazado de programa social y cívico sobre todo para las familias. Todo ello sólo llevaría a la degradación de una zona verde natural. Sea como sea, Judith Piquet, junto a las candidatas de Somos Alcalá, Podemos-IU y Más Madrid son las primeras mujeres de la Historia alcalaína que se presentan a alcaldesas.
VOX: En 2015 apenas les votaron unas trescientas personas en Alcalá. En las generales de 2019, hace un mes, les votaron catorce mil cuatrocientas. Tal vez buena parte de ellas fueran parte de los cinco mil que en 2015 votó a España 2000 y buena parte del ala más a la derecha del PP. Es evidente que son extrema derecha. Su crecimiento viene arrastrado por la política nacional desde las autonómicas de Andalucía. En esto colaboraron y mucho la prensa generalista y en este caso también la local. Hay quien decía que su presencia en la representación gubernamental se debe a los que se abstienen, que los beneficia por la Ley D'Hont, pero la realidad es que si salen elegidos es porque hay gente que les vota. Comete un error quien para contrarrestar a Vox decide atacar a los que se abstienen, en lugar de contestar a los argumentos de Vox con otros argumentos que de por sí tienen. O quizá no se atreven a señalarles tanto como lo hacen a los abstencionistas. Desde luego los partidos que no tienen papeletas o que no tienen papeletas suficientes en las urnas, por mucha Ley D'Hont que haya, no tienen cabida en los gobiernos. Vox ha apostado fuerte por Alcalá, mandando a varios de sus líderes nacionales a la ciudad. No han sido los únicos, PSOE y Más Madrid, entre otros también lo han hecho, pero el caso de Vox es que lo hace de manera constante. Quizá saben bien que Alcalá fue una de las primeras ciudades en tener concejal de extrema derecha, aunque no era de ellos, sino de España 2000, y quizá quieren pescar tanto en caladero del PP y Ciudadanos como en el de España 2000. Podrían sacar concejales, en plural, pero ya se verá. Desde luego en las generales sacaron más de catorce mil votos, pero en las municipales puede que su imagen y su resultado aleje a otros votantes de derechas o bien que España 2000 le rasque lo que por incomparecencia no le rascó en abril. Su programa es ya archiconocido, ultranacionalista, con el foco puesto en una sociedad con valores claramente masculinos, ultraliberal en lo económico, profranquista, etcétera. A mí en muchas cosas me recuerdan a los carlistas clásicos.
ESPAÑA 2000 (E-2000): Llevan en el gobierno local con un concejal desde las elecciones municipales de 2011, este es su líder: Rafael Ripoll, que por cierto, él y parte de su cúpula se dejó ver esta campaña electoral en un conocido bar de rock de la ciudad donde se estaba dando un concierto. En las elecciones de 2015 casi lograron dos concejales. No fue el caso. Sin embargo España 2000 logró concejales en otros municipios cercanos, como por ejemplo Los Santos de la Humosa. Ellos son conscientes del auge de Vox, y tal vez por ello barajan aumentar sus votos confiados en la experiencia que acumulan en las instituciones y en Alcalá misma. No obstante, Ripoll lleva el Consejo de la Mujer en Alcalá. En este sentido una de sus propuestas es que los autobuses urbanos paren a solicitud de las mujeres que se sientan amenazadas o acosadas, cosa que pudiera tener cierta utilidad por las noches. En todo caso, su principal propuesta la recogen en su lema de campaña: protege esta casa, que anteriormente era: los españoles primero. Obviamente pertenecen al ala de la ultraderecha. Nacionalistas, ultracatólicos, con un peso y programa social que recuerda a las políticas sociales propias de la Falange de décadas anteriores, que ponían su atención en las clases populares y trabajadoras y sus barrios bajo sus propios criterios corporativistas, centran su atención en la defensa de lo que consideran la cultura española frente a cualquier otra, la cual hacen coincidir con valores ultraconservadores. Preocupados por la Historia, bajo su propio modo de entenderla, desean extender su visión a los niños, según su programa, acabar con las casas de apuestas de los barrios, disminuir el Impuesto de Bienes Inmuebles y el de tracción mecánica a las motos, eliminar a los okupas y habitantes de infraviviendas y primar en todo a los nacidos españoles con cultura española, castellana y católica, según se lee en una de sus fotos por redes sociales.
Expuesto ya todos los grupos que se presentan y muy por encima algunas de sus propuestas, pasemos a comentar la jugada del actual gobierno de cara a las elecciones. Como ya he dicho el mejor posicionado es el PSOE. La cosa es que estos cuatro años de gobierno en compañía de Somos Alcalá ha hecho que mucha gente cuando habla del mandato que ya acaba parece que refiere a que el gobierno era prácticamente Somos Alcalá, algunos lo hacen con alabanza y otros con rencor. Puede que sea un efecto de los medos de comunicación achuchando contra Podemos, no obstante mucha gente sigue relacionanado Somos Alcalá con Podemos, es parte del despiste general. Sea como sea, Somos Alcalá ha tenido cabida en el gobierno local y ha tenido un peso importante. No así IU, que aunque en principio estaba en el tripartito, al expulsar a su concejala y esta no renunciar a su acta de concejala, perdieron su movilidad política bien ganada en las urnas. Somos Alcalá, como dije antes, probablemente ha hecho que el PSOE local orientara su política a un gobierno más enfocado a los barrios, a lo social y a las asociaciones. Si nos fijamos en los gobiernos del PSOE que hubo en el pasado en Alcalá, no tendríamos algo tan definido de esta manera quizá desde los primeros años de democracia, con aquel Valenzuela, que fue en el pasado del PCE y luego del PSOE clandestino hasta la legalización de este en 1977, o el gobierno breve de Lope Huerta y buena parte de Florencio Campos, aunque no todo ese periodo. También es cierto que teniendo en cuenta de donde se venía políticamente y que Alcalá había sido republicana desde el principio hasta el final de la República, a poco que se hiciera en aquellos años de la primera mitad de 1980 todo era diferente. Somos Alcalá ha ayudado a que el PSOE local afianzara y focalizara su política y esfuerzo a una política socialdemócrata tal como esta se entiende después de la Segunda Guerra Mundial en Europa, no tanto como se entiende la socialdemocracia previamente. Quizá por eso Somos Alcalá, una vez pasada su crisis interna ya explicada, quiere focalizar su esfuerzo en animar la idea de que ellos hacen política municipalista, intentando escapar de la evidencia de una forma de entender la izquierda y la política social. En este sentido PSOE ahora tendría que hacer una política reclamando que el gobierno lo tenía él al tener la alcaldía y la mayor parte de concejales, pero este es un esfuerzo que no necesita, ya que las divisiones del resto de la izquierda le ahorra quemarse en esas explicaciones. Pero ni que decir tiene que toda decisión del ayuntamiento lleva forzosamente la aprobación y el voto del PSOE y de su alcalde.
En estos cuatro años de gobierno han habido grandes aciertos. El principal de ellos es el menos visible, y en buena parte ha sido gracias a ideas e iniciativas de Somos Alcalá: la disminución de la deuda pública que dejaron los ayuntamientos del PP desde que nos nombraron Patrimonio de la Humanidad. De una deuda de trescientos millones de euros que dejó el PP, y que paralizaba el poder hacer ninguna política porque las empresas a las que se les debía dinero se negaban a hacer cambios o esfuerzo alguno mientras no les saldaran lo que se les debía, o al menos una buena parte (hablamos por ejemplo de las empresas de limpieza y de transporte público), se pasó a una deuda inferior a los ciento sesenta millones de euros. Eso no lo logra cualquiera. Se ha repetido esta situación en otras ciudades donde han gobernado agrupaciones electorales, como Madrid, Barcelona o Cádiz. ¿Recortes en las políticas públicas? No, o no tanto. Una gestión más eficiente tendiendo a las soluciones más baratas, prescindiendo de lo que no era necesario, pero siempre gastando en lo social, y recurriendo a las agrupaciones y asociaciones de ciudadanos, por ejemplo en lo artístico, para sacar adelante muchas iniciativas, lo que, ese uso de voluntarios, sí podría poner un "pero" en cuanto al valor del trabajo. Sin embargo todo ha funcionado bien. Lo cultural ha mejorado mucho, si bien es cierto que se ha abusado mucho de grupos alcalaínos, que si bien deben tener siempre cabida, no deben ser los únicos protagonistas, pues eso nos transforma en una isla aislada de otros creadores y artistas que antes llegaban con más frecuencia, y además nos hace caer en un autoconsumo que puede llegar a cansar en algunos momentos. Hasta ahora ha funcionado, eso sí. Otra forma ha sido la participación de empresas para su propia promoción, así por ejemplo se recuperaron los fuegos artificiales con dinero conseguido por esa vía, o El Corte Inglés invirtió en restaurar el kiosko de la Plaza de Cervantes, o bien se instalaron paneles para poner carteles de propaganda que si bien transforman nuestras vías públicas en objeto de mercadeo privado, ha sido una fuente de ingresos al ayuntamiento. Bien es cierto que el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) es excesivamente elevado. Eso lo explicó bien el alcalde, Javier Rodríguez, en 2018 cuando se cumplió el 20º aniversario de nombramiento de Patrimonio de la Humanidad. Las ciudades con ese título tienen la obligación legal de realizar determinadas políticas culturales y de mantener el patrimonio, sin embargo el Estado nunca ha creado partidas presupuestarias para ellas con este propósito, por lo que las ciudades españoles patrimonio de la Humanidad recurren a buscar incrementar sus ingresos para hacer esas políticas elevando el único que claramente controlan, el IBI. Quizá queda pendiente presionar al Estado para pedir partidas presupuestarias para esto y aliviar así el IBI. De otro modo el Patrimonio de la Humanidad es una bendición y una maldición a la vez para unos vecinos que, por otra parte, no ven aumentados sus ingresos en general con tal denominación, aunque sí ven hinchado su orgullo y amor propio.
Recordemos que en 2015-2016 una iniciativa de Somos Alcalá fue crear una moneda social que en realidad no llevaba a ningún lugar, aunque se planteaba como solución a la población más desfavorecida. Otra solución de por entonces fue potenciar los huertos urbanos que ya la Universidad de Alcalá había ensayado. Entre asociaciones de vecinos, otras asociaciones, vecinos particulares y demás, estos huertos urbanos han salido adelante, aunque desde luego no son una solución al desempleo, ni una alternativa al mismo. Sin embargo son un éxito en otros ámbitos ecologistas, de consumo, de aprendizaje, de retorno a la tierra, de civismo, etcétera.
La cosa es que el tema del trabajo es un tema que desde algo antes de la crisis económica castiga a Alcalá, como expliqué antes. Ningún gobierno local ha sabido hacer bien los deberes e incluso se han perdido oportunidades. Sólo se puede hablar de suspenso en esta materia a todos. La Comunidad de Madrid no ha colaborado mucho tampoco. No es extraño que todos los grupos propongan sus ideas en esta materia y que varios coincidan en la necesidad de recuperar terreno industrial, o como lo llama el PSOE terreno de actividad económica. Ahí está la clave, ¿qué actividad económica? Se necesita empleo de calidad más allá del turismo. En 2007 teníamos 210.000 habitantes, más o menos, desde 2008 hemos perdido población y empresas y hemos bajado a unos 200.000. A pesar de que el PSOE dice haber generado empleos, esto es algo que si bien en cifras se puede ver así, en las características de esos empleos es algo ilusorio. Se necesita crear empleo y también que este sea de calidad. Un empleo que no te da para pagar todas tus facturas no es un buen empleo. Un empleo que es de corta duración no es buen empleo. Un empleo estacional y dependiente del turismo que sólo beneficia a unos pocos negocios concentrados en el centro de la ciudad tampoco es buen empleo. Tiene cabida, por supuesto, pero se necesita trabajo estable y bien pagado. Y sí, teniendo aquí tantos investigadores en la Universidad, bien pudiera venir empresas atraídas por los posibles sectores que se podrían desarrollar. Y sí, se podría crear innumerable empleo verde. Prefiero mil veces un ejército de jardineros y de separadores de basura, por ejemplo, que un ejército de constructores. La casa se construye y se acabó, agotando el suelo, las zonas verdes pueden perdurar por siempre necesitadas de cuidadores. Pero quien habla de empleo verde habla también de trabajos más complejos que el de jardinero.
Somos Alcalá tenía la concejalía de Medio Ambiente y dice haber plantado 28.000 árboles repartidos entre zonas verdes naturales, jardines y calles, y dice que ha talado menos árboles de los que ha plantado. Sin embargo las talas se han acrecentado en los dos últimos meses de tal manera que de seguir a ese ritmo en breve se tendrían calles sin árboles. Un concejal de Somos me confesaba en privado que el error fue no reponer el árbol en los alcorques. De hecho hay alcorques que se taparon. La tala de más de 30 árboles en el arboreto de avenida de Reyes Católicos hace un mes, seguida de montones de talas masivas en otros puntos, hizo que al final un gran número de vecinos se organizara en el grupo Amigos de los Árboles de Alcalá, donde yo mismo he contribuido. Entre las voces presentes hay arquitectos, libreros, historiadores, gente de leyes, gente de medio ambiente, entre otros. Se han aportado ideas y leyes y manuales e información de todo tipo. Desde que el problema de que las raíces entren en las tuberías es porque en las averías estas se arreglaron reponiendo tramos de tubo, en lugar de crear encamisados, a otras cuestiones técnicas. Incluso Ezequiel, un histórico de Ecologistas en Acción intervino. Se ha tratado de todo tipo de cosas a varios niveles. Para bien o para mal. Pero desde el principio se ha observado al grupo como grupo con oscuros y encubiertos intereses políticos para derribar y atacar a Somos Alcalá o Egido, el concejal. Por más que se les ha dicho que no y se les ha explicado que se es consciente de que el problema viene de muchos mandatos atrás, adentrados en los 1990 (Ezequiel se remonta a 1987), la acusación es constante. De ahí se ha pasado al desprestigio, a la difamación, al si no estás conmigo estás contra mí, a la falsa acusación, a los evidentes falsos perfiles de los que preferimos hacer como que no nos damos cuenta para que pueda seguir el diálogo pero que son perfiles creados para defender sí o sí todo lo hecho sin autocrítica y de paso arremetiendo contra el que discrepe, a la misteriosa desaparición de un mensaje crítico con el grupo del que nadie asume su borrado, a la politización por parte de algunos participantes de uno y otro lado, a la participación a título personal de gente que muy evidentemente participan a título de su partido que, lo asuman o no, muchos sabemos cuáles son, en fin, un cansancio grande con todo lo ocurrido. Y sin embargo el grupo sólo pretendía llamar la atención sobre algo que ocurre desde hace mucho y que queremos que deje de ocurrir. Se señaló las causas de las talas, como por ejemplo las podas salvajes y a destiempo que ayudan a enfermar a los árboles, los arrancados de raíces en las obras, el no contemplar la posibilidad de agrandar alcorques, de recuperar alcorques, de replantar o de remover ubicaciones. Etcétera. No es esta la entrada adecuada para reproducir y hablar de todo lo que se ha comentado, pero algo ha debido influir, pues de repente las talas se ralentizaron, las podas dejaron de ser salvajes y Somos Alcalá ha salido a la palestra con su concejal al frente para anunciar por todos los medios de comunicación que es el ayuntamiento que más árboles ha plantado, sin autocrítica y a pesar que desde el grupo hubo quienes analizando sus datos le dieron unos cuantos "peros" que se han quedado sin respuesta. El arbolado urbano es necesario en las calles, no sólo en jardines y zonas verdes naturales, el cambio climático lo reclama, y pronto la Unión Europea. Ahora Somos Alcalá promete plantar cien mil árboles si salen elegidos. Al margen de la cifra que dicen, está claro que hay algo que se ha removido por dentro. Queda pendiente también que todo árbol plantado sea cuidado y conservado para que no se seque ni tronche, que se reponga aunque sea con otra especie los talados, y que se cuide de no perjudicar a los ya existentes. Las leyes además así lo exige. Tengamos en cuenta además que el ayuntamiento ha alegado que toda tala (apeo, dicen ellos) está justificadísima con informes técnicos, sin embargo, cuando compareció Egido para hablar del tema anunció la paralización de la tala de cuatro árboles de la Puerta de los Mártires por la que se manifestaron en contra varios vecinos, dijo que pidió segundos informes y estos contradecían los primeros que aconsejaban inevitable la tala. O sea, si esto se ha producido con un caso mediático, ¿quién asegura que todos los informes de tala eran irrevocables? El propio Egido, al reconocer que segundos informes paraban la tala, segundos informes que pidió por la manifestación de la gente, viene a reconocer con esa acción, aunque no lo sepa, que justo lo que se ha criticado tiene razones de poder ser cierto, o sea: talas no justificables porque no se han agotado todas las posibilidades. Si un informe no llevaba razón y no se supo hasta que los vecinos no se movilizaron y el concejal decidió pedir segundos informes, ¿cuántos otros informes que se hicieron efectivos estaban equivocados? Y ante esto, ¿por qué no hay autocrítica? De verdad que no hay nada ni contra Egido ni contra el gobierno actual, sólo que en este punto del arbolado hay diferencia de criterio sobre cómo se lleva este asunto. No se le quita mérito a la repoblación en jardines y zonas verdes naturales, pero el arbolado de las calles cumple unas funciones ecológicas y sociales vitales y no sustituibles. Un árbol adulto además, cumple funciones que un árbol joven no.
Como política verde precisamente se está instalando en Alcalá una empresa de generación de energía por biomasa. Combinará la luz solar con el uso de biomasa proveniente, según dice la empresa, de las podas y talas municipales, que cifran en cuarenta mil toneladas anuales. Esto ha hecho levantar sospechas acerca del gran número de podas y talas de este año. Se supone que la empresa debe empezar a funcionar en noviembre. Dará electricidad a cien mil vecinos y varias instituciones municipales. Por ello mismo se plantea la necesidad de que haya controles de calidad de los informes. ¿Quién vigila al vigilante? Puede que esté todo hecho bien, pero se debe garantizar que no se exageran los informes o no se da la solución fácil de la tala por parte de nadie. La transparencia es algo sano en democracia, no es un ataque a nadie. Sólo es una petición de garantías democráticas. Por supuesto estamos de acuerdo con energías limpias, lo más limpias posibles, que además las reclama la Unión Europea para las grandes ciudades. Dentro de eso se necesita que todo se haga bien.
Otro hito que se anota el actual gobierno PSOE-Somos Alcalá en política verde es la recuperación de parques como el Parque Madariaga, el Magallanes, el De la Duquesa. Sin embargo estos espacios, donde han agrandado las zonas infantiles y han puesto zonas caninas (no exentas de relativa controversia por parte de dueños de perros y de padres de niños, mientras que los ciudadanos sin perros ni niños simplemente es como si no asistiéramos a los parques), han visto empedrados o suelos de aglomerados de graba. Que sigue la lógica de la remodelación del Huerto de los Leones, hoy mal llamado Jardín de las Palabras a la espera de recuperar su nombre, cosa que se hizo con el PP en el gobierno, o, más allá, con el parque de Sementales. O bien también con el uso y abuso de adoquines y asfaltados con el Plan E de 2009-2010 que venía a "salvarnos" de la crisis falsamente. Se eliminaron numerosas zonas terrosas y a veces verdes, y se taparon alcorques con piedras estando incluso el árbol vivo. Eso cuando no se talaba el árbol alegando que levantaba la acera pero luego no arreglaban la acera, por lo que era mera excusa de tala, pues el peligro viandante pervivía. La cosa es que empezando por esto último, los adoquines dificultan el filtrado de agua a los árboles. Y siguiendo por el otro aspecto, adoquinar y asfaltar zonas de tierra o dónde hubo vegetación (pongamos por caso arbustos decorativos eliminados para crear rotondas como en la calle Alfonso de Alcalá en sus dos extremos), no es algo ecológico. Es altamente antiecológico, y ya no sólo porque se elimine vegetación donde la haya o se la asfixie, lo que llevará a su enfermedad y tala. Lo es porque al eliminar las zonas de tierra en tiempos de calor este no se absorbe y se hace un efecto sartén que recalienta el ambiente. Mucho ciudadano se verá en la necesidad de encontrar equipos eléctricos y se disparará el consumo eléctrico, lo que a la vez aumentará la contaminación,lo que a la vez recalentará el planeta, lo que a la vez ayudará al efecto sartén de nuestras calles. Pero esto, que así dicho pudiera parecer una tontería, puede completarse con algo mucho más evidente. El uso de adoquines requiere explotar canteras, cementeras y graveras. Hay municipios y montes enteros que han cambiado su fisionomía a base de extraer sus piedras. Al hacerlo se han destruido habitats y nichos ecológicos de flora y fauna al completo. El abuso del adoquín es de lo más antiecológico que hay dentro de las prácticas que parecieran no serlo. No crea una ciudad amable, ni tampoco bonita, ni natural, y ayuda a arrastrar a otros lugares en su destrucción ecológica. Una calle adoquinada era un monte con filón de piedra.
La recuperación de algunos kioskos de bebida y comida en parques como el O'Donnell o el de calle Núñez de Guzmán por otro lado ha hecho que recorten parte de la zona verde para poder instalar un terreno para el uso privado del dueño del bar. A todo esto PSOE-Somos Alcalá están satisfechos porque se ha hecho todo con la recuperación de una colaboración fluida con las Asociaciones de Vecinos o con otras, como el CAJE, pero estas asociaciones, por mera cuestión numérica de sus participantes, no son representantes de todos los vecinos, ni cuentan con la opinión de todos los vecinos. En pleno siglo XXI cabe replantearse los múltiples medios posibles que ofrece, tanto desde el pasado como desde el presente, otras vías para conocer lo que realmente quieren los vecinos, y no lo que sin ser elegidos se erigen en su voz, por muy buenas ideas o intenciones que tengan. No hay mejor idea ni voz que las propias, no el de aquella persona que sin consultarte se considera tu voz, independientemente de que se esté luego de acuerdo o no con lo aportado, porque ahí está la cuestión, en ese "luego", que implica un estar de acuerdo o en desacuerdo con posterioridad a los hechos consumados, porque nadie te preguntó con anterioridad.
Por otro lado tenemos el cierre del vertedero de la Mancomunidad Este de Madrid, que durante bastantes años ha acogido Alcalá de Henares. Teóricamente se cumplía la fecha en 2018-2019 para su cierre y el traslado a otro lugar, a otro término municipal que se ofreciera. En su momento hubo quien se ofreció, pero con su prpio cambio de gobierno negó el ofrecimiento. La fecha se cumplió y la Comunidad de Madrid más que mediar en el conflicto lo azuzó, tratando de implicar por medio a Madrid capital por interés político de perjudicar el PP a Ahora Madrid. Javier Rodríguez, el alcalde de Alcalá y presidente de la Macomunidad Este, vio como se aplazó la fecha de cierre, pero está seguro de lograrlo en breve con nuevo gobierno previsible en la Comunidad. Su plan de futuro a medio y largo plazo es crear una zona verde en el espacio del vertedero. Como sea, entre medias se debería planificar comederos para las cigüeñas, gaviotas y otras aves, cosa que no parezca que esté entre los principales debates de este asunto. Sea como sea, a todo esto, Somos Alcalá promete el intento de crear residuos cero mediante otro nuevo contenedor de basura que vaya al compostaje. Este tema de la basura quizá es uno de los temas más delicados y complejos de resolver en los próximos cuatro años.
Volviendo a la Unión Europea, es precisamente la Unión Europea y el Acuerdo de París los que imponen que las grandes ciudades disminuyan la contaminación de sus núcleos. En ese sentido está ocurriendo la peatonalización de multitud de ciudades. A pesar de las críticas recibidas por Madrid o por Alcalá, la verdad es que da igual quien gobernara, tarde o temprano se tendría que peatonalizar. Hay quien ha querido hacer la comparativa con la peatonalización del PSOE en 1999-2003, pero no es tanto así. Esta vez es algo más planificado y además, obligado, por la UE y por la urgencia del cambio climático. PSOE y Somos Alcalá dicen que lo expandirá a la Plaza de Santos Niños. En general estas medidas han sido aplaudidas.
En detrimento se han perdido aparcamientos en distrito centro, porque se peatonalizó sin crear aparcamientos alternativos. Eso ha desplazado los aparcamientos a los barrios colindantes y estos a los suyos respectivos. Hay problemas de aparcamiento y todos los grupos prometen aparcamientos. En realidad, si queremos combatir el cambio climático, lo que hay es un exceso de automóviles. La cuestión es, ¿a costa de qué planean hacerlo? ¿Perderemos más zona verde? ¿Árboles? ¿Zonas peatonales?
Y aquí llegamos a las rotondas. En los dos últimos meses rotondas y talas. Es innegable que el número de rotondas que se están construyendo son excesivas. Dicen que ayudan a fluir el tráfico. Muchos conductores están contentos, pero a la vez otros tantos señalan como los peatones que son excesivas y algunas innecesarias. De hecho en alguna los autobuses tienen problemas para girar y se adentran en las aceras. En otras optan por girar en sentido contrario a la rotonda. Cada rotonda resta espacio a zona peatonal. Cada rotonda es una reafirmación de la ciudad del automóvil, que es algo contrario a la ciudad verde y ecológica. El coche lo tiene más fácil para circular, el peatón debe prolongar en curva su trayecto. Y como ciclista de reparto de prensa mensual aseguro que nunca antes he tenido tantísimas posibilidades de ser arrollado por los coches como en los dos últimos meses. En algún caso ha habido serio riesgo para acabar fatídicamente. No me gusta este modelo de ciudad de la rotonda.
Luego tenemos el asunto de la reforma de las líneas de autobús. Ya escribí sobre ello en la
Noticia 1856ª, fui crítico entonces. Me remito a aquel escrito. Se quería una línea circular, no la reforma de todas las líneas y el fin de algunos trayectos. Se aisló algunos barrios. Pero en fin, esto es algo que los ciudadanos con su uso diario pueden darse cuenta por sí sólos. Yo me reafirmo en lo que escribí, tres meses después habiendo usado más el transporte público reformado. Hablé con uno de los concejales, amigo personal, y él sostiene lo contrario, es legítimo. Lo que me llamó la atención es que otros simpatizantes y miembros de Somos Alcalá se me acercaron en diferentes días y me hablaron de lo que escribí, todos afirmaban que ahora se tarda menos y todos me citaban que tardaron diez minutos en llegar a tal sitio. Vayan donde vayan los miembros de Somos Alcalá en autobús tardan diez minutos, eso lo tengo claro. Debo ser el único ciudadano que tomando el autobús unas veces tardo un tiempo y otras veces otros. El Consorcio de Transporte dice que la circular tarda noventa minutos en dar la vuelta, no sé cómo cuadra eso con los diez minutos de algunas de las amistades que se me acercaron. Dicho con humor y cariño. De Nuestra Señora de Belén a los Cines Cuadernillos tardé cuarenta y cinco minutos. A ver, que las líneas pueden tener ahora otras ventajas, aunque me reafirme en lo que escribí en la Noticia 1856ª, pero algo de autocrítica y humildad no viene mal... y por favor, quiero el secreto temporal donde todo trayecto hace que dure diez minutos. Cada vez que algún amigo se me acercaba para hablarme de esto sabía que diría que había ido de tal a cual en diez minutos, era matemático, ocurría. Yo no decía nada, sonreía para mi adentro. Me parece algo simpático. En todo caso, el cambio de las rutas se hizo por el ahorro y pago de la deuda.
Otra cosa lograda con el pago de la deuda es la renovación de los cubos de basura. Sin embargo la UCO puso a Alcalá en el tercer lugar de ciudades más sucias de España. Recuerdo cuando en 2015 se le dijo a Egido en prensa local que Alcalá olía a pises y él defendió que era cosa de la depuradora. Era y sigue siendo evidente el olor a pis en bastantes calles y las evidentes manchas de meado que es meado humano en esquinas típicamente de meado de borracho. En el Polígono Puerta de Madrid, en Nuestra Señora de Belén y el Juncal, por citar un cuadrante, se acumula la basura durante días y días. En las calles principales se ve a los barrenderos, a veces, en las pequeñas puede pasar una semana o dos sin limpieza, y dentro del Polígono Puerta de Madrid, el Lianchi, la basura puede ser de acumulación quincenal. Y también es evidente paseando que los contenedores de basura comprados son pequeños y que muchos vecinos tienen que dejar su basura al lado del contenedor. Además el plástico es más débil que el de los otros contenedores y algunos ya están rotos. La autocrítica no es mala y la crítica no es necesariamente un ataque, es algo que contribuye a buscar y encontrar soluciones.
Pero es cierto que se han hecho muchas cosas bien, empezando por el pago de la deuda y continuando porque por primera vez se invierta en los barrios y no sólo en el centro de la ciudad. Hay además mucha política social. Ha habido hasta un millón de euros en Servicios Sociales. Se ha trabajado para evitar desahucios e intermediar en vivienda. Se han creado áreas caninas. Se ha creado un portal de participación ciudadana donde todo ciudadano con acceso a Internet puede opinar y ayudar a decidir sobre políticas y presupuestos, que fue una gran apuesta de Somos Alcalá. Se ha abierto la administración electrónica. Se ha recuperado parte de la memoria histórica de la ciudad, cosa esta última por la que trabajó especialmente el PSOE e IU.
Y en fin, este es el panorama a veinticuatro horas de que se cierre la campaña electoral, empiece la jornada de reflexión y después se vote. Saludos y que la cerveza os acompañe.