sábado, marzo 08, 2025

NOTICIA 2377ª DESDE EL BAR: LOS LIBROS, COMENTADOS, QUE LEÍ EN 2020-2024 (adulto, primera mitad de cuarentena, 5 de 5, último)

He pasado la semana muy ocupado revisando, maquetando y haciendo una sesión de fotos para una portada de mi nueva novela, que ya he registrado y mandado a imprenta. Si hay suerte, estará para la feria del Libro Nuevo. De momento, ahora sí, la quina y última parte de este serial. Ya a partir de cada inicio de año pondré los destacados junto a la lista completa de libros, pues ya hemos alcanzado ese punto. Os dejo con esta quinta entrega de esta parte del serial.

2024: 45 años.

Leí 48 libros, de los cuales 18 eran novelas gráficas, de estas una de ellas estaba repartida en 2 volúmenes, y otra contenía en realidad dos relatos diferentes en un volumen, por lo que se podría considerar que eran 19 novelas gráficas y por tanto 49 libros. Este año existe esa relatividad.

Fue un año muy difícil. Como conté en la anterior entrega, traía ya una serie de problemas. Los económicos en concreto empeoraron cuando fui al paro al comienzo de año y el paro se prolongo hasta mediado el año, hasta casi el final de agosto. Había agotado mi primer periodo de cotización del paro, pero como no tuve ningún trabajo al agotarlo, no me pagaron el segundo periodo cotizado, no hasta que no tuviera algún trabajo y, sólo si volvía al paro. La comunidad de vecinos aumentó por doce meses la cuota por una derrama especial que aún pagamos y mi gata entró ya en una fase de problemas cada vez mayores, por lo que hubo un periodo largo del paro que lo usé en estar sólo con ella atendiéndola. Gasté todo el dinero que pude, que no es todo el dinero que se tiene, porque hay que ser conscientes que tenía poco y que esto se ha de medir en cifras porcentuales, que no en totales, pues es lo porcentual lo que te da el dato real de la vicisitud. Murió el 8 de mayo con 19 años de edad, en mi casa conmigo. En mi cumpleaños vinieron unos amigos a casa porque yo estaba cuidando a mi gata y les invité a algo en el bar de abajo de mi casa, pero lo cierto es que le pedí a la amiga con la que aún nos guardamos la costumbre de regalarnos cada año algo, que este año sólo podría regalarle algo simbólico y que no me regalara nada, o que fuera simbólico. Insistió en regalarme algo y le pedí comida. Una pareja muy amiga quiso regalarme algo también ese año, quizá por lo que estaba pasando con Reina y cómo me veían. Y les pedí comida. Lo hago público por aquí, no me importa. No me da vergüenza, aunque entonces lo sabían menos de los dedos de media mano, justo los que realmente más contacto desean tener. La vergüenza debería estar en el otro bando, en el de los que creen que no eres persona, sino instrumento para generar dinero para sí mismos. Prácticamente alcancé la ruina. Estaba ya a punto, a un mes, tal vez, dos quizá. Me quedé recluido en mi barrio y mi calle. Y no lo niego, bajé mucho a los bares de mi calle, porque también necesitaba ver gente, gente que no le importe si mi capacidad es mucha o poca, o no le importe que sea el bar del barrio y no un caro bar del centro ciudad, cada vez más pensando en los turistas y menos en las personas. Cuando salí al centro, porque lo necesitaba, hubo, una vez más, quien creyó que estaba de juergas siempre, pero no era así. No es así. No pude firmar Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco en la Feria del Libro Nuevo tampoco en ese año, porque en esas fechas Reina ya estaba muy mal y muy necesitada de ayuda. Tampoco estuvo en el encuentro sobre el mundo del cómic que se celebra en Quadernillos, aunque lo presenté en diciembre de 2023, no contestaron y me reiteré en enero, contestaron hacia marzo que no, pero más elegante. Desconozco sus razones, aunque sé que ese año, parece ser, querían muchas voces famosas, aunque se supone que la idea original era dar cabida principalmente a los independientes y menos conocidos. Ese libro parece que está marcado desde el principio. Ni siquiera he visto aún nada de los derechos. Y sin embargo me gusta que la gente lo compre, lo lea, que sea referencia, porque hay mucho mío ahí y porque aporta novedades y porque ayuda a conocer mejor el siglo XX español, la censura y lo que fue la dictadura y hasta la Transición. Hacia finales de agosto me dieron un contrato muy excesivamente breve, pero le siguió otro  y otro, y ahora he encadenado varios y he recuperado. Tengo poco, pero lo que tengo lo tengo y vivo con lo tengo. Ahora puedo hacer alguna cosa más, como ir al cine o arriesgar en la nueva novela. Desatasqué la nueva novela, Los pasos del ayer, en un bar del barrio en agosto, tras acumular varias experiencias, y la acabé en agosto, pero luego, a la hora de revisar volví a parar, sumido por un exceso de bares de mi calle y cervezas, arropado por el afecto de algunos vecinos. Entre medias separé varias peleas de bar chungas y hasta traje a casa a una mujer de mi barrio e hijos suyos con unos problemas, hasta que los arregló y volvió a su casa. Sólo fue solidaridad y ayuda, no piense mal el lector, no hubo más que acogimiento. Ni siquiera le cobré por estar en casa, no más allá que compartir los gastos de la mitad del gasto eléctrico, agua y ya, hasta le compartía de lo que compraba de comida si quería usar. Dos meses y medio fue aquello. Una vez más, de esto sólo supieron los dedos de una mano, y menos, justo las personas que realmente sí quieren saber de uno en el día a día. No se lo conté si quiera a mis amigos más antiguos hasta las Navidades. Leer cómic, como en 2024, era un gusto, pero también una necesidad de algo ligero para evadirme. Pero también necesitaba leer cosas que no fueran tantos autores alcalaínos. Ahora es 2025, y todo va un poco mejor.

Patria (Fernando Aramburu, 2016): Fue uno de los dos libros que destaqué en la Noticia 2365ª de entre las lecturas del año pasado. Me ocupó su lectura el verano. Es verdad lo que un amigo mío me comentó sobre su lectura de Patria por él, tiene algunas partes repetitivas que hacen que se le haga largo el libro. Lamento que otras muchas amistades y algunos conocidos, al decirles que leí o leía el libro, me remitieran a su visionado de la serie de televisión que le hicieron, salvo algunos casos que aplaudían la lectura, la cual ellos mismos recomendaban (en este caso, especialmente las amigas). Cuando salió el libro en 2016 yo había leído de él en el diario El País, y me llamó mucho la atención que fuese una de las primeras novelas que ya hablaba abiertamente de la banda terrorista ETA desde una historia de ficción, y que lo hiciera con éxito. No es la primera, pero sí ha marcado posiblemente un antes y un después. No niego que también leí en prensa la crítica que le hicieron varias personas de la sociedad vasca, que niegan que la realidad de la presión del nacionalismo y el terrorismo fuera como narra el autor en los pueblos pequeños. Sea como sea, no me lo pude comprar en su día porque me resultaba muy caro para mi debilidad económica. Creo que fue a finales de 2023 o comienzos de 2024 que encontré en la Papelería Ana donde suelo comprar prensa un ejemplar en tapa blanda, de bolsillo, barato, y más o menos elegante. Y lo compré. Su lectura me fue muy rápida y entretenida, si bien tardé mucho en acabarlo porque la degeneración de la salud de mi gata y el desempleo me llevó a un abotargamiento en mi estado de ánimo que me impedía leer algunos textos de prosa, tales como los de la novela, pero lo reanudé tras la muerte y, aún a pesar de estar mal también por la falta de trabajo e ingresos, cosa que también me frenaba emocionalmente, lo leí ya del tirón en lo que me quedaba, ya entrado el comienzo del verano, pasada la primavera en el que lo empecé. Leí en mi casa, en mi terraza, en mi salón, en mi cama, en algún trayecto... Me parece un libro muy bien escrito, donde incluso las partes repetitivas que decía mi amigo me resultan necesarias no sólo para narrar, sino para dibujar con trazo profundo las obsesiones de los pensamientos de los personajes. Está a caballo entre las novelas de los Episodios nacionales de Galdós, la conversación abierta entre la viuda y el difunto de Cinco horas con Mario de Delibes, y la tensión que mueve el libro del misterio de un secreto que todo el mundo conoce a voces de Crónica de una muerte anunciada de García Márquez. La viuda de un empresario asesinado por ETA regresa a su pueblo cuando ETA anuncia el final de la lucha armada. Allí va a ver la tumba de su marido cada día y le habla de sus recuerdos y sus resquemores con la gente del pueblo en torno a su asesinato. Repasa su propia historia desde la década de 1960 hasta 2017, aunque de un modo no diacrónico, sino que da saltos hacia adelante y atrás en el tiempo, dando naturalidad a lo que es el pensamiento humano. Entre tanto aparecen también su hija y su hijo, con sus parejas y descendientes y ellos también piensan en primera persona. Y así también la familia de los asesinos del marido y otras personas del pueblo. Entre todos se construye el relato. Entre víctimas y entre gente del entorno tanto netamente nacionalista, que puede ser víctima también, como del entorno independentista de ETA. Creo que es un buen dibujo, y reconozco de mi juventud algunas de las cosas que se narran de las décadas de 1980 en adelante. Aunque mi juventud es de Alcalá de Henares. Creo que hay un buen estudio psicológico detrás de esta obra y creo que en parte la quería tener porque creo que es una de las obras clásicas ya de la literatura española del siglo XXI y quería leer por donde anda nuestra prosa. Es un libro bastante experimental, pero a la vez es un libro que se puede leer convencionalmente. Buen libro.

Solaris (Stanislaw Lem, 1961): Fue el otro de los dos libros que destaqué en la Noticia 2365ª de entre las lecturas del año pasado. Sobre 2016 encontré una edición actual de este libro en el bar y librería desaparecidos El Laboratorio. Cuando ya cerraban para siempre quise comprarlo, pero Zia Mei me lo regaló. Lo mantuve pendiente de lectura, sin que surgiera el momento concreto hasta que, por razones que desconozco, unos meses después de la muerte de mi gata Reina, ya con un trabajo de nuevo, me volvió a llamar poderosamente la atención verlo en mi estantería y me dio un deseo de leerlo muy irrefrenable. No he visto la película y sé que Lem es uno de los clásicos de la ciencia ficción del siglo XX. Exiliado de su Polonia natal al huir del bloque soviético, refugiado y nacionalizado en Estados Unidos, algunas de sus obras revolucionaron el panorama de los relatos de ficción espaciales, tanto como que otras fueron censuradas en la Unión Soviética. Ya en otro año había hablado de que leí de él Ciberiada. Zia Mei me había recomendado leer el libro Solaris sin contarme nada, y creo que mi amigo Paco y algún otro también me habían hablado de la obra sin desvelar nada. Creo que es exactamente lo que hay que hacer. Afrontarlo tal cual te viene, descubriendo cada página. Me apasionó leerlo. No podía dejar de leerlo. Llegué incluso a enlazar en mi mente alguna cuestión de la película y libro 2010, odisea dos, pero evidentemente esta obra de Lem es anterior a esa historia, y es más perfecta. Un científico psicólogo y neurólogo es trasportado al planeta Solaris para ser sumado a un equipo de otros tres científicos que ya trabajan allí. En el momento de su llegada sabe que uno de ellos acaba de fallecer en circunstancias no claras. A partir de esta base empiezan a ocurrir una serie de sucesos extraños que alterarán las mentes de todos. El libro te invita a pensar de manera incluso metafísica más allá del relato entre la ciencia ficción, el misterio, el terror y la aventura. Se infiltra a veces en reflexiones psicológicas y oníricas de la mente humana. Es verdad que tiene partes donde el autor a veces reflexiona ampliamente de ciencia desde la metafísica y las une la una a la otra, creando una sensación al lector de lentitud en la lectura, de algo de pesadez, pero son partes que no sobran, pues van creando el universo, o la comprensión del universo, en el que los protagonistas están sumergidos para bien o para mal y que ellos mismos no entienden. Hacia final de año, recomendé este libro a un amigo de bar de los tiempos de mi adolescencia que me encontré casualmente en la librería Domiduca. Es una lectura que recomendaría ampliamente, especialmente a los que buscan del relato algo más, algo que les dé de comer también a abrir sus mentes a nuevas reflexiones sobre el mundo y la forma de ser en él. La vida, la ultravida, el ser, o el no ser.

Las aventuras de Max Fridman: ¡No pasarán! (Vittorio Giardino, 1999): Fue la novela gráfica que destaqué en la Noticia 2365ª de entre las lecturas del año pasado. En diciembre de 2022, a raíz de una conferencia sobre Corto Maltés en la Universidad de Alcalá, publiqué una entrada en esta bitácora (Noticia 2185ª) donde mencionaba que Vittorio Giardino había llegado a crear una página de su personaje Max Fridman donde este periodista y espía llega a ver el fusilamiento de Corto Maltés en España. La página es inédita, aunque se ha publicado en medios de comunicación, y la historia también. Sin embargo, eso me llevó esas Navidades a pedir en Alcalá Cómics la novela gráfica ¡No pasarán!, donde se narra el paso de Fridman por la guerra civil española. En realidad se narra su paso hacia mediada la guerra, porque en los otros cómic de Fridman, Rapsodia húngara y La puerta de Oriente, hay referencias de Fridman en la guerra española hacia los inicios de esta, cosa que también se menciona en ¡No pasarán! A lo largo de 2023 retuve la lectura, aún estando muy interesado en hacerla, y me dediqué a buscar las ediciones descatalogadas de las otras dos aventuras citadas, que encontré, pero no a buen precio. Fue en 2024 que Norma Editorial hizo una reedición de esas otras dos novelas en un sólo volumen y las compré en Librería Diógenes. He leído las tres novelas gráficas este año. Son impecables. No sólo es el trazo fino y preciso de la década de 1980 de Giardino, es también todo un conjunto de documentación visual, espacial e histórico que se ve en muy pocos autores cada cierto tiempo. Todos los detalles de la década de 1930 están plasmados hasta en el más mínimo objeto. La precisión de los hechos históricos en cada ciudad, el estudio social de los personajes, los guiones llenos de intriga de espías de la buena, todo ello hace de este autor italiano uno de los autores referentes del cómic europeo. Se pueden leer otras historias suyas de corte erótico, pero incluso abordando ese género le da un sentido humano más allá del mero deleite. De hecho, en las historias de Fridman se desliza a veces ese sentido erótico dentro de una historia tremendamente humana, por lo que se da de manera natural, sin forcejeo, y dentro de una Europa en el drama de la preguerra y de la guerra, en un mundo de espías donde, además, luchan encubiertamente el fascismo y el comunismo. Preludia en cierto modo el futuro de la Guerra Fría, pero de lo que habla es de la lucha contra el totalitarismo y de las luchas de espías. En el cómic que destaco, Fridman es forzado por los servicios secretos franceses a regresar a la guerra civil española en busca de una persona a la que han perdido y que es amigo de él. Fridman se verá envuelto en una búsqueda donde los servicios secretos soviéticos, a la vez, están llevando a cabo una purga de posibles disidentes internos y los que creen enemigos internos. Envuelve todo ello los servicios secretos de Franco actuando en la zona republicana, y la batalla de Belchite en el frente del Ebro. Leí estos cómic de Giardino en este 2024, en parte también como impulso a la reanudación de mi nueva novela Los pasos del ayer, que logré acabar en verano y que he repasado estos días con idea de publicar este 2025. Leí muchos cómic en este 2024 donde he rozado la ruina económica total y donde viví la larga agonía de mi gata Reina. Durante esos días que estuvimos muy juntos no me salía leer libros en prosa y a veces encontraba algo más de refugio en los cómic y en la poesía. ¡No pasarán! es uno de ellos, en el sofá de mi casa, junto a ella tumbada a mi lado.
 
Rapsodia húngara (Vittorio Giardino, 1982): Como he dicho antes, lo compré sacado en un sólo volumen junto a La puerta de Oriente en ese 2024. Lo encargué Librería Diógenes. Giardino publicó este cómic por entregas en 1982, en una de las innumerables revistas de cómic para adultos. El cómic italiano, el europeo en general, estaba en una gran plenitud. Él revolucionó un poco la cosa con una técnica muy depurada y limpia, llena de documentación visual previa de todo tipo de objetos y lugares para recrear su historia, algo antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Es un creador impecable. Lo malo de la edición era que el tamaño del libro era inferior al del original, y las viñetas se reducían, por lo que hay que forzar la vista para leer.
 
La puerta de Oriente (Vittorio Giardino, 1985): Max Fridman continuó sus historias en 1985 y luego daría un gran salto hasta la historia en la guerra civil española que Giardino publicó en 1999. En la reedición de aquel decía que estaba preparando una historia más de Fridman, pero a fecha de 2025 no sabemos nada de eso. Ahora se alcanza justo el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, pero previamente hay una historia de espías e intereses cruzados que meten en problemas personales a Fridman. Como guionista, el autor es también impecable. Una clásica historia de espías que me recreó y que me hizo pensar en mi novela, que, por otra parte, estaba totalmente estancada en los meses que leí estas historias.
 
El perfume del invisible (Milo Manara, 1985): Dije que este serial, en las lecturas que hice en 2020 que lo leí y que creía recordar que por primera vez fue en digital, pero que con el tiempo lo compré en papel en segunda mano, comprado en Domiduca. Efectivamente, en 2020 lo leí en digital, y me gustaba esta historia, por lo que la compré en papel haca final de 2023 y lo leí entre medias de 2023 y 2024 en ese formato, viendo la disposición de las páginas de este cómic como las ideó Manara. Por lo demás, me remito a lo que escribí en la anterior entrada. En cierto modo, también, necesitaba algo de erotismo. 
 
Platero y yo (Juan Ramón Jiménez, 1914): Lo compré en una edición barata en la feria de libro de Navidad en la Plaza de Cervantes, en Domiduca. Nunca había leído este libro, que le supuso un Premio Nobel a Juan Ramón Jiménez en la década de 1950. No fui de aquellos alumnos del colegio ni del instituto al que le mandaran esta lectura. A mi madre le gustaba esta historia, creo que por el burrito en realidad, o tal vez tuviera que ver con su infancia. No lo sé. Ella se compró un ejemplar de Cátedra para leerlo, aunque no sé si alguna vez llegó a leerlo entero cuando lo compró. Aunque estaba en la casa de mis padres, nunca lo leí. Ahora tuve curiosidad. También el amor a mi gata me ha llevó a leer este libro entre finales de 2023 y comienzos de 2024, identificando a Platero como la pureza y la inocencia de todos los animales, especialmente los que tienen relación con los humanos. Lo cierto es que he de confesar que no me dijo nada especialmente en principio que me entusiasmase tanto como lo que merecería un Nobel. No encontraba en él lo que creía que podría encontrar. Tal vez no lo estaba leyendo en su momento adecuado. Tras morir Reina unos meses después, pero teniendo grandes achaques unos meses antes, lo repensé y creo que lo leí justo en el momento que debía leerlo. Lo leí sobre todo con cierto cariño a mi gata y su inocencia. Le leí a ella algún párrafo en voz alta y ella escuchaba tumbada a mi lado moviendo la punta de su rabo, tranquila. Reconozco sus preciosas imágenes entre costumbristas y modernistas y las sugerencias entre la naturaleza y la humanidad, sus sutiles críticas sociales y sus metáforas tan sutiles que si no te fijas las lees de corrido como si fueran mera prosa. Inspira un amor a la naturaleza y a los animales, un reencuentro, en ese sentido hoy día podría tener una relectura ecologista o naturalista. Eso es lo más valioso del libro. El propio autor dijo que no era un libro para niños, aunque todo el mundo considere que es un libro para niños.
 
Cándido (Voltaire, 1759): Pudo haber sido uno de los libros que destacase en 2024. Me sorprendió descubrir en Voltaire a un novelista de humor que me hizo bastante gracia. Mucha gracia. Lo compré de segunda mano en Domiduca. Tengo la ligera sospecha, que no el conocimiento, que es probable que esta historia sea una de las que inspiraron el humor a los Monty Python en la década de 1970. no deja de ser un libro que a la vez contiene ideas ilustradas de este filósofo, pero la expresa en novela y, además, de humor, un humor que aún es ágil. No tiene nada que ver con esas lecciones de filosofía y literatura del Bachillerato y más de un profesor universitario empeñados en dibujar el siglo XVIII como el siglo de lo práctico, de la Ciencia, de lo serio. Aquí Voltaire expresa ideas, pero ¡en novela, con humor! Está muy alejado de los ilustrados españoles y sus ensayos sesudos o sus obras de teatro costumbristas y de corte social. Si a la juventud les enseñaran la Ilustración con lecturas como esta tal vez la conocerían mejor. Me gustó mucho descubrir este libro así, porque hasta ahora había leído textos de Voltaire y leído sobre Cándido a lo largo de mi juventud y como historiador, pero había huido de leer este libro, sin especial razón, aunque me habló de él Julián Vadillo de jóvenes. Ahora lo leía al completo y es un acierto de libro, aunque hay que conocer las lógicas y los contextos del siglo XVIII para poder entenderlo bien, por lo demás, contiene partes que aún en el siglo XXI son aplicables entre algunas clases sociales y comportamientos.

La verdad sobre el caso Savolta (Eduardo Mendoza, 1975): Estuvo muy cerca de que lo seleccionase el mejor de los libros que leí en 2024. Le leí buscando impulsar la escritura de mi nueva novela, aún por publicarse, la que acabo de mandar a imprenta, Los pasos del ayer. En 2018 había visto en  cine la película La sombra de la ley, que hasta cierto punto se inspiraba en este libro, del que por otra parte, me había hablado muy bien Julián Vadillo. Aunque tiene algún tono de humor mínimo, es una novela negra de ambientación histórica, es incomprensible los que la califican de comedia. No es una comedia. Es un pedazo de libro que combina hechos históricos del pistolerismo barcelonés de la década de 1920 entre agentes pagados por la patronal y la reacción sindicalista a esos atentados con otros atentados. En medio hay toda una trama de ambición y conspiraciones de poder en una poderosa familia empresarial. Es el mejor libro que he leído de Mendoza, con creces. Es el que yo más avalo de él. Todo un ejemplo de esta literatura en España. Él es un Premio Cervantes, y este relato es su mejor emblema.  Lo leí con pasión y con necesidad de no parar de leer. Aún tenía brevemente trabajo en el comienzo de 2024 cuando lo leí. Lo tengo de segunda mano, de Domiduca, una primera edición, creo. 

Metáfora del azul y una canción naranja (Sofía Winter, 2024): Quien tenga memoria de otras entregas sabrá que ya leí el borrador de este libro, sino con este nombre con otros similar, años atrás. Mi amiga Sofía Winter no terminó de publicarlo y lo volvió a trabajar. Ahora lo había cambiado casi al completo, casi. Volvió a darme el borrador en cibernético para que opinara. Lo leí electrónicamente. Un poemario delicado, Mejorado. Me pidió que le escribieran un párrafo introductorio y lo hice, pero volvió a estancarlo y a trabajar en el libro, así que ahora no sé cómo será con los nuevos cambios, ni si volverá a cambiar el título. Yo espero que 2025 sea al fin el año de su publicación. Cuando un libro tarda en salir, pero parece, pero no, pero sí, pero... es porque la autora tiene algo muy íntimo ligado a esos versos y eso suele tener un resultado importante en la obra final. 

Tacha (Francisco José Martínez Morán, 2018): Siguiendo mis lecturas de mi amigo Martínez Morán, en el comienzo del año leí este libro que tenía comprado desde 2018, pero había ido dejando la lectura, no sé porqué, leí cosas sueltas, ahora lo leía del tirón.Lo compré en Librería Diógenes. Escribí de él en Las notas de los cíclopes libreros. Es su poemario más delicado, pero también uno en el que muestra una lucha de evolución interior. Es uno de los poetas complutenses más reflexivos y lo deja traslucir en sus versos. Inspirador.

El libro que no sabía leer (Chus López, 2024): En 2024 Chus López sacó su nuevo cuento infantil y lo presentó en el Bar La Trainera. Allí se lo compré. Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. El libro le ha dado buenos momentos, con actuaciones en colegios incluidas. Aunque trata el tema de la reutilización y el reciclaje, hasta cierto punto de fondo habla a los niños de la muerte y hasta de las segundas oportunidades. También habla de la necesidad del respeto y de no acosar. De la colaboración, de la amistad... de las familias no convencionales. Tiene numerosas líneas transversales. Siempre ocurrente Chus.

Astérix en Italia (Jean-Yves Ferri y Didier Conrad, 2017): Se lo regalé en su cumpleaños de 2018, ¿o fue en los Reyes de 2018?, a mi amiga citada. Este año volvió a pedirme que fuera a su casa a cuidar de su gata unos días, porque tenía que ir a su pueblo. Así que esta vez, haciendo compañía a la gata, cogí de su estantería este cómic y lo leí. Aquí los continuadores de Goscinny y Uderzo estaban más acertados en el guion. La curiosidad de este cómic de 2017 saltó en 2020, cuando se hizo evidente que el malo de esta historia se llamaba Coronavirus. Recomendable de entre los libros de los autores actuales de estos personajes. Tal vez lo compre en el futuro para mí propia estantería. Ya se verá.
 
X Encuentro Poético en San Miguel de Escalada (Cristina Penalva Pastor, Elena Santiago, Gustavo Vega y Luis Carnicero, 2019): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Lo compré en la presentación en Alcalá de Henares en 2019, en el bar El Imperial. Se lo compré directamente a Cristina Penalva, tras escuchar el recital donde ella participó y organizó, junto al resto de poetas, los cuales eran de León. Tenía cierto componente espiritual, pero también algo que lo traspasaba. Estaba su lectura en lo rayano al empeoramiento de salud de mi gata. Leer poesía me suponía algo inmediato y me encontré esta poesía con algún toque casi de cercanía a la vida ultraterrena.

Más allá de las ruinas (Teresa Galeote, 2013): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Conocía a Teresa Galeote desde joven por su trayectoria en la ciudad tanto desde lo cultural como desde lo político. Pero no la conocía en persona. Además sabía que escribía libros y de vez en cuando leía algo escrito por ella en prensa local. Con el 15 de 2011 tuve más contacto, pero nunca hablamos entre nosotros. Igualmente con la actividad cultural iniciada por El Laboratorio entre 2015-2016. Paradójicamente no la conocí y traté realmente en persona hasta que me la presentó Javier Bardón durante el acto que organicé de poesía contra la guerra en el Backstage Rock Bar en 2022. Uno o dos años antes Chus López me había preguntado si sabía quién era, porque Teresa contactó con ella, fue curioso que Chus la conociera en persona antes que yo, pero así va la vida. Cada cosa en sus tiempos. Aún con todo, mi contacto con la autora es escaso y se reduce en su mayor parte a las redes sociales, aunque a veces nos veamos en algún acto, de los que, por las circunstancias ya contadas de i vida, ando algo retirado desde hace año y medio o dos años. Pero volveré. Tenía ganas de leer este libro. Me lo recomendó ella misma por mensaje privado, pero yo ya había visto de él antes. Está ambientado en la postguerra.Tiene premio además. Pensé que podría despertar mi novela atascada. No fue así. Me gusta tener más completa mi biblioteca alcalaína con Teresa y con este libro. Fui a buscarlo (y lo tenían en tienda) a librería Diógenes.

La muerte no tiene color (Hugo Sanz, 2024): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Tengo una larga trayectoria con Hugo Sanz, aunque nos vemos de muy tarde en tarde. Nos conocemos desde los tiempos más creativos de La Vaca Flaca. Él se ha dedicado al cine y no le va mal. Ahora sacaba su primer libro, una novela. La presentó en la Librería Diógenes y, aunque ya iba muy mal de dinero, fui y se la compré. Lo que para lo demás valió X dinero, para mí, lo digo, valió un porcentaje muy alto de lo que tenía de dinero en mi vida, pero creo que merece la pena, porque no es un libro, no es un objeto, es, en este caso, algo más. Algo más entre mi afecto a Hugo y yo. Y también es algo conmigo mismo. Es algo que pasa por varios lugares más allá del dinero, y uno de esos lugares tiene que ver con uno mismo y recordar quienes somos. Es la primera vez que lo digo también hoy en público, porque de esto sólo supo la amiga con la que aún me regalo en cumpleaños, que me tiró de las orejas por gastar ese dinero, pero no lo hizo ni mucho ni muy fuerte, porque hace tiempo que sabe que los tirones fuertes de oreja conmigo sólo sirven para discutir y estar a malas, pero no para corregir nada. Es una buena novela negra que, en principio, parece prometer una segunda parte, aún por venir. O tal vez es simplemente un final abierto. Es uno de los buenos libros escritos por autor alcalaíno y un buen libro de novela negra en general. Me recordó un relato que escribí hace años con Luis Abad, pero tenía su propia dinámica. 
 
Astérix en la India (1987) y Astérix, la rosa y la espada (1991) (Uderzo): En los peores momentos de la salud de mi gata, y con una ruina económica en crecimiento, leí estos dos cómic de Astérix que compré muy baratos tiempos atrás en Domiduca. Son de la etapa en la que Goscinny ya estaba muerto y se encargaba sólo Uderzo de los personajes. Se nota mucho en la calidad de los guiones y el humor, aunque tienen algún punto. Los dibujos, eso sí, tienen algunas cosas que antes no se daban. Son más precisos. Eran lecturas inmediatas que me dejaban estar más atento de Reina y a la vez no me hacían pensar demasiado. De vez en cuando me daban un buen momento. Pero fueron lecturas rápidas.    
 
Otra conversación (Sofía Morante, 2024): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Cuando fu a la presentación del libro de Hugo Sanz a Diógenes estuve ojeando este poemario y me gustaron mucho sus poemas. Vi que había un cartel sobre la presentación por la autora que sería más adelante. Compré el libro, teniendo poco dinero, pues fue el mismo día que el de Hugo, es el mismo caso, y cuando fue la presentación fui. Es una poesía poderosa. Tiene una fuerza tremenda. es crudo y real. La autora no ha hecho versos complacientes, se ha sincerado consigo y eso le da mucha vitalidad. Me gustó el libro y me gustó la presentación. Contacté con Sofía por redes sociales y la sigo. Dice muchas genialidades. Le ofrecí hacer un recital juntos, pero la cada vez peor salud de Reina y el desanimo general por ello y por la falta de empleo hizo que yo mismo lo anulara y le dijera que ya la llamaría para otra ocasión. Aún no ha habido esa ocasión, pero me gustaría.

Superman. Lois y Clark. La llegada (Jurgens, Weeks, Santucci, Edwards y Segovia, 2013): Un excelente cómic de Superman. Lo compré de segunda mano en el Daily Price de la Calle Mayor. Es el primer volumen de una serie llamada Renacimiento. Tras todo lo de Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco me apetecía leer algo de Superman nuevo, para saber cómo iba e personaje, cómo era tratado. Había estado leyendo bastante clásico de Superman y de niño y joven, desde luego, me leí mucho Superman y Batman editados en los años 1970 finales a los 1990, que publicaron en España entre los años 1980 y 1990. Yo ya había leído alguna cosa más actual, como Superman Rojo y cosas así, pero creo que esa historia no es todo lo que dicen que es, le falta algo, le falta un paso al frente por parte del autor, una valentía. Sin embargo, encontré en este cómic la línea perfecta de Superman en pleno siglo XXI. Tras la crisis infinita abierta por Flash mezclando y alterando diferentes dimensiones, cosa que se narró en los 1980 para que DC pudiera actualizar a sus superhéroes, y que imitó después Marvel con los multiversos, ocurren diversos mundos alternativos, lo que permite a DC cada cierto tiempo reiniciar las historias de sus personajes o incluso mezclarlas. Esto es interesante. En los años 2010 a Jurgens, que había protagonizado ya varios guiones míticos de Superman en los años 1990, como el de su muerte y resurrección, se le ocurrió que el Superman de la línea clásica cayera en un mundo donde existe un Superman en el que el mundo es más parecido al actual, o sea: no hay gente amable, existe la corrupción, el blanco y negro no es algo claro, se cuestiona algunas de las acciones de Superman, algunos villanos son tomados por héroes y algunos héroes por villanos... A todo esto, el Superman llegado junto a Lois y su hijo, no quiere alterar ese mundo y se oculta en un pequeño pueblo, en una granja aislada, pero no puede resistir saber que van a ocurrir determinadas cosas que él ya combatió y desea evitarlas antes de que ocurran, sin embargo, en ese mundo no ocurren las cosas exactamente como ocurrieron en su mundo. Luthor es un héroe popular, pero él sabe que no lo es. Comienza a actuar sin interferir en las acciones del Superman de ese mundo. Para eso se deja barba y se pone el traje de combate de Krypton, es por ello tomad por un villano, y no por un superhéroe. Un planteamiento muy estimulante. Lamentablemente sólo tengo este primer volumen. En todo caso, era una vía de escape, porque Reina estaba muriendo.
 
Poesía es... ¡apretar los puños! (Santiago Expósito, 2024): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Reina ya había muerto. Yo seguía en el paro y con el dinero a la baja. Domiduca presentó este libro en el Pub O'Malley's y fui. Lo compré. Conocía al autor de vista, de los bares, pero poco más, pero nos saludamos largo. Es una poesía sencilla, muy influida por el rock, especialmente por el español. En cierto modo fue un libro de transición para mí. Un paso. También fue un pequeño regreso a oír un recital.

Habitaciones separadas (Luis García Montero, 1994): En anteriores partes de este serial yo ya dije que conocí en persona a este poeta. He hablado con él en dos ocasiones, en la segunda se acordaba de mí. Este poemario, uno de los mejores de él. Me lo regaló el cantautor Juan Izardui en mi cumpleaños de 2023, pero había retrasado su lectura. Me tiró de las orejas durante mi cumpleaños de 2024 y ahora, recién muerta Reina, me dio por leerlo. Necesitaba lecturas inmediatas, que no necesitasen de toda mi mente. Y eso estaba en los cómic, la poesía y algunas cosas de prensa. Luego este poemario se transformó en algo con otro significado a lo largo de este mismo año 2024 en el que lo leí, cuando compartí mi casa, pero en este momento estaba la muerte de Reina, al que luego sucedió una relectura en una soledad creciente y después lo de compartir casa. Fue un poemario que tuvo como varios valores para mí en un mismo año. Es algo que le da mucha vida y lo que hace que sea uno de los poetas españoles importantes del último cuarto del siglo XX y el primero de XXI. Conecta con uno.
 
Eso no estaba en mi libro de los Beatles (Francisco Castro, 2022): En el cumpleaños de 2024 Juan Izardui me regaló este libro a sabiendas de que soy fan de los Beatles. El creía que yo no conocería algunas de las anécdotas, pero lo cierto es que tengo y he leído mucho de los Beatles. De hecho este libro es un anecdotario de muchas cosas que son altamente conocidas, sólo alguna cosa mínima no lo es, las más cercanas en el tiempo a 2022. Luego tiene numerosas valoraciones personales del autor y alguna cosa que no corresponde con la realidad que tanto Beatles como su entorno (amigos y enemigos) realmente cuentan. Como sea, es el libro más actual que tengo ahora mismo de ellos y contiene cosas de estos últimos diez años y los discos nuevos que sacaron. Era una lectura muy ligera y anecdótica, y en ese momento me venía bien. La lástima de este tipo de libros es que se les promociona como lo más de lo más y se transforman en superventas, cuando luego, sea de este tema o de cualquier otro, hay auténticas obras maestras que apenas llegan al autor y su entorno. Una pena.

Lobezno, sangre, arena y garras (Hama, Silvestri, Green y Oliver, 1991): Cuando un grupo de mis amigos más antiguos vinieron el día de mi cumpleaños a casa, cuando aún vivía Reina, aunque muy mala, uno de ellos, Paulino, amante de los cómic, buscó esta rareza y me compró un ejemplar a sabiendas de que me gustaba Lobezno. En realidad esta historia es parte de una historia mayor donde un supervillano alterna el tiempo y el espacio a su gusto, pero en España se desgajó esta parte para venderla de manera independiente en 1992. Ha sido reeditada ta cual en 2013. A mí me regalaron el ejemplar de 1992. Lobezno es enviado a la guerra civil española, donde se encuentra con Hemingway y donde se ve en medio de una batalla contra los fascistas. Lobezno se posiciona al lado de la República Española. Me gustó mucho este regalo. Es una rareza.

Tintín: Los cigarros del faraón (1934), El loto azul (1935) El asunto Tornasol (1954-1956) y Vuelo 714 para Sidney (1966-1967) (Hergé): Compré estos cómic de segunda mano en la Feria del libro de Navidad, antes del Día de Reyes, cuando aún tenía un trabajo sobre un proyecto de archivo acerca de los cincuenta años de cambio democrático en Portugal y en España, con la revolución de los Claveles y la muerte de Franco. Sí, en estas celebraciones de este año algo tengo que ver yo, aunque sea anónimamente. Como el Archivo General de la Administración está cerca de la Plaza de Cervantes, en uno de los descansos me acerqué y los compré. Como dije en otras entregas, Tintín era algo prohibitivo en mi infancia y es ahora, de adulto, que los leo y los adquiero. Tal vez trate en algún momento de hacerme con el resto, pero no tengo prisa. Los leí seguidos en orden cronológico. Ahora están reponiendo en Telemadrid la serie de dibujos animados de Tintín y salen varias de estas historias. Los veo por las mañanas de los sábados, la verdad. En este momento de 2024 yo estaba leyendo muchos cómic seguidos porque estaba la mala salud y la muerte de Reina, y estos cómic estaban ahí. Era algo que necesitaba. Estaba además el paro, la falta de dinero, la soledad... Me devolvían a una especie de refugio mental. En esos días también sonaba en mi cabeza "Volver a ser un niño", de Los Secretos.  Vi un documental de Urquijo y cómo muró. Pensé mucho durante meses en Urquijo. Por otro lado, buscaba un despertar de mi novela en estas historias, pero no despertaba.

Superman. Exilio [volúmenes 1 y 2] (Ordway, Jurgens, Stern, Peyer, Pérez y Giffen, 1988-1991): Son dos muy voluminosos y caros tomos recopilatorios de Superman que recogen toda la saga de Superman durante su exilio de La Tierra. Historia épica que algún día debería ser llevada al cine, aún cuando mucha gente posiblemente no la entienda o no la acepte en cine. Reconozco que es arriesgar dinero. Ahora bien, que no se haya filmado no quiere decir que no se haya nombrado en el cine. En la película Superman Returns (2006) el inicio es precisamente que Superman regresa a La Tierra tras una larga desaparición de ella. Nunca explica de dónde viene, ni dónde estuvo, ni qué hizo. Fue una de las críticas en contra que le hicieron en su día, y se lo quisieron explicar los "sabiondos" como un homenaje al anterior actor, Christopher Reeve, por su muerte. Sin embargo, aunque cabe eso mismo, en realidad es una referencia a esta mítica historia de Superman en cómic. Sí, Superman se exilió. Todo parte cuando Superman tiene que enfrentarse en cómic a tres generales de su planeta Krypton (los que salen en la película Superman II) y estos le adentran en la zona oscura o zona fantasma. Allí ve su planeta de origen aún existente en pleno conflicto bélico. Trata de hacer algo e incluso encuentra a sus padres. Haga lo que haga todo lleva al mismo fin: la destrucción del planeta, lo que en un arrebato de ira hace que Superman por primera vez mate... a los tres generales. La gran explosión le expulsa de la zona fantasma y regresa a La Tierra con la culpabilidad de haber matado, aunque fueran culpables, o sea: de haber aplicado una pena de muerte. Todo ha ocurrido en una dimensión inexistente, de falsas realidades, la zona fantasma, pero para Superman todo es real, porque sus decisiones fueron reales. Entra en depresión y se oculta con su familia terrestre en Smallville hasta que al final su madre le hace reaccionar y regresa a Metrópolis, donde su ausencia ha provocado el auge de todo tipo de malvados y que Luthor controle la ciudad por vía del poder económico. A todo esto surge un superhéroe que todo lo que hace crea daños colaterales que matan gente. Superman es incapaz de detener a ese superhéroe y por tanto de evitar más y más muertes de personas inocentes, por lo que decide exiliarse de La Tierra, creyendo que es un problema para los humanos. Vaga por la galaxia en busca de respuestas sobre Krypton. Dependiendo del mundo donde llega sus poderes disminuyen o aumentan, según las cualidades de las radiaciones solares. Se abandona físicamente y se enfrenta a múltiples razas extraterrestres peligrosas. Al final de toda esta historia habrá encontrado el sentido de su ser y regresará a La Tierra sin dar explicaciones a nade sobre nada de su desaparición. Volverá simplemente el héroe. Curiosidad, en su regreso se trae un aparato que enganchará con otra historia mítica, el erradicador, que despertará a un ser oculto en La Tierra, Juicio Final, que será el que matará a Superman, pero esa, y su resurrección, es otra historia. Compré estos tomos cuando tenía trabajo entre 2023 y las Navidades de 2023-2024. Lo leí ahora, entre la enfermedad y muerte de Reina, aunque lo acabé después de la muerte de Reina. De niño y de joven yo ya había leído casi toda la historia completa a través de la publicación original en España en revista. Nos la compraban nuestros padres, alguna la compró mi hermano. Mi hermano era más de Superman y yo más de Batman, de hecho casi todas las revistas de Batman que teníamos eran mías, las compré yo, pero no pude quedármelas. Comprar estos tomos era en parte recuperar esas lecturas, aunque estos cómic de Superman en mi infancia eran de mi hermano. A mí me parece una de las grandes historias de Superman. Si lo pensamos, Jurgens es probablemente uno de los autores que más historias míticas ha ideado y narrado de Superman, pues también estuvo en el guion de la muerte y resurrección y en el citado Amanecer.

Dictados de Naturaleza. Apuntes senequistas (Francisco Peña, 2024): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Tras leer mucho cómic ahora quería leer otra cosa, pero igualmente algo que fuera rápido. Francisco Peña sacó este libro y fui a la Librería Diógenes a comprarlo expresamente. Me he cruzado y participado en recitales con este hombre numerosas veces, pero yo creo o que me ignora por sistema o que no me conoce o que no me reconoce. Tampoco es que yo me haya acercado mucho, porque por actitud corporal me da la sensación de que va a lo suyo y quizá mejor que algún día surja. Es un poemario basado en textos de Séneca. Así que los poemas se fundamentan en esos textos. Peña los reflexiona, los interioriza y hace su propia lectura a través de poemas que, a la vez, él les da algo de su propia reflexión vital. Así le salen algunos poemas acerca de la existencia y la muerte que, dadas las circunstancias de 2024 y que me hacían pensar también en las muertes de mi familia y algunos amigos, vino muy en su momento.

Vientos del verso (Antonio Portillo, 2018): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Con Portillo también he coincidido en varios recitales y con él sí que tengo una relativa relación. Admiro sus poemas. Hacía tiempo que quería adquirir un libro suyo. Cuando compré en Diógenes el de Peña ojeé varios de Portillo. Compré este, que es el que más me llamó la atención sus poemas. El resto ya lo iré comprando. Buen poemario siempre desde la osadía del poeta, no desde la servidumbre hacia el lector. Eso es lo que me llama la atención y lo importante.

El signo de los Cuatro (Arthur Conan Doyle, 1890): La amiga a la que pedí que me regalara comida en mi cumpleaños, porque se empeñaba en regalarme algo, no pudo evitar regalarme este libro de su elección para mí. Es una de las historias clásicas de Sherlock Holmes. No sé muy bien porqué me relacionó con el personaje, quizá porque vimos y hablamos de algunas de las películas actuales, o por los dibujos animados de los 1980. De Holmes yo había leído El perro de los Baskerviille. En todo caso sí es un personaje que me resulta llamativo. Lo leí en este momento, era ya verano. Era otra lectura amena y ligera que me venía bien. Todo un clásico al estilo del siglo XIX en la literatura de detectives, la misma que montó Doyle. No sé si en el futuro me haré con otros títulos.

El español que dio la vuelta al mundo. Mi odisea (Alfredo Bolinches, 1924): Hablé de este librito en Noticias de un espía en el bar. Marcos me pidió el favor de quedarme al cargo de Domiduca porque tenía que hacer unas cosas y tenía este librito, un folletín autobiográfico, sobre su mesa. Era muy corto y me lo leí en una tarde. Bolinches fue un aventurero español que tuvo el capricho de publicar montones de ejemplares de estas memorias, que se dieron con un diario en 1924. Fantaseaba mucho, pero no deja de ser un extraño testimonio de un español aún muy desconocido en nuestro pasado explorador. Un aventurero, no hay que negarlo. Tiene un algo que, aunque está escrito en serio, no deja de hacernos sonreír. Los Quijotes modernos de España, que siempre nos caen bien por su inocencia o por su pureza. Este año 2025 me lo regaló Marcos, porque decía que era incapaz de venderlo y a mí me había gustado porque vio que escribí de él. Otra rareza en mi biblioteca.

Golondrinas de ida y vuelta (Pedro Atienza y Ángel Humanes, 2024): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Un poemario póstumo de Pedro Atienza que le sacaron sus amigos desde el Foro del Henares. Una edición muy limitada y muy rara de conseguir que, por insistencia, logré comprar a través de Domiduca, gracias a Asela de intermediaria con los dueños de la edición exclusiva. Otra rareza más para mi biblioteca complutense. Quizá no se el mejor poemario de Atienza, pero es un poemario póstumo. Cabe pensar qué habría hecho él de manera definitiva con esos versos. En todo caso se acompañan de tintas chinas muy alegóricas de Humanes. La temática de la libertad, la existencia y la muerte y su preludio, volvía a venir muy oportunamente, aunque era ya octubre, pues conseguí el libro muchos meses después de su salida.
 
Corto Maltés. La Reina de Babilonia (Quenehen y Vivès, 2024): Hablé de esta novela gráfica en Noticias de un espía en el bar. Lo compré a comienzos de verano, me quedaba ya poco dinero, pero soy muy seguidor de Corto Maltés y todo se me había acumulado, así que pensé que de perdidos al río y que al menos en la caída aún podría leer algo que me gustase. Pero no lo leí de inmediato, por todo lo que me ocurría y porque la anterior entrega de Quenehen y Vivès sobre esta experimentación de Corto Maltés en el siglo XXI me había dejado muy frío, ahora le valoro algún mérito, aunque con "peros" serios. Esta segunda entrega me vi animado de leerla en octubre. Yo tenía un trabajo nuevo desde final en agosto, en archivos de consejerías determinadas de la Comunidad de Madrid, como la de servicios sociales, que luego empalmaría con un proyecto en el Archivo Regional de Madrid sobre gente de la inclusa de San Isidro entre los años 1960 y 1970 y luego otro referente a documentación de hostelería y turismo de Madrid en los últimos veinticinco años. Ahora, desde febrero de este 2025 estoy en otro proyecto dependiente del Ministerio de Cultura. Comenzaba mi muy lenta y aún poco notoria recuperación económica. De no tener nada, a tener algo. La cosa es que esta segunda entrega del Corto del siglo XXI me pareció mejor que la primera entrega. Se ajusta más a Corto, con toda su adaptación de época, pero sigue siendo algo cuestionable. Ya veremos a dónde llega y qué quiere explorar del personaje en realidad.  No sé, quizá fuera porque tocaba ya, me animaba esa lectura en un sentido más allá de la lectura.

Bob Dylan (Jesús Ordovás, 1972): El libro fue reeditado en 2018 y fue en esa reedición que lo encontró de casualidad, se acordó de mí y me lo compró porque sí, uno de mis más viejos amigos, el Chico Gris. Fue un detalle que me llegó muy profundo. Me gustó mucho. Y significó algo importante para mí, porque 2024 no fue mi mejor año y la soledad es un sentimiento que cala los huesos, aún hoy. No había fecha señalada ni motivo para el regalo, sólo la amistad. Lo leí y cuando acabé contacté con él para hablar del libro. Eso también estuvo bien, porque me recordó a conversaciones de cuando éramos adolescentes. Fue mientas estaba en otro día ayudando a Marcos con Domiduca. Este libro fue la primera biografía publicada en español de Bob Dylan. Era 1972, había mucho bueno de Dylan por venir y en España estaba la dictadura. Ordovás era joven y todavía no era el mítico periodista musical que es hoy. El libro tiene valoraciones que creo que hoy reconsideraría el autor. Contiene lenguaje de la época y argot joven que incluso explica el argot actual. Puede que tuviera algo de censura. Es un testimonio en sí mismo esta biografía, desfasada, porque estamos en 2025, pero acertada, al menos en buena parte desde la perspectiva de 1972. Bob Dylan es uno de mis músicos fetiches. La semana pasada fui a ver la película sobre él. Recuerdo mi primer disco fue un regalo de cumpleaños siendo adolescente, Desire (1975). Lo tengo con su funda original.

Ecos y dudas (César Sobrón, 2024): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Me lo regaló yendo con su esposa a Domiduca, donde estaba en otro día más de ayuda a Marcos. Es un libro de aforismos y sentencias. Una exposición de su pensamiento y forma de entender la vida. Yo sé que César me tiene aprecio.

Cuentos de fantasmas (Henry James, 1868-1900/1908): Era una recopilación barata de algunos cuentos de terror de Henry James, que no tengo claro si el último relato es de 1900 o de 1908 o cercano. Lo compré en Domiduca con la idea de tener un relato que narrar en mi serial de Halloween y así fue, lo tuve de este libro. James sigue las claves del terror del siglo XIX, pero introdujo en él algunos cambios propios que en unas décadas iban a cambiar las historias de fantasmas en el siglo XX.  Esos cambios consistían, aún de una manera no muy desarrollada, en la ambigüedad sobre si se trataban de fantasmas o de trastornos mentales, o bien de fantasmas no especialmente unidos a tradición alguna y sí a fenómenos paranormales o extraños que perciben las personas en sus vidas diarias. Incluso introdujo la obsesión de un fantasma por una determinada persona. La lectura en todo caso es del siglo XIX, en pleno siglo XXI hay que ser muy sensible para que te pueda dar terror tras más de siglo y cuarto en los que las historias de terror son mucho más complejas. Es una literatura con un orden de ideas y una estructura del relato muy bien pensado y narrado. Es ejemplar, como toda literatura inglesa, para quien le gusta una buena narración y para quien quiere aprender a contar historias y cómo.

El fantasma de Canterville y otros relatos (Oscar Wilde, 1887): Lo compré en una edición barata en Domiduca. Yo ya había leído (y tengo) una edición juvenil ilustrada muy divertida, pero ahora leía la obra íntegra, sin adaptar y acompañada de otros relatos de Wilde. El sentido del humor del autor es toda una crítica entre clases sociales, pero también a la élite. A la vez nos muestra el cambio que se estaba produciendo en el mundo, que será más patente en el siglo XX, pero que Wilde intuye y ve en 1887. La crítica al capitalismo por encima de otros valores humanos está patente, pero también la desafección a la tradición, a la autoridad, al orden establecido que impide avanzar en otra dirección con libertad. esta historia de fantasmas y humor es mucho más que recomendable en diferentes lecturas. Yo se la mandaría leer a mucha gente, especialmente joven.

Parajes de lo incierto (Óscar Ayala, 2013): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Uno de los poemarios más excelentes y brillantes de lo que va de siglo XXI en la literatura complutense. Ayala murió al comienzo de 2024. Había coincidido con él en recitales en el No a la Guerra de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alcalá en 2003 y más tarde en El Laboratoro entre 2015-2016. Nos teníamos en redes sociales. Compré este libro en Domiduca de segunda mano. Alguien lo había entregado allí y lo compré yo. Conocía a la persona y su poesía es buena poesía. Trasgresora, valiente, sincera e inteligente. En este poemario parece augurar su muerte de de 2024. Me pregunto si en ese año ya le habrían diagnosticado algo. Sea como sea, es uno de los libros más rabiosos sobre este tema y otros sobre las dudas de la existencia y la inexistencia. Es altamente recomendable y espero que algún día lo reediten, junto a otros libros del autor, para que sean más accesibles, ya que estas ediciones, como suele pasar en autores como nosotros, se ven muy ligadas al propio autor, otra cosa sería si una editorial decidiera. Para poder expandirse, lo malo de la historia de siempre en este país, es que pareciera que se espera a la muerte del autor. Sea como sea, verdad, uno de los mejores libros de poesía de autor alcalaíno en el siglo XXI. Y, dado el tema, y todo el año, incluidas reflexiones de la familia, vino en su momento, otro que lo hizo. Está a buen recaudo en mi biblioteca complutense.

El Club de los Suicidas (Robert Louis Stevenson, 1878): He leído pocos libros de Stevenson, pero los que he leído son para mí muy significativos e influyentes. Este libro hace años que lo buscaba. La historia la hemos visto versionada en películas y series muchas veces, sobre todo de humor, aunque la historia no es de humor. Cuadraría como una historia de Sherlock Holmes, pero no lo es. Básicamente es la historia de un príncipe del Este de Europa que viaja a Londres con un general afecto a él, pero inglés. El príncipe es joven y busca aventuras y pasar inadvertido cuando le conviene. En su búsqueda de aventuras encuentra por accidente un club secreto muy particular al que se accede sólo por recomendación de unos socios y tras pasar unas pruebas. Se trata de un club donde sus miembros desean morir, pero no se atreven a suicidarse, por lo que se juegan en determinadas noches a una carta quién morirá y quién le matará. Príncipe y militar se verán cada vez más envueltos y horrorizados. Se jurarán acabar con la organización y esto les llevará a una persecución entre ellos y el director de aquel club, lo que recuerda a Holmes y Moriarty. Lo encontré en edición barata en Domiduca y lo compré. Ahora bien la edición, bilingüe, tiene múltiples erratas y alguna construcción sintáctica en la traducción al español un tanto sospechosa. El final es abrupto. Tendría que comparar con una edición más seria si la encontrara.

Odyssea / Valaquenta (Alberto Cerezo, 2024): Hablé de esta novela gráfica en Las notas de los cíclopes libreros. Hacia la Feria del Libro de Navidad, Marcos necesito una breve ayuda en Domiduca y allí estuve un fin de semana en el que se presentó Alberto Cerezo sólo para verme y regalarme su novela gráfica doble que publicó en 2024. Había sacado muy pocos ejemplares y quería regalarme uno. Se lo acepté con mucho gusto, porque es uno de mis autores favoritos en cómic, porque le da siempre un toque artístico y otro toque entre lo misterioso y lo filosófico que los cómic comerciales no le dan a fecha actual. Hablamos de lo mistérico y de los pagos de sangre que requieren los dioses en las diferentes religiones existidas y existentes, incluido el cristianismo aunque sea en simbólico. Aquí da su propia visión de una historia que es, como ya dije, un referente para mí, La Odisea, de Homero. La acompaña y enlaza con una obra de Tolkien que va completando sus Historias de la Tierra Media, hablamos de la cosmogonía Valaquenta. Ciertamente pasar a cómic es obra de Tolkien no sólo es difícil y complejo, sino también un riesgo narrativo que pocas o ninguna editorial hubieran aceptado. Por ello es importante la libertad del artista, y hoy día esa libertad se encuentra a menudo en las autoediciones, y por ello hay que apoyar y comprar estas obras. El autor, sea de libro, de cómic, de música, de pintura... necesita ingresos y necesita financiar su libertad. Pero si además se difunde su obra saldremos ganando todo. Nos enriqueceremos. Porque producto comercial y producto artístico, aunque a veces coinciden, no es lo mismo y no es habitual que se dé demasiado ahora mismo. Las nuevas tecnologías le han dado poder a los creadores, necesitan del apoyo y la valoración de los que estamos interesados.

Vivir (Ayn Rand, 1938): Fue la segunda novela de la autora. Una distopía. Como seguidor del género y como ensayista e investigador del mismo, lo compré en cuanto vi en Domiduca una edición original española, salida en los años de 1940. A Ayn Rand la acepto como autora del género que es, aunque suelo marcar distancias con ella. A nadie se le escapa que simpatizó con los nazis. De hecho, a pesar de que ahora hay voces del feminismo que la reclaman como una persona libre que estaba por encima de los autoritarismos, ella misma decía estar cerca de las ideas nazis. No es casualidad que en los años más duros del fascismo en los gobiernos de Franco, y con la censura a pleno rendimiento en los años 1940, ella sea traducida y publicada en España. De hecho ella en el prólogo habla contra el comunismo y el socialismo en general. Si uno lee el libro se da cuenta también de que los protagonistas tienen unos rasgos acordes con lo que se supone que era la raza aria, o lo que debía ser. Rand no ocultó para nada que su obra iba contra los soviéticos y los comunistas. Todo otro ejercicio que quieran hacer ahora algunas voces feministas es no querer reconocer una realidad en esta autora en concreto. Otra cosa es que según Hitler va perdiendo la guerra y cuando la pierde al final ella, como tantos otros, incluidos los españoles, matizan sus ideas. En el caso de Rand, ella defendió que en realidad estaba contra todos los autoritarismos y que estaba a favor del liberalismo más radical (ultracapitalismo, que en realidad fue preludio del fascismo, pero eso es caso para otras reflexiones), que ella identificó con el capitalismo más puro. Más aún, dijo que ella con lo que estaba era con la persona que era consecuente con sus ideas, fueran las que fueran, y que lo fuera hasta sus últimas consecuencias, o sea: con la persona radical. Creía en que el fuerte era el que merecía la pena, y la fuerza estaba en su voluntad y en sus principios. Creía en la individualidad, decía, pero no era anarquista, de hecho su planteamiento ultraliberal habla de individualismo, pero este se comprende, en esas ideas, dentro de un orden jerárquico de poder y de normas. Es todo un debate abierto, y este no es el espacio. En todo caso, la lectura atenta de este libro, sinceramente, con una reflexión profunda, sirve para atacar tanto a aquella Unión Soviética de Stalin como a la Alemania de Hitler, aunque esto segundo puede que no fuera su intención. La crítica al autoritarismo por encima de los individuos es algo más que evidente, es algo feroz en esta obra escrita de manera que desea transmitir cierto automatismo.

Sobre la libertad (John Stuart Mill, 1859): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Lo había ojeado días antes, e incluso usé algunas de sus reflexiones para escribir en esta bitácora sobre la libertad de expresión en torno al proyecto del gobierno de Pedro Sánchez sobre regular los medios de comunicación. Aunque es un libro de filosofía y política de mediado el siglo XIX, dado como está el mundo, es uno de los libros más actuales del siglo XXI, pero probablemente olvidado. Stuart Mill es uno de los padres de segunda o tercera generación del capitalismo, o sea: del sistema liberal que se sustenta en ideas democráticas y no se deriva en un ultracapitalismo que acaba transformado en ideas autoritarias de corte fascista y, paradójicamente en contra de su origen liberal, autárquico. Me lo leí de seguido en mis trayectos a trabajar a Vallecas, pero también en las noches en mi casa, ahora, lamentablemente, sin Reina tumbada a mi lado en el sofá. Stuart Mill era un liberal y defendía este sistema. Lo que ocurre es que toma una deriva que le pone en el centro de la polémica frente a otros pensadores defensores de lo liberal en su época. Eran los tiempos en los que surge el socialismo y surgen diferentes tendencias del socialismo en respuesta aun sistema capitalista que se construía a base del sufrimiento de las clases trabajadoras. Stuart Mill empieza a fijarse en que el sistema no es justo y en que no todo vale en el capitalismo si pasa por el sufrimiento, y a veces la vida, de los mmás desfavorecidos. De esta manera se aproximó a ideas socialistas. De hecho a veces es citado por anarquistas, socialdemócratas y comunistas, pero, cuidado, él no era socialista, aunque coincidiera een algunas visiones. Él era liberal. Al final de su vida se le considera socialista, pero en realidad sería lo más cercano a un socialdemócrata del siglo XXI, no a uno de su época en el XIX. Sea como sea, reflexiona sobre la libertad de pensamiento, la libertad de poseer bienes, la libertad de expresión, la libertad comercial, la libertad religiosa, la libertad cultural... Él vive plenamente el explendor del Imperio Británico y se da cuenta del conenido racista y supremacista sobre el que se estaba construyendo, así como la imposición cultural y religiosa sobre otras naciones, o bien los perjuicios a las clases trabajadoras cada vez en condiciones peores en favor de los beneficios económicos de patronos que cada vez eran más empresarios con negocios a lo largo del Imperio. Entendió que el sistema se estaba deshumanizando. El sistema debía humanizarse. es un libro muy actual, ya digo. En lo tocante a la libertad de expresión, leerle es comprender lo que esta debe ser y cómo esta es la base de la democracia y la libertad. No hay que engañarse, para gusto o disgusto, la lectura de este libro disgustaría mucho a los que creen en nombre de las libertades que determinadas cosas no se pueden decir o publicar, y a los que creen en nombre de las libertades que pudiendo decir o publicar puedan quedar sin respuesta si comete algo atentatorio contra la libertad de los demás. Ojo: de la libertad de los demás, que no es lo mismo que los derechos en sí. Un libro complejo de leer, necesita atención extra, pero necesario hoy día. Es una crítica del sistema liberal desde dentro del propio sistema liberal.

Hechos y documentos del anarcosindicalismo español (Juan Maestre Alfonso, 1973): Lo compré de segunda mano en Domiduca después de que Julián Vadillo me dijera por teléfono que era fiable y buen libro. Tenía mis dudas por su fecha de publicación, 1973, aún con Franco vivo. Supongo que está altamente censurado, pero aún así es sorprendente que se pudiera publicar algunos fragmentos grandes de documentos internos de la CNT y miembros de la CNT para realizar una exposición del anarcosindicalismo español y su historia. Claro está que esa Historia se corta aquí con el final de la guerra civil y el trunfo de Franco, aunque sabemos que continuó en la clandestinidad y el exilio. Supongo que era un libro presentado como un libro de Historia reciente muy orientado a un muy determinado público intelectual y limitado, aún  cuando pudiera acabar en manos de un obrero o de una persona intersada en pleno momento del tardofranquismo. Pero los documentos, aún seleccionando sus partes en esta obra, casan con los originales. Eso es sorprendente, tanto por su publicación como porque el autor los tuviera o tuviera acceso. El caso está en que estamos a las puertas cercanas de la Transición, aunque no se supiera. En las imprentas trabajaban numerosos sindicalistas de diferente índole que colaboraban entre sí, y también en los periódicos. A veces lograban colar cosas pretendiendo decir que eran otros los motivos. Sea como sea, aunque está superado, es un libro importante en la historiografía de la CNT y sigue siendo referencia, aún teniendo que leerlo con juicio crítico sobre qué se lee y porqué se escribió de una manera y no de otra.

Breviario de los políticos (Mazarino, 1684): Aunque parezca mentira, hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros, tiene su razón de ser. Lo compré de segunda mano en Domiduca. Me pareció mmuy ineresante su lectura. Es un espejo e príncipes. Mazarino da consejos para gobernar y salir con éxito político y personal. Lo cierto es que hoy día se puede leer como consejos personales para saber cómo tratar con la gente y con quienes has de estar prevenido. Ahora bien, es utilitarista y algo cínico. Remito a lo que escribí de él. Su lectura puede hacer descubrir consejos, algunos prácticos, para la vida actual en algunas circunstancias. Lo aseguro. Otra cosa es cómo quiere ser uno mismo.

Corto Maltés. La línea de la vida (Díaz Canales y Pellejero, 2024): Escribí de él en Noticias de un espía en el bar. Corto Maltés hizo doblete en 2024 y justo en dciembre sacaron su historia en su línea temporal correcta en el siglo XX. Es en cuanto a ilustración y planteamiento como cómic el mejor hasta la fecha de Díaz Canales y Pellejero, pero en cuanto al guión, fueron tan ambiciosos y las páginas que les imponían son tan determinadas, que le faltarían más páginas para explicar todo mejor, pues aquí se explica mucho a través de elipsis y saltos en general. Cerré al año con est lectura en el sofá de mi salón por la noche. No estaba Reina. Encargué y compré el libro en Diógenes. Este álbum me gustó y me reconciliaba, en cierto modo, con alguna cosa.

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