martes, noviembre 22, 2022

NOTICIA 2178ª DESDE EL BAR: DOS DE CÓMIC (2): CORTO MALTÉS. NOCTURNO BERLINÉS

Después de aquel experimento y salto temporal, casi en el vacío, que supuso la historia más reciente de Corto Maltés de la mano de Martin Quenehen y Bastien Vivès en Océano Negro, publicado el año pasado 2021, en el que se ubicaba al personaje en 2001, han recuperado la producción dentro de una línea del tiempo normal para el personaje Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero. Este año, el mes pasado, publicaron su cuarto trabajo continuando la obra de Hugo Pratt. En este caso la obra se llama Nocturno berlinés, y nos traslada a un momento de la vida de Corto Maltés ubicada entre su aventura de Las Helvéticas, en las que alucinó (literalmente) en Suiza junto a su amigo el profesor Steiner en 1924, y , en las que un año después, en 1925, volverá a alucinar en busca del mítico continente perdido de las civilizaciones sudamericanas precolombinas, que se quiere asemejar a menudo con la Atlántida europea. En este caso la historia se ubica justo un poco después de que Steiner y Corto Maltés siguieran su viaje de Suiza a Alemania, pues ya en el final de Las Helvéticas Steiner decía querer ir allí por un encuentro de sabios en torno a temas judíos y exotéricos, Corto le lleva y acompaña, pero dice que él se dedicará a otros intereses. No sabemos qué intereses tendría, aunque parece que todo apuntaba a continuar un viaje por Europa entre amigos. Justo cuando se ha producido esa separación de los dos amigos en Alemania comienza esta nueva aventura en el mismo año de 1924. 

Nos vamos a encontrar a Corto Maltés asistiendo en la primera página a un acto dentro de un teatro donde la gente parece muy exaltada y acorde con un orador que no es otro que Adolf Hitler. El futuro führer alemán que llevará a Europa a la Segunda Guerra Mundial y al genocidio en 1939 había sido un bajo oficial del ejército alemán y héroe de guerra en la Primera Guerra Mundial. Nunca aceptó la derrota como algo evidente, sino como culpa del socialismo comunista. Por ello mismo sus ideas se fueron radicalizando en la extrema derecha anticomunista, antisemita y ultranacionalista que representaba el Partido Nacional Socialista Alemán (el partido nazi), el cual pasó a liderar en 1921. En 1923 intentaron un golpe de Estado contra la República Alemana instaurada en Weimar y la cual había represaliado con dureza a los miembros del Partido Comunista Alemán y la Liga Espartaquista de gente como Rosa Luxemburgo, aunque en nombre de la democacia permitieron a los partidos de izquierdas, cosa que no gustaba a los nazis. Hitler fue condenado a cinco años de cárcel, pero a los ocho meses fue  amnistiado y salió a la calle en 1924, momento desde el cual supo crear cada vez más adeptos al partido nazi y crear una conciencia social mayoritaria en Alemania de acuerdo con los ideales de su partido, los cuales plasmó en un libro que escribió durante su estancia en la cárcel, Mi lucha, que se transformó en uno de los libros más leídos. A partir de ese momento la República Alemana va a sufrir numerosos episodios de disturbios, altercados, asesinatos políticos, violencia en las calles... normalmente protagonizados por seguidores nazis. La convivencia se irá enrareciendo hasta el punto de que Hitler ganará las elecciones de 1933 y como presidente liquidará la República para fundar un nuevo imperio alemán que en 1939 desembocará en la Segunda Guerra Mundial. Es justo en el momento en el que Hitler es liberado y habla en público, en el comienzo del agrandamiento del partido nazi en 1924, que comienza el relato. Como se ha dicho, Corto está en ese teatro donde Hitler habla desde el escenario al público.
 

A Corto Maltés le acompaña un amigo que le hace de guía sobre los cambios de los últimos tiempos en la sociedad alemana desde el final de la guerra, se trata de un personaje real, Joseph Roth, un periodista judío austriaco que creyó tanto en la extrema derecha como en los comunistas, para terminar no creyendo en nada, solo en las personas. La evidente evolución política de Alemania y su condición judía harán de este personaje un periodista interesante, pero de vida trágica. Se hizo alcohólico, fue ello lo que le mató. A lo largo de esta historia también aparecerán Gustav Meyrink, el escritor judío que escribió la novela de El Golem que en aquellas épocas fue llevada a cine mudo, el presidente alemán Friedrich Ebert, el boxeador Max Schmeling y la actriz aún no famosa Marlene Dietrich que guiará a Corto durante una parte del relato. Junto a estos personajes reales también estarán viejos conocidos del protagonista como Levi Columbia y Steiner. Y es que precisamente la historia parte a raiz de que en un ambiente violentado por las ideas nazis, Corto encuentra el anuncio del asesinato de un desconocido en las calles de Berlín, Steiner, y esto hace que nuestro héroe acuda a la comisaría a identificar el cadáver. Lo que no sabe es que en la comisaría existe corrupción y tramas secretas con los grupos de ultraderecha, y que el asesinato de su amigo tiene que ver con esas tramas y con una ideología antisemita en auge. De este modo, una vez más, sin pretenderlo, Corto Maltés se ve envuelto en una de sus historias clásicas más descarnadas y duras, pues no obstante, en esta ocasión, también le lleva a actuar un pasional impulso de venganza que contrasta con su habitual carácter romántico más llevado por la aventura. Regresa el Corto Maltés más oscuro desde sus orígenes con Pratt en Balada del Mar Salado, tal vez en justa y merecida respuesta de Díaz Canales y Pellejero al Corto de Martin Quenehen y Bastien Vivès, que pretendía esto mismo pero trastocado de época. No obstante, es de anotar un guiño de un cómic a otro: una escena de sexo explícito (que no llega a verse), lo nunca visto en manos de Pratt, aunque sí intuido en los relatos.  

Díaz Canales y Pellejero van mejorando cada vez más y afinando mejor la puntería de las líneas argumentales, aunque quizá esta historia necesitaba o deja sabor de querer más desarrollo, o sea: más páginas. Pero la historia está bien construida. En este caso las aventuras de Corto Maltés pasan a ser puro cine negro con lenguaje visual propio del impresionismo que desarrollaron autores cinematográficos de origen judío alemán que emigraron a Estados Unidos con el ascenso nazi, como Fritz Lang. En los años de las décadas de 1920 y 1930 Alemania sufrirá una serie de crisis sociales y económicas que se sumarán a la gran tragedia de la Primera Guerra Mundial y su derrota en ella, pero esto mismo llevará a una serie de experimentaciones y deseos de vivir la vida sin restricciones que formarán precisamente ambientes culturales que darán varias experimentaciones artísticas, la vida nocturna del cabaret, con sus bailes y vicios, las historias de terror y el goticismo en el cine, del que luego derivará el cine negro en Estados Unidos, pues sus creadores emigados allí reinterpretan aquel cine en este otro, y se producirá también una literatura llena de ideas de todo tipo que irá creando lo que en la década de 1950 se llamará cultura de masas. Todo eso se refleja en esta nueva aventura de manera perfecta, incluidos los guiños a aquel cine citado como también a lo oscurantista y lo secreto mágico, cosa que incluso Steven Spielberg quiso reflejar en las aventuras de su Indiana Jones.

Otro elemento de morbo supone que sepamos desde las épocas de Pratt que Corto Maltés desaparecerá durante la guerra civil española, cosa que se desliza en los guiones tanto de las aventuras de Corto, como de otros personajes de Pratt que se cruzan en su vida, como puedan ser los de los militares de la Segunda Guerra Mundial de Los Escorpiones del Desierto, como los de Ana de la Jungla que salen por allí. Pratt  quiso dejar para el misterio su desaparición, pues nunca llegó a crear esa historia, aunque se rumoreó sobre si llegó a esbozar algo e incluso de si se produjo durante el intento de ayudar a unos anarquistas de la CNT a exiliarse cruzando el mar en dirección de España a la África Francesa. Solo son conjeturas, aunque sabemos que, pese a que a la altura de la primera mitad de los años 1940 los personajes que le conocieron y siguen su vida en la Segunda Guerra Mundial hablan de su desaparición, esta no se produjo por muerte, pues en la década de 1960, en una carta en la página inicial de Balada del Mar Salado, se dice que vive anciano en el jardín de una de las mujeres de su vida mirando el horizonte en mutismo. La cuestión del morbo en esta aventura yo la encuentro en un acercamiento tan directo de enfrentamiento entre nazis y Corto en 1924, cosa que también se vio ya contra los fascistas italianos en Fábula de Venecia, pero que aquí queda reflejado ya como un compromiso personal con la libertad de Corto frente a aquellos que quieren acabar con esa libertad.

Una historia, por otra parte, escrita en un 2022 en el que el ascenso de las ideas totalitarias está presente en nuestra vida, y una nueva guerra en suelo europeo pone de manifiesto que la amenaza de la guerra europea nunca desapareció del todo.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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