NOTICIA 1915ª DESDE EL BAR: SALINAS REGRESÓ

En marzo de 2012 cerró la pastelería Salinas, de la Plaza de Cervantes en Alcalá de Henares. La pastelería llevaba abierta desde 1846. En ella se hacía una de las tartas propias y tradicionales de esa ciudad, la costrada. Aquel cierre fue doloroso para la ciudad y virulento para sus trabajadores. Lo conté y se desarrolló en comentarios en la Noticia 1060ª. Mientras los conflictos laborales y judiciales se iban sucediendo entre extrabajadores y empresarios, el edificio sufrió una serie de obras de restauración, descubriéndose en su piso superior hasta una antigua balconada al estilo del siglo XVI que fue recuperada. Sin embargo, nada se sabía de qué pasaba con la pastelería, se temía lo peor. Pero en marzo en 2018 pudimos ver que se había restaurado tal como era, como siempre había sido, sólo que de momento era un local vacío y no se sabía qué terminaría pasando con él, Noticia 1772ª. Ahora, hace un par de semanas, el pasado octubre, Salinas ha vuelto a abrir como pastelería, por lo que su historia como tal desde 1846 continúa y quedará grabado entre sus heridas ese cierre de 2012 a 2019. No sé quien lleva el negocio ahora, pero merecería la pena que el ayuntamiento interviniera para intentar que algo de la Historia de Alcalá como esto aunque sea un negocio privado, se pueda perpetuar, pues es parte de los alcalaínos. Ciento setenta y tres años juntos, se podría decir que sí, que la pastelería Salinas es parte de nuestra historia alcalaína, máxime cuanto la costrada tiene sus orígenes aquí y hoy día es la tarta típica de Alcalá, e incluso su especialización en almendras garrapiñadas, aunque estas son más cosa de las monjas clarisas del convento cercano a la Universidad. Sólo hay una cosa que no es como antes, el mostrador miraba a la calle, ahora está en un lateral. Sea como sea, Salinas ha vuelto a abrir, con el edificio y el local mismo restaurado y dando salida a una Plaza de Cervantes ahora peatonal... no deja de ser circular, cuando en 1846 abrieron por primera vez esa misma plaza era más peatonal que lugar de carruajes y caballos, aunque los habría. Saludos y que la cerveza os acompañe.