martes, noviembre 05, 2019

NOTICIA 1914ª DESDE EL BAR: NI MÁS NI MENOS

Está a punto de empezar la 49ª edición del festival Alcine, aunque algunos cortometrajes fuera de competición ya se han proyecto ayer, lunes 4 de noviembre. Vuelvo a ser (como cada año fielmente) jurado del público. Mi tarea comienza el viernes. Prefiero ya centrarme en esto que reflexionar ni medio minuto más en el desperdicio y despropósito de las actuales elecciones anticipadas. De todo lo dicho ya por aquí (resumamos remitiendo a la Noticia 1910ª) no hay nada más que añadir, como nada tenían que decir ya los políticos. Todo este tiempo lo han usado en hablar de la incapacidad de llegar a acuerdos entre ellos, del asunto interminable de Cataluña sin aportar intención viable de solución, de la salida de Franco del Valle de los Caídos y poco más. Los medios de comunicación mayoritarios han querido meter estos días el hipotético ascenso de Vox tras los disturbios de Cataluña y el hipotético desplome de Ciudadanos tras ofrecerse a formar gobierno con el PSOE o a tener un acuerdo de gobierno. ¿De lo demás? ¿De los problemas laborales que se nos avecinan por la nueva crisis que ya está llamando a nuestra puerta sin que hayamos superado la de 2008? ¿De los problemas del resto de España que no es Cataluña? ¿De la mejora de leyes para lograr frenar a la violencia de género y las brechas de género? Sólo habló Unidas Podemos, pero el resto están empeñados en que cada vez que hable tratar de confundir a los ciudadanos tratando a los de Unidas Podemos como abyectos ambiciosos del poder. Claro que quienes así les tratan han demostrado con creces merecerse aquello de "juzga y serás juzgado". 

En fin. No nos perdamos. Ni perdamos ni un minuto más de nuestra vida en esto. Ha sido uno de los debates electorales menos seguido, no está ni entre los diez más vistos de nuestra Historia actual. Y eso sumando las audiencias de todas las cadenas de televisión que lo proyectaron. Ya es indicativo. Como me parece que es indicativo el número de personas conocidas y amigas que ya me han dicho que han votado por correo por ahorrarse lo de perder el tiempo el fin de semana. 

El debate empezó tarde, ni más ni menos que a las diez de la noche. Lo programaron para que fuera de dos horas y media. Acabó al día siguiente, a las 00:30 horas, y luego el análisis de los periodistas... Excesivo para seguirlo, excesivo para verlo entero, sobre todo si trabajas a la mañana siguiente y, como yo, te levantas a las 6:00 horas de la mañana (de la madrugada) por ejemplo. No entra en la cabeza más que en un país como este donde se considera que una buena hora para una película entresemana es precisamente esa misma o más tarde aún. Hay un problema en la mente de los programadores televisivos, pero también es bastante seguro que en la mayoría de los televidentes que apuestan por esta falta de descanso o de vigilia en días laborales.  

Yo hice el esfuerzo de verlo... resistí cuarenta minutos... los primeros cuarenta minutos que usaron para hablar una y otra vez de Cataluña como si no hubiera nada más. Cataluña, Cataluña, Cataluña... Sólo Cataluña. Nada más que Cataluña. Los españoles tenemos otras muchas preocupaciones y otros problemas, pero todo lo resumen en que hay que hablar de Cataluña, Cataluña, Cataluña... Únicamente de Cataluña. Si hubieran aportado nuevas visiones, hubiera aportado algo, pero no aportaron nada nuevo. Una y otra vez lo que venimos oyendo desde hace meses... años. Un enroque inamovible que lo único que hace es reforzar la división social en España ante la falsa percepción de que el diálogo es imposible, ya que no hay diálogo ni entre los políticos que nos gobiernan y representan. Un desastre. 

Pero además fue un esperpento. Fueron una broma de sí mismos. Rivera sacando objetos sin parar, como el niño que una vez que le ríen una gracieta se recrea una y otra vez en ella. Sánchez poniendo caritas de "ni puta idea tiene usted", que es la misma que pone siempre que no le dicen lo mismo que él dice. Casado jugando a que ellos, el PP, son inocentes, cuando en realidad están en la base de muchos de los problemas actuales. Iglesias tratando de forzar algún tipo de compromiso con el PSOE, aunque es evidente que nada estable o fiable puede nacer ahora mismo de ahí. Y Abascal columpiándose en la televisión pública que al fin le da el mayor de los altavoces para expresar ideas xenófobas, autoritarias y reaccionarias que quizá cuajen en una parte de los españoles permeables al discurso de blancos y negros, sin grises, y de aplicación de la autoridad represiva para lograr sus ideas y nada de diálogos para tener en cuenta también las de los demás.

Con tal esperpento apagué la televisión y me fui a dormir. No estaban aportando nada nuevo. Eran un chiste de ellos mismos tratando de comportarse como si fueran algo serio. De todos modos Pedro Sánchez ya dejó sentenciado el debate desde su primera intervención. En cinco minutos quedaron resumidos las dos horas y media posteriores, dijeran ya lo que dijeran. Podéis repasarlo en todas las webs que reproducen los vídeos. Pedro Sánchez dijo que si no había una mayoría suficiente para formar gobierno (y no la va a haber) el resto de grupos debían permitir que gobernara la lista más votada (que ellos calculan que serán ellos mismo, el PSOE). Resumen: seguimos estando en el punto de partida, aunque el 10 de noviembre habrá cambios en el número de diputados de unos y otros... pero puede haber sorpresas, y probablemente sorpresas desagradables para el PSOE, que confía mucho en el "qué guapo soy" y no está valorando el cabreo general de los votantes de izquierdas con quien tenía el mayor peso de la responsabilidad de formar gobierno con la izquierda... "¡Con Rivera no!", le gritaban la otra vez, y a Rivera no ha parado de rondarle Sánchez y el resto de la cúpula del PSOE. Ya veremos qué pasa el domingo, cuando se vote. Como sea, lo que dejó sentenciado Sánchez con esa primera intervención es que no tiene la más pajolera intención de tener ningún pacto de gobierno, ni coalición, ni nada, y quiere el gobierno de manera gratuita, pasando por encima de la voluntad popular de las urnas. El gobierno español es parlamentarista, no presidencialista, y esto es algo que el actual PSOE no parece querer aceptar.

De todos modos la frase más importante para ir a votar el domingo no se ha dado ayer noche en el debate, si no esta mañana, tras conocerse los datos del paro. Hay 106.541 personas más en el paro, ha aumentado considerablemente. Las razones, desde luego, son muchas. Entre ellas las que se nos vienen encima desde fuera de España y que es de las que no han querido hablar, salvo Unidas Podemos, a la que han ninguneado cuando ha querido hablarlo. En todo caso el PSOE, el gobierno, en boca de su Ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha valorado que el desempleo suba tanto como que, frase literal: "La población demandante de empleo crece por las expectativas en el mercado laboral". O en otras palabras, según el PSOE ha aumentado el paro porque la gente se anima a afiliarse ahora porque hay expectativas de empleo. Vamos que según el PSOE: hay tanto empleo a punto de darse que está atascado por saturación, porque no se da a basto para crear tantos contratos, pero que eso lo perciben los trabajadores en paro que no se habían apuntado al paro hasta ahora porque antes no había ese trabajo potencial, pero ahora sí se han apuntado, porque están entusiasmados con estar en paro pero con tanto empleo a punto de crearse. El argumento es una tomadura de pelo. Una falta de respeto. Una demagogia. Una patraña. Y algo falto de vergüenza propia. Pero esa frase de Ábalos se come con patatas todo el debate inútil de ayer, lo hace porque nos enseña la patita de lo que podría estar por venir y de cómo se piensa afrontar si el actual gobierno en funciones pasa a serlo de hecho y en soledad, tal como siguen planeando. Aunque me temo que saben que no pueden hacerlo en soledad y, o algo cambia, o terminarán abrazando a Ciudadanos, con lo que las recetas volverán a ser similares a las del PP en 2012. Pero, siempre los peros, todo puede dar un vuelco dado el cabreo general con la política actual y el calentón que el asunto de Cataluña le ha dado a toda España.

Pero en fin, empieza Alcine y es mejor pensar en Alcine, dado que nada se ha movido en las formas de pensar de los diputados, porque todo lo demás ya está pensado, ni más ni menos.

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