Hoy, tras la sugerencia de un amigo, el batería de Muro y de Silver Fist (entre otros), el señor Iván Manzano (si pincháis en el nombre le veréis en la heavypedia), quiero homenajearle yo a él poniendo esta referencia a su espacio en la blogosfera. Lo que cuenta es algo importante. Es importante para él y es importante, por ello, para nosotros, el que lo quiera compartir. Para él le mando mi apoyo, no le conozco en persona pero creo que si le ha gustado este blog y he accedido a él tras conocer que era uno de mis lectores y que me homenajeaba le debo este apoyo en estos tiempos de su vida. Tiempos que, no nos engañemos, más a tarde o más temprano viviremos todos de algún modo. Os invito a leerle y a disfrutar de lo que de la ciencia nos cuenta, que es mucho. Un saludo y que la cerveza os acompañe... especialmente a ti, John Doe.
Este es un blog de un escritor cervecero que pretende hablar de él, de Historia, de sus ídolos, de sus paranoias propias, mostrar sus escritos... pero en definitiva son informes de un espia en el bar.
sábado, julio 31, 2010
NOTICIA 809ª DESDE EL BAR: NOTICIAS DE UN ESPÍA EN EL LABORATORIO
Hoy, tras la sugerencia de un amigo, el batería de Muro y de Silver Fist (entre otros), el señor Iván Manzano (si pincháis en el nombre le veréis en la heavypedia), quiero homenajearle yo a él poniendo esta referencia a su espacio en la blogosfera. Lo que cuenta es algo importante. Es importante para él y es importante, por ello, para nosotros, el que lo quiera compartir. Para él le mando mi apoyo, no le conozco en persona pero creo que si le ha gustado este blog y he accedido a él tras conocer que era uno de mis lectores y que me homenajeaba le debo este apoyo en estos tiempos de su vida. Tiempos que, no nos engañemos, más a tarde o más temprano viviremos todos de algún modo. Os invito a leerle y a disfrutar de lo que de la ciencia nos cuenta, que es mucho. Un saludo y que la cerveza os acompañe... especialmente a ti, John Doe.
viernes, julio 30, 2010
NOTICIA 808ª DESDE EL BAR: DE VACACIONES Y PUTADAS
lunes, julio 26, 2010
NOTICIA 807ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ EL PARQUE O'DONNELL ES EL PARQUE O'DONNELL? (y 3)
Ahora es el momento de hablar de las diferencias entre los liberales. Dentro de los liberales existían los llamados moderados, que serían el equivalente a los conservadores, y los llamados radicales, que eran los futuros progresistas y exaltados, estos últimos serían el equivalente a la izquierda. Los progresistas eran monárquicos partidarios de una constitución que cortara poderes a las elites conservadoras habituales y limitara el papel de la monarquía más de lo que los moderados deseaban. Los exaltados iban más allá y abogaban por mayor representatividad política de los municipios y la conservación de las milicias urbanas como garantes de participación política de las clases más humildes, efectivamente los exaltados irían evolucionando hacia los llamados demócratas (y dentro de estos habría demócratas monárquicos, y demócratas republicanos). ¿Qué clase de liberal era O'Donnell? Pues viniendo de la familia que venía no podía ser otro tipo que liberal moderado. Por ello, cuando el general Espartero dio un golpe de Estado en 1840 para imponer la política radical al ver las jugadas de la regente María Cristina para acabar con los liberales, O'Donnell partió al exilio en Francia. Espartero se transformó en un héroe de masas. Creo una serie de leyes que eran deseadas por los sectores burgueses (para acceder al gobierno) y por las clases más pobres (desamortizó tierras para repartirlas e intento limitar los poderes de la Iglesia en el Estado). Por ello cuando O'Donnell regresó a España en 1841 para dar otro golpe de Estado con Diego de León, fracasó y se volvió a exiliar. Pero volvió a participar de otro golpe de Estado más, esta vez en 1844, para poner en el gobierno al general Narváez, un liberal moderado que restringió libertades de todo tipo y se cobró una represalia sangrienta brutal contra los liberales progresistas. Sin embargo mandó a O'Donell a un destino militar de gobierno lejano de la península, algo que le valdría a su regreso para reconsiderar las cosas. Fue nombrado capitán general de la Habana, cargo que ocupó hasta su regreso en 1848, año en el que no sólo mantenía su cargo de general, sino que además había sido nombrado senador.
Como senador empezó a comprender la política del momento. Sólo el jefe de gobierno Bravo Murillo había intentado alejar a los militares de las funciones propias de los políticos. De igual manera había intentado atajar la corrupción y democratizar la vida española, intenando que la constitución no fuera papel mojado. O'Donnell no le tenía simpatía alguna, pero debió tomar nota de aquello, ya que en 1854 tomó parte de otro golpe de Estado, esta vez contra el propio partido moderado donde él había comenzado su carrera política, contra Narváez (la verdad es que tanto él como Espartero, como Nárvaez, Serrano o Prim u otros, solían recurrir a los golpes de Estado para cambiar los gobiernos). En este momento es cuando está su nombre enlazado con Alcalá de Henares. El golpe de Estado lo perpetró con el general Dulce. Ambos prepararon tropas de caballería de los cuarteles de Alcalá de Henares y se dirigieron hacia Madrid capital en lo que era claramente una táctica de columna que no pudo ser parada en Torrejón de Ardoz y que llegaría a combatir al llegar a Vicálvaro. El combate fue más simulado que real, pues enfrente su adversario también creía que había que cambiar el gobierno. Es la llamada Vicalvarada, el gobierno moderado estaba obviamente sin nadie que lo quisiera defender. Por ello el golpe de Estado de 1854 triunfó. Se había dado tal golpe contra un jefe de gobierno llamado Sartorius, (antepasado de la familia empresaria de mismo nombre, actualmente), de origen ancestral polaco, que había alentado la corrupción y la no intervención de parlamentarios y senadores en su gobierno, lo que había irritado a todos los sectores políticos y a los militares. O'Donnell, que era un monárquico liberal que idolatraba a Isabel II, a pesar de sus descalabros y desaciertos políticos (eliminaba ministros si estos se inmiscuían en su vida amorosa, que a la postre era una vida amorosa con repercusiones políticas graves), le dio el gobierno al ídolo de masas, el general Espartero. Él fue nombrado Ministro de Guerra.
Como tal formó la Unión Liberal, la cual era un intento de unir a moderados, progresistas, exaltados y demócratas, incluso a republicanos si podía, era lo que hoy día llamaríamos un partido político de centro, de centro conservador, pero de centro. Quería contar con las ideas y apoyos de todos los sectores. Aún más pretendía que el ejército dejara de inmiscuirse en política, a pesar de la paradoja que resultaba él mismo. Por ello, cuando cayó Espartero en 1856, fue él quien fue llamado a formar gobierno como jefe de gobierno con la Unión Liberal. Durante su gobierno se siguió intentando expandir el ferrocarril para revitalizar la industria y la economía española, se hicieron varias leyes para democratizar la vida de la sociedad, y, erróneamente, fuimos introducidos en varias aventuras militares en forma de guerras colonialistas por dos motivos: dar sentido de unidad a los españoles frente a enemigos comunes y recuperar orgullo patrio tras la perdida del Imperio en la década de 1820', así combatimos en Conchinchina, la Guerra del Pacífico, Marruecos... La Unión Liberal no duró mucho en el gobierno, varias crisis la derribaron, pero O'Donnell era llamado por Isabel II para ser jefe de gobierno de manera intermitente en alternancia con Narváez y otros. Esto hizo que los demócratas más activistas quisieran romper con aquello y declarar una monarquía constitucional donde la constitución fuera más respetada. El general Prim lo intentó en 1861, sufriendo una dura represión militar por parte de O'Donnell.
Resumiendo, tras varias crisis políticas O'Donnell murió en uno de sus periodos apartado del gobierno. Se estaba decantando por lo demócratas al ver los excesos de los moderados, pero nunca les terminó de apoyar. Murió antes en 1867. Su ideario había sido un gobierno desmilitarizado donde cupiera la convivencia de todas las ideas políticas y la libertad religiosa, no pudo ser en su tiempo. Pero en 1868 el golpe de Estado de Serrano y Prim lo hizo posible. Se recurrió a la monarquía parlamentaria en manos de Amadeo I de Saboya. Y se la intentó defender poniendo cuarteles nuevos en Alcalá de Henares. Por ello cuando se proclamó la I República fue Alcalá de Henares una de las ciudades que se prometían garantía de ella en 1873. La ciudad desde aquel 1854, con O'Donnell usando su caballería, había evolucionado hacia posturas demócratas. Aunque ya algo de ello debía tener, pues por ejemplo en los años de la revolución francesa ya existían franceses revolucionarios en la ciudad, cuidadosamente vigilados en secreto. Incluso entre ese 1854 y la I República de 1873-1874, el rey constitucional Amadeo I había elegido la ciudad para descansar en su viaje a Madrid, instalándose en el ayuntamiento.
En los 1870' la ciudad llegará a tener por alcalde a Esteban Azaña, padre de Manuel Azaña, futuro presidente de la II República (1931 - 1939). Obviamente las ideas iban arraigando. La ciudad ve como se crean ateneos obreros, grupos republicanos y grupos socialistas. Cuando el Parque O'Donnell se funda en 1899 con el nombre del viejo general que en los últimos años de su vida pensó en una monarquía donde todos cupieran (otra cosa son sus actos), un año antes se había sufrido la pérdida definitiva de las últimas posesiones españolas en América y Asia, dando lugar a una crisis social que hizo que los españoles se replanteasen muchas cosas. Los anarquitas y socialistas habían hablado contra aquellas guerras antes de ques e produjesen y fueron ellos quienes recogieron las mayores simpatías de la población. 1899 está a tan sólo tres años de que Alcalá de Henares pasara a la Historia como el primer lugar de las dos Castillas donde se nombra a un socialdemócrata con cargo político, se trataba del concejal Quer, como descubrió el historiador Julián Vadillo en los archivos. Fue en 1902, antes de que el propio Pablo Iglesias fuera diputado. Es obvio que el propio O'Donnell no fue republicano, pero sus ideas de la Unión Liberal pudieron inspirar en sus postrimerías algunas cuestiones de los sectores demócratas que más tarde proclamaran la Revolución Gloriosa. Está claro que los alcaldes Raján y Huerta tenían presente el papel de Alcalá de Henares en 1854, el gobierno de la Unión Liberal de 1858, y la Revolución Gloriosa de 1868, a Amadeo I de Saboya descansando en la ciudad y la I República de 1873 y 1874 buscando la ayuda de Alcalá de Henares para mantenerse frente a las tropas de Madrid capital. Tenían presente el aumento del republicanismo y el socialismo en los alcalaínos. Tenían presente una tradición democrática que Esteban Azaña (que era, por otra parte, conservador en bastantes aspectos y reformador en otros) le inculcó tanto a su hijo como a sus conciudadanos. Los últimos alcaldes del siglo XIX español sabían que algo ocurría en la ciudad, en su sociedad. No fue casual la elección del nombre de O'Donnell para el parque. Había en el ambiente algo que se mantuvo en aumento hasta la misma última resistencia alcalaína en 1939 frente a las tropas de Franco para defender los principios de la República.
O'Donnell no era republicano, simpatizaba con los demócratas monárquicos, hubiera deseado una monarquía de ese modo. Tal vez hubiera deseado el tipo de monarquía que pretendía Amadeo I, constitucional, parlamentaria y llevada por políticos y no por militares, donde pudieran caber todas las voces. No pudo ser, pero el ideario estaba ahí... y quizá fue el ideario, lo ideal o idealizado de esas ideas, lo que llevó a poner el nombre de O'Donnell al Parque O'Donnell.
Que la cerveza os acompañe.
domingo, julio 25, 2010
NOTICIA 806ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ EL PARQUE O'DONNELL ES EL PARQUE O'DONNELL? (2)
Aunque el proyecto lo inició el alcalde Rajas Gómez en 1899, no lo pudo llevar a cabo. Ese mismo año hubo elecciones municipales en Julio y le arrebató el sillón consistorial Félix Huerta y Huerta, un hombre perteneciente a una familia de larga tradición alcalaína de escribanos, notarios y políticos locales. Fue él quien puso todo su empeño en construir el Parque O'Donnell. Anselmo Raymundo en su libro "Datos Históricos de Alcalá de Henares" dijo que fue su acción la más importante para la consecución de dicho espacio verde. No obstante ya dijimos en la primera parte que en estas alturas del siglo había una mentalidad política y social de civismo muy diferente a la de hoy día. Recordaré que Esteban Azaña nos legó la Plaza de Cervantes en los 1870' como la conocemos hoy día, Laredo traía el ferrocarril y dejaba un palacio neomudejar, hubo quien modernizó la plaza de toros y quien recuperó para disfrute de los ciudadanos la rivera del río Henares, o bien quien se empeñó en crear ese espacio común de los alcalaínos que ha sido y es el Teatro Salón Cervantes. Es una época en la que se están haciendo grandes esfuerzos por construir una nueva ciudad a partir de la vieja ciudad. Consciente de la pérdida de su esplendor universitario y de partido judicial del corregimiento, se estaba construyendo una ciudad a la altura de la España, si no de la Europa, progresista de la época, no olvidemos que de estos años consta también la creación de ateneos y casinos sociales y obreros, por ejemplo. Algo se estaba moviendo.
En octubre de 1899 se le encargó al arquitecto municipal la reparación del estanque de la huerta (que regaba los cultivos y abastecía a una Casa de Baños) y el diseño de un parque jardín, de ese encargo salió la idea de la cascada. Es a este hombre, del que desconozco su nombre, al que le debemos el aspecto Romántico del parque y ese estanque de la fotografía de la primera parte de este informe. Diecinueve días más tarde Félix Huerta podía presentar al ayuntamiento el croquis del diseño, al que él mismo añadió la elección de álamos, tilos y castaños del vívero de San Fernando. Se aceptó el proyecto, aunque hubo de retirarse la línea de árboles de la calle del Moral a causa de las protestas vecinales de aquellos vecinos que creían que iban a ser perjudicadas. El nombre de los paseos y las plazas también quedó asentado ese día 20 de diciembre de 1899. En 1901 se colocarón los primeros bancos para que se sentaran las personas. Eran bancos de piedra caliza traída de Colmenar de Oreja, la misma piedra que había construído palacios Reales y la mayor parte de los monumentos de Madrid capital. De estos bancos sobreviven dos en la actualidad, se encuentran cercanos al estanque de la cascada y a la actual piscina municipal de ese lugar. No es lo único que permanece de la época, también lo ahcen unos pinos carrascos que acompañan a dichos bancos para darles sombra. Fueron plantados en 1902.
Era obvio que la creación del estanque era la parte clave del parque O'Donnell, por él se llegó a pagar una cifra de dinero desorbitada por tan sólo la construcción e instalación de una verja de hierro en su zona superior, desde la que poder ver el estanque con peces y la cascada desde arriba. La cuantía total era abrumadora.
Desde aquel 1902 a 1946 el Parque O'Donnell fue completándose con la plantación de numerosas especies vegetales. Al principio se buscaron especies autóctonas como tilos y pinos. El parque llegó a tener una frondosidad enorme. Pronto el proyecto del parque pasó a desbordar la idea original para ir más allá. Se pretendió que albergara especies vegetales de cada uno de los continentes de La Tierra. Así Gregorio Campelo, escribió el libro "Arboles y Arbustos del Parque O'Donell de Alcalá de Henares" en 1987. En él no recogió las numerosas clases de palmeras africanas y asiáticas que se pueden disfrutar cuando paseamos por allí, pero sí registró los cedros del Atlas y del Líbano, pinos carrascos y piñoneros, cipreses de Arizona y comunes, tuyas, plátanos de paseo, olmos de Siberia y comunes, moreras negras y blancas, higueras, sauces llorones, chopos boleana, ciruelos japoneses, árboles del amor, acacias de Japón, de tres espinas y de flor blanca, fresnos, palmeras de la suerte, árboles del Paraíso, catalpas, olivos, laureles, fotíneas, lauros, cotoneasteres, rosales, pitosparos, evónimos, hiedras comunes y matizadas de Canarias, adelfas, aligustres del Japón, lilos, durillos de flor, bolas de nieve, yucas péndulas, pitas, plumeros y rosas de Siria.
El 5 de Noviembre de 1934, durante la II República, teniendo el parque el mejor de sus momentos, los alcalaínos pudieron disfrutar y sufrir (sobre todo sufrir) de un partido de fútbol en su pista central entre la Sociedad Deportiva Alcalá (al ser el gobierno una República se le quitó el título de Real en esos años) y el Atlético de Madrid... No hay más que decir que el sufrimiento vino por una derrota alcalaína por tres goles a cinco. Lo registró el diario "El Eco de Alcalá". Era un lugar sin duda de recreo. Tan frondoso que al estallar la guera civil española en 1936 - 1939, siendo la ciudad fiel a la República en todo momento, se albergó allí a una unidad de tanques para ocultarlos de los frecuentes bombardeos de los aviones del ejército golpista del general Franco. Muchos de los bancos de piedra fueron arrancados en esa época para favorecer el paso de estos carros blindados, también se perdieron muchos árboles, pérdidas que también ayudaron a tener varios ataques enemigos. Tras 1939 había que recuperar parte del ajardinamiento del parque.
No fue la única debacle que sufrió el Parque O'Donnell, en 1946 se inciarion las obras de la carretera de Daganzo. Se mutiló la zona de los árboles que ocupaban la franja que hoy día es carretera en la calle del Moral. Del mismo modo la Pista Florida disminuyó y se hizo la segunda pista de futbito que conocemos hoy. Se prolongó a lo largo la plantación de árboles (trasplantados de la zona de la carretera de Daganzo en construcción) llegando definitivamente hasta la vía ferroviaria actual. Pero si desde 1936 a 1946 el parque había sufrido estos traumas, en 1973, los últimos años de la dictadura franquista, vivió otra remodelación que lo cambió radicalmente. Se quiso imitar un parque inglés, llenándolo de césped a pesar de la escasez de agua para mantenerlo. Lo que parecía un problema irresoluble no lo fue. Se pudo solucionar sorprendentemente. Su césped, el que hoy conocemos, se mantiene todo el año sin problemas de falta de agua. Pero hubo que rediseñar el parque y quitar árboles para moverlos de sitio o para quitarlos del parque con la idea de que se disfrutase del césped. Sea como sea, ese es el parque que nos ha llegado y, afortunadamente, aún tiene numerosos árboles, aunque ha perdido gran parte de sus especies vegetales originales.
En 1986 se denunciaba el problema del sonido de la carretera Nacional-II (hoy vía Complutense) y de la carretera de Daganzo, así como se planteaba la cuestión de poder recuperar varias de las especies originales perdidas entre 1936 y 1973. Entre 1995-2005 el Parque O'Donnell tuvo otra remodelación, en esta ocasión era para ampliarlo. Se puso en ajardinamiento la zona trasera más cercana a las vías de tren. Se intentó crear lo que se llamó un jardín barroco (aunque ciertamente a mí no me recuerda uno) con el uso de un taller de jardinería que, a la vez, ayudara a paliar en parte los problemas de desempleo (sobre todo femenino). Queda citar la desaparición de los patos, palomas y tortugas en 2004 por los motivos citados en la primera entrega, cosa que espero que algún día se solucione.
Pero ahora que sabemos que el Parque O'Donnell era consecuencia de una forma de pensar cívica y democratizadora del disfrute de la ciudad por todos los ciudadanos propia del siglo XIX, y conocemos la Historia del parque, queda por saber por qué el Parque O'Donnell se llama Parque O'Donnell. Pero eso será en la tercera entrega. Que la cerveza os acompañe.
sábado, julio 24, 2010
NOTICIA 805ª DESDE EL BAR: ¿POR QUÉ EL PARQUE O'DONNELL ES EL PARQUE O'DONNELL? (1)
jueves, julio 22, 2010
NOTICIA 804ª DESDE EL BAR: URBANDANCER
domingo, julio 18, 2010
NOTICIA 803ª DESDE EL BAR: EL INFORME SCOTT JOPLIN
Como en "El Golpe", es escuchar esta música e imaginar que uno podría estar en la banda de esos dos timadores qu formaron Robert Redford y Paul Newman para robar al mayor mafioso del Chicago de los años 1930' y así vengar la muerte de un amigo. Es una música llena de vitalidad que anima mucho. Pero aunque la película que la popularizó mundialmente es de 1973, y la historia que cuenta ya hemos dicho que se basa en el Estados Unidos de América más al norte en los años 1930', este tema es un ragtime de 1902 compuesto en los Estados del Sur de América.
Lo cierto es que la película se reconoce inmediatamente con sólo oir estas notas musicales sin ver ninguna imagen. Y a mí, sinceramente repito, me da buen humor. El compositor original es en realidad un músico del género jazz, dentro del estilo del ragtime, que ha pasado a la Historia como compositor de música clásica. Se trata de todo un visionario y pionero norteamericano que quiso poner la música popular norteamericana del momento a la altura de la música clásica europea. Pensó incluso en crear una ópera con sonido ragtime. Es indiscutible oyéndole que lo logró.
Se trata de Scott Joplin, si entráis a su página "Liber Liber: Audioteca" pinchando en su nombre podréis escuchar allí gratuitamente hasta 21 de sus composiciones. Él no grabó en disco de pizarra o de vinilo ninguna de sus composiciones hasta sus últimos años de vida, entre 1915 y 1916, pero sus partituras están completas. Además su música acompañó a varias películas del cine mudo de la época. El ragtime que acompañó a la película "El Golpe", se llamaba "The Entertainer". A mí particularmente también me gusta mucho "Elite Syncopations".
Y para los lectores del Alto Mando del Servicio Espionaje de Bares que hayan visto el video que he dejado al comienzo de este informe, se habrán dado cuenta de una obviedad muy a tener en cuenta y meritoria en los Estados del sur de Estados Unidos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Scott Joplin era de raza negra, lo que por otra parte también es un exotismo dentro de los compositores de música clásica hasta esa fecha... pese a que hemos dicho que en principio él componía jazz ragtime.
Scott Joplin nació en Texas en 1868, tres años después de haber finalizado la Guerra de Secesión Norteamericana (1860-1865) y haber sido asesinado el presidente Abraham Lincoln. Su padre era un esclavo liberto que trabajaba como peón en el ferrocárril, y su madre, que nunca fue esclava, era sirivienta en una casa aburguesada de gente de raza blanca. Él era el séptimo hijo que tuvieron. Ambos progenitores eran muy amantes de la música para entretenerse en su tiempo libre, hasta el punto que enseñaron a cada uno de sus hijos a tocar un instrumento diferente. Ver a la familia al completo tocando música podía ser como ver a una banda. A los ocho años Scott Joplin tuvo tanta práctica tocando que la familia para la que servía su madre le puso a tocar el piano en su casa mientras su madre trabajaba (con el consentimiento de esta). A los once años ya tocaba dos instrumentos más a aparte del piano. Sus improvisaciones debieron impresionar mucho a sus padres y a la familia que daba trabajo a su madre, ya que le buscaron un profesor de música alemán que fue el que comenzó a hacerle interesarse por la música clásica europea y la posible adaptación de sus improvisaciones y la música popular norteamericana (por entonces tocada por negros en buena parte) a ella misma.
Con catorce años se murió su madre y la necesidad de dinero en la familia hace que su padre le presionase para que aprendiera un oficio y se pusiera a trabajar, lo que provoca que se fuese a vivir al valle del Mississippi por su cuenta. Trabajó tocando en pianos de bares y prostíbulos. Es indudable que la práctica diaria durante horas tocando le hicieron adquirir una habilidad musical tremenda. Aparte de que el ambiente en el que se desenvolvió debió darle una personalidad determinada. Sus biografos dicen que fue durante esa etapa cuando tomó forma su particular sentido rítmico y de composición. Pero esa etapa sólo duró tres años, en 1885 se fue a vivir a San Luis-Sedalia, donde conoció a otros músicos de ragtime que se transformarían en históricos, aunque por entonces sólo fueran músicos comunes con necesidades que cubrir. Sea como sea Scott Joplin llegó a entrar en la Universidad George Smith para alumnos negros, donde completó aún más su formación musical de una forma disciplinar. En 1893 tenía una orquesta propia. Todo se encaminaba en su vida a esa unión de la improvisación popular con la música clásica de corte europea, aquello que le haría famoso.
Tanto es así que en 1895, con 27 años, comenzó a vender sus primeras partituras, y con 31 años logró un éxito con dos composiciones que hizo que vendiera cientos de miles de copias de las partituras, provocando que llegara a componer más de cincuenta obras para piano entre 1895 y 1917. Dentro de todo aquello su sueño de fusión musical se hizo realidad e 1902, cuando llegó a crear un ballet y una ópera con ritmo ragtime. A partir de 1906 se fue a los Estados del norte. Primero a Chicago y luego a New York, donde este tipo de música comenzaba a ser valorada en los clubs y estaba en auge. Además, varios sellos discográficos independientes de la zona sólo trataba con "música racial" (nombre de la época para referirse a música compuesta por gente de raza negra, que habitualmente, pero no siempre, tenía un público de la misma raza, ya hablé de ello en la Noticia 469ª). En 1911, en New York, autopublicó las partituras de su obra más ambiciosa, una ópera afroamericana donde intentó su apuesta definitiva de aunar el ragtime con la música clásica, la obra se llamaba "Treemonisha". Tras muchos esfuerzos de todo tipo se logró llevar a los escenarios en 1915, cuatro años más tarde. Sin embargo la crítica del momento fue implacable con él y el público faltó. Esta circunstancia le sumió en una depresión y comenzó a interesarse en grabar discos. Un año más tarde, en 1916, la enfermedad de la sífilis afectaba gravemente a su cabeza hasta ser hospitalizado en Manhattan, donde moriría en 1917 con la temprana edad de 48 años de edad, camino de los 49.
Si hubiera visto el tremendo éxito de aceptación que su idea tuvo décadas más tarde se sentiría plenamente feliz. Entrad en su página, escuchad su música, os gustará. Un saludo y que la cerveza os acompañe.
viernes, julio 16, 2010
NOTICIA 802ª DESDE EL BAR: PROTÉJAME ESOS DATOS
A falta de conocer yo determinadas excepcionalidades en las leyes, o bien cláusulas normativas en determinadas instituciones, me pregunto si de acuerdo a esa ley y descripción de la protección de datos que da esa ley no se incumplirán las leyes cada vez que ponen, por ejemplo, las notas de las asignaturas universitarias en tablones de los pasillos de las facultades, o cada vez que nos graban con una videocámara en determinados sitios sin habernos informado claramente que se nos graba (o habernos consultado en el caso de que sea nuestro lugar de trabajo). Sí parece obvio que cada vez que alguien pone una fotografía nuestra o una referencia a nosotros en Internet, donde claramente se distinga que somos nosotros la persona de la que trata la foto o referencia escrita sin haber solicitado nuestro permiso, está incumpliendo la ley, aparte del derecho a la intimidad y a la propia imagen. Me pregunto en este sentido si la red social Facebook (a falta de leer al completo su contrato de aceptación de normas) cumple con la ley cada vez que al escribirle algún comentario a una amistad, al instante se publica para su lectura a todas las personas que remitente y remitido conocen. Aunque bien es cierto que una red social no es el lugar más indicado para la intimidad.
Como persona que lleva ya un tiempo trabajando en archivos (ya como investigador, ya como archivero) puedo asegurar que los archivos públicos, y muchos de los privados, dan total libertad al acceso de los datos, salvo aquellos que están acogidos a los principios legales obvios de seguridad nacional (por ejemplo no sería razonable que cualquier persona pueda ver los planos de una central nuclear), o los de intimidad (no es razonable que cualquier persona pueda ver tus datos personales de hace un año, por ejemplo, estando tú vivo). Pero a menudo el problema está en que los archivos están desbordados física y laboralmente, faltando partidas de dinero para acometer ampliaciones, reformas, mejoras, y personal (y la de personal que podría ser contratado, madre mía). Muchos documentos están por catalogar (hablamos de millones de documentos de todas las épocas) o de restaurar (otros tantos millones de documentos están a la espera de que se les quitén hongos, se arreglen sus roturas, se fijen sus tintas, se les limpie, se les refuerce, se les digitalice, se les escanee...). Otro problema es la incomprensión de las oficinas creadoras hacia el archivo intermedio, o también de este a los históricos, cuando transfieren sus documentos sin aplicar un mínimo protocolo decente de ordenación de los documentos antes de entregarlos, lo que frena al archivo para ponerlos a disposición del ciudadano a tiempo ya que debe realizar el trabajo que tenía que haberle venido hecho antes de la transferencia citada.
La libertad a tener derecho a la información es vital para una sociedad sana en democracia, pero también el derecho a la protección de determinados datos. ¿Sería razonable que, por ejemplo, alguien que se muera de cáncer, y no quiera hacerlo público, vea sus últimos meses empañados porque el Hospital que le trate publique un tablón en la puerta con los nombres de sus pacientes en estado terminal? Obviamente eso es una asquerosa monstruosidad, no es razonable.
Lo que no es razonable tampoco es el excesivo afán de recabar datos de los ciudadanos. Como por ejemplo aquellos expedientes internos de algunas oficinas que recogen la raza, sexualidad o religión de sus empleados, o aquellos impresos de algunas oficinas o trabajos que piden datos como el Documento Nacional de Identidad de una forma gratuíta, por poner más ejemplos.
No quiero vivir en un mundo donde se me controle al mínimo detalle con unos fines oscuros, pues todo dato se recoge y guarda por algo (el coste de su mantenimiento en archivos, sean físicos o virtuales, es muy alto como para guardar algo sin finalidad útil a quien lo guarda). Pero tampoco quiero que los datos más importantes para mí se aireen sin más. Lo lógico sería la tendencia a la libertad del conocimiento en lo máximo posible, manteniendo en secreto lo íntimo y personal de las personas vivas, y los secretos de Estado que puedan afectar a la seguridad y por tanto a las vidas.
miércoles, julio 14, 2010
NOTICIA 801ª DESDE EL BAR: JOSÉ I BONAPARTE, REY DE ESPAÑA
Pero, ¿es ese el único argumento para reconocer a José I? No. Muchas veces se dice que los españoles se levantaron el 2 de Mayo contra los franceses al darse cuenta que las tropas francesas no estaban de paso a Portugal sino que eran de ocupación del Estado. Pero, ¿cómo se produjo? Pues se produjo cuando vieron que las tropas francesas se estaban asentando en los cuarteles por donde pasaban... pero no se asentaban en ellos tomándolos con las armas, lo cierto es que el ejército profesional español de la época les abría las puertas creyendo que un nuevo gobierno podría solucionar los muchos males en los que había caído una España que había perdido las comunicaciones con sus territorios americanos, se encontraba en medio de una hambruna tremenda, sin comercio internacional y que había observado a una familia Real más preocupada por sus palacios que por los males del país. Así que ya tenemos aquí a una parte de españoles que no estaban contra José I, si no que le apoyaron, vamos, que para ellos no era "un engaño", como dijo aquella mujer. El problema estuvo cuando las tropas francesas comenzaron a comportarse con la población civil como si fuera la población de los países de Centroeuropa que habían invadido como enemigos, cuando supuestamente España era aliada. Cuando los excesos y las noticias del nombramiento de José I llegaron a Madrid el 2 de Mayo de 1808 acompañados de las tropas francesas, se produjo una serie de levantamientos populares violentos que pusieron en evidencia a las tropas napoleónicas. Lo que provocó al día siguiente una cruenta represión contra la población civil española que derivó en la guerra de milicias y guerrillas española contra las tropas francesas, combinada con una guerra basada en el acantonamiento en ciudades y con otra de frentes (como en Bailén). No vamos a entrar en como se desarrolló la Guerra de la Independencia de 1808 a 1814, pero sí en las cuestiones que se dieron en la misma para poder decir que José I también fue gobernante legítimo de España.
Ya hemos visto como José I recibió la corona de Fernando VII, y como algunos cuarteles militares españoles le abrieron las puertas como nuevo gobierno. Hay que anotar que la mayor parte de los españoles con cargos políticos y títulos nobiliarios (no todos, pero sí la mayor parte) juró fidelidad y reconocimiento a José I, y no sólo ellos, si no también varios intelectuales y parte del pueblo que se habían visto favorecidos con la llamada Carta de Bayona hoy día en la historiografía española... pero que por entonces era la Constitución Española dada en Bayona. Y es que antes de que los españoles liberales, reunidos y asediados en Cádiz, escribieran la Constitución Española de 1812, José I había creado aquella otra que acababa con la Inquisición, eliminaba los beneficios hereditarios más importantes de la nobleza, quitaba tierras a la Iglesia para darlas a los labradores sin tierra, creaba los primeros Ministerios y Consejo de Estado modernos de España, este Consejo, junto a las Cortes, por primera vez eran bicamerales, se aceptaba una relativa consulta democrática limitada (pero que era la primera vez que existía en España), eliminaba la Mesta, la Orden de Santiago, introducido los principios de igualdad ante la ley de todos los españoles y de libertad... y para más regocijo de algunos españoles que le apoyaron por todo ello, llegó a enfrentarse a su propio hermano Napoleón y a sus generales por entorpecerle en gobernar España como él deseaba, defendiendo que España era una nación y no una propiedad de Francia.
Es obvio que José I fue apoyado por una parte de los españoles... los llamados despectivamente en la época: afrancesados. De igual manera existieron guerrillas españolas que no atacaban a los franceses, si no a otras guerrillas españolas, pues se trataba de campesinos beneficiados con las leyes agrarias de José I que deseaban mantener estos privilegios. Pero por contra hubo muchos españoles que vio en José I un rey impuesto, o que deseaba recuperar sus privilegios, o que por cultura consideraba que sólo los Borbones podían gobernar por ser nobles de España, o que al ver lo que se le hacía a la Iglesia estaban contra los principios franceses, o que, simplemente, al ver las enormes matanzas y desproporcionados destrozos de los franceses contra la población civil se puso en contra de José I. Sin embargo, también, los españoles que actuaron contra los franceses en nombre de Fernando VII estaban divididos entres monárquicos absolutistas y monárquicos liberales con una Constitución de 1812 basada en parte en aquella Carta de Bayona de José I.
Es obvio por tanto que hubo españoles que sí reconocieron a José I y que para ellos era su rey. Son estos mismos los que tras regresar Fernando VII al trono en 1814 fueron represaliados con la cárcel, la ejecución o el exilio. El propio pintor Goya se autoexilió, por ejemplo, en Francia. O el literato y político Leandro Fernández de Moratín, exiliado en París. O Juan Martín "el Empecinado", que habiendo apoyado a Fernando VII en la guerra, apoyó luego la Constitución de 1812 y su entorno de política afrancesada, por lo que fue ejecutado.
Así pues, José I Bonaparte fue Rey de España en cuanto a que sí llegó a gobernar a España, de mala manera y en guerra entre de ocupación y civil. Fue sufridor de la primera derrota seria de Napoleón en tierra, pero no obstante, y pese a las barbaridades francesas en España, José I trajo una serie de cuestiones sociales y políticas que una parte de españoles aceptó. Que hubo más españoles en contra de su gobierno es innegable también, pero los hubo que lo aceptaron, por no volver a citar que la corona la recibió de Fernando VII y que de nacer un nuevo príncipe hoy si lo llamaran José reinaría como José II, lo que es un reconocimiento total y expreso a su gobierno. Los gobernantes tienen aciertos y desaciertos, unos tienen más de lo uno que de lo otro y no en ese orden. José I desacertó totalmente en el modo como accedió al gobierno de España y en las atrocidades de guerra cometidas, pero su programa político prometía una modernización en la que era aceptable incluso para sus enemigos en el campo de batalla y que trataron de imitar en 1812 bajo el nombre de Fernando VII (que no la aceptó de modo brutal).
Quizá España aún debería revisarse a sí misma en muchas de sus afirmaciones más rotundas, porque a raiz de la ola de banderas monárquicas españolas que se ven por todas las calles, a causa de la victoria del Mundial de Fútbol, uno piensa, ¿ser español implica un régimen político y una casa nobiliar reinante determinada, o simplemente implica ser de España? Y pienso que ser español es ser de España, con nuestra cultura, Historia y costumbres, no mucho más, sobre todo atendiendo a ese cuadro del palacio de Aranjuez y a aquel otro de mi antiguo instituto de Bachillerato donde incluso los propios Borbones así lo ven al incluir al resto de gobernantes de este Estado, fuesen o no Borbones, fuesen monárquicos o fuesen republicanos.
(P.D.: retrato anónimo de José I (1768-1844), de la colección particular de la Condesa de Niel, en París).
lunes, julio 12, 2010
NOTICIA 800ª DESDE EL BAR: ME HAN TRASLADADO DE ARCHIVO EN PLENO CANSANCIO
viernes, julio 09, 2010
NOTICIA 799ª DESDE EL BAR: EL OASIS DEL MUNDIAL
martes, julio 06, 2010
NOTICIA 798ª DESDE EL BAR: JUAN JOSÉ DE AUSTRIA, PRIMER DICTADOR DE ESPAÑA
¿Cuál fue el primer dictador de España? Un bastardo. Juan José de Austria, "Segundo Juan de Austria".
Cuando España se fundó como Monarquía Hispánica tras la Guerra de Sucesión Castellana de 1476 - 1479 entre beltranejos y partidarios de los llamados Reyes Católicos, comenzó una etapa de gobierno de Reyes fuertes. El último personaje que había ejercido casi de dictador, sin llegar a serlo, había sido Álvaro de Luna en el Reino de Castilla en la primera mitad del siglo XV, aún sin existir España como tal. Desde la fundación de la monarquía autárquica de los Reyes Católicos, y pasada la guerra civil fundacional, la península vivió una etapa de guerras de conquista sobre el Reino Nazarí de Granada, el Reino de Navarra y las Canarias. Hubo otras guerras y conquistas a lo largo de Europa, América y norte de África, y violencias como la que ejercía la represión católica de la Inquisición, la expulsión de los judíos, o los ataques corsarios por todas las costas españolas, con ayuda de los moriscos de la península en las costas mediterráneas. Aún más, cuando se proclamó Rey de la Monarquía Hispánica a Carlos I en 1517 se formaron rebeliones armadas con carácter de guerra a causa de los partidarios de las germanías del reino de Valencia y los comuneros de Castilla. Pero en general se comenzó a conquistar un Imperio Español que daba una gran autoconfianza a los propios españoles. En 1567 se produjo otra guerra interna dentro de la península, la Guerra de las Alpajurras. La población morisca rebelde fue sofocada entonces por Juan de Austria, hermano bastardo del emperador Felipe II. Poco después, la batalla de Lepanto en el Imperio Turco Otomano, en 1571, recomenzó una serie de victorias españolas ininterrumpidas y de guerras fuera de las fronteras peninsulares (que no de la España Imperial).
La literatura de esa etapa, el Siglo de Oro español, reflejan una mentalidad hispánica muy orgullosa de sí. En la documentación del gobierno central del Imperio el Rey mencionaba todos sus títulos, poniendo entre ellos el de Señor de Jerusalén. España nunca gobernó en Jerusalén, pero los Reyes Católicos usaron aquel título como propaganda política. Expandieron la falsa leyenda mística de que España conquistaría Jerusalén y devolvería todos los territorios cristianos, previos a los musulmanes, a los cristianos. Era parte de una propaganda bélica para reconquistar Granada, pero una vez conquistada siguieron usándola dado que sus victorias militares parecían dar confirmación a la falsa leyenda, y miedo en los adversarios y vecinos políticos. No obstante, Felipe II, desde la década de 1580', tuvo más etapas de pacto con el Mediterráneo musulmán que de enfrentamiento. El objetivo a batir era la Europa cristiana protestante, no tanto ya el Meditérráneo musulmán. Y esa Europa en cuanto a que atacaban al Imperio Hispánico, no por muchas más razones.
Así, los españoles desarrollaron una mentalidad de fortaleza, sólo socabada por el hambre, que se truncó cuando se probó el sabor de la guerra en el propio suelo por primera vez en ochenta años. Fue en 1640, cuando Cataluña, Andalucía y Portugal se rebelaron contra Felipe IV y su valido, el Conde-Duque de Olivares. querían la independencia. La rebelión de Andalucía apenas era apoyada sólo por una casa nobiliaria, fue detenida sin batallas. La de Portugal llevó a una guerra y a la independencia de Portugal con ayuda de Inglaterra. Los catalanes contaron con la ayuda de Francia. La guerra fue cruenta, pero los catalanes abandonaron a su aliado francés y pidieron perdón y reintegración a España cuando vieron que los franceses les trataban como subordinados, siendo su gobierno centralista, y no federalista como era la Monarquía Hispánica. Tras una guerra duradera (de 1640 a 1652), Cataluña regresó a España descubriendo más beneficios en ella que fuera de ella. Pero la semilla de la guerra en la península ya había sido implantada.
Cuando en 1665 murió Felipe IV heredó el trono su único hijo legítimo con la reina que había sobrevivido, Carlos II, un menor de edad lleno de problemas médicos físicos y psíquicos de toda clase, resultado de varias generaciones de incestos en la familia real Augsburgo.
A Carlos II le gobernaría su madre, los presuntos amantes de ella o bien sus favoritos, su esposa, y algún ministro afortunado que recuperó en todo lo que pudo al Imperio Español de su ruina económica, como los nobles Valenzuela y Oropesa. Incluso en sus últimos momentos, en 1700, Carlos II tuvo alguna lucidez para ejercer el gobierno. Pero era evidente que aparte de estéril era deforme, de salud débil, y con cierta minusvalía psíquica empeorada por repentinos ataques psicológicos y tormentosas sesiones de exorcismos para curarle. Su propio padre, Felipe IV, trataba de no verle de niño, le horrorizaba su visión. Pero Carlos II contaba con un hermano bastardo.
Felipe IV, gran aficionado al teatro, no pudo menos que tener un hijo con una actriz famosa, María Calderón. Juan José de Austria, apodado "el Segundo Juan de Austria" (el cual también fue hijo bastardo) había nacido en 1629. Su sangre había sido "aireada" al no ser hijo de un incesto. Por ello era un hombre totalmente contrario física y psicológicamente a lo que su hermano Carlos era. Sin embargo tenía un complejo: ser hijo del Rey Emperador del mundo y sin embargo ser un segundón por ser hijo bastardo, mientras su hermano era el Emperador cuando era evidente que era incapaz de gobernar por sí solo. Por ello intentó conspirar contra su propio hermano en 1669, sin lograr apoyos. Los intereses de poder se cerraron en torno a Carlos II. Cuando el rey se hizo mayor de edad en 1675, Juan José de Austria volvió a intentarlo sin éxito. Pero en 1677 logró su objetivo. Dio un golpe de Estado tras marchar con un ejército desde Cataluña a Madrid. Había usado en su marcha a muchos nobles descontentos de Cataluña unidos a los que habían quedado al margen de los círculos de poder en Madrid. El pueblo, se mantuvo pasivo en la guerra, entre la lealtad al rey y la certidumbre de que necesitaban a alguien fuerte en el gobierno. Juan José de Austria no destronó a su hermano pero ejerció el gobierno como el primer dictador, propiamente dicho, desde la fundación de España en 1476.
Lo que no sabía Juan José de Austria es que su personalidad ambiciosa le llevaría en poco tiempo a numerosas enemistades en el gobierno, peligrosos errores económicos para el Imperio, la insatisfacción de la Iglesia Católica y varias derrotas militares en guerras internacionales. Hubiera ido al descalabro político si no hubiera sido porque murió de forma natural en 1679, con 50 años. El primer dictador de España sólo gobernó dos años. El reino volvió a recaer en las manos de su hermano Carlos II y sus círculos políticos.
Carlos II en su última etapa de gobierno logró recuperar en algo la Hacienda de España y cierta neutralidad política, hasta donde pudo, pues hizo frente a alguna guerra a la que le arrastraron los malos consejos y los ataques de otros reinos. Cuando murió en 1700 con 39 años y sin descendencia fue capaz de crear un testamento en favor de un familiar indirecto joven que podía garantizar que España no se repartiera entre países extranjeros, Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV de Francia, llamado a heredar Francia se quedó sin aquella por heredar España y transformarse en Felipe V de España, primer rey Borbón de la península.
No fue sin otra guerra civil entre españoles, y una vez más en ella volvieron a intervenir ejércitos extranjeros. La Guerra de Sucesión comenzó en 1700 (en el campo de batalla no lo hizo hasta 1701) y acabó en 1715 con la rendición de Mallorca. Nada más aceptar el trono Felipe V de Borbón, un austriaco del Sacro Imperio Romano Germánico, el archiduque Carlos, familiar lejano de Carlos II, lo reclamó para sí alegando que él era Aubsburgo y por tanto con más derecho que un Borbón. Por diversos motivos le apoyaron ingleses, reinos italianos y otros, mientras que a los Borbones les apoyaron los franceses. La guerra fue algo más que una guerra de Sucesión. Los españoles ventilaron en ella diferentes conceptos políticos de qué debía ser España, aunque a la población civil en general estos conceptos se les escapaban y solían apoyar a Felipe V por ser, simplemente, el heredero del testamento de Carlos II, quizá cansados de la ruina de España y alumbrados por el rico Imperio Francés de la época. No se les escapaba tanto a los habitantes del Reino de Aragón de la Monarquía Hispánica. Felipe V quería acabar con el federalismo e instaurar la centralización del gobierno, ser rey absoluto, como lo eran los reyes en Francia, y prescindir de determinados elementos que coartaban sus decisiones, como los diferentes fueros e intituciones de la península que habían formado el Estado español durante varios siglos. No quería ser rey de reinos federados, sino rey de un sólo reino unitario y centrado, donde su voz era el único gobierno, por más que se mantuvieran determinados Consejos, Cortes y demás.
La guerra acabó en favor de Felipe V de Borbón (incluyendo un cambio de bando a su favor por parte inglesa). Cataluña, la región más partidaria del archiduque Carlos, pese a perder sus fueros y varias instituciones, y sufrir una represión en su nobleza, se vio satisfecha en cuanto el nuevo Rey creó medios de defensa a los trabajadores del campo frente a sus Señores, por primera en ese 1714 podían acceder a cargos de gobierno en Castilla, por ello: del gobierno central del Imperio, podían comerciar directamente con América, hasta entonces sólo lo hicieron indirectamente. Su derrota incluyó una serie de ventajas que provocó que Cataluña prosperase mientras Castilla, debilitada por siglos de guerras mantenidas casi en exclusiva por ella sola, no supo salir adelante y se enquilosó paulatinamente. Sin embargo, Cataluña y Valencia siempre mantendrían desde entonces la espina política clavada de haber perdido su fueros y con ellos su federalismo para imponérseles un gobierno central con capital en Castilla.
Aunque el siglo XVIII español no volvió a conocer más guerras en el suelo penínsular, salvo la revuelta del motín de Esquilache de 1767 centrada en Madrid y Cataluña, y más bien España conoció muchos años de paz que no había conocido desde su fundación (y aún con todo estuvimos en varias guerras internacionales), los conflictos bélicos fratricidas vividos desde 1640 habrían de permanecer en el ambiente de una mentalidad hasta la siguiente guerra fratricida: la de Independencia, y de ahí a las carlistas, y de ahí a la dictadura de Primo de Rivera, y de ahí a la guerra civil española y la dictadura de Franco, y de ahí, con cierto regusto extraño esas dos Españas que aún hoy día resuenan. Porque en esos conflictos salieron a relucir muchos conceptos de cómo deberíamos ser España, y no me refiero ya a territorios, si no a conceptos que transcienden el origen territorial, como por ejemplo el reparto de la riqueza, la libertad religiosa y de pensamiento o no, la solidaridad o la no solidaridad, la autoridad única o la autoridad de la sociedad organizada por sus propias decisiones, y otras muchas concepciones que fueron las que el escritor y periodista Mariano José de Larra hizo pronunciar por primera vez a comienzos del siglo XIX que exisitían dos Españas, las mismas por las que Antonio Machado escribió en el siglo XX como advertencia a los españoles que estaban por nacer, a nosotros:
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
(P.D.:El cuadro es anónimo, se puede ver en el Museo del Prado)
lunes, julio 05, 2010
NOTICIA 797ª DESDE EL BAR: BARCO DE VELAS NEGRAS
Al lado de un reloj de pared,
me contaron las horas
perdidas en barcos de velas negras desplegadas,
cruzando la vida, enredando la red.
Encontré estos versos anotados en un cuaderno antiguo de 2002 donde componía poemas. En la página anterior veo que ya trabajé sobre ello anotando estos dos versos más, posiblemente como variante de una idea de metáfora:
He puesto un barco de velas negras
en algún lugar de las venas.
En ese segundo verso también anoté una posible variante, anotando abajo entre paréntesis: "en algún lugar de tus venas", a diferencia del verso que dice "las venas", cambia el sentido radicalmente. Son versos que no llegaron a ningún sitio. Pero reencontrarlos me ha resultado reencontrarme con una sensación de aquellos días al leer los borradores de poemas que sí se acabaron y que incluí en "Cuaderno de poemas (una visión al revés)" en las hojas cercanas a esta hoja.