En los primeros días de diciembre de 2002, aún era yo estudiante de 4º de Historia, se realizó un ciclo de conferencias centrado en la Transición que tuvo lugar en la sala de juntas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Alcalá de Henares, desde la que se creó una conexión de vídeo a la sala de juicios. Si la sala de juntas estuvo repleta de estudiantes, catedráticos y demás, en la sala de juicios había más gente presenciándo tales conferencias, y aún hubo quien se quedó en los pasillos. No era para menos, ya que la Facultad de Derecho trajo ese año 2002 a Adolfo Suárez (expresidente en la Transición de la dictadura a la Monarquía Parlamentaria, de 1976 a 1981), a Nicolás Redondo (sindicalista de la Unión General de Trabajadores, UGT, en aquellos años), a Santiago Carrillo (dirigente del Partido Comunista de España, PCE, también en esas fechas) y a un miembro de la Casa Real. Aunque, siendo sinceros, sólo vinieron los tres últimos. Adolfo Suárez, que era el personaje más apetecido por todos para oírle hablar de esa parte de la Historia, no acudió. En aquellos momentos creímos que no lo hizo por parecerle la Universidad de Alcalá poca cosa. La verdad es que fue decepcionante, pero lo cierto es que no acudió ya que como declaró públicamente él años más tarde, en mayo de 2005, padecía la enfermedad de Alzheimer. Cosa que, a posteriori, le excusa.
Presidía la mesa de los conferenciantes el decano de la Facultad de Derecho de aquel año, Diego Luzón, miembros de la delegación de alumnos, miembros del consejo de estudiantes, y determinados catedráticos. Unas conferecias de este calibre, que en realidad homenajeaba el 25º aniversario de las primeras elecciones libres de la Monarquía Parlamentaria, hubiera sido lógico que se celebraran en la Facultad de Filosofía y Letras, que era donde estábamos la gente de Historia, Humanidades y otros carreras relacionadas. Pero fue la gente de Derecho quienes promovieron todo. Como la asistencia se desbordó, sólo se podía asistir si habías hecho una reserva de asistencia. Es por ello que ante un montón de gente interesada habilitaron la sala de juicios con video para aquellos que no entraran en la sala de conferencias, y aún con todo no bastó.
Yo por entonces tenía una asignatura llamada "Historia Social del Trabajo en la España Contemporánea", impartida por el catedrático Feliciano Montero, para mi gusto un excelente profesor, pese a ser muy exhaustivo. Fue por medio de él que logré ser colado en las conferencias de Nicolás Redondo y Santiago Carrillo, y no sólo me coló en la asistencia, si no que además pude asistir dentro de la sala de conferencias, viéndolo todo delante mía. De aquel día recogí anotación de todo lo que dijeron, resultando al final que tenía la transcripción completa de todas sus palabras para mi uso personal. Hoy quiero presentaros esa transcripción del 4 de Diciembre de 2002 aquí, en esta bitácora. Lo haré en cuatro partes. La primera es esta, donde meramente os he situado en el asunto, la segunda parte será la conferencia de Nicolás Redondo, la tercera la de Santiago Carrillo y la cuarta será el turno de preguntas y respuestas que se produjo. Al ser transcripciones, pese a que las pasé a ordenador, no he corregido su estilo. Así que disculpad la torpeza del lenguaje escrito de estas futuras entregas que haré a lo largo de estos días.
El tema es interesante y me parece de actualidad, ya que aunque se trataba del asunto del 25º aniversario de la Transición, Nicolás Redondo se adentró en los años 1980', también y dijo cosas muy llamativas a fecha de hoy acerca de la crisis económica que se atravesó en esas fechas y de la combatividad sindical que se planteó a la misma, llegando a producirse una huelga general promovida por UGT-Comisiones Obreras (CCOO) contra el gobierno, presidido por entonces por Felipe González (del Partido Socialista Obrero Español, PSOE), cosa que con la crisis actual y con un gobierno también del PSOE, no se ha producido hasta la fecha, cuando más bien asistimos a que aparentemente el gobierno prefiere hablar con la patronal antes de consensuar nada con los sindicatos, y no parece que los sindicatos protesten demasiado y cuando lo hacen, lo hacen bastante mansamente... Salvo loables excepciones como la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) o la Confederación General del Trabajo (CGT), ambos sindicatos de corte anarquista, con sus diferencias entre ellos, también es cierto.
Viene bien reseñar hoy también la aureola y mitificación que se ha hecho de la Transisión en los últimos años, donde se han creado hasta muy diversas series, películas y documentales acerca de aquellos años. Lastimosamente hay mucha información sesgada en ello, y demasiado protagonismo en la figura de la Casa Real, sin analizar ni tan siquiera más posibilidades y porqués de cómo ocurrió lo que ocurrió. Aferrados, todos los que tienen los grandes medios de comunicación y concienciación social, a la versión oficial en la que parece ser que los españoles apenas son meros espectadores de los sucesos que se manejan en las altas esferas. Cuando no es así, sino todo lo contrario, pues las altas esferas hicieron lo que hicieron desbordados por lo que intuían podría pasar. El Rey quiere ser Rey, de todos los españoles pero Rey, y comprende la fuerza que adquiere toda la sociedad antifranquista tras la muerte del dictador. No es baladí buscar en aparentes pequeños sucesos síntomas de algo grande. Ya dijimos en el pasado, pues la Transición ha sido tratada en este blog muchas veces, que es significativo que en Enero-Febrero de 1976, a pocos meses de la muerte de Franco, el cantautor Lluís Llach, exiliado, había logrado dar un multitudinario concierto antifranquista en la mismísima Barcelona, donde el público, miles de personas, coreaba "Amnistía y Libertad". Las autoridades no pudieron hacer nada, estaban desbordadas, a pesar de que aún era la legalidad de la dictadura la vigente, pues la Monarquía no empezó siendo parlamentaria, sino Monarquía, a secas, por tanto, absoluta, lo que equivale a decir con los mismos atributos de gobierno que tuvo Franco, a la postre quien la designó en sus formas y en su heredero. Eran muy conscientes de lo que estaba sucediendo y de lo que podría estar por venir en esos días. Fue la sociedad la que hizo la Transición y no tanto esos nombres famosos repetidos hasta la saciedad, pese a que tengan su peso en determinados asuntos. El propio Carrillo así lo dijo en su conferencia también, con lo que no es sólo apreciación mía.
Del mismo modo no estaría mal revisar algunos protagonismos mitificados de una forma más crítica. El más destacado es el caso de Adolfo Suárez, apreciado por todos ahora, no por entonces. El tiempo le ha otorgado una aureola donde realmente se aprecia que hizo muchas cosas que permitieron muchas de las libertades actuales, incluso permitiendo libertades a gentes cuyas ideas no compartía este presidente que ha sido calificado por algunos políticos de anticomunista. No le quitamos el mérito de los riesgos sociales y personales que corrió, sobre todo cuando a costa de ello pudo ser asesinado el 23 de Febrero de 1981 junto a líderes de izquierda que él legalizó políticamente. Pero no olvidemos ser críticos. No olvidemos que él no pretendía en principio legalizar a todos los partidos y sindicatos sin más. Sabía que los primeros en ser legalizados serían los que contarían con más apoyos sociales. Por ello sondeó a todos los que pudo para saber cómo de respetuosos con la Monarquía iban a ser, que no olvidemos había sido designada por Franco y aún tenía en 1976-1977 la legalidad de la dictadura. El último partido político legalizado fue el PCE. Suárez no quería legalizarlo hasta después de las elecciones de 1977, quizá esperando quitarle apoyos y capacidad de gobierno. Era la oposición aparentemente más fuerte. Fue la estrategia de Carrillo, y el triste asesinato de abogados laboralistas en Atocha que movilizó a la gente, la que forzó en un pulso político a que Suárez legalizara el PCE a pocos meses de las elecciones. Cuando ya todos los demás partidos habían tomado posición. Carrillo alguna vez cita que él cree que por ello no sacaron tantos diputados, ni tan siquiera se acercaron al número de los del PSOE. Aunque el gobierno lo ganara la Unión de Centro Democrático (CDS) de Suárez.
No olvidemos tampoco que al primer sindicato al que Suárez llama a consulta para su legalización no es ni el socialdemócrata UGT, ni el comunista CCOO. Es la CNT, a la postre el sindicato más fuerte en la etapa de la República. Pero CNT estaba muy mermada, había pagado caro su lucha contra la dictadura. Era UGT, y sobre todo CCOO, quienes realmente tenían más simpatías de la gente. No le convenía, pensó, y por ello quería dar prioridad a los anarquistas, a los que juzgaba preferibles. ¿Por qué? Pues tal vez porque si uno revisa los documentos de la dictadura sobre "intentos de acercamiento", cojámoslo con pinzas, a los disidentes, verá que los falangistas preferían hablar y tratar antes con los anarquistas que con los comunistas. Pero CNT no aceptó las reglas del juego de legalizados a cambio de aceptar una Monarquía impuesta, sin decisión de la sociedad. Por eso Suárez terminó retrasando su legalización y priorizando la de UGT y CCOO, que sí aceptaron eso y los Pactos de la Moncloa, de los que ya hablé en el pasado. Aún más, mientras a UGT y CCOO se les prestaba lugares de fácil acceso para sus primeros mítines, en Madrid capital, a CNT se le retrasó la fecha de poder hacerlo y cuando se les concedió se les dejó un lugar con malas comunicaciones de acceso y en San Sebastián de los Reyes, que por entonces no era lo que es hoy día, en 1977 era un pueblecito con malas carreteras. Pero aún con todo ese mitín tuvo una afluencia masiva que no esperaba el gobierno. Como hablaré en estos días sobre las conferencias de un líder de la UGT y otro del PCE, justo es dejar constancia de que sobre la CNT en la Transición ya se habló en este blog, a costa de otra conferencia que hubo. Fue el 1 de abril de 2007, en la Noticia 251ª, y os dejo esa entrada para que la consulte quien quiera completar todo esto, no estaría mal quien quiera saber más que busque los post con información sobre la Transición en este blog. Aunque no es necesario en principio. En todo caso, abogo por la revisión crítica del periodo histórico más reciente de España, donde todo parece haber sido mitificado confiando en la fe ciega de los espectadores de las series de televisión que últimamente han emitido algunas canales televisivos.
Mañana presento al Alto Mando del Servicio de Espionaje de Bares el informe con la transcripción de la conferencia de Nicolás Redondo. Un saludo y que la cerveza os acompañe.
Dani!! que tal hombre! soy miguel, el mayorkin que hizo la carrera contigo! hoy he hablado con Julian porque he llamado a la FAL y me ha pasado su blog y de ahí pues he llegado aquí.
ResponderEliminarSe te ve bien, no me puedo creer que la botella vacía siga en pie! recuerdo que escribí en el..segundo número creo que fue, enhorabuena.
Yo sigo tambien enganchado a la historia, desde Barcelona, hago lo que puedo, estoy con la tesis,y escribiendo un librito corto para una editorial catalana sobre Peiró.
Bueno me gusta lo que escribes, me seguiré pasando por aquí
1 abrazo!
Cuánto tiempo. Me alegro de que contactes. Julián ya te diría que ha sacado adelante el libro de la explosión del polvorín de Alcalá de 1947. Lo publicó el otro día. Le va fantástico. Y por mi parte, poca cosa, voy haciendo cosillas, lo que se puede. A ver si cuando sacas el libro de Peiró avisas y le hecho un vistazo si es que la editorial hace ventas por Madrid. Un abrazo enorme, hombre.
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