Ya no existo. Es sorprendente, ¿verdad? Ya lo decían los romanos, lo escrito permanece, las palabras vuelan. Y el ser humano en buena parte se distingue por ser palabras. Todo tan rápido. Uno no sabe en qué modo va a desaparecer, hasta que se decide por uno. Lo vi claro cuando desperté del sueño de este atardecer. Ya decían que cualquier noche me derrumbaría. Como un castillo de naipes. Sólo lo escrito permanece, a las palabras se las lleva el aire, y nosotros somos en buena parte palabras sin escribir mientras vivimos.
Lo vi claro al despertar. Brillaba desde el centro de mi habitación La Alnitak. La Alnitak reaparecida desde mi pasado. No es algo extraño. La Alnitak es relativa. Sus dimensiones varían en función de su historia. Debió entrar por la ventana, pues por allí salió. Lo vi claro. Lo escrito permanece y las palabras… vuelan.
1. Ven. Pasa la ventana. Un telón de acero, un muro, se está formando y cayendo sobre ti. Viaja conmigo y huye o ayudarás a crear sus cimientos, aún peor a ser sepultado por él.
2. ¡Alnitak…!
Alnitak salió por la ventana. Recobró sus dimensiones mayores al otro lado.
2. Yo no puedo seguirte, Alnitak.
1. El telón se teje en torno tuya. Puedes y debes seguirme. Debes dejar de ser palabra, dejar de existir. Ven conmigo. Atraviesa la ventana. El peso del telón te hundirá, no podrás levantarte más. Debes venir al otro lado de la ventana.
Alnitak se alejaba y no podía dejarla marchar. Al comienzo de este cómputo de tiempo Alnitak me había hecho sentir bien. Hasta que Alnitak se destruyó y desapareció. Yo había llevado a Alnitak a aquel viaje pasado, y en el final del viaje se destruyó en Crepúsculo. Alnitak permanecía porque Alnitak estaba escrita en el pasado. No era mera palabra.
2. ¡Espera, Alnitak!
Caí del colchón al suelo intentando levantarme. Un gran peso me pegaba a las baldosas, frías como losas. Me arrastré hasta la ventana y subí hasta su alfeizar con esfuerzo del trabajo de mis brazos. Pero allí me quedé. La ventana tenía barrotes de hierro que me impedían pasar al otro lado.
2. No podré pasar.
1La gata te ayudará a venir a este lado de la ventana.
Un zarpazo inesperado me hizo contraerme de dolor y de miedo. Los barrotes de hierro no me retuvieron, aún no había escrito sobre ellos, no podían permanecer. Eran sólo palabras que se llevaba el viento. Los traspasé y no caía, acaso volaba cual palabra. Me disipaba. Se desvanecían mis manos, mis brazos, mis pies, se desvanecían mis piernas, y mi cuerpo y mi cabeza. No está escrito para permanecer que por siempre las palabras vuelan. Ya no existo.
1. Debías venir a este lado para alcanzarme. Mientras eras palabra no te diste cuenta qué era lo que te faltaba. Ven, sígueme a ese valle, ¿lo ves? Aquel.
2. Lo veo.
1. Todos están muertos en ese valle.
2. ¿Todos?
1. Se mataron cuando supieron que vendrías a través de la ventana. Es el Valle de los Fantasmas. Todos los de allí leyeron sobre ti cosas que tú escribiste inexistente. Todos quisieron ser fantasmas para ti.
2. Las escribí en buena parte existente en palabras, en cierto modo permanezco… o debería permanecer… aunque ahora ya no existo.
1. Tú fuiste palabras, y ahora sólo eres unos escritos. ¿Qué permanece después de ti? ¿Palabras? Ves, te esperan, te celebran una fiesta.
Uno de aquellos seres se acercó y lo hizo tanto que al no ser yo Nada me metió dentro de su cabeza sin darse cuenta.
3. Hola… Inexistes y te tengo en mi cabeza…
2. Alnitak me ha dicho que esperabais.
3. Sí, esperábamos. Todos queríamos conocerte ahora que no permaneces. Ahora que eres inexistente. Pero te tengo en mi cabeza… ¿por qué permaneces en ella?
2. Por la cerveza.
3. Oh, sí, por la cerveza. Leímos que te gustaba la cerveza y nos hicimos fantasmas en ella. Creo que tienes cerveza en mi cabeza… y noto en tu inexistencia que tú la bebes junto a mí, conmigo, en mí.
Bebí un buen trago de cerveza en mi inexistencia… y salí de aquella cabeza. La fiesta de los fantasmas era entretenida. 905 seguía bella. Ojo me observaba desde algún lugar del tumulto sin cuerpos. Ad Limitum sonreía y Pony Trecker tocaba una canción bajo el Púrpura Profundo. Los Hombres de Humo no me perseguían y la gente de Nube-1 y Nube-2 se fusionaban. Estaban todos los contrabandistas y aquellos seres pequeños que eran capaces de hacerse seres grandes para ti. Estaba escrito en ellos.
Alnitak reconstruida rediviva hablaba como un ordenador HAL-9.000 mientras todos bailábamos y nos sonreíamos. Todos los seres nos sonreíamos. Aquella era nuestra fiesta. Todos estábamos. Todos mis fantasmas, todos sus fantasmas. Todos compartiendo nuestros espacios. Bebiendo en jarra lo que se nos otorgaba. Dándonos cuenta de nuestras manos, brazos, pies, nuestras piernas, y cuerpos y cabezas, y en nuestras cabezas: bocas existentes materializando la inexistencia con todas nuestras sonrisas, las mismas sonrisas que esperaban aquella fiesta en aquel valle. Aquella reunión de fantasmas que nunca más serían espectros. Redivivos. Materializados en el baile del encuentro y el reencuentro. Reencontrándonos. Trayéndonos reconciliaciones entre nuestros pasados. Todos los seres nos sonreíamos.
1. Esto es lo que debías encontrar.
2. Sí, Alnitak.
1. Debes volver a ser palabra. Vuelve a tu ventana. Ahora podrás volver siempre que quieras. Con llamarme podrás viajar de nuevo. Estás escrito y permaneces. Eres palabra, y vuelas. Estás escrito en ellos, ellos están escritos en ti. Ningún telón tapa por siempre a lo que permanece. Ahora estás escrito, permaneces, ahora eres palabra, vuelas, te impregnas en el aire que rodean las cabezas. Y alrededor de y en tu cabeza, el mismo aire.
Volví a mi ventana y pasé sus rejas, aunque estaban escritas yo escribía que yo pasaba a través de ellas. Me tumbé en mi cama. Mi gata se recostó a mi lado. Unas caricias. Existo.
Lo vi claro al despertar. Brillaba desde el centro de mi habitación La Alnitak. La Alnitak reaparecida desde mi pasado. No es algo extraño. La Alnitak es relativa. Sus dimensiones varían en función de su historia. Debió entrar por la ventana, pues por allí salió. Lo vi claro. Lo escrito permanece y las palabras… vuelan.
1. Ven. Pasa la ventana. Un telón de acero, un muro, se está formando y cayendo sobre ti. Viaja conmigo y huye o ayudarás a crear sus cimientos, aún peor a ser sepultado por él.
2. ¡Alnitak…!
Alnitak salió por la ventana. Recobró sus dimensiones mayores al otro lado.
2. Yo no puedo seguirte, Alnitak.
1. El telón se teje en torno tuya. Puedes y debes seguirme. Debes dejar de ser palabra, dejar de existir. Ven conmigo. Atraviesa la ventana. El peso del telón te hundirá, no podrás levantarte más. Debes venir al otro lado de la ventana.
Alnitak se alejaba y no podía dejarla marchar. Al comienzo de este cómputo de tiempo Alnitak me había hecho sentir bien. Hasta que Alnitak se destruyó y desapareció. Yo había llevado a Alnitak a aquel viaje pasado, y en el final del viaje se destruyó en Crepúsculo. Alnitak permanecía porque Alnitak estaba escrita en el pasado. No era mera palabra.
2. ¡Espera, Alnitak!
Caí del colchón al suelo intentando levantarme. Un gran peso me pegaba a las baldosas, frías como losas. Me arrastré hasta la ventana y subí hasta su alfeizar con esfuerzo del trabajo de mis brazos. Pero allí me quedé. La ventana tenía barrotes de hierro que me impedían pasar al otro lado.
2. No podré pasar.
1La gata te ayudará a venir a este lado de la ventana.
Un zarpazo inesperado me hizo contraerme de dolor y de miedo. Los barrotes de hierro no me retuvieron, aún no había escrito sobre ellos, no podían permanecer. Eran sólo palabras que se llevaba el viento. Los traspasé y no caía, acaso volaba cual palabra. Me disipaba. Se desvanecían mis manos, mis brazos, mis pies, se desvanecían mis piernas, y mi cuerpo y mi cabeza. No está escrito para permanecer que por siempre las palabras vuelan. Ya no existo.
1. Debías venir a este lado para alcanzarme. Mientras eras palabra no te diste cuenta qué era lo que te faltaba. Ven, sígueme a ese valle, ¿lo ves? Aquel.
2. Lo veo.
1. Todos están muertos en ese valle.
2. ¿Todos?
1. Se mataron cuando supieron que vendrías a través de la ventana. Es el Valle de los Fantasmas. Todos los de allí leyeron sobre ti cosas que tú escribiste inexistente. Todos quisieron ser fantasmas para ti.
2. Las escribí en buena parte existente en palabras, en cierto modo permanezco… o debería permanecer… aunque ahora ya no existo.
1. Tú fuiste palabras, y ahora sólo eres unos escritos. ¿Qué permanece después de ti? ¿Palabras? Ves, te esperan, te celebran una fiesta.
Uno de aquellos seres se acercó y lo hizo tanto que al no ser yo Nada me metió dentro de su cabeza sin darse cuenta.
3. Hola… Inexistes y te tengo en mi cabeza…
2. Alnitak me ha dicho que esperabais.
3. Sí, esperábamos. Todos queríamos conocerte ahora que no permaneces. Ahora que eres inexistente. Pero te tengo en mi cabeza… ¿por qué permaneces en ella?
2. Por la cerveza.
3. Oh, sí, por la cerveza. Leímos que te gustaba la cerveza y nos hicimos fantasmas en ella. Creo que tienes cerveza en mi cabeza… y noto en tu inexistencia que tú la bebes junto a mí, conmigo, en mí.
Bebí un buen trago de cerveza en mi inexistencia… y salí de aquella cabeza. La fiesta de los fantasmas era entretenida. 905 seguía bella. Ojo me observaba desde algún lugar del tumulto sin cuerpos. Ad Limitum sonreía y Pony Trecker tocaba una canción bajo el Púrpura Profundo. Los Hombres de Humo no me perseguían y la gente de Nube-1 y Nube-2 se fusionaban. Estaban todos los contrabandistas y aquellos seres pequeños que eran capaces de hacerse seres grandes para ti. Estaba escrito en ellos.
Alnitak reconstruida rediviva hablaba como un ordenador HAL-9.000 mientras todos bailábamos y nos sonreíamos. Todos los seres nos sonreíamos. Aquella era nuestra fiesta. Todos estábamos. Todos mis fantasmas, todos sus fantasmas. Todos compartiendo nuestros espacios. Bebiendo en jarra lo que se nos otorgaba. Dándonos cuenta de nuestras manos, brazos, pies, nuestras piernas, y cuerpos y cabezas, y en nuestras cabezas: bocas existentes materializando la inexistencia con todas nuestras sonrisas, las mismas sonrisas que esperaban aquella fiesta en aquel valle. Aquella reunión de fantasmas que nunca más serían espectros. Redivivos. Materializados en el baile del encuentro y el reencuentro. Reencontrándonos. Trayéndonos reconciliaciones entre nuestros pasados. Todos los seres nos sonreíamos.
1. Esto es lo que debías encontrar.
2. Sí, Alnitak.
1. Debes volver a ser palabra. Vuelve a tu ventana. Ahora podrás volver siempre que quieras. Con llamarme podrás viajar de nuevo. Estás escrito y permaneces. Eres palabra, y vuelas. Estás escrito en ellos, ellos están escritos en ti. Ningún telón tapa por siempre a lo que permanece. Ahora estás escrito, permaneces, ahora eres palabra, vuelas, te impregnas en el aire que rodean las cabezas. Y alrededor de y en tu cabeza, el mismo aire.
Volví a mi ventana y pasé sus rejas, aunque estaban escritas yo escribía que yo pasaba a través de ellas. Me tumbé en mi cama. Mi gata se recostó a mi lado. Unas caricias. Existo.
Daniel L.-Serrano
Alcalá de Henares, Septiembre de 2008
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(P.D.: Viajes en La Alnitak en las Noticias: 378ª - 379ª -380ª - 381ª - 382ª - 383ª - 384ª - 385ª - 386ª)
Qué todos los seres os sonrían y que la cerveza os acompañe, y sí esto sólo es un relato, quiero dejar bien claro eso. Sólo es un relato de ficción y poesía, por si hay algún malentendido desafortunado por ahí.
que susto, pense que cerrabas esto, lo he leido con el corazon en un puño hasta la aclaracion ;)
ResponderEliminarme encanta, por cierto
Qué pasa canichu, soy Raúl, el de la vacafe no, el otro. Te he incluído en mi página porque me gustan mucho las movidas que posteas. Saluti, kamarad.
ResponderEliminarTXUSTINE: A fecha de hoy no hay intención de cerrar el blog. Perdurar es su objetivo. Aunque a modo de confesión, sí es cierto que por circunstancias personales me he saturado tanto en mi vida privada este verano que me llegué a plantear dar carptazo a muchas cosas de mi vida, entre ellas el blog. Pero no, no es el caso. en realidad no tengo intención de hacerlo. Un besico.
ResponderEliminarRAÚL: Me han hablado de que harás una lectura de poemas. A ver si se te da bien. Sobre todo disfrútala. Un saludo.
Me gusta la poesía mucho, y la ficción realista, la de uno mismo, que no se sabe dónde empieza y dónde acaba casi nada, ni la exsitencia. MUy interesante el texto. Un día publicarás, estoy segura.
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