El argentino Joaquín Salvador Lavado, "Quino", padre de Mafalda, es Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014, como a estas alturas todo el mundo sabe. Lo que parece no saber todo el mundo es que no sólo pintó las historietas de Mafalda, ni mucho menos que estas terminaron en 1973, a pesar de que en 1976 y 1977 hizo una serie nueva de ella dedicada a los derechos humanos y los derechos del niño, lo que le dio problemas con la recién estrenada dictadura de los militares argentinos y su censura. La viñeta de este hombre con batín que toma un libro de Karl Marx de su biblioteca usando a su mayordomo de escalerilla de mano es una de sus viñetas que no pertenecen a Mafalda. La puse por primera vez en esta bitácora para hablar de un artículo de Txalaparta en 2007. Quino siempre ha reivindicado su obra que no pertenece a su personaje más reconocido, querido y traducido mundialmente. No ha renegado de Mafalda, a la que tiene un gran cariño, pero siempre ha defendido que tiene más creaciones aparte de ella.
Quino tiene también en España otros premios, como el Premio Quevedos, de la Universidad de Alcalá de Henares, o el título Honoris Causa, también por la Universidad de Alcalá de Henares.
Su personaje Mafalda va a cumplir cincuenta años en septiembre de este 2014, es probable que en buena parte le otorguen el premio Principe de Asturias por esa razón. Tiene 81 años y lleva sin pintar nada nuevo publicado desde 2006, pues dice que ya no ve bien ni se siente tan ágil como antes. Cuando Mafalda cumplió cuarenta y cuatro años en aquel 2006, Argentina, su país, le dedicó un homenaje muy bonito colocando una estatua del personaje sentado en un banco público en Buenos Aires. Quino se hizo retratar sentado a su lado. Por mi parte humilde de mero lector, yo le dediqué un poema inspirado en los rasgos de Mafalda en 2010, que transcribí por aquí en la Noticia 1059ª, el personaje me dio pie para la introspección propia en mi mundo personal.
Quino fue nombrado Premio Príncipe de
Asturias el 21 de mayo, el mismo día que en Estados Unidos de América se hacía público un cómic sobre la vida de Edward Snowden, el espía cibernético. El mundo del cómic
ya había recibido premios Eisner y Pulitzer, ahora recibe un premio Príncipe de
Asturias. Es Fantástico. Como Noveno Arte le
va llegando sus reconocimientos. ¿Habrá algún día un Premio Nobel de
Cómic? No lo necesitan para nada, e incluso pudiera ser peliagudo su
efecto en los creadores. Pero el premio a Quino es fantástico.
Felicidades a él, a los amantes del cómic y a los argentinos. El cómic incluso ha recibido diversos congresos donde se le ha analizado como Arte, por ejemplo el primer congreso internacional de conferencias sobre cómics y novelas gráficas celebrado en Alcalá de Henares de la mano de Esther Claudio, del que por cierto participé analizando a Hugo Pratt y a Corto Maltés. Sobre aquel congreso publiqué muchas cosas, entre ellas los resúmenes de todas las conferencias a las que pude asistir, pero quizá lo más significativo a modo ejemplar fue la entrevista a su convocadora, también de la mano de la Universidad de Alcalá de Henares y del Instituto de Estudio Norteamericanos Benjamin Franklin, se lee en la Noticia 1010ª.
Mafalda nació en 1962, cuando Quino tenía 30 años de edad. Él en esa época se dedicaba a dibujar carteles y programas de mano de cine junto a su tío. En principio Mafalda era un personaje publicitario para vender lavadoras, un electrodoméstico que por otra parte era excesivamente caro para los argentinos de la época. Pero el proyecto se malogró y el personaje durmió en un cajón hasta que el autor lo recuperó en 1964 para realizar una serie de tiras cómicas con crítica social y política para la prensa argentina, la cual, como he dicho, se prolongó hasta 1973, con una pequeña reaparición en 1976-1977. En todos estos años, y hasta la actualidad, su representante ha sido su esposa Alicia, de 82 años, a quien le ha dedicado el premio, por cierto.
No era el único autor en hacer sátira social y política en Argentina desde las viñetas de los periódicos usando de la inteligencia y el buen gusto. Otro autor, Roberto Fontanarrosa, que murió en 2007, creó al personaje Inodoro Pereyra, "el Renegáu". De este hablé en la Noticia 1011ª, con motivo de una de las conferencias de aquel congreso de cómic ya mencionado. Inodoro Pereyra fue un personaje que convivió con Mafalda en su última etapa de creación, pues nació en 1972 y se prolongó hasta 1995, más o menos. La diferencia entre ellos era que Mafalda representaba las inquietudes sociales de la Argentina más urbana, cosmopolita y hecha a las comodidades del mundo moderno, mientras que Inodoro Pereyra representaba lo mismo pero desde un punto de vista de la Argentina más rural, más pobre, sin esas comodidades del mundo moderno, y unido al terruño, como guanche que era.
Quino y Fontanarrosa no competían entre sí, todo lo contrario, se
admiraban el uno al otro hasta el punto de que a veces se hacían
homenajes y guiños mutuos en varias de sus historietas. Quino era de una capital de provincia, Mendoza, por lo que comprendía bien el humor de Fontanarrosa. Sin embargo,
cuando ocurrió la dictadura de los militares de 1976 a 1983, a pesar de
que Mafalda era un personaje emblemático, el gobierno censuró buena
parte de la obra de Quino, que ya había tenido toques de atención de parte del gobierno anterior de Perón, mientras que Fontanarrosa fue permitido. No
es que Fontanarrosa fuera indulgente con la dictadura, pues también tuvo
problemas con ella, sino que los militares no supieron comprender que
el humor de Inodoro Pereyra era sutil e irónico, y lo que ellos creían
compatible con los ideales de su régimen, eran en realidad críticas a
ese modo de gobierno. Pongo por caso dos de las viñetas de Inodoro
Pereyra y su perro Sócrates. Su humor también es universal.
En España se comenzó a publicar Mafalda en 1973, la censura de la dictadura de Franco también le había afectado. Durante esos años del tardofranquismo el gobierno intentó hacer una apariencia de apertura cultural que eran eso, más que otra cosa: apariencia. Sobre todo tras el asesinato del presidente de gobierno Carrero Blanco en diciembre de aquel año. Esas mismas tiras eran publicadas como tiras no aptas para menores de edad. Quino era hijo de emigrantes y exiliados españoles en Argentina, un dato biográfico que también muy pocos conocen en España, se nos ha escamoteado, por así decirlo, a pesar de que la obra de Quino sea de comprensión y carácter humano universal. Su abuela era comunista, y sus padres eran republicanos españoles. A ese ambiente familiar se le suman otros factores propios de los años 1960, como el pacifismo, los movimientos de derechos sociales y otros, todo mezclado dieron por resultado la riqueza humana de Mafalda.
Quino dice a sus 81 años que Los Simpsons, de Matt Groening, le hacen gracia, pero que pocas cosas más le hacen gracia del mundo de las historietas. Más bien se divierte con cosas comunes de la vida diaria. Lo declaró el 22 de mayo a El País. Hay quien dice que el personaje de Lisa Simpson se asemeja a Mafalda, pero en realidad Mafalda es más inocente que Lisa Simpson, y Mafalda, además, nunca nos parece repelente, mientras Lisa Simpson a veces sí. Pero es cierto que estos personajes tienen paralelismos. Como sea, Quino dijo: "a los premios llega uno ya cansado". A nosotros nos queda decirle: muchas gracias por hacer de este mundo un mundo con sonrisas, reflexión y sensatez.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario