Ya puedo decir que fui una de esas personas que compraron un disco de los Rolling Stones el mismo día de su lanzamiento, que lo anoté en mi calendario y que ayer, que fue el día, tras salir del trabajo en lugar de ir a casa a comer fui a comprarlo. Sólo llevaba una mañana en las estanterías de los comercios. De acuerdo, yo nací en 1979 y los Rolling Stones se fundaron en 1962, pude haber comprado más álbumes de ellos en el día de su lanzamiento, pero eso no ocurrió. El único álbum sacado en el mismo año de su lanzamiento de los Rolling Stones que tengo antes de este es Rock and Roll Circus, el cual fue un regalo de Navidad que me hizo mi madre en 1996. Lo habían sacado precisamente para que tuvieran muchas ventas en esas fechas. Fue mi primer disco de ellos. Luego, con el tiempo fue comprando otros hasta que un poco antes del confinamiento por la pandemia de 2020 completé absolutamente todos sus álbumes de estudio y algunos conciertos. Así que fue emocionante comprarse ayer Hackney Diamonds. La cosa es que en torno a primavera o comienzos de verano ellos mismos pusieron la miel en los labios cuando dejaron caer que los Rolling y los Beatles que quedaban iban a aparecer juntos en un álbum. Siendo también un apasionado de los Beatles era algo totalmente tentador. Una rareza digna.
El disco en realidad estaba siendo preparado por los Rolling Stones desde 2019, o eso se rumoreaba, porque querían celebrar con un álbum sus sesenta años de carrera musical ininterrumpida, siempre con material nuevo cada vez que sacaban álbum de estudio. En 2020, con la pandemia y el confinamiento, se rumoreó que habían tenido que parar todo, pero que seguían tocando juntos, de hecho se hizo popular una canción que grabaron tocando cada uno desde su casa y montando una pantalla de pantallas mostrándoles. Sonaba muy bien y más de uno creímos que eso era parte del nuevo álbum que preparaban. La canción era "Living in a ghost town", pero esa canción se quedó en apenas un video y un single, no está en el nuevo álbum, al menos que vayan a sacar más adelante alguna versión especial que la meta de bonus track. El año 2020 acabó y preparaban una gira mundial para 2021-2022, sin embargo, el baterista Charlie Watts, fundador del grupo, murió en agosto de 2021 y todo parecía volver a pararse o a ralentizarse. Era dudoso que sacaran ese disco por el sesenta aniversario en este 2022... y sin embargo anunciaron que habría gira con un baterista que el propio Watts les recomendó como sucesor, Steve Jordan. Sin embargo, este toca con ellos, pero no figura como Rolling Stone oficial, igual que le pasa al bajista Darryl Jones, que sustituye a otro Rolling Stone fundador desde 1993, Bill Wyman. La cosa es que aunque se pueden considerar Rolling Stones, oficialmente el resto de la banda no les da el título por aquello de no repartirles todos los beneficios que se llevan los Rolling Stones más veteranos. En septiembre de este 2022 sacaron el single "Angry", con videoclip incluido y entrevista en el programa de televisión nocturno más visto en Estados Unidos de América. Anunciaban así que el 20 de octubre sacaban ese nuevo disco con nuevo material.
Hackney Diamonds hace referencia a un barrio londinense que conocían bien los miembros de los Rolling de jóvenes, Hackney, que en aquella época era objeto de una expresión en jerga, en argot, que era "diamantes de Hackney", que era como llamaban por las mañanas a los cristales rotos en el suelo que se podían ver de los parabrisas y las ventanas rotas de los coches que robaban por la noche. A la vez es un juego de palabras, pues como la carpeta muestra, se refieren a un diamante literal que está siendo roto, siendo que los diamantes, en principio, no se pueden romper. Metafóricamente hacen referencia a la muerte de Charlie Watts, siendo el diamante el grupo y sus amistades y su muerte la rotura. Pero están más fuertes que nunca. Hay que reconocerlo, el disco es un buen disco. Muy buen disco.
Charlie Watts aparece en el disco mediante dos canciones que llegaron a grabar con él. también aparece su hijo Andrew Watt, que es el productor musical pero que también hace alguna aparición en alguna canción. Steve Jordan está en casi todas las canciones en la batería. No es un álbum cualquiera, ha sido invitado a tocar con ellos otro de los fundadores originales, Bill Wyman, que opta por tocar el bajo en uno de los temas que toca Watts. Sin embargo, el bajista Darryl Jones, aunque participó de las sesiones de grabación, no aparece en el álbum, algo que no deja de llamar la atención y hace que nos podamos hacer preguntas de qué está pasando dentro de los Rolling Stones.
Otro de los desaparecidos, un invitado anunciado, es Ringo Starr, de los Beatles. Si llegaron a grabar algo con él, no está en el disco, lo que junto a la canción de 2020 nos hace pensar una vez más si no habrán guardado material para sacarlo como rarezas más adelante, a fin de cuentas, como grupo han cumplido sesenta años y ellos son octogenarios, y no parece que quieran parar, como decía una de sus canciones. El Beatle que sí aparece es Paul McCartney, eso ya es un bombazo. Se limita a tocar el bajo de una forma muy potente, pero sorprendentemente potente, como si le hubiera regresado el espíritu de "Helter Skelter". Lo hace en la canción "Bite my head off".
No es el único invitado, también está Elton John al piano en varias canciones, Stevie Wonder, y Lady Gaga, que es la única que no es anunciada solamente en los créditos de la carpeta interior, sino que también lo hace en la contraportada del álbum. Lady Gaga cambia aquí su registro propio y se vuelve un poco del mundo Stone, imitando y tal vez en homenaje que le quiso hacer Jagger a Tina Turner en sus años más rockeros de la década de 1970, cuando ella tocaba en las giras de ellos. Es el tema más largo del álbum y el que más recuerda a un rock de la década de 1970 con toques de los tiempos actuales, "Sweet sounds of Heaven".
Uno de los puntos a favor de los Rolling Stones en todas sus épocas es que nunca se encerraron en un sólo estilo. Siempre se adaptaron a los tiempos que vivían. En este álbum no hay excepción. Tiene un sonido y un estilo plenamente del rock que se hace en esta década de 2020. Un rock anglosajón, británico. Quizá sea el álbum donde más se nota el acento británico en toda su carrera. Sin dejar de tener su propio sonido Stone, están a la altura de todos aquellos grupos de este siglo XXI que se os puedan ocurrir. Tiene bastantes baladas, eso es así, pero también tiene muchas canciones que son pura adrenalina. Algo bastante insólito para la edad que tienen, está claro que son los rockeros de siempre. Ahora bien, las letras parecen invitarnos a la paz los unos con los otros, la reconciliación, el bienestar de uno mismo reconociendo al otro. Y nos hacen pensar sobre el mundo actual y las relaciones que tenemos en él.
La última canción rompe con todo esto. Es "Rolling stone blues", compuesta y grabada por el bluesman Muddy Waters en 1950, la canción que inspiró a Bob Dylan y que les dio nombre a ellos como banda en 1962. La tocan y cantan en estricto sonido blues de los 1950. No le ponen aditivos. Es casi un homenaje no sólo a Muddy Waters y el blues, también a su anterior álbum, Blue and Lonesome, publicado en 2016. La canción, ubicada la última, es todo un guiño justo al comienzo de toda su carrera musical sesenta años atrás. ¿Habrá más discos? ¿Será verdad que se han guardado rarezas para sacarlas más tarde, otro año? ¿O será el último por causa mayor y esa canción será el broche?
Yo estoy disfrutando del nuevo disco. A mí me ha merecido la pena comprarlo. Saludos y que la cerveza os acompañe.
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