Digo afortunadamente que podré ir al concierto de clausura porque este año he ejercido de jurado del público a medio gas. Tal como escribí aquí, un fuerte constipado ha impedido que pueda ir a la mitad de las proyecciones, por lo que este año he podido asistir y votar solo a la mitad de las películas de pantalla abierta a los nuevos realizadores. Fue un constipado realmente horrible, y aún lo tengo, pero ya bastante normalizado, si bien aún tengo alguna tos excesivamente potente, que me parece que hasta los pulmones se resienten al toser. Como sea, ayer sábado ya me sentí mejor para poder ir al festival, y aunque estaba fuera de concurso vi Espíritu sagrado, de Chema García Ibarra. He de confesar, fue cuestión del constipado, estoy convencido de ello por cómo me sentí, me entró un gran cansancio durante la proyección y me quedé dormido. No me durmió la película, que me estaba interesando, además a pesar de que no la vi entera, sé que gustó mucho por la gran cantidad de aplausos finales. La cosa es que ese cansancio se acompañó no solo de sueño, sino también de un ataque de tos muy potente que me daba hasta vergüenza. A pesar de esto, me encuentro mejor que a mitad de semana. Siento haberme quedado dormido y la tos, pero la película creo que sí merece la pena ser vista. Yo la intentaré ver entera en cuanto pueda. Soy consciente que tal vez necesito un poco más de descanso para acabar del todo con este constipado tan brutalmente fuerte. No recuerdo un constipado tan agresivo en mí desde mi adolescencia, aunque no han habido fiebres, afortunadamente.
Así, pues, lamentablemente no pude asistir ni votar a Los inocentes, de Guillermo Benet, Libertad, de Clara Roquet, The mistery of the Pink Flamingo, de Javier Polo Gandía, ni Chavalas, de Carlos Rodríguez Colás, la ganadora. Paso a comentaros las que si ví y sí voté:
Ama, de Julia de Paz Solvas. Es un largometraje que inauguró el festival y que me pareció personalmente pretencioso. Imita las formas de determinado cineasta francés que se aficionó a hacer constantes planos muy pegados a los cuerpos de los protagonistas. Y eso es esta película en su mayor parte, una historia que se narra con la cámara muy cerca del cuerpo de la protagonista, la cual, por otra parte, de manera natural, no para de desnudarse y mostrarnos sus pechos ya sea para ducharse, tomar el sol ir a la playa, ir a dormir, etcétera, y de vez en cuando su desnudez total. No se hace con erotismo, la directora persigue la naturalidad, el realismo social, y recurre así a escenas cotidianas donde la desnudez en determinados momentos es algo normal. Narra la historia de una joven madre soltera que trabaja de captadora de clientes para una discoteca de un municipio de playa andaluz en verano. Toma drogas y su vida se nos dice que está totalmente desarreglada, pero la verdad es que salvo tener un trabajo totalmente precario, sin contrato y dependiente de tantos clientes haya podido captar, sin sueldo fijo, no se nos explica el porqué de su desarreglo, se deja que el espectador saque sus conclusiones, así que el elemento que mueve la historia queda en manos de los prejuicios, las identificaciones, las comprensiones o no y de la imaginación de cada cual. Eso es algo que queda claramente abierto, porque el relato en realidad nos quiere hablar de la lucha de una mujer joven, conflictiva, aunque no se ahonda en porqué es conflictiva personalmente, aunque está claro que sus condiciones de vida producen conflicto. Sus amistades no la quieren en sus casas y ella tiene que ir de un lado para otro con una hija pequeña con la que no parece que quiera estar, aunque a lo largo de la película no es eso lo que realmente se transmite. Parece que está embarazada de nuevo, sin padre claro o no, pero es algo que solo se intuye, nada más. Se pretende narrar el redescubrimiento de la maternidad y los lazos de unión entre madres e hijas que a la vez son producto de familias desestructuradas, aunque, una vez más, lo que se ve en la película es todo lo contrario de lo que se escucha en voz del guión de los personajes. Por otro lado, la realidad de los ambientes que retrata no me parece real y creo que ha faltado un ejercicio de sinceridad en una película que trata de caer en el realismo social, por contra parece una sociedad recreada con tópicos, como un esperpento de la realidad. Sea como sea, de destacar algo yo destacaría la interpretación de las actrices, especialmente de la niña.
Karen, de María Pérez Sanz. Se trata de un biopic, una película biográfica. Una rareza en sí misma en este festival. Habla del periodo de vida en África de la escritora danesa Karen Blixen antes de ser famosa, cuando pretendía ser una empresaria productora de café, intento que le produjo la ruina, el fracaso personal y una gran depresión. No obstante, como explicó la actriz Christina Rosenvigne en la presentación, no fue tan fracaso, porque a su regreso a Dinamarca comenzó a escribir libros desde su experiencia africana y salieron obras como Memorias de África. Llegó a ser nominada al Premio Nobel de Literatura, sin ganarlo. En todo caso, la película se centra en ese periodo africano, antes de su fama, siendo hija de un conocido aventurero danés que murió de sífilis, y al que ella admiraba. La película contaba con sus pocos medios por ser un largometraje inicial para María Pérez, pero ha sabido exprimir sus recursos muy bien, de modo que hasta podría pasar por ser una producción mucho más cara. Ahora bien, se refleja en la falta de actores. La hacienda de Karen debió tener muchos trabajadores, como se indica en una escena de pago de salarios, pero estos no aparecen en escena. Tampoco los trabajos en el cafetal. Es más bien una película intimista que nos muestra a Karen y su relación muy cómplice con su principal sirviente africano, donde aparece en algún momento alguna amistad europea de ella. Es una película llena de poesía en los diálogos, con una fotografía muy cuidada que nos muestra un África que moldea a sus gentes. Habla mucho de las soledades, especialmente de ella, y como se vive de manera diferente, del influjo de las creencias religiosas en los temperamentos diferentes entre europeos y africanos, hay un resabio entre líneas que quizá critica la relación colonial de los europeos con los africanos y la sumisión consciente de ellos ante el paternalismo europeo. Muestra también un África consciente de sí y que se conoce mejor a sí misma y sus posibilidades, pero que se resigna a lo que los europeos hagan. En ese choque de mundo, Karen se siente un poco África, pero tiene la tragedia de su europeidad que la lleva a ejercer un liderazgo colonial que evidentemente está fracasando, el café no es buena idea y su criado lo sabe pero no lo dice. En determinada escena hasta parece indicarle que los camellos es mejor idea, pero ella opina que prefiere las vacas, como en Dinamarca, y él simplemente acepta esa idea aunque, evidentemente en su expresión corporal piensa que también es mala idea en esa zona de África. La película incluye un guiño de baño a Memorias de África. Aún con todo, la película, muy intimista, muy del interior de las almas, se puede hacer larga, pese a poder recrearte en la luz, la fotografía o los diálogos poéticos, uno no entiende el porqué de ese interés por hacer la biografía de esta escritora en ese momento, y su conflicto eterno que no parece un conflicto, sino el inicio de una depresión, de su depresión. Sin embargo, justo al final de la película, la última escena, le da sentido a todo y hace que la película, siendo muy intimista, tenga toda su razón de ser. En un salto temporal vemos todos aquellos lugares y objetos de ella, tan sumidos en la ruina y la depresión, como objetos adorados e idealizados a modo de una gran vida por parte de turistas del siglo XXI preocupados en hacer fotos y no en entender qué significado tienen y qué representan realmente.
Destello Bravío, de Ainhoa Rodríguez. Un despropósito descomunal de largometraje que no se entiende en absoluto porqué fue nominado a concursar. Ni llega a ser humor surrealista, ni es una película surrealista bien planteada, ni tiene una intencionalidad real, aunque sí mucha impostura. Por un lado parece que quiere seguir la línea del surrealismo de Luis Buñuel en su etapa francesa de los años 1970, como por ejemplo La Vía Láctea o El discreto encanto de la burguesía. La diferencia está en que Buñuel, aunque parezca que no, le daba sentido intelectual a sus películas, acompañado de sentido del humor. Había un hilo conductor intelectualizado lanzando ideas en un sentido. En esta otra película parece que hubiera simplemente una acumulación de escenas surrealistas que giran una y otra vez sobre sí, que se recrean en su propia gracieta. Hay interpretaciones que parece que quieren imitar el humor surrealista de La Hora Chanante, pero no lo logran del todo, alguna vez hay algún destello, pero no es exactamente humor. Por otro lado también parece que hubiera guiños al cine más oscuro de Roman Polanski, pero no es una historia construida en ese sentido. En fin, siguiendo diversas escenas desbaratadas, más o menos es una historia en la cual en un pueblo de la Galicia profunda se disponen a celebrar la Semana Santa, cuando ocurren una serie de acontecimientos cada vez más lascivos, demoniacos, de la España profunda más bruta y deshumanizada con el otro, de casi secta secreta en rituales sexuales lésbicos, casi de brujas, no falta la tonta del pueblo, el borracho, los jóvenes que son pura brutalidad, etcétera. No sigue ninguna de las líneas que propone, aunque a media película parece que se recrea con lo esotérico, aunque no termina de culminarlo, porque lo entremezcla con otros asuntos no esotéricos. En fin, una película compleja de ver y algo desnortada, que no termina de saber a dónde quería llegar y eso pierde incluso al espectador más acostumbrado al surrealismo. Aunque la película tiene momentos de lucidez, creo que contiene mucho despropósito.
Lucas, de Álex Montoya. No era la primera película de Álex Montoya, era la tercera, pero tal como explicó el director del festival en Alcine se entiende por nuevo realizador no solo al que crea su primer largometraje, sino que se admite hasta los tres primeros. Esta película es un thriller clásico, con mensaje social muy actual como pueda ser los peligros de la pederastia y de las nuevas comunicaciones. Lucas es un joven que necesita dinero y lo encuentra de manera fácil dejando que un vecino le haga fotografías no eróticas. La trama se complicará cuando entren en juego el uso que se hace de esas fotos en Internet, la homofobia o viejas cuentas pendientes de saldar. Lamentablemente fue a la largo de esta película que empezaron a darme síntomas del catarro que comento, tan descomunal y como dije en la anterior entrada, me entró un gran frío inusitado y una pérdida de fuerzas que hubo quien pensó que tuve una bajada de tensión, aunque me quedé toda la proyección y un amigo no me vio el estado de salud hasta salir. No me quedé a la siguiente película y me fui en taxi a mi casa. Así pues, no estaba en condiciones de prestarle toda al atención debida, toda la que se merecía, porque mi cuerpo en un tiempo sorprendentemente rápido estaba cayendo en un desplome de la salud. Sí puedo decir que en líneas generales me pareció una buena película, bien planteada, con los ritmos bien medidos, y se merece ser vista con toda la atención debida en una próxima ocasión.
PALMARÉS ALCINE 50 EDICIÓN (2021)
CERTAMEN NACIONAL
PRIMER PREMIO “CIUDAD DE ALCALÁ”
“Síndrome de los Quietos ”, de Elías León Siminiani
SEGUNDO PREMIO “CIUDAD DE ALCALÁ”
“Imperdonable”, de Marlén Viñayo
TERCER PREMIO “CIUDAD DE ALCALÁ”
“Farrucas”, de Ian de la Rosa
PREMIO “COMUNIDAD DE MADRID”
“La fiesta del fin del mundo” de Paula González, Gloria Gutiérrez y Andrés Santacruz
MENCIÓN ESPECIAL
“Quebrantos” de Koldo Almandoz y María Elorza
PREMIO “ESCUELA SUPERIOR DE IMAGEN Y SONIDO (CES)” AL MEJOR SONIDO
Jordi Cirbian y Gerard Oms por “Inefable”.
PREMIO DAMA AL MEJOR GUION
Marina Parés Pulido por “La colcha y la madre”
PREMIO WELAB A LA MEJOR FOTOGRAFÍA
Pablo Serret de Ena por “Useless Ópera Singers”
TROFEO ALCINE A LA MEJOR INTERPRETACIÓN FEMENINA
(ex aequo) a Anna Caponnetto por “Harta” y al conjunto de actrices de “Farrucas”
TROFEO ALCINE A LA MEJOR INTERPRETACIÓN MASCULINA
Mateo Rodríguez por “Inefable”.
TROFEO ALCINE AL MEJOR MONTAJE
Miguel A. Trudu por “Síndrome de los Quietos”
TROFEO ALCINE A LA MEJOR MÚSICA ORIGINAL
Guillermo Farré por “Useless Ópera Singers”
TROFEO ALCINE A LA MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA
Eva Barroso y Betty Gómez por “La fiesta del fin del mundo”
TROFEO ALCINE A LOS MEJORES EFECTOS ESPECIALES
Equipo de FX de “The Following Year”
PREMIO MOVISTAR +
“Espinas”, de Iván Sáinz-Pardo
PREMIO AMA
“Mutha y la muerte de Ham-Ma Fuku”, de Daniel Suverbiola
PREMIO DEL PÚBLICO CONCEJALÍA DE JUVENTUD
“Harta”, Júlia de Paz
CERTAMEN EUROPEO
PRIMER PREMIO “ALCINE”
“Das Spiel”, de Roman Hodel
SEGUNDO PREMIO “ALCINE”
“Heltzear”, de Mikel Gurrea
TERCER PREMIO “ALCINE”
“O Cordeiro de Deus”, de David Pinheiro Vicente
PREMIO DEL PÚBLICO
“Free Fall”, Emmanuel Tenenbaum
PANTALLA ABIERTA A LOS NUEVOS REALIZADORES
PREMIO DEL PÚBLICO
“Chavalas”, Carol Rodríguez Colás
PREMIO EUROPEO DEL PÚBLICO
“Confinés dehors”, Julien Goudichaux
ALCINE KIDS
Premio del jurado infantil
“Kiko et les Animaux”, de Yawen Zheng
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