martes, julio 30, 2019

NOTICIA 1894ª DESDE EL BAR: ES VERANO

Ayer 29 de julio fue el que hubiera sido el 70º cumpleaños de mi madre. Fui al cementerio a dejarle unas flores. Una vez más las flores anteriores habían desaparecido. La primera vez que desaparecieron una flores que dejé en el columbario familiar, desparecieron de un día para otro, sin más, con esa rapidez, también en fecha de su cumpleaños en pleno 2017, el año de la muerte de mi madre. Luego, desde enero de 2018 flores que pongo, flores que desaparecen. Claro que cuando en el cementerio sólo estaba mi padre, dejaba grullas de papel que yo mismo hacía, y desaparecían igualmente. Ayer miré a mi alrededor para ver si las otras lápidas tampoco tenían flores secas, y resulta que en las otras lápidas sí había algunas flores secas, así que no las retira el personal del cementerio. De hecho, más tarde me acerqué a la recepción para preguntar sobre si las flores secas eran retiradas y me dijeron que las que están puestas en las tumbas no suelen ser retiradas. Que alguien quite las flores una vez, puede ocurrir, que las flores se caigan de la lápida del columbario puede ocurrir una vez, tal vez un par, lo curioso es que de todas las veces que pongo flores, todas las veces desaparecen. Y las engancho muy enganchadas, me aseguro que aunque pierda cuerpo el tallo al secarse quede tan enganchado que no pueda caerse. Así que simplemente las flores desaparecen, parece ser. 

Hacía bastante calor, aunque a la sombra hacía brisa. El río bajaba verde pardusco y cargado de agua. El ayuntamiento reparó la barandilla de madera de la pasarela nueva sobre los restos del puente del Zulema. 


En fin, es verano. Aunque quisiera escribiros otras cosas relacionadas, de momento, es verano.

Saludos y que la cerveza os acompañe.

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