Hola, compañeros cibernautas.
Se cumplen hoy trece años de Noticias de un espía en el bar. Este año esta bitácora se ha visto acompañada con la creación en enero de un proyecto al que le di vueltas en 2017, Las notas de los cíclopes libreros, una bitácora abierta a colaboraciones donde se reseña libros de autores de Alcalá de Henares de todas las épocas (tanto autóctonos como relacionados mucho o poco por algo directo), o bien que vayan sobre Alcalá o que tengan que ver con Alcalá de Henares por alguna razón. Estoy muy contento con ambos proyectos. Cada uno tiene su espacio, sus formas y su recorrido.
Noticias de un espía en el bar ha tenido este año picos altos de bastantes días sin escribir en los últimos meses. Se debe a circunstancias que algún día explicaré, pero que sin duda trato de que se corrijan y que espero que en 2019 estén acabadas. En todo caso, os agradezco vuestro paso por aquí. Yo trato siempre de escribir y de compartir con vosotros.
He propuesto por la red social facebook hace unas horas que quien quiera pueda preguntarme para contestar a modo de entrevista abierta, como en otras ocasiones. Ha habido felicitaciones y unas pocas preguntas. Paso a contestarlas
Chus López (incluyo su pregunta por aquí, aunque se hizo en otro lugar diferente a la propuesta): ¿Vas a sacar libro en 2019?
Pues huevos hay en la cesta igual que en 2018, pero si los editores me dicen "ya te contestaré" y no contestan nunca, es difícil. Habría dos de Historia preparados que me han costado varios años darlos por terminados, hay una obra de teatro que no logro que nadie la represente tras caerse la compañía teatral que me la encargó, podría crear recopilatorios de relatos, sacar los libros de poesía que ya tengo o los de novela que quedan aún por publicar, o, en cuanto desbloquee un bloqueo, ponerme con novelas nuevas. En todo caso, hay dos libros de Historia presentados y aceptados para valoración en estos mismos momentos. Uno se pudo haber publicado en 2018, pero las cuestiones económicas del editor lo impidió. Y espero y deseo que también haya libro nuevo tuyo, Chus, ya sea el de cuentos o un tercero de poesía.
Isabel Gómez Gamboa: ¿Sigues espiando bares?
Esta pregunta me la hacían bastante en las primeras entrevistas abiertas a lectores que hacía. Contesto lo de siempre: yo nunca he espiado bares. Alguna vez he hablado de bares en esta bitácora, pero esta bitácora tampoco es de bares. Nunca lo ha sido. "Noticias" viene por el vocablo del siglo XVI para indicar lo mismo que indicaba "avisos", que sería algo así como "informes" o "novedades" que pasaban los espías a los reyes y a cualquier otro a quien servían. Y que ponga "en el bar", se debe a que era una broma de doble sentido. Desde la antigüedad muchos espías hacían buena parte de su trabajo en los bares, no espiaban bares, sino que tomaban contactos, hacían tratos y pactos, o conseguían informaciones en los bares, o sonsacaban a gente en bares, o les engañaban, o, innumerables cuestiones del espionaje. Es famosa la imagen de James Bond en bares y casinos. Pero a la vez sería el espía vago, el que está en el bar y no haciendo su trabajo. Creo que fue una mala broma nunca entendida y siempre explicada. En este sentido, Daniel Andrinete, antiguo dueño de La Luna, lo dijo un par de veces delante mía cuando alguien me preguntó (hace muchos años) sobre qué bar había espiado: "Canichu no espía bares. Su blog ni siquiera habla de bares" (las comillas son figuradas, por el paso de los años, pero más o menos ese era el sentido de lo que dijo, y es verdad). Otra cosa es que alguna vez haya hablado de bares o que a veces anuncie u os cuente tal o cual acto cultural, festivo o conmemorativo de algunos bares, pero los bares en sí mismos no son la línea general de esta bitácora. Y no, no espío bares.
Enrique Sabaté: Estimado Canichu Espía del Bar, ¿dónde queda el idealismo romántico de quienes quisieron cambiar el mundo con la literatura y al final se entregaron al mercado del papel higiénico? Un abrazo.
Primero habría que identificar cuáles eran los escritores que se propusieron cambiar el mundo con la Literatura, porque muchos escritores, como bien sabes, escriben y escribimos con otros propósitos, aunque bien es cierto que en el acto de escribir y de hacer público el escrito hay siempre un deje, mayor o menor, de querer contribuir en algo al otro, al lector u oyente. Efectivamente hay escritores que de una manera muy marcada tienen esa intención. Aquellos que se acogen férreamente a corrientes literarias y la defienden con uñas y dientes, como todos los de aquellos -ismos de comienzos del siglo XX, y luego esos otros en solitario al estilo de un Pérez-Reverte. De los que fueron fieles a su ideal, con variaciones o no, de esos no hablamos, pues me preguntas por aquellos que se malograron y acabaron escribiendo más para vender que para otra cosa, y por tanto acabaron escribiendo no aquello que deseaban por sí, sino aquello que deseaban por complacer no tanto al lector, sino al comprador. Es desde luego una falta de respeto del autor al lector. Lo es también hacía sí mismo, pero lo es hacia el lector, porque si el autor escribe al lector le considera a este persona y, además, persona pensante con la que puede coincidir o no. Pero si el escritor escribe al comprador, indiferentemente de qué provoque la lectura a esta persona, no le considera tanto persona, sino más bien objeto que le da dinero. En este sentido igual le da poner cubiertas bonitas a sus libros o escribir palabras bellas pero sin sentido en un periódico con tal de que le compren. Del mismo modo pierde respeto a lo que escribe, pues si escribe para el lector, escribe textos fruto de sí mismo para la persona, pero si escribe para el comprador, transforma a su escrito en mero medio (otro objeto) para conseguir dinero (o lo que sea que le interese) del comprador. No tiene porqué vender sólo por dinero, puede querer "comprar" al comprador para su causa, su ego, su lo que sea. Pensemos que muchos periodistas comenzaron creyendo en el periodismo y se escribían infinidad de artículos de opinión donde muy claramente se quería transportar ideas al lector, ayudarle a comprender la realidad o a darle más enfoques y perspectivas, pero en nuestros días muchos de esos periodistas se conforman con quien alguien entre en una página web con publicidad donde ellos escriban. No les importa tanto que lean lo que han escrito, sino que pulsen la entrada, pues un registro de entrada es dinero que le abona el publicista. Por esto mismo han proliferado tanto los titulares imposibles y llamativos, cuanto más sensacionalistas mejor. Pero tu pregunta tampoco era exactamente sobre todo esto, puesto que me preguntas que dónde queda el idealismo romántico de cambiar el mundo con la literatura, y no sobre aquellos que se malograron en ese intento. Queda, sin duda, en los que escribimos creyendo en nosotros mismos, con o sin oropeles, con grandes o con mínimas personas atendiéndonos. Como la pregunta total va más allá y se refiere a los que al final acabaron abandonando su ideal, quepa un abanico de posibilidades de otras preguntas sobre los conceptos de la Literatura del autor, aunque en un principio la respuesta sea que quedan justo en la neblina confundida con el humo de la polución. Y dicho esto espero vernos pronto en algún recital de esos de los que hace tanto que no tenemos uno, o al menos uno donde vernos. Con tu permiso incluyo aquí el poema que me has escrito hoy, que me ha gustado mucho y es para mí un honor. Te deseo lo mejor en 2019 y a la espera sigo de tu nuevo libro... así como de oír esa voz de juglar del hoy.
Espías como nosotros
que en pura necesidad
de cerveza y libertad
fuimos parte en muchos otros.
Y a caballo de unos potros
que dijimos que eran ruido
llegamos hasta el sonido
de alguna literatura
practicando con soltura
eso que llaman olvido.
Por Enrique Sabaté, con motivo de los trece años de "Noticias de un espía en el bar".
Y tras esta breve entrevista os doy como cada año la lista de países que más me leen
por esta vía. Tiene este año la peculiaridad de no haber variado respecto al año
anterior, siendo este el segundo año consecutivo donde el mayor número
de lectores es de Estados Unidos de América, quedando España en segundo
lugar. La lista es: 1º
Estados Unidos de América, 2º España, 3º México, 4º Alemania, 5º
Federación Rusa, 6º Argentina, 7º Francia, 8º Colombia, 9º Chile y 10º Ucrania. Así pues, en los dos últimos años son los norteamericanos los que más me leen, y esto coincide desde que publiqué libros, lo que puede ser casual o no. En todo caso, todo lector es bienvenido.
FELIZ AÑO A TODOS,
SALUD, AMOR Y ARTE.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
¡¡¡Felicitaciones y felicidades, Canichu!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, y feliz año nuevo. Un placer tenerte por aquí.
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