Pues ya está aquí mi segundo libro publicado, mientras el primero, Relatos de la Gran Guerra, se sigue vendiendo gracias a editorial Atlantis. Y ya que estamos, antes de empezar a hablar del segundo libro y su presentación esta misma semana, pues os recuerdo que ese primer libro está disponible en cualquier librería de España si se pide, o bien a través de Internet en cualquier punto del mundo, por ejemplo a través de Atlantis o a través de otros lugares como Amazon. El libro se vende bien y me genera alegrías como que este año 2017, quince meses después de su publicación, sigue generando reseñas y críticas literarias, además: favorables, como la que escribió Deletrea de Eritrea, el pasado mes de junio, o la que escribió Jesús de Matías Batalla este mismo mes, hace unos días.
El nuevo libro esta vez es una novela, Balada triste de una dama, cuya escritura original fue en 2010, por entregas. Desde esa fecha a la actual este relato le interesó a dos editoriales más, como son PieEdiciones y Domiduca, pero diversos asuntos más materiales que de falta de ganas hicieron que no se pudiera publicar, sin embargo fue pasando el tiempo y las fechas. El libro llegó a tener forma de libro con otros dos relatos más, algo más breves, pero definitivamente a comienzos de este año le volví a quitar esos dos relatos, por consejo de un año y medio atrás de Marcos, dueño de la librería y editorial Domiduca, y lo volví a mandar a editoriales. La primera editorial a la que se lo mandé lo quiso para su colección de novelas, la editorial Verbum, he aquí la entrada a mi ficha técnica con ellos, con fotografía por Sofia Winter de uno de los descartes la sesión de fotos del año anterior para Relatos de la Gran Guerra. Si la elegida en aquella ocasión contenía una foto mía en el interior de Domiduca y aparecía en la ficha mía de la editorial y en la contraportada, en esta ocasión estoy dentro de uno de los bares de Alcalá, Oh La La! de la Calle Mayor, y lo que se ve de fondo son las páginas de un ejemplar de La avispa del Henares, periódico local de comienzos del siglo XX que dirigía y escribía un joven Manuel Azaña.
Balada triste de una dama fue aceptada para su publicación por Verbum el 10 de mayo, mismo día de la muerte de mi madre. Como sea, el libro será presentado este viernes 22 de septiembre a las 19:00 horas en la Librería Diógenes de Alcalá de Henares, en la calle Ramón y Cajal. Estarán en la presentación, aparte de mí como autor, un miembro de la editorial y mi viejo amigo y también escritor Pedro J. Maza, con quien empecé parte de esto de escribir y publicar allá a mediados de los años 1990 con una revista del instituto de bachillerato que la transformamos casi en literaria y muy transgresora, El Recreo, no éramos los únicos que iniciamos e hicimos aquella revista, pero era uno de los significativos. Nada dado a hablar en público, es una rareza y un honor que haya aceptado mi invitación a que me presente.
Por aquí os dejo otra puerta abierta a los datos técnicos y ficha que ha puesto la Librería Diógenes sobre el libro, sobre mí y sobre el evento de su primera presentación. He vuelto a elegir Alcalá de Henares y no Madrid como primera ciudad para presentar libro por cuestiones personales respecto a mi propia ciudad. El libro se podrá comprar, como el primero en cualquier librería de España, si se pide, y a través de diversas tiendas de Internet, como la de la propia editorial Verbum en este caso, o también en Amazon. En esta ocasión estará disponible tanto en papel como en digital, con diferente precio cada uno. Además, igual que el anterior libro, y con permiso de la editorial, igual que la otra vez, lo he donado a la asociación sin ánimo de lucro Tiflolibros para que lo editen gratuitamente para la escucha/lectura de las personas ciegas. Allí ya está disponible y accesible sólo para personas invidentes suscritas.
Si tuviera que escribir el libro ahora, en 2017, lo escribiría de otra manera, pero he decidido no cambiarle nada de aquella redacción de 2010, lo que otorga una forma de escribir con sus defectos y sus virtudes de tener siete años menos de experiencia escribiendo en mi vida. El relato gustó mucho en su momento, como se dejó apreciar en esta bitácora y en general suele gustar. Hay quien lo llama libro de aventuras, aunque yo lo llamo simplemente historia de piratas. Os dejo con la reseña que les escribí a Archivo de la Frontera.
Balada triste de
una dama, por Daniel
L.-Serrano, “Canichu”
Editorial Verbum – 2017
153 páginas – ISBN 978-84-9074-561-8
Editorial Verbum – 2017
153 páginas – ISBN 978-84-9074-561-8
Por Daniel López-Serrano Páez
Balada triste de
una dama,
de Daniel L.-Serrano, “Canichu”, que a la vez es quien os escribe, es una
novela de piratería no muy usual. Sus piratas incurren en un crimen casi
psicópata. La historia transcurre en el comienzo del siglo XVII a través de un
viaje que nos hace viajar desde Veracruz a través del Mar Caribe, con una
pequeña y lejana escala en Buenos Aires. Se pasará por Curaçao, Santo Domingo,
La Española y Florida, para terminar en España. Las autoridades españolas están
en permanente búsqueda y captura de los piratas que han secuestrado a una dama
española, Patricia de Santamaría, en su viaje a un matrimonio concertado. Ella
pasa de pirata en pirata y de ese modo descubrimos las diferentes formas de
actuar de un pirata propiamente llamado así, esto es sin responder a gobiernos,
empresarios, ni religiones, a otras como puedan ser los bucaneros que
traficaban con carnes ahumadas, o el pirata protagonista, David “el portugués”,
cuya personalidad va claramente más allá del ánimo de lucro.
El
viaje nos hará descubrir un Mar Caribe con diferentes grados de
occidentalización que aún conservaba espacios vírgenes llenos de indios, como
el interior de Florida. Podremos tener desde los centros urbanos totalmente
imbuidos incluso en unas formas de gestión del gobierno y el poder, como
Veracruz y La Española, La Habana, como a lugares que no pasan de ser lugares
meramente ocupados por un retén como medio de vigilancia defensiva, Curaçao,
lugares aparentemente sin ley por la imposibilidad de aplicarla, donde operan
los bucaneros, como las islitas y zonas de Santo Domingo, o ese salvajismo de
Florida, desde donde con el tiempo se operará en la Historia real una operación
española contra la piratería francesa de la época que se solucionaría con un
ahorcamiento masivo de piratas que dotarían de nuevos argumentos de crueldad a
la Leyenda Negra española.
La
piratería de búsqueda de tesoros y asalto de barcos en el mar no dejó de
existir a lo largo de su época clásica en la Edad Moderna, sin embargo esta
piratería encontró pronto que la mayor parte de los barcos asaltados apenas
portaban casi siempre mercancías como el azúcar, a las que no podían dar
salida. Encontrar tesoros embarcados o en tierra era, por otra parte, una
rareza alimentada por las historias que circulaban de golpes de suerte en los
que alguna vez aislada sucedió, como el apresamiento de parte del tesoro de
Moctezuma mandado por Hernán Cortés a Carlos I en 1521. En un periodo de una o
dos décadas las actividades principales de la piratería se centrarían en
objetivos aparentemente más fáciles, como era el asalto de ciudades y pueblos
costeros. Tampoco esto terminaría de ser rentable, las poblaciones huían al
interior y a menudo para sacar rentabilidad a los asaltos se recurría al
chantaje de pedir una cantidad de dinero o bienes si no se quería que quemaran
las casas antes de irse al mar de nuevo. Las mejoras en la seguridad española,
con el sistema de flotas y la red de fuertes en el Caribe también hace que
fracase este modelo de piratería como algo rentable. Hacia las últimas décadas
del siglo XVI las actividades corsarias, apegadas a los intereses de guerra de
las naciones enemigas, normalmente contra España, y también a rencores
religiosos entre protestantes y católicos, y las actividades piratas se solapan
de manera fluida y van dejando paso a actividades de contrabando y asalto.
España tenía el monopolio comercial en América, de ahí que surjan diversos
negocios de contrabando como actividad lucrativa para una piratería como la
bucanera, o bien suscrita a un determinado territorio marítimo delimitado por
ser espacios no recogidos en los tratados de paz entre Francia y España, lo que
dio paso a los filibusteros.
Sea
cual sea la actividad principal de las diversas modalidades de piratería, los
piratas eran principalmente de extracción social muy empobrecida y sin
oportunidades de ascenso social ni mejora, excluidos incluso de los ámbitos
sociales aceptables, ya sea por su pobreza misma, su religión, ser apátridas
(como los holandeses que no reconocían el gobierno español) o bien ser baja
nobleza o pequeños burgueses que buscaban mejorar su fortuna ya que su
situación económica y social era excesivamente mala. Hay incluso esclavos
liberados en los asaltos piratas que se unen a estas tripulaciones ya que no
encuentran mejor oportunidad de libertad y vida en esos momentos. Todos, no
obstante, buscaban mejorar sus condiciones de vida, puede que alguno buscara
aventuras, aunque no es el caso más generalizado. Todos están inmersos en
aventuras violentas que no dejan de ser todo tipo de crímenes. Llegan incluso a
organizarse entre ellos en hermandades piratas y forman sociedades
protolibertarias. Lo que les une en general, no obstante, es la búsqueda de
prosperidad. De ahí que cualquier acto criminal que les pudiera reportar
beneficios pudiera ser cometido por ellos, que, por otra parte, tenían una vida
tan relajada en costumbres que hacía que las fortunas que pudieran hacer de vez
en cuando fueran gastadas en apenas unos días en vicios. La gran mayoría, dado
su mal vivir, encontraba muertes tempranas, ya por combate, ya por ejecución,
ya por alcoholemias, enfermedades varias, etcétera. Es precisamente un crimen
no muy asociado a la piratería en la visión popular del siglo XXI el que mueve
la historia que construye la novela, un secuestro. Y es que precisamente estos
también caían dentro de las actividades a las que se dieron. El cobro de
rescates podía ser otra fuente de ingresos.
La
historia de Balada triste de una dama
es ficticia, pero está escrita de acuerdo a los conocimientos actuales que
existen sobre el tema y, además, consultando los documentos que a través de los
archivos españoles y del portal PARES se pueden consultar gracias a su
digitalización. Los cargos políticos de La Española, o bien la descripción de
Curaçao y de sus defensas, salieron precisamente de estos documentos, guardados
físicamente en el Archivo de Indias y también en el Archivo Histórico de
Simancas. Es posible que la historia se presente ciertamente simplificada,
aunque bastante seca, pero atiende a detalles como la forma de los mástiles, y
su destrucción, y cubiertas de los barcos gracias a los objetos materiales e
información que aporta el Museo Naval en Madrid, la clase de armas gracias al
Museo del Ejército, o bien se puede rastrear una escena de batalla de barcos y
su final asesinando a los caídos al agua viendo uno de los cuadros del siglo
XVII con una escena similar en el Museo Thyssen-Bornemisza. Otros detalles
fueron consultados de obras como Piratas,
corsarios, bucaneros y filibusteros, de Manuel Lucena (editorial Síntesis,
Madrid, 2005) y algunas novelas de piratería escritas por Alberto
Vázquez-Figueroa, como La Iguana, por
ser estas más ásperas y feroces en su violencia que las novelas de piratería
clásicas de Robert Louis Stevenson o Walter Scott, aunque como lector y como
autor también las he leído. Todo esto no quiere decir que la novela no sea
genuina, sino que se nutre de todo ello para crear una historia original que no
es tanto de piratas en busca de tesoros, sino de piratas que con crueldad
buscan un beneficio sin hacerle ascos a cualquier tipo de delito, como pueda
ser el secuestro.
El pasado 30 de abril de este 2020 la Casa Amèrica Catalunya, a través de su biblioteca especializada en cultura e historia de América, recomendó mi novela "Balada triste de una dama" (2018) entre una selección de libros de novela histórica. En: https://americat.barcelona/es/recomendacion-semanal--novela-historica-1a-parte?fbclid=IwAR3Wgk3KeqAYhDZrFnwSX_LN_ni2lg8-oOZIyeqonY-cWpzc4gWOQABIzdM
ResponderEliminarDe vez en cuando tecleo de tarde en tarde los títulos de mis libros por si hubiera una novedad. Hoy he descubierto (aparte de que dos de ellos han sido pirateados) que uno de ellos fue reseñado en un blog de recomendacones de libros de El Pais, el de Balada triste de una dama, y a la vez, la misma reseña fue puesta en la Casa de América de Cataluña. En El País a través e Librotea, recomendador de libros: https://librotea.elpais.com/libros/balada-triste-de-una-dama/?fbclid=IwAR3qjO155zjSjCtDWjo2N30sS2LR6qN4LARBCTwKRE8FBJL1GV3s9_elBaY
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