"DIAGONAL: Se está hablando mucho de las 'ciudades del cambio'...
JULIO ANGUITA: Es un eslogan vacío de contenido. ¿En qué consiste el cambio? Yo soy muy pragmático. Quiero ver cosas que se toquen directamente.
DIAGONAL: Ha habido intentos anteriores, por ejemplo, Córdoba... ¿Qué obstáculos encontrasteis?
JULIO ANGUITA: La dificultad más grande con la que yo me encontré no fue la derecha. Sino la modorra ciudadana. El apoliticismo elevado a categoría de virtud. Ése es el peor enemigo. Porque teniendo a la gente de tu lado movilizada, a la derecha la ganas."
(Diagonal, nº 269, entrevista a Julio Anguita: "Las siglas me importan un pimiento", 28 de abril de 2016)
Hoy se cumplen cinco años exactos del Movimiento 15-M (15 de Mayo). No fuimos los primeros, pero fuimos los más sonados en el mundo occidental. Es algo que me preguntaba ayer una amiga. En un pequeño y momentáneo fallo de memoria, ella no recordaba que no fue España la primera en movilizarse contra los recortes y las reformas en contra de derechos ciudadanos que inició la crisis económica de 2008 y en concreto la Unión Europea por empuje del eje Alemania-Francia desde 2010. Aquel año de 2011 aún tenía como noticias principales la Guerra contra el Terrorismo que Estados Unidos y sus aliados libraban (librábamos) en Afganistán e Irak. Todavía no había Estado Islámico ni había comenzado la Guerra Civil Siria, aunque le quedaba, literalmente, unos meses para estallar tal conflicto que aún perdura. De hecho una de las preocupaciones que la prensa española más leída nos quería conculcar en la cabeza era la idea sobre lo pernicioso que era la piratería cultural, por lo que, de parte de la SGAE, el gobierno avalaba y perseguía páginas web con contenido de películas y música para compartir en red. Lo cierto es que aquel 2011 los primeros en levantarse pacíficamente contra sus gobiernos para decir "ya está bien" fueron los ciudadanos de los Estados musulmanes del Norte de África y de parte de Oriente Próximo. Fue lo que ha pasado a la Historia como "La Primavera Árabe". Cierto que aún queda mucho por estudiar de aquellos días, pues si bien fue algo popular y espontáneo, en estos cinco años hemos sabido de algunos de los movimientos que hicieron los servicios de inteligencia secreta estadounidense para favorecer a determinados personajes con capacidad movilizadora para poder articular estos estallidos de la voluntad popular. La Primavera Árabe era algo más que un estallido contra la crisis económica, sobre todo porque allí la mayoría de sus ciudadanos estaban ya en crisis mucho antes de que estallara la crisis de 2008. En aquella Primavera Árabe el levantamiento se hacía contra dictaduras y monarquías absolutas para pedir y exigir un cambio político a democracias auténticas. Más aún, había un componente de hartazgo contra determinados movimientos politico religiosos que, paradoja de paradojas, terminaron precisamente haciéndose con el control mayoritario de estas corrientes de protesta, quizá porque en lugares como Egipto eran los grupos religiosos politizados los únicos que en el exilio se habían organizado y estaban organizados cuando llegó la hora de derribar la dictadura de Mubarak. Como sea, Egipto, Túnez, Libia, una parte de Argelia, timidamente Marruecos, Siria, Líbano... Ahí comenzó todo. Otra cosa es la deriva hacia una nueva especie de dictadura con urnas en Egipto, el estancamiento bélico en regiones de Argelia, el rebote ultrarreligioso en el África subsahariana o la degeneración en guerra civil en Siria y el surgimiento de Estado Islámico.
También Grecia llevaba ventaja a España. Allí la gente llevaba movilizándose en huelgas y protestas, con cierta violencia, desde hacía uno o dos años, o sea desde 2010 ó 2009. Los gobiernos griegos caían y se formaban con rapidez uno tras otro. Mientras en España la huelga general tardó en llegar desde 2008 proclamándose en 2010, no hubo ninguna otra hasta 2012, que hubo dos. En realidad, en mayo de 2011 era más lógico pensar que Grecia encabezaría las protestas europeas contra las medidas ultraconservadoras de la Unión Europea y el Fondo Mundial Internacional. Pero no fue así, fue España.
El periódico quincenal de análisis político, social y económico Diagonal ha publicado en su número más reciente, el 270, de 12 de mayo, un especial de ocho páginas dedicado exclusivamente a analizar y comentar todo lo ocurrido en los movimientos sociales españoles desde 2011 a la actualidad, donde pareciera que el apogeo estuviera en esa unión entre los partidos políticos Podemos e Izquierda Unida en esa coalición llamada Unidos Podemos. Pero ese apogeo no es tanto así, empezando porque en el 15 de mayo de 2011 precisamente una de las consignas coreadas fue "no nos representan" y esto no se refería sólo a PP y a PSOE, como se ha hecho creer con posterioridad, sino a todos y cada uno de los partidos políticos. No es que se reclamara un nuevo partido político, todo lo contrario, se reclamaba que la sociedad fuera escuchada y fuera ella misma la que se hiciera cargo de las decisiones de gobierno exigiendo referendums para determinadas cuestiones y políticas realmente conscientes de ayudar a los ciudadanos y no a bancos y grandes empresarios. De esas ocho páginas, uno de los artículos que hace el mejor resumen con perspectiva histórica de estos cinco años, porque no nos engañemos: estamos ya pasando todo esto a la Historia, lo hace el periodista Pablo Rivas en su artículo El año que agrietó los muros del régimen, aunque sinceramente creo que esas ocho páginas al completo con todos sus artículos no tienen desperdicio, es el mejor análisis del 15M y años sucesivos que he leído hasta la fecha. Hacen, entre otras cosas, un ejercicio de recuerdo de los sucesos ocurridos en clave de Historia reciente de España.
Lo cierto es que, como sabe quien me conozca y lea esto desde hace años, yo participé de todos esos hechos, como he participado anteriormente de huelgas y protestas varias siempre en aquello que he considerado justo. Yo estuve en Madrid aquel 15M de 2011 cuando la policía la noche anterior había represaliado con mucha crudeza a un grupo más bien no muy nutrido de personas que se habían manifestado pidiendo Democracia Real Ya en la Plaza del Sol de la capital. Fue la represión policial desmesurada la que hizo estallar la chispa de la indignación callada de una gran mayoría de españoles de todas las edades y creencias. ¿Por qué en España no había estallado una revolución o una revuelta desde el comienzo de todo en 2008? Según un sociólogo entrevistado no hace mucho en La Sexta y en coincidencia con otro entrevistado días después en Televisión Española, fue porque los familiares y los amigos de los desempleados y de los arruinados habían respondido solidariamente con sus ahorros a la ayuda y al mantenimiento de los más empobrecidos y desfavorecidos. No creo que vayan desencaminados en su análisis coincidente. Pero aquel 15 de mayo, cuando se supo lo que la policía les hizo a unos manifestantes pacíficos acampados que pedían democracia y justicia social ya no se pudo más. No fue una protesta violenta, pero aquel día yo y muchos más fuimos a la Plaza del Sol a manifestarnos y a quedarnos. Y tanto que nos quedamos, un mes y pico, un mes largo... de cinco años de duración. Yo no estuve acampado en Plaza del Sol, pero regresé muchas veces allí esos días. Lo cierto es que la segunda ciudad de España que se movilizó en el Movimiento 15M (que aún no se llamaba así, sino que seguía el nombre Democracia Real Ya hasta que alguien quiso tratarlo como si fuera su propiedad) fue Alcalá de Henares. El periodismo nacional estaba tan centrado en Madrid que no se hizo eco de esto, pero incluso antes que Barcelona respondiera solidariamente y arrastraran Madrid y Barcelona al resto de España, Alcalá de Henares gracias a un pequeño grupo de alcalaínos que como yo estuvieron el día anterior en Madrid, se organizó no un día después, sino unas horas después, ya dentro de ese día siguiente. Yo estuve en aquel nacimiento alcalaíno, y en esta acampada alcalaína de un mes. Y llovía... y podría mencionar los nombres, que aún creo prudente no mencionar... quizá más adelante cuando el tiempo y la Historia ponga a cada uno en su sitio. Qué lástima de país es este, o de ciudad, que nos llama a la prudencia antes de mencionar nombres en público. ¿Hay miedo? Curioso que yo me haga esta pregunta, pues me la hizo una periodista hispanoamericana el día de la jornada de reflexión electoral que nos manifestamos en la Plaza del Sol una vez más cuando me negue a contestar sus preguntas, no sé muy bien porqué. ¿Miedo? No, prudencia sí, en un país que a poco que dices algo social te tachan de izquierdista radical y cincuenta empresarios están dispuestos a despedir o a no contratar. No hace mucho, en otra entrevista, una diputada de Podemos decía que lo que quieren con su política es quitar del gobierno a aquellas personas que gobiernan sin haber ganado unas elecciones, porque lo hacen a golpe de talonario en reuniones privadas con determinados políticos, o bien mediante presiones económicas a determinadas instituciones estatales. Creo que eso estaba en la mente del 15M, aunque aún no lo formulábamos exactamente así.
Si tan mal estaba la gente con la crisis, decían los más conservadores y la gente mayor, ¿por qué no ocurría nada, por qué nadie hacia nada? Claro que se hacía. Las huelgas habían aumentado su número de participantes antes de 15M, pero es que el 15M mismo era ese levantamiento. ¿O qué esperaban esas personas que decían y siguen diciendo aquello? ¿Un levantamiento armado? No. aquí las cosas se hicieron con acampadas, asambleas, asociaciones, manifestaciones, marchas... Me parece una estupidez demagógica decir que en España nadie hizo ni hace nada. Se hizo. Pero el PSOE que gobernaba se mantuvo férreo en no dar su brazo a torcer en sus políticas y el PP que le sucedió a partir de diciembre de aquel 2011 no sólo no dio el brazo a torcer sino que además recrudeció las políticas de recortes económicos sociales, las políticas laborales, políticas sociales... y la represión policial. La represión policial no fue exclusiva del PP. Recordemos que el 15M nació de una de ellas, pero en verano, sobre junio, la acampada de Barcelona sufrió una represión teñida en sangre por una policía desbocada contra gente que ni siquiera se defendia, no devolvían violencia con violencia. Aquello se produjo con el PSOE gobernando. Pero sí que es cierto que el PP recrudeció la vía de la represión policial. 2012 fue uno de los años más conflictivos en huelgas y manifestaciones desde la Transición de los años 1970, de hecho se superó en cifras la cantidad de protestas sociales. Lo malo de esto es que el PP, acunado en una mayoría absoluta nunca vista antes por su número de diputados en gobiernos españoles, a costa del reparto de votos por la alta abstención, gobernó muy despiadadamente sin atender a ninguna razón ciudadana ni a ninguna protesta. Fue un gobierno más para empresarios y banqueros que para ciudadanos. Lo que en el siglo XVIII se hubiera llamado despotismo ilustrado. El gobierno de Rajoy pasará a la Historia por muchas cuestiones de dudoso valor democrático, una de esas cuestiones es que tiene el máximo de leyes aprobadas sin debate parlamentario, por decreto, y el máximo de políticas sacadas adelante en solitario, con el resto de partidos en contra y con la ciudadanía también... llegándose incluso al caso de que en una de las protetas se llegó a rodear al Congreso.
Marchas mineras, protestas de médicos y enfermeras, protestas de profesores, protestas por el ultracatolicismo en la visita del Papa, protestas sindicales contra las reformas laborales y por los expedientes de regulación de empleo, como el del caso Coca-Cola, protestas contra los desahucios que los bancos hacían de las casas de sus deudores, protestas de muchas clases y muchas. Y asambleas, muchas asambleas. Si bien no logramos los cambios inmediatos ante un gobierno primero en retirada (PSOE) y luego cerrado en sí mismo (PP), se logró la revitalización política de la sociedad tomando conciencia de sí misma como poder y como sostén del gobierno. Es el llamado regeneracionismo. Si tras la pérdida de los territorios de ultramar en 1898 nació el regeneracionismo que instaba a Alfonso XIII a acabar con el turnismo electoral, exigiendo una democracia auténtica, y a tomar medidas políticas a favor de los trabajadores, en la España de 2011 nació el nuevo regeneracionismo que pedía cosas similares al regeneracionismo del comienzo del siglo XX. Aviso a navegantes: el regeneracionismo de la época de Alfonso XIII se encontró a lo largo de las dos primeras décadas del siglo con una sociedad cada vez más organizada en sus objetivos y unos gobiernos tan cerrados en conservar unos modos políticos que la sociedad no quería que para mantenerlos optó por eliminar la democracia para que los burgueses mantuvieran sus privilegios mediante la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Fracasada esa dictadura porque la sociedad iba por otro lado, visto que el regeneracionismo (que no es otra cosa que mantener las formas del Estado pero con reformas políticas más favorables a la gente común) había fracasado, en 1931 se pasó del regeneracionismo a la opción de la República y sus nuevos valores sociales, políticos, éticos y morales. Adiós, Alfonso XIII.
¿Realmente no se logró nada? Se logró en sentido negativo el miedo tal de los gobiernos que querían favorecer los intereses empresariales y bancarios que iban haciendo y atando todo muy atado y represaliando. Eso es así, empezando por una reforma constitucional a finales de 2011 acordada sólo por PSOE y PP y bastante vergonzosa, por cuanto a petición de la Unión Europea deja a España a merced de gobernar sólo para pagar facturas aunque se tenga que pasar por encima de derechos sociales de los españoles. Se logró en sentido positivo esa concienciación nueva de la ciudadanía de su importancia en la vida social y política del país, el nacimiento de asociaciones muy importantes o el papel que desempeñan hoy día. Se logró que el PSOE se viera falto de ideas para gobernar y terminara tirando la toalla y convocando elecciones anticipadas en 2011, sólo que quien estaba mejor situado para ganar el gobierno era el PP, cuyas ideas, a pesar de todas las promesas incumplidas (y se veía claro que no las iban a cumplir, que eran mentiras) eran ideas muy contrarias a las intenciones de los indignados del 15M. ¿Se logró algo con el PP? Aparentemente, no. Ellos hicieron unas políticas muy duras y contrarias a la voz del pueblo, pero sólo aparentemente no se logró algo. Aunque a corto y medio plazo se mantuvieron fuertes en todas sus decisiones, en algunas otras no les quedó más remedio que recular y no sacar adelante algunas iniciativas, como la nueva ley del aborto, parte de la reforma judicial, y alguna cosa más, no mucho más, también es cierto, pero algunas cosas se lograron.
Lo curioso de todo esto es que las mismas personas que en 2011 daban lecciones morales, éticas y de austeridad, que aconsejaban a la gente o al gobierno, acerca de medidas económicas a adoptar, y a los que Rajoy dio mucho crédito, eran políticos, empresarios y banqueros que en pleno 2016 están o en la cárcel por corrupción o involucrados en procesos judiciales por casos del mismo tipo. Esa gente creaba con su opinión no sólo una influencia en las medidas a tomar por el gobieno, sino también una corriente de opinión en la sociedad civil más sencilla, y no sólo en los conservadores, mucha persona de cincuentena años hacía caso a los avisos de "nosotros o el caos" y les daban la razón. Lo curioso, digo, es que esta gente pese a estar en la cárcel o en juicios siguen siendo referentes para muchos españoles. Esta gente se burlaba de los indignados del 15M, el insulto más famoso era el de "perroflautas", pero quizá el más sonado es el de esa diputada del PP que este mismo año 2016 al ver a un diputado de Podemos con un peinado de rastas insinuó que no se lavaba, a lo que una periodista conservadora un día después, en TVE, aseguró haber visto piojos, cosa que tuvo que rectificar cuando sus compañeros de oficio la pusieron en evidencia ante lo imposible de que eso hubiera ocurrido.
El Movimiento 15M no está representado por Podemos. Son cosas muy diferentes. El 15M no era apolítico, como se dijo en alguna ocasión, era apartidista. Y en eso nos hemos mantenido muchos de los que estuvimos allí en su origen. Pero es cierto que Podemos se alimentó de las fuerzas del 15M y que incluso quien no se define de Podemos hoy día pero estuvo en el 15M considera que ellos o IU son su mejor opción de voto. Como ahora se han unido en Unidos Podemos la elección es más fácil. Seámos sinceros, IU o el PCE tuvieron respuestas ambiguas ante el 15M, y también los sindicatos UGT y CCOO. Dependiendo del lugar diremos que en algunos sitios colaboraron y participaron desde el principio, comprendiendo que el movimiento era apartidista, en otros trataron de rentabilizarlo y les salió mal, y en otros sitios fueron contrarios y reticentes. Al final, con el paso del tiempo, la comprensión mutua se hizo posible, si bien UGT y CCOO nunca terminaron de tener acomodo del todo en el 15M. El 15M, asambleario, copiaba muchos de los modos del anarcosindicalismo tradicional español. No obstante CNT, CGT o Solidaridad tenían a muchos de sus militantes participando del 15M, a pesar de que como sindicatos hacían reflexiones críticas pero constructivas sobre la falta de objetivos claros y planes de actuación claros. Recordemos que las Marchas de la Indignación, la Marcha Minera y las huelgas generales de 2012 vieron como las columnas del 15M preferían unir sus fuerzas siempre, invariablemente, a las columnas anarcosindicalistas de CNT y de CGT. A pesar de que telediarios y grandes periódicos se centraron en poner el ojo en las columnas de UGT y de CCOO, socialdemócrata y comunistas, si uno busca en hemeroteca la columna de los sindicatos anarcosindicalistas encontrará a miles y miles y miles de personas con los distintivos propios del 15M y de estos sindicatos. Por otro lado, PSOE en principio creía que el 15M era cosa de dos días y cuando cobró importancia creyeron que era algo azuzado por el PP. Cuando perdieron el gobierno muchos militantes del PSOE comprendieron que el 15M no tenía nada que ver con el PP y empezaron a participar individualmente de multitud de asambleas vecinales. El PP allanó el camino al 15M, lo entendió como una indignación sobre la que decir cosas si no buenas, no a la contra, pues le ayudaba a desgastar al PSOE, pero una vez que ganaron el gobierno se quitaron la careta, se mostraron todo lo contrario que eran a los valores y peticiones del 15M. Fue muy recurrente aquello de acusar al 15M de golpistas (revisad las declaraciones de la marcha de "rodea el Congreso"), acusó de radicales, de antidemócratas (¿por no opinar como ellos opinaban?), y en medio de las acusaciones y las represiones policiales repetían la frase de que si la gente de 15M quería un determinado tipo de leyes que hicieran un partido y se presentaran a las elecciones. Pues una parte del 15M lo hizo. Podemos.
¿Que la gente no hacía nada, que no había revolución, que la gente no se echaba a la calle, que por qué no montaban un partido en lugar de manifestarse? Demagogias, porque, ¿qué es entonces todo esto vivido desde 2011 a este 2016? Todo eso sí ha ocurrido. Lo que no ha ocurrido es lo que esos demagogos hubieran deseado, a juzgar por las cosas que dicen: un levantamiento armado. Eso, en este país, sólo lo ha hecho la derecha conservadora, en dos ocasiones, en 1923 con Primo de Rivera y en 1936 con Mola, Goded y Franco. Es más, incluso fracasadamente lo intentaron en 1932 con Sanjurjo, y si se me apura con Tejero en 1981. Podemos no es el 15M, no tiene sus valores, pero recogió mucho de lo semblado del 15M y lo encauzó dentro de su propio programa e interés político, a pesar de que en principio se decía que el programa de Podemos lo haría la gente mediante asambleas y plataformas digitales. Ahondar en los orígenes de Podemos haría más complejo esta reflexión, pero es innegable que no siendo Podemos el 15M, es Podemos lo más cercano a una buena parte del espíritu del 15M, quizá a estas alturas desvirtuado de su origen. Querer acusar a Unidos Podemos, la nueva coalición entre IU y Podemos, como ya he dicho, de izquierda radical, como se ha hecho por parte del PSOE, Ciudadanos y PP, son palabras mayores. ¿Acaso el PSOE no nació en el siglo XIX del marxismo? Y en principio además del que hablaba de dictadura del proletariado, luego, con Paul Lafargue, del que hablaba de llegar a la Comuna con reformas. En los años 1970 Felipe González, en una jugada estratégica de la Transición, renunció a Karl Marx, lo hizo de modo público para adaptarse a las circunstancias del delicado panorama español recién salido de la dictadura de Franco, pero incluso hasta la fecha de hoy en toda sede del PSOE hay retratos de Pablo Iglesias, Largo Caballero, Besteiro, Trifón Gómez o Indalecio Prieto, todos ellos parte de ese PSOE que sí era marxista. Y si el PSOE ahora dice que no son marxistas y además tampoco son de "izquierda radical", ¿qué son? ¿Liberales conservadores? ¿De centro liberal? Porque el socialismo es izquierda, no sé si se han dado cuenta. La acusación contra Unidos Podemos acerca de ser de ideas de hace un siglo atrás, las socialistas nacidas en el siglo XIX y desarrolladas en el XX, acusación lanzada por el PP, Ciudadanos y PSOE es además contestada, como apuntó un amigo mío hace poco, con algo similar: ellos representan una línea política y económica basada en el liberalismo. El liberalismo es un ideal político y económico nacido en el siglo XVIII, sus ideas son aún más viejas y gastadas. Pero además, el liberalismo original tenía ideas acerca del bienestar de todos, de la ley de bronce del salario, de la legitimidad del obrero sobre la plusvalía de su trabajo, etcétera; la mismísima Constitución norteamericana de 1787, hoy vigente, se escribió entre liberales como son Washington, Franklin, Jackson y otros, en ella reflejaron que el gobierno debía buscar la felicidad de todos sus ciudadanos. Repasad, repasad a David Ricardo, Adam Smith y otros adláteres del liberalismo. probablemente tirarían de las orejas a los actuales políticos y economistas, cuyas ideas las basan más en Keynes y sus medidas económica de después de la Primera Guerra Mundial, cuyas consecuencias llevaron a la crisis de 1929 y a la Segunda Guerra Mundial.
En todo caso, las acusaciones a Podemos (o ahora mismo a Unidos Podemos) acerca de comunismo rancio, dictatoriales, cercanos a regímenes de Venezuela y Cuba, amigos de ETA y demás barbaridades que se han dicho, no sólo son acusaciones que la realidad democrática de estos partidos desmiente, son parte de un lenguaje rancio propio de la dictadura de Franco cuando trataba de infundir miedo con aquel "que vienen los rojos". Por otro lado, que parte del origen de Podemos venga del 15M, no todo él, pero sí una parte de su idea y creación, y que IU se implicara a modo inidividual de sus militantes en el 15M también desmiente esas acusaciones. También en el comienzo del siglo XX el sindicato CNT fue acusado de criminales. En aquella época si eso hubiera sido así media España sería asesinos y ladrones, ya que CNT era el sindicato mayoritario con uno o dos millones de afiliados, más todos los simpatizantes sin carnet, en una España que la población era de algo más de diez millones de personas. Actualmente la enorme cantidad de votantes de Podemos e IU hace de ellos que media España reciban esos insultos que lanzan desde el PP y Ciudadanos principalmente. Los votantes de Podemos e IU son los que han permitido que sean la tercera fuerza política del país en el Parlamento y que es lo que permite que según las estadísticas pudiera ser la segunda fuerza política del gobierno a partir de junio próximo. Cada vez que se les llama rancios, autoritarios o amigos de terroristas, se les está llamando lo mismo a media España, la realidad, está a la vista, no es esa, pero la propaganda política por medio de declaraciones recogidas en medios de comunicación amigos de PP o de PSOE hacen que muchos ciudadanos que no se acercan a los entresijos políticos reales se lo crean a pies juntillas. Esta misma semana se ha desvelado cómo un juez falseó una declaración de un testigo para poder acusar a una diputada de Podemos, del mismo modo que las acusaciones de financiación de Podemos por medio de Venezuela, Cuba o Irán sólo triunfan en los titulares de los periódicos y sus lectores, ya que los tribunales han archivado todas las causas por falta de pruebas de que eso sea real. También a la IU de Julio Anguita, y al PCE de Santiago Carrillo, cuando en los 1970 y 1980 tenían serias posibilidades electorales de pasar al PSOE en apoyos, fueron acusados de ser financiados por la desaparecida Unión Soviética. Y también en 1993-1996 el PSOE, como hoy día, acusó a IU de querer (y trabajar por) un gobierno de la derecha del PP cuando ante los casos de corrupción del PSOE en aquella época y ante la crisis de aquella época, IU trabajó duro como partido de la oposición que era para acabar con el gobierno del PSOE en esas circunstancias, pero no para facilitar un gobierno de derechas, sino para sus políticas de izquierdas. ¿Realmente alguien cree a Pedro Sánchez cuando desde sus tribunas del PSOE acusa a Podemos de impedir políticas de izquierdas porque prefiera al PP? ¿Realmente alguien cree que Podemos y PP tengan puntos políticos comunes? Absurdo y maquiavélico, y sin embargo a su electorado más cerrado les cuadra ese discurso. Esperpéntico. Los que acusan a Unidos Podemos de usar métodos de dictadura, al hacer estas cosas son ellos los que lo hacen, es lo que se llama la desinformación y el montaje politico. Hay que recordar los varios casos en los que la propia policía se infiltró en las manifestaciones del 15M para ejercer una violencia que desprestigiara al movimiento y a la vez justificara la carga policial. Pienso en varias cosas que se vieron y en concreto en un caso muy famoso con la frase "que soy de los vuestros", de un policía infiltrado siendo golpeado en el suelo por otros de uniforme. La policía, puesta en evidencia ante fotos y videos que lo demostraban, trataron de justificarse diciendo que sus intenciones eran poder mantener el orden desde dentro. Tras eso el PP elaboró la popular Ley Mordaza que desde 2015 disminuye los derechos ciudadanos en las protestas sociales que la Constitución avala. También en 2011 el PSOE acusó a la gente del 15M de estar manipulados por el PP e ir contra una política de izquierdas, y también en 2012 el PP acusó al 15M de estar manipulados por el PSOE, de ser violentos casi criminales, y todos unos golpistas antidemócratas. Disparatado, nada más alejado de la realidad, insultante, manipulador y además una falta de respeto a la inteligencia de los millones de ciudadanos que fuimos del 15M y a los otros tantos millones que sin participar en todo lo que se hacía, en algo participaron o bien veían y oían con sus ojos y oídos la realidad de lo que se hacía, hace, pedía y pide.
Lo malo del asunto es que la aparición de Podemos como realidad en 2014, aunque Izquierda Anticapitalista rondaba la idea de ser parte orquestal de algo así desde la huelga general de 2010 y el otro Pablo Iglesias desde su programa de televisión "La Tuerca", hizo que la gente se fuera desmovilizando de las calles. La aparente falta de logros ante el inmovilismo del gobierno en sus decisiones, la represión policial y el cansancio, se combinaron con la aparición de Podemos en el panorama político para que la gente considerara que el menor coste personal en intentar el cambio estaba en ir a votar, en lugar de ir a manifestarse, hacer una huelga, o ser participes de asambleas, asociaciones u otras iniciativas. Con las elecciones europeas de ese 2014 Podemos apareció como una opción viable. En las municipales y autonómicas de 2015 es evidente que muchas de las caras electas en municipios eran personas que habían estado en el 15M y que se habían presentado ya sea dentro de Podemos o dentro de agrupaciones locales nuevas llamense Somos, Ahora o como en cada municipio se eligiera. No todos los que estuvimos en el 15M participamos de la formación de partidos políticos, nos mantuvimos en nuestro ideal de participar como ciudadanos, pero no como ciudadanos de partido político. Podemos ver con simpatía o no al Unidos Podemos actual, pero tanto la desmovilización desde 2014 como la integración en gobiernos de una parte de gente que estuvo en el 15M es evidente. Personalmente creo que apoyar con el voto a Unidos Podemos puede ser útil, pero insuficiente para los objetivos sociales que se quieren. Creo que hay que reforzar los sindicatos que actúan al margen de subvenciones, como CNT, sindicatos donde sean los trabajadores quienes toman las riendas por sí, sea CNT, CGT o uno de nueva creación. O tal vez, mantener la movilización en general, con o sin sindicato (aunque el sindicato es una herramienta importante muy desprestigiada en nuestros días) y mantener una actividad individual, personal, coherente con uno mismo. Los pequeños actos de la vida cotidiana pueden ser los que cambien las grandes cuestiones de la sociedad. Predicar con el ejemplo.
España en el 15M se fijó en lo que ocurría en Grecia. Era una constante a lo largo de 2011-2016 los gestos mutuos de solidaridad entre los manifestantes de ambos países, que nos sentíamos unidos en nuestras penurias y nuestras luchas. Las particularidades de uno y otro país no nos distanciaban a la hora de comprender que éramos víctimas de una políticas conservadoras totalmente agresivas con los trabajadores. Incluso el resultado electoral de las elecciones generales de Grecia en el verano de 2015 anticipaban en parte los resultados españoles de sus propias elecciones en diciembre de ese mismo año, y probablemente de lo que ocurra el próximo junio de este 2016. Tampoco en 2011 éramos ajenos a las nuevas esperanzas democratizadoras nacidas en la Primavera Árabe, si bien Grecia, quizá por sernos una cultura más cercana a nosotros, era mayor referente. Pero, ¿se podría entender la ocupación de la Plaza del Sol sin mencionar que uno o dos meses antes se había ocupado la plaza principal de El Cairo? Los más concienciados e imbuidos en las ideas de cambio social, no sólo de la mera protesta y pataleta, sí eramos conscientes, si bien, insisto, se hablaba más de Grecia y sus acontecimientos, y aún más de Barcelona. Nos fijábamos en qué ocurría o cómo iba la cosa en tal o cual ciudad española. Alcalá de Henares incluso tuvo que lidiar por no ser absorvida por el movimiento de Madrid capital, cuando incluso nos llegaron a tratar, y esto es literal, como un barrio de ellos. Alcalá tuvo que reclamarse ciudad con voz propia. Costó, mucho. En esto algunos alcalaínos estaban, además, divididos, aunque la mayoría de la acampada de la Capilla del Oidor apoyamos la idea de que Alcalá se reivindicaba como ciudad con voz propia. Un amigo de la CNT que esos días trabajaba para un periódico e iba de lugar en lugar solicitando las peticiones que se redactaron en las asambleas de cada ciudad, llegó a decirme que las de Alcalá de Henares eran las más concretas y específicas por realistas en cuanto a cuestiones laborales y democráticas claras, mientras que otros lugares, incluido Madrid, se diluían y divagaban en cuestiones sintácticas, valoraciones filosófico-morales, peticiones abstractas e inconcretas y declaraciones de buena voluntad. El libro de actas de la asamblea alcalaína desapareció. Nuestro mayor tesoro que, incluso, teníamos hasta un protocolo de ponerlo a salvo si hubiera desalojo policial, que nunca se produjo. Nadie sabe quién se lo quedó cuando se levantó el campamento, o al menos nadie lo ha dicho. Yo conservo la copia en folios de ese libro, porque me sacaba copias para mí. Algún día, cuando pasen más años, lo donaré al archivo que considere más oportuno.
España y su 15M fue noticia internacional y referencia para otros movimientos, partidos de izquierda y sindicatos de occidente. En Reino Unido surgió aquel 2011 un movimiento con referencia al 15M español, y en Estados Unidos surgió el Movimiento Ocupa Wall Street. Ahora, cinco años más tarde, un Movimiento similar y con referencia también en el 15M ha surgido en Francia. Desde París nos instan a los españoles y al resto de Europa a unirnos para manifestarnos hoy. La reacción social francesa, aunque ilusionante y revitalizante llega cinco años tarde. Más hubiera valido que se hubieran puesto en marcha en aquel 2011 y haber hecho fuerza junto a España, Reino Unido, Grecia, Italia, Islandia, Irlanda, Portugal y Estados Unidos. Quizá se hubiera logrado algo más. ¿Cuál es la diferencia? Que en 2011 era Francia junto a Alemania la que daba las recetas de austeridad y recortes sociales al sur de Europa y a Irlanda. De hecho era extendida la idea de que los españoles, los griegos, los italianos y demás, éramos culpables de lo que nos pasaba a nosotros mismos y lo que les podía pasar a ellos si nos dejaban hacer las cosas a nuestro modo. En esa especie de idea xenófoba, sinceramente: lo era, Francia comenzó a caer lentamente en lo económico y se quedó Alemania al frente de las decisiones importantes de la economía de la Unión Europea entre 2011 y 2016. A Francia le tocó el turno de los recortes y la reforma laboral agresiva en 2015 y su sociedad reacciona ahora. Si en 2011 se hubieran acordado de su generosidad revolucionaria que les ha caracterizado en la Historia quizá hubieran sido un apoyo decisivo para frenar las medidas que su propio gobierno y Alemania sacaban adelante en las instituciones de la Unión Europea. Hoy nos llaman los franceses a unirnos, nosotros les llamamos ayer. Unámonos de todos modos.
La tragedia de España es que siempre repetimos la misma farsa. Hoy se cumplen cinco años del 15M, nuestro próximo movimiento de adónde va la España nacida de aquello se verá en las elecciones anticipadas de junio.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
Me comentan por red social lo siguiente:
ResponderEliminarLas ideas que los economistas "liberales" actuales tienen están más basadas en La escuela de Chicago que en Keynes. Ahora las ideas keynesianas también son vistas como revolucionarias, tal es el nivel actual.