Hoy tengo el placer de traer a esta bitácora para el Alto Mando de Espionaje de Bares, los lectores, a una persona muy joven que se ha hecho un gran hueco en el mundo de la pintura local de Alcalá de Henares y, si sigue por este camino, puede aspirar a ser una referencia de mayores repercusiones. Hablo de Zaida Escobar, nacida en 1988, una mujer de 26 años que cuenta ya en su haber numerosas exposiciones tanto colectivas como exclusivamente suyas, tanto en lugares institucionales como en bares, o incluso en conciertos de música. Curiosamente es ganadora del segundo premio de Fotografía del certamen Jóvenes Creadores de Alcalá de Henares, no tengo claro si en 2009 ó 2008, y del primer premio de ese mismo certamen y esa misma modalidad fotográfica en 2010, a pesar de haberse encontrado ella a sí misma en la pintura. Esto podría explicar varias de las claves para entender sus primeros cuadros. De hecho, la Facultad de Bellas Artes de Madrid, por la que se ha licenciado en 2011, ha adquirido parte de su obra original para preservarla en el tiempo como parte de su Gabinete de dibujo.
La primera exposición de Zaida se produjo en 2009 en la Casa de la Juventud de Alcalá de Henares, mientras que su más reciente exposición ha sido a lo largo del mes de abril de este 2015 en la Casa de la Entrevista de la misma ciudad, como parte del proyecto colectivo "12 platos de carne", que comenté en esta bitácora en la Noticia 1465ª y de la que Dani Haller ha escrito un análisis completo y profundo en La taberna de Platón. Esta exposición temporal volvió a traer a la ciudad los aires creativos y dinámicos que hacía muchos años respiraba Alcalá hasta que los cambios políticos a favor del Partido Popular a mediados y finales de los años 1990 cambió las dinámicas expositivas del municipio y los apoyos a los creadores locales. Estuvo implicada en aquel comisariado junto a Zaida, Alba Eskabias. Como sea, Zaida también se ha dedicado a escribir algunas de sus ideas artísticas dentro del colectivo que ha creado la revista electrónica Walskium. Se la puede leer en varios artículos publicados allí. También ha participado del colectivo Cuadros de Cine, dedicado a reproducir en cuadros fotogramas o personajes de cine, o se puede ver su obra en diferentes lugares de la ciudad a petición de los dueños de esos espacios, como pueda ser los comercios de Alcalá Cómic y Opticalia, o incluso la puerta de un garage.
Personalmente conocí a Zaida en 2011, entre cuestiones artísticas de La Vaca Flaca y acciones reivindicativas del 15 de Mayo. Desde entonces nos une una amistad. Ha sido mencionada por esta bitácora varias veces a lo largo de estos años, aunque quizá las entradas más representativas fueron las que le dediqué en 2012 con motivo de una exposición suya en el bar La Chata, Noticia 1087ª, o la ya enlazada de este 2015 acerca de la exposición "12 platos de carne", Noticia 1465ª. Hechas todas estas presentaciones espero que disfrutéis de la entrevista como yo la he disfrutado. Merece la pena.
(Las fotografías son con permiso de la propia Zaida Escobar).
CANICHU:
Acabas de realizar y organizar una exposición de pintura llamada “12 platos de
carne” en la Casa de la Entrevista, de Alcalá de Henares. En ella han
participado diversos artistas complutenses y se ha recuperado incluso la idea
de crear un catálogo de lo expuesto. Ha estado expuesta un mes entero, ahora
que ya ha terminado, ¿qué balance haces de todo ello, tanto de cuándo te lo
planteaste, el proceso para lograrlo y el resultado final?
ZAIDA
ESCOBAR: Ha sido un proyecto muy intenso ya que en menos de dos meses hemos
tenido que organizar una exposición con doce personas. Con tan poco tiempo es
difícil; elegir la obra, qué sentido de unión darle y sobre todo ponernos en
contacto y trabajar entre todos (muchos ya no viven en Alcalá). Pero al tener
tantas ganas de poder mostrar nuestra obra en un sitio tan especial como la Casa
de la Entrevista, todas estas dificultades no fueron más que un reto.
Personalmente
estoy muy contenta con lo que hemos conseguido hacer, sobre todo por habernos
abierto un hueco en el panorama cultural de Alcalá, el cual nos tenía bastante
olvidados y por haber mostrado nuestra obra con la seriedad y el valor que se
merecen.
CANICHU:
Alcalá es una ciudad cuyos bares son muy dados a crear exposiciones, a veces
lamentablemente parece que más como excusa decorativa que realmente expositiva,
pero hay muchos de estos lugares muy dignos y consecuentes con el apoyo al
artista. En el pasado la ciudad contaba con más salas de exposición de cuadros
y esculturas, pero estas han ido desapareciendo o han tenido que compartir su
actividad con otras que nada tienen que ver. ¿Es Alcalá de Henares una ciudad
difícil para el Arte pictórico hoy día?
ZAIDA
ESCOBAR: Sí y no. En Alcalá me considero una artista de bares y muy orgullosa
de serlo, gracias a ellos he podido conocer a mucha gente y toda esa gente a la
vez han conocido mis obras y eso es lo más esencial. Hay muchos bares en Alcalá
que quieren promover la cultura en todos sus aspectos y desde aquí les doy las
gracias: La Chata, Deltoya, El Tempranillo, El Café Continental y los grandes
que ya no existen, El Perro Verde y La Vaca Flaca, (entre otros).
Lo
complicado es cuando quieres dar un paso más y mostrar tu obra en salas de
exposiciones. Excluyendo la sala de exposiciones de la Casa de la Juventud, que
está abierta a todo el mundo, intentar exponer en las demás, es una tarea
complicada y frustrante a no ser que tengas un nombre o un contacto. Aquí sí
veo que Alcalá es una ciudad difícil para el arte pictórico ya que apenas
apuesta por los artistas de su ciudad lo cual es una pena porque hay un
grandísimo potencial y podrían estar muy orgullosos de mostrar sus obras.
CANICHU:
La ciudad cuenta con asociaciones que realizan cursos de pintura y
exposiciones, como la Mutual Complutense o el sindicato Comisiones Obreras. Tú,
aparte de artista propiamente dicha, eres maestra colaborando con Comisiones
Obreras. ¿Qué le dirías a alguien que quiere aprender a pintar pero nunca ha
cogido un pincel con la excusa de: no tengo creatividad?
ZAIDA
ESCOBAR: Lo primero decir que aún no he sido maestra en Comisiones Obreras (el
curso no se pudo dar), pero sí tengo la experiencia como docente de algunos
talleres que he impartido y sobre todo como alumna que también ha pronunciado
esa frase “no tengo creatividad”. Lo que
yo diría sería: experimenta, diviértete, dibuja para ti…Tenemos mucho miedo a
que nuestro dibujo no tengo un resultado aceptable para nuestras expectativas
y/o las de los demás. Hay una técnica que se puede aprender, claro está, pero
no sirve de nada aprender esa técnica si luego da miedo salirse de ella. Por
eso hay que experimentar mucho y que se convierta en un juego, en algo que
disfrutes realizándolo, y de todo eso que hagas seguro que tarde o temprano
aparecerá algo que lo mires y digas…”ahora sí”.
El
arte tiene siempre dos caras, o te da una gran felicidad o te sume en una gran
frustración, hay que saber aceptar las dos.
CANICHU:
Has sido juez en los concursos de pintura libre que celebra el sindicato
citado. ¿Es Alcalá más vanguardista o más clásica en los lienzos?
ZAIDA
ESCOBAR: Alcalá es muy clásica, de hecho suelen llevarse los primeros premios participantes
que vienen de otras localidades, que aparte de tener una técnica impecable
también son más arriesgados en la composición y en el aspecto final de sus
cuadros. La pintura al aire libre es un mundo aparte y conlleva una técnica
diferente que hay que controlar muy bien. En este aspecto creo que Alcalá se
queda un poco floja.
CANICHU:
¿Qué opinas de los Premios Ciudad de Alcalá de Pintura?
ZAIDA
ESCOBAR: Como en todo hay cosas que me encantan y otras que no entiendo. Los
ganadores de los últimos años me han parecido muy potentes, otra cosa son los
seleccionados o las menciones de honor. Pero el arte es muy subjetivo, y lo que
a mí me puede parecer horrible a otra persona le apasiona. Esta es la eterna
cuestión, ¿qué es el arte?, ¿esto es bueno o no? y hablando de esto nos
podríamos tirar tanto tiempo… y tampoco queremos aburrir a los lectores ¿no?
CANICHU:
Acerquémonos a ti. ¿Cuándo empezaste a pintar? ¿Había antecedentes en la
familia?
ZAIDA
ESCOBAR: No sé cuándo empecé a pintar, pero el primer dibujo que ya era algo
bueno y del que soy consciente lo hice con 11 ó 12 años. Recuerdo que había una
revista de moda y en la portada una fotografía de una mujer en primer plano con
un sombrero, me pareció tan bueno el retrato que empecé a dibujarlo. Se lo
enseñé a mi profesor de plástica tiempo después y recuerdo que se sorprendió (o
eso creo). A partir de ahí ya supe que quería hacer el bachillerato de artes y
la carrera, no había otra opción (igual le he sabido desde antes, pero no lo
recuerdo).
No
hay antecedentes en mi familia propiamente dichos, sí es cierto que por parte
de mi padre hay más vena artística y tengo familiares muy creativos y con una
buena mano, pero pintores o dibujantes no, siempre he sido bastante
autodidacta.
CANICHU:
Se te nota en varias de tus obras un apoyo familiar, por cuanto algunos de los
personajes son familiares tuyos. ¿Cuál es el peso de la familia en tu mundo pictórico?
ZAIDA
ESCOBAR: El peso de la familia en mi vida en general es muy importante, siempre
hemos estado muy unidos y para mí son una razón de felicidad, supongo que este
hecho se refleja en mi obra aunque no sea consciente a veces. Lo curioso es que
cuando los utilizo de modelo para mis obras no los retrato de una manera bonita
y alegre sino todo lo contrario, pero esa es mi manera de pintar y se tienen
que aguantar (se quejan bastante). La
verdad es que hay un hecho más simple que todo esto y es que cuando necesito
modelos, a ellos son a los que tengo más cerca y de los que más imágenes tengo,
así que me aprovecho jeje.
He
de decir que tengo una serie de dibujos que se llama “Mi extraña familia”, y en
este caso sí quise que fueran los protagonistas, quise mostrarles tal y como yo
los veía. La anécdota que pude sacar de la exposición que hice con esta serie,
fue que era una exposición para mí y para mi familia ya que los espectadores
que observaban las obras desde fuera no podían llegar a captar (como es normal)
el sentimiento y la narración que había en ellas.
CANICHU:
En tus pinturas eres una persona muy dedicada a ir directamente a la
expresividad. Tienes algunas series de retratos muy llamativos. ¿Qué buscas
cuando pintas?
ZAIDA
ESCOBAR: Busco una reacción. No me interesa el arte sedentario y placentero
(aunque a veces por las circunstancias haya que hacerlo), en mi obra personal
quiero transmitir fuerza, agresividad, soledad, pasión....pinto lo que me
apasiona y lo hago incluso por instinto, ya que hay veces que no sé ni puedo
explicar por qué dibujo lo que dibujo. Mi manera de entender el arte es que
cuando tú lo observes haya algo en tu interior que se encoja y que se retuerza,
que sientas algo por un momento.
CANICHU:
¿Por qué hay café en algunas de tus obras impostando pintura?
ZAIDA
ESCOBAR: El café utilizado como pintura me lo descubrió un profesor de la
facultad, el cual me abrió los ojos a la hora de dibujar, me dio el empujón que
necesitaba. Me quedé prendada de la apariencia y la textura que dejaba el café
sobre el papel y desde entonces lo utilizo en muchas de mis obras.
CANICHU:
Hay una serie de dibujos tuyos donde aparecen niños o jóvenes desnudos en la
playa, pero yo casi no he visto cuadros tuyos de grupos humanos.
¿Desconocimiento mío o responde a algo?
ZAIDA
ESCOBAR: Esos cuadros que me hablas supongo que son los de la serie “Diario de
una sociedad desnuda”, lo cierto es que no son niños y tampoco están en la
playa jeje, es curioso ver cómo percibe cada persona una misma imagen y qué
sentido tan diferente puede darle. Dices que no hay grupos humanos pero
justamente en esta serie de dibujos, al igual que hay personas solitarias
también hay grupos que se observan y se pelean. De hecho creo que es el único
proyecto en el que he incluido más de dos personas en los dibujos.
CANICHU:
Algunos de los retratos que has realizado rellenan todos los huecos del lienzo,
¿a qué se debe esta innovación retratística?
ZAIDA
ESCOBAR: Soy una adicta de los primerísimos planos, aunque intente huir de ellos
para no repetirme, no puedo evitar dibujar todo a lo grande. Si combinas un
gran formato con un primer plano y encima es un retrato, la carga y fuerza
visual se potencia doble o triplemente, y a mí eso me encanta, que el
espectador pueda meterse dentro del cuadro o sentirse amenazado por el
gigantismo que observa o mejor dicho, que le observa.
CANICHU:
He dicho lienzo, pero lo cierto es que usas también papel, cartón y no sé si
otros formatos. ¿Crees en el Arte inmediato o en el Arte perdurable?
ZAIDA
ESCOBAR: Creo en todo tipo de arte si lo que hace es transmitir algo cuando lo
ves.
CANICHU:
¿Cuál debe ser la intención del Arte según tu visión?
ZAIDA
ESCOBAR: El arte debe servir para muchas cosas, para revolucionar, cambiar y
criticar la sociedad en la que vive; para transmitir y plasmar sentimientos que
nos unen; para hacer pensar y reaccionar al espectador o simplemente para
divertir, evadir y potenciar la imaginación. No creo que tenga que servir para
solo una cosa, creo que el arte es fundamental en todas sus apariencias y
sentidos y mientras haya arte habrá vida (aunque suene muy meloso). Sí es
cierto, como ya he dicho antes, que yo me siento más identificada con un tipo
de arte que hace reflexionar y reaccionar al espectador y no con el que se
limita a que ser algo relajado y bonito. Pero ante todo, que haya arte por
favor.
CANICHU:
Los desnudos en el Arte han tenido por objeto diferentes intenciones desde que
aparecieron por primera vez en la Prehistoria. No es la misma intención un
desnudo de un recolector de miel del 10.000 antes de Cristo que los de la
Capilla Sixtina del Vaticano, pintado en el siglo XVI. En la actualidad
personalmente veo muchos desnudos femeninos con la idea de provocar. Sus
creadores, pero sobre todo sus creadoras, son auténticas personas imbuidas del
activismo feminista en el Arte. Sin embargo, yo creo que estamos hoy día tan
acostumbrados a los desnudos femeninos que no son provocadores, sino que están
muy normalizados. Hace unos años yo expuse brevemente por unas horas un desnudo
mío de manera pública a manera de experimento y de provocación en busca de esa
igualdad, sólo te digo que algunos lo rieron, otros insultaron e incluso un
amigo me retiró la palabra durante meses. Creo que un desnudo masculino hoy día
es mucho más provocativo que uno femenino en busca de esa igualdad y
normalización. ¿Qué opinas tú sobre el tema desnudo en el Arte actual?
ZAIDA
ESCOBAR: Creo que actualmente ya no existe tanto esa diferencia de género entre
el desnudo femenino o masculino, sí es cierto que estamos más acostumbrados a
ver un desnudo femenino pues a lo largo de la historia han sido los que más se
han mostrado y quizás por ello nos sorprenda más uno masculino.
En
cuanto a la hora de provocar no estoy tan de acuerdo, no es tan importante si
es masculino o femenino sino qué herramientas utilizas para provocar con esos
desnudos. Parece que la conciencia social está más que acostumbrada al desnudo
femenino y que ya no es objeto de provocación, pero no es cierto, a lo que
estamos acostumbrados es a un desnudo bonito, un desnudo externo por así
decirlo, si tú te expones una vagina por ejemplo ahí cambia la cosa. Hace poco
vi una performance de Deborah de Robertis en el Museo d’Orsay de Paris, donde
la artista se colocó al lado del famoso cuadro “El origen del mundo” de Gustave
Courbet y al igual que en el cuadro, ella muestra su sexo (fue un vídeo muy
viral y muy polémico, muchos lo habrán visto), y fue obligada a salir del museo
y censurada en muchas plataformas. [Por aquí, la noticia citada.]
Hay
muchas opiniones en cuanto a esta performance pero con respecto a lo que me
preguntas me ha venido este ejemplo a la cabeza porque opino que, si la artista
hubiera mostrado su cuerpo desnudo hubiera sido una performance más, pero ella
expuso su vagina y entonces se volvió provocativo y de mal gusto y lo gracioso
es que lo hace al lado de un cuadro que fue pintado en el siglo XIX y hoy en
día la gente está encantada de ir a verlo a un museo. Por lo tanto resulta
bastante irónico que arme tanto revuelo este acto.
El
desnudo tanto de un hombre como de una mujer, puede ser provocador según como
lo muestres.
CANICHU:
La mujer en el Arte ha sido muchas veces musa o modelo. Las artistas femeninas
conocidas no son pocas, pero siguen siendo menos en número que los hombres. Sin
embargo, a lo largo de los siglos la mujer en general, la no conocida, se ha
interesado mucho en el arte de pintar. Así por ejemplo tenemos el caso de
Rosario Weiss Zorrilla, de la que nunca ha quedado claro si era hija
extramatrimonial de Goya o protegida de Goya junto a su madre. Weiss recibió
sus lecciones de pintura de mano de este gran pintor, ya en su larga tercera
edad, y se sospecha que algunos de los últimos cuadros de Goya tienen arreglos
de ella o bien hay quien dudó de que “La lechera de Burdeos” fuera de Goya y se
la adjudicaba a ella, cosa ya desmentida. De aquí sacamos que sus comienzos,
los de Weiss, parecían que requerían de ocultación, lo que nos recuerda a las
escritoras que firmaban con nombres de hombre. Hoy día ya no es tan tremenda la
situación, salvo lamentablemente en casos excepcionales. Esta anécdota nos hace
pensar en las dificultades para ser reconocidas ellas también como creadoras de
cuadros. ¿Te ha sido difícil a ti llegar a donde has llegado (y más a lo que
has de llegar)?
ZAIDA
ESCOBAR: En mi caso como artista, nunca me he sentido atacada o infravalorada
por ser mujer y tampoco lo he visto a mí alrededor. Puede ser que por el hecho
de ser mujer (y todas las connotaciones que ello conlleva), las expectativas
sean más bajas y luego si resulta que eres buena parezca tener más valor, algo
así si se puede percibir, pero ya te digo que nunca me he sentido en una
situación de desigualdad de género, al menos en cuanto a mi condición como artista.
CANICHU:
¿Qué pintora destacarías?
ZAIDA
ESCOBAR: Jenny Saville. Me parece una artista brutal y además viene muy a
cuento por las preguntas anteriores del desnudo femenino y masculino. Más que
hablar de ella, mejor hay que verla. [Por aquí, la referencia citada.]
CANICHU:
¿Qué artista local te llama más la atención (mujer u hombre)? Sé que esta es
una pregunta comprometida, pero al menos, ¿cuál es el que últimamente te ha
llamado más la atención y por qué?
ZAIDA
ESCOBAR: Recuerdo la primera vez que vi el catálogo de la exposición “Canto
XIII” de Alberto Cerezo, me quedé alucinada y desde ese momento admiro
muchísimo su obra. Hay muchos más claro está, pero si me preguntas por uno, es
el primero en el que pienso. [Por aquí, la obra citada, pero versión revisitada.]
CANICHU:
¿Y entre los famosos, sea de la época que sea?
ZAIDA
ESCOBAR: Goya, Sorolla, Lucian Freud, Enrique Marty, Jenny Saville, Käthe
kollwitz… hay tantos, no podría citarlos a todos.
CANICHU:
Háblanos de tu técnica, por favor.
ZAIDA
ESCOBAR: Soy una apasionada de las técnicas, me gusta probar con todas y según
la imagen que quiera crear, hacerla de un modo u otro. Como ya sabes una de mis
técnicas preferidas es dibujar con café, carboncillo y conté; en la mayoría de
mis obras utilizo esta técnica porque me gusta la expresividad que se puede
conseguir con ella, la textura y la atmósfera que crea. En el extremo a esta
técnica está el óleo, que también lo suelo utilizar aunque se convierte en un
reto para mí pues me tengo que pelear mucho con él. Últimamente estoy
utilizando los rotuladores Posca para crear una serie de dibujos y me están
dando muy buenos resultados.
Soy
una artista bastante camaleónica y me encanta moverme y jugar con diferentes
herramientas: boli bic, graffito, acuarela, tintas, lejía, etc.
CANICHU:
¿Y tu temática? ¿Qué te lleva a ella?
ZAIDA
ESCOBAR: A ella me lleva el instinto. Desde siempre me ha obsesionado dibujar
rostros, gestos y expresiones, con el tiempo lo he ido reflexionando a raíz de
leer muchos libros sobre la comunicación no verbal y trasladándolos a mi
trabajo. Siento una necesidad de plasmar emociones o situaciones cotidianas
comunes en todos pero vistas desde otra perspectiva. Me encanta observar a la
gente, me podría tirar horas en un bar mirando los actos, las expresiones y las
situaciones de las personas que están allí, imaginándome sus vidas y sus
secretos más oscuros, por lo que en mis cuadros aplico esta visión de lo
cotidiano dándole un toque más grotesco y oscuro, llevando incluso al
espectador en muchas ocasiones a la dualidad entre la atracción y el rechazo.
CANICHU:
¿Cuánto de luz y cuánto de sombra hay en tu obra, vaya de antemano que te
considero una persona con una obra muy vitalista?
ZAIDA
ESCOBAR: Me considero una artista de sombras. Es curioso pero cada vez que
intento hacer algo alegre y bonito, me sale siempre oscuro y grotesco y a veces
no me doy ni cuenta y me lo dice la gente que me rodea y después lo vuelvo a
mirar y cada vez me vuelvo más consciente del hecho, de que no puedo escapar de
mi visión y ni de mi mano. Hay una anécdota que siempre me pasa y es que cuando
expongo en algún sitio y la gente ve mis cuadros antes de conocerme, se piensan
que la artista ha de ser una persona retraída, con problemas o con una
personalidad difícil y cuando me conocen no me relacionan con mi obra. He
tenido una vida muy feliz la verdad pero supongo que mi visión sobre lo que me
rodea es esta y así me gusta dibujarlas, crudas, oscuras y expresivas.
CANICHU:
Llegar a hacer y a exponer no es tarea fácil. Es algo arduo que requiere mucho
tiempo, tiempo que a veces se transforma en años. Ahora hay gente que sin hacer
nada previamente reclama estar en igualdad de condiciones expositivas que los
que han estado todos estos años trabajando para lograr pequeños huecos por los
que asomar. ¿Qué opinas de esto?
ZAIDA
ESCOBAR: Es una pregunta interesante y difícil de contestar. Depende de muchas
cosas, hay artistas que son increíbles aunque llevan solo dos años dibujando y
tienen todo el derecho a exponer pues su obra es sublime; y en cambio hay
otros, que pueden llevar 30 años pero su obra no es tan buena o simplemente no
evolucionan. El trabajo constante es muy importante pero también lo es el don
que lleves dentro.
Por
otro lado está el tema de los contactos, los movimientos elitistas y el negocio
del arte y eso ya es otro mundo del que me da pereza hablar porque no me
interesa y porque me pone de mal humor.
Todo
el mundo se merece exponer ya sea antes o después y si tienes la suerte de
hacerlo antes pues genial por ti.
CANICHU:
Participaste varias veces de la creación de cuadros a tiempo real y rápido a lo
largo de la duración de conciertos de música, como pudo verse en 2012 con Café
Negro, o en 2014 en la Noche en Blanco de Alcalá de Henares. A mí me recuerda
al espectáculo que realizaba Muchachito Bombo Inferno. Aquí tengo una pregunta
doble. ¿Qué conexión encuentras entre la música y la pintura? Y ¿eres pintora
más de estudio íntimo o de conexión visceral con gente cerca mientras creas?
ZAIDA
ESCOBAR: la conexión es total, es completa. Yo por ejemplo soy incapaz de
pintar sin música, la música me inspira y me trasmite sensaciones, me aísla y
me acerca mucho más a la obra. La música es esencial para todo.
Llevo
en mí a esas dos artistas, la íntima que se retira a estar sola para poder
pintar y no quiera que nadie la moleste y la que quiere crear encima de un
escenario con el bullicio de la gente y la música en directo. Para mí las dos
cosas son brutales y son mis mejores momentos.
Siempre
me había dado mucha envidia ver a los músicos en sus conciertos porque están
rodeados de un ambiente tan intenso y tan cálido y sobre todo porque muestran
al público su arte desnudo, sus carnes y viceversa, el público les da calor y
fuerza y la verdad es que yo estaba un poco cansada de aislarme tanto pintando
para luego exponer los cuadros, que la gente los vea, si acaso los explicas un
poco y ya está, me parecía todo un poco frío y me apetecía sentir el calor del
directo. En cuanto pinté por primera vez un cuadro en directo, fue un chute de
adrenalina tan fuerte que desde entonces estoy enganchada a ello. Y lo mejor de
hacerlo es que la gente pueda ver el proceso de lo que haces desde el principio
hasta el fin, entonces te vuelves más terrenal porque te estás mostrando
desnuda.
CANICHU:
¿Para cuándo un salto de tus exposiciones a Madrid, Barcelona o Bilbao?
ZAIDA
ESCOBAR: En Madrid y Barcelona ya he expuesto alguna vez pero siempre de manera
colectiva. Tengo muchas ganas de lanzarme ya individualmente y en breves me
pondré a ello, en cuanto acabe la escuela en la que estoy y me ponga a crear
obra nueva.
CANICHU:
¿Hay algo previsto para este 2015 que se pueda contar que nos estés preparando?
ZAIDA
ESCOBAR: Para noviembre si todo va bien, tengo prevista una exposición en una
de las salas de Santa María la Rica. Quiero que sea todo obra nueva, con un toque
diferente a lo que suelo hacer, pero ya se verá, de momento no adelanto nada.
CANICHU:
¿Sabes que hace tiempo que tenemos pendiente hacer un espectáculo a medias de
pintura, música y poesía, verdad?
ZAIDA
ESCOBAR: Claro que lo sé, pero primero tenemos pendientes unas cervezas para
hablar de ello.
CANICHU:
Como es mi costumbre te cedo la última pregunta para que digas o aportes
aquello que desees y que no quieras perder la oportunidad de decir en esta
entrevista.
ZAIDA
ESCOBAR: Con esta entrevista tan extensa y tan completa creo que ya he soltado
todas mis tripas jeje así que simplemente darte las gracias a ti y a toda la
gente que se interesa y que se involucra en la cultura, apoyándonos unos a
otros conseguiremos muchas cosas. Gracias Canichu por esta entrevista, ha sido
una muy buena experiencia
CANICHU:
Muchas gracias y, como es tradicional despedirme, que la cerveza te acompañe.
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