Mi relación con el llamado Archivo del Movimiento Obrero viene de lejos. Cuando se abrió en Alcalá de Henares en torno a 2002, más o menos, yo ya hice una visita como estudiante de Historia del Movimiento Obrero, asignatura impartida por el catedrático Feliciano Montero. Desde entonces he vuelto en diferentes ocasiones como investigador tanto de asuntos propios como, con más frecuencia, para ayudar en las investigaciones de algunos amigos historiadores que estaban escribiendo sus libros, tesis doctorales o artículos de Historia. Pero también he ido a trabajar, cuando me concedieron una beca en la Fundación Pablo Iglesias en 2011. Y por si alguna mente retorcida se lo está planteando al leer esto: no, no soy socialdemócrata.
Este mes de septiembre he vuelto a estar mucho por allí, ya que estaba ayudando en otra investigación de Historia. No puedo hablar de ello, por lealtad a mi amigo y por deontología. No hasta que mi amigo no publique lo que haya de publicar. Como máximo diré que he estado consultando prensa afín a la Asociación Internacional del Trabajo (y en general de la I Internacional) entre 1871 y 1873.
Quizá el nombre de Archivo del Movimiento Obrero estaba mejor puesto cuando se pretendía que allí estuvieran ubicados los archivos históricos de todo tipo de sindicatos, partidos políticos y asociaciones de carácter obrero, pero muchas fundaciones se negaron a realizar el traslado. Por ello actualmente es más bien un archivo que comienza a aglutinar archivos históricos de carácter socialdemócrata.
Mi percepción sobre el archivo ha ido cambiando con el tiempo. Ha aparecido varias veces en esta bitácora. Por ejemplo con la aparente reacia experiencia de 2006, aunque luego se demostró que realmente fue todo mucho más fructífero y fue fundamental ese archivo para elaborar el capítulo sobre la cuestión clandestina y exiliada en cuanto a la explosión del polvorín de Alcalá de Henares en 1947 (aunque no me equivoqué en cuanto al tema de desempleo y becarios, que luego descubrí por experiencia personal que era algo generalizado en todos los archivos de España, un día hablaré de este asunto). Precisamente otro momento fue cuando me dieron una beca de colaboración de siete meses para trabajar con ellos como archivero. Les organicé el fondo de archivo de los socialistas exiliados en París entre 1944 y 1994, y me vino bien para comentar el aniversario de la II República en aquel año 2011, pues hablé de la trayectoria de la República en el exilio, que estuvo reconocida por la ONU hasta 1977. O bien también ha aparecido comentando algún dato puntual que saqué a partir de investigaciones para amigos, y que no tenían que ver directamente con sus investigaciones, por ejemplo lo que escribí del Congreso Ordinario de UGT en 1928.
el Archivo del Movimiento Obrero se ubica en el número 7 de la calle Colegios de Alcalá de Henares. En realidad son los archivos históricos de las Fundaciones Pablo Iglesias, Largo Caballero e Indalecio Prieto. Esperan que en breve se les unan otros del espectro socialdemócrata. En principio se les ofreció también a archivos de origen comunista (como el de la Fundación 1º de Mayo o la Fundación de Investigaciones Marxistas) y anarquista (como el de la Fundación Anselmo Lorenzo), pero prefirieron seguir en sus ubicaciones. Pese a ello, no sólo se pueden encontrar en el Archivo Obrero documentación y prensa afín a la socialdemocracia, sino también al comunismo, al anarquismo, al trotskismo, al carlismo, al fascismo, y en definitiva: tratan de hacerse con todos aquellos documentos y prensa que pertenezcan a un movimiento cuyas ideas se basen en el mundo de los trabajadores. Se ubica en un convento del siglo XVII que pasó a ser parte de la Universidad de Alcalá de Henares en el último cuarto del siglo XX. Entre el 2002 y el 2003 vino a instalarse primero el archivo de la Fundación Pablo Iglesias. El resto sobre 2011. En torno a 2010 se iniciaron unas obras de reforma del edificio que tienen su culmen en 2011. Durante casi dos años las oficinas del archivo tuvieron que estar trasladadas al Aula de Danza de la Universidad de Alcalá mientras se terminaban el grueso de las obras de albañilería. Hoy día continúan las obras para ampliarlo, aunque ya están las oficinas asentadas de nuevo en su edificio correspondiente, el cual también pertenece a la Universidad. Efectivamente el Archivo del Movimiento Obrero existe gracias a un convenio entre instituciones. Cuenta con una amplia biblioteca especializada que puede usar cualquier ciudadano interesado en los temas propios del archivo, especialmente estudiantes universitarios. Se ubica en la zona de la antigua iglesia del convento. En la zona superior existe una sala para investigadores en una sala remodelada en torno al claustro. Comparten uno de los patios con los antiguos cuarteles militares de Lepanto, vieja residencia de estudiantes de la universidad del siglo XVI. El Archivo del Movimiento Obrero ha completado la restauración de las alas del edificio que le corresponden justo en la primera semana de este mes de septiembre de 2013. El jardín interior, con una estatua del Sagrado Corazón de Jesús, se encuentra abandonado, a la espera de mejores tiempos por venir cuando acaben las obras y planes de y para todo el conjunto del edificio. El resto del edificio de los Cuarteles de Lepanto sufre numerosos parones por falta de dinero desde que comenzó la crisis en 2008 (espera ser nombrado Patronato Real para superarlo), y por problemas políticos de decisión sobre el uso de las instalaciones. Aparte de ofrecer documentación para investigar y libros han realizado exposiciones. Hoy día se han paralizado su organización por falta de dinero. Yo mismo hice el traslado de una de sus exposiciones en 2008, cuando trabajé transportando obras de Arte y montando exposiciones para una pequeña empresa. En concreto la exposición que hicieron sobre carteles de la guerra civil española los trasladé a una sala de exposiciones de Granada... y luego los traje de vuelta. Pero a modo de pequeñita exposición permanente la Fundación Largo Caballero ha depositado en sus pasillos los muebles del despacho de Largo Caballero cuando tuvo cargos ministeriales. Se los hicieron y donaron voluntariamente y por propia iniciativa en su día gente de los ramos sindicales de la madera afiliada a la UGT. Hay que citar la anécdota de que por casualidad y coincidencia con su ubicación actual en Alcalá de Henares su armario contiene labrada una escena del Quijote de Cervantes. Hay también una máquina de coser ALFA fabricada en 1935 por una cooperativa obrera. Hay una máquina de escribir de comienzos del siglo XX, usada probablemente por prensa de la UGT o del PSOE. Y también otra máquina de escribir que en 1957 la exdiputada socialdemócrata y sufragista Victoria Kent regaló desde su exilio al periodista Antonio Díaz Yagüe para que escribiera su sección llamada "Sin permiso de la censura", en la revista clandestina y exiliada Ibérica. El Archivo es una parada obligada y obligatoria para cualquier investigador de los siglos XIX y XX. Como alcalaínos es un lugar a conocer.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
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