2.- En el confín del océano profundo: imágenes y motivos del más allá griego en la poesía penínsular contemporánea (Marta López Vilar)
La otra conferencia a la que pude asistir fue la recién doctorada Marta López Vilar, y si no es recién doctorada está a punto de serlo, pero yo creo que ya es doctora.
Había en las dos conferencia 39 personas, me entretuve en contarlas en
un determinado momento, aunque a esta conferenciante se le llegaron a
escapar hasta seis de esas personas, quizá porque sobrepasó en veintidós
minutos su tiempo asignado y algunos de los asistentes probablemente
tenían otros compromisos que se solapaban. De esas 39 personas, tan sólo
13 eran jóvenes. No diré que en edad universitaria, pues las
apariencias engañan y puede que alguna de las personas mayores pudieran
ser estudiantes. Había bastantes personas que peinaban canas ya, y otras
tantas de una cuarentena de años o de una treintena muy avanzada. Quizá
sea porque Marta tenía un discurso ya aprendido, y no reparó demasiado
en esto, por lo que en varias ocasiones se refirió al público en general
como si fueran personas que aún no se han incorporado al mundo laboral,
tal vez pensaba que sus oyentes iban a ser estudiantes muy jóvenes. En
general, ya digo, no era el caso, aunque había trece muy jóvenes, en
algún momento quince. Sin embargo, la propia ponente sí era muy joven,
probablemente incluso más que yo mismo.
El
tema de su conferencia indica que iba a tratar sobre la mitología de
ultratumba de la Grecia antigua en nuestras épocas contemporáneas, sin
embargo usó casi todo el tiempo en hablar y comentar la mitología en
torno al dios Orfeo, a la cual los primeros cristianos le harían algunos
guiños a la hora de representar a Cristo con algunos motivos
característicos de Orfeo, como puede ser su lira de música, o bien la
evidencia de que Orfeo, como Cristo, murió crucificado, o bien que ambos
aparentemente no tuvieron pareja femenina. Quizá gastó mucho tiempo en
explicar cuestiones de la religión órfica griega en la poesía Griega
antigua, pues a la hora de la verdad apenas le dejó diez minutos de los
oficiales a la poesía actual de la península Ibérica, razón por la cual,
de una manera un tanto apresurada y casi a modo de listado comentado de
poetas, se sobrepasó veintidós minutos más del tiempo estimado.
Para
Marta López el mito y poema antiguo sobre Proserpina (en griego
Perséfone) y Plutón (en griego: Hades) es la mejor y más bella poesía de
todos los tiempos, y ninguna de las poesías actuales pueden superar,
según ella, las de la Edad Antigua. A mí personalmente me llamó la
atención que dijera esto dado el título de su conferencia, por otro
lado, discrepo. Discrepo porque es lo mismo que decir que la música
gregoriana es la mejor música cantada, por mucho que Bach compusiera
otras. Son tiempos distintos, son estilos diferentes, en fin, son
inquietudes y gustos muy distantes. La excelencia de unos no quita la de
otros. El caballo alado Pegaso tratado por los antiguos griegos no
desmerece en nada al mismo mito reinterpretado por un Rubén Darío.
Aunque no sería sobre Rubén Darío sobre quien ella hablaría, ni sobre
Machado, ni Lorca, ni Alberti, ni Pessoa, ni Saramago, ni nadie de ese
siglo XX de la península Ibérica. Pero de eso comentaré algo luego.
Obviamente
explicó que el mito religioso de Perséfone y Hades es una explicación
de los antiguos acerca del porqué de las estaciones del tiempo
(Primavera, Verano, Otoño e Invierno). Tiene además unas connotaciones
sexuales tendentes a lo reproductivo, o lo que es lo mismo a la
fertilidad tanto de la tierra como de los seres vivos. Perséfone, de la
que se enamoró Hades, era hija de Zeus y Demeter (diosa que vivifica la
tierra, es la madre, la que posibilita la agricultura). Un día vio
crecer misteriosamente rápido una flor que algunos creen que es un
lírio. Esta flor retira unas piedras. El lirio tiene unas connotaciones
fúnebres, pero por su forma pudieran ser también fálicas. Otras
tradiciones dicen que se trataba de un escorpión que movió una piedra,
quizá ese es un simbolismo acerca de que era el símbolo del escorpión el
que estaba en el cielo, en constelación estelar, por lo que es una
referencia a que era Otoño. Sea como sea, el lirio era una trampa, ya
que sirvió de anzuelo para que Hades la raptara y la llevara con él a
las profundidades del Averno. Su madre Demeter se vuelve medio loca
buscándola por todos los lugares de La Tierra si lograrlo. Esta tan
obsesionada con la vida que incluso se disfrazaba de sirvienta humana
para intentar hacer inmortal al hijo de Deusis, sólo que esto debía
hacerlo metiéndole en un horno con sus poderes. Al ser descubierta por
la madre se organizó tal alboroto, al no saber Deusis lo que hacía
Deméter de verdad, que el niño terminó muriendo asado. de verdad.
Entre
tanto, Perséfone no quería quedarse en el Hades y deseaba irse. Plutón
se las apañó para engañarla y hacerla comer una granada. Esta era una
fruta de los Dioses del Averno prohibida par quien no viviera allí. Al
comerla estaba condenada a vivir en el inframundo, relato que nos
recuerda a la fruta prohibida del Paraíso judeocristiano (la manzana), y
el castigo por comerla. Perséfone queda condenada y termina siendo la
esposa de Plutón, que como mucho la concede salir a la superficie para
verse con su madre en Primavera. Por ello en Otoño caducan muchas hojas
de las plantas, en Invierno todo se cubre nieve, en primavera todo
rebrota y en verano se van secando hierba y algunos árboles. Todo ello
es un claro simil con las edades de la vida, igualmente. Los árboles del
granado y de la higuera, dice la conferenciante, se encuentran en la
entrada al Hades.
Como
se puede ver hay muchas connotaciones cristianas en este mito, el cual
se mezcla con el de Orfeo, el dios de la música. El se enamoró de
Eurídice, a la que tuvo que buscar al Infierno con la mala suerte de ser
engañado con una imagen de ella. Desde entonces prometió no estar con
ninguna otra mujer, ya que por otra parte era un amor no correspondido.
Por todo ello se ha especulado con una presunta homosexualidad
ímplicita, sobre todo porque uno de los pasajes de su vida menciona como
un grupo de mujeres tracias, atraídas por su belleza y sus canciones,
desearon tener sexo con él, cosa que rehusó. Ellas despechadas le
despedazaron y tiraron su cabeza y su lira al río Hebro, cuyas aguas
lleaban a la isla de Lesbos. El poeta griego Esquilo dijo que las
mujeres eran seguidoras de Dionisio (Apolo) y le mataron por una
cuestión de competencia de belleza entre ambos. La cuestión es que su
cabeza, que no para de cantar, llega a Lesbos, de donde va a ser la
poetisa auténtica Safo, de la que se considera que es una inventora de
la poesía lírica.
Orfeo
era una especie de mago cuyos poderes venían de su voz y su música,
pero eran unos poderes que le tamitía la Naturaleza cuando estaba en
contacto con ella (poderes simpáticos). Ya he mencionado las relaciones
con Cristo que coinciden con Orfeo. Aún más, la religión órfica es de
las primeras que se basan en un libro escrito. Según Marta López era el
primer libro religioso escrito, antes que la Tora, pero también en esto
discrepo, ya que aparte de posibles textos perdidos de Ur, Babilonia,
Egipto, etcétera, ya había texos religiosos escritos en estos mismos
lugares y en otros del mundo. La ponente es muy apasionada de su tema, y
se nota, pero en esto, quizá, necesita reconocer la existencia de otros
textos anteriores.
La
ponente por otra parte no paraba de alegar que era una autoridad, como
si no tuviera réplica, porque tenía un doctorado recién ganado. Bueno, a
mí personalmente me producen cierto rechazo este tipo de argumentos, no
lo oculto, pero es que tener un doctorado no otorga la verdad sin
réplica a la persona, ni estaba hablando para un auditorio irrefléxivo y
carente de conocimientos. Claro que también llegó a decir que ella
también escribía poesía y que escribir era caer a los Infiernos, que
sabía lo que decía, y, ante más de un gesto torcido de varias
asistentes, se reafirmó en la idea alegando que escribía de nuevo y
reiterando que tenía un doctorado... Bueno, yo también escribo poesía y
no creo que sea automáticamente caer en el Infierno. De hecho, y a modo
de broma digo, Santa Teresa de Jesús decía que ascendía al Cielo al
escribir, ¿estaba ella confundida, que caía al Infierno? De este tema
podría haber una gran conversación, pero no había turno de réplicas ni
de preguntas, pero discrepo con su concepción de escritura, no siempre
es profundizar en una caída al Infierno, en un descenso al Infierno.
De los poetas ibéricos que seleccionó el nombre más conocido fue María Zambrano, la poetisa malagueña, por su obra "El hombre y lo divino".
Todos los poetas que mencionó a modo de listado comentado brevemente
escribieron sobre Orfeo, pero sólo Zambrano y el leonés Antonio Colinas
escribían en castellano. El siglo XX y el XXI son siglos que han visto
muchos buenos escritores en la península Ibérica, hasta el punto que el
Siglo de Plata de la Literatura se da en la primera mitad del siglo XX, y
la gran mayoría son de habla castellana fundamentalmente, sirvan de
ejemplo los citados Lorca, los hermanos Machado, Miguel Hernández,
Alberti, y otros como Blas de Otero, Alexandre, Leopoldo Panero,
Leopoldo María Panero, Gala, Gloria Fuertes, García Montero, etcétera.
Pero no fueron nombrados. Sólo dos escritores de habla castellana,
Zambrano y Colinas. De habla portuguesa citó a Sophia de Mello y Miguel
Torga, otros dos. Pero de habla catalana, valenciana y balear citó a
Miguel Vegrat, Carles Riba, Lola Nieto y Salvador Espriú, lo que son
cuatro autores. Y una autora apedillada Luque, de la cual no me quedé
con su lugar de origen. Está bien dar a conocer esta literatura, pero
está descompensado y, mirando bien el tìtulo de su ponencia, es algo
injusto si se tiene en cuenta que incluso se permitió el lujo de llegar a
citar también a Karl Karenyi, húngaro, y a Jácques Derrida,
argelino. Desde luego es algo nuevo, y resulta atrayente por aquello de
conocerles más, pero en tal caso el título de su conferencia es
engañoso y no habla de lo que realmente ella hablaba o quería hablar. En
otras palabras, si hubiera sabido que el tema de su conferencia era
este y no el anunciado, teniendo en cuenta lo apretado de mi agenda,
hubiera ahorrado el tiempo y hubiera asistido a otra si me hubiera sido
posible, sobre todo porque, más que por esto último comentado, más de
tres cuartas partes se dedicaron a explicar el mito antiguo descrito por
poetas antiguos, no reinterpretado por los del siglo XX y XXI ibéricos.
Bueno, de todo se aprende, algo bueno tenía esta ponencia y vino muy
bien repasar el mito de Orfeo, el de Proserpina y el de Plutón. Fue, en
todo caso, interesante a su modo, aunque me hubiera gustado participar
de un debate abierto, dado que no compartía muchas de sus visiones
teóricas del asunto literario.
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