Muerte Romana (3 de 7)
Dicho
todo esto para poder atender mejor a las epigrafías funerarias que vamos a
tratar, hablemos ahora de las lápidas del norte español. Comencemos con sus
formas. Estas, como ya se ha dicho pueden aludir, de modo complejo, a formas
que tuvieron que ver mucho con la vida del difunto, e incluso presentar una
imagen del difunto. Aunque en la zona a tratar lo más corriente suele ser la lápida
con una inscripción, si acaso decorada con un frontón o alguna otra forma geométrica.
Sí que es más general las lápidas de forma discoidal, como la encontrada en Coaña:
Tal vez se debe al culto solar o
lunar autóctono, en el primer caso, o bien, en el segundo, al culto a la
naturaleza o a la como sabida identificación de los árboles como conexión entre
la vida terrenal y la de ultratumba (al hundir sus raíces en el suelo, nacer en
la tierra y alzarse hasta el cielo). Pero también aparecen lápidas con forma
antropomórfica, quizá intentando imitar al cuerpo del enterrado, o indicando
que hay una persona enterrada, remarcando con ello el intentar agradar al manes.
Esto es lo que una de esas tumbas antropomórficas tiene escrito:
DIBUS M
/ (anibus) M (onumentum) / ARUS VI(inici) F. / VINCIAN / UM A(nnorum) LXV
[Arus
sería el nombre del difunto y vinici probablemente su filiación. El monumento
lapidario está dedicado a su divinizado manes, aunque con error ortográfico en
la palabra divus. La lápida en cuestión se encontró en Molleda -Avilés-. Así, es un monumento de algún familiar a Haruz Vinciano, muerto con 65 años, al que se considera es ya un dios manes].
También hay estelas funerarias
donde la epigrafía muestra otro tipo de imágenes combinadas con las letras
epigráficas. Como por ejemplo la estela de Flavia, encontrada en Gamonedo (Onís).
En ella se lee:
D(iis) M(anibus)
M(onumentum) POS(uit) / DOV(iderus) FIL(iae) SU(ae) / CAR(ae) FLA(viae) An(norum)
XX / C(onsulatu) CCCCXXCII ["En conmemoración al manes de su querida hija Flavia, de 20 años, en el consulado 482"]
Y que a
continuación presenta dibujado un cuerpo de caballo atado a un árbol y donde se
lee:
FLA(via)
VIN(cas?) ["Flavia victoriosa" o bien "La victoria de Flavia"]
Los intérpretes de la lápida
consideran que Flavia hija puso el monumento a su madre, cuyo nombre homónimo
aparece en el cuerpo del caballo. La aparición del nombre de la difunta en el
caballo sería una especie de alegoría a la victoria de la muerte en una especie
de carrera contra la vida, de ahí la aparición de la palabra vincas. Aunque hay
quien opina que VIN podría ser la abreviatura de un cognomen, y aún quien
afirma que se trata de la misma Flavia difunta tanto en el caballo como fuera
de él. También sería destacable que los años de la difunta y el consulado romano
al que se refiere están escritos en números romanos, no sólo eso sino que, además,
aparece esa periodización y no cualquier otra que pudieran tener los habitantes
del lugar.
Lo que importa destacar de todo
esto, es la conjunción entre la epigrafía funeraria romana y la epigrafía
funeraria autóctona. La aparición de dibujos de árboles, de trazos que parecen
casas, de caballos, de formas discoidales, o antropomorfas, o de guerreros,
junto a las típicas fórmulas funerarias romanas, su epigrafía e idioma, la
simple lápida o las lápidas con frontón. Porque a la vez de mezclar esas
formas, nos indica que se habían o se estaban mezclando dos mundos y dos formas
religiosas en una dirección: la del sincretismo religioso y la uniformidad
cultural (aunque, paradójicamente, desde dentro de la variedad).
También es destacable las
distintas calidades lapidarias y epigráficas. Dentro de las posibilidades de
cada individuo, o familiar del individuo, estas podían ser mejores o peores. Entendiéndose:
la clase de piedra usada, su corte o no, el trazo y forma del texto, la
cantidad de abreviaturas para ahorrar piedra, la ornamentación o no, la extensión
del texto... claro que esto también tenía que ver con el estatus social del
difunto. También hay que tener en cuenta que pudieron haber enterramientos que
no usasen piedra, o que fuesen cremaciones, o introducciones en el mar. Todo
dependiendo de la economía de los afectados o de las creencias, dependiendo del
caso. Pongamos dos ejemplos gráficos sobre estas calidades:
[Estela
de Fusco Cabedo, en Corao, Cangas de Onís. Se lee: "M(onumentum FUSCI / CABEDI/ AMBATI
F(ili) / VADINIE / NSIS / AN(norum) XXV. H(ic) S(itus) E(st)". La fórmula HSE
indicaría que se trataba de un inmigrante, que, además, es vadienense, o sea: de
un lugar de la propia península, alguna población. Sería algo así como "El monumento a su hijo Fuscio Cabedio Ambati, vadiniense de 25 años de edad, está situado aquí"].
[Lápida
encontrada en el paseo público de Astorga. Se lee: "PELIAE VISALI F(iliae) AN(norum)
XXX / SORIBUS / CAESIAE CLOUTAI F(iliae) AN(norum) XXV / COPORINO COPORI F(ilio)
AN(norum) XII / SOBRINIS / DOMITIUS SENECIO F(aciendum) C(uravit)". Lo que viene
a decir que el romano Domicio Senecio se lo dedica a estas personas, que
debieron ser sus esclavos, lo que ya indica un estatus alto. Diria algo parecido a "A las Hijas de Visalio Pelias, que son de 30 años de edad y de 25 años de edad, y a la hija de los jugadores Cayo Cloutai Coporino existente, a lo largo de 12 años las tomó a su cuidado su primo Domicio Senecio"].
Claro está que una lápida, un monumento funerario duradero,
sea de la calidad que fuese, siempre era mejor y más deseable que el que no era
duradero o el que simplemente no era nada. Por ese motivo a veces nos
encontramos lápidas de esclavos que debieron ahorrar para pagar un mínimo en
esta clase de preocupaciones religiosas, o de recuerdo para no desaparecer del
todo, y contienen epigrafías tan breves como tan sólo el nombre. Este es el
ejemplo de lo que se lee en una lápida de un liberto de Carinzia, en Italia:
P. FUNDANIUS
/ P.L. / HOSPES ["P. Fundano, P.L., invitado"].
Así de
escueto, no obstante era suficiente para considerar a su manes honrado por el
propio vivo que un día fue.
Vaya, un antepasado mío. Gracias!!! Imagino que descendientes fueron emigrando, tal vez como esclavos romanos, hacia Cataluña y de allí bajaron en las repoblaciones del Reino de Valencia una vez conquistadas tierras a los musulmanes. Un saludo.
ResponderEliminarSanti Cabedo