lunes, noviembre 02, 2009

NOTICIA 698ª DESDE EL BAR: LOS JUDÍOS HACIA 1492 (y 2)

¿Qué había pasado en la parte cristiana de la península? Pues al inicio de la Reconquista no mucho. En los primeros siglos los cristianos tenían su máxima preocupación en las luchas contra los islámicos o contra otros cristianos. Según avanzó la Reconquista y crecieron pudieron abarcar otros campos, tales como el asunto de los judíos. Estos, por lo dicho anteriormente, seguían teniendo gran capacidad de triunfar en los negocios, sobre todo por lo dicho de no tener restricciones de pobreza para satisfacer a Dios, a diferencia de los cristianos. Del mismo modo no le hacían ascos al trabajo fabril en talleres, los cristianos tenían otra idea de vida, como por ejemplo el cultivo de las tierras. Por ello la burguesía que se fue formando era de pequeños artesanos judíos. Las ciudades tenían un fuerte componente económico gracias a ellos. Incluso algunos gremios cristianos no podían prescindir de ellos. No todos los judíos se enriquecían, tenían pequeños negocios, pero sí hubo quien se enriqueció, hasta el punto que los Reyes contaban con ellos para cobrar los impuestos.

Alfonso X de Castilla en el siglo XIII los protegió, aunque legisló que judíos y musulmanes debían tener sus propios barrios, juderías y morerías que hoy día se llamarían guetos. Muchos judíos alcanzaron altos cargos de gobierno con él, sobre todo en la Hacienda y la recaudación de rentas... cosa que se les concedía a ellos ya que los cristianos podrían tener problemas religiosos en esta actividad... a cambio incluso acumularon títulos. Esto produjo que paulatinamente los grandes nobles, tanto de Castilla como de Aragón, comenzaran a tener prejuicios contra ellos, por el mero hecho de creer que su favorecimiento impedía que ellos disfrutaran de aquellas ventajas, títulos, honores y posibilidades de beneficiarse recaudando rentas. A todo esto, se venía produciendo en los púlpitos de las iglesias que los sacerdotes comenzaban a predicar ya no sólo contra el islam, sino también contra los judíos señalándoles como deicidas, esto es: los asesinos de Dios al pedir su crucifixión. Se estaba creando una semilla peligrosa que tardaría en eclosionar, pero que lo haría. Al siglo siguiente, el XIV, se produjo una gran crisis. La llegada de la peste negra mató a numerosas personas, dejando los campos sin cultivar, lo que se combinó con sequías. El hambre mató a más gente. La falta de gente provocó que no se pudieran pagar tributos a los señores feudales y estos se tomaban la justicia por su mano arrasando las casas de sus súbditos para llevarse lo que pudieran como rentas. Los sacerdotes seguían predicando contra los judíos y los judíos seguían detentando puestos administrativos en la recaudación de impuestos reales. La cosa fue a peor porque todos estos hechos se combinaron para crear una propaganda antijudía que les culpaba de todos los males, igual que hubiera ocurrido en otros lugares de Europa, como Francia y Alemania. La monarquía castellana tuvo una guerra civil de sucesión que puso en el trono a los Trastámara, que era la familia a la que pertenecerían los Reyes Católicos. Pedro I "el Cruel" fue el primer Trastámara en gobernar. Se rodeó de numerosos judíos en el gobierno lo que provocó que su hermanastro Enrique usara esto como propaganda contra él. Decía cosas como que eso era el final de la Reconquista, Pedro I iba a entregar a España a los musulmanes. Identificado con lo peor de lo peor por su simpatía a los judíos, esta propaganda funcionó y reunió a numerosos nobles contra Pedro I, Enrique mató personalmente a Pedro y se comenzó un reinado donde la persecución y el odio al judío estaban ya muy en auge. El asesinato se produjo en 1334, pero para hacer una idea de lo que ocurriría, en 1391 se produjo una matanza generalizada de judíos por todos los territorios de la península. Inmediatamente muchos se convirtieron al cristianismo por evitar ser blanco de nuevas matanzas. Todo surgió a raíz de la acusación del asesinato de un obispo por parte de un judío.

En lo que va de ese 1391 a la expulsión de 1492 la cosa fue a peor, pero relativamente. En Italia un movimiento de una de las órdenes religiosas promovía la falsa idea de que los judíos mataban cristianos para realizar rituales hebreos, así como que adoraban al Diablo. Era falso, pero los rumores malintencionados arraigaron en las mentes europeas. Nuevos problemas surgieron a reaíz de ello en Alemania, Francia, Italia... Por otra parte, Aragón instauró una Inquisición en su territorio para perseguir a los albiguenses, mientras Castilla se resistió a instaurar otra igual en su territorio al servicio del Papa. Entre tanto, el odio contra los judíos se reorientó, no era tanto hacia ellos como a los conversos de 1391 y sus descendientes, que eran acusados de judaizar, esto es: de ser falsos cristianos que intentaban judaizar a los cristianos. Todo esto se adereza con el hecho de que ocupaban cargos nobiliaros que no ocupaban los cristianos no conversos, lo que creaba una trama de intereses muy mala. En Toledo y en Valladolid hubo disturbios contra los conversos, que no contra los judíos. Así las cosas, tras la guerra civil que dio el poder a los Reyes Católicos, en 1480 se accedió a crear una Inquisición en Sevilla que terminó dictaminando la expulsión de la ciudad de los judíos de allí y de los conversos. Pero en 1482 se les permitió volver a por sus casas, ya que estaban siendo desvalijadas injustamente. Además, estos judíos contribuyeron a costear la guerra contra el islam en Granada. Tanto es así que la propia Isabel I negoció la entrega de judíos para protegerlos los cristianos ya que habían quedado atrapados en una ciudad musulmana en uno de los capítulos bélicos. Cosa llamativa. Sin embargo, en 1482 se creo la Inquisición General para toda España. Debía perseguir sobre todo a los falsos conversos, pero se extralimitaron y persiguieron a judíos y falsos conversos, siendo la persecución a judíos ilegal en ese año. Aún más practicaron torturas sin permiso legal, lo que abrió un conflicto judicial. Se acusó a la Inquisición de extralimitarse para obtener falsas confesiones de culpabilidad ya que los Reyes Católicos dictaminaron que su financiación fuese a costa de requisar las propiedades de los inculpados culpables. Hubo acusaciones de todo tipo sin garantias legales de que fuesen ciertas. Numerosas rencillas y numerosa corrupción corrió a cargo de todo esto, mientras la población española comenzaba a tener una idea falsa de lo que era el judaísmo en plena guerra contra Granada.

Sea como sea, en 1491-1492 se produjo el supuesto asesinato de un niño. Unos judíos le habrían torturado como a Cristo y lo habrían crucificado. Todo a costa de que un converso portaba una ostia consagrada a la entrada de una ciudad. Se le acusó de robarla, aunque no la había robado. Dos judíos más fueron arrestados con él. El niño nunca apareció, su nombre no se hallaba en los registros parroquiales, y sus padres ni aparecieron ni le reclamaron. Era un niño ficticio, no existía, obviamente, pero le proclamaron martir de modo popular. Un fuerte disturbio que no atendía a razones de que ninguna de las acusaciones era comprobable, ni real, se produjo por toda España. Las torturas de la Inquisición les hizo confesar a los tres del crimen, pero ninguno de los testimonios coincidía, les torturaron más y se les sentenció a morir en la hoguera por el crimen y por querer confundir a la Inquisición por no confesar lo mismo pese a las torturas. Era una locura... pero una locura que llevó a la conversión a más judios y a la expulsión legal de los mismos en 1492.
Las arcas españolas se vaciaron en mucho, y sus negocios no fueron bien llevados. Los Reyes Católicos ofrecieron a los judíos la posibilidad de regresar a España en 1495 si se bautizaban cristianos. Algunos regresaron... sobre todo porque muchos se fueron a Portugal, donde se encontraron que también eran perseguidos... con más saña. Les quitaban a sus hijos en Lisboa y otros sitios para catequizarles, y muchos eran muertos a espada o bautizados a la fuerza. En Lituania, algunos Estados Alemanes, Inglaterra, Francia y Austria también les prohibieron residir. Y en breve en el Reino de Navarra.

Sólo con el tiempo, con el paso de algunos siglos, los judíos pudieron volver a vivir normalmente en España. Sin embargo, buena parte de sus costumbres son parte de nuestra cultura, como la cocina del aceite de oliva, como decía. Todo esto es parte de nuestra Historia, y deberíamos, como Alemania tras la Guerra Mundial, reconocerla, analizarla y pedir perdón por ella mientras tratamos de que nunca se repita. Queda por analizar mejor el periodo, pero básicamente estos son los hechos. Mucha gente tiene en España, sin que lo sepa, sangre judía y musulmana, no obstante fueron muchos siglos y las coversiones y reconversiones a unas y otras religiones estuvieron en esos siglos. No debemos rechazarnos a nosotros mismos. Son partes culturales, genéticas... pero sobre todo somos personas todos, todos somos humanos. Saludos y que la cerveza os acompañe... y el aceite de oliva.

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