Si hubo un momento en que la Guerra Fría pudo desembocar en una Tercera Guerra Mundial donde los misiles nucleares volaran de un lado a otro del planeta destruyéndolo totalmente, eso fue en Octubre de 1962. Hubo momentos donde casi se rozó la posibilidad de la guerra mundial, aunque sin misiles nucleares por parte de ambos líderes de cada bloque, me refiero al bloqueo e Berlín, o a costa de las guerras en Grecia o en Corea, entre los 1940' y primeros 1950'. Ya lo comenté en la anterior entrega. Pero en esta nueva fase de la etapa clásica de la Guerra Fría, realmente se calentaron mucho los ánimos hasta el punto que la mera posibilidad real de materializar la llamada "destrucción total garantizada" hizo que tras el incidente los bloques se replantearan los términos de su enfrentamiento encubierto (que era en realidad un enfrentamiento a voces). La fotografía que os presento es de ese mes de Octubre de 1962, está sacada en una de las reuniones de la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la misma donde USA presentaba sus pruebas contra Cuba y la URSS ante el resto de naciones del mundo. El día 17 el presidente estadounidense se dirigía por los medios de comunicación a los Estados Unidos (USA), y por ende al mundo, para anunciar lo que sus servicios secretos habían estado observando, la instalación de misiles nucleares soviéticos en suelo cubano, desde donde podrían alcanzar cualquier punto norteamericano en pocos minutos, lo que rompía el status quo establecido por el cual aún, pese a las bravuconerías de unos y otros, nunca se había llegado a las manos. USA llevó a la ONU las fotografías aéreas que demostraban la amenaza y a lo largo de varios días se produjo un tira y afloja diplomático entre la URSS y USA que a punto estuvo en desembocar en una guerra. Kennedy y Krushov llegaron a evitarla con gran tacto diplomático, pese a las tensiones, a costa de instalar una linea directa de diálogo Washington - Moscú (el teléfono rojo), y de permitir que Cuba, aparte de no tener misiles soviéticos, quedara bloqueada por USA (bloqueo que aún hoy, en 2009, perdura pese a que ya no existe la Guerra Fría ni la URSS). Cuando Fidel Castro dio el golpe de Estado contra el dictador Batista en 1959, no se había decidido por el nuevo gobierno que iba a formar, aunque él simpatizara con el socialismo. De hecho, llegó a hacer guiños a USA. Sin embargo USA receló de Castro y no sólo le hizo desplantes sino que además apoyó desde 1960 varios intentos de asesinato por medio de los métodos de la CIA, y un desembarco de disidentes que en plan guerrilla quería acabar con el gobierno de Castro y por el medio con el propio Castro, esto ocurría en 1961 en Bahía Cochinos, fomentado por Kennedy. Fue suficiente para que Cuba virara definitivamente hacia el socialismo comunista proclive a la URSS, lo que en la Guerra Fría era un duro golpe de posiciones geoestratégicas para USA. La instalación de misiles soviéticos en la isla en 1962 respondía al afán de Castro de proteger la isla de nuevos intentos de invasión por parte de USA como el producido en 1961. Tras ser descubiertos, provocar una peligrosa crisis ya citada, y ser desmantelados, Castro ya estaba imbuído en una dictadura comunista en Cuba que le distanciaría de algunos de sus líderes (por ejemplo de "Che" Guevara), que aislaría a Cuba, y que haría que Cuba se proclamara País Neutral, aunque nadie dudaba que estaba en la esfera de la URSS en realidad. Sin más, os dejo con el tercer informe de seis sobre este tema.
EL INFORME LA GUERRA FRÍA A TRAVÉS DE CÓMO LA IDEÓ CADA LÍDER DE CADA BLOQUE (3)
Eisenhower, Krushov, Kennedy.
La Guerra de Corea de 1950-1953 había lanzado la Guerra Fría a todo el planeta. A la par, se había abierto la puerta a una etapa llamada “de contención”. Se trataba de impedir, de contener, la expansión del comunismo en el mundo (y en la propia Norteamérica). El siguiente presidente de EEUU fue un republicano, en concreto el comandante en jefe de la OTAN en Europa, Dwight Eisenhower. Su vicepresidente fue Richard Nixon, por lo que su mandato influirá en la carrera e ideas de este. Eisenhower gobernó EEUU entre 1953 y 1960. Su etapa es considerada, aparte de la de Truman, una etapa álgida en la Guerra Fría. Su principal función internacional fue la de multiplicar y mantener la política de contención. Redujo el gasto militar estadounidense de 50.000 millones de dólares anuales a 40.000 millones, pero esto no indica que tuviera intenciones pacifistas, pues su política se basaba en utilizar mejor el gasto. En otras palabras, no importaba tanto la cantidad de armas y ejército como la calidad de estos. En ese sentido invirtió en multiplicar sus armas nucleares y mejorar sus fuerzas aéreas (que a la postre eran las que soltarían las bombas atómicas si llegase un momentro inevitable). Además, pensaba que la industria militar influía demasiado en los gobiernos y a veces creaba conflictos, para su propio beneficio, por lo que esto también influyó en su replanteamiento del coste y el uso del gasto militar. El aumento de las armas nucleares estadounidenses de manera considerable tenía por finalidad disuadir al contrario de ataque alguno, pues se garantizaba una destrucción masiva. Era pues el inicio de una política de disuasión. No obstante, el propio Eisenhower debió comprender el gran error que suponía acumular tantas armas, pues en su último año de mandato, 1960, propuso el control del armamento nuclear internacional en la cumbre de París. La acumulación ilimitada de bombas atómicas bien podía disuadir a los bloques a usarlas, ya que se garantizaría una destrucción mutua total, pero podría incitar a ser usadas en algún momento por cualquier país pequeño que las lograse. Además, empezaba a ser costoso el mantenimiento de los arsenales creados, y más aún si aparte del bloque soviético tenían que prever otros posibles objetivos. La cumbre fracasó, con todo, al abatirse un avión espía norteamericano en territorio ruso. Todos estos planteamientos de Eisenhower influían, con cierta lógica, en la nueva actitud del gobierno americano en intervenir militarmente lo menos posible en conflictos que consideró que podrían expandir el comunismo (la lógica de la política de contención). Básicamente utilizó a la CIA en asuntos de Oriente Próximo, Vietnam, Guatemala o Irán. Así como en una Caza de Brujas en propio suelo norteamericano.
En su época el nuevo gobernante de la URSS era Nikita Krushov, que gobernó a partir de 1955 hasta 1964, por lo que también fue el representante de este bloque con Kennedy. Krushov quiso desmarcarse de la política llevada por Stalin. Condenó sus purgas y sus métodos de gobierno. Inició una política de descentralización y de reforma agraria que no terminó de gustar. En el asunto que nos ocupa también innovó. Recuperó una vieja idea lanzada tiempo atrás por Lenin: la coexistencia pacífica. La existencia del capitalismo liberal y el bloque socialista eran realidades innegables. Ninguno de los dos bloques había logrado imponerse al otro ni expandir sus ideas dentro del otro (aunque hubiese intentos varios). El aumento de las armas nucleares era tal que una guerra supondría la destrucción de la Humanidad. Por ello los dos sistemas político-sociales debían coexistir pacíficamente, que no mezclarse. Dentro de un respeto mutuo ambos bloques podrían colaborar en algunos aspectos pero debía garantizarse una actitud que les llevará a no agredirse y sí a solucionar sus problemas mediante conversaciones. Estos planteamientos pudieron ser consecuencia de los efectos de la política de disuasión, o quizá planteamientos propios a raíz de los efectos de la intolerancia paranoica de Stalin. Dentro de la etapa de Eisenhower, estos planteamientos dichos llevaron a un distanciamiento y enemistad con China a partir de 1960. Ya en Europa había quien se había alejado de la órbita soviética sin dejar de ser comunista (Yugoslavia) o quien se había revuelto contra la URSS sin éxito (Hungría o la creación del muro de Berlín en 1960). China creyó que la coexistencia pacífica se imponía desde la URSS, por lo que era como si la URSS fuera dueña de la propia política china, cosa que no era así pese a ser comunistas. Las ideas de la URSS eran por tanto un nuevo imperialismo y una traición al leninismo, a juicio de los chinos. Por ello, China se distanció de la URSS y se enemistó, aunque esto no fue aprovechado ni por Eisenhower ni por Kennedy, que veían en ellos a unos mismos enemigos comunistas.
Para 1961-1963 fue el demócrata John Fitzgerald Kennedy el nuevo presidente de EEUU. Kennedy trajo un nuevo enfoque a la hora de tratar la política internacional. No obstante, él también pretendió traer nuevos aires a la política interna de su país en cuestiones tan vitales como la reforma de los derechos civiles. Seguía la línea agresiva de sus antecesores, pero la reformaba llenándola de idealismo, lo que le daba una carga que iba más allá del mero acto al apuntar hacia la mentalidad de cada uno de los individuos. Utilizó un diálogo abierto con sus aliados, e incluso con Krushov. Esperaba de sus aliados en Europa una mayor actividad en su propia autodefensa, para poder utilizar a las tropas estadounidenses en otros asuntos, así como para repeler con éxito cualquier posible ataque de la URSS desde cualquiera de sus países satélite. Siguió aferrando la influencia americana en el mundo por medio de ayudas económicas y, sobre todo, de acuerdos comerciales recíprocos (que por otra parte beneficiaban a la economía norteamericana). Siguió la política de contención mandando tropas a Vietnam del Sur, e incluso desembarcando en la Bahía de Cochinos para invadir la Cuba de Fidel Castro (echo que resultó un fracaso para EEUU y una confirmación en las ideas comunistas de la revolución cubana). Tampoco dudó en invertir más en los gastos de defensa, los cuales juzgaba que estaban maltratados por Eisenhower. Pero fue durante su mandato cuando su política fracasada de contención en Cuba, con el asunto de Bahía de Cochinos en 1961, provocó que esta provocara un incidente que iba a cambiar el rumbo de la Guerra Fría. Cuba buscó la protección de la URSS alineándose hacia su bloque, aunque en teoría pertenecía a un tercer bloque de países No Alineados. En 1962 se descubrió que la URSS estaba intentando instalar misiles nucleares en la isla, lo que suponía que en muy pocos minutos podrían alcanzar cualquier lugar de EEUU con un ataque nuclear, si este fuera preciso. La crisis estuvo a punto de acabar en una III Guerra Mundial, pues obviamente EEUU buscaba su protección y no podía permitir tales misiles en Cuba. Además, no podía mostrarse débil ante la URSS, pues entonces esta podría sacar ventajas al poder aprovecharse de una América que la URSS juzgaría como “jugadora de faroles” con sus cartas cuando se presentase cualquier acontecimiento que amenazase con una guerra abierta. Horas y horas de tensión internacional fueron solucionadas al final con llamadas de teléfono entre Kennedy y Krushov constantes en las cuales la URSS renunciaba a instalar misiles nucleares en Cuba y EEUU renunciaba a terminar con la revolución comunista en la isla. Aunque en secreto EEUU aprovechaba el suelo de España para el transporte y estancia de misiles nucleares, cosa que se supo más o menos cuando accidentalmente cayeron unas bombas en Palomares en 1966 sin que estallaran, así como intentó asesinar a Castro diversas veces a lo largo de los años. Fuese como fuese, la crisis de los misiles de Cuba lo cambió todo. Ahora se sabía que la política de disuasión y contención no eran tan efectivas como se pensaba, aunque en último momento hicieran efecto. Se podía llegar a una guerra nuclear que acabara con el planeta. Por ello se abrieron grandes temores a que esto ocurriera finalmente de verdad, temores aún mayores que los ya vividos hasta entonces. Por ello se abrió una etapa llamada de distensión. La distensión consiste en reconocer la existencia de ambos bloques y coexistir sin necesidad de tener que acabar uno de los bloques con el otro, ni de tener necesariamente unas relaciones fluidas. La idea aliviar tensiones mediante diálogos y negociaciones entre las partes, para lo que desde entonces siempre habría abierta una vía de comunicación explícita entre el presidente de EEUU y el de la URSS, el teléfono rojo. No obstante, ambos bloques intentaban ganar una batalla ideológica y llevaban sus tensiones a puntos calientes del planeta, aunque en principio se debía coexistir. Muestras de fuerza (de diferente índole) y negociaciones serían la tónica general desde entonces dadas las muchas probabilidades de un enfrentamiento atómico. Con relación a todo esto, en 1963, EEUU, URSS y Gran Bretaña renunciaron a hacer más pruebas atómicas en los océanos y la atmósfera (Tratado de Prohibición de las Pruebas Nucleares). Terminada la Guerra Fría este acuerdo fue incumplido por Francia en una ocasión durante la década de 1990’, en el atolón de Mururoa.
La Guerra de Corea de 1950-1953 había lanzado la Guerra Fría a todo el planeta. A la par, se había abierto la puerta a una etapa llamada “de contención”. Se trataba de impedir, de contener, la expansión del comunismo en el mundo (y en la propia Norteamérica). El siguiente presidente de EEUU fue un republicano, en concreto el comandante en jefe de la OTAN en Europa, Dwight Eisenhower. Su vicepresidente fue Richard Nixon, por lo que su mandato influirá en la carrera e ideas de este. Eisenhower gobernó EEUU entre 1953 y 1960. Su etapa es considerada, aparte de la de Truman, una etapa álgida en la Guerra Fría. Su principal función internacional fue la de multiplicar y mantener la política de contención. Redujo el gasto militar estadounidense de 50.000 millones de dólares anuales a 40.000 millones, pero esto no indica que tuviera intenciones pacifistas, pues su política se basaba en utilizar mejor el gasto. En otras palabras, no importaba tanto la cantidad de armas y ejército como la calidad de estos. En ese sentido invirtió en multiplicar sus armas nucleares y mejorar sus fuerzas aéreas (que a la postre eran las que soltarían las bombas atómicas si llegase un momentro inevitable). Además, pensaba que la industria militar influía demasiado en los gobiernos y a veces creaba conflictos, para su propio beneficio, por lo que esto también influyó en su replanteamiento del coste y el uso del gasto militar. El aumento de las armas nucleares estadounidenses de manera considerable tenía por finalidad disuadir al contrario de ataque alguno, pues se garantizaba una destrucción masiva. Era pues el inicio de una política de disuasión. No obstante, el propio Eisenhower debió comprender el gran error que suponía acumular tantas armas, pues en su último año de mandato, 1960, propuso el control del armamento nuclear internacional en la cumbre de París. La acumulación ilimitada de bombas atómicas bien podía disuadir a los bloques a usarlas, ya que se garantizaría una destrucción mutua total, pero podría incitar a ser usadas en algún momento por cualquier país pequeño que las lograse. Además, empezaba a ser costoso el mantenimiento de los arsenales creados, y más aún si aparte del bloque soviético tenían que prever otros posibles objetivos. La cumbre fracasó, con todo, al abatirse un avión espía norteamericano en territorio ruso. Todos estos planteamientos de Eisenhower influían, con cierta lógica, en la nueva actitud del gobierno americano en intervenir militarmente lo menos posible en conflictos que consideró que podrían expandir el comunismo (la lógica de la política de contención). Básicamente utilizó a la CIA en asuntos de Oriente Próximo, Vietnam, Guatemala o Irán. Así como en una Caza de Brujas en propio suelo norteamericano.
En su época el nuevo gobernante de la URSS era Nikita Krushov, que gobernó a partir de 1955 hasta 1964, por lo que también fue el representante de este bloque con Kennedy. Krushov quiso desmarcarse de la política llevada por Stalin. Condenó sus purgas y sus métodos de gobierno. Inició una política de descentralización y de reforma agraria que no terminó de gustar. En el asunto que nos ocupa también innovó. Recuperó una vieja idea lanzada tiempo atrás por Lenin: la coexistencia pacífica. La existencia del capitalismo liberal y el bloque socialista eran realidades innegables. Ninguno de los dos bloques había logrado imponerse al otro ni expandir sus ideas dentro del otro (aunque hubiese intentos varios). El aumento de las armas nucleares era tal que una guerra supondría la destrucción de la Humanidad. Por ello los dos sistemas político-sociales debían coexistir pacíficamente, que no mezclarse. Dentro de un respeto mutuo ambos bloques podrían colaborar en algunos aspectos pero debía garantizarse una actitud que les llevará a no agredirse y sí a solucionar sus problemas mediante conversaciones. Estos planteamientos pudieron ser consecuencia de los efectos de la política de disuasión, o quizá planteamientos propios a raíz de los efectos de la intolerancia paranoica de Stalin. Dentro de la etapa de Eisenhower, estos planteamientos dichos llevaron a un distanciamiento y enemistad con China a partir de 1960. Ya en Europa había quien se había alejado de la órbita soviética sin dejar de ser comunista (Yugoslavia) o quien se había revuelto contra la URSS sin éxito (Hungría o la creación del muro de Berlín en 1960). China creyó que la coexistencia pacífica se imponía desde la URSS, por lo que era como si la URSS fuera dueña de la propia política china, cosa que no era así pese a ser comunistas. Las ideas de la URSS eran por tanto un nuevo imperialismo y una traición al leninismo, a juicio de los chinos. Por ello, China se distanció de la URSS y se enemistó, aunque esto no fue aprovechado ni por Eisenhower ni por Kennedy, que veían en ellos a unos mismos enemigos comunistas.
Para 1961-1963 fue el demócrata John Fitzgerald Kennedy el nuevo presidente de EEUU. Kennedy trajo un nuevo enfoque a la hora de tratar la política internacional. No obstante, él también pretendió traer nuevos aires a la política interna de su país en cuestiones tan vitales como la reforma de los derechos civiles. Seguía la línea agresiva de sus antecesores, pero la reformaba llenándola de idealismo, lo que le daba una carga que iba más allá del mero acto al apuntar hacia la mentalidad de cada uno de los individuos. Utilizó un diálogo abierto con sus aliados, e incluso con Krushov. Esperaba de sus aliados en Europa una mayor actividad en su propia autodefensa, para poder utilizar a las tropas estadounidenses en otros asuntos, así como para repeler con éxito cualquier posible ataque de la URSS desde cualquiera de sus países satélite. Siguió aferrando la influencia americana en el mundo por medio de ayudas económicas y, sobre todo, de acuerdos comerciales recíprocos (que por otra parte beneficiaban a la economía norteamericana). Siguió la política de contención mandando tropas a Vietnam del Sur, e incluso desembarcando en la Bahía de Cochinos para invadir la Cuba de Fidel Castro (echo que resultó un fracaso para EEUU y una confirmación en las ideas comunistas de la revolución cubana). Tampoco dudó en invertir más en los gastos de defensa, los cuales juzgaba que estaban maltratados por Eisenhower. Pero fue durante su mandato cuando su política fracasada de contención en Cuba, con el asunto de Bahía de Cochinos en 1961, provocó que esta provocara un incidente que iba a cambiar el rumbo de la Guerra Fría. Cuba buscó la protección de la URSS alineándose hacia su bloque, aunque en teoría pertenecía a un tercer bloque de países No Alineados. En 1962 se descubrió que la URSS estaba intentando instalar misiles nucleares en la isla, lo que suponía que en muy pocos minutos podrían alcanzar cualquier lugar de EEUU con un ataque nuclear, si este fuera preciso. La crisis estuvo a punto de acabar en una III Guerra Mundial, pues obviamente EEUU buscaba su protección y no podía permitir tales misiles en Cuba. Además, no podía mostrarse débil ante la URSS, pues entonces esta podría sacar ventajas al poder aprovecharse de una América que la URSS juzgaría como “jugadora de faroles” con sus cartas cuando se presentase cualquier acontecimiento que amenazase con una guerra abierta. Horas y horas de tensión internacional fueron solucionadas al final con llamadas de teléfono entre Kennedy y Krushov constantes en las cuales la URSS renunciaba a instalar misiles nucleares en Cuba y EEUU renunciaba a terminar con la revolución comunista en la isla. Aunque en secreto EEUU aprovechaba el suelo de España para el transporte y estancia de misiles nucleares, cosa que se supo más o menos cuando accidentalmente cayeron unas bombas en Palomares en 1966 sin que estallaran, así como intentó asesinar a Castro diversas veces a lo largo de los años. Fuese como fuese, la crisis de los misiles de Cuba lo cambió todo. Ahora se sabía que la política de disuasión y contención no eran tan efectivas como se pensaba, aunque en último momento hicieran efecto. Se podía llegar a una guerra nuclear que acabara con el planeta. Por ello se abrieron grandes temores a que esto ocurriera finalmente de verdad, temores aún mayores que los ya vividos hasta entonces. Por ello se abrió una etapa llamada de distensión. La distensión consiste en reconocer la existencia de ambos bloques y coexistir sin necesidad de tener que acabar uno de los bloques con el otro, ni de tener necesariamente unas relaciones fluidas. La idea aliviar tensiones mediante diálogos y negociaciones entre las partes, para lo que desde entonces siempre habría abierta una vía de comunicación explícita entre el presidente de EEUU y el de la URSS, el teléfono rojo. No obstante, ambos bloques intentaban ganar una batalla ideológica y llevaban sus tensiones a puntos calientes del planeta, aunque en principio se debía coexistir. Muestras de fuerza (de diferente índole) y negociaciones serían la tónica general desde entonces dadas las muchas probabilidades de un enfrentamiento atómico. Con relación a todo esto, en 1963, EEUU, URSS y Gran Bretaña renunciaron a hacer más pruebas atómicas en los océanos y la atmósfera (Tratado de Prohibición de las Pruebas Nucleares). Terminada la Guerra Fría este acuerdo fue incumplido por Francia en una ocasión durante la década de 1990’, en el atolón de Mururoa.
Hola. Muy interesante post (y blog en general) Sólo una pequeña objeción. Hay otro momento de la Guerra Fría en el que el mundo estuvo al menos tan cerca de la guerra nuclear como durante la crisis de los misiles aunque es bastante menos conocido, seguramente porque no fue precedido por ningún despliegue diplomático como en el caso de Cuba y porque poco después se inció la era Gorbachov y la distensión y quizá se quiso dejar el asunto debajo de la alfombra. Se trata de los ejercicios "Able Archer" de la OTAN a finales de 1983, cuando muchos en el Kremlim estuvieron totalmente convencidos de que era inminente un ataque a gran escala de las fuerzas de la OTAN. No cuento más no vaya a ser que tengas pensado contarlo tú en un futuro post y te lo pise.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Miguel, aún no he llegado a los años 1980' en esta serie de seis capítulos, pero toda contribución en buena. En ese año y no sé si será el mismo acontecimiento, pero me parece a mí que sí, Reagan tentó la suerte haciendo volar algún que otro avión cazabombardero por zona aérea soviética, lo que efectivamente puso al mundo en un paso a la guerra. No sé si este acontecimiento recibió el nombre que tú mencionas, pero al menos es muy similar. Un saludo y bienvenido.
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