Hay días en el trabajo que uno no sabe muy bien qué sentido tiene su propio trabajo. Hoy debía llevar con una compañera a un grupo de 50 niños de 8 años por el centro de Alcalá de Henares para mostrarles una ruta de las cigüeñas. Esto es: enseñarles la vida de las cigüeñas siguiendo una ruta por el centro histórico por la cual se pase por todos los edificios y árboles emblemáticos con nidos. La ruta es interesante y se cuentan muchas cosas de la biología, costumbres, cambios ade comportamiento, Historia y asociaciones alrededor de la cigüeña. Hoy había suerte. Se habían caído unas ramas del nido de la cigüeña jefa de las cigüeñas de Alcalá, en el nido del espigón de la capilla de San Ildefonso. Eso hizo que que ella y su pareja volaran muy, muy bajo para poder recogerlos del techo bajo de la Plaza de Cervantes donde cayeron. Unos vuelos bajos espectaculares, cercanos a nuestras cabezas. Aún mejor pudimos asistir ha una defensa de nido de otra pareja, al regalo de telas de un macho a una hembra y hasta a una cópula. Desde luego ha sido uno de los días más productivos y de más suerte en este tipo de rutas. Incluso teníamos una egagrópila con los restos de un cangrejo devorado por estas aves. Más suerte imposible. Lástima no haber tenido una cámara de fotos, hubieran sido espectaculares.
Sin embargo, justo en la última parada, frente a la fachada principal de la catedral de los Santos Niños, estaba explicando a los chavales como imitar con la boca y las manos el crotoreo de las cigüeñas, a ver si nos contestaban desde el nido (a veces ocurre), cuando una cigüeña que venía del vertedero cayó a plomo delante nuestra. No se había chocado con nada, las alas estaban bien y también las patas. Ni siqueira era un cigoñino (que hasta abril no nacen), era adulta. ¿Enferma, cansada, lipotimia? Cayó y creímos mi compañera y yo que se había roto el cuello. Le quité una bolsa de plástico del pico, del vertedero, que llevaba al nido para mullirlo. Lo tenía bien cogido, asíque no era el problema de la caída. Inmóvil, patas arriba, pero abriendo y cerrando los ojos, los niños se dividían entre los preocupados y curiosos, y los traumatizados, claramente, ante lo que percibían la muerte de una cigüeña. Ni el uniforme de vigilante medioambiental impidió que un ciudadano improvisado, con buena intención, pero pocas ideas buenas, se acercara al animal y le agarrara del pico para zarandearla varias veces y decir: "mira, mira, se habrá roto el cuello". Me pregunto si le hará lo mismo a un motorista que se haya accidentado, "mira, mira, si se habrá roto el cuello". En fin, tras varias veces pidiéndole por favor que se apartara, al final se recurre a la autoridad del uniforme y a espetarle que se vaya, triste que la gente sólo se dé por aludida de este modo ante cosas que en realidad son de lógica que no se hagan, y menos con el personal de vigilancia medio ambiental al lado.
No fue lo único. Preocupados y con urgencia, llamamos al teléfono de emergencias medio ambientales que nos facilitaron nuestros jefes de la Concejalía de Medio Ambiente el primer día de trabajo... Me identifiqué como vigilante medio ambiental pero se desentendieron del asunto y me mandaron a otro teléfono... que también se desentendió y me mandó llamar a la policia. Mi compañera entretanto llamó a la concejalía... que no tiene un dispositivo para actuar ellos mismos y se remitieron a... llamar a la policia municipal. Pasaban ya 10 minutos y los niños y los curiosos se nos arremolinaban. A los niños los tranquilizamos diciéndoles que ahora vendrían y se los llevarían a GREFA, un "hospital" alcalaíno especial para cigüeñas. Mientras, logramos más o menos que los curiosos estuvieran a distancia. Las profesoras comprendieron que la visita de la ruta terminaba ahí y al fin se llevaron a los niños. Entretanto yo llamo a la policia municipal otra vez y me dicen que ya hay una patrulla, falso, no había ninguna, y eso que el cuartel estaba a una calle y una plaza de distancia. Les digo que estoy allí y no hay ningún policía, la respuesta es que "ya irán". Menos mal que la cigüeña es un animal protegida especialmente en Alcalá de Henares y en amenaza de peligro de extinción que si no... En fin. estupideces humanas y burocráticas aparte. Sale una mujer de la catedral, que al parecer trabaja para el sacerdote que lleva la misma. Nos pide detalle de todo, relacionándolo ella con que se ha caído del campanario (porque no lo ha visto y se lo quiere contar al sacerdote cuando vuelva). En realidad se cayó en vuelo. Se le dice así, y además reconozco que la contesto seco, ¿por qué? Porque es bien sabido que el obispado aprovecha la más mínima para tratar de deshacerse de los nidos de cigüeña de su campanario (afortunadamente no lo ha logrado), se rumorea a menudo en la ciudad que lo desea hacer para crear visitas a las campanas nuevas que pusieron.
Diez minutos más y nadie aparece por allí. Y como en nuestros días hasta el más simple tiene una cámara de fotos en el bolsillo para fotografiar hasta la última piedra... cosa que alimenta Internet a menudo, y no me meto con ello, que yo también he hecho fotos de las cosas que me gustan, nos aparece un chaval de unos 30 años a ejercer de pseudo-periodista. Bueno, le dejo hacer fotos, las estaba haciendo a distancia. Pero se nos anima, y se nos anima más de la cuenta, se va acercando a la cigüeña. Se le pide que no se acerque tanto y se la suda, no hace ni caso. El uniforme es amarillo fosforescente y similar al de la policía, pero caso omiso. Una vez más, un ciudadano demuestra que sólo hace caso con la frase de autoridad, no con la educación. Sin embargo, su aproximación sirve para que la cigüeña de repente dé un respingo, un estertor. Han pasado 20 minutos y afortunadamente no se ha roto el cuello. Por miedo a la proximidad del fotógrafo furtivo y recuperada tras tanto tiempo derribada en el suelo, se pone de pie e inicia un vuelo patético que la lleva a un techo muy bajo donde se queda sin que se la pueda ver. Los curiosos van desapareciendo paulatinamente. Ni un sólo policía ha aparecido, ni de otra institución. Nos quedamos mi compañera y yo algo más de tiempo, pero no viene nadie y la cigüeña parece que se va recuperando paulatinamente, tal vez estaba cansada y cayó, o le faltaba alimento en el cuerpo. Afortunadamente no parecía herida con la caída según pasa el tiempo. Asíque al final, ya con relativa confianza, nos vamos a la concejalía de Medio Ambiente para hablar de toda la incidencia y dar una queja de las tardanzas... pero hasta nuestros jefes nos dicen que en la concejalía no tienen equipos para atender los casos, sino que se remite a la policia local para que la lleven a GREFA o al sitio que corresponda. Triste, muy lamentable. La concejalía debería tener equipos para proteger su fauna y su flora. Más en el caso especial de las cigüeñas y otras aves en amenaza de, o en peligro de, extinción, como alguna rapaz, los corzos del Encín y otros.
El día fue fructífero en cuanto a la cantidad de cosas que vimos en la vida de las cigüeñas y la educación y concienciación de la chavalada en este sentido, pero en cuanto a vigilancia medio ambiental esta incidencia me hace plantearme a veces ¿sirve de algo mi trabajo? En educación sí, pero ¿en protección? Triste, muy triste.
Sin embargo, justo en la última parada, frente a la fachada principal de la catedral de los Santos Niños, estaba explicando a los chavales como imitar con la boca y las manos el crotoreo de las cigüeñas, a ver si nos contestaban desde el nido (a veces ocurre), cuando una cigüeña que venía del vertedero cayó a plomo delante nuestra. No se había chocado con nada, las alas estaban bien y también las patas. Ni siqueira era un cigoñino (que hasta abril no nacen), era adulta. ¿Enferma, cansada, lipotimia? Cayó y creímos mi compañera y yo que se había roto el cuello. Le quité una bolsa de plástico del pico, del vertedero, que llevaba al nido para mullirlo. Lo tenía bien cogido, asíque no era el problema de la caída. Inmóvil, patas arriba, pero abriendo y cerrando los ojos, los niños se dividían entre los preocupados y curiosos, y los traumatizados, claramente, ante lo que percibían la muerte de una cigüeña. Ni el uniforme de vigilante medioambiental impidió que un ciudadano improvisado, con buena intención, pero pocas ideas buenas, se acercara al animal y le agarrara del pico para zarandearla varias veces y decir: "mira, mira, se habrá roto el cuello". Me pregunto si le hará lo mismo a un motorista que se haya accidentado, "mira, mira, si se habrá roto el cuello". En fin, tras varias veces pidiéndole por favor que se apartara, al final se recurre a la autoridad del uniforme y a espetarle que se vaya, triste que la gente sólo se dé por aludida de este modo ante cosas que en realidad son de lógica que no se hagan, y menos con el personal de vigilancia medio ambiental al lado.
No fue lo único. Preocupados y con urgencia, llamamos al teléfono de emergencias medio ambientales que nos facilitaron nuestros jefes de la Concejalía de Medio Ambiente el primer día de trabajo... Me identifiqué como vigilante medio ambiental pero se desentendieron del asunto y me mandaron a otro teléfono... que también se desentendió y me mandó llamar a la policia. Mi compañera entretanto llamó a la concejalía... que no tiene un dispositivo para actuar ellos mismos y se remitieron a... llamar a la policia municipal. Pasaban ya 10 minutos y los niños y los curiosos se nos arremolinaban. A los niños los tranquilizamos diciéndoles que ahora vendrían y se los llevarían a GREFA, un "hospital" alcalaíno especial para cigüeñas. Mientras, logramos más o menos que los curiosos estuvieran a distancia. Las profesoras comprendieron que la visita de la ruta terminaba ahí y al fin se llevaron a los niños. Entretanto yo llamo a la policia municipal otra vez y me dicen que ya hay una patrulla, falso, no había ninguna, y eso que el cuartel estaba a una calle y una plaza de distancia. Les digo que estoy allí y no hay ningún policía, la respuesta es que "ya irán". Menos mal que la cigüeña es un animal protegida especialmente en Alcalá de Henares y en amenaza de peligro de extinción que si no... En fin. estupideces humanas y burocráticas aparte. Sale una mujer de la catedral, que al parecer trabaja para el sacerdote que lleva la misma. Nos pide detalle de todo, relacionándolo ella con que se ha caído del campanario (porque no lo ha visto y se lo quiere contar al sacerdote cuando vuelva). En realidad se cayó en vuelo. Se le dice así, y además reconozco que la contesto seco, ¿por qué? Porque es bien sabido que el obispado aprovecha la más mínima para tratar de deshacerse de los nidos de cigüeña de su campanario (afortunadamente no lo ha logrado), se rumorea a menudo en la ciudad que lo desea hacer para crear visitas a las campanas nuevas que pusieron.
Diez minutos más y nadie aparece por allí. Y como en nuestros días hasta el más simple tiene una cámara de fotos en el bolsillo para fotografiar hasta la última piedra... cosa que alimenta Internet a menudo, y no me meto con ello, que yo también he hecho fotos de las cosas que me gustan, nos aparece un chaval de unos 30 años a ejercer de pseudo-periodista. Bueno, le dejo hacer fotos, las estaba haciendo a distancia. Pero se nos anima, y se nos anima más de la cuenta, se va acercando a la cigüeña. Se le pide que no se acerque tanto y se la suda, no hace ni caso. El uniforme es amarillo fosforescente y similar al de la policía, pero caso omiso. Una vez más, un ciudadano demuestra que sólo hace caso con la frase de autoridad, no con la educación. Sin embargo, su aproximación sirve para que la cigüeña de repente dé un respingo, un estertor. Han pasado 20 minutos y afortunadamente no se ha roto el cuello. Por miedo a la proximidad del fotógrafo furtivo y recuperada tras tanto tiempo derribada en el suelo, se pone de pie e inicia un vuelo patético que la lleva a un techo muy bajo donde se queda sin que se la pueda ver. Los curiosos van desapareciendo paulatinamente. Ni un sólo policía ha aparecido, ni de otra institución. Nos quedamos mi compañera y yo algo más de tiempo, pero no viene nadie y la cigüeña parece que se va recuperando paulatinamente, tal vez estaba cansada y cayó, o le faltaba alimento en el cuerpo. Afortunadamente no parecía herida con la caída según pasa el tiempo. Asíque al final, ya con relativa confianza, nos vamos a la concejalía de Medio Ambiente para hablar de toda la incidencia y dar una queja de las tardanzas... pero hasta nuestros jefes nos dicen que en la concejalía no tienen equipos para atender los casos, sino que se remite a la policia local para que la lleven a GREFA o al sitio que corresponda. Triste, muy lamentable. La concejalía debería tener equipos para proteger su fauna y su flora. Más en el caso especial de las cigüeñas y otras aves en amenaza de, o en peligro de, extinción, como alguna rapaz, los corzos del Encín y otros.
El día fue fructífero en cuanto a la cantidad de cosas que vimos en la vida de las cigüeñas y la educación y concienciación de la chavalada en este sentido, pero en cuanto a vigilancia medio ambiental esta incidencia me hace plantearme a veces ¿sirve de algo mi trabajo? En educación sí, pero ¿en protección? Triste, muy triste.
Me gustaría animarte, porque yo creo que tu trabajo sí que sirve. Aunque, tristemente, el esfuerzo de unos pocos muchas veces parece caer en saco roto al no contar con más ayudas.
ResponderEliminarPero en este caso concreto, puede que no hayáis conseguido que apareciese una unidad especializada que ayudase a la cigüeña, pero seguro que de no haber estado vosotros allí, la pobre hubiese corrido peor suerte a manos del subnormal que la zarandeaba, o cualquier otro curioso con pocas ganas de hacer nada nuevo.
Habéis cuidado de ella hasta que se ha visto con fuerzas de levantarse ella sola. Te felicito, es genial encontrar gente que se toma en serio lo que hace.
Una vez me dijeron que a un país se le juzga por como funciona su sistema de justicia. Yo matizaría que a un país se le puede juzgar por cómo funciona su administración, en este caso local. Los resultados están a la vista.
ResponderEliminarPues si que es triste si. Se les llena la boca hablando de "nuestras cigüeñas", mientras en el día a día suceden cosas como esta.
ResponderEliminarYa he colgado el relato de "El hombre de la tienda de neumáticos":
http://koprofago.blogspot.com/2009/02/021-el-hombre-de-la-tienda-de.html
Nos vemos.