Vivo en un barrio con un fuerte componente étnico de gitanos españoles. Aunque en los últimos 5 años, quizá 8, han venido gitanos rumanos, y gente no gitana, gente de África subsahariana y del Magreb, Rumanía, Polonia o Sudamerica, conviviendo con nosotros, los que nos llaman payos o blancos o cristianos o españoles en general (según la procedencia del que te lo llame). Ya hablé de mi barrio tiempo atrás en varias noticias del blog, especialmente en un capítulo de la Historia de Alcalá de Henares. Anoto esto porque ayer por la noche me encontraba en mi dormitorio leyendo uno de los cómic book del Corto Maltés, cuando leí la parte que habla de su madre, una gitana española que vivía en Gibraltar. Corto Maltés, ese aventurero de cómic que fue amigo, entre otros, del anarquista español García Oliver, con quien en una aventura de juventud asaltó la caja de un banco y de un prostíbulo de Buenos Aires en 1910, y con quien se supone se reencontraría en la guerra civil española si Hugo Pratt no hubiera muerto antes de dibujar esa nueva historia. No he conocido a muchos Corto Maltés en mi barrio, pero a raíz de ahí se me ocurrió que debía hacer unas anotaciones sobre la Historia de los gitanos en España.
España se funda en la década de 1470' con el matrimonio de los herederos de dos Estados diferentes, Castilla y Aragón, este matrimonio sería el llamado Reyes Católicos, los cuáles, par que España sea una realidad como Estado deben fundarla con una guerra civil que viene a acabar entre 1476 y 1479. A partir de ahí inician una serie de reformas, conquistas y apuestas comerciales y políticas que son uno de los orígenes fundacionales del nuevo Estado. No voy a pasar listado ahora mismo de todo lo que hicieron, pero sí de una de sus leyes que fue la que trajo a los gitanos a habitar en España. Pues sí, esta etnia está en el origen mismo de la fundación y no se encontraban antes en cualquiera de las otras organizaciones territoriales previas.
Los Reyes Católicos gobernaron con un cierto fanatismo católico compartido en general por la sociedad al menos en cuanto a lo que se considero la pureza de sangre, que consistía en ser cristiano al menos de quinta generación para no ser discriminado socialmente. Si se era vasco eras el más puro, pues se consideraban que estos eran descendientes directos de Tubal, hijo de Noé, el de la Biblia, pero esto es otra Historia. Centrémonos. Siguiendo con su política religiosa en 1492 se dicta una ley xenófoba que en parte arruinaría a España, pues haría marcharse a la gente más emprendedora con los negocios, la orden de expulsión de los judíos de suelo español. A la par que hacia los últimos meses del año se conquistaba el Reino de Granada, el último Estado musulmán en la península. Aunque en un principio no hubo orden de expulsión de los musulmanes, sino de los musulmanes que no reconociesen un gobierno cristiano. Sería casi un siglo después cuando se dictase la orden de expulsión de los musulmanes por miedo a ser la quintacolumna del Imperio Turco Otomano o de los piratas berberiscos del Mediterráneo.
La orden de expulsión a los judíos de España en 1492 no se hizo a la ligera y en algunos casos se llegó a acuerdos con otras naciones para que los acogieran a cambio de otras contrapartidas, pese a que en muchos casos los exilios y destierros se produjeran sin el amparo de estos acuerdos. Es bien sabido en España que hoy día en Israel, el otro extemo del Mediterráneo, vive una comunidad de judíos sefardíes, esto es de judíos descendientes de aquellos españoles expulsados de su hogar. Ciertamente un gran número de judíos españoles fueron allá, pero por entonces era un territorio gobernado por musulmanes. Estaban bajo el amparo del Imperio Turco, más concretamente bajo el amparo de los gobernantes de origen mameluco que el Imperio Turco tenía allí. Los mamelucos eran musulmanes que se habían instalado en las tierras de Egipto. Los puramente turcos venían en origen de las profundidades de la actual Rusia, Uzbekistán y demás zonas de esos lugares. Mientras que los gitanos eran una etnia del Indostán que por diferentes motivos se habían introducido en los reinos musulmanes sin ser musulmanes. eran nómadas, creían en el dios Sol y creaban sincretismo con todas las religiones que se iban encontrando. Los turcos los tomaron por un problema social, ya que no sólo noeran musulmanes, sino que además no respetaban las costumbres musulmanas más sagradas, no querían asentarse, no contribuían con impuestos, no estaban en el ejército, y se ganaron fama de timadores. De este modo unos cuantos fueron deportados al este de Europa turco a lo largo del siglo XV, mientras otros eran llevados a las posesiones en Egipto dominada por los mamelucos.
Los musulmanes aceptaron a las comunidades judías españolas exiliadas en los territorios de Israel (Palestina para ellos), pues los musulmanes de la época sí les aceptaban por cuanto les admiraban por sus dotes para los negocios, a cambio de que España aceptara la entrada en su territorio de gitanos. Los Reyes Católicos aceptaron.
Los gitanos siguieron con su vida nómada, en un principio son su lengua (que tuvieron que cambiar por cuestión práctica por el castellano), con una vida basada en el comercio ambulante y los mercadillos, su religión sincretista, negándose a contribuír a ejércitos que no fueran de su interés y negándose a pagar impuestos. Por todo ello, a lo largo del siglo XVI y XVII crearon recelos entre gobernantes y sociedad, que los trataba de paganos, timadores, y otras acusaciones. Precisamente durante el siglo XVI, la presión del cristianismo en sociedad y leyes, llevaron a realizar tareas de evangelización entre ellos, que acabaron dando frutos hacia el siglo XVII, donde buena parte de ellos eran cristianos, si bien con particularidades de creencia. También a lo largo del siglo XVII diferentes leyes, unas compensatorias y otras condenatorias, les obligaban a asentarse y abandonar la vida nómada, así como a tener claridad ante los alguaciles en sus pesos y medidas para vender, y a obligarles a pagar impuestos. Nunca se llegó a asentarles del todo. Por lo que se realizaron apartados especiales para gitanos dentro de las leyes de castigo para vagos y maleantes de carácter general para toda la sociedad.
A lo largo del siglo XVIII y XIX los gitanos, dentro de algunos recelos sociales que despertaban, y de su propio racismo hacia el no gitano (prohibición de sus clanes de matrimonios con no gitanos, por ejemplo), se integraron a su modo en la sociedad española, siendo ya uno de los componentes reconocibles de los españoles (que en ocasiones despertaba racismo en otras naciones europeas, y en otras ideas de admiración romántica). Fue precisamente al comienzo del siglo XIX, con la invasión francesa, cuando se ganaron buena parte de la admiración y respeto del resto de españoles ("son gitanos, pero son gitanos españoles"), ya que muchos fueron famosos guerrilleros y bandoleros a favor de la causa española. El resto del siglo XIX gozaron de cierta idea romántica de ser, a la par que de ideas aún discriminantes, tanto contra ellos como de ellos contra el resto.
Durante el siglo XX estas dos vertientes de la visión de los gitanos españoles aumentó, y se sumó a la admiración de cualidades artísticas asociadas a ellos (toreros, guitarristas, bailaoras, flamencos -adaptaron el cajón de los indios sudamericanos a la música flamenca-, etc.). El poeta Federido García Lorca hizo gran publicidad de ellos y sus costumbres, mientras algunos gitanos se hacían famosos por sí mismos gracias a su revalorización. Incluso hoy día siguen en auge romántico (valoramos a Lola Flores, los Ketama o Rosario), mientras se convive también con la visión de los recelos raciales por ambas partes, en buena medida, a mi juicio, por dos visiones de la vida muy diferentes (esto lo opino tras vivir toda mi vida en un barrio entre ellos, sin racismo).
Por otra parte queda por ver como se viviría una experiencia con un líder político de origen gitano. Ya hubo uno, por otra parte, el máximo líder anarquista del sindicato CNT durante la guerra civil (1936 - 1939) era conocido como El Gitano, sobran las palabras.
Y de este modo, con el recuerdo de ese lider de CNT, me dio por escribir este post, tras leer el origen medio gitano español de Corto Maltés, el aventurero anarquista por excelencia de los cómic.
Un post muy bueno y útil, pero no sé si servirá para quitarnos los prejucicios, espero que sí.
ResponderEliminarsaludos
Por mi parte no gozan de ninguna admiración. Muy al contrario.
ResponderEliminarTengo que aguantarlos como vecinos desde que tengo memoria (están totalmente asentados en VPO) y es terrible. No se puede generalizar, lo sé.
Y también sé que a muchos les escandaliza que opine libremente sobre ello. ¿Será por eso que me llaman "facha"?
Salud.
HOICHI: me temo que la mejor integración vendrá con el mayor conocimiento personal de las dos partes, ya que aunque siempre se habla del racismo general al gitano, que es cierto que existe, los gitanos también son en general de un gran racismo, insisto, desde nacimiento vivo en un barrio con una gran mayoría de gitanos, y no soy gitano. LO que digo es lo que he visto a lo largo de mi vida. Creo que en parte es porque las formas d eentender la vida de unos y otros son muy diferentres, y chocan.
ResponderEliminarMHR: yo también he crecido rodeado de ellos y la verdad es que no me parece el lobo tan fiero. Insisto en que su manera de ver la vida y la de nosotros es diferente, de ahí que a ellos les moleste algunas de nuestras actiutudes y a nosotros algunas de las suyas. Hoy en día una gran parte de ellos están asentados, obviamente este es el siglo XXI y no el XV, aunque aún hay mucho chavolismo y mucha furgoneta caravana entre algunas de sus familias. En todo caso, gracias por dar tu opinión, aunque discrepemos en parte, sin recurrir a abrir enfrentamientos o insultos en el blog.
El caso de los gitanos es uno de los más claros en los que se ve el racismo y la xenofobia que tenemos en España. La mayor parte de los españolitos piensa que los gitanos tienen la obligación de "integrarse" y olvidar sus costumbres. Y eso no debería ser así, mientras cumplan las leyes, claro.
ResponderEliminarEl decir que se quedan con nuestras VPOS es otro prejuicio y estereotipo, fuera de la realidad, al menos en país vasco y navarra.
Salud!
No tenia mucha intención de plantear mi postura ante este post pero me veo en la necesidad de replicar a juan cosaco:
ResponderEliminar"El caso de los gitanos es uno de los más claros en los que se ve el racismo y la xenofobia que tenemos en España."-totalmente de acuerdo, los gitanos, españoles de pleno derecho (y ningún deber), son la "gente" más xenófoga, racista e intolerante que hay en el propio estado.
"La mayor parte de los españolitos piensa que los gitanos tienen la obligación de "integrarse" y olvidar sus costumbres. Y eso no debería ser así, mientras cumplan las leyes, claro."-esta última frase te ha delatado:"mientras cumplan la ley"...primero, no se quien les niega a los gitanos, o a los vascos, o a los marroquies que renuncien a sus costumbres, y segundo, ¿por que recalcas lo de "cumplir la ley"?¿a caso consideras a la etnia gitana potencialmente delictiva?, ay juanito, como se nota que no vives cerca de ellos, ni compartes centro de salud, ni colegio, ni has visto a ninguno fuera del mercadillo, pero los tienes tanta simpatia como yo aunque lo "progre" sea dejarles otros 500 años que hagan de su capa un sayo.
Al pan pan y al vino vino. Los mundos de yupi sólo quedan bien en la tele. Vente a las Barranquillas un día y te mostraré esas "costumbres" que tanto deseas defender.
Sin más, gracias Canichu por tu paradigmática postura, aunque dudo que el Corto Maltes fuera un caló (o semi) al uso.
Muy interesante esto que cuentas...Me sigo dando una vueltecilla...
ResponderEliminarSaludos desde el frío!