El Viernes 14 de Febrero de 1997, hace ya casi diez años, el Instituto Roslin de Edimburgo (Escocia, Gran Bretaña), presentaba al primer animal de granja clonado de la Historia. Quien había llevado a cabo la dirección del proyecto era Ian Wilmut, que aparece en la fotografía con la oveja clon, Dolly, reflejada doblemente en un espejo por efecto de la tecnología. En realidad el salto científico al siglo XXI en este campo no e dio ese 14 de febrero de 1997. Al igual que ocurrió cuando Cristobal Colón descubrió América el 12 de Octubre de 1492, el mundo no supo de tal suceso hasta un año después. Dolly había sido creada siete meses atrás de esa presentación mundial, en otras palabras la clonación de un mamífero era posible y dejaba de ser ciencia ficción desde Julio de 1996. Casi nadie lo supo entonces.
Dolly no tuvo ni un solo padre, pero sí tuvo tres madres. De una oveja de cabeza negra se extrajo un ovocito que fue unido al óvulo de otra oveja. Esta unión fue introducida en otra oveja de cabeza negra la cual lo gestó. Y así nació Dolly. Y con Dolly nacieron múltiples polémicas, defensores, detractores, gente que se abstiene de opinar, esperanzas, temores, posibilidades médicas nuevas, posibilidades alimenticias nuevas, objeciones morales no necesariamente sólo del campo religioso, y montones de emisiones de radio con la vieja canción de jazz "Hello Dolly" de Loui Armstrong.
Dolly tuvo una vida corta. Al ser una réplica sobre todo de la oveja que aporto el óvulo, copió también sus problemas. Resultó que esta oveja tenía artritis y Dolly desarrolló la artritis de un modo más rápido de lo normal. Los dolores del primer clon de la Historia conmovían a lástima a Wilmut y su equipo y decidieron sacrificarla, pues ya había cumplido su misión científica y les resultaba doloroso ver los padecimientos de la que era "su hija". La Reina de Inglaterra, Isabel II, ordenó que disecaran a Dolly y la colocaran en un museo, donde ahora Dolly sigue siendo un espectáculo para millones de ojos, de igual modo que desde el mismo momento que fue creada.
Wilmut aseguró que quedaba mucho camino por andar en la clonación y que se debía investigar qué había ocurrido con Dolly. Él no consideraba en aquella fecha, al menos, que se pudiese aún sacar resultados con fines médicos, o alimenticios. Y aún afirmaba categóricamente: "Clonar gente sería meternos en el terreno de la ciencia ficción. Todos los que estamos en la investigación lo consideramos contrario a la ética. Lo encuentro ofensivo". Lo que ha ocurrido en estos años, clonación de otros animales, especulaciones falsas de clonación de un ser humano, posibilidades de usos médicos o alimenticios, legislaciones y prohibiciones, etcétera, pertenece a esta historia, pero no a lo que relato.
¿Quién conoce los caminos del futuro? Yo desde luego no los conozco, aunque a veces se puedan intuir. Dolly fue la oveja que más atenciones y cariños recibió en todo el mundo en su época. Mimada hasta la saciedad, fue desdichada en cuanto a que su creación defectuosa, aunque exitosa, implicaba una enfermedad degenerativa que avanzaba de modo apresurado.
¿Quién no se ha planteado alguna vez tener un doble para cumplir o estar en dos sitios a la vez? Pero, si nos dieran la oportunidad, ¿cuántos la aceptarían? Y ya no hablemos sólo de clones, supongamos incluso actores parecidos a nosotros, doblándonos. ¿Quién aceptaría? Yo creo que no aceptaría. Porque él, el otro, viviría trozos de mi vida que me corresponden a mí, y no a él. La gente de su alrededor creería que soy yo y le darían las experiencias, relaciones y sensaciones que me pertenecerían a mí, engañados en que ese otro soy yo, y yo lo perdería, jamás lo viviría. Lo bueno y lo malo es lo que nos forma. Lo uno nace de lo otro y jamás seríamos nosotros mismos hoy día si no reímos en su momento con tal o cual persona y si esos tal o cual persona no nos hizo daño en otro momento. Dicen que las vidas más interesantes son las más curtidas y las más vividas, ambos términos no son sinónimos, pero ciertamente, si nos desprendiéramos de vivir nuestras vidas sólo para disfrutar lo agradable, ¿seríamos curtidos por la vida o tendríamos vidas plenamente vividas?
Dolly, con su enfermedad degenerativa, fue afortunada, y no por haber alcanzado la vida (lo cual no siempre es motivo de fortuna, pues hay seres que nacen para morir al instante o pronto y quienes nacen para padecer sólo hambre y violencia hasta su temprana muerte por enfermedad, caza o guerra). Pero Dolly también fue desafortunada, por sus condiciones de vida. Y cuando alguna vez veo la foto de su cuerpo disecado en un museo británico, y veo sus falsos ojos de animal disecado, no puedo parar de reflexionar: nos invita desde su tristeza a vivir nuestra propia vida, sin tristeza.
Dolly no tuvo ni un solo padre, pero sí tuvo tres madres. De una oveja de cabeza negra se extrajo un ovocito que fue unido al óvulo de otra oveja. Esta unión fue introducida en otra oveja de cabeza negra la cual lo gestó. Y así nació Dolly. Y con Dolly nacieron múltiples polémicas, defensores, detractores, gente que se abstiene de opinar, esperanzas, temores, posibilidades médicas nuevas, posibilidades alimenticias nuevas, objeciones morales no necesariamente sólo del campo religioso, y montones de emisiones de radio con la vieja canción de jazz "Hello Dolly" de Loui Armstrong.
Dolly tuvo una vida corta. Al ser una réplica sobre todo de la oveja que aporto el óvulo, copió también sus problemas. Resultó que esta oveja tenía artritis y Dolly desarrolló la artritis de un modo más rápido de lo normal. Los dolores del primer clon de la Historia conmovían a lástima a Wilmut y su equipo y decidieron sacrificarla, pues ya había cumplido su misión científica y les resultaba doloroso ver los padecimientos de la que era "su hija". La Reina de Inglaterra, Isabel II, ordenó que disecaran a Dolly y la colocaran en un museo, donde ahora Dolly sigue siendo un espectáculo para millones de ojos, de igual modo que desde el mismo momento que fue creada.
Wilmut aseguró que quedaba mucho camino por andar en la clonación y que se debía investigar qué había ocurrido con Dolly. Él no consideraba en aquella fecha, al menos, que se pudiese aún sacar resultados con fines médicos, o alimenticios. Y aún afirmaba categóricamente: "Clonar gente sería meternos en el terreno de la ciencia ficción. Todos los que estamos en la investigación lo consideramos contrario a la ética. Lo encuentro ofensivo". Lo que ha ocurrido en estos años, clonación de otros animales, especulaciones falsas de clonación de un ser humano, posibilidades de usos médicos o alimenticios, legislaciones y prohibiciones, etcétera, pertenece a esta historia, pero no a lo que relato.
¿Quién conoce los caminos del futuro? Yo desde luego no los conozco, aunque a veces se puedan intuir. Dolly fue la oveja que más atenciones y cariños recibió en todo el mundo en su época. Mimada hasta la saciedad, fue desdichada en cuanto a que su creación defectuosa, aunque exitosa, implicaba una enfermedad degenerativa que avanzaba de modo apresurado.
¿Quién no se ha planteado alguna vez tener un doble para cumplir o estar en dos sitios a la vez? Pero, si nos dieran la oportunidad, ¿cuántos la aceptarían? Y ya no hablemos sólo de clones, supongamos incluso actores parecidos a nosotros, doblándonos. ¿Quién aceptaría? Yo creo que no aceptaría. Porque él, el otro, viviría trozos de mi vida que me corresponden a mí, y no a él. La gente de su alrededor creería que soy yo y le darían las experiencias, relaciones y sensaciones que me pertenecerían a mí, engañados en que ese otro soy yo, y yo lo perdería, jamás lo viviría. Lo bueno y lo malo es lo que nos forma. Lo uno nace de lo otro y jamás seríamos nosotros mismos hoy día si no reímos en su momento con tal o cual persona y si esos tal o cual persona no nos hizo daño en otro momento. Dicen que las vidas más interesantes son las más curtidas y las más vividas, ambos términos no son sinónimos, pero ciertamente, si nos desprendiéramos de vivir nuestras vidas sólo para disfrutar lo agradable, ¿seríamos curtidos por la vida o tendríamos vidas plenamente vividas?
Dolly, con su enfermedad degenerativa, fue afortunada, y no por haber alcanzado la vida (lo cual no siempre es motivo de fortuna, pues hay seres que nacen para morir al instante o pronto y quienes nacen para padecer sólo hambre y violencia hasta su temprana muerte por enfermedad, caza o guerra). Pero Dolly también fue desafortunada, por sus condiciones de vida. Y cuando alguna vez veo la foto de su cuerpo disecado en un museo británico, y veo sus falsos ojos de animal disecado, no puedo parar de reflexionar: nos invita desde su tristeza a vivir nuestra propia vida, sin tristeza.
También me produce rechazo la idea de que otra persona viva mis momentos. Sin embargo, en varios relatos de ciencia ficción he encontrado una posible solución a tal problema.
ResponderEliminarEn ellos describen que cada clon comparte (de diversas formas) las experiencias con los otros, bien a través de descargar de memoria, bien a través de entradas sensoriales en tiempo real.
Dejando de lado el problema de separar las entradas sensoriales, de integrar las diversas memorias y en general los detalles técnicos, es una idea que me intriga y me interesa. Es una forma de extender los límites del cuerpo más allá de la piel... algo que (pre)siento está ocurriendo de hecho en estos momentos.
Obviamente esa herramienta no tendría que estar limitada a los clones. Surge, entonces, la posibilidad de un colectivo, donde el individuo no tenga privacidad (o sea casi nula).
El comentario está un poco abierto porque ando de afán. Escribiré más al respecto después y te contaré.
Antes incluso de leer tu rechazo, ya supe del mío. Si no puedo vivir todo lo que tengo que vivir o quiero, imagina si además tuviera la opción de 'delegar' en otro yo. Ya no tendría excusas para correr frenéticamente de un lado a otro, ni para acostarme tarde. Quizás mi vida se compondría exactamente de 8 horas laborales, 8 horas de sueño, 3 horas de transporte y comida, y el resto del tiempo sería lo que podría dedicarme a mí. Pero conociendome un poquillo, se que esas 5 horas serían absorvidas por 'la casa''los hijos''el marido' rápidamente, y 'yo' quedaría para mi clon. No, yo quiero vivirme a mí.
ResponderEliminarPues no, no me gustaría tener un clon. Quiero vivir plenamente, lo bueno y lo malo. Quiero vivir mi vida, no quiero que me la vivan.
ResponderEliminarHombre no viviria un clon nuestra vida, viviria la suya y tb te daria la oportunidad de hacer cosas que solo no tendrias tiempo de hacer, seria como un hermano... Eso si como toque a mi mujer lo capo...
ResponderEliminarreconozco mi cariño al nombre dolly, pues fue el nombre de mi gato con rulos. Ahora él vive en otra galaxia, igual que yó
ResponderEliminar¿Otro cafecito transoceánico y me muestra la Osa mayor?
ANDRÉS DAVID: el clon sólo se parecería a ti físicamente, por razones obvias no podría tener tus vivencias, recuerdos, sentimientos... sólo es una copia material de lo material que te forma. Pero desde el punto de vista de la ciencia ficción, es cierto que los clones han dado mucho juego en lo que dices. Hoy día los clones se barajan desde las posibilidades médicas y desde las posibilidades alimenticias, no hace muchas semanas un país dio el visto bueno al ganado clon, por ejemplo, para zonas hambrientas. es un mundo para abrir todo un debate, desde todos los puntos de vista posibles. Saludos.
ResponderEliminarMONOLOGUISTA: ¿verdad que sí? los momentos de nuestra vida son nuestros, los agradables y los no agradables. Y los no agradables a veces nos hacen valorar los agradables o nos abren puertas a encontrarnos con los agradables. Tener un doble, ya sea clon o actor, para vivir partes de nuestra vida por nosotros nos haría perdernos parte de nuestra vida.
RAQUEL: Pues mi contestaqción a ti es la misma que a monologuista, tan sólo añado que el asunto clon es mucho más complejo y abre muchas más vías... quizá en principio tengo recelos por determinadas cuestiones, pero aún no me cierro a tratar sobre el asunto a la espera de saber si la biotecnología clon puede aportar algo que me convezca para su buen uso. Lo de la ganadería clon no parece mal asunto para determinadaas regiones, pero, igualmente, ¿no sería más práctico estimular la ganadería natural y los recursos anturales para mantenerla?
LUÍS Y UN CHUPITO DE ORUJO: no nos referimos a que el clon viva tu vida, me remito a lo escrito a Andrés David. el clon sólo es una copia material, nunca es copia de tu conciencia. Aquí en el post se trataba de hablar de si realmente uno querría tener un sustituto para determinados momentos de su vida, como a veces se dice de modo de hablar por hablar... como tópico. Y reflexionando eso, reflexiono que no me gustaría mandar a un doble mío, clon o no, para que viva mi vida, porque la gente de su alrededor le estará dando momentos a él que consideren que me los dan a mí, y por tanto vive mi vida. En ese contexto, supón que lo mandas a trabajar, y que trabajando liga con una chica fabulosa e inteligente que es la mujer de tu vida, todos los momentos que él viva en el trabajo con ella te los está robando, del mismo modo que te roba los aciertos en el trabajo, o las satisfaciones que a veces crea, también disgustos, y todo aquello que nos forma... bueno y malo.
MARI: el gato intergaláctico se reunirá contigo algún día, dolly sabe quien le quiere y reconocerá a Mari. De todas formas, veo que dolly siempre está contigo, pues veo que le llevas en tu recuerdo habitualmente, él también te ha formado en la Mari de hoy día.
Ahí va ese cafecito transoceánico (capucciono para ambos) y veremos la Osa Mayor desde una barca a remos en medio del Atlántico (la de brazos que vamos a sacar a golpe de remo)
bmConociendo a los humanos, pobre clon, haría aquello que no nos gustara hacer... habría una clase social más, y de las que nos sentiríamos avergonzados. Ufff, no...
ResponderEliminarEste tema del doble es tratado por una película que vi hace poco: "The prestige", donde dos magos se "desdoblan" y compiten por ese pase de magia. Después de verla, eso es lo que queda, que cada uno ha vivido parte de una vida, pero no toda su vida...
Y hablando de esa sensación de perderse algo de la vida de uno, no puedo dejar de relacionarlo (aunque es diferente, pero la sensación se parece) con mi exilio.
Al volver a mi país (en los 90) me fui a recorrer librerías. Encontré en una de ellas dos libros que siempre quise (siempre es en los años 70): "Ese hombre" de Rodolfo Walsh y "Poemas de batalla" de Paco Urondo. Los precios eran risibles... Tomé los dos libros y los llevé a la caja. El hombre que me atendió exclamó: "¡Dos clásicos!". Allí sentí que estaba transplantada en el tiempo (para mí era lectura fresca, para el hombre material de oferta). Aunque no me quejo de mi estancia en Venezuela (porque allí hice amigos, nacieron mis hijos, viví una gran parte de mi vida, fui feliz e infeliz como nunca), nadie va a devolverme esos 20 años que no viví aquí y que para mí es un salto en el tiempo.
Este post da para reflexionar mucho,pero.....buff no se que decir,la verdad,mañana intentare dar una contestacion a lo que opino de las clonaciones,y hasta donde creo que debera llegar
ResponderEliminarLILIANA: el exilio forozoso es algo terrible. Y en el regreso habrás encontrado de todo, me consta. Desde esas sensaciones de haber perdido años fuera del hogar, a gente que tal vez, teniendo tus ideas o similares, te miren mal porque tú te fuíste y ellos se quedaron soportando el chaparrón. ¿quién sabe? Las dictaduras que nos imponen y nos reprimeen, ciertamente, es un robo de nuestras vidas.
ResponderEliminarPor otra parte, de llegar algún día la posibilidad de crear un clon humano, me consta que probablemente sean tratados como ciudadanos de tercera y eso si se les trata como ciudadanos en una primera fase histórica. Tal vez sean clones los primeros habitantes que se creen a distancia en una hipotética colonia en otro planeta dados los problemas del viaje y el tiempo de una nave tripulada incluso al planeta más cercano, Marte. Mandando primero unas comunidades científicas para criarlos o vete a saber, estás son puras especulaciones de ciencia ficción. En La Tierra se les podría encomendar tareas que no realizarían normalmente humanos no clones, lo que crearía desigualdades y tal vez más en el futuro rebeliones clon. Pero en todo caso serían mano de obra. Claro que también se habló de los clon como posibilidad reproductiva de un o una soltero/a. Puede ser un mundo extraño, abierto, hoy por hoy, a especular. Un abrazo.
SETT: bueno, yo no había opinado acerca de los clones y hasta donde deben o no deben llegar, pero sabes que esto es un diálogo abierto y como no eres el único que lo menciona me parece que estamos abriendo una conversación muy interesante. Expón tus puntos de vista cuando quieras. Un saludo.
hello dolly,
ResponderEliminarDe acuerdo con casi todo. Lo único que matizo es que la tristeza no es como las patatas que te dejas al lado del plato porque ya no puedes más. Se las traga uno con toda la alegría posible por eso mismo que dices tú, porque hay quien nace para ser cazado, por ejemplo.
Aún diría más, dijo hernández quitándose el sombrero, atreverse a vivir la vida tal y como es, siendo tal y como uno es.
Por cierto se te olvida Hey Dolly de Glamour to kill, y mira que no tiene desperdicio... :)
Por suerte no me he encontrado reclamos por haberme ido... tampoco los he hecho por la posible complicidad de quienes se hayan quedado... Todo lo que ha pasado en mi país ha sido muy doloroso para todos. Falta una generación completa. Todos estamos lastimados.
ResponderEliminarNi siquiera en las condiciones que dices (utópicas o distópicas) me cae bien un clon. Eso de que sean seres de tercera, no me gusta ni un poquito.
AIALA RUÍZ DE ALEGRÍA: No conocía ese Hey Dolly, me lo anoto. Por otro lado, ¿quién controla suis sentimientos? Nadie, quien diga lo contrario se miente a sí mismo. Pero que te sientas mal en algún momento, ni es amlo ni te hace mala persona. Aunque sea preferible estar contento y bien, también lo malo nos forma. gracias por pasar por aqui.
ResponderEliminarLILIANA: las condiciones que yo digo de los clon no digo que me simpaticen, es mi hipotesis de cómo pudiera terminar encuadrando en principio una raza clon en nuestrea sociedad. Conociendo nuestra trayectoria, es probable, otra cosa es que lo simpatices. Desde luego no me simpatizaríz pero entonces habría que ir a la raíz del asunto, ¿por qué los clon, para qué crear los clon?