Este hombre con su ajuar funerario vivió hace entre cuatro mil y cinco mil años en Egipto. Un buen día, malo para él, un día más en la cuenta atrás de cada ser vivo, murió y fue enterrado. Y le fueron a enterrar, con las pertenencias cuya esencia espiritual ayudarían a sus dos almas en el Más Allá, en el desierto. Las arenas del desierto del Sahara son muy ricas en sal, lo que las hace muy pobres en fertilidad. Esa sal desecó los líquidos de los que nos formamos los seres vivos. Lo chupó y lo dejó momificado, conservándolo por los siglos de los siglos. Este hombre en concreto quedó enterrado hasta que otro buen día, de cuatro mil a cinco mil años después, alguien lo desenterró y lo colocó en una vitrina del Museo Británico, en Londres, capital de una isla del Océano Atlántico demasiado húmeda para la sequedad del desierto que le fue su tumba. Pero otros egipcios contemporáneos suyos fueron enterrados en el desierto en zonas no muy aptas, la sal los desecó y momificó igualmente, pero el viento levantó la arena que les cubrió y se mostraban al resto de vivos de la zona como momias, muertos que no se habían consumido y transformado en huesos. En torno a esto surgieron multitudes de ideas religiosas y supersticiones que hicieron que los egipcios montasen una civilización al respecto, y se las apañasen para investigar como momificar artificialmente al resto de difuntos que, con el avance de la civilización, ya no serían enterrados en el desierto. Claro que los pobres eran tirados al Nilo para que los comieran los cocodrilos sagrados, el mismo Nilo que regaba sus cosechas y les daba de comer, no es de extrañar la multitud de historias de peste que hay en el antiguo Egipto.
Pues este hombre que descansó, digamos por un promedio de cuatro mil quinientos años, momificado en el desierto fue desenterrado y llevado con su ajuar a una vitrina del Museo Británico, donde se hizo famoso y recibió y recibe miles de visitas al año. Le pueden ver su piel, ya no tan lozana pero sí tersamente momificada por La Tierra, desde niños a ancianos, desde albañiles a Reyes. Así transcurren las décadas para él, que duerme el sueño de los justos, sin que sepamos si lo fue o no, ignorando que es famoso milenios después de su muerte. Ignorando que es una estrella mediática y gente como yo cuando pasamos por Londres nos tomamos la molestia de fotografiarle. Ignorando que la imagen de su cuerpo inerte sería colgada en una página cibernética que puede ser vista en cualquier rincón del planeta si se dispone de conexión informática a Internet. Ignorando que para que eso sea posible los datos de su imagen son enviados a un satélite artificial al espacio, y que las ondas que no recoge el satélite viajarán por el resto de la galaxia. Y así su muerte de hace cuatro mil quinientos años es una muerte famosa, o más bien su circunstancia y su capacidad de haber sustentado creencias y una de las primeras civilizaciones de la Humanidad. ¿Y quién sabe? Quizá nuestra estupidez haga que nos matemos los unos a los otros con bombas nucleares o recalentando el planeta, o por agotamiento de la especie, o vete a saber cómo, y su imagen, en su viaje sideral, sea al fin vista por una civilización no Humana y algún día vengan a nuestro planeta, llenos de curiosidad, y encuentren un montón de escombros (y por supuesto cucarachas) y hagan con los restos encontrados bonitas colecciones de museos intergalácticos.
Hay que morir con clase. Nunca se sabe lo que nos depara el destino cinco mil años después. Chicas id depilándoos, chicos id haciendo abdominales. Hasta los trilobites nos dejaron sus cuerpos hechos piedra fósil, cómo inscripciones romanas.
Caballero desconocido, va por usted, tras cinco mil años, lo que nos ha enseñado ha sido más que su desnudez... amarillenta y post mortem, pero desnudez... Por su mundo... un mundo humano.
Pues este hombre que descansó, digamos por un promedio de cuatro mil quinientos años, momificado en el desierto fue desenterrado y llevado con su ajuar a una vitrina del Museo Británico, donde se hizo famoso y recibió y recibe miles de visitas al año. Le pueden ver su piel, ya no tan lozana pero sí tersamente momificada por La Tierra, desde niños a ancianos, desde albañiles a Reyes. Así transcurren las décadas para él, que duerme el sueño de los justos, sin que sepamos si lo fue o no, ignorando que es famoso milenios después de su muerte. Ignorando que es una estrella mediática y gente como yo cuando pasamos por Londres nos tomamos la molestia de fotografiarle. Ignorando que la imagen de su cuerpo inerte sería colgada en una página cibernética que puede ser vista en cualquier rincón del planeta si se dispone de conexión informática a Internet. Ignorando que para que eso sea posible los datos de su imagen son enviados a un satélite artificial al espacio, y que las ondas que no recoge el satélite viajarán por el resto de la galaxia. Y así su muerte de hace cuatro mil quinientos años es una muerte famosa, o más bien su circunstancia y su capacidad de haber sustentado creencias y una de las primeras civilizaciones de la Humanidad. ¿Y quién sabe? Quizá nuestra estupidez haga que nos matemos los unos a los otros con bombas nucleares o recalentando el planeta, o por agotamiento de la especie, o vete a saber cómo, y su imagen, en su viaje sideral, sea al fin vista por una civilización no Humana y algún día vengan a nuestro planeta, llenos de curiosidad, y encuentren un montón de escombros (y por supuesto cucarachas) y hagan con los restos encontrados bonitas colecciones de museos intergalácticos.
Hay que morir con clase. Nunca se sabe lo que nos depara el destino cinco mil años después. Chicas id depilándoos, chicos id haciendo abdominales. Hasta los trilobites nos dejaron sus cuerpos hechos piedra fósil, cómo inscripciones romanas.
Caballero desconocido, va por usted, tras cinco mil años, lo que nos ha enseñado ha sido más que su desnudez... amarillenta y post mortem, pero desnudez... Por su mundo... un mundo humano.
Fijate que tampoco llevo mucho posteando pero esta es la entrada que mas me ha gustado, un 10 señor jarrai !!!
ResponderEliminar:) me gusta tu forma de contar cosas.
ResponderEliminarpero yo creo que colgar su foto en internet y recibir miles de visitas en un museo forever and ever, está muy cerca de la eternidad que querían los egipcios.
1 voto y 1 beso baboso :)
¿Tú crees que la especie humana es tan interesante como para que hagan un museo intergaláctico con sus restos?
ResponderEliminarSí señor, eso es lo que yo llamo conciencia de extinción... Como le decía su mamá al bebé saurio:
ResponderEliminar"Bebe mucha leche, hijo, para que tus huesos sean dignos de ser encontrados por un paleontólogo."
En cuanto la ciencia lo permita me pienso hacer un tatuaje óseo para los que me encuentren dentro de 3000 años. Uno que diga: "¿Y tu viejo qué tal mea?"
Señor Daniel,me parece usted un maestro.
ResponderEliminarUn post de lujo.
Ole,ole y ole
LUÍS EL INMOMIFICABLE: gracías.
ResponderEliminarCHÜPETINA: cómo me ha gustado tu blog, te he abierto un link, me parece muy fresco y divertido. MMMM... ¿nos hecemos momias y nos hacemos aparecer en revistas donde nos paguen, famosos por la eternidad?
RAQUEL: sí, la especie humana es muy interesante. Y son nuestras flaquezas y errores, junto a nuestras grandezas y aciertos lo que nos hace interesantes. Un saludo.
EL COMEDIANTE: pues nada tatuate, también tienes la modalidad de conservarte en hielo (últimamente está mal la cosa) y la de conservarte en lava. Puedes elegir.
SETT: pues nada, gracias, didáctica y humor.
El mejor post que he leido en internet.
ResponderEliminarNo hay mas palabras.
Me gusta tu humor ácido. Pero más allá de que me he reído al mandarnos a depilar, personalmente me siento un poco intrusa al ver a este hombre que debería estar descansando sus restos sin la mirada curiosa de todos nosotros.
ResponderEliminarPercibo cierto cambio de humor en este post o es la imagen de un tío desnudo lo que me ha hecho sonreir? xDD
ResponderEliminarAún hay gente que anda preguntándose qué demonios hizo san José con la carpintería, con lo que no me extrañan las preguntas que puedan suscitarse a raíz del hallazgo de esta momia. Me encantó tu entrada (a ver si nos vemos un día y nos tomamos unas cervecillas). Por cierto, te voté
ResponderEliminarUn abrazo y Salud!!!
DAVID: gracias... pero yo creo que los hay mejores, en todo caso, cada post de cada uno de los bloggers dice algo sobre su blogger creador y eso hace de ellos post con un gran valor informativo, todos y cada uno de los publicados en la blogosfera. Un saludo.
ResponderEliminarLILIANA: yo alguna vez como historiador y como persona me he preguntado ¿dónde los restos humanos pueden ser considerados importantes para la Historia hasta el grado de poder ser exhibidos, desde el respeto, pero exhibidos, y donde está el limite donde esto no es posible aunque den datos para la Historia? ¿es una cuestión de años, de circunstancias, de qué? Y no encuentro un patrón fijo, aunque el de los años suele ser uno de los más usados. Es un buen comentario el tuyo, digno para la discusión científica y Humana.
MONOLOGUISTA: desnudo, muerto, y que dado la poca cantidad de Humanos al principio y la gran cantidad hoy día, quizá sea familiar nuestro... UY, uy, uy... ¿te ha gustado su desnudez, eh, pillina? recuerda que es una momia 8muy bien conservada por cierto para los milenios que tiene y ser momia natural y no artificial.
HARRY REDDISH: Las momias siempre suscitan preguntas, pero desde el punto de vista científico histórico normalmente son menos misteriosas y más secillitas de lo que las creencias populares, merchandising y pseudoegiptólogos les atribuyen... es como las pirámides, no hay ni una sola pirámide egipcia cuyo interior sea un laberinto, en serio. Un saludo.
¿Muertos en bolas...?el criterio editorial de este blog siempre tan desconcertante.
ResponderEliminarSaludos momiosos!!!
yo no comprendo porqué a los egipcios les gustaba momificarse. con lo feos que quedan con el paso de los años. yo casi que prefiero que me incineren :)
ResponderEliminarNo sé si los años o las circunstancias deben permitir este tipo de exhibición. Aunque no practico ninguna religión, debo decir que siento algo de respeto por el ser que fue. Si nunca le preguntaron si podían exhibirlo una vez muerto, y él hombre dispuso todo para que sus restos descansaran de la manera que lo sepultaron, por qué hoy debe estar en exhibición en un museo?
ResponderEliminarEntiendo aquello de que ofrece datos para la historia... pero exhibirlo? Por ejemplo, no veo nada de malo que exhumen los restos de los desaparecidos durante la última dictadura argentina, claro, ellos no dispusieron su "descanso eterno" de la manera que los "sepultaron". Pero una vez exhumados, reconocidos los cadáveres, creo que esos seres humanos (como todos los demás, egipcios incluidos) se merecen un lugar de descanso, no la inoportuna y constante mirada de los curiosos.
No te dije que me pareció novedoso lo que cuentas de cómo se impuso la momificación en Egipto.
ay dios
ResponderEliminardesenterrar momias
qué recuerdos espeluznantes me trae usted
pero no me preocupo, voy depilada
Dicen que del polvo venimos y en polvo nos convertiremos. En mi caso, en cenizas. A fin de cuentas, las momias terminan por acumular polvo también.
ResponderEliminartortlon: sí, bueno, yo quería una momia en traje de baño o algo así, pero esta estaba tan amarillita... mirala bien, si es una juerguista nudista... Saludicos canucheros.
ResponderEliminarMARTA DE ESPARTA: Ay, la vida eterna es lo que tiene, pero la momia de la peli en blanco y negro era muy maja... ¿no te hace ese aspecto? hmmm... bueno, ya veremos como lo solucionamos... Un saludo, gracias por tu visita.
LILIANA: yo no soy contrario a la exhibición en museos de determinados restos humanos, porque si en lugar de ir a verlos como meros curiosos se van a ver con alguien capaz de explicartelos pueden enseñar y abrir la mente mucho a quien lo ve, a comprender una cierta pedagogia ante la muerte que todos necesitamos, pues aunque todos sabremos que moriremos, la gran mayoría no lo tenemos asumido, y tratamos el asunto como algo ageno, aparte de historia estas momias nos pueden inducir a empezara pensar que como no hay nada nuevo bajo el sol la conciencia nate la propia muerte debe darse y esta no nos ha de dar pavor.
besico.
MARI: ¿desenterraste momias en Perú? caray, caray, sabía de tu pasado arqueologo que ya comentaste en este blog, pero esto es un nivel ya. Hace bien en depilarse, ya sabe... en cinco mil años la podran ver el MArs Museum
3'14: lo más natural sería enterrarnos en tierra adirectamente para poder cumplir con el ciclo de la vida, sirviendo de nutrientes para que nazcan nuevos seres vivos que den oportunidad de vivir a otros nuevos serers vivos... pero somos tantos que sólo llenaríamos la tierra de hez. Hmmm... cambiemos de tema: te mando un saludo y un brinco y te invito a una cerveza.
gracias por tus palabras canichu, mas allá de los votos la idea es concientisar a todos, el hecho "insignificante" de no arrojar un papel en la via pública ya es algo, tienes mis votos al igual que los espero por "ciencia y medio ambiente", o simplemente visita mi blog cuando quieras, gracias nuevamente, exitos!.
ResponderEliminary yo con barba de tres dias.....
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