Bueno, leyendo el título del informe de espionaje de hoy cualquiera podría pensar que me refiero a Catwoman, La Mujer Gato, una de las enemigas del héroe de cómic, cine, televisión y alguna novela y alguna canción, Batman. Pero no. La verdad es que este espía ha tenido esta noche pasada un sueño realmente curioso y antes de enviarlo a contrastar en el bar, lo envía a los Altos Mandos dentro de este expediente.
La verdad es que estaba soñando que me habían enviado a una fiesta que se celebraba en un lujoso hotel de una isla. Allí estaban todos mis amigos y mi gata. A todo esto, mi gata se llama Reina, curioso nombre le puso mi madre para ser yo republicano, pero no viene mal, cuando hace alguna trastada siempre puedo exclamar "me cago en la Reina". Es de raza común europea, de ojos verdes, blanca y con manchas naranjas que tienen pequeños contrastes atigrados a rayas. Pues durante la fiesta a mí la gente comenzaba a aburrirme y a incomodarme enormemente con conversaciones sobre mi estrepitosamente fracasado pasado afectivo más reciente (con todo lo que le rodeó) y mis circunstancias sin empleo actuales. En ese momento me escabullo a los servicios del hotel cuando aparece la gata mientras estoy orinando. Terminada la meada intento coger a la gata para llevármela a la fiesta y entretenerme un rato con la idea de apartar determinadas conversaciones, que no voy a escribir, hacia conversaciones sobre la gata. En ese momento entra Acolade en el cuarto de baño y comienza un terremoto a consecuencia de un maremoto que en pocos minutos va a destruír la isla. Acolade sale corriendo y yo me quedo intentando coger a la gata para salvarla conmigo, a fin de cuentas yo quiero mucho a mi gata en la vida real. Pero la gata se queda mirándome y comienza a hablarme. Me pide calma, me explica lo que está sucediendo en la isla, que todo el mundo se está yendo en lancha (paradójicamente en mi sueño, pese al maremoto, salir en lancha motora de la isla era la única manera de salvarse) y a continuación me dice lo que nos va a ocurrir: seremos sepultados por una gran ola gigante. Yo, estupefacto, le digo "¿podías hablar?" "Pues claro", me dice, "es que nunca creí que tuviera algo que decirte realmente hasta ahora". Y se queda tan tranquila. Y le digo: "Piensas como una humana". "Sí, ¿quién te crees que soy?" Y sigo: "Entonces eres consciente de toda mi vida privada". Yo y mi gata hemos compartido intimidades... ¿quién no con su mascota? Así por ejemplo, aparte de los mimos normales a una mascota, pues ha estado a mi lado en determinadas conversaciones telefónicas de alto secreto, le he hablado sabiendo que no me entiende y me ha visto ducharme o comer cosas asquerosas... y aún os recuerdo que escribí hace tiempo en este blog mi costumbre de dormir por la noche desnudo totalmente... a lo que mi gata no es agena porque a veces (no habitualmente) viene a dormir a mis pies de la cama, aunque suele acompañarme en la habitación siempre hasta que apago la luz. Y resulta que ella me dice: "sí, y me da igual, sigo aquí porque me da igual, eres mi amigo". Y se transforma realmente en una vieja amiga de hace años de mi vida real, en Danaclaudio. Carajo, me quedo avergonzado y estupefaacto mientras ella sale por la puerta y me invita a seguirla. Salgo al rato pero la he perdido de vista. Todo el mundo huye despavorido. Alguien me da en el hombro y es ella. "Vamos, hay que darse prisa, sólo queda una lancha". Sigo algo atónito. Al reaccionar voy corriendo a la lancha, que está en una playa con palmeras. Pero me empujan y se montan en la lancha Chico Gris, Acolade, Txingurri, Araceli y Pedro y me gritan que ya no hay sitio para mí. En ese momento Danaclaudio vuelve a transformarse en mi gata, me dice "lo siento, tendrás que quedarte" y salta a la lancha. Todos se van. El mar está revuelto, pero esa última lancha zarpa en dirección a otras muchas lanchas que huyen a su salvación a un trozo de mar que, incomplensiblemente está calmo. Me quedo sólo en la isla. Veo acercarse una ola gigantesca como a cámara lenta. Me siento en la arena y me quedo tranquilamente pensando en que todo terminará pronto. Y al llegar la ola desperté con los maullidos madrugadores de mi gata Reina arañando la puerta de mi habitación para que la deje entrar. Y entró. Y el amo le contó el sueño a su gata. Y la gata, subida de un brinco a su cama, le oía mientras ella se lavaba las patas con sus lamentones de gata.
DATOS TOP SECRET DEL DOCUMENTO GRÁFICO: Este espía lo investigo en A Bote Pronto. Es la portada del libro Catwoman, the life and times of a feline fatale, por Suzan Colón. dibujos de: Bruce Timm.
antes de que los amigos que me conocen en persona hagan especulaciones al leer esto, y para alivio de Danaclaudio, aclararé que no hay nada entre nosotros, salvo la amistad de hace años que todos conocéis. Ella está muy a gusto con los chicos que se ha ligado por el camino estos años, y puedo asegurar que no soy ninguno de ellos. Un saludo cervecero.
ResponderEliminarmadre mía, canichu...si es un sueño no tienes que justificar nada, y mucho menos las relaciones que tienes con esas personas que aparecen en ellos.
ResponderEliminarEn cuanto al post en si, me ha encantado, como casi todos los que tú haces. Consigues captar la atención y trasladarnos a ese mundo que tú inventas para nosotros.
La mujer-gata....creo que es una fantasía, casi diría habitual, los movimientos sinuosos, gráciles y silenciosos de los felinos...la mirada rasgada...
Me ha gustado el relato de tu sueño, sobre todo porque pienso que, de alguna manera, te salvaste, porque no huiste con todos, que quién sabe dónde irían... y quedaste único en una isla paradisíaca, esperando el ¿final? (quizá se haya traspapelado en tus pensamientos aquello de qué haría uno si fuera el último día de su vida).
ResponderEliminarYo tengo mis propias teorías respecto al significado de este sueño y aunque no soy Freud diría que acierto
ResponderEliminarqué bueno!!
ResponderEliminarbueno, quiero decir BUENO, no solo de calidad, o de ingenioso (así son los sueños, claro) sino que me gusta mucho la figura de tu gata, y lo que pasaría si nuestras mascotas entendiesen todo. Un abrazo!
Me gusta mucho tu historia, pero tengo un problema... ¡¡¡Soy alérgico a los gatos!!!. Espero que tu gata sea hipoalergénica.
ResponderEliminar(Muchos) Salud-os
Comparte tus teorías, Eriwen.
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