Pues ya ha pasado tiempo suficiente de las elecciones como para poder comentarlas por encima, y digo por encima ya que muchos han escrito ya de ellas. Lo cierto es que estaba esperando a la publicación que siempre hace el semanario Puerta de Madrid de los resultados colegio por colegio en Alcalá de Henares. Desde hace muchos años colecciono esos recortes y me sirven muy bien para tener datos exactos. Además hacen bien en poner a veces el historial completo desde 1977. Bien es cierto que este año han cometido por error (para mi gusto) el sustituir su tradicional cuadro de porcentajes de votos por un cuadro de colores de los partidos y sus porcentajes de voto, cuando la publicación es en blanco y negro y es difícil tratar de comprender el resultado, salvo por intuición. En todo caso, siempre es de agradecer esa tara de Puerta de Madrid. Como sea, vamos a ello.
LAS GENERALES
De momento, del mega año electoral, tenemos pendiente aún la formación del gobierno de las elecciones generales de abril. Hasta ahora sabíamos que Pedro Sánchez, el más que posible presidente que repita por el PSOE, había decidido postponer todo posible conversación de pactos hasta después de las elecciones europeas, autonómicas y municipales de mayo. Además, en los dos debates electorales de las generales Pedro Sánchez se había negado a contestar a Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, sobre si pactaría o no con Ciudadanos antes que con ellos. Más allá, varios de los principales líderes del PSOE declararon que preferían pactar con los liberales de Ciudadanos. No defraudaron en lo que se veía venir. Una vez pasadas las elecciones de mayo y visto el desplome de Unidas Podemos, Pablo Sánchez corrió a reunirse con Macron, presidente de Francia, un liberal (al estilo de la tendencia política de Ciudadanos). En las últimas dos semanas, y máxime hoy, el propio Pedro Sánchez y el resto del PSOE declaraban querer gobernar sin coaliciones con Unidas Podemos e incluso amenazaron con ir a elecciones de nuevo si era necesario, a la vez que insistieron innumerables veces a Ciudadanos para que levantaran los vetos a pactos con el PSOE. Hoy en concreto, el PSOE habla de un gobierno de colaboración con Unidas Podemos, pero no de coalición y sigue tentando a Ciudadanos. Bueno, gobiernos similares, aunque no así llamados, ya existieron con el PSOE de los últimos gobiernos de Felipe González con los nacionalistas y con el PP de Aznar también con los nacionalistas en el gobierno de 1996-2000.
En la biografía y el haber del pasado biográfico de Pedro Sánchez está haber colaborado en la confección de la reforma laboral de 2010, la del PSOE de Zapatero, que fue una antesala funestísima para la reforma laboral del PP en 2012, hoy aún vigente, ya que Sánchez no la derogó en cuanto se hizo con el gobierno en 2018, tal como en el pasado prometió que haría y que, actualmente, tanto él como sus ministras y ministros niegan que se derogue del todo y que en todo caso la quieren enmendar o meterle reformas mínimas. No nos engañemos, tal como ya dije en el anterior análisis de las generales, tanto la subida del sueldo mínimo interprofesional como el actual control de las horas extraordinarias en el trabajo para que se abonen al trabajador son cuestiones sobre las que presionó su socio de gobierno, Unidas Podemos, para que ocurrieran y se aprobaran, en absoluto fueron iniciativas del PSOE. Ya lo dije anteriormente, para que el PSOE siguiera un rumbo socialista, o al menos aproximado a él, se necesitaba que Unidas Podemos estén fuertes, sin un Unidas Podemos fuertes el PSOE lo que desea es continuar la senda de las políticas liberales que iniciaron hace tiempo y que en 2011 consolidaron al reformar junto al PP la Constitución precisamente con fuertes tintes liberales, pero no socialistas, no favorables a los trabajadores, pero sí a grandes empresarios y la banca.
La política que propone Ciudadanos y la que propone Unidas Podemos es diametralmente opuesta. Si el PSOE desea seguir la senda de Ciudadanos, no muy lejana a la senda económica del PP, se autoafirmarían una vez más en que hace muchos años que deberían haber refundido el partido, dejar de llamarse socialdemócratas, ya que no siguen esa senda, y recuperar lo que fue el Partido Progresista en el siglo XIX, un partido de corte de izquierda liberal y burguesa y no republicano necesariamente.
Sin embargo, ya sea por la mala prensa que se le ha dado a Unidas Podemos o porque los propios actos de los líderes de estos ayudan a atar su propia soga al árbol, mucha gente ha devuelto su voto al PSOE y se lo ha escaqueado a Unidas Podemos. Por una parte podría creerse que hay gente que cree que muchas de las iniciativas del pasado gobierno de Pedro Sánchez, al que se le quiere dar continuidad, son cosas propias del PSOE, sin embargo, son cosas del PSOE presionado por la necesidad del apoyo de Unidas Podemos, que son los que realmente están detrás de esos cambios. Sea como sea, mientras se forma y no se forma el nuevo gobierno y se toman y no se toman las nuevas decisiones, el PSOE ya ha destapado sus cartas acerca de lo cómodo que se siente con Ciudadanos y lo incómodo pero necesitado que está de Unidas Podemos, a pesar de que se vea mucho más libre de sus ligaduras desde las elecciones autonómicas.
En breve muchos votantes se darán cuenta de qué han votado en uno y otro sentido, pero todo dependerá de los amigos de gobierno que desee tener Pedro Sánchez, no obstante, como ya dije semanas atrás, el resultado en realidad no garantiza ni que se forme gobierno ahora, ni que se pueda gobernar cuatro años seguidos. Tanto los nacionalistas como los propios Unidas Podemos son los que tienen en realidad las llaves del gobierno, por muchos diputados que tenga el PSOE.
Todo apunta a que habrá gobierno del PSOE, la cuestión es: ¿con quién y en qué modalidad gobernarán y cuánto caso harán a sus peticiones? A las horas actuales, creo que los sindicatos más combativos deberían revitalizarse, es ahí donde se va a necesitar a los ciudadanos.
LAS EUROPEAS
Dijeron en toda la prensa europea que los grandes ganadores habían sido los liberales y los ecologistas, pero pasaron por alto que los que realmente se pueden apuntar un tanto importante es la extrema derecha de los diferentes Estados miembros de la Unión Europea (EU). Farage ganó en Reino Unido, Salvini en Italia, Le Pen en Francia, Orban en Hungría, los Kaczynski en Polonia, España por primera vez tiene eurodiputados de extrema derecha con Vox, así otros tantos Estados miembros... Y mientras la ultraderecha toma todos esos lugares, la socialdemocracia en la UE pasa a ser liderada por sus resultados por el PSOE de España, aunque mejor estaría en manos del Partido Socialista de Portugal, más coherente y sensato con lo que es la ideología socialdemócrata. Pese a que los ecologistas ligados a la izquierda, Los Verdes, han ganado puestos, hay motivos de reflexión profunda en Europa... de reflexión de la izquierda en todas sus gamas, pero especialmente de aquellos partidos mayoritarios en votos hasta ahora, que eran quienes decían representarla, pues cada vez se muestran con menos apoyos sociales.
Los democristianos, representados por Partido Popular Europeo (PPE), que es la agrupación de la UE para partidos como el de Merkel de Alemania o el del PP de España, perdieron su mayoría por primera vez en décadas, y lo mismo pasó con los socialdemócratas. Su matrimonio, acuerdos y alianzas en todos estos años, especialmente con la crisis económica, ya les había pasado factura varias veces en los diferentes países miembros. Nada sale gratis cuando se beneficia principalmente a banqueros y grandes empresas y por el camino se olvida a los trabajadores. Adoptaron una gran cantidad de iniciativas liberales, y aunque eso es algo que será perdonable a la larga a los democristianos, porque al fin y al cabo ellos siempre tuvieron algo de liberales, puede que sea una herida letal para los socialdemócratas. Como sea, democristianos y socialdemócratas olvidaron algo importante de sus bases ideológicas: que pese a ser proyectos sociales diferentes, ambos, a su manera cada uno, tiene por eje el bienestar y prosperidad social de toda la sociedad, abrazando los principios igualitarios formulados a finales del siglo XVIII, unos con tintes cristianos y otros con tintes socialistas. En su lugar se entregaron más y más al liberalismo (capitalismo) que hoy día tiene tintes de capitalismo salvaje al estilo del siglo XVIII y del siglo XIX. Lo tiene desde el fin de la Guerra Fría en 1991. Ese mismo liberalismo desaforado demostró ser la antesala de la extrema derecha y el fascismo a mediados del siglo XX, cuando muchos liberales completaron su viraje extremista alegando defenderse del socialismo. Mientras los democristianos y la socialdemocracia se hundían por sus faltas, aumentaron los liberales en general en toda Europa heredando su espacio y, más allá de ellos, los partidos de extrema derecha ganaban en particular en varios Estados miembros. No es casualidad.
¿Y la izquierda? Obviamente la socialdemocracia no sólo ha perdido, sino que la socialdemocracia que normalmente es la fuerte en Europa ha desaparecido. Al principio fue la francesa, que fue ventilada hace años por seguir las políticas democristianas de los alemanes. Fuertes eran los socialdemócratas alemanes, pero estos han sido anulados al completo tras muchos años apoyando a... los democristianos alemanes. Los griegos ya habían sido puestos fuera de juego en 2014, y los comunistas con Tsipras no son tan fuertes desde que los alemanes les castigaron duramente. Los italianos también desaparecieron del panorama hace tiempo, igual que los griegos y los demás, por asentir a todo lo que los democristianos europeos quisieran. Quien vota socialdemócrata no vota democristiano, quien vota izquierda no vota derecha, y eso es algo que los líderes socialdemócratas no han comprendido y, queriendo gobernar para el pueblo sin el pueblo, han tratado de hacer aquello que no habían sido llamados a hacer: políticas de derechas y disfrazarlas de izquierdas. Lo que pasa es que estas políticas, una vez aplicadas, afectan a los trabajadores, empezando por los más humildes, y los más vulnerables, y llegado el momento estos les dan la espalda porque ya no confían en ellos. Lo malo es que algunos de estos se ven seducidos por las lecturas demagógicas de partidos de extrema derecha y nacionalistas, o bien se dejan convencer por los liberales en una especie de Síndrome de Estocolmo. Tampoco los laboristas ingleses estaban presentes, cuando ellos mismos están sumergidos en una crisis de identidad ciclopea a costa del Brexit. Los portugueses son lo únicos con las cosas claras de lo que es socialdemocracia, pero estos son representativamente pocos en la UE, por ello el espacio ahora lo lidera el PSOE español, que sí ganó en las europeas... y probablemente no es alagüeño si tomamos por referencia esa reunión entre Sánchez y Macron ya mencionada y tenemos en cuenta todo lo dicho anteriormente. La socialdemocracia parece demasiado tentada a hacer la Corte a los liberales. Es como si no confiara en sí misma.
Quedan, eso sí, los ecologistas. Estos, Los Verdes, Equo y otros, suelen ser de izquierda y en Europa suelen ligarse a las agrupaciones de partidos nacionalistas o bien de partidos netamente de izquierdas. Todos los partidos llevan hoy día propuestas ecologistas, pero estos partidos ecologistas son sus más sinceros defensores, por razones obvias. Nacieron por y para ello. La Unión Europea es una de las zonas del mundo que más está potenciando las políticas ecológicas, y también una de las zonas donde su sociedad se está volviendo cada vez más consciente y más exigente de medidas y actitudes ecológicas. Que estén dentro de la mayoría en el Parlamento Europeo al menos es un poco de esperanza en nuevas normativas y recomendaciones que nos ayuden a enmendar un camino desastroso de políticas que nos han llevado al cambio climático. Sin embargo, toda medida efectiva contra el cambio climático pasa por un cambio de actitudes. Los científicos australianos dan la visión más catastrófica de ese cambio climático y orientan esa visión una vez más a los políticos para que tomen medidas, pero de verdad que sería más efectivo que la gente comience a cambiar los hábitos de consumo, sobre todo el de menos electricidad y combustibles. Como leí en un reportaje de hace unos meses, hay organizaciones ecologistas que han llegado a la conclusión que es más fácil forzar a una multinacional a cambiar su producción afectando a sus ingresos con nuestros actos, que intentar convencer a ciento y pico países y que además tomen la misma decisión y que la hagan cumplir cada uno por su cuenta. Dato a reflexionar: Coca-Cola es el mayor consumidor de aluminio del planeta y productor de plásticos, así como uno de los principales consumidores de agua. Con esto sobre la mesa lo que está claro es que parte del problema ecológico está en el sistema liberal (capitalista) de consumo y producción continuados. Cambiar esto pone sobre la mesa asuntos más allá de la ecología y no olvidemos que la otra pata de la mesa ahora mismo son los liberales.
LAS AUTONÓMICAS
Muy evidentemente ha ocurrido lo que se esperaba. El PSOE se ha hecho con casi todo el mapa electoral en cuanto a victorias en las urnas como partido más votado, otra cosa es que sume o no sume en muchas comunidades y provincias para poder gobernar. De hecho, por pactos y coaliciones es probable que pierda la Comunidad de Madrid y la de Murcia, por ejemplo. Y lo de Madrid no era de extrañar si tenemos en cuenta lo que analicé del PSOE en la
Noticia 1876ª. Estaba bien posicionado, pero eso era relativo, tanto por el líder que eligieron respecto a las generaciones que le íbamos a votar, como porque el PP siempre fue fuerte en esta Comunidad de donde sacaron numerosos líderes a nivel nacional. De todos modos, lo de Madrid ya estaba analizado por entonces, y sí, efectivamente estaba el asunto de Más Madrid y de Unidas Podemos como elementos de división en la izquierda a la izquierda del PSOE, pero mucho me da en la nariz que dado que es el PSOE el que está en auge y no el resto de la izquierda, tiene el PSOE más que reflexionar acerca del acierto o desacierto de confiar en Gabilondo que en si el resto de la izquierda hace bien o mal en tal o cual cosa. Sea como sea, que Ciudadanos acceda a hablar con la extrema derecha de Vox para entregar el gobierno autonómico de Madrid al PP refrenda lo explicado sobre liberales y extrema derecha en las europeas. Democristianos del PP y liberales de Ciudadanos sabrán si les sale rentable seguir ese rumbo, rentable a ellos, a todos los españoles y al futuro de España. Cada uno sabrá sus cuentas.
Más o menos misma reflexión para el futuro gobierno de Madrid capital, aunque esto cae dentro de las municipales. Resulta un tanto increíble, aunque es cierto, que Más Madrid, con una Carmena que ha reducido la deuda en muchos millones de euros, que ha logrado dar respuesta a la exigencia de la UE para la reducción de contaminantes en el centro de la ciudad, y demás, haya sido ganadora por tan a la mínima que parece bastante probable que la unión de PP, Ciudadanos y Vox la desaloje. ¿Y el PSOE? ¿No tiene suficientes votos para salir a la ayuda de Carmena? No. Y ese "no" debería ser un aviso importante al PSOE nacional, ya que la capital son varios millones de personas, y la Comunidad de Madrid otros tantos millones, millones bastante abundantes en el conjunto de millones de españoles. La confianza en el PSOE es relativa. Han ganado en numerosos lugares porque se han unido las coyunturas de una derecha en crisis en estos momentos y porque los partidos a la izquierda de ellos también está en crisis. Están en un momento coyuntural que les ha dado muchas llaves, donde ellos están reforzados y fuertes, pero que justo en Madrid todo sea endeble indica que hay desconfianza, no suman todo lo que podrían haber sumado, lo que nos dice que mucha gente de izquierda no termina de creer en el PSOE, por muy fuertes que estén ahora. No olvidemos tampoco que entre la participación en las generales en abril y la de las autonómicas en mayo bajó el número de gente que decidió votar. En un mes sumaron abstencionistas, no gente que revalidara el proyecto que un mes antes sí apoyó.
Por otro lado es tragicómico haber asistido a un Ciudadanos pidiendo al PSOE que dejen votar a la lista más votada en Navarra, para que no acceda al gobierno Bildu por pactos con el PSOE, mientras que ellos, Ciudadanos, no están dispuestos a dejar gobernar a las listas más votadas en las citadas Madrid y Murcia, ni tampoco en Castilla y León, ni en Aragón, donde los más votados son el PSOE. Sin embargo, Ciudadanos, en todos esos lugares, si desean hacer pactos y tratos con el PP, Vox mediante, para crear gobiernos.
A todo esto el PSOE no ha parado de pedirle a Ciudadanos que levante sus vetos para poder crear gobiernos con el PSOE o facilitar el gobierno del PSOE, ninguneando así a Unidas Podemos, su principal valedor hasta ahora. Creo que queda claro cuáles son los intereses del PSOE, pero igualmente que sólo encontrará de momento amparo precisamente en Unidas Podemos, más que en Ciudadanos.
Lo que se puede estar jugando de fondo ahora mismo es la percepción de los ciudadanos respecto a los partidos. No ahora mismo, no de inmediato, pero de lo que hagan estos días se derivarán sus políticas mañana. De ahí saldrá o una socialdemocracia reforzada como la portuguesa, gracias a la influencia de Unidas Podemos, o su hundimiento total al estilo francés o alemán. Pero también, en el otro lado, o la caída de los democristianos o el ascenso lento pero sin pausa de los liberales, y de fondo, mirándoles, la extrema derecha que, en el caso español, a pesar de todas las alarmas que se han despertado, tengo la impresión que está en su estertor en cuanto a tener reflejo en las instituciones con representantes, pero seguirá pendiente la solución de lo que se conoce sociológica e históricamente como franquismo social, pues es ahí donde sí pueden surgir problemas a los valores democráticos. Pensemos que no ha sido en ciudades y barrios obreros donde más ha ganado la ultraderecha, sino en lugares de alto poder adquisitivo y en los de vivienda de la alta oficialidad militar. Gentes con dinero y gentes con armas. En todo caso creo que, por mucho ruido que hagan y que les den pie para que lo hagan y se difunda aunque sea para hacer programas de humor, ellos solos se van a neutralizar representativamente en las instituciones con sus actos institucionales.
MUNICIPALES
Ya he comentado algo sobre lo ocurrido en las de Madrid capital. Algo similar ha pasado en Barcelona. En este caso los que mueven ficha es Barcelona en Común con el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) y los republicanos nacionalistas de ERC. El alcalde sería el líder del PSC, y sería clave el apoyo de Ciudadanos, con Valls a la cabeza, altamente crítico con su partido por los tratos y conversaciones abiertos con Vox.
En todo caso, cuando analicé las municipales me ceñí principalmente a Alcalá de Henares. En todo lo que escribí allí se condensa por una parte lo que ha supuesto la división de la izquierda en todas las municipales de España. Igualmente, en todo lo que escribí allí queda expuesto, condensado y analizado casi todo lo que condujo en Alcalá de Henares a la desaparición de Somos Alcalá, la caída del PP, la también desaparición de España 2000, el auge de Ciudadanos y la llegada de Vox, ante al ascenso total del PSOE y la aparición de Unidas Podemos. Me remito a esa lectura para poder captar el porqué de todo ello,
Noticia 1877ª, y a continuación toca introducir algunos aportes y matices a lo que dije entonces.
Ante todo hay que aclarar que en las pasadas elecciones generales de abril votó un 79'58% del electorado alcalaíno, la quinta vez que se llega y pasa ese 79% de los electores de las treinta y ocho veces que los alcalaínos hemos ido a votar desde que se puede hacer desde 1977 con la actual monarquía parlamentaria. De esas cinco veces, sólo tres veces se ha pasado a la decena del 80% (la primera vez en las generales de 1977 -81'4%-; la segunda vez en las generales de 1982 -84'4%-; y la tercera vez, la que más, en las generales de 1993 -86'1%-). Pero, viene un "pero" serio, la abstención ha sido alta este mayo en europeas (64'59%, que aún así fue mucho más participación que en 2014, que fue un 46'98%), en autonómicas (65'66%, más bajo que en 2015 que fue 67'45%, pero aún así fue más participación que en las municipales) y en municipales (64'64%, por debajo de la participación de 2015, que fue un 66'02%). ¿Qué quiere decir esto? En primer lugar que dado que como las tres elecciones eran a la vez y por tanto acercarse a una urna te ponía justo delante de las otras dos, o sea, te lo facilitaba, lo cierto es que la gente prefirió ser muy activa en las autonómicas y en las europeas, pero en lo relativo a lo municipal decidieron no meter su voto, ni siquiera aunque fuera en blanco o nulo. De hecho las cifras de las personas que emitieron voto cambian de una a otra, como obviamente reflejan los porcentajes. Debió ser llamativa la cantidad de gente que ante las mesas electorales decidían meter su papeleta en unas urnas sí y en otras no, especialmente en las municipales. Está claro que pensaban que era más importante las autonómicas que las municipales, pero dado el desfase de participación frente a las generales, podemos pensar que en el municipio ha ocurrido algo que ha desilusionado a muchos votantes. Ese ejercicio de reflexión no parece que lo haya querido hacer ni políticos ni periodistas locales. Pensemos que la abstención municipal fue del 35'36% del censo. El censo electoral municipal, personas con derecho a voto, estaba en 139.139 personas y sólo votaron 89.940 personas, mientras que se abstuvieron 49.199 personas. No es un dato poco importante. Además, de las 89.940 personas que votaron hay que restar los que lo hicieron en blanco y los que lo hicieron en nulo. En las pasadas generales estos fueron en el orden de que 771 lo hicieron en blanco y 951 ejercieron el voto nulo, unos 1.722 votantes. No tengo el dato en las municipales, pero pongamos que fuera similar, eso nos pondría en que realmente las personas que decidieran elegir ediles fuesen 88.218. Todo eso en una ciudad que en cuanto a habitantes, con y sin edad de votar, hay unas 200.000 personas.
Repito, teniendo en cuenta que la participación en las municipales en el mismo día, hora y lugar fue menor que en las autonómicas o las europeas (en estas de modo relativo), y dadas todas las cifras dadas, ningún político ni periodista local ha hecho un ejercicio de reflexión sobre la desilusión real y cuantificable que ha producido en Alcalá de Henares estas elecciones. Ni ha habido autocrítica, aunque sí demasiadas críticas a las causas ajenas.
Me resulta ilusorio muchas de las cosas que he leído tanto en políticos locales en prensa, como en redes sociales, amigos algunos, conocidos otros, desconocidos otros tantos, y lo mismo con gente que sé que son de tal o cual partido, o en la prensa local, así mismo en conversaciones de vecinos o de amistades. He leído mundos irreales en las redes desde el resultado electoral, especialmente en la primera semana, luego algo más sosegados en esta segunda semana, pero sin autocrítica y a veces algo miopes. En algún momento alguien debiera parar y ser el primero en decir "bueno, a lo mejor no fue buena idea agarrar la espada por el filo cuando me dijeron que la empuñadura estaba al otro lado".
Para empezar eliminemos del comentario presente al Partido Humanista, que fiel a su costumbre obtuvo un resultado testimonial, apenas 348 votos. También fue testimonial La Izquierda Hoy-Los Verdes (Actúa, la marca de Gaspar Llamazares y los antiguos expulsados de IU-Comunidad de Madrid en 2015), tuvieron 485 votantes. Estos posiblemente obtuvieron representación testimonial dado que su presentación y trabajo en Alcalá apenas fue poco antes de las elecciones, por lo que mucha gente ni los conocería, por lo que no los tendría en cuenta al no saber exactamente quienes era, aparte del desprestigio que Llamazares haya podido adquirir en el centro peninsular dados sus bandazos desde que Izquierda Unida decidió unir su suerte a Podemos en 2015.
Más Madrid, la marca de Errejón y Carmena en Madrid, tampoco obtuvo concejales, pero ellos no fueron testimoniales, tuvieron 2.183 apoyos (votos). Al igual que La Izquierda Hoy-Los Verdes no habían tenido presencia previa en Alcalá, se creó en concreto para estas elecciones, así que tampoco tenían trabajo realizado de base. Sin embargo ahí tenemos a más de dos mil personas confiando en ellos. Posiblemente el voto de estas personas se deba a una doble función, dado que su programa en Alcalá, por otro lado, era idéntico al de Somos Alcalá y parecen escindidos de estos, además. Por un lado es probable que recibieran votos de personas que atendieron a razones más de corte nacional y autonómico más que municipal. Por otro lado tal vez también recibieron votos de descontentos con Somos Alcalá, pero a la vez descontentos con Unidas Podemos y Pablo Iglesias. ¿Razones para el descontento? En cuanto a la división Iglesias-Errejón ya escribí en el análisis aquel, pero son evidentes cada día en la prensa nacional. En cuanto al descontento con Somos Alcalá, quizá hay que revisar todo lo que dije en el análisis citado. Lo que es insólito es que tanto el PSOE local como Somos Alcalá carguen las tintas contra ellos como principales responsables del descalabro de Somos Alcalá, pues es tanto como afirmar que los votantes no tienen criterio propio y votan lo que les venden desde Madrid. El votante no es idiota, por lo general, y sabe lo que vota y porqué lo vota, sean sus razones muy razonadas o peregrinas. No realizar autocrítica y críticas profundas con carga de análisis es algo que si sigue arraigando será el final a medio y largo plazo para la izquierda alcalaína, a la vista está que lo ha sido a cortísimo plazo para Somos Alcalá. Pensemos que el votante de izquierda por lo general suele ser más exigente con sus representantes y no suelen dar apoyos incondicionales en líneas generales, haga lo que hagan sus representantes, salvo los casos de auténticos seguidores de partidos como si de fútbol se tratara.
España 2000 también desapareció. Como analicé por entonces estos competían su espacio con Vox, su enemigo electoral no era otro, se dieran o no se dieran cuenta. Tienen sutiles diferencias de enfoque entre ellos. Cierto es que España 2000 hizo una política en tono de política nacional pero centrados en los temas municipales de Alcalá, usando por baza que tenían un concejal desde 2011. Sacaron 2.959 votantes, mientras que en 2015 habían tenido 5.214 y casi le dio dos concejales, pero tuvieron uno. Por tanto no sólo han perdido el concejal, sino muchos votantes. ¿A qué se debió? Probablemente ellos llevaban razón: sus votantes prefirieron dejarse seducir por Vox, un partido que ahora mismo es mediático, que ha tenido un altavoz en todos los medios de comunicación, dando así a conocer sus ideas que comulgarán con la de mucho ciudadano que piensa en términos de extrema derecha y/o xenófobos. Pensemos que Vox obtuvo más de 14.000 votantes en las generales de un mes antes. España 2000 sale perdiendo votantes ante Vox, pero teniendo cerca de 3.000 votantes aún veremos que la extrema derecha se ha reforzado en Alcalá, por lo que aunque la derrota les resulte amarga, puede que cuando Vox caiga ellos recojan los escombros. Luego explicaré porqué en el turno de Vox. Claro que pudiera ocurrir también que cuando caiga Vox puede que este tipo de ideas ya no seduzcan dadas las actuaciones u omisiones que hagan en estos cuatro años que vienen tanto en el gobierno central como en el resto de gobiernos. En todo caso, puede que haya habido votantes de España 2000 que al ver que con un sólo concejal nunca hacían nada, decidieron cambiar su voto a Vox creyendo que ya que sacaron más de 14.000 votantes en las generales era el momento de obtener una gran cantidad de concejales. No serían tanto votantes de partido, sino votantes de extrema derecha, en general.
Somos Alcalá, ya se ha dicho se quedaron fuera de tener representantes. Ellos tuvieron 3.943 votantes. Por una parte ellos han hecho la reflexión del problema que les ha supuesto la aparición de Más Madrid y también la de Unidas Podemos, que nacen de sus propias costuras. Eso ahonda en el juego de divisiones jugado por Podemos en la Comunidad de Madrid y que les afectó directamente, eso ya se explicó en el análisis citado de las municipales. Por otro lado, en las razones que ellos dan en el número de 7 de junio de Puerta de Madrid, parece que ellos creyeran que los votantes son personas que no tienen ni idea de a quién votan. No leo en ellos, ni en prensa ni en redes sociales, ni les oigo en conversaciones personales, ni una sola autocrítica y sí muchas críticas a todos los demás, incluidos los electores. No sé si se darán cuenta de que eso es parte del problema. Normalmente las personas que votan a un partido suelen seguir las acciones de ese partido y a nadie de sus votantes les será totalmente desconocido qué hicieron y qué no hicieron. No es real la lectura que han hecho Ciudadanos y PP acerca de que Somos Alcalá desaparecieron por hacer seguidismo del PSOE. Quien ha votado Somos Alcalá ha votado izquierda a la izquierda del PSOE, y estos suelen seguir muy de cerca qué hacen y qué no hacen sus representantes. Otra cosa es que Somos Alcalá ahora digan que ellos son municipalistas, que eso de izquierda y derecha ellos no lo trabajan... nada más irreal... y nada que quizá no haya molestado a sus votantes que no les importa autorreconocerse como votantes de izquierdas. El PSOE se ha podido sentir cómodo, muy cómodo, cada vez que los ciudadanos reconocían todas las cosas que les enfadaba o disgustaba en la culpa a Somos Alcalá, sin reflexionar que era el PSOE quien ostentaba la alcaldía. No, no fue bien aceptada la reforma de los autobuses por mucho que insista Somos Alcalá; No, la ciudad no estaba limpia, los nuevos contenedores de basura eran pequeños y en las calles olía a orín; No, no fue aceptada la tala de árboles urbanos sin ser repuestos en sus alcorques, por mucho que aleguen haber plantado cincuenta mil millones de trillones de árboles, y peor aún cuando se les pone objecciones ecológicas y respuestas alternativas y contestan al ataque como si quienes les estaban hablando fueran enemigos políticos... y más cuando una buena parte eran sus votantes de 2015; No, las rotondas no gustan a muchos viandantes, por mil veces que defiendan que hace fluir el tráfico de coches; No, la reforma de los parques no está gustando a muchos vecinos que usan esos parques de forma diaria o semanal; y así podríamos seguir. Y sí, han tenido muchos aciertos, muchos de verdad, como la peatonaliazción (una exigencia de la UE a las ciudades de mucha población para reducir la contaminación), o el principal: el ahorro de millones de euros y la disminución de la deuda que dejó el PP, pero lo lamentable es que mientras dejaban que la gente les asignaba en las calles todo lo malo... todo lo bueno se lo asignaban al PSOE, no han sabido reivindicarse. Además, deberían ser conscientes que en 2015 Somos Alcalá era identificado por muchos como la marca blanca de Podemos, esto le pasó a Carmena en Madrid, o a Colau en Barcelona. Ellas trabajaron su distanciamiento con Podemos posteriormente, pero Somos Alcalá no protagonizó el distancimiento hasta que no fueron expulsados por unas falsas acusaciones de corrupción que les lanzó el PP. Que eran inocentes, reconocido por los jueces, tampoco lo han sabido o podido explicar bien y a tiempo, y la sombra del desprestigio social quedó flotando en votantes de izquierdas pero no tan de Somos. en fin, la mayor parte de las causas de su caída probablemente están explicadas ya en el análisis de las municipales que hice. Les ha faltado autocrítica. Y además, me consta que parte de ellos han votado a Más Madrid en la Comunidad de Madrid, por lo que se hace más relativo eso de que Más Madrid es un escollo a Somos Alcalá. Por otro lado, en cuanto a la participación ciudadana según ellos por la intervención de asociaciones en varios proyectos, quepa citar a Rousseau en El contrato social: "Si cuando el pueblo, suficientemente informado, delibera, los ciudadanos pudieran permanecer sin ninguna comunicación entre ellos, del gran número de pequeñas diferencias resultaría siempre la voluntad general y la resolución sería buena. Pero cuando se forman intrigas y asociaciones parciales a expensas de la comunidad, la voluntad de cada una de ellas conviértese en general con relación a sus miembros, y en particular con relación al Estado, pudiéndose decir entonces que no hay tantos votantes como ciudadanos, sino tantos como asociaciones. Las diferencias se hacen menos numerosas y da un resultado menos general. En fin, cuando una de esas asociaciones es tan grande que predomina sobre todas las demás, el resultado no será una suma de pequeñas diferencias, sino una diferencia única: desaparece la voluntad general y la opinión que impera es una opinión particular". Que sean las palabras de Rousseau, uno de los padres de la democracia actual, quien les ofrezca una primera vía para la autorreflexión acerca de cómo se hicieron las cosas. Las asociaciones cumplen una función democrática, pero la democracia no reside sólo en ellas, ni mucho menos en su voz como voz predominante como si de un voto ponderado se tratara. Y, ¡ojo!, que hicieron muy buenas cosas, que al PSOE local le pasó lo que al PSOE estatal con Unidas Podemos, sólo que al local con Somos Alcalá, que muchos de los avances sociales de la ciudad ha sido cosa del empuje de Somos, a pesar de que deben reconocer que han de hacer autocrítica. La ciudad les sigue necesitando, pero no sin reflexión en este paso del desierto que les ha dado en estos momentos. Lo que dice Rousseau puede parecer teórico, pero a la hora de la verdad es lo mismo que dicen, de manera más práctica, las quejas de muchos vecinos en las calles, casas y bares. Si yo lo he oído, ¿es que las personas de Somos Alcalá permanecieron sordos? Que la propia obcecación en la bondad del proyecto no sea sordera.
Unidas Podemos sí tuvo concejales, dos, con 6.675 votantes, muy lejos de los más de 18.000 que tuvo Somos Alcalá en 2015. Yo estoy convencido que una parte de sus votantes han sido votantes despistados de Somos Alcalá, convencidos de que lo más activo de Somos era la gente de Podemos... y lo eran en cierto modo, hasta que se les expulsó y fueron todos el grueso de Somos Alcalá. De todos modos Unidas Podemos contaban con el grueso de IU, y esta a la vez con el PCE, que tiene relativa relevancia en Alcalá, no obstante uno de los concejales es David Cobo, líder de IU y del PCE y con una amplia trayectoria de luchas sociales, especialmente junto a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. La labor de David Cobo a pie de calle cuando ni intuía llegar a donde ha llegado viene de largo, y me alegro por él. Ojalá no flaquee. Sin embargo: el "pero". El "pero" viene esta vez porque Unidas Podemos ha llegado a Alcalá con el pecado original. Su origen está precisamente en el asalto y derribo de los díscolos en Somos Alcalá, hasta su expulsión, y después en la alteración de los resultados electorales internos en Podemos Alcalá de Henares. Por muy buenas intenciones que traiga IU con David Cobo, su socio es el que lleva la voz cantante, y su socio es ese Podemos Alcalá de Henares con pecado original. Por muchas propuestas que traigan aparentemente deseables ante la ausencia de Somos Alcalá, deberían ganarse la confianza de nuevo de la gente de izquierda, porque 6.000 no son 18.000, porque la abstención estuvo ahí, porque los votos en blanco estuvieron ahí y porque los votos nulos estuvieron ahí. Deben hacer autocrítica y reconocer que parte del problema han sido ellos mismos, tal vez las jugadas de poder de Pablo Iglesias. Hagan lo que hagan en estos momentos, tienen la sospecha y la culpa encima, necesitan expiación. De momento comienzan prometiendo su apoyo al PSOE a pesar de que el PSOE les ha venido a decir que ni les necesita, que: "gracias por la visita, mire: mi mesa, mi silla y mi puerta de entrada y salida".
Vox obtuvo otros dos concejales, con 7.022 votantes. Superaron a Unidas Podemos, otra cuestión más para que Unidas Podemos en Alcalá de Henares reflexione sobre su error en el pecado original. Veamos, mucha gente se echó las manos a la cabeza porque Vox tuviera dos concejales en Alcalá. Algunas amistades mías hablaban en humor negro de "pedir el exilio". ¿Por qué tanto alboroto? En realidad es lo comido por lo servido. España 2000 casi tuvo dos concejales en 2015. ¿Los ha logrado ahora Vox? No cambia mucho. En 2015 Vox apenas tuvo unos 400 votantes, en las generales de abril más de 14.000, en estas pierden varios miles de votos y se quedan en 7.000. Supongamos que de los 14.000 de abril una parte eran de España 2000, que en las generales no se presentaron; España 2000 en estas municipales tuvieron casi 3.000 votos, como ya he dicho. Sumemos: 7.000 y 3.000 son 10.000 votantes. ¿Y bien? ¿Qué? En abril eran 14.000 votantes de extrema derecha, en sólo un mes se han evaporado 4.000 votantes. Lo único que sería a tener en cuenta es que Vox no tiene dos concejales con 5.000 votos, sino con 7.000, y que España 2000 no tiene 400 votantes, sino 3.000. ¿Puede dejar poso eso de cara al futuro? Ya se verá, pero tengo la impresión que lo de Vox es cosa pasajera. No tenían arraigo alguno en Alcalá y es probable que mucho de su votante sea el ala más retrógrada del PP, y que quizá regresen al PP en cuatro años. Vaya usted a saber. En principio no me produce el alarmismo que ha producido en mucha gente, aunque sí es algo que no se ha de menospreciar ni ningunear, pues hay 7.000 personas con estas ideas, más otras 3.000 de España 2000. 10.000 personas en Alcalá pensando en este sentido, y una reserva de 4.000 más dispuestos de ir a lo loco si se sienten molestos con la izquierda, aunque no a apostar fuerte por Vox a la hora de la verdad. Y es probable que de estos sean más de 4.000, de verdad que tengo la impresión que el fenómeno Vox se va a desinflar por sí solo, otra cosa es el poso social que deje.
PP tuvo 5 concejales, con 15.144 votantes. Tal como analice en el análisis citado ya varias veces, y se veía venir, se dieron el batacazo. Es un partido que como dije estaba desestructurado y habían pasado y pasan una serie de investigaciones, aparte de ese recuerdo que han dejado de haber endeudado a la ciudad al máximo, más los casos de corrupción a nivel nacional y autonómico. Su resultado debe hacerles reflexionar cuál ha sido su trayectoria en estos últimos cuatro años y si realmente les ha valido la pena la oposición destructiva y no la constructiva, la de la falsa acusación y la del acoso y derribo a todo el que sea de izquierda. No obstante, los liberales de Ciudadanos les han dado una colleja. Cuando los argumentos no convencen, no convencen. La ciudad no esperaba de la oposición la tensión permanente, si no la búsqueda de soluciones a los problemas diarios y estructurales. Además, no puede dar lecciones un partido que aún tiene en su haber una deuda de varios cientos de millones de euros en la ciudad, deuda que Somos Alcalá y PSOE se las ingeniaron para reducir en más de la mitad.
Ciudadanos, tal y como analice en aquel análisis archicitado, fue uno de los que más rentabilizaron las elecciones. Lograron lo que es incapaz de hacer Albert Rivera a nivel España: sobrepasaron al PP. Tienen 6 concejales, con 17.118 votantes, lo que les hace subir en varios miles respecto a sus votantes de 2015, pero están por debajo de los que tuvo el PP en esas mismas elecciones, pero estamos en 2019. Tiempos nuevos. Las primeras declaraciones que he leído de Lezcano, líder de Ciudadanos en Alcalá, las he leído en Puerta de Madrid, pero las siguientes en Alcalá Hoy y La Luna de Alcalá. Me parece que vive en un mundo de ilusión y arco iris inexplicable, a lomos de un unicornio rosa saltando por encima de setos de hierba inglesa. Poco más o menos que tras reunirse con Javier Rodríguez, alcaldable del PSOE, ha declarado que no descarta presentarse a alcalde él mismo porque el PSOE les ha dicho que tienen concejales suficientes para ser alcalde, por lo que Lezcano, que creía que le iban a recibir con la cerviz doblada y deseosos de que les diga qué quiere que lo hacen, pues no se encontró con ese panorama. No sé si Ciudadanos se han enterado de que el PSOE tiene doce concejales y que ellos sólo seis, a pesar de que sean ahora mismo la segunda fuerza política de la ciudad. Otra cuestión que me parece preciosa en ese paseo a lomos de su unicornio es cuando su cabalgadura moja sus pezuñitas azules por encima de la aguas del Henares y unas gotitas de agua chapotean y le llegan a la sonrisa del que pretende ser otro alcaldable. Es la cuestión en la que Lezcano justifica lo dicho anteriormente porque quiere impedir otros cuatro años de parálisis de la ciudad. ¿...? ¿Parálisis de la ciudad? ¿En qué ciudad ha vivido Lezcano estos cuatro años? Puede que no le guste o que le guste lo hecho, puede que le disguste mucho, pero desde luego parálisis no ha habido en ningún rincón de la ciudad... y eso es algo patente en los innumerables cambios habidos en los barrios y en las arcas. Aunque es verdad que hay algo que a todos los ayuntamientos hay que tirarles de las orejas: el tema del empleo sigue siendo un desastre.
Y el ganador de las elecciones es el PSOE con esos citados doce concejales, con 32.999 votantes. Tal como analice en el citadísimo análisis, lo tenía todo hecho ante la división de la izquierda en la ciudad y las horas bajas de la derecha, sólo podía hacerle frente Ciudadanos y este se quedó a medio camino. Estoy seguro que muchos de los logros de Somos Alcalá se lo han adjudicado a ellos bastantes votantes y han trasvasado su voto. Pensemos que en la recién acabada Alcalá es Música, apuesta de Somos Alcalá que ahora mismo sólo se le adjudica a César Gallegos, su convocante y organizador, fue anunciado en la edición de Madrid de el diario El País con una declaración de Aranguren, concejala de Festejos y de Cultura, del PSOE, y que ésta hablaba del evento como evento a consolidar y que de algún modo parecía dejar caer que era un logro del PSOE, a pesar de que el impulsor y los impulsores en torno a este eran de Somos Alcalá. Pues como esto, todo lo demás de lo ocurrido estos cuatro años. Ya lo expliqué antes con Somos Alcalá. En todo caso es verdad que el PSOE no necesita a nadie para gobernar por sí sólo, pero quizá ha pecado de prepotencia a la hora de hablar con Unidas Podemos, ya que al igual que con Ciudadanos les vino a decir que ellos solos se sobran y se bastan. Los escaños en Alcalá son veintisiete, para tener mayoría se necesita más de trece concejales. PSOE tiene doce, no trece, tienen mayoría simple. De acuerdo que Ciudadanos tiene seis, pero imaginemos que llega a acuerdos con PP y Vox, tendrían trece concejales, uno más que PSOE. Si a Unidas Podemos se le ocurre abstenerse, por lo que sea, por muchos doce concejales que tenga el PSOE, estos no valdrían más que para llorar sus penas. Hasta cierto punto el PSOE local necesita llevarse bien con Unidas Podemos. De acuerdo que de momento Unidas Podemos dice que apoyarán la investidura de Javier Rodríguez, permitiendo así un gobierno del PSOE, pero quieren acuerdos para cumplir algunas partes de su programa. PSOE y Unidas Podemos son catorce concejales. Se puede pasar la investidura, pero, ¿puede el PSOE hacerle todo tipo de desplantes a Unidas Podemos durante cuatro años jugándose así que la derecha plantee en algún momento una moción de censura o bien no se aprueben presupuestos por abstención de Unidas Podemos y se tumbe con ello el gobierno local del PSOE? La prepotencia no es buena consejera, y menos con un hipotético aliado que además también es de izquierdas. Pero es que no olvidemos que el PSOE ha tenido desencuentros con el PCE y con IU local tanto en los actos republicanos de abril como en las manifestaciones por la Sanidad Pública en la ciudad. Sutilezas que para los que no son de izquierdas o no están tan al tanto puede que se les escapen, pero no por ello son inexistentes. Sea como sea, aunque el PSOE se sintiera más cómodo con Somos Alcalá, sería de locos dedicarse a golpear el hígado de Unidas Podemos, por muchos doce concejales que tenga... pues no son mayoría absoluta. El PSOE está llamado a entendimiento, como por otra parte siempre es deseable.
Por lo demás, sólo me queda comentar que prácticamente todos los barrios de Alcalá de Henares votaron mayoritariamente al PSOE, y que sólo en Ciudad del Aire quedó empatado en esa mayoría con Ciudadanos, a un 25% de los votos cada uno en ese colegio electoral. Los colegios electorales más fuertes del PSOE volvieron a ser las barriadas del Distrito II en sus zonas del Polígono Puerta de Madrid (Lianchi, no es ofensivo si no se dice para ofender, lo dice uno familiarmente de aquí), El Juncal, Barrio del Pilar, Nuestra Señora de Belén, Plaza del Barro, Reyes Católicos y otros lugares aledaños. Los dos colegios más fuertes del PSOE son Santos Niños y Manuel Azaña, con el 45% de los votos cada uno.
Ciudadanos sin embargo tiene tres colegios fuertes con un 26% de los votos, el Mozart (en La Garena), La Garena y el Ernest Hemingway en El Ensanche.
PP está fuerte en dos colegios con el 25% de los votos, el Daoiz y Velarde y el Cardenal Cisneros, en el centro de la ciudad.
Vox está fuerte en dos colegios, Ciudad del Aire con el 14% y La Garena, con el 11%, el mismo en el que está fuerte también Ciudadanos.
Y Unidas Podemos está fuerte en cuatro colegios al 9% de los votos (su máximo porcentaje, igual que en los otros casos cada uno el suyo), por un lado en el Distrito II igual que el PSOE, en Santos Niños y en el Manuel Azaña igualmente, y en el Número 29 Espartales y el Alicia de Larrocha, en Nueva Alcalá.
Y realizado ya todo el análisis, saludos y que la cerveza os acompañe, que los gobiernos de todas estas elecciones ya se formarán.