En la Noticia 1574ª, el 7 de marzo, ya hablé bastante de la situación de Europa ante los miles de refugiados que acuden a ella especialmente por su frontera Este desde 2015. Atravesando el mar como se pudiera desde Turquía a Grecia, o desde algún punto de la costa de Oriente Próximo a Chipre para intentar ir desde allí a Grecia, llegaron grandes cantidades de personas huyendo de la guerra y presionados por las represiones, fanatismos e intransigencias varias que ya expliqué en aquel momento, lo que es, como dije, parte de un crimen de guerra y de un crimen contra la Humanidad, así considerado desde el periodo 1945-1948 con los juicios de Nuremberg y la Declaración Universal de los Derechos Humanos con la fundación de la Organización de Naciones Unidas. A veces de forma personal y precaria, y otras con abusos de mafias, mal llegaban a las costas los que sobrevivían al oleaje. En algunos casos llegaban muertos, como aquel niño en las playas griegas cuya fotografía se hizo famosa.
La Unión Europea presionó política y económicamente a Grecia para que cerrara sus fronteras mientras otros países como Austria, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Alemania, Francia o Reino Unido tomaban una serie de medidas de dudosa o nula calidad humanitaria. En Septiembre de 2015 Hungría cerraba sus fronteras con Eslovenia. Austria, desde febrero, ya había impuesto controles férreos en sus fronteras y había comenzado a presionar a las instituciones de la Unión Europea mientras practicaba devoluciones de personas a los países desde donde trataban de entrar los refugiados. Macedonia, el país que más refugiados a acogido después de Grecia, pero que no es de la Unión Europea, cerraba en febrero de 2016 sus fronteras, creaba campos de refugiados que recordaban a los de concentración y esta semana incluso veíamos como su policía lanzaba gases lacrimógenos y golpeaba a los refugiados que se encontraban dentro de uno de esos campos, entre alambradas. La Unión Europea llegó a un acuerdo con Turquía para darle carta blanca en sus métodos con tal de que detenga a los que huyen de la guerra en dirección a Europa. Además había un intercambio de refugiados por el cual Turquía admitía a personas que llegaban a Europa huyendo de la guerra en Siria e Irak, mientras Europa se compromete a admitir a personas que le son molestas a Turquía, sea por su guerra con los kurdos. La reubicación de los expulsados de Europa por parte de Turquía apunta a que serán llevados a una franja fronteriza del Este turco que es susceptible de combates y ataques en la guerra. A cambio, Turquía gana ser favorecido para entrar en la Unión Europea, sin haber resuelto aún cuestiones democráticas y de derechos humanos. Bulgaria, tras eso, reforzó militarmente sus fronteras y comenzó a detener policial y militarmente a todos los que iban pidiendo asilo, van más de mil cien personas. Croacia y Eslovenia pasaron a realizar mayores restricciones para admitir visados en regla para pasar fronteras. Varias organizaciones de derechos humanos denuncian que en los campos de refugiados que ellos tienen se cometen graves violaciones de derechos humanos. Polonia, tras los ataques terroristas en Bruselas a finales de marzo de 2016, cerró sus fronteras y alegó razones de seguridad nacional. Serbia, como colofón hasta la fecha, decidió entonces admitir sólo un determinado tipo de visado biométrico que sólo se dispensa en un punto fronterizo con Macedonia, y decidió declarar ilegales a todos los emigrantes varones entre 16 y 60 años de edad, por lo que estos, de tratar de ir allí, son parados y deportados o, si insisten, detenidos por cometer un delito, el de caminar por Serbia siendo varón mayor de edad. Así está Europa, más lo que hoy no he dicho que ocurre en la parte Occidental, pero que mencioné el otro día. Allí también ocurren cosas, como aquel desmantelamiento del campo de refugiados de Calais, en Francia en su paso a Reino Unido, via la fuerza policial. Vergonzosamente se está haciendo todo aquello contra lo que nació la Unión Europea. Perdemos los valores que nos hacen ser europeos y perdemos el sentido de la Unión Europea, basada en la hermandad, los derechos humanos y la libre circulación. Es interesante leer, entre otras cosas, uno de los reportajes más recientes en Diagonal.
En el último debate que se vivió en el Congreso de los Diputados español donde Rajoy dio cuenta de los acuerdos más recientes en las instituciones de la Unión Europea, entre ellos fundamentalmente los referidos a los refugiados y a los cierres de fronteras, sólo al Partido Popular, con algunos guiños de simpatía de Ciudadanos, le parecía bien todo lo hecho hasta el momento. Aquel día estuvo muy presente en todos los argumentos el caso de los campos de refugiados de 1939, caso precedente en Europa. Aquellos campos de refugiados estaban en la frontera sur de Francia y la Argelia francesa. Allí estaban los españoles republicanos que huían de la guerra civil, de su final y de las represiones inhumanas del general Franco. Miles de personas se hacinaron en aquellos lugares. Los diputados hablaron acerca de este hecho y de la generosidad que hubo por parte de muchos países para acoger refugiados españoles. Sin embargo, aquellos campos franceses de refugiados en 1939 tenían las mismas condiciones de vida que los campos de internamiento y de concentración, llegando al punto que algún superviviente de aquellos hechos, llegando a anciano, los haya definido como campos de exterminio. No obstante, algunos de esos campos se reconvirtieron con la Francia colaboracionista de Hitler en campos de concentración. Estaban los españoles metidos entre alambradas de espinos, custodiados por franceses en su mayoría simpatizantes de algunas ideas nazis, o bien por argelinos y magrebíes resentidos con los españoles por lo que estos hicieron en la década de 1920 en la guerra del Rif. No había letrinas, algunos estaban en plena montaña nevada en un invierno duro, otros estaban a pie de playa y las olas les devolvían las heces. No había a veces agua potable, ni alimentos para todos, el trato sanitario era mínimo, e incluso existió un doctor que inoculaba enfermedades para experimentar o para ejercer de doctor muerte sabiendo que determinadas inyecciones medicinales, sin alimento en el cuerpo, pueden ser letales. Los refugios eran precarios, a menudo simples mantas para la noche invernal de los Pirineos. Las congelaciones, las enfermedades, la suciedad, la malnutrición, los ánimos hundidos del final de la guerra, se llevó la vida y la salud de muchos españoles. Algunas familias francesas y organizaciones no gubernamentales optaron por llevarse a los niños, en teoría como bien humanitario, a pesar de que las madres y los padres no querían. Se los arrancaron, literalmente, de los brazos. Fueron grandes dramas. Además, las condiciones de vida de los españoles en aquellos lugares fueron tan deplorables que se relanzó toda una serie de ideas racistas y xenófobas en la población francesa que incluso en las mentes de los que no se definían como tales crecieron a modo de tópico. Llegado el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, los varones fueron obligados a ir a los batallones de trabajo bajo la amenaza de ser devueltos a Franco si no lo hacían. Aún así, muchos españoles optaron por ayudar a formar la guerrilla francesa, fueron el inicio y el germén de lo que sería la resistencia francesa. Más aún, algunos entrarían en el ejército francés.
Todas esas cosas que les ocurrieron a los españoles están ocurriendo hoy día en el Este de Europa. Son hacinados en campos de refugiados con las mismas condiciones que si fueran de concentración. Entre alambradas y peregrinos ataques con porras, gases lacrimógenos y pelotas de goma. Con la amenaza constante de ser devueltos a los lugares de donde huyen. Con los varones puestos en la tela de juicio de la ilegalidad por ser varones. Con falta de alimentos. Con falta de abrigo. Con falta de medicina. Con ideas xenófobas creciendo contra ellos. Con un aumento de la ideología de extrema derecha en aquellos lugares. Con organizaciones bien intencionadas que, con cierta idea paternalista y etnocéntrica, pretenden separar a los niños y niñas de sus progenitores. Europa revive el drama, pero es que el drama español apenas ha querido ser conocido... ni por los propios españoles. Pocos de aquellos diputados del otro día sabría a ciencia cierta de lo que hablaban exactamente, especialmente los conservadores, que en general no tienen familiares ni sensibilidad cercana a estos temas, puesto que en general muchos de ellos son de familias vencedoras de la guerra civil, máxime cuando en algunos casos se trata de políticos que se han negado varias veces a condenar de manera explícita la dictadura franquista o a aplicar la Ley de Memoria Histórica.
Europa es un drama. En este contexto, el Deltoya Rock Bar, en la calle Emperador Fernando, nº 2, de Alcalá de Henares, celebrará mañana a partir de las 21:00 horas un recital de poesía con micrófono abierto para recaudar dinero con la idea de entregarlo a alguna organización que pueda dar comida, ropa o medicina a los refugiados que lo necesiten. Detrás de esta iniciativa está la poetisa Chus López, que se suma así a los actos de ayuda a los refugiados con el respaldo de otros poetas y poetisas de la ciudad.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
Gracias a Chus y Estela, organizadoras junto a los dueños del bar Deltoya, se recaudaron 135 euros. El bar estuvo lleno. Hubo poemas y actuaciones de Chus, de Estela, mío, de Pedro Maza, de César Verges, de Sofia Winter, de Gerardo Pereira, Guillermo Martínez, Jesús de Matías Batalla, Aitor Díaz-Maroto, José Bautista, Samuel Santos, Luisa, etcétera. es una cantidad aún más generosa de lo que pudiera parecer si se tiene en cuenta que mucha de la clientela del Deltoya somos gente sin empleo, empleos mal remunerados o empleos temporales.
ResponderEliminarLeído "Veinte poemas asoman... en un invierno" (2016), por varios autores, y "Recitando a Siria" (2016), por varios autores. Leídos los dos seguidos creo que se pueden considerar juntos un buen conjunto de la poesía más actual de Alcalá de Henares, que se aproxima en sus formas más a la contracultura que a la poesía clásica que hasta hace poco imperaba en la ciudad, y que sigue imperando en actos oficiales. La cultura se hace en los bares, Mario Misas dixit.
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