Sigue el serial con otro año complicado en mi vida, 2018.
2018: 39 años.
Leí 30 libros, de los cuales cinco eran novelas gráficas (al menos uno de los títulos de estos libros eran en realidad 2 tomos).
En la primera mitad de año estuve leyendo todavía (una y otra vez) los tres tomos Temario de estudio de oposiciones a archivero (varios autores, 2016), comentado en la anterior entrega, y algunas lecturas aledañas a este tema para preparar el examen a oposición de archivero, el cual pasé en su primera fase, aunque no superé el segundo examen (el práctico) en este comienzo de año 2018. Ese temario no está incluido en el número de libros que leí este año que os presento, ya lo incluí en el año anterior, pero dejo constancia de que seguía su lectura y relecturas... e incluso después del examen para un último intento ya a menos de medio gas, por desilusión de tanto esfuerzo para nada tantas veces, tantos años. Por otro lado, una gran cantidad de libros este año giraron en torno a la Historia del cómic y la censura, dado que estuve preparando esa temática para una investigación que con mucha tardanza e pudo publicar en 2023, Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Por lo demás, en mi vida hubo cierta independencia. Necesitaba trabajar. Como sea, en lo económico me veía más despejado por no tener que afrontar una cantidad de gastos que venía afrontando ajustándolos a las facturas comunes de una casa, por tener lo que me correspondía de la herencia de mi madre, aunque esta se mermó mucho porque tuve que comprar prácticamente todo lo más básico de una casa y lo no básico (y aunque se compre de a poco es muchísimo dinero), porque afronté varias averías imprevistas, una de ellas la inundación de mi servicio porque la vecina de arriba se negaba a llamar a su seguro del hogar, y hasta la compra de una lavadora, porque hubo otras cosas inesperadas que supusieron gasto, pero en fin, en otro giro inesperado, pero bienvenido, comencé a encadenar una serie de contratos que, aunque temporales y de sueldos bajos, iban solucionando parte de mi día a día, aunque, paradoja, aún teniendo ingresos estos no llegaban y tenía que usar algo de los ahorros todos los meses... durante años hasta la actualidad, porque además también hay periodos de desempleo entre medias. Tanto es así que en 2023, el año pasado, vino la gran avería de la comunidad de vecinos donde, al levantar mi baño para arreglar una bajante, se descubrió la podredumbre total de todas mis cañerías de 1974. Al ser mis cañerías eso no lo cubría la avería de la comunidad, que se atuvo a la bajante comunal que pasaba por todos los pisos del lado del edificio donde estoy, y mi seguro del hogar dijo que al ser de plomo no las cubría, pero que la normativa le impedía tapar el agujero hasta que no se arreglase, por lo que tenía el temor de que mi gata cayera por el agujero. Muchos forcejeos después, pagué una gran suma de dinero para cambiar todas las cañerías, lo que implicó cambiar todo el suelo del baño, lo que implicó a la vez picar paredes y poner plaquetas de reemplazo, lo que implicó a la vez quitar la cisterna del retrete, lo que implicó a la vez tener que poner un retrete nuevo... total: arreglado, pero se combinó con cuatro meses de paro, el fin de mi prestación de paro y un subsidio ridículo incluso para malvivir en plena escalada de precios en 2023. Por segunda vez en mi vida rocé la ruina total, pero esta vez no tuve que deber dinero a nadie ni me quedé en deuda. Eso fue el año pasado, pero todo es una sucesión de hechos y sucesos de varios años seguidos. Aunque no todo fueron desgracias, teniendo poco, lo que tengo, lo tengo y aún haciendo privaciones, dentro de mis posibilidades, nunca he cortado poder ver a mis amistades. Como por fortuna, la empresa que más trabajos de archivo me ha venido dando me dio varios trabajos seguidos que me ha permitido recuperarme muy humildemente, en una fina línea con ojo puesto en los peligros nuevos del desempleo, pero ahí estoy. En fin, volviendo al 2018, ese año Cristina Penalva me recuperó como invitado para recitar, primero a Lorca, luego en el Palacio de Laredo... y eso fue vital para mí. Le estoy muy agradecido, porque fue algo muy importante para mí. Y también me recuperó Samuel Santos.
En la maduración del caos (Samuel Santos, 2016, revisado y ampliado en 2018): Ya hablé de este libro en las lecturas de 2016, dentro de este serial, porque además cuenta con una introducción escrita por mí, como dije. la cosa es que lo leí en 2016, pero había sido revisado y ampliado en 2017 y aunque en esa fecha ya estaba, fue presentado en enero de 2018, en el Starway Rock Restaurant, ocasión para la que Samuel Santos me pidió que lo presentara con él. Ahí le compré la segunda edición, que era la que leí ahora. Estoy muy agradecido a Samuel Santos por contar conmigo y por recuperarme en algo de lo que andaba desaparecido desde mediados de 2016. Fue algo importante vitalmente para mí. En todo caso, lo importante son los poemas de Samuel Santos. Todo lo que dije en la anterior ocasión lo revalido ahora. Le sumo quizá que mi tardanza en acabar de leer este breve libro entre 2017 y 2018 se debe a que es de esos libros de poesía que requieren de una lectura pausada y meditada, ya que contiene una riqueza metafórica y simbólica, un barroquismo postmoderno, que pide y clama la lectura lenta y la meditación. Muy digno comienzo literario del autor.
Nueva antología rota (León Felipe, 1947, revisado y ampliado en 1957 y en 1974): Fue uno de los dos libros destacados de mis lecturas de 2018, en la Noticia 1839ª. Fue un libro del poeta español León Felipe que escribió y publicó exiliado en 1947, en Buenos Aires (Argentina), el cual revisó y reeditado en 1957. Estaba censurado en España. León Felipe murió en 1968, pero dejó preparada la edición definitiva, que pasó a ser póstuma en 1974. Esa fue la edición original que encontré de segunda mano en Domiduca y que compré barata. Cuando yo estudié literatura en el bachillerato no se leía la obra de esta persona, se mencionaba su nombre, pero no se le leía. Conocí a León Felipe de manera tardía. Mi contacto más interesante con él fue hace unos años en un recital de poesía en La Tetería Guaïma del Callejón de la Santa Compaña, por donde la Calle Mayor. Lo recitó un viejo amigo con el que me encontré ese día. Luego volví a escucharle en El Laboratorio. En 2016 busqué explícitamente poemas de él y los leí. Me gustó mucho lo que encontré. Tenía un estilo propio totalmente rompedor con el que el resto de poetas españoles nos tienen acostumbrados. Su temática se asemejaba a las temáticas que a mí mismo me interesan explorar en mis propias obras. Encontré en su voz una voz nueva y joven. me compré este libro, de los años 1970, en una edición más o menos nueva, unos años antes y era ahora cuando me sentía totalmente preparado y deseoso de leerlo. Me influyó en varios poemas que escribí a comienzos de año. He incluso recomendé su compra y lectura (en una edición primigenia) a una adolescente en la librería Domiduca. Me alegra mucho haber descubierto a León Felipe más allá de la mera cita de su nombre en un sistema educativo que, en mi época, aún temía demasiado hablar, porque, ¿cuántos de mi generación llegaron a recibir determinadas lecciones de Historia y de Literatura? Pero resultaba que la Literatura de León Felipe no ahondaba en lo político, aunque algo haya, sino en una contracultura, en una ruptura con lo formal establecido. Se adelantó a muchos de los literatos rompedores de los años 1960 y 1970. Decía de un modo más trasgresor lo que en España muchos autores aún decían de ese otro modo más formal. Era quizá una voz más cosmopolita y menos temerosa de construir su mundo al margen de normas de estilo o de grupos literarios. Y sí, tenía su vertiente política, pero era algo más. Pero es evidente que Franco y el franquismo no le tenían entre personas "tolerables".
La libertad de prensa en España, 1938-1971 (Manuel Fernández Areal, 1971): Fue el otro libro que destaqué de mis lecturas de 2018, en Noticia 1839ª. Lo leí dentro de un conjunto de libros sobre cómics y sobre censura para la investigación Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco, que proseguía a falta de encontrar gente interesada en publicarla. La iba completando y mejorando. Este libro lo compré de segunda mano en Domiduca, ya que está descatalogado. Fue escrito por el periodista católico Manuel Fernández Areal en 1968, pero no pudo ser publicado hasta 1971 a causa de la censura en aquella España de Franco. Fue todo un descubrimiento para mí. Rastreé al autor por Internet, pues me interesó bastante lo que contaba en 1971, vi que seguía vivo y que probablemente escribió en ABC en algún momento. La Ley de Prensa de Fraga se había aprobado en 1966 y este periodista, que había sido sancionado por un artículo que publicó en un periódico provincial, creo que en Diario de León, escribió una comparativa entre las leyes de censura de 1938 y el resultado de aquella de 1966, pero su libro fue retenido y tuvo que revisarlo, aprovechó para ampliarlo de 1968 a 1970 y pasar la aprobación de censura para publicarlo en enero de 1971. Lo publicó con la editora de la prestigiosa revista Cuadernos para el diálogo, que ha pasado a la Historia como un espacio en el que aparecieron los intelectuales que más promovieron la publicación de todo tipo de asuntos que ayudaran a la reflexión de cara a un cambio político hacia una democracia. El libro se atrevía a decir y tocar muchas cuestiones que probablemente fueron sumamente molestas a la dictadura. Así por ejemplo, denuncia que la ley de 1966 era más dura que la de 1938 y cuyos efectos estaban siendo devastadores, a pesar de que ahora había más facilidad para llegar a publicar algunas cosas que con la censura previa no se hubiera podido, sin embargo, las sanciones y las medidas del gobierno, que se creía poseedor de la verdad (según la propia ley), contra periodistas y medios que publicaban material con el que no estaban de acuerdo se habían multiplicado y endurecido. El ser un libro que está escrito en la misma época rescata muchos detalles y nombres que hoy día han quedado un tanto olvidados, del mismo modo que aporta un punto de vista que vive de un debate muy vivo. Completa bien mi biblioteca de Historia, la que atañe a la dictadura y a la actualidad. De hecho, varios de los análisis que formula el libro pueden ser compatibles con un debate actual abierto este mismo año pasado 2018 por nuestro gobierno y jueces, así como los de otros países de Occidente, al comenzar a hablar de mentiras publicadas, posibles leyes que controlen "la verdad" en los noticiarios, los "márgenes" del periodismo, etcétera. Aunque parezca y sea una lectura sobre un tema histórico del fin de la dictadura, es una lectura que también tiene su vertiente actual, tristemente pero también necesariamente, pues de otro modo el adormecerse ayuda a quienes desean tener el control de la información que recibes.
Batman, la broma asesina (Alan Moore y Brian Bolland, 1988): Es la novela gráfica que destaqué de mis lecturas de 2018, en Noticia 1839ª. En 2018 leí varios cómics de Batman. Este me lo compré ese mismo año, en Alcalá Cómic. Tenía muchas ganas de tenerlo y leerlo. No lo había leído nunca antes. Además era parte de mi investigación. Alan Moore se demuestra aquí como el genio que es haciendo cómics, y Bolland es una combinación perfecta. El Jocker se muestra más macabro y retorcido. Esta obra fue creada en 1988 y tuvo una fuerte repercusión en la década de 1990. La película de Tim Burton sobre Batman se estrenó en 1989 y revitalizó el interés por el personaje en todo el mundo. Cómics como este que, con Alan Moore entre otros, habían renovado todo ese mundo coincidieron con toda su calidad con ese momento y asentaron un gusto por Batman que hizo que dentro de la DC se desbancara a su estrella hasta ese momento, Superman. Desde luego este cómic fue una reinvención muy adulta de lo que eran estos personajes. Historias como esta me enamoran una y otra vez del personaje, aunque no todo lo publicado de Batman tiene esta calidad. No podría hablar del final de esta historia, aunque sin duda es algo tan inesperado que te hace pensar. La intuición de cómo se usa el color o el blanco y negro es perfecta. Muy recomendable. Se hablaba a los jóvenes, no tanto a los niños, de estas historias ya con un tratamiento de tema de adultos muy consecuente, eso enriqueció estas historias, al margen (que también) de todas las innovaciones de ilustración y guion que aparecieron. A esto se unió que en las revistas del momento, me refiero a cuando salió esta historia de Alan Moore, se estaba produciendo otro momento de gran lucidez creativa en el mismo sentido. Fue la protagonizada por John Wagner, Alan Grant y Norm Breyfogle. Estos dos últimos se incorporaron a DC en 1987 y aunque tuvieron un periodo de actividad corto en Batman dejaron una marca potente que estuvo resonando en los primeros años de 1990 a rebufo de la película, aunque no tenían que ver con la película. Una de sus primeras historias muy memorable es la de la aparición del Ventrílocuo en una historieta de dos revistas que, por otra parte, yo tuve en aquellos años y que me gustaría recuperar aunque sea en libro integral con las historias que crearon estas dos personas, que seguro que lo han creado con posterioridad. Batman era uno de mis superhéroes, y lo suelo relacionar con esas obras de final de los 1980 y principios de los 1990, estaban en un momento dorado y a mí me cogió con la edad... aunque leídos hoy sean historias realmente muy para adultos. Pero crecimos con ellas y, a pesar de lo que dicen pedagogos y gentes dedicadas a la educación social hoy día, muchos tan jóvenes que no vivieron aquello, no nos hicimos ni criminales, ni drogadictos, ni seres llenos de prejuicios. Es más, se nos trató como adultos y, en general, creo que eso nos creó una educación transversal más realista de lo que es el mundo de verdad en la práctica. Luego hay otras herramientas y tus propios padres para no perderte en ideas desviadas de lo que es y no es justicia. Eso es otro debate.
Karl Bodmer's Eastern views (Marsha V. Gallagher y John F. Sears, 1996): Un viejo amigo que hace años que se fue a vivir a Estados Unidos de América como profesor de español e institutos de educación secundaria del Medio Este, Guti, me mandó este libro desde allí, no recuerdo si en esos momentos era Ohio, Iowa u otro Estado. Se trataba de un librito que vendían en la tienda de uno de los museos que visitó en tu tiempo libro. El libro por un lado era para ayudarme con mi inglés, para que siguiera leyendo en ese lenguaje, y a la vez por mi gusto por la pintura, especialmente también por mi interés por pintores de Estados Unidos que reflejaron aquellos lugares cuando aún estaban muy vírgenes en el siglo XIX. Era el catálogo de alguna exposición sobre Karl Bodmer. El regalo me tomó por sorpresa, pero me resultó agradable.
Los justos (Albert Camus, 1949): Me regaló esta obra de teatro David Rodrigues, mi amigo y uno de los personajes protagonistas de mi novela Balada triste de una dama, publicada el año anterior. Yo ya había leído y conocía a Albert Camus, pero esta obra no la había leído, tampoco conocía su argumento, así que para mí fue una novedad. En ella se desarrolla el argumento de un grupo terrorista anarquista. Camus denunciaba allí la violencia política, pero también la utilización y la manipulación a la vez que las injusticias sociales del mundo. Sin embargo, aunque la obra trata de esto, Camus tenía ideas anarquistas, por más que en la actualidad siempre se le ha querido presentar como alguien que no era a anarquista. Agradecido por la amistad de David Rodrigues y por este inesperado regalo, lo leí con mucho gusto y también estableciendo un diálogo entre la obra y yo. Valoro que hubo un acto de aprecio de mi amigo portugués a mí. Yo también le apreció mucho.
Gritos de papel. Las cartas de súplica del exilio español (1936-1945) (Guadalupe Adámez Castro, 2017): Hablé de este libro en Las notas de los cíclopes libreros. Guadalupe es una excelente investigadora y profesora universitaria de Historia. La conocí como pareja de mi amigo el músico Borja Montero. En 2017 había ido a un acto en la Sala de Exposiciones de Santa María la Rica que realizó sobre el buzón que hay en Francia donde la gente le deja cartas a Antonio Machado aún hoy. Ese año sacó este libro sobre la correspondencia de los exiliados españoles, un estudio entre la sociología, la Historia y la literatura popular que ayuda a rellenar los huecos de la Historia de parte de los desconocidos. La Historia social. Cómo vivieron el exilio aquellas personas que no eran famosas ni relevantes. Presentó el libro en este 2018 en el Sala Margarita Xirgú de Comisiones Obreras de Alcalá de Henares. Yo estuve allí y le compré entonces mi ejemplar. El lugar estaba repleto de gente. Es un tema que interesa y mucho. La gente sigue queriendo saber sobre el franquismo y el exilio todo aquello que no les han contado, o que no se había investigado hasta ahora. Yo mismo lo comprobé con el éxito de mi libro La depuración de maestras y maestros en Alcalá de Henares (1939-1941) a lo largo de 2022. El libro de Guadalupe es un libro importante y necesario de tener en el conocimiento de la segunda mitad de la Historia española en el siglo XX.
El viaje de un egiptólogo ingenuo. Peripecias de un español en Egipto (Tito Vivas, 2017): Hablé de ese libro en Las notas de los cíclopes libreros. En el comienzo de 2018 yo había iniciado la creación de esa bitácora de reseñas sobre autores de Alcalá y libros relacionados con la ciudad. Este libro, publicado hacia finales de 2017, quería comentarlo. Tito Vivas tiene un alto bagaje en la ciudad, ya como músico cuando lo fue, ya desde su asociación cultural de viajes, o dando conferencias o, como en este caso, como egiptólogo desde lo que es la asociación citada. El libro probablemente lo sacó en parte para fomentar la asociación. Es un amigo antiguo. Se trata de un libro de viajes que no es al uso. Con dosis de sentido del humor nos va hablando del antiguo Egipto y el actual desde los ojos de un egiptólogo, él mismo, que nos va contando experiencias y anécdotas, a la vez que nos retrata la Historia y el presente egipcios, y nos recomienda como comportarnos si vamos de visita turística. Es un libro ameno que funciona también como libro de memorias. Lo compré en Librería Diógenes. Ha sacado otros parecidos de otros lugares, pero los tengo pendientes de conseguir y de leer. Por otro lado, en 2017 Tito colaboró en la presentación de mi novela de piratas.
Batman, una muerte en la familia (Jim Starlin, Jim Aparo, Mike Decarlo, Adrienne Roy, 1988-1989): Este es un cómic que se anunciaba mucho en mi infancia. Yo creo que todos lo queríamos. Era algo espectacular, levantaba expectativas. Lo vendían por partes en revistas, pero también en una edición de lujo muy cara. Yo no lo tuve, no lo leí entonces. Lo vendieron este 2018 de forma barata como parte de un coleccionable de cómics de Batman y lo compré en Papelería Reyes Católicos. Lo cierto es que una vez leído creo que está inflada la sensación sobre él. Pudo haberse hecho un relato más adulto y duro, al margen de que no convence cómo se dibujó el aspecto físico de Jocker. En todo caso, es un relato clásico en las historias de superhéroes, hay que tenerlo. Han existido y existen varios Robin como compañeros de Batman. En el final de la década de 1980 estaba en entredicho el personaje porque muchos lectores consideraban que era un lastre que hacía repetitivas las historias y anticuadas. La película de Tim Burton de 1989 con un Batman en solitario triunfó tanto que se multiplicaron las voces contra Robin, que además recordaron que en el inicio, en 1939, no estaba Robin. Al final DC lanzó una campaña para que la gente votara si querían que Robin continuara o no, planteando si vivía o moría. La gente votó mayoritariamente que Robin sobraba, por lo que el final del cómic se transformó en el cómic clásico donde uno de los grandes héroes moría. Batman pasó a trabajar en solitario, bien es cierto que Robin es un personaje tan icónico que DC lo volvió a crear personificado en otras personas que aspiraron a ser Robin, incluso con el regreso de uno de los primeros Robin, pero como Batman debía estar en solitario, estos Robin tuvieron su propia trayectoria en solitario, como el Robin que se cambió el nombre a Nightwing, o en otros grupos de héroes, como el de Jóvenes Titanes. De vez en cuando estos Robin colaboran con Batman, pero este va en solitario. En otros cómic especiales, como el de la boda de Batman, aparecen todos juntos. La muerte definitiva de Robin fue algo impactante e innovador, quizá las ilustraciones promocionales eran más llamativas que el cómic en sí, pero fueron el precedente a algo más contundente por venir, la muerte de Superman y, más lejos en el tiempo, la del Capitán América, estas, a diferencia de la de Robin, con resurrecciones.
Espacio y tiempo (Brian W. Aldiss, 1962): Me regaló este libro por Reyes o mi cumpleaños María Gómez, a sabiendas de que le había hablado de Aldiss y la ciencia ficción varias veces. Era de segunda mano, pero es que no es fácil encontrarlo nuevo, aparte de que le gustó buscarlo en su primero edición. Es una colección de relatos muy interesante. Alimentó que retomara algo de escribir yo en este género. Cosa que se materializó en la publicación en 2019 de El frío que nos acoge mientras los robots caminan entre los humanos y otros relatos, y que otra parte esté aún inédita en un libro ya preparado. Esta lectura me distrajo bastante en estos días.
La Universidad Laboral de Alcalá de Henares. Historia de una institución docente (1966-2016) (Carlos Mazarío, 2017): Hablé de este libro en Las notas de lo cíclopes libreros. Es uno de los libros más exitosos de la colección sobre Historia de Alcalá de Henares y su región de Domiduca, donde la leí. Además, tengo buena relación con Mazarío, también poeta. Trabajó con el archivo de la antigua ULAH, hoy día Instituto de Educación Secundaria Antonio Machado, donde es profesor. Rellenó con documentación y trabajo profesional de historiador una parte de la Historia de Alcalá que era en exceso oral en ese momento. Ahora está documentada. El impacto social de la ULAH en Alcalá de Henares a mediados del siglo XX y las resonancias de la dictadura eran recogidos en este libro, donde además se hablaba de esa ciudad afectada de haber perdido su universidad en el siglo XIX y de la ciudad que estaba creciendo gracias a la industria. La segunda mitad del siglo XX cobraba así un aporte importante e imprescindible en la Historia local, que a la vez habla de las políticas instructivas en lo laboral de la España de Franco. Es un previo que fue preparando a la gente de lo que estaba por venir: la Transición. Un libro necesario.
Batman. Año uno (Frank Miller y David Mazzucchelli, 1987): Me lo compré en Papelería Reyes Católicos de la colección sobre Batman, un año después o cerca, volví a comprarlo habiendo olvidado que ya lo tenía, pero como las historias antiguas con las que los acompañaron eran diferentes, conservo ambos, aparte de que sus notas de editores también cambian. Es un otro clásico del Noveno Arte. Miller tiene aquí además uno de sus cómic más emblemáticos. Cuando era niño este era una novela gráfica muy cara y con fama de un público más adulto. Algo hay. Aunque la historia es asequible para un joven, si que es cierto que argumento e ilustraciones están pensados para adultos. DC encargó a Miller volver a contar el inicio de Batman. En la década de 1980 tanto DC como Marvel reiniciaron sus universos de superhéroes para ponerlos al día con las nuevas generaciones, sólo que en DC apuntaron más alto, dando a sus personajes una perspectiva de ojos de adultos que revolucionó todas estas historias. Aquí tenemos uno de los más tenebrosos y equívocos Batman, del mismo modo que tenemos a un comisario Gordon inesperadamente violento en una ciudad altamente corrupta. Crudo, muy crudo. Es uno de los Batman más definitivos.
Historia social del cómic (Terenci Moix, 1968, revisado en 2007): Era la primera vez que leía algo de Terence Moix, un personaje intelectual y polémico que recordaba de la televisión de mi infancia y juventud. Sabía que estaba considerado como una persona muy culta y a la vez contracultura. La cosa es que preparando mi investigación sobre Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco encontré este libro de 1968, revisado en 2007 en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión en Domiduca. La prosa y los atrevimientos de Moix me han atraído mucho. No descarto volver a leer algfo de él en el futuro. Esta obra no es el primer ensayo serio en español sobre cómic, hubo otro previo al suyo, pero sí es quizá el más potente y aún vigente de los que se han sacado en España. Además, Moix no se cortó a la hora de mencionar la censura, lo que a él mismo le trajo problemas. Creo que es una obra imprescindible si se quiere saber de cómic en España. Aborda tanto el cómic español como el extranjero, los mensajes que lanzan, sus estructuras y su contexto con la política y la sociedad. Analiza todas estas historias de manera adulta y seria, conocedor de todo lo que implican y lo que tienen detrás, desde la educación trasversal a los recelos del poder respecto a su influencia en los jóvenes y adultos. Dijo cosas que no se habían dicho, y que hoy día, estoy seguro, mucha gente necesita aún reflexionar que están ahí. Uno de los libros imprescindibles. Y sí, también para conocer otro aspecto más del siglo XX español. Fue básico para una parte de mi propia investigación a la hora de contrastar puntos de vista... es muy acertado incluso aún cuando por razones evidentes Moix no tenía acceso ni conocimiento de lo que ocurría en las oficinas de censura. Tuvo una lucidez de visión y análisis impresionante.
Batman. El largo Halloween (Jeph Loeb y Tim Sale, 1996-1997): Otro de los cómic que compré en Papelería Reyes Católicos de la colección de Batman, este en dos tomos. Por un lado yo estaba preparando mi investigación de cómic citada, por otro lado mi gusto por Batman me hizo querer conocer historias que se publicaron después de mi niñez y primera juventud, por otro lado supongo que en 2018-2019 quise recuperar cosas perdidas de mi pasado. Además, me servían estos cómic de evasión. Se trata de otro clásico. Desfilan por aquí numerosos villanos enemigos de Batman. Una historia compleja cuyas ilustraciones no me disgustan nada, aunque no son a las que yo estoy más acomodado. Estas obras se leen ya con una contundencia de pura novela negra adulta. Todo sea que los jóvenes tienen ya herramientas mentales más abiertas a determinados argumentos, o bien que DC se dirige directamente a los adultos que se criaron de niños y jóvenes con estos héroes. Como sea, es la muestra de que los cómic son perfectamente lecturas adultas hoy día. Interesante.
Astérix en Hispania (Goscinny y Uderzo, 1969): Fue un regalo de María Gómez, o el de Reyes o el de cumpleaños, depende de cual fuera el anteriormente citado de Aldiss. Yo había comprado y leído bastantes de Astérix siendo ya mayor, como dije en otras entregas. Comparto gusto por Astérix con ella y pensó que no podía ser que no hubiera leído ni tuviera el de Hispania. Lo leí con atención, porque por fecha de publicación caía dentro de los cómic que fueron mirados por el franquismo para censura, que era lo que investigaba, pero lo leí sobre todo por gusto. Como dije en su día, los cómic de Astérix eran caros en mi infancia, en cierto modo suplo algo ahora de mayor teniéndolos. El cómic tiene bastantes tópicos de la España de los 1960 vista desde el extranjero, en concreto desde Francia, pero ayuda también a conocer un poco lo que aquí había y cómo se percibía. Además, tenía buenos fondos que en España, por cuestiones técnicas en sus planchas de impresión, no se dibujaban.
El último nazi irlandés (Jesús de Matías Batalla, 2017): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Fue la primera novela de Matías Batalla y también la primera que publicó Pie Ediciones, como ya se comentó en la entrada anterior con el libro de poesía de Chus López, Remolinos de hojarasca. Se trata de una novela histórica ambientada en Irlanda en la Segunda Guerra Mundial. Un miembro de la banda terrorista IRA, el cual simpatiza con el partido nazi alemán. Una obra entretenida que leí con ganas de poder escribir de ella y de Jesús de Matías en las notas de los cíclopes. Queda pendiente la segunda novela anunciada el año pasado del autor. Aunque Pie Ediciones ya no existe, ignoró con quién las sacará. Compré el libro en su presentación a través de una amiga, pues no pude ir en persona.
Un cerdito en la pecera (Antonio eMe, 2014): Hablé de él en Las notas de los cíclopes libreros. Se trata de una rareza de Antonio eMe, un pequeño cuento infantil poetizado. Lo encontré y compré nuevo en Domiduca Libreros. Se lee muy fácil, quería poder hablar de él en las notas de los cíclopes.
Más allá del pensamiento (Susi Corrales "Suko", 2018): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Conocí a Susi también en los recitales de El Laboratorio en 2015 y 2016 y mantenemos amistad. He comprado sus libros y los he comentado. Me parece interesante la dedicación que le da a su obra. En este caso es un libro de aforismos suyos. Se completa a menudo con sus propios escritos de sus redes sociales. Es como una extensión de sí misma. Muy sincero.
Luces y sombras en tiempos de paz. Alcalá de Henares en la Segunda República (1931-1936) (Pilar Lledó, 2018): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. La autora ya se había hecho muy popular hace años con su Historia de la guerra civil en Alcalá de Henares y llevando la dirección de una asociación de historiadores del valle del Henares. El de la guerra civil lleva años descatalogado y aunque se le ha pedido reeditarlo revisado para incluir los nuevos avances investigadores que han realizado en archivos otros historiadores, ella no ha querido hacerlo alegando falta de tiempo para darle dedicación en archivos. Sin embargo, a través de Domiduca, donde yo compré mi ejemplar, sacó este libro que pondría la etapa de la República de una manera más ordenada al reunir la información de diversos historiadores que han aportado cosas nuevas, así como su propio trabajo a través de hemerotecas consultables con Internet. Así pues, estamos ante una obra importante de tener al dar datos ordenados de la Segunda República en Alcalá, algunos relativamente nuevos por su rescate del pasado. Si bien sigue teniendo algunas partes que hubieran necesitado de la lectura de algunos de los libros que han innovado en las últimas épocas, y si bien se reitera en algunos datos del libro de al guerra civil que ya están superados al haber sido completados con nuevas informaciones de archivo, es un libro importante e imprescindible para el historiador de Alcalá. No es poca la labor de Pilar Lledó reconstruyendo la época republicana en la ciudad, si bien también es recomendable tener otras obras que tocan el tema para poder contrastar puntos de vista, también datos, y completar. Es un imprescindible y es de agradecer. Es buen libro.
El monstruo mocoso (Chus López, 2018): Era un cuentecito del que sacó unas pocas copias de las cuales me regaló una en el Bakstage Rock Restaurant. Terminó siendo uno de los cuentos que ella incluiría en Cuentos para contar en la cama, su libro de cuentos infantiles de 2021.Tenía monstruos que le pintamos varios amigos. Con esto ella comenzó a explorar algo que le gusta, la literatura infantil, donde se defiende muy bien y tiene su público.
Susurro de galerna (Chus López, 2017): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Fue su segundo libro, y su segundo poemario. Cuidado con cariño por la autora, era un poemario más reflexionado y menos pasional respecto al primero. Se lo compré el mismo día que me dio el cuento de El monstruo mocoso. Continuaba con los nuevos poemas que empezaban a incorporarse a sus recitales, donde ahora solía ir acompañada con Mario Misas al piano, su pareja de recital habitual. Hemos compartido recitales muchas veces, con lo cual siempre es agradable tener su obra en la estantería, es, aparte de poesía, también una parte de nuestra relación de amistad y de vivencias compartidas, aunque evidentemente ella lee su obra con su propia voz, mientras que mi lectura personal es, como en cualquier otra obra, una lectura con voz propia a la hora de recibir el poema.
Alcalá mágica y heterodoxa, una aproximación a la Historia y tradición más escondida de nuestra ciudad (Gonzalo Gómez, 2011): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Conocía este libro de haberlo visto en escaparates, aunque yo compré el mío en Domiduca, sorprendentemente nuevo, a pesar de que era de 2011, no obstante lo había editado Domiduca cuando era Lema. Sabía que varias personas que gustan de lo misterioso y lo oculto mencionaban este libro a veces. Yo tenía más bien curiosidad por los lugares ye historias que se habían relacionado a esto con la Historia de Alcalá, por contrastar con otros libros de Historia no ocultista. Lo quería leer y lo leí antes que su libro de mismo o parecido tema de 2017.
Brujería en Alcalá. Procesos inquisitoriales de los siglos XVI al XIX (Gonzalo Gómez, 2017): Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Yo conocía una investigación de Historia sobre procesos inquisitoriales acerca de la brujería en Alcalá que hizo un investigador de doctorado de Historia y que presentó en uno de los encuentros de historiadores del Valle del Henares. Poco después Gonzalo sacó este libro, yo creo recordar que el artículo citado antes, que también tengo y leí, es de 2016, y el libro de 2017. En cierto modo Gonzalo reivindicaba así el haber sido pionero en 2011 en este tema. Este libro e 2017 se centraba en los procesos a brujas y ampliaba un poco. Lo cierto es que el artículo no negaba la existencia del libro de Gonzalo, estaba en bibliografía, simplemente investigaba y ahondaba en el tema consultando más fuentes documentales, algunas de archivo, y lo ponía en el orden de la Historia y no tanto del esoterismo. Creo que se complementan y se contrastan entre sí de una manera útil. Ahora Gonzalo también lo traía al campo de la Historia, aunque seguía manteniendo algo de esoterismo. Es un libro con muchas referencias a libros antiguos poco conocidos hoy día. Bastante documentado. Yo lo compré en Domiduca, contrasté unos y otros y, para lo que a mí me respecta, me resulta interesante para el conocimiento de la Historia de Alcalá lo relativo a lo histórico, y tener en cuenta que la percepción esotérica estuvo en una parte de la gente alcalaína, con lo que tuvo su peso dentro de sus capacidades. Puede interesar tanto a los que busquen lo histórico como a los que busquen la tradición esotérica.
Un pañuelo bordado y un cuento de luz (José Pejó, 2013): Lo compré de segunda mano en Domiduca. Hablé del libro en Las notas de los cíclopes libreros. Pejó acababa de fallecer ese 2018 recientemente respecto a la compra y lectura que hice del libro. Yo le conocí en persona en varios recitales, especialmente de El Laboratorio y de La Oveja Negra. Era un hombre con muchos premios de poesía a cuestas. Lo quería tener para mi biblioteca de autores alcalaínos y lo quería comentar en las notas de los cíclopes. Además, le rendía homenaje. Era un poemario muy formal, bastante correcto. Creo que era justo y necesario con Pejó tenerle en mis estanterías.
La poética futurista (Mamen Solanas, 2011): Se trata de la tesis doctoral, o la tesina, no lo tengo claro, de la poeta Mamen Solanas. Analizaba profundamente lo que fue la poesía futurista y la explicaba en todos sus pormenores. Aunque pudiera ser una lectura pesada, en realidad me enganchó y la leí muy atentamente. Aprendí e incluso me dio por escribir alguna cosa futurista adaptada a nuestras épocas. Encargué el libro en Librería Diógenes. Yo conozco a Mamen Solanas desde años atrás, cuando hacíamos radio juntos en Guadalajara. Cuando Cristina Penalva y Matías Batalla la trajeron a Alcalá para recitar en La Oveja Negra, no pude menos que presentarme allí, participar de su experimentación y enseñarle su propio libro para que me lo firmara. Mi admiración por la experimentación permanente de Mamen Solanas es profunda. Tiene un gran intelecto y una fabulosa vitalidad. Por otra parte, para mí era un regreso a recitales y era algo atractivo hacerlo desde estas experimentaciones y con amistades.
Vudú desde la habitación de al lado (Mamen Solanas, 2016): El día que fui a ver a Mamen Solanas al evento de "El 20 a las 20" en La Oveja Negra ella me enseñó y yo compré este libro de poesía. Era una poesía breve muy atrevida y también muy delicada, que enseñaba toda la potencia como poeta que tiene. Fue uno de esos libros de poesía que me gustaron mucho y que me descubren nuevas perspectivas para mí mismo. Nuevas visiones poéticas con voz propia. Eso siempre es de agradecer. Son además muy sinceros, se nota su cuidado combinado con su originalidad, su sinceridad. Eso les hace potentes.
Poemas del té (Mamen Solanas, 2017): Y como no hay dos sin tres, aquella misma tarde también le compré este librito, y le hice firmarme los tres. Este lo había publicado en México en 2017, pero de vuelta a España lo estaba presentando aquí en 2018. De hecho la acompañé días más tarde para dejar ejemplares en Domiduca. Este libro, igual que el anterior, había sido maquetado e ideado por ella misma con colaboración de su editor. Tenía una faja hecha con hojas del té auténticas. Son poemas muy breves y bellos que muestran una dulzura muy bonita. Mamen muestra un interior suave a la vez que una forma emocional muy humana. Es una buena poeta.
Literatura y sociedad en la España de Franco (Miguel Ángel Garrido, 1976): Lo compré de segunda mano en Domiduca con la intención de asesorarme de cuál era el panorama de la Literatura en la España de Franco vista por alguien de la época, aunque fuera el año posterior a la muerte de Franco. Todo con la intención de seguir la investigación de Superman, Batman y Franco. La censura en tiempos de Franco. Se quedaba algo flojo, por fuerza, pero me dejaba ver en qué se fijaban en aquel momento, no tanto en qué nos hemos fijado posteriormente, aunque ambas visiones son válidas.
La crisis del Estado franquista (Jorge de Esteban y Luis López Guerra, 1977): Lo compré en Domiduca con la misma intención que el anterior. Mucho más útil y con más análisis. Me sirve para completar mi propia biblioteca sobre el tema. A fin de cuentas mi especialización dentro de Historia Contemporánea es la actual, que en España se entiende de la guerra civil en adelante. Nunca hay que dejar de indagar no sólo en las visiones más actuales, sino también en los análisis que se hacían en la propia época, porque también dan datos tanto por sí mismos como análisis, como por testimonios del propio momento fijándose en lo que en esa época reflexionaban, eso también son datos, también son fuente.
El cómic (Milagros Arizmendi, 1975): Igualmente comprado y leído en la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión por la misma razón que los dos anteriores. Este además me atraía desde la óptica que era una mujer la que analizaba el cómic en España en pleno 1975. No era algo usual. El libro de Terenci Moix es más completo y analítico, pero el valor de este, aunque sea muy pormenorizado, es el de la visión de una mujer en un producto cultural que, aparte de infantil y juvenil, era normalmente observado hacia niños y jóvenes, por más que también había publicaciones para niñas y jóvenes. Fue parte de la visión de género a la que doté a mi propia investigación.
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