Últimamente veo muchos amaneceres sobre los montes alcalaínos desde las ventanas de mi puesto de trabajo actual. Son unas vistas que llenan las mañanas en la soledad de donde me ubicaron. Cada mañana. A veces hay niebla densa a lo largo del río Henares, otras veces hay juegos de luces con las nubes, otras están los cielos despejados. La cosa es que el trabajo, el contrato, está a punto de acabar, justo el día que marca la mitad de enero, el 15, tal vez el 14 de febrero. De nuevo volverá el desempleo, de nuevo la espera y la búsqueda... pero los telediarios se han olvidado de que seguimos existiendo los que un día nos contaron como jóvenes con problemas laborales y ya no nos cuentan, porque sin que nunca desaparecieran los problemas laborales, ya no somos jóvenes. Hasta que desaparezcamos, entonces ni siquiera habrá alguien que escriba: últimamente veo muchos amaneceres sobre los montes alcalaínos.
Este es un blog de un escritor cervecero que pretende hablar de él, de Historia, de sus ídolos, de sus paranoias propias, mostrar sus escritos... pero en definitiva son informes de un espia en el bar.
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