En 2022 compré los dos primeros tomos de la reedición porque los lanzaron a precio muy barato y accesible. Pertenecían a Spiderman y a X-Men, que a la vez fueron los primeros personajes con los que Marvel inició el universo Ultimate. Tenía curiosidad por cómo habían reinventado a estos personajes para los jóvenes del siglo XXI. Aunque en el año 2000 yo tenía 21 años, yo me había criado con los personajes editados entre los años 1980 y 1990, y muchos de aquellos cómic eran reediciones de historias de los años 1970. Así que yo estaba más a gusto y cómodo con su visión clásica y original.
Reconozco que las versiones Ultimate de Spiderman y de X-Men me han gustado. Sirva esto de entrada. Me gusta más el estilo y los guiones de su etapa clásica, los creo mejores por acordes a cómo se idearon esos personajes, pero hay que reconocer que este remozado que les hicieron les sienta bien. Lo que me parece más bien algo equivocado, pero que sin duda es lo que ha triunfado y lo que se viene haciendo en el último cuarto de siglo, es confundir modernización con actitudes de antihéroe, extrema violencia, ropas casi del mundo sadomaso o de motorista salvaje, actitudes de adolescente puro y duro, conversaciones como si no tuvieran un gran mundo interior, ni grandes conocimientos ni curiosidades, pero luego sean eminencias científicas y un más que descarado guiño constante a publicidad encubierta, posiblemente por acuerdos empresariales de Marvel. Vale que estos superhéroes actualizados gusten de comer hamburguesas, es sospechoso cuando el logotipo de McDonald's aparece bastantes veces y que hasta una invitación de pareja para cenar sea en uno de sus locales. Coca-Cola y otras marcas también son recurrentes aunque sea en detalles de la viñeta. Algunas cosas son más perdonables que otras, pero es cierto que aparece también esa doble moral típica del siglo XXI donde a la vez que se reivindica alguna cuestión de igualdad social, como pueda ser la igualdad entre hombres y mujeres, y esto queda muy patente en X-Men, hay perspectivas de las viñetas y actitudes de los personajes femeninos que evidencian una intencionalidad sexual a la hora de dibujar. No tiene nada malo, también en los años 1970-1980 existía esto, pero lo que me hace gracia es que se quiera lanzar una idea en los guiones y otra en las ilustraciones, pero supongo que esto es parte de la gracia, de la posible lectura entre líneas de lo que los creadores como artistas viven a la vez que aparte de artistas son paradójicamente trabajadores de una empresa que en principio debe tratar de no tener problemas con lectores y padres de los lectores, así como con anunciantes, para poder seguir vendiendo.
Por lo demás, el asunto de las actitudes violentas o de la violencia más cruenta, quizá herencia del cine desde que Tarantino hizo su acto de presencia, lo que hace es devolver al cómic actual lo que ya estaba en el cómic de la edad dorada de los años previos a la década de 1950, cuando entró en vigor en USA leyes para la censura del cómic y apuntaron a anular escenas violentas y sexuales. Ahora, simplemente se vuelve a algo que había sido solo rozado o hecho ver entre líneas.
El diseño de personajes tiende al tremendismo y la exageración. Los creadores citados de estos cómic son ahora mismo parte viva de las leyendas del Noveno Arte, no obstante, tanto Millar como Bendis son guionistas que han revolucionado el mundo de los superhéroes y han mostrado las dualidades y contradicciones de estos, así como sus reversos. Los hermanos Kubert y Bagley como ilustradores dieron una potencia que se había ido perdiendo a lo largo de los 1990. Devolvieron el atractivo a estas historias, atractivo reforzado por los éxitos cinematográficos. No es baladí que en Spiderman haya guiños con personajes con caras como las de Samuel L. Jackson (que aparece como Nick Furia, y que es uno de los matones de Tarantino), los detectives de Expediente X o incluso una especie de Indiana Jones, incluso Lobezno en estos cómic se parece a Hugh Jackman, actor del personaje en cine. Tampoco es algo novedoso, antes también se hacía tanto en Marvel como en DC.
Llama más la atención el dominio del diseño de página. En X-Men nos recuerda la disposición de las viñetas a las viñetas que se suceden rápidas en los inicios de las películas de Marvel, pero además se disponen de una manera versátil y sin seguir el clasicismo usando el tamaño y la forma de la viñeta para añadir un tercer mensaje lector aparte de la combinación del texto con la ilustración y el entintado. Eso es algo que me parece sugerente y muy acertado. Aparte de esos guiños artísticos como Magneto volando en el cielo mientras controla a los Vigilantes alrededor de él y en la tierra le observan los mutantes como humanos que observan mortales desde la tierra al cielo, recuerda a algunos de los cuadros religiosos de El Greco.
Entre tanto en Spiderman vemos un respeto al clasicismo de esa serie, incluso con páginas de ocho viñetas, que es algo que ha quedado anclado en las etapas más de mediado el siglo XX, pero lo dota de una modernidad sorprendente, rompe incluso los cuadros para crear espectáculo, como la aparición de Spiderman saltando sobre la gente por primera vez para combatir con su primer enemigo por primera vez, contra el Duende Verde. Claro que Bendis incluso innova más al hacer cosas como darle un ritmo lento al nacimiento de Spiderman, cosa que exasperó a la editorial pero luego le idolatraron al ver que fue un acierto. Durante las tres primeras revistas mensuales Spiderman no tiene su traje y en la última revista que narraba este inicio del superhéroe no solo no aparecía con el traje, sino que tampoco aparecía ni Spiderman ni ninguna hazaña. Simplemente era una conversación entre Mary Jane y Peter Parker en el dormitorio de este donde se sucede una serie interminable de retratos de primerísimo plano de la cara de uno y otro hablando... donde para colmo Parker le dice que es Spiderman a Mary Jane. Una osadía argumental que parece ser cabreó a los lectores más antiguos en su día, pero que fue copiado en el cine y enamoró a los nuevos seguidores. Claro que el nuevo Spiderman es un chico falible. Sus propios errores le meten en problemas. Quizá de este Spiderman una de las cosas más chocantes sea la deformación de muchos cuerpos de muchos personajes, pero puede ser una cuestión expresiva visualmente.
Sea como sea, no están nada mal, y siempre se puede recordar que se trata de una dimensión alternativa, que los actualiza, que sí, pero es un mundo Marvel como cualquier otro de los que hay.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
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