En el año 2012 yo cumplía 33 años. Conseguía algunos trabajos nuevos de archivo, a la vez hacía otras cosas, había desempleo también. Escribía. Y sí, participé de las dos huelgas generales contra la reforma laboral de ese año, y las fomenté informando de la reforma, así como participé de otras protestas que hubo, muchas relacionadas con el 15M o derivadas de él, del que yo había sido uno de sus miembros más activos en Alcalá de Henares en 2011, uno entre otros. Seguía leyendo en el comienzo de año libros para hacer informes de lectura para su posible publicación y recomencé mi labor autodidacta en cuanto a mi inglés.
2012: 33 años.
Leí 50 libros, de los cuáles 3 eran novelas gráficas.
Escupiré sobre vuestra tumba (Boris Vian, 1946): Podría haberlo leído ya antes, porque es una
novela breve y de fácil lectura y es de un autor clave en cómo entendí la contracultura, pero fue el libro que leí a caballo entre 2011 y 2012, elegido por mí mismo, pues también leía los libros para los informes de su posible publicación en una editorial determinada. Me obligué a leerlo sin retrasarlo más, también para ir recuperándome mejor, para retomar mi vida, ya que tenía un problema con una amistad que se solucionó. Se
trata de un libro escrito en 1946 sobre un hombre de raza negra que,
por genética familiar, ha nacido con la piel tan clara que podría pasar
por blanco. Uno de sus hermanos fue matado por blancos estadounidenses y
otro ha recibido una paliza. Él, haciéndose pasar por blanco entre la
alta sociedad del sur de Estados Unidos, va manteniendo relaciones
sexuales con jovencitas ricas blancas mientras va preparando su venganza
racial. Es un libro apasionante. Lo habría puesto en destacados de 2011
si lo hubiera acabado, pero lo acabé en 2012. Un alivio también entre tanto otro libro leído por fuerza de ganar algo de dinero haciendo informes de lectura. Este lo compré en librería Diógenes.
Los archivos del Estado. Qué son y cómo tratarlos (Alfonso Dávila, 2010): Aunque yo ya trabajaba de archivero cuando tenía contratos, seguía formándome a mí mismo en lo teórico. Este libro me lo regalaron en el taller de archivos que me formó entre 2009 y 2010. Lo leí ahora. Dávila era además el director del Archivo General del Estado, y yo trabajé allí para una empresa que contrataron. Además, Dávila es investigador y escritor en la ciudad, mantengo una amistad con él. Escribí de este libro en
Las notas de los cíclopes libreros. Refrescaba y actualizaba, a la vez que ampliaba, algunos de los recursos actuales de archivística y parte de su Historia institucional. También lo leí siguiendo la preparación de posibles oposiciones, pero el gobierno de Rajoy las paralizó todas durante un exceso de años hasta dejar a la administración bajo mínimos. Truncó muchas vidas. Como ya he coincidido en opinión con otras compañeras y compañeros de profesión en años posteriores con edades similares y que han terminado como yo, sobre todo desde 2020, nuestro momento era aquel y nos lo quitaron. Se ha perdido una generación de archiveros para la administración, porque la mayoría o ya no tiene tiempo o ánimos para estudiar o recursos, o ya es difícil actualizarse con todos los cambios legislativos que han habido.
Jántaro (¿...?, 2012): Era uno de los libros en pdf que me pasaban para hacer un informe de lectura sobre su posible publicación o no. Básicamente se trataba de un joven que descubre un bastón que le hace saltar de dimensión en dimensión. De ese modo descubre que hay una conspiración entre inmortales para acabar con las otras dimensiones. Aparecen seres mitológicos japoneses mezclados con seres de otras mitologías. El libro tenía un gran número de faltas de ortografía y sintácticos, así como un mal uso de los tiempos verbales, que cambiaban sin sentido en un mismo párrafo con facilidad. Tenía un ritmo de la acción bien medido, en ascenso, aunque había un exceso de personajes y de palabras japonesas que hacían pensar que fuera apto para los más aficionados al cómic manga, ya que la historia se construía como algunas de las series manga donde de un monstruo se salta a otro en una serie de combates. Ignoro quién lo escribió y si se llegó a publicar.
Bajo la Cruz de Lorena (Antonio Marchal-Sabater, 2012): Este era otro de los libros que me dieron a valorar. Le puntué con un alto interés comercial, aunque literariamente con un punto menos. Le analicé muy positivamente, por lo que por segunda vez con un libro de los que esta editorial me pasaron me sorprendió que la editorial no lo editara. Ignoro la razón, pero el libro se publicó en 2015 con otra editorial y sigue vendiéndose en 2022. Sigue disponible. Se trataba de una novela de espionaje al estilo clásico al que el autor le dotó de un sabor español. Una periodista española estudia la fortuna de una serie de soldados españoles que lucharon en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, al estar exiliados allí y se ve envuelta en una conspiración por el robo de oro donde se entromete el servicio secreto israelí, el soviético y hasta terroristas de ETA, pero a la vez hay saltos temporales con la vida de los soldados españoles que está investigando ella y que tienen que ver con el robo de ese oro en plena guerra mundial, por lo que a la historia de espionaje se le suma la historia de estos soldados. Es una novela dentro de una novela. El libro no estaba nada mal dentro de su género. En todo caso el autor, en aquel 2012, ya tenía un libro autopublicado previo.
¿Cómo empezar? (Alicia López Tarrida, 2012): Me lo dieron a leer para el informe. No es de los que más puntuación di. El libro lo terminó autopublicando la autora en 2015. Una mujer se haya en proceso de divorcio y pelea por la custodia de los hijos, mientras tiene algo de acoso por parte de su expareja. En ese contexto comienza a iniciarse en lo mistérico y el reiki. Descubre los planos astrales y las reencarnaciones hindúes, confunde un poco todo ello. Una vez que logra a sus hijos comienza una segunda parte del libro donde ella explora haber sido diversas personalidades femeninas importantes de la Edad Antigua, diosas egipcias, y otras reencarnaciones. Lo más valioso de la novela era la construcción del personaje femenino, bajo mi punto de vista. En cierto modo me hacía pensar que la novela podía ser algo que quizá se pensó para promover una determinada tienda de esoterismo, pero no lo podría asegurar.
Perseguido por fantasmas (Alberto Ávila Salazar, 2012): Otro de los libros que hube de hacer informe. Podía cumplir su objetivo para un público lector aficionado al terror, pero la editorial no lo publicó, en 2015 lo autopublicó el autor con un título diferente, Lo que dicen los dioses, que sigue vendiéndose en libro electrónico. Se trataba de una novela, pero en realidad su construcción hace pensar más bien en una colección de cuentos de terror con un personaje como hilo conductor. En el Madrid de los años 1940 un asesino en serie comete una serie de crímenes que le sugiere la diosa Cibeles. Un policía recurre a una vidente italiana para investigarlo. Con saltos temporales diversos, un periodista en 1975 investiga parte de esos crímenes en torno a una habitación donde ve fantasmas, partos horribles y diversos monstruos.
Confidencias (Carmen Alonso, 2012): Yo no elegía los libros a leer, a mí me los enviaban, por lo que me encontraba de todo. En este caso también ignoro si se llegó a publicar en esta o en otra editorial. Rastreando por Internet actualmente sé que existe una librería llamada Carmen Alonso que publicó un libro llamado Confidencias de Frivolina, pero no tenía que ver su temática con este. También existe una catedrática de Historia con ese nombre que trabaja sobre el tema biográfico de este libro. Pero también hubo un teatro en 1895 llamado Carmen Alonso que hacía representaciones sobre la vida de Isabel I la Católica, porque de esa vida es esta novela. Así pues, no sé siquiera si Carmen Alonso era una persona de verdad o un pseudónimo. La novela trataba desde lo epistolar la vida de Isabel la Católica, tocando la vida de varios personajes relacionados, como por ejemplo su propia madre, enloquecida y que ocupa la primera parte del libro. Así que de fondo estaba la construcción del Reino Hispánico. Estaba muy bien informado en todo tipo de datos históricos, aunque más que una novela histórica parecía una novela interesada en novelar una vida femenina. Se dotaaba de mucho interés a todo lo femenino, hasta el punto que más que personajes del siglo XV y XVI parecían por actitudes y modos de pensar mujeres del siglo XXI. Quizá su público lector más adecuado era un público femenino que hubiera deseado una idealización de las mujeres del siglo XV al modo del XXI. No lo sé. Estaba bien informado, pero su orientación era ese anacronismo.
Brokermaniac (Julio Holgado, 2012): Este libro que me dieron también a valorar es el que mejor valoré con diferencia. Fue el mejor de todos los que mandaron. La editorial lo entendió y lo publicó ese mismo año por todo lo alto. De hecho me dio mucha alegría el día que lo vi en papel en una de las mesas principales de La Casa del Libro de la Gran Vía de Madrid. Se lo merecía mucho. El autor es licenciado en Dirección y Administración de Empresas, pero escribe libros de misterio policiaco, por así decirlo, relacionado con tramas conspirativas económicas al más puro estilo de las novelas de espionaje clásicas tipo las que escribía Forsyht, Conrad o Le Carré. El libro comienza en 2003 con un estudiante de empresariales que se va a Estados Unidos para empezar en una empresa de inversiones donde detecta una serie de cosas extrañas que envía por correo a su profesor universitario. La cosa queda en nada y él consigue un empleo estable allí. Pasan los años y ocurren más cosas anómalas que terminan llamándole la atención por lo que investiga, sobre todo con el preaviso de catástrofe económica de 2007 y posteriormente con la Gran Recesión de 2008. Intuye que detrás ha habido una serie de especulaciones corruptas y una conspiración para acabar con el sistema y enriquecer a uno pocos que le pone en el ojo del huracán de una historia con ritmo de novela de espionaje clásica. Muy interesante y muy recomendable. La lectura atrae.
Sol de Luna (Dolores Pereñíguez, 2012): Con el tiempo trasteando en Internet he sabido que esta autora cumplía 20 años cuando envió este libro, y que llegó a publicarlo. No solo eso, fue el primero de una trilogía o saga a la que llamó de manera homónima a este libro. Contenía algunos errores ortográficos a la hora de escribir verbos, que hoy día ya tendrá más que corregidos en su escritura. No fue el libro que más puntuase, tampoco se quedó escaso de puntos. Era una novela que seguía la estela de sagas tipo Las crónicas de Narnya o Harry Potter. Una chica sueña constantemente con el pasado, con un asesinato en la Edad Media. Sus padres la mandan al castillo de uno de sus tíos para ver si mejora, allí están un grupo de amigos suyos. En determinado momento viajan al pasado, por intervención de dioses, y llegan a esa Edad Media propia de la épica fantástica con magia y seres sobrenaturales. Viven una aventura en busca de la razón por la que la chica está conectada con ese tiempo. Novela fantástica y juvenil. Mejor para ella si lo llegó a publicar, yo tardé más años en lograr publicar uno de mis libros.
El guardián de la civilización perdida (Roldán Benito Vidal, 2012): Fue el último de los libros que leí para realizar el informe sobre su posible publicación para la editorial. Tenía un gran número de palabras mayas, contenía hasta un glosario para poder seguir la lectura. Contenía un gran conocimiento de la selva maya y de la Historia de los mayas. La historia se ambientaba en el siglo XVI, a comienzos, en una población maya que un día recibe a tres náufragos españoles. Uno de ellos se aclimata a la vida maya y se hace parte de ella incluso formando una familia. Cuando tropas de Hernán Cortés llegan allí comienza la renegación del español y su defensa de los mayas, lo que lleva a un desenlace épico conocido, sobre todo porque siendo esta una ficción, se basa en una historia real. El libro estaba bien, pero su abuso de las palabras mayas le hacía de difícil lectura a veces. Ignoro si el libro se llegó a publicar, pero el autor es un reconocido conocedor de las culturas precolombinas y antiguas, por lo que no me extraría que lo publicara. Estaba bien ambientado.
Acceso Total (Ron Marz -guión- y varios dibujantes, 1998): El primer cómic que leí en formato digital, aunque prefiero el papel. Me lo pasó un amigo, Paulino Merino, ante una conversación que tuvimos sobre superhéroes de Marvel y superhéroes de DC. Me dijo que había habido un cruce (crossover) de los personajes de ambas editoriales a finales de los 1990, cuando tenían que sobrevivir ante el empuje del cómic japonés. Es una rareza que, que yo sepa, no se publicó en integral nunca, está en cuatro o cinco números. Ambas editoriales se transforman en dimensiones paralelas. Las dos dimensiones chocan entre sí y llevan a los superhéroes de ambos mundos a encontrarse, confundiéndose entre ellos al creer los de DC que los de Marvel son villanos, y los de Marvel que lo son los de DC. De ahí surge una gran batalla y una serie de enfrentamientos con mucho morbo para los lectores más adictos a los superhéroes, y tal vez más adolescentes. Faltaba un poco de enfoque adulto y los dibujos claramene eran comerciales en sumo punto, pero es una curiosidad que, tras tanta lectura de lo anterior mencionado, necesitaba para despejar. Además, comencé mi investigación sobre censura en los cómic de superhéroes y esto era una reencuentro con los superhéroes de Marvel con lo que para mí era una novedad, y que sin embargo estaba publicado desde 1998.
Fahrenheit 451 (Ray Bradbury, 1953): A pesar de que soy un forofo de la ciencia ficción y de la distopía, de
la que te hace pensar, este clásico del cuarteto iniciador del género no
lo había leído hasta este 2012. Lo destaqué como una de los dos libros a destacar de mis lecturas de ese año, en la
Noticia 1176ª. La historia es bien conocida en nuestros días.
Truffaut llegó a llevarla al cine y
Tim Hamilton
al cómic, pero es en el original, en el libro, donde está la historia
en su modo más perfecto. Hay que remitirse al libro, ir al libro, leer
el libro. Esta es una distopía donde se plantea una sociedad futura
donde se controla a la sociedad sin necesidad de amedrentarla, sino que
el gobierno lo logra haciendo vivir a las personas en una sociedad de
consumo y necesidad de consumo de todo tipo de productos materiales que
hace que cada individuo crea que vive en una sociedad perfecta y feliz
cuando logra sus pequeños objetivos al comprar algo. Pero para esto el
gobierno necesita que las personas no se detengan más que en pensar en
sus carencias materiales que les plantean los empresarios productores,
en nada más. Esto se logra ocupando las mentes con interminables
programas de televisión que contienen informativos que dan la apariencia
de una total sociedad de la información, pero que en realidad es todo
una maquinaria que usa el gobierno para dar la información que más le
interesa a cada momento. Necesita que la gente no piense demasiado en
alternativas o en el origen de las cosas, y para eso debe eliminar el
que por siglos ha sido el principal método para que la gente empiece a
pensar por sí misma: la lectura. Los libros están prohibidos, en esa
sociedad los bomberos no apagan incendios, sino que prenden hogueras de
libros. Cada cierto tiempo aparecen socialmente algunas personas que se
descubre que leen clandestinamente. Con este planteamiento Bradbury nos
presenta la historia de un bombero que empieza a dudar de su trabajo
censor y comienza a empatizar con los perseguidos lectores. Todo, por
otro lado, en un contexto de Guerra Fría y una amenaza de guerra mundial
sobre la sociedad para que nadie se atreva a cambiar (por miedo) el
orden de estado de la sociedad planteada. Es una lectura que también me
resultó muy cercana a estos tiempos de crisis económica y de
replanteamiento de la sociedad que vivimos, posterior a la Guerra Fría,
donde los grandes empresarios no sólo nos han llevado a esta crisis
actual, sino también a una sociedad del consumo y unos miedos no muy
lejanos a los que Bradbury nos planteó en 1953. No obstante, es un
clásico del género y del siglo XX.
Leopoldo María Panero. Poesía completa (1970-2000) (Leopoldo María Panero, 2001): Fue un regalo de cumpleaños que me hicieron varias amistades juntas. Sabían que yo había comprado anteriormente una antología de Leopoldo Panero, pero me confundí y era el padre. De ese libro ya hablamos en anteriores entregas. Así que me compraron este obras completas. Lo cierto es que es el primer tomo de las obras completas, porque hay uno segundo llamado Leopoldo María Panero. Poesía completa (2000-2010), el cual tengo pendiente de comprar aún hoy. Luego, tras su muerte, salieron hasta cuatro libros póstumos que tenía preparados, de los cuales me regalaron uno, por lo que me queda ese segundo tomo y tres libros póstumos posteriores. Como sea, este volumen compilaba los veinticuatro primeros libros de Leopoldo María Panero, incluidos entre ellos poemas que salieron en revistas o libritos. Como el nombre indica, eran libros que se publicaron entre 1970 y 2000, aunque creo recordar que había algún poema que salió individualmente en revistas en los últimos años de 1960. Tenía las obras llamadas: Primeros poemas, Así se fundó Carnaby Street, Tarzán traicionado, Teoría, Last river together, El que no ve, Tres historias de la vida real, Dioscuros, El último hombre, Poemas, Últimos poemas, Poemas del manicomio de Mondragón, Globo rojo, Contra España y otros poemas no de amor, Heroína y otros poemas, Piedra negra o del temblar, Once poema, Locos 1ª ed., Epílogo, Orfebre, Locos 2ª ed., El tarot del inconsciente anónimo, Guarida de un animal que no existe y Teoría lautreamontiana del plagio. Cada libro merece su propio comentario, pero voy a comentarlo en conjunto ya que me lo leí en bloque en este volumen, aunque con algunas pausas entre un libro y otro. Leopoldo María Panero es uno de los poetas de la contracultura española más representativo. Sus primeros libros son los más populares, y toda una rareza en la España de Franco, aunque la adscripción inicialmente falangista de su padre posiblemente le evitó problemas, lo que no evitó los problemas familiares y los psicológicos posteriores. Ahora bien, creo que los mejor trabajados son los poemas de una edad más avanzada, pero es evidente que este poeta es uno de los poetas importantes de la segunda mitad del siglo XX español, pero a la vez es uno de los menos conocidos en las aulas. Para mí fue un descubrimiento deseado de y por conocer que hicieron posible mis amistades. Reimpulsó mi contracultura en mis poemas y algo del surrealismo. Tengo ganas de conseguir lo que me queda de sus obras completas. escribí varias cosas impulsado por él. Es una poesía española que se nos oculta cuando se habla de poesía por aquellos que se creen en posición de hacerlo. Hay que romper esa frontera.
Central eléctrica (Jesús López Pacheco, 1958): Escribí de ella en la
Noticia 1088ª. Yo trabajé en el Archivo General de la Administración la catalogación y descripción del archivo personal de Jesús López Pacheco, escritor exiliado en Canadá que llegó participar de las protestas universitarias de los años 1950 en España y que fue alumno y amigo de Tierno Galván. Especialmente su correspondencia. La gente de la administración sabía quién era porque tuvieron que informarse dado que el Estado había comprado su archivo a la familia y lo había depositado en este archivo, pero no sabían apenas nada de él ni de su obra. Así que me informé a fondo de esta persona. Yo ya había trabajado archivos de otros exiliados. Por curiosidad comencé a buscar libros suyos, pues el autor había tenido algún que otro premio importante. Encontré este a través de Internet en una librería de antigüedades de Madrid capital y allí fui en persona. Era un local atiborrado de libros sin aparente orden. Ni siquiera se acordaba bien el librero del autor. El libro pertenece al realismo social propio de la literatura posterior a la guerra civil española entre los escritores que no estaban exiliados, tipo Cela, Ferlosio o Delibes. López Pacheco era más joven, pero escribió en este sentido. La novela contenía una crítica social al capitalismo desaforado y un alegato también a favor de la ecología y el mundo rural. La idea era parecida a
La colmena, pero su mensaje era mucho más activo en lo político y en lo social, lo que sin duda debió a atraer en su contra a las autoridades franquistas. La acción se sitúa en la España rural del norte de España previa a la guerra civil. Una compañía eléctrica trae planes de futuro que implican la construcción de una presa para construir una central hidroeléctrica y eso lleva a que el pueblo debe ser sumergido en las aguas. Sin duda, en la España de Franco de los años 1950 el tema era de bastante actualidad y no solo por la justicia social o las libertades, sino también por el asunto del hundimiento de pueblos en lagos para construir presas de agua en teórico beneficio de todos. La gente del archivo apreció mucho que en el desarrollo de mi trabajo me acercara tanto a la persona que hizo aquellos documentos, pues, como dijeron, de la noche a la mañana estaba siendo la persona que más sabía de ese fondo de archivo en ese momento, pero yo estaba con una empresa temporal. Todo lo que yo supe, como se dice en una famosa película, se vino conmigo. Aunque viera batallas más allá de la estrella de Orión, conmigo se fue aquello.
Una odisea en el espacio. 2001 (Arthur C. Clarke, 1968): Encontré el libro en la feria del libro antiguo y de ocasión de Alcalá de Henares del año anterior, pero lo leí ahora. Era una edición antigua de TVE en la época de Franco, por lo que es posible que tuviera censura y merezca la pena comprar una edición actual, pero tengo esta. El guión de la película lo había escrito C. Clarke con Stanley Kubrick, pero la novela era solo de C. Clarke. El final de la película lo entendí mucho mejor a raíz de leer la explicación del autor en este libro. Cobró mayor sentido para mí. Ahora bien, creo que en este caso la película es mejor que el libro, aunque ciertamente esa vez el libro nace de la película y no la película del libro, como suele ser lo habitual. El libro, en todo caso, fue un producto comercial para impulsar la película en 1968, aunque probablemente fue la película la que impulsó el libro, a pesar de estar firmado por Arthur C. Clarke, y es que en esta historia la imaginación de Kubrick también jugó un papel protagonista. Como sea, de esta historia han salido muchas de las ideas que han perdurado tanto en la ciencia ficción como en la ciencia real que las llevó a la práctica en la conquista del espacio posterior. Tiempo después descubrí que varias amistades tenían esta misma edición por haber sido uno de los libros de sus padres cuando eran jóvenes. No sé, quizá sea la edición más extendida en España de esta obra a fecha de hoy y quizá merezca que se extienda otra libre de toda sospecha de censura o quizá de mejor tratamiento editorial.
Cuerda de presas (Jorge García y Fidel Martínez, 2005): Este cómic me lo regaló por mi cumpleaños Julián Vadillo. Es un cómic español sobre presas republicanas en la dictadura franquista. Son varios relatos que juegan con el blanco y negro y tiene altas dosis de activismo, evidentemente. El cómic no trascendió demasiado, pero se vendió bastante entre personas con inquietudes por la memoria histórica.
Asilo poético. Poemas escritos en Canadá (1968-1990) (Jesús López Pacheco, 1992): Este lo busqué en libros de antigüedades y descatalogados y lo encontré vía Internet. Me lo leí y ahora ya era quien más sabía del archivo del autor y quien más había leído de él, y solo hablamos de dos libros. En todo caso este poemario era una antología creada por el propio López Pacheco ya anciano. El autor como poeta tenía algunos momentos destacables y otros un poco más sencillos. En todo caso me entusiasmó conocer tanto de este autor ahora que estaba tratando su correspondencia y su documentación personal. Escribí sobre él y se lo descubrí a algunas personas. Me sentí un poco parte de la recuperación de la memoria de la existencia de este escritor. Hay que hacer aún mucho con la memoria de la España exiliada y con las múltiples direcciones de la dictadura, que fue algo más allá que las ejecuciones y la cárcel, era algo aún más complejo. Así pues, los dos libros de López Pacheco que yo tengo están descatalogados y eso los hace un tanto rarezas en mi biblioteca.
La peste (Albert Camus, 1947): Es el segundo libro que destaqué de mis lecturas de 2012 en la
Noticia 1176ª. El autor era un pies negros francés, o en otras palabras un francés que
había nacido en Argelia, cuando Argelia era parte de Francia. Comenzó
siendo comunista y terminó siendo un anarquista intelectual muy activo
durante la Guerra Fría. Vivió los horrores de la segunda Guerra Mundial,
y después los de la Guerra de Independencia de Argelia. Camus, Premio
Nobel de Literatura, habla sobre todo de problemas de conciencia. Sus
personajes son un problema de conciencia en sí mismos, Pero no son un
problema de conciencia inusual, lo son de manera muy común, muy cercanos
a las vidas normales de los lectores, a pesar de que los ponga en
contextos excepcionales. En
La peste una ciudad argelina francesa
sufre una epidemia de peste tras la guerra mundial y la población es
aislada del resto del país. La sociedad en ese momento cambia poco a
poco pasando por todos los estados humanos posibles y eso lo explica
Camus a través de varios personajes y sus casos individuales. Este libro
me incitaba a no dejar de leerle, aunque su volumen obliga a darle
pausas, y lo que dice y analiza invita a parar para reflexionarlo, para
saborearlo, para que quede el sabor en el paladar. Desde el doctor que
lucha contra la muerte sabiendo que es una guerra perdida y debe
deshumanizarse precisamente para llevar a cabo su labor llena de deseos
humanos, al periodista que necesita contar con palabras lo que todos
viven con hechos, el asesino que se oculta en buenas acciones, el cura
que quiere llevar la paz interior a sus feligreses mientras él mismo
sufre dudas ante calles llenas de muertos que no hicieron nada por
recibir esa muerte, o políticos que tienen que administrar la ciudad
como si fuera una fábrica de muertos en lugar de un lugar de sociedad.
Es una lectura muy recomendable, la metáfora de la trama en sí misma
hace al mismo tiempo que sea extrapolable a otras situaciones de hoy
día, en plena crisis económica. Esta novela fue escrita en 1947, pero su
lectura, lo que expresa, es atemporal. Con la pandemia de la Covid-19 en 2020 y los confinamientos mucha gente redescubrió o descubrió este libro, pero la gran mayoría le sacaron de contexto o no se dieron por aludidos del anarquismo del autor, el cual se refleja claramente en su literatura y en su visión del mundo. Sea como sea, este libro es precedente incluso de Saramago y socialmente presenta una serie de cuestiones sociales a modo de amenazas al individuo y su libertad muy interesantes.
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Blade Runner) (Tony Parker, 2011-2012): basada en la novela
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Phillip K. Dick, cuya
lectura la hice en 1996 y la destaqué en 2007.
Como sea, este cómic en dos tomos lo destaqué entre los cómic que leí ese año en la
Noticia 1176ª. Esta novela gráfica fue un regalo de cumpleaños que me hicieron dos de
mis amigos más antiguos en 2011, el primer tomo, y que completé con la compra del
segundo volumen yo mismo en 2012. Posteriormente sacaron obras derivadas, pero ya no las compré. Ya hubo una versión en
cómic que publicó Marvel en 1982 con motivo de que la novela de 1968
sirvió como base para
una película de Ridley Scott ese
año. Aquel cómic era más fiel a la película que al libro, y las líneas
de los dibujos estaban pensadas con una finalidad más comercial que
artística. La novela gráfica de 2011 es todo lo contrario. Nos ha
llegado en dos volúmenes a España, pero en Estados Unidos fue publicada
originalmente por capítulos en revistas. Su finalidad era doble:
destacar un aspecto artístico y ajustado a la novela, y homenajear a
Phillip K. Dick, ya que en 2012 se cumplió el treinta aniversario de su
muerte, pero también del estreno de aquella película de su libro más
conocido. Los dos volúmenes de este cómic incluyen textos tanto de los
participantes de la creación del mismo como de personas que conocieron
al escritor. Sus aportaciones y análisis de la obra ayudan a ver con
otros ojos, con muchos otros ojos, este otro clásico de la literatura
estadounidense del siglo XX, que también es una distopía, o mejor dicho
no lo es, sino que tiene muchos puntos en común con la distopía. El
cómic esta tratado con técnicas informáticas de grafía y coloreado. Es
un trabajo donde predomina el color negro y las gamas oscuras de
cualquier color, pero de vez en cuando se rompe todo con haces de
luminoso blanco y azul eléctrico. El guión usa más de los textos
seleccionados de la novela que de los diálogos entre personajes. Es
cierto que algunos dibujos no llegan a convencerme del todo, pero
también es cierto que para esta edición de lujo hay varios dibujos
pintados por renombrados y afamados artistas del Noveno Arte, ya
consagrados para la Historia inicial del siglo XX de esta modalidad de
arte. Lo mejor de estos dos volúmenes es, insisto, esos textos que
acompañan la obra.
Bristol Murder (Philip Prowse, 1976): Fue el primero de los libros en inglés que empecé a leer para retomar mi autodidactismo con ese idioma. Era de una conocida colección para estudiantes en inglés que publica novelas resumidas adaptadas a los niveles de inglés que indica. Este era de nivel intermedio. Me resultó de fácil lectura. Este era de misterio y detectives.
La cebada cervecera (calidad, cultivo y nociones sobre fabricación de malta y cerveza) (José Luis Molina Cano, 1987): Uno de los impulsores principales de la Bicicrítica y el taller de bicis, relacionado con el 15M de Alcalá, se empeñó en que me leyera este libro. Él estaba interesado en el tema y acabó haciendo su propia cerveza. Me lo prestó y lo leí. Era muy técnico, evidentemente, pero era un tema que me resultaba curioso, nada más. Aprendí sobre el proceso, pero no me interesaba hacer cerveza. Que yo beba cerveza no quiere decir que yo esté interesado en hacer mi cerveza, ni en la cerveza artesana que tan de moda se puso en esos años. Le agradecí la lectura y se lo devolví cuando lo acabé. Yo era usuario del taller de bicis cuando comencé a repartir la prensa de Diagonal, luego El Salto.
Into the future (John Milne, 1991): Otro breve libro en inglés para grado intermedio. Me habían dado unos pocos de estos libros y los estaba aprovechando. Agradecía adquirir algo de vocabulario con los glosarios y un diccionario. Lo que está claro es que este año mucha gente estaba interesada en que leyera ciencia ficción y detectives.
Firmado Mac, carteles de cine de Macario Gómez (Filmoteca Española, varios autores, 2006): Comencé a trabajar en el archivo de papel de la Filmoteca Española, con programas de mano, cartelería y todo el archivo personal de Luis Buñuel. Fue uno de mis trabajos más largos. La directora del área a la que estábamos asignados de vez en cuando nos regalaba libros que sacó la Filmoteca y que habían resultado excedentes que se iban a tirar a la basura. Este era uno de ellos de una exposición que hubo. Hice amistades laborales interesantes en ese proyecto, incluido el descendiente de Valle-Inclán, que era el director. Este libro no solo enseñaba sobre Mac y su obra, me era útil para mi trabajo de ese momento, pero también enriquecía el conocimiento sobre una de mis aficiones, el cine, y también sobre ilustración, Arte y hasta cierto modo cómic. Un libro muy enriquecedor. Años después conseguí el de Jano.
Pygmalion (Bernard Shaw -1912-, adaptado por Claré Heyhoe en 2000): Otra novela adaptada para aprendices de inglés de manera muy breve, aunque se trata de una obra de teatro. Había que tener disciplina.
Of mice and men (John Steinbeck -1937-, adaptado por Martin Winks en 1992): Yo conocía la historia De ratones y hombres a través del cine y por referencias en series de televisión, incluido Los Simpsons. El libro original no lo he leído aún. Así que no paró de llamarme la atención la adaptación de Winks, muy reducida, para aprendices de inglés. Siendo una adaptación muy simple he de reconocer que me gustaron bastante algunas partes y eso que no escribía Steinbeck. Me gustó como obra literaria, a pesar de ser un resumen, aunque parezca broma decirlo.
La isla (Aldous Huxley, 1962): Se había reeditado o editado ese mismo año 2012 y como apasionado e investigador de las distopías lo compré. Se escribió como contrapunto de Un mundo feliz, de 1932. Fue el último libro que escribió Aldous Huxley. El vendedor me lo vendió como distopía, pero delató de ese modo que
no había leído el libro ni sabía nada de él, pero que conocía que Huxley
era el autor de Un Mundo Feliz. Este otro libro, La Isla,
no es una distopía, es un libro de una utopía que explica precisamente
el tipo de sociedad perfecta que consideró ideal Huxley. El autor en sus
últimos años había ya experimentado con varias drogas lisérgicas y se
había introducido en el budismo y el hinduismo, y eso es algo muy
evidente en esa última obra. Para él la sociedad perfecta se basa en la
felicidad, y no en lo material, aunque es precisamente el poder cubrir
algunas necesidades materiales lo que permite que la mente se pueda
centrar en que uno mismo sea feliz. Rechaza de lleno los dos mundos de
la Guerra Fría, el occidental capitalista y el de las dictaduras
comunistas, y se posiciona claramente al lado de las naciones No
Alineadas y, más en concreto, en la idea de la necesidad de abandonar la
política y centrarse, con libertad y sin tabúes, en las cosas básicas y
sencillas que a las personas nos hacen o harían sentir bien. Un amigo mío en la Filmoteca Española, compañero archivero, lo confundió con la película La isla, que no tiene nada que ver.
Write to be read (William R. Smalzer, 1996): Tenía este libro desde la carrera universitaria. Había leído y trabajado los primeros capítulos, no más porque el profesor fue incapaz de hacer que avanzáramos más. El aprendizaje del inglés en la Enseñanza General Básica se limitaba muy básicamente a los tres últimos cursos. El inglés del Bachillerato Unificado Polivalente y del Curso de Orientación Universitaria era más completo, pero aún muy deficiente. Muchas generaciones de mi edad habíamos aprendido fatal el inglés o no habíamos aprendido nada. Yo aprendí un poco y lo trabajé por mi cuenta después a través de canciones y grupos de rock, luego, como este 2012, intenté aprender con lecturas de libros y revistas, e incluso con cursos por Internet sobre temas que me interesaban, ayudaba también el cineclub de versión original subtitulada, pero no mucho sin herramientas que permitieran avanzar. Este libro era una de esas herramientas, pero el profesor no supo sacarle partido. Solicité el primer curso universitario, que era optativo, pero no el segundo. Lo pasé fatal porque el profesor puse el nivel en la persona que más supiera, y no en la media, y resultó que la persona que más sabía era casi bilingüe porque su padre era piloto de avión y había viajado mucho desde niña. Fue un curso muy fracasado para casi todos. Aparqué este libro años. Lo retomé ahora y lo leí y trabajé entero. Aprendí bastante sintaxis. Entre esto y lecturas y cursos de audición logré avanzar por mí solo hasta un grado intermedio, no el más avanzado, pero tampoco el más sencillo, según los exámenes de evaluación de algunas páginas de Internet gratuitas. Años después de han regalado otro de estos libros, lo tengo pendiente.
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