lunes, diciembre 20, 2021

NOTICIA 2100ª DESDE EL BAR: EL ASUNTO FORQUÉ

Fue el 29 de agosto de 2009, en la Noticia 666ª, que escribí en este blog sobre el hecho del suicidio. Durante muchos años los medios de comunicación convencionales han esquivado este asunto. Normalmente se escudaban en la idea de no querer crear un efecto contagio. Alguna vez hablé con alguien sobre que eso era en parte una opinión de un posible, el contagio, pero no era una certeza. Se lo comparaba con otros problemas a los que se les dio visibilidad y se me negaba la mayor. Hay en los últimos tiempos demasiadas personas que se enrocan en una "verdad" extendida. La sacrosanta "verdad" inamovible porque la dicen muchos.

Hace muchos años que me acerco no solo a la Historia, también a la filosofía y a la psicología. No es algo nuevo. Pocos saben que yo no empecé en la carrera de Historia, sino en la de Pedagogía, y que elegí asignaturas que tenían que ver con la pedagogía para la muerte y diversas enfermedades mentales y filias. Sí hay algunos más que saben que durante la carrera de Historia escogí diversas asignaturas que tenían que ver con la psicología de masas.

Ha tenido que ocurrir una vez más una fatídica noticia para que algunas voces comiencen a  cambiar. Hablo sin duda de la muerte de la muy conocida actriz Verónica Forqué, ahorcada por sí misma en su casa la semana pasada. Ha tenido que ser una vez más la muerte de alguien famoso para que los medios de comunicación se replanteen sus "verdades" irrefutables. 

Desde que Más País plantease el asunto de la salud mental en el Parlamento en 2020 algunas cosas ya habían comenzado a cambiar, pero posiblemente el suicidio de Verónica Forqué ha dado un empujón para que los medios de comunicación comiencen a plantear el asunto del efecto contagio como algo posible, pero no como algo matemático.

Aún con todo sigue sin afrontarse la realidad de los suicidios en toda su realidad. Si bien hay muchas enfermedades y problemas sociales que por ser mayoritariamente sufridos por las mujeres se consideran de género, en el tema del suicidio sigue sin denominarse "de género" a pesar de que mayoritariamente afecta más a hombres que a mujeres. El poder identificar que X problema afecta más a un género que a otro, sin desatender absolutamente a nadie, sea de la sexualidad que sea, ayuda a afrontar políticas de concienciación y programas sociales altamente útiles para atajar el problema. Así por ejemplo, la violencia de género, principalmente contra las mujeres, ha ayudado en los últimos años a crear una conciencia social que rechaza la misma y probablemente ha ayudado a identificar comportamientos que han podido ser cesados. 

Que sean más hombres que mujeres los que se suicidan puede tener múltiples orígenes. Desde las expectativas que culturalmente se esperan de un hombre y que en algunos casos crean profundos sentimientos de fracaso en la vida si no se alcanzan, a falta de comunicación grupal de hombres con otros hombres (cosa que no ocurre tanto entre mujeres), falta de comprensión, actitudes de aparentar una falsa fortaleza, pérdida del sentido de la vida cuando se acaba o cambia radicalmente lo que hasta ese momento ha motivado toda una vida, sentimientos de inutilidad cuando no se puede trabajar o tener determinados ingresos para mantener pagos y necesidades básicas, también el sentimiento de soledad, que es uno de los principales motivos de suicidio masculino, etcétera.

Pero también hay que hablar de los frenos, porque también existen frenos sociales que hacen que las personas, hombres o mujeres, no terminen de hablar o de compartir aquello que les atormenta. La sociedad moderna pone demasiadas barreras a quien se abre o a quien es original. El humor mal usado como ataque, o directamente el ataque, estigmatiza a quien se sale de la foto. Máxime en estos tiempos en los que quien más y quien menos está expuesto en las redes públicas de Internet. Pero Internet no lo es todo, y todos sabemos de quienes, por ejemplo, se burlan hasta la saciedad de quien viste de un modo determinado, o bien de quien opta por no tener objetos modernos, por poner un ejemplo. Pareciera también que los gustos personales deben estar acordes a los de los gustos que patrocinan todo tipo de medios de comunicación actual. Puede que acabar con los frenos sociales pueda ser de utilidad para acabar con muchos complejos y silencios que pudieran terminar en depresiones impredecibles. 

El asunto del suicidio, en bastantes casos, depende de cuestión de un instante. Aunque la enfermedad mental, de ser el suicidio consecuencia de una depresión, se puede desarrollar durante años, a menudo es un momento de crisis profunda la que determina al cerebro por una solución drástica. En un comportamiento paralelo sería lo que llevaría a alguien con una crisis psicopática a realizar un crimen en un momento de crisis o enojo. O bien, en otro paralelismo, es lo que haría tomarse una copa a un alcohólico que trata de dejar de ser alcohólico, un momento de crisis puntual. En alcohólicos anónimos tratan de atajar esto haciendo que cuando alguien note que va a tener una crisis, porque es algo que se va notando por dentro, llamen a un contacto determinado para hablar sobre ello, y este le guía para evitar caer en esa copa. Más o menos similar el suicida más definido psicológicamente está llamado a un proceso parecido, pero no todos los potenciales suicidas saben de esto, por el mero hecho de que la gran mayoría no se consideran a sí mismos enfermos de depresión, o no recurren a un psicólogo. 

En todo caso, quepa tener en cuenta para quien quiera saber que tiene mejores medios para informarse. Yo hoy solo comparto una reflexión extendida de aquella que compartí en 2009.

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