Pues ya está, ya tengo la pauta completa de vacunación contra la Covid-19, con las dos dosis de la vacuna de Pfizer. Aunque los tiempos son modernos y la información va directamente a mi historial médico informatizado, he querido que se anotara también en mi cartilla de vacunación, la cual la empezaron conmigo desde mi nacimiento en 1979. Falta el tratamiento que me hicieron contra la meningitis B que padecí en 1985, pero ahí está hasta el recordatorio contra el tétanos que me aplicaron en 2015, cuando por accidente corté una arteria de mi mano izquierda (ver Noticia 1468ª), y también la triple de la hepatitis B que me pusieron en el año 2000 a costa de que me tocó hacer la objeción de conciencia en el centro APHISA, atendiendo a los internos. Sirva este pequeño documento para animar a la vacunación. Es importante. No tengo mucho más que contaros sobre esto, porque creo que ya a estas alturas hay todo tipo de información sobre las vacunas, la vacunación y su importancia. Ahora bien, las vacunas han de llegar también al tercer mundo y a la gente que vive en la calle. España será una de las naciones solidarias que ya han prometido donar vacunas. Eso también es importante para poder acabar con la pandemia de la Covid-19. En todo caso, en cuanto a mí, solo puedo contar que en la primera dosis no tuve ningún efecto secundario, a excepción del dolor en el hombro varios días como si me hubiera golpeado ahí. Bueno, eso y un par de mareos que tuve ese día porque fui a repartir al prensa de El Salto a los suscriptores y la solera y caminata no fue buena idea. El pinchazo en sí prácticamente no lo noté más que lo justo. Con esta segunda dosis el pinchazo en sí esta vez sí me ha sido doloroso, pero igualmente ahora mismo no tengo ningún efecto secundario, ni tengo tanta molestia en el hombro del pinchazo, aunque dicen que en esta segunda dosis tarda unas horas en aparecer esos efectos secundarios si aparecieran, que no tiene porqué. La cosa, como mucho, como esta vez no me dieron el día libre en el trabajo, tuve que esperar el autobús a Madrid a pleno sol de la canícula en la avenida de Madrid y me he vuelto a sentir como mareado un par de veces esta mañana, pero nada, en ambas dosis ha sido cosa puntual y probablemente por la solera. Así que mí única recomendación cuando os vacunéis este verano, luego id a un lugar fresquito.
Saludos y que la cerveza os acompañe.
P.D.: El sello del centro de salud Ramiro II de Alcalá de Henares es un testimonio de la Historia reciente de Alcalá de Henares en los años 1980 y creo que parte de los 1990. Ese ambulatorio ya no existe, hoy día es un centro comercial de Ahorramás encuadrado entre las calles Ramiro II, San Asturio, Reyes Católicos y Hernán Cortés. De hecho, de mi pasado de infancia han desaparecido varias cosas, incluido el colegio público donde recibí la enseñanza general básica, el Puerta de Madrid, que hoy día es un centro de atención a la drogodependencia y una iglesia gitana. Tampoco existe la capilla donde me bautizaron, hoy día allí están los restos de Complutum destapados, y así podríamos seguir.
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