Star Wars llega al final de su trama central. Empezó en 1977, han tenido
que pasar cuarenta y dos años. Yo tenía 4 años cuando vi mi primera película de la
saga, El Retorno del Jedi, en 1983, en el Cine Paz de la Plaza de
Cervantes, hoy es un McDonald's. Luego vi las dos anteriores en VHS y en
televisión. Luego, con los años, el resto en el cine primero, según se iban estrenando, y después en
televisión. Antes era raro que las pusieran en la tele a todas horas y te esperabas a Navidad.Volviendo a aquel año 1983, mi padre me llevó a ver esa película que realmente atrapaba. Este
jueves 19 de diciembre de 2019 estrenarán el final de la trama central de la saga. El pasado 15 de diciembre él
hubiera cumplido 69 años, hubiera sido un buen regalo de cumpleaños una
invitación en familia a este momento. Les doy gracias a mis padres por
abrirme desde muy niño al cine, a los libros, a la música, a los museos,
a los viajes a monumentos y a otros lugares de España, entre otras cosas.
Cuando se estrenó por primera vez Star Wars en España (aparte de la
última entrega que se estrena hoy) fue el 17 de septiembre de 1977, en la 25ª edición del Festival
Internacional de Cine de San Sebastián. El escenario era el Teatro Victoria Eugenia, entonces sede oficial del Zinemaldia. Lo cierto es que cuando trabajé en el archivo personal de
Luis Buñuel, en la Filmoteca Española, encontré un recorte de periódico suyo en el que guardaba la
crítica que le hicieron de Ese oscuro objeto del deseo, que
estrenó en España en el mismo festival de San Sebastián el mismo día
que Star Wars, una nueva esperanza. Tentado, leí la crítica del periodista español y leí que
era otra película de marcianitos más de los norteamericanos sin calidad
ninguna y llamada sólo a hacer caja y pasar al olvido. En el mismo
archivo encontré una carta de Alec Guinness pidiéndole a Buñuel la
posibilidad de trabajar juntos, ilusionado se la enseñé a mi compañera
de trabajo y me preguntó quién era. Le dije: "El puente sobre el río Kwai" y dijo no conocerla. Le dije "Star Wars" y dijo no conocerla. Le
pregunté cómo podía ser eso si era una de las películas más famosas del
siglo XX, y me contestó que si ella no la conocía, habría más gente que no la
conociera y tan famosa no sería, añadió que para mí todo eran peliculones,
que todo me valía como bueno.
Sea como sea, hace una semana paseaba yo por el centro de Madrid capital y en la calle entre la Plaza del Sol y la Plaza de Callao encontré en el escaparate de la tienda principal de la marca de ropa Pull & Bear que su apuesta única de moda para este invierno era la armadura de los soldados de las tropas de asalto del Imperio. Aquellas tropas que hemos visto una y otra vez ejerciendo el autoritarismo, la represión y la invasión en estos largometrajes. La broma era ciertamente buena. Todos sus escaparates, que ven miles de personas estas fechas, sólo mostraban estos trajes militares de Star Wars. Nos va invadir Star Wars. Una broma que supongo que habrá costado un dinero importante a la distribuidora de la película en España. Ayer fue el preestreno y hoy es el estreno de Star Wars, el ascenso de Skywalker.
De la enealogía que compone la trama central, soy de los que creen que la última y más reciente trilogía tiene grandes momentos y no es tan criticable como se hace, aunque hay cosas que debieran haber mejorado. Pero en sí tiene cosas muy buenas. Pero de todas las nuevas creo que el spin-off que hicieron llamado Rogue One es quizá de lo mejor que se ha producido, aunque mucha gente la criticara no para mostrar su contento. De todos modos ya hablé de esta película en relación al mundo de los archivos en la Noticia 1730ª. Esta historia tiene infinidad de análisis posibles y tiene muchas más posibilidades y lecturas abiertas posibles que algunas de la enealogía central. Me parece muy interesante a muchos niveles más allá de la ciencia ficción y la aventura, aunque por supuesto eso prima.
Ahora parece que está arrasando otro spin-off, este en formato de serie, El mandaloriano, estrenada este año. No he visto nada de esto porque no tengo acceso al canal que la emite. No lo puedo pagar, así que no lo veo y lamentablemente me pierdo esta historia de momento. Algún día la veré.
Rebelde, cazarrecompensas o incluso parte del Imperio, me he imaginado muchas veces en ese mundillo desde que vi aquella primera película para mi en 1983. La verdad que más veces como rebelde. Ahora a cada película nueva trato de cumplir comprarme un muñeco al salir del cine. En aquella de 1983 mis padre y madre me compraron un álbum de cromos y cromos en una papelería que ahora está en la calle paralela, en Ramón y Cajal, que ahora regenta Javier, el hijo del señor de entonces. Recuerdo cuando mi madre se sorprendió de que hubiera fabricado toscamente con cartón, tijeras y celo una nave para mi muñeco de Han Solo ya algo más avanzados esos años 1980. Un Han Solo que me compró mi madre en el piso superior de una ferretería juguetería de la Calle Mayor que ya no existe como tal, en la zona donde no hay columnas medievales sino unas ultramodernas que aprecen salidas de El Corte Inglés. Pues hice una nave cuadrada con alas, a la que podían sacar el morro, donde hice un asiento con un rollo de cartón de los del papel higiénico. Imaginaciones y alivios en casas donde no había dinero para esa gama de juguetes. Teníamos un vecino que tenía el Halcón Milenario comprado en tienda, aunque supongo que en realidad todos queríamos una moto-jet y su piloto, yo incluso hoy día sigo queriéndola. O uno de esos aparatos mecánicos de dos patas que disparaban contra los ewok y que inocentemente llamábamos "pollitos andadores". Recuerdo una Navidad en que le pedí un pollito andador a los Reyes Magos y me trajeron eso: un pollito amarillo de plástico que si le dabas cuerda andaba y ponía huevos. Me sonrío ahora con eso y me río al contarlo a los amigos, aunque siendo niño fue un tremendo contratiempo. Ahora bien, el niño que recibió en su día un caza, da igual si rebelde o del Imperio, ese niño sí que era admirado.
Si volvemos al tema de los spin-off de esta saga, estos nos parecen cosa muy de esta década, pero no es así. En los años 1980 hubo una serie de dibujos animados sobre la vida de los androides R2-D2 y C3-PO antes de ser propiedad Leia, pero si lo ponemos en relación a la primera trilogía de la enealogía, debe ser también después de perderse como propiedad de los Skywalker y Obi-Wan Kenobi. Pero también hubo otras serie de dibujos animados sobre los ewoks en Endor antes de la llegada del Imperio y de los rebeldes, y hasta dos o tres películas de los ewoks.
Estoy deseando ir cuanto antes a ver la nueva película... y todavía no sé qué muñeco compraré. Espero tener opciones de elección. Cuantas cosas acumuladas a lo largo de tantos años en los recuerdos de uno con Star Wars. Para la gente de mi generación es una conexión directa con muchas de nuestras ilusiones, pasiones y fantasías desde la niñez ininterrumpidas hasta nuestra edad adulta. Es un revivir. Con sus matices en cada etapa, claro, pero siempre recuerdas la infancia. Obviamente no es lo mismo ver a Leia secuestrada por Jabba El-Hutt cuando eras niño de 4 años que cuando eras adolescente de 18, por ejemplo. O no es lo mismo el sentido de la guerra y la trama política de la saga cuando tenías 12 años que cuando tienes 40. Pero todo es pasión. Me dejó muchas cosas sin comentar en torno a mí y mis vivencias y pensamientos de esta saga y la saga conmigo, pero es que necesitaríamos muchas entradas que escribir, y la verdad, esta es una de esas cosas que es mejor comentarlas con seres queridos y compartir mutuamente con ojos de niño y voces de adultos volviendo a sus juventudes todo lo que nos hace evocar estas historias. Saludos y que la cerveza os acompañe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario