domingo, abril 14, 2019

NOTICIA 1866ª DESDE EL BAR: CARTAS PARA MACHADO

En este ochenta y ocho aniversario de la proclamación de la Segunda República quiero hablar de un acto del viernes de la semana pasada en la Sala Kioto de la Sala de Exposiciones del Antiguo Hospital de Santa María la Rica, en Alcalá de Henares. Se trató de una conferencia y concierto dentro de los actos de este abril que en Alcalá lo dedicamos a la Literatura entre el ayuntamiento y la Universidad. Precisamente la Universidad de Alcalá de Henares estuvo detrás de este acto. Se trató de la presentación de un proyecto llevado a cabo por investigadoras jóvenes de la Universidad de Alcalá en Colliure, Francia, junto a la propia Colliure y otras instituciones. 

Colliure fue uno de los municipios franceses emblemáticos del exilio español en 1939. Su cementerio es célebre por contener dentro de él la tumba del presidente de la República, Manuel Azaña, a la que el pasado 1 de abril fue a honrar Pedro Sánchez, siendo la primera vez que lo hace un presidente de gobierno español, y también la tumba del poeta Antonio Machado, que también honró Pedro Sánchez. Precisamente el proyecto de las jóvenes investigadoras, encabezadas por la profesora Verónica Sierra Blas, se llamaba Ni profeta ni mártir, poeta inmortal: el exilio, la tumba y el buzón de Antonio Machado. Efectivamente, fue un acto por Antonio Machado.

La tumba del poeta ha ido recibiendo desde hace décadas numerosas cartas, notas, dibujos y poemas de visitantes que le escriben. Unas determinadas personas las han ido recogiendo y guardando, e incluso el ayuntamiento de Colliure decidió instalar un buzón en la tumba. Se creó una fundación dedicada a su memoria que tiene por funciones recoger toda esa correspondencia. En ese punto estaban cuando en la década de 2010 llegaron un grupo de investigadoras de Historia de la Universidad de Alcalá y se les ocurrió ofrecer crear un archivo con la correspondencia que recibía Antonio Machado en su tumba, como parte de la Historia de la Cultura Escrita y de la memoria colectiva. El proyecto ha madurado bastante y ha recibido el asesoramiento de archiveros, aunque el archivado lo realizan estas personas que lo idearon. Como archivero que soy he de decir que, a la vista de algunas diapositivas que proyectaron, quizá debieran dejarlo en manos de archiveros profesionales, porque hay algunos detalles que no me cuadran con un archivado del todo correcto para su conservación. Yo al menos en mi trayectoria profesional no he visto algunas de las cosas que se vieron en las diapositivas, del mismo que en algunas contestaciones dadas en el turno de preguntas me surgen diversas cuestiones acerca de cómo se está realizando su descripción documental y su archivado en sí. La idea es buena, es interesante, pero la mera buena voluntad no es suficiente, aunque sea de gran valor. En todos está en la mente la buena voluntad de algunas personas que se han prestado estos últimos años a "restaurar" algunas obras de arte medieval. No obstante, teniendo en cuenta que según ellas reciben asesoramiento de archiveros, no se llegará al extremo de esas obras de arte, y utilidad tendrá la información que saquen.

Sea como sea, la labor y la dedicación es de destacar y agradecer. Sin su idea misma quién sabe cómo habrán acabado todos esos documentos.

Antonio Machado tenía una postura claramente republicana. No era socialista, en ninguna de sus vertientes, pero sí era abiertamente republicano. Cuando el Frente Popular ganó las elecciones de febrero de 1936, él, ya mayor, no sólo había apoyado la victoria de las izquierdas en las urnas, sino que prácticamente todos los días daba mítines y lecturas públicas apoyando la República y dentro de esto la obra de la izquierda como el progreso que necesitaba España. Se han hecho célebres sus versos que hablan de las dos Españas, donde una habría de helar el corazón a la otra, tal vez por ello muchas personas crean y asemejen a Machado como un poeta sin especiales ideales políticos que lo que quería era vivir en paz y ya está, sin embargo, Machado no sólo realizó esas lecturas y discursos desde el triunfo del Frente Popular, sino que incluso participó de un encuentro de escritores antifascistas, aportando así su nombre y su presencia como intelectual que apoyaba la República y repudiaba del fascismo. Aunque hoy día, 2019, Machado no nos sea el nombre de poeta que nos suene como marcadamente politizado, eso lo asociamos más a Rafael Alberti, a Miguel Hernández, a Ramón J. Sender, a Sánchez Mazas, a Dionisio Ridruejo, incluso a Lorca, etcétera, lo cierto es que Antonio Machado se había significado bastante como republicano antifascista. No así su hermano, Manuel Machado, cuyas ideas eran conservadoras y le permitieron vivir en Burgos, donde se asentó el gobierno de Franco durante la guerra, y tras la guerra le otorgaron cargos culturales significativos.

Machado fue parte de los intelectuales a los que recurrió el gobierno para la propaganda y poder subir ánimos con sus lecturas, así como para intentar ser más agradables al resto de Europa para lograr alguna ayuda a la causa. Pero es cierto que otros intelectuales de izquierdas, como algunos de los citados o Picasso, Buñuel y otros, eran más activos y más reconocibles como indudablemente de izquierdas. Antonio Machado, anciano, era querido, entrañable, republicano al que se le consideraba afín a muchas de las formas de pensar de los españoles comunes más moderados y también de los no moderados. Con el frente de guerra en Madrid capital, Machado, que daba clases en uno de los institutos madrileños, el Calderón de la Barca, fue evacuado hacia el Levante, llegó a Cataluña. El gobierno le había albergado en hoteles de lujo en Madrid y en Barcelona junto a otros intelectuales, para preservarles. Luego pasó a una masía. Con ayuda de Corpus Barga, otro escritor que además había sido alumno del instituto San Isidro de Madrid, al que se le aunó el Calderón de la Barca durante la guerra, ayudó al viejo profesor a viajar al exilio. Hicieron paradas donde se juntaron de casualidad varios de los grandes nombres de la Cultura española, iban todos al exilio. En una de esas paradas fue donde se registró la última foto de Machado en España. Se le suministró una ambulancia para él y su madre, con la mala suerte de que esta se averió y hubieron de pasar al exilio caminando junto a los miles de exiliados anónimos, para pasar los Pirineos y los puestos fronterizos franceses, no sin recibir bombardeos de Franco en aquellos meses de comienzo de 1939. 

Machado fue alojado en una pequeña pensión con otros miembros de su familia, sin saber quienes les hospedaron quién era él hasta que Machado firmó el primer cheque para su alojamiento, un mes después de estar allí. Anecdóticamente contaron en la conferencia que les habían narrado los descendientes de la mujer que los hospedó que dos de los familiares de Machado nunca bajaban juntos para comer, hasta que descubrieron que aquello era porque sólo tenían ya una camisa y se la turnaban. Decidieron regalarles otra camisa. Así fueron las penurias de los Machado, entre otras penurias de otros exiliados, probablemente mayores, como aquellos que murieron de hambre en las playas de Argeles-sur-mere. Como sea, la madre de Machado murió y Machado también. Arrastraba una enfermedad grave desde hacía tiempo. Allí le enterraron en Colliure. Acudió mucha gente a su entierro y hubo un gran pesar entre todos los republicanos, que sentían en la muerte de Antonio Machado la muerte de alguien cercano que además había compartido la misma suerte que ellos de pobreza, desgracia, derrota y tragedia. La conferenciante subió de tono la descripción al mencionar que Machado había optado por correr la misma suerte que el resto de españoles. Esta visión no me parece la más acertada. Corrió la misma suerte que el resto de derrotados y sobre todo que los exiliados, pero no fue tanto una decisión voluntaria, sino una decisión forzada por los acontecimientos del desplome del frente de Levante y la pérdida de Cataluña. No olvidemos que Machado validó el Frente Popular y que actuó públicamente contra el fascismo. Era conocedor de lo que le había pasado a Lorca, de lo que le pasaba a Hernández y de lo ocurrido a tantos otros. 

Si Lorca no hubiera sido asesinado quizá hubiera ocurrido lo que especulé en la Noticia 1633ª a modo de ficción con un Lorca vivo y dentro de la dictadura de Franco. Me parece lo más lógico que hubiera podido ocurrir. En el caso de Machado la ucronía es sencilla si se hubiera quedado. Tal vez Manuel hubiera intercedido por él y tal vez le hubieran arrestado domiciliariamente como a Unamuno en 1936, dando por resultado su muerte inmediata por falta de un cuidado correcto. No olvidemos que la Ley de Responsabilidades Políticas inculpaba como responsables de la guerra a todos aquellos que colaboraron y formaron el Frente Popular, a aquellos que lo apoyaron, a los que lo propagaron y a aquellos que pudiendo haber hecho algo en contra del mismo no lo hicieron. Muy evidentemente Antonio Machado era culpable y hubiera acabado como Lorca, pero tenía tanta fama mundial que le hubieran aplicado la cárcel como a Hernández, pero como la cárcel hubiera sido impopular internacionalmente, ya que era un anciano enfermo, hubiera sido probable ese arresto domiciliario como a Unamuno y la muerte en breve por no poderse tratar su salud en condiciones. Todo esto Antonio Machado lo habría pensado a la hora de partir al exilio, aparte ya de considerarlo lo mejor para su familia, que le acompañó, e independientemente de que decidiera o no ser consecuente con su postura y unir su destino de exiliado al del resto de personas. Que muriera humildemente y que pasara a pie la frontera le ha transformado en el imaginario español en una persona llana y cercana a la gente, pero lo cierto es que fue un exiliado con trato preferente. Aquellas cosas fueron fortuitas, la verdad es que había sido albergado en hoteles de lujo, en una masía, se le dio una ambulancia, se favoreció que pasara la frontera sin grandes esperas ni inconvenientes y no fue mandado a un campo de refugiados, si no que se le permitió hospedarse en una casa con su familia. Todo esto no omite ni elimina todo el carácter sencillo y honesto que realmente tuvo Machado a lo largo de toda su vida.

Las cartas a la tumba de Machado comenzaron hace muchas décadas, tal vez después de la Segunda Guerra Mundial, se ignora por quien exactamente. La puesta del buzón es posterior y recibe incluso la visita de unos carteros de la fundación, que incluso reciben cartas que le remiten a Machado mandadas al ayuntamiento. En ellas se ve toda una admiración por su obra y persona, y en algunos casos incluso una especie de sacralización cuando le hablan pidiéndole algo desde el otro mundo. Abundan los poemas y dibujos, de los que cabría un estudio según épocas, ya que ininterrumpidamente sigue recibiendo mensajes. Desentrañar estos escritos podría ayudar también a conocer la evolución de la figura de Machado como significante en las personas que le admiran según van cambiando las fechas y los acontecimientos históricos. 

Sirva la mención de esta iniciativa este año para conmemorar el día de la República. El cementerio de Colliure alberga a bastantes exiliados españoles, como los citados Azaña y Machado, pero también a numerosas personas anónimas que hace ochenta años hubieron de irse por la dictadura, por ejemplo la tumba de la única superviviente de la familia del anarquista "Seisdedos", cuya familia fue asesinada por la guardia civil en 1933 en Casas Viejas cuando tomaron las tierras de los terratenientes para proclamar la comuna libertaria, ante la falta de comida en el pueblo. La muerte de veintisiete personas a manos de las fuerzas del orden de la República provocó una grave crisis de gobierno, cuyo Jefe de Gobierno en esos momentos era Manuel Azaña, y la ruptura con los socialistas, por lo que se convocaron elecciones y la izquierda las perdió, por lo que Niceto Alcalá-Zamora, Presidente de la República, mandó formar gobierno a la derecha, con el Partido Radical de Alejandro Lerroux y con Gil Robles, de la CEDA, quien, este último, apoyaría económicamente a los golpistas de 1936. Aquella tumba de la única superviviente de la familia de "Seisdedos", ya no tan conocida como Azaña y Machado, no fue visitada ni honrada por Pedro Sánchez. Ella también fue exiliada. Ignoro si después de muerta recibirá cartas.

Saludos y que la cerveza os acompañe. 

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