Esta bitácora está de cumpleaños. Cumple hoy diez años de existencia. Diez años de Noticias de un Espía en el Bar. Para un blog no son pocos años. De hecho, no todos los blogs sobrepasan ni la barrera de los tres años. Suele ser frecuente, aunque no es siempre, que cuando yo como persona cumplo años permita a alguien hacerme una entrevista para publicar en esta bitácora. Así por ejemplo ocurrió también este 2015. Normalmente son lectores, siendo el caso que a menudo han sido entrevistas con preguntas varias de varios lectores. Las que más me gustaron y fueron muy completas y divertidas quizá fueron las primeras que me hicieron. Se pueden leer todas en Entrevistas a Canichu, donde también se encontrarán algunas que me hicieron para otros medios, incluida la radio. Claro que al comienzo de los blogs estaba muy de moda mandar MeMes entre blogueros, que eran mitad juegos y mitad cuestionarios donde a su modo también hay datos a modo de entrevistas. Esos se pueden leer en MeMes entrevistas cuestionarios, hay alguna entrevista con esta doble etiqueta, pero en general son diferentes, los MeMes suelen ser algo más breves y dinámicos, con formula de juego.
El contacto con el lector siempre me parece importante. Es por ello que al cumplir diez años esta bitácora quería hacer algo similar, trasladar esas entrevistas del lector al autor al aniversario del blog. Pensaba en que fuera una entrevista comunal. Poner un mensaje en las redes sociales y que me fueran escribiendo preguntas para contestarlas ahora. Sin embargo, hace semanas me reconoció una chica joven que estaba haciendo la carrera de periodismo en la Universidad Complutense y, como era de esperar en estos tiempos que corren, está en el paro. Yo a esa chica no la conozco, o no la conocía, de hecho no la he vuelto a ver demasiado, si acaso de pasada, fugaz, en encuentros breves de esos en los que sabes que la otra persona es parte ya del círculo de conocidos que vas formando. La cosa es que ella leía de vez en cuando mi bitácora y se animó sin más a saludarme cuando me reconoció. No sólo eso, como yo estaba en un bar se quedó hablando conmigo en la barra de un bar, el Green, junto a una amiga suya. Ellas eran realmente jóvenes, así que me sentía como el viejo de bar al que se le ponen a hablar gente que no ha nacido cuando tú ya hacías cosas por el mundo. Me habló de su situación de desempleo. Realmente le quedaba por hacer algunos cursos de Periodismo, pero no encontraba trabajo en general. Como quiera que yo ya estaba pensando en esos días en cómo plantear el aniversario de la bitácora, tan redondo, tan diez, que le ofrecí hacerme una entrevista, ya que tanto me había leído y me leía. Y es así como os dejo con la entrevista que me hizo Miriam Blanco. Saludos y que la cerveza os acompañe. ¡Ah!, se me olvidaba, la fotografía es de octubre, en el bar La Gatera a la hora del cierre, me la hizo Oriol Busquets y me gustó para ilustrar el décimo aniversario.
MIRIAM
BLANCO: Diez años de blog, que se dice rápido, vamos. Diez. Imagino un
ambiente festivo tirando confeti y soplando matasuegras…Un honor participar en
este aniversario entrevistándote… ¿Y cómo empezó todo? ¿Qué te empujó a
escribir en este medio?
CANICHU:
Esta es una de las preguntas qué más me han hecho en entrevistas pasadas para
esta misma bitácora. Hay como varias preguntas recurrentes y esta es una de
ellas. Estrictamente el medio bitácora, o blog, yo prefiero el primer término,
nació a finales de 2005 a raíz de las recomendaciones del Chico Gris, que ya
tenía su propio blog desde mediados de año, El Extraño Caso del Chico Gris, en el cual se me mencionó alguna
vez como personaje. Ahora bien, yo vengo de una trayectoria larga de
publicaciones propias en papel. A la altura de 2005 yo tenía precisamente con
el Chico Gris la revista La Botella Vacía, pero la sacábamos anualmente y para
mí la bitácora era algo más inmediato para publicar. Al principio era para mí y
para amigos, nunca creí que iba a alcanzar el promedio de miles de lectores
todos los meses y que me iban a hacer incluso consultas de otros países a mi
correo público, o que hay quien incluso me hace homenajes de vez en cuando,
como el muy instruido blog de Ciencia: Noticias de un Espía en el Laboratorio,
o que determinados medios de comunicación han usado de informaciones mías,
algunas cabeceras habitualmente sin mencionarme como fuente, pero muy
evidentemente sacando la información de mí por varias razones que ahora no
vienen a cuento, pero por ejemplo una de ellas fue el caso de que llegaron a
reproducir un lapsus mío en un determinado asunto donde citaba una cosa
histórica de Alcalá de Henares en relación a la actualidad, que yo corregí a
los pocos días de publicarlo, pero que me sorprendió leer en papel palabra por
palabra en uno de los periódicos locales. Tremendo, pero bueno, es la realidad
que se ha formado en torno a la bitácora.
MIRIAM
BLANCO: Los blogs son, suelen ser,
temáticos, una persona escribe en él de cierto tema y lo desarrolla de muchas
formas, pero el tuyo parece más bien un “batiburrillo”, hay de todo… ¿Cuál es
el objeto de tu blog?
CANICHU:
¿Cuál es el objeto de mi blog en qué momento?, preguntaría yo. Cada momento
es diferente y tiene unos motivos. Mi blog, como todos los blogs, tiene su vida
propia, que a menudo evoluciona al mismo ritmo o similar que el del autor. El
blog que no se renueva cada poco, como decía Kahlo, de Dadanoias, es un blog
que muere. Los blogs más constantes han tenido vidas de tres o cuatro años,
luego los autores viven cosas en sus vidas que les alejan de ese blog, pueden empezar otros o
simplemente hacer otras cosas. Los blogs más veteranos, como este, viven porque
viven al ritmo del autor. Al principio, cuando estalló en España un interés
alto por leer blogs, no existían o no estaban tan extendidas las redes sociales
más inmediatas como Facebook, Twitter, Twenty… ni siquiera Instagram, que vino
al poco, estaba Fotolog. Ni que decir tiene que tampoco estaba whatsapp. No
estamos hablando de hace mucho tiempo. Este blog cumple diez años, lo abrí en
2005, y todo lo demás que te digo vendría, no sé, debería mirarlo, pero yo creo
que entre 2008 y 2010. Era todo más inmediato y muchos lectores dejaron los
blogs para irse a esos medios a leer. Los blogger más constantes combinamos los
blogs y las redes sociales. ¿Por qué cuento esto? Bueno, porque ocurrieron
muchos cambios a raíz de eso. Al comienzo los blogs eran en una buena mayoría
cajones de sastre, todo cabía, aunque los había especializados en determinados
temas. A muchos el blog les reportaba alguna sensación de satisfacción personal
al comunicar con otras personas desconocidas. A mucha de esa gente sus blogs
les dejaron de interesar porque eso se lo daba de una manera inmediata y más
gratificante las redes sociales. Claro que por suerte no hay mal que por bien
no venga, también se fueron a las redes sociales todos los troll, o casi todos,
todas esas personas que sólo escribían para ejercer el mal, sólo aportaban
negatividad, a veces insultos, algunos incluso acosaban, cosa mala. En ese
momento yo creo que muchos blogs que sobreviven se transforman en temáticos,
quizá porque eran las pasiones de sus autores, o porque se hacen más adultos, o
porque los ven como salidas para ejercer de aquello que ellos tienen
conocimientos y no pueden ejercer o no como desearían. Han pasado diez años
desde 2005 y hay una generación más joven, quizá ellos ven que para cosas
personales o chorradas ya tienen las redes sociales y que los blogs pueden ser
para ellos plataformas desde las que exponer una especie de periódicos, de clases
magistrales, de cosas como muy especializadas, sobre todo artísticas y
políticas… Blogs de poesía y de fotografía hay a montones... y algunos hasta se
han hecho famosos. Yo mi blog me lo planteé como una revista extraña donde unos
días hablo de Historia, otros de cosas mías, otros analizo la actualidad, o
reflexiono, o escribo y publico poemas y relatos míos… la idea es compartir, y
que te lean, y que disfruten.
MIRIAM
BLANCO: Las mayores alegrías de Noticias de un espía en el bar…
CANICHU:
Varias. He conocido a gente estupenda con la bitácora. Algunas de esas
personas son de Cataluña y me acuerdo de mis viajes allí, donde esa gente ha
sido muy acogedora y fraternal conmigo. Recuerdo también una vez que me
escribieron un privado a raíz de un artículo que escribí sobre la represión
franquista y me pedían ayuda para encontrar a un antepasado. Hice lo que pude,
que no fue mucho… porque vete a saber qué cuneta lo tendrá. Recuerdo
estudiantes norteamericanos escribiéndome para pedirme ayuda y consejos de cara
a una especie de tesis doctoral que escribían sobre Jesús López Pacheco. Las
mayores alegrías son saber que te leen… Es para mí muy agradable saber que a
mucha gente le gustan mis poemas y relatos, a pesar de no encontrar editor. Los
editores se equivocan, el público no. Pero bueno, también es verdad que hay
mucho miedo en el mundo editorial actual, es su dinero, no el mío. Algún día
será. Una vez conocí al poeta García Montero y hablamos de mi blog. Eso está
bien, alegra, claro. Para mí es el mejor poeta español vivo actual.
MIRIAM
BLANCO: ¿Alguna anécdota en particular?
CANICHU: ¡Montones!
Me acuerdo de una de hace años, quizá en 2006 o en 2007, cuando iba a pagar un
disco de música en una determinada gran superficie comercial y al darme el
cambio el vendedor me dijo algo así como “aquí tienes tus vueltas, Canichu”.
Eso fue la primera vez que me reconocía alguien desconocido. Fue muy
impactante. Y este año 2015 cuento con otra anécdota con el líder de España
2000, estaba yo en un bar y de repente alguien me invitó a una cerveza según me
dijo el camarero cuando yo me iba a ir. Acepté la cerveza, creía que sería de
algún amigo personal que estaba por allí y no le vi. Al darme la vuelta resulta
que era Rafael Ripoll, el concejal de España 2000. En fin, estamos en las
antípodas políticas diametralmente, además de manera muy evidente, pero le di las gracias por la cerveza, a
fin de cuentas me había invitado. Hablamos de los restos de Complutum y sus
posibilidades. No fue un encuentro muy largo, apenas unos minutos. Eso fue de
lo más extraño que me ha ocurrido la verdad, porque además Ripoll lee mi blog,
no es sólo que me lo dijera, es que comentó cosas de mi blog de ahora y del
pasado y sí, lo conoce mucho, la verdad. Claro que Javier Rodríguez, actual
alcalde del PSOE, me lo he encontrado en alguna conferencia de Historia y
alguna vez también me ha hecho saber que conoce este blog. Pero me quedo con
anécdotas como la del cierre de esta edición de Alcine, cuando yo hacía unas
fotos a la puerta del Teatro Salón Cervantes y una mujer mayor se me acercó
para preguntarme si yo era Canichu, al contestarle que sí me preguntó si las
fotos eran para escribir de Alcine, le dije que sí y alguna cosa más, me sonrió
y se fue sin más, eso es entrañable. Luego hay otras anécdotas más
desagradables, pero son pocas, mínimas, se cuentan con la mano, como un
malentendido con alguien que decía hablar por el barrio de Espartales y cosas
así. Se solucionaron. Luego tenemos a historiadores de otros lugares de España
o determinadas revistas temáticas que me piden permiso para reproducir
artículos míos. Está bien. Me acuerdo del “plagio”, sin serlo, que me hicieron
en la introducción de una editorial de Literatura distópica… eso se puede leer
en las entradas antiguas de esta misma bitácora, con la contestación de quien
me usó sin citarme, no era plagio, pero… bueno, a su modo está bien también,
supongo. Son diez años... me han ocurrido muchas cosas de todo tipo, incluido mear en el Teatro Salón Cervantes hombro con hombro con el de José Luis Garci y protestar ambos entre nosotros a modo condescendiente porque no había papel de manos ni funcionaba la máquina de aire, por lo que los dos sabíamos que nos íbamos a secar a la vieja usanza pantalonera tras lavarnos las manos.
MIRIAM
BLANCO: ¿Has conocido mucha gente gracias o por culpa del blog?
CANICHU: Siempre que se conoce a alguien es “gracias a”, nunca “por culpa de”. Si se
dice que algo o alguien tiene la culpa de algo, malo. Ahora, que coincidas o no
con esa persona, que te caiga mejor o peor, es diferente. Uno no elige a sus
lectores. Tú escribes y no sabes quién lee. Que lea quien quiera. Leer es
bueno. Conocer personas a veces es como leer. Hay libros buenos y libros malos…
pero mira, hasta Cervantes en El Quijote decía que había que leer hasta la
frase más simple y mala que te encuentres escrita, porque de todo se aprende.
MIRIAM
BLANCO: Canichu, así es como te llaman o te haces llamar, ¿no? En la
información personal de la página hay una reseña que dice: “Soy un tipo con
gafas…y tal”, ¿qué más hay sobre ti que no diga ahí?
CANICHU: Por un momento creía que me ibas a hacer otra pregunta recurrente, quizá la
que más me han hecho, la de que de dónde viene el nombre de Canichu. Eso es
algo que he explicado ya innumerables veces. Como no la has preguntado
directamente me puedo ahorrar la contestación larga, que por otro lado ya está
escrita en muchas de las entrevistas anteriores que me hicieron. Simplemente
diré, por no dejarlo en el aire, que viene de un personaje perruno de uno de
mis relatos que ni siquiera mencioné yo, si no que incluyó porque sí el
ilustrador de ese relato en La Botella Vacía, que en ese momento para ese
relato era Paulino Merino. La gente me lo empezó a llamar, me empezó a ocurrir
lo que a Conan Doyle, que le confundían con Sherlock Holmes. Pero oye, me hizo
gracia lo de Canichu, porque por entonces una amiga me llamaba Danichu. Con el
tiempo la gente me reconoce con ese nombre, sobre todo a partir de 2011, aunque
el nombre es de 2005 o anterior, creo que de 2001. ¿Y por qué no? Mucha gente
elige muchas cosas de su vida y yo elijo que me llamen Canichu de manera
pública, reservar mi nombre real para la gente más cercana a mí y para
determinadas publicaciones. Al final mi nombre real tiene emocionalmente una
carga para mí muy importante, ya no es para mí un asunto cualquiera que alguien
me llame de un modo u otro. Me gusta que me llamen Canichu y pido que me llamen
Canichu. Es un nombre que me he trabajado yo, y Daniel me gusta que me lo llame
sólo, y única y exclusivamente sólo, determinadas personas cercanas a mí.
¿Que qué hay de mí que no se diga de mí en esa presentación de la bitácora?
Muchas cosas, incluso dentro del blog en sí. Por mucho que se me pueda conocer,
hay mucho de mí que no se conoce. No lo digo todo, aunque lo parezca. Hay gente
que al conocerme de verdad, al tomarse la molestia de querer conocerme en
serio, me dicen habitualmente: “no me esperaba que fueras así”, o bien: “no te
imaginaba de esta manera”, o: “eres divertido, y en el blog pareces serio”. Eso
de definirse uno debe quedar para quien te conoce, más que para uno, aunque uno
pueda decir algo de sí.
MIRIAM
BLANCO: Hay relatos, poemas, artículos de Historia, hablas de haber
trabajado como archivero, investigador… ¿A qué te quieres dedicar realmente? (No
vale decir “a lo que me dejen” que ya sabemos que actualmente es difícil
elegir)
CANICHU: A lograr sueños. Míos y de otros.
MIRIAM
BLANCO: En cuanto a tu Literatura, ¿sobre qué o a qué le escribes? ¿Con qué
genero te sientes más a gusto?
CANICHU: Yo empecé escribiendo de niño, guardo aún esos manuscritos de letra
infantil y torpe. Poemas tontorrones propios de niño y un relato, un
cuentecito. Eso fue en 1989, algún poema es de 1988, o sea, entre los 9 y los
10 años. Como comprenderás, han pasado muchos años, por lo que el sobre qué
escribo ha variado mucho. En mi vida han pasado muchas cosas, como en la de todos,
y uno cambia sus intereses, sus emociones, su edad se fija en unas cosas o en
otras. Pregúntame sobre el Canichu de una época y podría responderte de esa
época. En cuanto al género, me gusta escribir poesía, pero me siento muy cómodo
y me apasiona el relato. Antes los hacía cortos, muy surrealistas, con algo de
humor negro, ahora tiendo a hacerlos largos, con trama nada surrealista.
Algunos han evolucionado a novelas. Vivo en ellos vidas que yo no vivo, y hago
vivir cosas que no veo que se vivan. A la gente que me conoce ambos géneros les
parece mejor mi prosa que mi poesía. Tengo muchos libros de los dos géneros,
todos sin editor. Necesito un editor. Escribo para mí y para los lectores que
me leen en revistas, en el blog, que se acercan a los recitales… hay gente que
viene exclusivamente a verme. A veces incluso en verano he recibido mensajes de
gente desconocida que decía que quería conocerme y han venido a Alcalá de
Henares desde Cataluña, desde América, desde Aragón… Es raro… ¡pero no tengo
editor! ¡No he editado ni un solo libro y no ha sido por falta de ganas, sino
por falta de interés o de riesgo de los editores! Tengo muchos géneros pisados.
Últimamente mi poesía, este año, ha cambiado de una temática de protesta social
y cuestionamiento de las verdades de la cultura judeocristiana, con humor
sarcástico o con fábulas, a una poesía de amor y de desamor que he desarrollado
fundamentalmente con una poetisa local, llamada Sofia Winter, pero también míos
solos en exclusiva. He sacado adelante la revista El Vaso Lleno del Vacío de
la Botella, hipotético final de La Botella Vacía (yo no firmo el acta de
defunción porque puede que no esté muerta aún y quizá algún día vuelva a salir,
aunque hoy por hoy es algo muy difícil que vuelva a ocurrir), y estoy intentando
crear un nuevo proyecto literario con el que perder dinero, una breve antología
de poetas complutenses que no será en libro, pero será preludio de uno, si se
da el caso, que quizá nunca se dé ese libro, pero el libreto se dará a
comienzos del 2016. Ya estoy trabajando en ello… lo malo es que mi dinero es
poco, apenas para subsistir, pero esto lo quiero hacer. La cosa es que leo a
otros poetas y cada vez pienso que escribo mal, los hay geniales. Sí, hay gente
que dice que escribo muy bien, pero miro textos de Pedro J. Maza, por ejemplo,
o de la propia Sofia Winter, o de Carmen Nieto, o de Antonio Eme, o de Puri
Sánchez, y me vuelvo pequeño, pequeñito…
Presumo que estoy a las puertas de
abandonar una etapa de poesía para quizá encontrar otra etapa de poesía y por
eso ando así. Eso va ligado a las emociones de uno, no se sabe cuánto va a
durar, pero estoy en una etapa de transición, creo. Hace unos meses parecía una
etapa de poesía de amor, y yo no suelo escribir de eso, que parecía que se
asentaba, pero no, en todo caso regreso a una poesía de desamor, que de esas sí he escrito muchas en el pasado. De hecho una gran parte de poesía de amor en muchos autores es en realidad poesía de desamor, incluido Bécquer o muchas de Neruda, aunque algunas tienen de amor de verdad. Poemas de amor de verdad, Antonio Eme. En cuanto al relato, cada vez me atrae más la idea de
explorar por ahí, seguir por la vía de la prosa. Todo son tirones en la creatividad, ahora por aquí, ahora por allí, lo que te pida el momento. Quizá esté en esa etapa ahora, quizá esté entrando ahora en
una etapa de prosa. Tal vez. No sé. ¿Qué prosa? La ficción histórica ya la he
pisado, las aventuras, la distopía, el humor, la ciencia ficción, lo
surrealista, la prosa poética… últimamente escribo pequeños relatos con base
casi de cuento, pero cada vez me llama más escribir algo más largo que explore
emociones, quizá con alguna tensión. Hace poco escribí junto a Luis Abad un
relato de género negro que publicamos este verano en este lugar. Quizá prosa… no sé. Lo que me pida el momento es con lo que me siento a gusto.
MIRIAM BLANCO: ¿Y para leer qué prefieres? ¿Te lees a ti mismo?
CANICHU: Para leer… leo de todo. Me gusta la literatura distópica, pero leer sólo
eso sería matar mi gusto por ello. Ahora mismo estoy leyendo Villafeliz, el paraíso perdido, de
García Cuevas, un alcalaíno de 1910, es una utopía, y también El maestro y
Margarita, de Bulgakov, una delicia de relato que confunde realidad y cuento,
yo quiero escribir algo así ahora mismo. En cuanto a leerme a mí mismo, estoy
obligado a hacerlo para corregir errores o para mejorar textos… o para recitar
públicamente.
MIRIAM
BLANCO: Denominas tu estilo en cuanto a poesía “contracultura”, ¿y en los
relatos cuál es?
CANICHU: Contracultura lo sigo llamando algunas veces, es verdad… la parte donde me
asumí como persona que quería escribir, en la adolescencia, yo seguía ese
estilo, en cierto modo, y algo me queda de ello, no sólo en escritos, también
en manera de plantear todo eso, pero uno evoluciona y ahora mismo hay muchas
más cosas en mí, aparte de la contracultura. Sigo llamando así a los recitales
más por nostalgia que por realidad, porque algunos poemas ya no son
contracultura, y muchos relatos de ahora, tampoco. La contracultura pretende
provocar exaltando lo que culturalmente se trata de ocultar más, lo que en
otras épocas se ha llamado también Literatura maldita. Enseñar el culo en un
recital en El Laboratorio este otoño, que es un lugar que apuesta por la
Literatura de manera seria y fuerte en Alcalá de Henares, y que es muy formal y
serio muchas veces, fue de lo más contracultural… de todos modos lo pidió el
público, el más gamberro, que es el que me gusta a mí. En su mayoría eran
viejos amigos. La gente mayor no se lo esperaban, pero sonrieron, y eso es lo
bonito, una provocación que rompiendo normas no haga sentir mal a nadie. He
hecho poemas sobre temas tabú, aunque ahora mismo no estoy en eso, salvo en los
que decía de la crítica a determinados valores morales que vienen de la
religión en mi libro de poemas más reciente, sin meterme con la religión, ojo, pero lo aparenta, lo aparenta
porque me meto con los guardianes de valores estrictos vistos de una sola
manera, no me meto con Dios, y estos vigilantes creen que pudiera estar metiéndome con
Dios, pero no, es contra ellos. Lo tenemos muy fácil para hacer contracultura ahora,
porque ahora hay una especie de nueva Inquisición, sólo que de las mentes
bienpensantes de la izquierda, de la derecha también, esos siempre estuvieron, pero la izquierda
últimamente se ha apuntado al carro de “no tolerar que”, así que a poco que
dices algo que alguien quiera denunciar como algo a erradicar de la sociedad ya
estás haciendo contracultura, por ejemplo con asuntos que toquen asuntos de la mujer siendo tú un hombre, a
los vicios varios, a los animales de circo, a lo que se te ocurra. Últimamente están
todos tan crispados que hasta tirarse un pedo sordo es contracultura, lo que
pasa es que estos bienpensantes… también se tiran pedos, pero no lo dicen. Si
no se tiraran pedos tendrían un problema serio de salud. Vivimos malos tiempos
para la lírica en muchos sentidos. Pero vamos, que toco más géneros aparte del
contracultural, algunos muy entroncados con las tendencias actuales, como el nuevo sentimentalismo, otros renovando para mí mismo el surrealismo y otros géneros, pero
porque me surgen así, no porque me lo proponga, mis emociones me lo piden
expresarlo así, según la ocasión emocional. En prosa pasa lo mismo, ahora estoy en una época que quiero
mezclar realidad y cuento, pero he pasado muchas etapas. El género de aventuras
y el género negro me sienta bien, dicen.
MIRIAM
BLANCO: Muchas veces has utilizado los nombres de personas que conoces para
escribir historias, otras veces tus personajes son inventados, ¿cómo se te
ocurren? ¿Tienen algo que ver con la realidad, con tu realidad…?
CANICHU: Siempre que usé nombres de personas reales pedí permiso a esas personas reales.
Durante una etapa de mis creaciones me dio por hacer como una marca de la casa.
Hay relatos independientes entre sí, de diferente género, diferentes
ambientaciones, que tiene personajes que se llaman igual. Pensaba en una idea
como hacer vivir mundos paralelos a gente que conozco, pero también una especie
como de mundo al estilo Macondo de García Márquez, todos salen en todo. Pero
esa etapa se me ha acabado por ahora, no quiere decir que no vuelva, pero por
ahora sí, y busco nombres ficticios, salvo en la novela Adversidad, donde
todos los personajes tienen nombres de autores de utopías y de distopías. A
veces hago aparecer personas reales como guiño o como homenaje a personas que
aprecio, y a veces hago aparecer a personas históricas poco conocidas, lo que
mucha gente confunde con personajes ficticios en los relatos donde los
personajes llevan ya nombres inventados por mí, salvo esas personas históricas
no obvias. Lo más raro que me ha ocurrido es inventarme un personaje y saber de
alguien que se enfadó, única vez que me ha pasado, sin que yo nunca hubiera
pensado en esa persona a la hora de crear ese personaje. Ni por asomo. Pero
bueno, no soy responsable de la lectura del lector, ya lo he dicho antes. Si
los poemas y los relatos tienen o no tienen que ver con mi realidad, es una
pregunta indiscreta. Pocos autores te contestarán a semejante pregunta. Los
misterios han de ser misterios, o se acabó la magia. En los poemas sí, hay de
mi realidad, salvo los que muy evidentemente no. Pero ya no digo más. La
pregunta, no te lo tomes a mal, hasta me molesta, no me molesta en mal modo, no
pienses tal cosa, es que realmente me parece que quiere hurgar donde no debe.
Pero sin mal estar. Sin enfado real te lo digo. Ahora bien, que relatos donde
se viaja por el espacio, existen piratas secuestrando damas en el siglo XVII,
se transforma al hijo de un gobernante en su adversario, se combate en la
guerra civil española, se muere en la Primera Guerra Mundial, se tira gente por
precipicios, se persigue a un psicópata, hay una huelga en Marte, existe una
manifestación de penes y vaginas en Alcalá, etcétera, te lleven a esa pregunta,
demuestra que preguntas con hilo fino, lo que me gusta, porque me hace ver que
lees más allá de lo superficial, pero a la vez, porque yo sé lo que sé, sé
también lo que no sé.
MIRIAM
BLANCO: En ocasiones tus publicaciones son muy distendidas y otras veces
pasas a ponerte muy, muy serio, sobre todo últimamente, ¿no hay una
línea que organice de forma más homogénea
lo que publicas?
CANICHU: Hay otros modelos de bitácora, pero el mío es este. Un modo más homogéneo
lo hay: los libros, pero no tengo editor. De todos modos, de la bitácora se
puede sacar ya varios tomos de ensayos, algo que sumar a la poesía y a la
ficción en prosa. Mi blog sigue la línea que mi vida sigue. Otros seguirán otro
modelo. Oye, tengo muchos lectores que les gusta, pero principalmente me gusta
a mí. Si alguien quiere reunir lo de humor con lo de humor, lo serio con lo
serio, que lo haga, yo voy lineal, porque mi vida es lineal. Y si alguien
quiere publicarme que me presente el proyecto de cómo… si lo de poder agrupar se puede…
ya tengo libros… necesitan editor. Cada cosa lo suyo.
MIRIAM
BLANCO: ¿Hay algo que no te hayas atrevido a escribir por temor a sentirte
“censurado” o excesivamente criticado?
CANICHU: Sí. Escribo de todo, pero hay cosas que no se escriben para no herir a
gente cercana y amiga, no tanto por lo que puedan decir de mí. Mira que mi blog
no es un diario personal. Quien lo crea se equivoca, no sabrá leer. Yo mi
diario personal es en papel y lo escribo desde hace muchos años. Mi blog es mi
blog, mis asuntos personales son míos, cuando comparto algo de algún
sentimiento por el blog lo hago porque tengo esa necesidad en caso extremo,
pero lo hago críptico, no doy detalles, no digo gran cosa realmente, aunque lo
suele entender quien en esos momentos vive conmigo mis emociones. Esta
pregunta, como la otra que te indiqué, no me parece que proceda. Yo en mi blog
no hablo de mis asuntos particulares en profundidad, ni de los de nadie. La
vida privada es eso, privada. Puede que no lo parezca a algún lector, pero se equivoca.
Los blogs más veteranos no exhiben tanto de sus autores, os lo aseguro. Conozco
a otros blogger veteranos y todos os lo podríamos asegurar. Pero no controlamos
la lectura que haga el lector. Cada uno es libre de interpretar lo que le venga
en gana, aunque se equivoque. En fin, haces bien en intentar la pregunta, si
has creído que eso tiene interés. Quizá lo tenga, pero mira, si no escribí algo
por sentirme censurado, ya te digo que eso ha ocurrido en temas emocionales
personales para no herir a personas cercanas que pudieran creer que escribo
contra ellos, no siendo así, pero si no lo escribí entonces, ¿por qué narices
iba a hablar de ello ahora? No, baste con esta contestación.
MIRIAM
BLANCO: ¿Aparte de escribir… hay algún otro tipo de expresión que no se
conozca? ¿Cantas, bailas… pintas?
CANICHU: Bebo.
MIRIAM
BLANCO: Has hablado en varias
ocasiones sobre cuando eras niño, creo que lo dices así, normalmente la gente
dice “cuando yo era pequeño”, es curioso, pero, cuál es tu recuerdo más antiguo…
mejor… rectifico, el recuerdo en el que eras más pequeño…
CANICHU: Pues ni puñetera idea. Me acuerdo de muchas cosas, pero no sé cuál es el
primer recuerdo. Me acuerdo de mi abuelo Félix, que murió en mayo de 1985,
teniendo yo apenas seis años y un mes, así que supongo que al acordarme de él
me estoy acordando de cosas de cinco años hacia atrás. Me acuerdo de juegos
infantiles, situaciones familiares… pero esto me lo guardo para mí y para la
persona que sea más cercana a mí, no quiero compartir esto en el blog.
MIRIAM
BLANCO: ¿Aficiones?
CANICHU: Muchas. Escribir, leer, el cine, la música, las amistades, las
conversaciones interesantes, conocer gente, viajar a solas cuando se puede,
cocinar (aunque no cuando no tengo tiempo y hay que hacerlo a la fuerza), crear
cosas, ayudar a alguien a crear cosas, no sé… muchas… hacía radio también.
MIRIAM
BLANCO: ¿Escribirías algún guión para cine?
CANICHU: Me ofrecieron hace años escribir la novela de una serie de televisión muy
conocida con premios muy importantes, El Internado. Conocí, medio estuve, con la chica que
era su productora hace bastantes años ya… cómo pasa el tiempo. Pero me negué,
porque no quería escribir con pautas, mucho menos con pautas de mercado…
Hubiera hecho dinero, y un pequeño nombre… pero no me motivaba nada. Le ofrecí
un relato largo mío, Los ‘30, para adaptarlo a guión de serie de televisión.
Le encantó aquel relato, pero muy directa y amablemente me dijo que no podía
ser, porque en España nadie invertiría tanto dinero en recrear los años 1930 españoles
y además con tantas cosas y metiendo mano a tantas cuestiones que nadie tocaba…
Y sin embargo años más tarde ya veis… El Ministerio del Tiempo, El asesinato
de Prim, Isabel… Todo es que alguien quiera realmente arriesgar su dinero…
sólo eso.
MIRIAM
BLANCO: ¿Planes, proyectos?
CANICHU: Sueños,
sólo sueños… A mi generación de treintañeros nos ha pasado por encima la crisis
económica. Todo plan, todo proyecto, son sólo sueños. Si se cumplen… vete a
saber. No hay presente, y no parece que vaya a existir el futuro. Hace unos
meses te hubiera dicho otra cosa.
MIRIAM
BLANCO: Con todo lo que hablas de política… ¿por qué no te dedicas a ello,
como asesor o algo así?
CANICHU: ¿Pero hablar de política no es estar ya dedicado a la política? Toda
actitud en la vida, en la sociedad es ya tener postura política. Toda decisión.
Todo acto. Mi simpatía es anarcosindicalista, es algo que no he ocultado nunca.
Tengo mis propias tesis y mi propia filosofía de vida, no sigo las líneas
estrictas de libreto alguno. Quien quiera meterse a partidos políticos o
asesorar a políticos de profesión, allá cada cual. Lo mío es vivir y hacer, y
esa es la mejor política.
MIRIAM
BLANCO: ¿Y cómo ves el mundo? Me refiero a cuál es tu forma de ver el
mundo…
CANICHU: Llevamos
ya muchas preguntas en la entrevista y preguntar esto ahora es abrir todo un
universo. No me siento ahora mismo como para contestar con profusión. Estoy
algo cansado y esta pregunta requiere de demasiados vericuetos para contestarla
adecuadamente ahora mismo en una sola contestación. Se tendría que hacer una
entrevista de la entrevista. El mundo debería cuidar su salud ecológica, pero
eso es algo que sólo ocurrirá cuando cambie el sistema capitalista, porque el
sistema capitalista se basa en rapiñar al máximo todos los recursos, y eso es
insostenible, hace doscientos años creían que era sostenible, pero en 2015 ya
sabemos que no lo es y que es incluso peligroso. Yo puedo ahorrar en energía y
reciclar, reducir mi consumo, reutilizar… pero mientras haya empresarios e
instituciones que despilfarran electricidad y combustibles, no vamos a ningún
lugar. Pongamos que yo tiro mis vidrios al contenedor correcto y he generado en
un día dos vidrios para reciclar, a mi lado viene el dueño de un bar y tira dos
cubos grandes llenos de vidrios al contenedor de orgánica y te razone que
pierde tiempo echándolo al agujero del de vidrio o que él no gana dinero
reciclando… pues esa realidad es real, ocurre en la vida real. Extrapola a las
grandes empresas. Pues ahí tienes el problema.
MIRIAM
BLANCO: Tienes don de palabra, ¿se aprende o sale así, sin más?
CANICHU: ¿Y yo qué sé? Serán las muchas lecturas y el escuchar a la gente. Yo he
sido camarero y mozo de salón de juegos… y normalmente también he sido pañuelo
de mis amigas y de algún amigo. De todo se aprende. La empatía es importante.
MIRIAM
BLANCO: ¿Con qué sueñas? Hablo de forma literal, lo que sueñas cuando
duermes, si es que lo recuerdas al despertar
CANICHU: No procede que te diga con qué sueño. Yo a veces comento sueños puntuales,
es verdad, me gusta hacerlo, pero decirte con qué sueño en general todas estas
noches recientes es querer entrar en una parcela privada de mi vida, prefiero
reservar eso a la persona o personas más ligadas a mí. Sólo diré que sueño con
personas de mi hoy por hoy, concretas, reales, y también con personas que
aparentemente jamás he conocido, por lo que supongo que mi mente me está
indicando un tipo de persona cuando eso ocurre y no una persona concreta, o
quizá sí, quizá me habla de una persona concreta mostrándome un tipo de persona.
Los sueños es un tema de conversación que me gusta mucho, pero no así, no de
este modo. Lo siento.
MIRIAM
BLANCO: En plan entrevista de trabajo:
¿Cuáles son tus defectos? ¿Y tus virtudes?
CANICHU: Eso es algo que le corresponde contestar a las personas que me conocen, no
a mí, a pesar de que todos sabemos de nosotros mismos defectos y virtudes.
MIRIAM
BLANCO: ¿Trabajo o devoción?
CANICHU: Cada cosa su tiempo. Si se puede combinar está bien, pero puede tener su
peligro de terminar esclavo del trabajo, esclavo de ti mismo.
MIRIAM
BLANCO: Décimo aniversario de Noticias de un espía en el bar,
enhorabuena, desde luego nadie puede decir que la constancia no sea lo tuyo,
¿cuánto tiempo seguirá, diez años más, hay un plazo límite?
CANICHU: ¿Y tú? ¿Cuánto tiempo vas a vivir? Yo no sé nada.
MIRIAM
BLANCO: Algo que añadir…
CANICHU: Muchas gracias por leerme. Ha sido curioso conocerte. Espero que te haya
gustado la propuesta de ofrecerte esta entrevista en el décimo aniversario, así
de sopetón a modo de tarjeta de “hola, gracias por leer”. Siento no haber
contestado algunas preguntas, pero espero que estés satisfecha con el resto. La
bitácora es posible en parte por gente como tú, lectores. Y fíjate, también tú
te has transformado ahora en una de esas anécdotas del blog por la que me
preguntabas antes. Conocerme en persona y ofrecerte entrevistarme sin más. Es
una idea que me pareció simpática, porque yo estaba pensando en este décimo
aniversario y esto me ha parecido ideal cuando me reconociste y te presentaste.
Ya eres parte del blog más allá de leerlo. Un placer. Y como suelo despedirme:
que la cerveza te acompañe.
MIRIAM
BLANCO: Muchas gracias y como tú dices: “Saludos, y que la
cerveza te acompañe”.
Sinceramente,ha dado de sí más de lo que esperaba.Y como alguien dijo:"No son indiscretas las preguntas...sino las repuestas".
ResponderEliminarPD: Me ha gustado sobre todo lo de cumplir sueños, porque "Nada será como soñamos, pero, ¿cómo seguir viviendo sin soñarlo?"(Jesús López Pacheco)
Me alegra que leas a Jesús López Pacheco, uno de los escritores exiliados que se formaron con Tierno Galván poco conocido en nuestras fechas. Espero y deseo que te haya gustado la publicación, que te hayas sentido ya parte del blog y te deseo lo mejor en tu trayectoria y futuro.
ResponderEliminarMuchas gracias.