"Especialmente interesantes son las supresiones de algunos pasajes más amplios, y que por supuesto no se recuperaron en las ediciones sucesivas ni se hallan en la versión francesa. Aquí se supone que la intervención corresponde al mismo autor. Son dos pasajes en la famosa descripción de Madrid que comienza con “Hay ciudades...”:
- tan llenas de unos secretos calabozos de los que nadie habla pero que mantienen adheridos por largos de tiempo indeterminados sus gusanos humanos (p. 67.9);
- que suponemos que llegará bajo la forma de un estallido más fuerte que la misma explosión del sol sobre sus tejados (p. 69.2);
O el siguiente diálogo entre Pedro y el policía en la cárcel:
- Quiénes son esos?
- ¿Esos? Unos chalaos. Mira que a estas alturas ponerse a repartir papeles... (p. 297.29)."
- ¿Esos? Unos chalaos. Mira que a estas alturas ponerse a repartir papeles... (p. 297.29)."
(Andrea Bresadola, "Luis Martín-Santos ante la censura: las vicisitudes editoriales de Tiempo de silencio", en Creneida, nº 2, 2014.)
Este párrafo que pertenece al artículo "Luis Martín-Santos ante la censura: las vicisitudes editoriales de Tiempo de silencio", fue publicado en la revista europea de crítica literaria Creneida, en su número 2, perteneciente a 2014, aunque se publicó a finales de año. Se puede leer el artículo completo entrando por aquí. Lo escribió un colega historiador italiano al que conocí en mis años de carrera universitaria y con el que sigo manteniendo amistad, Andrea Bresadola. Para él también he investigado o dado ayudas puntuales algunas veces dado que él vive en Italia y sólo viene por España cuando puede. Así por ejemplo entre 2013 y 2014 estuve yendo al Archivo General de la Administración (AGA) tanto con él como sin él para investigar la censura en los libros de Miguel Delibes, de lo que resultó una conferencia suya y una publicación en actas en la Universidad de Udine en abril de 2013, la cual se llamó: "Variantes de autor en las novelas de Delibes: el caso de El camino". Es de aquellas ayudas a sus investigaciones de las que sale también este otro artículo dedicado a Martín-Santos y la única novela que acabó este autor rebelde e incorregible que le dio quebraderos de cabeza a la censura de Franco.
A Andrea Breadola le mencioné por primera vez enero de 2014, en la primera entrega de "La Historia de lo local a lo estatal", cuando hablé por extenso de la censura y os reproduje las preguntas que siempre hacían los censores de Franco al enfrentarse a un texto. Fue él, además, quien me regaló el libro Q, de Blissett. El recuerdo más reciente que tengo de él, aparte de que me enviara el correo electrónico con este articulo, es tres días después del Año Nuevo, cuando celebré la llegada del año con dos amistades. Por un lado, con una amiga que vino a mi casa y como en estos dos años de desempleo se ha prestado a todo tipo de propuestas sin dinero para pasar el tirón, pues me pareció bien usar con ella la presencia del otro amigo: Andrea Bresadola. Además estas dos personas tienen una extraña relación entre sí, pues si Andrea investigó la censura en Delibes, ella conoció en persona al escritor de niña. Andrea me regaló una botella de cerveza roja y un salami de jabalí de un pueblo del norte de Italia, de los Alpes italianos, cuya historia es que se quedó aislado en el siglo XV y se olvidaron de su existencia. Ellos siguieron su vida con sus tradiciones y formas siglo tras siglo. A comienzos del siglo XX, cerca de la I Guerra Mundial, el gobierno italiano les reencontró y el siglo XV tropezó con el XX de golpe. Esta cerveza y este jabalí es tradicional de allí, sigue las formas de elaboración del siglo XV, que aún mantienen. Es tradición que lo tomen juntos. Andrea me lo regaló en otoño y yo lo reservé. El jabalí seguía sorprendentemente tierno como si hubiera sido recién hecho. Si algún día voy a Italia me gustaría conocer este pueblo. Por cierto que la historia de ese pueblo me recuerda a la película El último valle (James Clavell, 1971).
Andrea está publicando especialmente en Italia todo tipo de investigaciones sobre escritores españoles incluso con información historiográfica que en España es desconocida. El artículo que os he enlazado para que podáis leer entero sobre Martín-Santos y Tiempo de silencio, una novela publicada en 1961, contiene mucha información hasta ahora inédita que nos descubre que, aunque se han hecho varios estudios sobre la obra y el autor, sobre todo de parte de la editorial Seix-Barral, la primera escritura del libro sigue desconocida y contiene partes que tanto la censura como la editorial eliminaron y no se han editado nunca desde entonces. Esta novela escandalizó en su momento a todos los órdenes sociales de la dictadura. Marcó el paso a una nueva forma de afrontar la Literatura más combativa con el mundo que les había tocado vivir. Es de aquellos libros que ayudaron desde la intelectualidad a cuestionar la dictadura, sus formas y su sociedad desde dentro de España y no sólo desde el exilio. Como es conocido la novela toma como eje de la narración una relación sexual escandalosa por ilícita y un aborto, a partir de ahí repasa la sociedad franquista y no deja en buen lugar a todo su aparato represor. Aunque la novela era de las mejores escritas en su momento, Martín-Santos interrumpiría su producción de manera drástica al morir trágicamente en un accidente de automóvil en 1964.
En el pasado colaboré también con Andrea Bresadola en simples conversaciones entre ambos acerca de mi parecer sobre la consideración de la educación o la Literatura durante la guera civil. De ahí han nacido otros artículos suyos muy variados, como por ejemplo "Proyecto existencial, político y estético en Del Cielo y del escombro, de Arturo Serrano Plaja", publicado por la Universidad de Udine en la revista Impossibilitá, en 2012. También tiene otros textos dedicados a la obra de Carmen Laforet o a la Literatura del siglo XVI español. Sin duda este investigador italiano es uno de los investigadores qué más está haciendo por el conocimiento de la Literatura española en Europa, cuando menos en Italia. De una Literatura de la que estaría por decir que incluso muchos españoles han optado por desconocer. Cuando he tenido la oportunidad de ayudarle o colaborar con él brevemente lo he hecho siempre encantado, pues además es una persona con la que se trabaja muy fácilmente, nos entendemos muy bien y siempre se nota cuando una persona tiene las cosas claras en cuanto a lo que quiere y a dónde quiere llegar dentro de un archivo.
Con todo mi afecto, esta entrada para mi colega (en ambos sentidos) Andrea Bresadola.
Saludos y que la cerveza os acompañe. Espero que, si os interesa Tiempo de silencio, disfrutéis un artículo con tantas novedades nunca antes descubiertas y dichas dentro de sí mismo.
He debido trastavillar el nombre de la autora que él trabajo de aquellas épocas, pues Andrea me dice que no fue Laforet.
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