Garton Ash, periodista y analista internacional, publicó en EL PAÍS hace días un reportaje sobre los 25 años de la caída del Muro de
Berlín (que significa el final de la Guerra Fría, finiquitada del todo
en 1991). Analizó su valoración sobre que el siglo XX fue marcado
principalmente por dos generaciones destacadas, la de las personas de
1939 (Segunda Guerra Mundial) y la de 1968 (revoluciones sociales
pacíficas y no pacíficas que cambiaron en la sociedad occidental el modo de vivir el mundo). Y decía que hecha en falta que la generación de
1989 realmente tuviera una influencia posterior como esas generaciones.
En consecuencia, razonaba que él cree que los hechos de 1989 cobran
importancia no en las personas que lo vivieron sino en los que nacieron
después y que los hechos mundiales de las protestas y revoluciones
sociales de 2011 son logros de la generación de 1989, de lo que entiende
él por ella. Y no, eso sí que no. La generación de 1989 sí que existe, es
la que al caer el Muro de Berlín y acabar la Guerra Fría se sintió tan
triunfadora que empezó a construir un mundo ultraliberal finiquitando
los estados sociales y el Estado de Bienestar. ¿Se pregunta Ash dónde
está influenciando en la actualidad la gente de 1989? Son los banqueros,
los empresarios, las Angelas Merkel, los Bush y hasta los Osama del
mundo. La crisis mundial de 2008 es hija del empacho y atracón
neoliberal posterior a 1989. La gente de 2011 somos una generación por
nosotros mismos, no somos los hijos retardados de 1989, somos
precisamente lo contrario a la generación de 1989.
Parte del mundo que fue creando la generación de 1989 fue la globalización de culturas, materias y personas, pero con truco. Tras un mundo enfrentado en dos bloques ideológicos fundamentales, y un tercero aparentemente neutral, los ganadores de la Guerra Fría quisieron asegurarse no sólo la venta de sus productos, sino también la exportación de sus ideales para evitar que surgiera otra segunda vía ideológica tan fuerte como la que había sido hasta ese momento la socialista soviética. La globalización que se dio entre 1991 y 2008 fue una globalización desigual, donde la ventaja y el triunfo siempre estuvo en los valores occidentales de los países que conformaron las potencias capitalistas, en concreto sobre todo los de Estados Unidos de América, y en todo caso posteriormente los de Reino Unido y Francia. La reunificación alemana posterior a 1989 tardó en dar sus frutos poco tiempo relativo, pero tardó. La unificación bendecida por la legalidad les vino en 1990, a partir de ahí la Alemania Occidental tuvo que contribuir con sacrificio económico a la recuperación de la Alemania Oriental, esto significaba: arrasar con los valores socialistas de esa Alemania para implantarles los occidentales al mismo ritmo que se usaba para ello todo el potencial de la economía ultraliberal. Poco a poco Alemania se levantó, hasta el punto que desde mediados de la década de 2000 podemos hablar de que esa globalización ultracapitalista, ultraliberal, la encabezaba Estados Unidos de América y Alemania en nombre de la Unión Europea, y su nuevo enemigo es la República Popular China en lo económico, la Federación Rusa en lo geoestratégico y el extremismo islámico en lo ideológico.
El ultraliberalismo que reordenó el mundo tras 1991 como lo hubiera hecho cualquier ejército victorioso de una gran guerra implicó muchas cosas en su ideología globalizadora. Grandes empresarios y banqueros fueron cobrando mayor importancia que los políticos, lo que es algo totalmente antidemocrático, ya que nadie los ha elegido electoralmente como representantes para el gobierno y la administración. Fue precisamente su arrogancia cultural basada en el dinero y en su modo de vida como modo de vida a exportar a todo el mundo, hasta el punto de ir acabando con otros modos de entender la vida, lo que provocó en buena parte una respuesta violenta dentro del mundo del extremismo islámico. Y fue precisamente la ambición, la egolatría y el erigimiento en una nueva clase dominante que no tenía en cuenta a los trabajadores y no la tiene, por parte de empresarios y banqueros, lo que provocó la crisis de 2008. Y la ceguera de los políticos de dejarse llevar por las ideas de estos empresarios y banqueros lo que nos ha llevado al proceso de protestas que reivindican la democracia desde 2011 hasta la fecha, 2014, y sigue. Si esto era una guerra de clases y las batallas las iban ganando los que más dinero tenían, puede que ahora la guerra de clases vea un vuelco de las circunstancias, y es que desde 1776, ó de 1789 si se prefiere, las fuerzas sociales democratizadoras, por muchos problemas que se les haga pasar, siempe ganan. Tarde o temprano, padezcan lo que padezcan, siempre ganan. Y aquellos que se acogen a privilegios exclusivos y excluyentes siempre caen, estrepitosamente, además.
Quizá hay que remontarse a finales de los años 1990 para poder entender la "batalla" actual. Hacia el final del mandato de Bill Clinton como presidente de Estados Unidos. Este presidente demócrata rompió con las grandes guerras que había protagonizado su antecesor, George Bush, con el objetivo de recuperar la economía de Estados Unidos en el primer gobierno norteamericano neta y enteramente posterior a la Guerra Fría. Lo logró, y por el camino mejoró muchas cuestiones sociales que tenía pendientes Norteamérica. Puede que a algunos jóvenes de hoy, más jóvenes que yo, les extrañe esto, pues piensen que en Estados Unidos existen muy malas condiciones sociales, como por ejemplo la falta de una red sanitaria pública al nivel de la europea, o de la educación, o de jubilaciones, pero antes de Bill Clinton el panorama era peor. Realmente su gobierno fue muy beneficioso para los norteamericanos de clase media y para las clases más humildes, pero durante sus años de gobierno, comenzados en 1993, se consolidó desde los poderes económicos la llamada globalización. En 1998 Clinton empañó toda su obra con la confirmación judicial de un escándalo sexual en el que él había tenido una infidelidad matrimonial con una becaria, Monica Lewinski. En parte para tapar la publicidad de ese escándalo recurrió a nuevos bombardeos sobre el Irak de Sadam Husein, que había sido derrotado en 1991. La excusa militar era la protección de algunos pueblos iraquíes que supuestamente había atacado Husein dentro de sus fronteras pero fuera de las zonas que la ONU y la OTAN le marcaron como lugares exclusivos donde podía tener tropas. Fue en ese momento de escándalo sexual y de ataque nuevo a Irak de 1998 donde muchos empresarios y banqueros comenzaron a comprender las oportunidades que se ponían ante sus ojos. Efectivamente, en enero de 2001 accedió al gobierno estadounidense el republicano George W. Bush. Las reuniones de las grandes superpotencias habían sido contestadas por todo el mundo por movimientos antiglobalización que ya hablaban de nueva democracia y de democracia participativa. Su núcleo estaba en los movimientos sociales de Brasil, pero tenían un gran apoyo en Europa. Precisamente el 20 de julio de 2001, en Italia, fue asesinado por la policía italiana uno de estos manifestantes durante unos disturbios en torno a una cumbre de los países poderosos. Él era Carlo Giuliani. En el contexto político estaban un montón de nuevas medidas globalizadoras donde no se firmaban ni políticas ecológicas, ni políticas contrarias a la pena de muerte, donde se hablaba de recortes de derechos laborales, donde se hablaba de crear un escudo antimisiles en el Este europeo, donde se hablaba de deslocalizaciones económicas y donde se hablaba de movilidad laboral, que implicaba e implica tratar a las personas como mercancias de trabajo y no como personas que son. La muerte de Carlo Giuliani fue un hito en aquellos momentos y mucha gente de Europa reaccionó con indignación. Dos meses después el extremismo islámico de Al-Qaeda derribaba las Torres Gemelas de New York el 11 de septiembre de 2001.
Todo lo ocurrido posteriormente lo hemos comentado muchas veces en esta bitácora. La invasión de Afganistán en octubre-noviembre de ese año y sus diez años de una guerra que, a pesar de todo, aún continúa aunque menos densa. La Segunda Guerra de Irak desde 2003 y que igual que la de Afganistán continúa en otro modo a como empezó, hasta el punto de complicarse y mezclarse con la guerra actual al Estado Islámico empezada este 2014. Y sobre todo ha ocurrido que los movimientos antiglobalización fueron dejados de lado con la consigna de primero un mundo seguro y después las reivindicaciones sociales, los ultracapitalistas hicieron más negocio que antes al tener en su palma a una gran cantidad de gente que les dio via libre, hubo una serie de pequeñas crisis económicas que al final estallaron en la gran crisis de 2008, y de ahí, sin profundizar en este análisis en nada de lo mencionado, se pasa a una serie de recortes económicos que fueron perfilando aún más el mundo a favor del ultraliberalismo en contra de los trabajadores. Al menos hasta las revueltas sociales y democráticas de 2011, tanto en el mundo islámico como en el occidental. El mundo chino y el ruso tienen su propia evolución, en un sentido contrario a lo que ocurrió en 2011, salvo en Hong Kong este año 2014.
Todo lo ocurrido posteriormente lo hemos comentado muchas veces en esta bitácora. La invasión de Afganistán en octubre-noviembre de ese año y sus diez años de una guerra que, a pesar de todo, aún continúa aunque menos densa. La Segunda Guerra de Irak desde 2003 y que igual que la de Afganistán continúa en otro modo a como empezó, hasta el punto de complicarse y mezclarse con la guerra actual al Estado Islámico empezada este 2014. Y sobre todo ha ocurrido que los movimientos antiglobalización fueron dejados de lado con la consigna de primero un mundo seguro y después las reivindicaciones sociales, los ultracapitalistas hicieron más negocio que antes al tener en su palma a una gran cantidad de gente que les dio via libre, hubo una serie de pequeñas crisis económicas que al final estallaron en la gran crisis de 2008, y de ahí, sin profundizar en este análisis en nada de lo mencionado, se pasa a una serie de recortes económicos que fueron perfilando aún más el mundo a favor del ultraliberalismo en contra de los trabajadores. Al menos hasta las revueltas sociales y democráticas de 2011, tanto en el mundo islámico como en el occidental. El mundo chino y el ruso tienen su propia evolución, en un sentido contrario a lo que ocurrió en 2011, salvo en Hong Kong este año 2014.
¿Abre un paréntesis los sucesos de New York del año 2001 en favor de los banqueros y los grandes empresarios a costa de vender a la sociedad que veía con simpatía a los que protestaban, como Carlo Giuliani, la necesidad de tener seguridad antes que valores democráticos aplicados a las leyes? Yo creo que sí, visto en la distancia, creo que se puede hablar de ello como hipótesis y teoría de la Historia actual. No hablo de conspiraciones y mundos oscuros, sino de cómo ocurrieron los acontecimientos y cómo se podrían interpretar. Los sucesos de 2001 se lo puso muy fácil a determinados poderes sociales no democráticos para continuar más anchamente y sin menos vigilancia social aquello que iniciaron en 1989 con su cercana victoria en la Guerra Fría. Y fue la crisis de 2008 y el estallido de indignación de 2011 lo que ha comenzado a cerrar ese paréntesis.
Este es un tema interesante, que sin duda aún necesita de la apertura de muchos archivos y de la aparición de muchos testimonios que vendrán con el paso de los años y el envejecimiento de muchos de sus protagonistas, sino con su muerte futura. No voy a adentrarme más ahí, pero sí quiero hacer hincapié en que una de las cuestiones fundamentales de la globalización, del ultraliberalismo, está en la movilidad laboral, que no es otra cosa que deslocalizar empresas, o sea, trasladar empresas de lugares donde han estado durante años para llevarlas a lugares donde la mano de obra es muy barata y con menos derechos laborales. Lo habitual es despedir trabajadores con expedientes de regulación de empleo, para lo cual los empresarios de todos los países tratan de forzar leyes en sus gobiernos para abaratar los costos económicos y legales, y quedarse con unos cuantos que, para mantener su empleo, deben irse con la empresa allá donde se instale nueva, rompiendo unidades familiares, amistosas, arraigos a los lugares donde se vive, arraigos culturales, etcétera, siendo visto el trabajador, como he dicho, como un material más con el que mercadear y no como una persona. Todo bien presentado con bonitas políticas empresariales de relaciones y recursos humanos donde sólo se habla de aspectos positivos, a veces falsos, y donde se culpabiliza de los problemas laborales en los que puedan caer, y se hace sentir culpable, a aquellos trabajadores que no aceptan tales rupturas.
En este sentido España ha sido uno de los países europeos que más ha sufrido con la crisis de 2008, perdiéndose a gran parte de la juventud, principalmente universitaria. Un análisis interesante sobre la emigración española a otros países por falta de trabajo y de oportunidades en su país lo escribió Jorge Galindo para Jot Down, el pasado mes de septiembre. Obviamente hoy por hoy la principal materia prima que puede exportar España al resto del mundo ya no es ni el estaño ni el bronce de tiempos de los griegos y fenicios, ni la salsa garum, ni la plata de cuando los romanos, ni las traducciones, ni la lana de la Edad Media, ni el oro, ni las especias, ni las fuerzas militares, ni la religión de la Edad Moderna, ni el romanticismo del siglo XIX, ni la intelectualidad del siglo XX, pero sí va precisamente por ahí los tiros. Nuestra principal materia prima son las personas con carrera universitaria. Algunos serán intelectuales propiamente dichos, otros, la gran mayoría, son técnicos y especialistas de alta cualificación de aquello en lo que han sido formados, ya que las peculiaridades de nuestra Universidad hace de los que hemos pasado por ella personas que más que a reflexionar y a hacer se nos enseña a hacer, a cómo hacer. Sólo algunos, por inquietudes propias y ayudados por buenos profesores, alcanzan ese grado de intelectual que debiera ser un universitario.
La dictadura franquista hizo pasar una serie de vicisitudes a las clases trabajadoras de tal calibre que cuando a finales de los años 1960 y principios de los 1970 hubo familias que pudieron ahorrar para mandar a sus hijos a la Universidad, lo hicieron. Muerto Franco en 1975 esta tendencia continúo con la Transición y la Monarquía Parlamentaria. Así, desde los años 1980, España tiene un gran número de profesionales universitarios que, en buena parte, se desperdician en trabajos de baja cualificación porque, simplemente, no hay tantos puestos de trabajo de alta cualificación para todos, y, de poderlos haber, nuestra clase empresarial más arraigada no evolucionó a la vez que la sociedad universitaria, muchos aún hoy no saben usar sus recursos humanos o no saben para qué pueden necesitar a determinados profesionales. En este sentido España está retrasada, por muy avanzados que estén en su formación los trabajadores. Que tus hijos fueran universitarios podía darles un futuro que se creía mejor que el tuyo, y se vendía esa idea al propio hijo educándole en ella, sin apreciar que no siempre tiene porqué ser así. Tener carrera universitaria terminó siendo incluso un requisito social, y en muchos casos hasta laboral. Asistimos a casos tan peculiares como la demanda de trabajdores con varios idiomas y carrera para trabajos que en realidad sólo necesitan de las manos y del buen hacer. El desperdicio de nuestro principal recurso es evidente. Con la crisis económica se ha agudizado. Pero ya antes de 2008 muchos universitarios veíamos cómo se nos ofrecían puestos de trabajo de baja cualificación, o bien de nuestra cualificación, pero en calidad de becarios o de temporales y por sueldos que antes eran de 1.000 euros mensuales, y ahora das las gracias si llegan a 650 euros y a ocho horas de trabajo diarias, mientras se veía con frecuencia como gente que no llegó a acabar los estudios básicos y haciendo trabajos más simples, y que son igualmente loables no obstante, como por ejemplo ser peones de albañil o descargar cajas, cobraban 1.500 o en algunos casos hasta 2.000 euros, según el trabajo. Y sigue siendo así. Mirar ofertas de empleo para archivero, que es mi sector, supone ver como se siguen queriendo becarios, temporales o discapacitados a 650 euros, mientras a la par encuentras ofertas de vendedores a puerta fría a 1.200 euros, y este es un caso real de hoy. Así que sí, exportamos nuestra principal matería prima, que son los universitarios, transformando así a las personas en objeto de mercancia laboral que es requerida y llamada por ingleses, alemanes, franceses, estadounidenses y hasta por chinos. En realidad decir que la exportamos es una metáfora, realmente la gente opta por irse ante la imposibilidad de trabajo o, y, de oportunidades laborales y de construcción de una vida. O recurriendo a otra metáfora de nuestros días: se exilian de España por motivos económicos.
La dictadura franquista hizo pasar una serie de vicisitudes a las clases trabajadoras de tal calibre que cuando a finales de los años 1960 y principios de los 1970 hubo familias que pudieron ahorrar para mandar a sus hijos a la Universidad, lo hicieron. Muerto Franco en 1975 esta tendencia continúo con la Transición y la Monarquía Parlamentaria. Así, desde los años 1980, España tiene un gran número de profesionales universitarios que, en buena parte, se desperdician en trabajos de baja cualificación porque, simplemente, no hay tantos puestos de trabajo de alta cualificación para todos, y, de poderlos haber, nuestra clase empresarial más arraigada no evolucionó a la vez que la sociedad universitaria, muchos aún hoy no saben usar sus recursos humanos o no saben para qué pueden necesitar a determinados profesionales. En este sentido España está retrasada, por muy avanzados que estén en su formación los trabajadores. Que tus hijos fueran universitarios podía darles un futuro que se creía mejor que el tuyo, y se vendía esa idea al propio hijo educándole en ella, sin apreciar que no siempre tiene porqué ser así. Tener carrera universitaria terminó siendo incluso un requisito social, y en muchos casos hasta laboral. Asistimos a casos tan peculiares como la demanda de trabajdores con varios idiomas y carrera para trabajos que en realidad sólo necesitan de las manos y del buen hacer. El desperdicio de nuestro principal recurso es evidente. Con la crisis económica se ha agudizado. Pero ya antes de 2008 muchos universitarios veíamos cómo se nos ofrecían puestos de trabajo de baja cualificación, o bien de nuestra cualificación, pero en calidad de becarios o de temporales y por sueldos que antes eran de 1.000 euros mensuales, y ahora das las gracias si llegan a 650 euros y a ocho horas de trabajo diarias, mientras se veía con frecuencia como gente que no llegó a acabar los estudios básicos y haciendo trabajos más simples, y que son igualmente loables no obstante, como por ejemplo ser peones de albañil o descargar cajas, cobraban 1.500 o en algunos casos hasta 2.000 euros, según el trabajo. Y sigue siendo así. Mirar ofertas de empleo para archivero, que es mi sector, supone ver como se siguen queriendo becarios, temporales o discapacitados a 650 euros, mientras a la par encuentras ofertas de vendedores a puerta fría a 1.200 euros, y este es un caso real de hoy. Así que sí, exportamos nuestra principal matería prima, que son los universitarios, transformando así a las personas en objeto de mercancia laboral que es requerida y llamada por ingleses, alemanes, franceses, estadounidenses y hasta por chinos. En realidad decir que la exportamos es una metáfora, realmente la gente opta por irse ante la imposibilidad de trabajo o, y, de oportunidades laborales y de construcción de una vida. O recurriendo a otra metáfora de nuestros días: se exilian de España por motivos económicos.
¿Se van los mejores, como se suele decir? Eso es una falta de respeto, un tópico y una mentira. No se van los mejores, se van los que pueden y los que optan por la escapada de España. Entre ellos puede haber excelentes profesionales, pero no lo son por el mero hecho de irse. Es una falta de respeto para con quienes hemos optado por quedarnos, ya sea aquellos que lo hayan hecho porque tienen trabajo o aquellos que no lo tengamos y cuando lo tenemos es por temporadas precarias. La opción personal de cada uno, irse o quedarse, es respetable en todos los casos. Cada uno tiene sus razones. No todo el mundo tiene dinero para irse, ni todo el mundo tiene las mismas cargas familiares, ni todo el mundo tiene los mismos apegos o desapegos. Yo mismo, por ejemplo, no me voy, en parte porque no tengo dinero ni para ir a Madrid, que está a 30 kilómetros, en parte por mi madre, viuda y mayor, en parte por mi apego al sitio donde soy, y, sobre todo, y no miento, porque creo que alguien se tiene que quedar aquí para levantar todo esto en cuanto haya la primera oportunidad de hacerlo. Porque está bien irse y luego volver cuando todo haya mejorado, pero alguien habrá de haberlo mejorado. No van a ser los políticos, vamos a ser los trabajadores. Y sí, ahora padeceré todo lo que haya de padecer, pero esto es una aventura tan apasionante como la de irse. Y ambas opciones son muy respetables, porque sin duda necesitaremos de las experiencias de los que se fueron el día que decidan regresar. Pero de todo esto ya hablé bastante en la "Noticia 1227ª, La generación de los amigos que se van".
El triunfalismo con la victoria de Podemos en la última encuesta CIS no está tan justificado, pues la victoria no es tan positiva. Salvo en la intención de voto, en el resto de preguntas la gente consideró que no le gustaba su programa presupuesto y que no creía en sus propuestas. O sea, que realmente es el mismo caso que en 2011 cuando la gente actuó así: "no me gusta el PSOE de Zapatero, voto por castigo a PP". Ahora es: "no me gusta PSOE ni PP, voto por castigo a Podemos". ¿Y no era objetivo primordial de los que participamos en el 15M que el ciudadano actuara políticamente con participación activa, o sea, como mínimo reflexionando y no por vísceras? Quizá muchos de los que participaron del CIS no conocen bien lo que dice o cómo es Podemos, entonces Podemos tendría mal hechos sus deberes. Pero quizá no es así y es que le quieren votar por castigo, vamos por aquello de: "me da igual lo que digan lo que quiero es que se vayan estos, que haya un cambio", sin reflexionar que ese cambio tendrá unas propuestas y una dirección detrás, igual que cuando en 2011 ganó el PP por la misma vía de pensamiento ciudadano. En ambos casos el resultado del CIS es malo. Y no lo es porque gane Podemos en intención de voto, no he dicho esto, sino porque tres años después la ciudadanía sigue en el voto de castigo, no en el voto político. Y el peligro que tiene eso es que si Podemos en el gobierno no les convenciera, la Historia son círculos, el siguiente paso es que la gente desconfíe de la democracia y de repente alguien comience a pensar: "en este país lo que necesitamos es menos opinar y más hacer, necesitamos a alguien fuerte e indiscutible que acabe con las tonterías", y ya se sabe a qué lleva eso. Así que, amigos más activos en Podemos que leeís por aquí, este resultado del CIS no es bueno ni os ha de valer. No podéis estar contentos con un resultado que tiene todos los indicadores de ser una victoria por voto de castigo. Tenéis que empezar a explicaros a todo el mundo, y no a los círculos, tenéis que empezar a decir vuestras propuestas e ideas, tenéis que asumir el último acto de vuestro camino iniciado, porque tras la asamblea de Vistalegre a comienzos de octubre habéis optado por ser un partido y como tal os tenéis que comenzar a comportar y enfrentaros a la realidad: explicaros para que os conozcan y así podréis ver si la gente de verdad os quiere o no. Un voto visceral por castigo no es bueno para nadie.
Podemos no es el 15M, aunque mucha gente del 15M haya optado por estar en Podemos. Bien leídas las palabras de sus principales líderes, Iglesias, Monedero y Errejón, ellos mismos reconocen que la idea de su fundación no fue a principios de 2014 ni a finales de 2013, de hecho, leyendo a Errejón se ve que muchas veces repite la idea de que en el 15M de 2011 varias personas, tendencias asociativas y un partido determinado, Izquierda Anticapitalista, vieron que allí había una posibilidad de sacar adelante algo a lo que ya estaban dando vueltas. Y tanto que ya lo estaban dando vueltas. Yo diría que al menos desde la huelga general de 2010, aunque aún sin ese nombre y sin esos nombres visibles en los grandes medios de comunicación, que no por otras vías. Mal que pese, el descenso de protestas de 2014 corresponde y cuadra bien con el ascenso de Podemos en las urnas. Mucha gente ha vuelto a optar por la delegación en un partido que ellos mismos creen estar construyendo. La combatividad ideológica que plantea Podemos es tremendamente proporcional a su potencial desmovilizador en las calles atendiendo al bajón drástico de las reivindicaciones iniciadas desde 2010 y que pasaron por el 2011. No hay que olvidar que el periodo 2011-2013 fue el más reivindicativo de España desde la Transición en 1976-1978. Sé que esto es un asunto espinoso para muchos simpatizantes de Podemos, pero esa realidad está ahí, y quizá en buena parte es una combinación de un pensamiento de mínimo coste personal votando en una urna antes que yendo a una calle donde puede haber cargas policiales, o yendo a una huelga donde te quitarán el sueldo del tiempo que no trabajes y en algún caso algún empresario ilegalmente te despedirá por hacerlo con excusas perfectamente legales. En otra parte puede deberse al cansancio de que lo ganado con las protestas tarda en darse y cuando se da no se reconoce que ha sido por la movilización social. Y otra parte puede ser el espinoso tema también de que mucha gente ha olvidado o jamás asumió sus reivindicaciones de 2011 y sigue en la mentalidad del líder salvador necesario.
El ascenso de Podemos en todo caso nos habla de cómo la gran patronal representada por la CEOE no supo comprar la materia prima que más le interesaba.
Podemos no es el 15M, aunque mucha gente del 15M haya optado por estar en Podemos. Bien leídas las palabras de sus principales líderes, Iglesias, Monedero y Errejón, ellos mismos reconocen que la idea de su fundación no fue a principios de 2014 ni a finales de 2013, de hecho, leyendo a Errejón se ve que muchas veces repite la idea de que en el 15M de 2011 varias personas, tendencias asociativas y un partido determinado, Izquierda Anticapitalista, vieron que allí había una posibilidad de sacar adelante algo a lo que ya estaban dando vueltas. Y tanto que ya lo estaban dando vueltas. Yo diría que al menos desde la huelga general de 2010, aunque aún sin ese nombre y sin esos nombres visibles en los grandes medios de comunicación, que no por otras vías. Mal que pese, el descenso de protestas de 2014 corresponde y cuadra bien con el ascenso de Podemos en las urnas. Mucha gente ha vuelto a optar por la delegación en un partido que ellos mismos creen estar construyendo. La combatividad ideológica que plantea Podemos es tremendamente proporcional a su potencial desmovilizador en las calles atendiendo al bajón drástico de las reivindicaciones iniciadas desde 2010 y que pasaron por el 2011. No hay que olvidar que el periodo 2011-2013 fue el más reivindicativo de España desde la Transición en 1976-1978. Sé que esto es un asunto espinoso para muchos simpatizantes de Podemos, pero esa realidad está ahí, y quizá en buena parte es una combinación de un pensamiento de mínimo coste personal votando en una urna antes que yendo a una calle donde puede haber cargas policiales, o yendo a una huelga donde te quitarán el sueldo del tiempo que no trabajes y en algún caso algún empresario ilegalmente te despedirá por hacerlo con excusas perfectamente legales. En otra parte puede deberse al cansancio de que lo ganado con las protestas tarda en darse y cuando se da no se reconoce que ha sido por la movilización social. Y otra parte puede ser el espinoso tema también de que mucha gente ha olvidado o jamás asumió sus reivindicaciones de 2011 y sigue en la mentalidad del líder salvador necesario.
El ascenso de Podemos en todo caso nos habla de cómo la gran patronal representada por la CEOE no supo comprar la materia prima que más le interesaba.
El gobierno de Mariano Rajoy es quizá el más lamentable de todos los gobiernos de la Monarquía Parlamentaria actual. Totalmente nefasto. A un año de las elecciones generales hay más paro que cuando entró, la gente está más desprotegida en sanidad, educación, pensiones, derechos laborales, derechos civiles y otros. La calidad de los empleos ofrecidos son peores. Los sueldos son más bajos y castigan a los más desfavorecidos, por recomendación de la Unión Europea, la misma que ahora se lamenta de que el gobierno español tomara este rumbo en sus reformas laborales, que es el rumbo que ella le dijo que tomara, repito. Quizá ahora dicen hipocresias y cinismos en vista de los descalabros que los países de la Unión han sufrido en las elecciones europeas de la pasada primavera, tanto desde la extrema derecha como desde la izquierda. O quizá es que se han dado cuenta de que el ultraliberalismo es un fracaso y sólo es la firma a plazo indefinido de la propia autodestrucción de los más interesados en mantenerlo. Quizá han comprendido aquella lección que nos dio la Historia respecto a muchos comunistas y anarquistas españoles exiliados en México y en Francia, que pasados los años 1940, al pisar los años 1950 fueron perdiendo combatividad por un lado por el abandono internacional, por otro por los éxitos de la dictadura contra sus cúpulas clandestinas en España, pero también, punto negro que muchas veces no se quiere tratar dentro de la izquierda, porque muchos se acomodaron tras tantos años de padecer y luchar en sus nuevas formas de vida en los Estados del Bienestar que les ofrecía las libertades y derechos sociales de un sistema capitalista parlamentario que si bien no era por el que habían luchado, les valía. Sea como sea, Rajoy ha gobernado desde la desaparición y la huida, con un programa ultraliberal y ultracatólico apoyado por la Unión Europea y otros organismos internacionales a los que, retroalimentándose, Rajoy no paró de hacer caso en sus consejos y presiones políticas. Pero sobre todo ha gobernado siguiendo a rajatabla con todo aquello que los grandes y medianos empresarios españoles le han pedido desde 2011. Nos ha gobernado la patronal, que nadie eligió en las urnas, pero que tanta influencia ha demostrado tener en innumerables leyes del gobierno del PP. Y además, entre banqueros, empresarios y políticos nos han gobernado pidiéndonos sacrificios mientas ellos robaban dinero público o se beneficiaban de sus posiciones de cargos privilegiados. No se veía tanta corrupción en España desde los últimos años del gobierno de Felipe González, del PSOE, con una diferencia, en aquellos años finales de González, entre 1992 y 1996, los responsables sospechosos de los casos de corrupción dimitían o se cesaban, con Rajoy, del PP, ni se dimite ni se cesa, todo es dado por bueno por la vía de la permanencia en el cargo.
Y mientras los sindicatos UGT (socialdemócrata) y CCOO (de origen supuestamente comunista, en principio) también van llenando hojas de periódico con supuestos casos de corrupción, ahora unos simpatizantes de Podemos van y crean un nuevo sindicato llamado Somos, según ellos con las ideas de Podemos, al cual Podemos saluda y acoge con gusto, pero que dicen teóricamente no tener nada que ver entre ellos, todo para, según los que fundan Somos, unir a los trabajadores en un sindicato que según ellos es una "nueva forma de hacer sindicalismo". Lo contaba El Diario el 30 de octubre. Yo no sé si estos pecan de ignorancia o de tergiversación, pues en realidad tal como lo plantean es algo que lleva inventado desde 1910 y que existe ya en España y se llama CNT, el sindicato anarcosindicalista del que han derivado otros en nuestros días. Como les contestó CNT-AIT de Albacete el 6 de agosto (pues la idea de crear Somos ya venía de antes de aquel 30 de octubre), la CNT es asamblearia, no tiene liberados sindicales, no recibe dinero del Estado, se puede estar afiliado o ser defendido sin estarlo sin ser anarquista o anarcosindicalista, e incluso se puede tener carnet de partido político, sin ejercer cargos, (está en los estatutos), y son los trabajadores los que deciden lo que quieren, y no determinados líderes sindicales profesionalizados, desde 1910, como ya he apuntado yo también. Lo que quiere hacer Somos ya existe. Pero han ninguneado a la CNT como inexistente en esa forma de funcionar, insisto, no sé si por ignorancia o por tergiversación. No obstante, tanto el diario socialdemócrata EL PAÍS como la derecha muy derecha del periodista Losantos le siguieron el juego al hablar de Somos como algo único e incluso, en el caso de Jiménez Losantos, negando la existencia actual de CNT, a pesar de que tanto la CNT como la CGT son los únicos sindicatos que han ganado en afiliados y simpatizantes en estos años de crisis, llegando a alcanzar las miles de personas sus manifestaciones en los días de huelga general y otras reivindicaciones sonadas. La única razón que tienen de hacer un sindicato que ya de por sí es en si con las mismas formas de funcionar que la CNT es su diferencia: ellos seguirán los principios de Podemos, aunque Podemos no forma Somos... vamos, que en realidad por muy bonito que lo pongan están reproduciendo el modelo PSOE-UGT. Lo siento, pero es así. Y eso no me convence, ni creo que la lucha sea hacer como si la CNT no existiera cuando se plantea hacer un sindicato casi clon en sus postulados básicos y deontología.
Hay que ser exigentes con quienes van a gobernarte o representarte, o aspiran a ello. No es ser muy exigente pedirles que no se conformen con un voto de castigo a Podemos, para que
busquen el voto político, que además es una de las cosas que los
integrantes de todos los círculos es a lo que aspiran, al menos en teoría. Aunque mucho me temo que hay una buena parte de potenciales votantes que efectivamente lo que quieren tan sólo es que no gobiernen PP o PSOE. La famosa frase de Pablo Iglesias en Vistalegre sobre "hay que ocupar la centralidad", ha dado mucho que hablar en cuanto a cómo interpretarla. Hasta hace poco se definía de izquierdas plenamente, y antes decía de Podemos que no era ni de izquierdas ni de derechas, y en la hemeroteca se puede contrastar y comprobar todas estas posturas tan contradictorias, quizá vaya por ahí: porque ya han catado la vida parlamentaria en Europa y empiezan a ver lo que hay en la práctica. Eso no quita para que dentro de ella quieran cambiar cosas, que es la justa reclamación de la socialdemocracia (al margen del partido que la tome por ideología). Pero esto es ya otra línea de debate. En todo caso, no soy enemigo de Podemos, todo lo contrario, no por analizar cosas que quizá no gusten a algunos se hace para malmeter.
Los que más sabemos de política o los que están más en Podemos, saben lo que quiere Podemos (más o menos en buena parte), pero aquellos que en el CIS han declarado cosas como que no lo saben, que se les diga que no son de izquierdas ni de derechas, que ellos van al centro, cuando no es así, y además precisamente como estrategia para hacerse con el poder, pues es un problema serio. Más cuando Pablo Iglesias recibe preguntas directas en programas de televisión sobre su postura ante temas concretos de la reforma laboral y no responde nunca, eludiendo la respuesta alegando que tendrá que hablar con sindicatos y empresarios, que es lo mismo que hacen todos los gobernantes. Así pasó en 2011 cuando Rajoy decía que ellos iban a quitar la ley antitabaco, por poner un ejemplo tonto, cuando en realidad sabía que no iba a ser así. Hay mucho dueño de bar que se siente engañado hoy día con eso. ¿Que le engañaron por ser crédulo? por lo que se quiera, pero de manera práctica se siente engañado. Si la estrategia es ocultar la realidad para subir al poder, no puedo compartirlo. Yo soy del dicho castellano que dice: Yo soy pecador y lo digo. Para que nadie se llame a engaño luego. Por otro lado, si la estrategia es ocupar realmente el centro, eso implica pactar con los grandes empresarios, y me parece que cuando habla Iglesias de esto algo hay de trasfondo sobre ello que no termina de decirlo, y eso ya se ha vivido muchas veces. La última vez más sonada fue con la reforma laboral de 2010 de Zapatero, pero la más sonada fue cuando Felipe González por querer la centralidad se metió en la Comunidad Económica Europea en 1985 a coste de desmontar astilleros, arrancar olivos, entrar en la OTAN, de la que decía a la gente que "en principio no", cuando sabía que en principio sí, y otras cositas por todos conocidas. Me da la sensación de que existen dos Podemos, uno: la gente común, otro: la llamada popularmente "cúpula", que me parece que ellos, por lo que dicen y luego les veo hacer, ya tienen todo muy atado aunque digan que no. Y si volviéramos la vista atrás, unos meses atrás, se vería como algunas cosas que yo y otros dijimos se han cumplido a fecha de hoy tal cual, a pesar de que por entonces se nos decía que no podía ser, que Podemos era de todos... Ya... eso ya lo he oído antes. Ahora los mismos que me decían que no podía ser, me defienden con uñas y dientes que ellos nunca dijeron que no podía ser y defienden el modelo de partido que se definió en Vistalegre a pesar de que en origen decían cosas contrarias a ese modelo de organización. Si uno pudiera volver atrás y grabar lo que a veces se dice, cuantas personas se callarían para meditar antes de volver a hablar.
Creo que existen dos Podemos y que no me lo refutan los votos de Vistalegre. Hay que preguntar más que a los votantes de Vistalegre (que también sería para analizar sus porqués), que eran menos de 200.000 personas, a los varios millones potenciales que ubica Podemos en la jefatura de gobierno. Insisto, a veces creo que algunos de los más activos miembros de los círculos Podemos miran demasiado a esos mismos círculos, y se olvidan que eso les hace comportar como el resto de partidos algunas veces en estas pocas semanas que han pasado. Da igual lo que pensasen la gente de Vistalegre, habrá varios millones de personas mirando Podemos ahora mismo, y no todos creen o saben o piensan lo que los más activos miembros de los Círculos apoyan. ¿Que hay que tener un plan para alcanzar el gobierno si la ideología implica la vía reformista? Sí. ¿Que hay que tenerlo para tener un fin a toda costa? No, no creo que todo valga. Pero de todo esto se saca una conclusión, Podemos, por aquellas cosas que defiende, no es revolucionario, pese a lo que digan sus mayores seguidores, es reformista y tiene ideas sociales muy claras, por lo que se ubica dentro de una socialdemocracia no como se ha entendido tras 1974, sino como la que se entendía en España y su exilio hasta 1974, que es la socialdemocracia del Pablo Iglesias original, la de Largo Caballero, Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos, Julián Besteiro, Juan Negrín, el alcalaíno Andrés Saborit o el exiliado Rodolfo Llopís. Una socialdemocracia muy diferente a la actual línea del PSOE, este aparentemente más cercano a las clases acomodadas hoy día que a los trabajadores de base.
En todo caso se pone mucho enfásis en rebatir a la gente que es de izquierdas entre la gente de izquierdas. Los de Podemos contra las cosas que dicen o hacen los del PSOE o los de IU, y estos contra lo que dicen o hacen los de Podemos. Pero no, no hay que verse como enemigos, sino como aliados. Aunque,
por supuesto, otra cosa que hay que tener en cuenta, es que uno individualmente, yo, por ejemplo, puede ser
simpatizante, pero ante todo hay que ser crítico, mi opción es una opción
sindical que nunca he ocultado, no una partidaria o partidista, y si el día de mañana le da a Podemos por hacer
una reforma laboral como la de 2010 o la de 2012, una que no vea justa, ya les habrá podido votar seis
millones de personas que me tendrán enfrente. Pero insisto, desde la alianza, no desde la crítica negativa, al menos que se fuercen demasiado las cosas. Y en este sentido a los de Somos hay que recordarles que incluso la UGT fue contraria al PSOE en dos ocasiones muy sonadas de su Historia, una de ellas en el divorcio entre Felipe González y Nicolás Redondo en los años 1980. Hay que tener en cuenta que para ser de la UGT no hay porqué ser del PSOE, pero para ser del PSOE sí hay que ser de UGT, está en sus estatutos, y eso puede ser útil como arma de presión moral en organizaciones hermanas, ahora que Somos dice nacer con las ideas de Podemos. Aunque lo ideal es ser un sindicato como la CNT, sin deberse ni adscribirse a ningún partido político. No hablo de cerrarse en un marco ideológico, en el que, por cierto, el del anarcosindicalismo se dice claramente: la vida y la organización en el anarquismo será lo que las personas quieran que sea, cada grupo, y no tienen porqué coincidir entre sí. No me voy a meter en este debate. Pero no creo que Podemos no sea nada y lo sea todo. Nunca ha sido así, y si lo fuera estarían haciendo Historia mundial y el actual Pablo Iglesias estaría a la misma altura de Rosseau, de Platón, de Nietzsche y demás. Creo que no estamos ante ese caso. Sin entrar más ni prolongar más el debate, resumo diciendo que creo que tienen un problema sobre la mesa del que habla muy claramente el CIS, la gente les quiere como revancha, como ajuste de cuentas al PP y al PSOE, incluso a IU, y deberían reflexionar sobre que ha subido Podemos, pero otros que han subido son UPyD, VOX, y demás. Esa es la tendencia que se ha reflejado. No voy a entrar en el color de cada marca, pero nunca se debe perder de vista, o se perderá parte de la reflexión de la realidad actual. Y la realidad actual, mal que pese a algún miembro de Podemos, sigue midiendo el mundo con bloques de ideas. No inamovibles, pero no inexistentes. ¿Se busca realmente la participación ciudadana y el voto político y no el pasivo o el de castigo? Pues según el CIS ahora mismo eso no se cumple. Ganan, pero, lamentablemente usando una frase dedicada por Unamuno a lo que es la antípoda de Podemos, no convencen. No, según lo que la gente ha contestado en esa encuesta. Y repito, siempre dicho todo desde la alianza, desde la construcción.
¿Cuántas personas participaron de la elaboración del programa de Podemos o de los puntos programáticos sobre los que se ha de construir el programa? En la última referencia que hizo Código 288 y la propia página de Podemos Alcalá podemos decir que había unas 100 personas en el que elaboró el de Alcalá de Henares. ¿Cuántas de esas 100 personas fueron realmente activas? Alcalá de Henares tiene 210.000 personas. Y esa es la realidad. Que el 100% de 100 personas estén de acuerdo es fantástico, pero ¿lo estarían las 210.000 personas? Lo ideal es que todos participen, esa es la idea fundacional de Podemos en Primavera, pero la realidad es muy otra. Y esto mismo lo podemos extrapolar a Podemos a nivel nacional y su encuentro en Vistalegre. ¿Cuántos acudieron? ¿200.000? El 80% de ellos, y una cifra menor en Internet, votó a Pablo Iglesias y su proyecto, aunque a mí me parece mas coherente e interesante el proyecto y las ideas de Echenique. Unas 70.000 personas votaron por el liderazgo de Pablo Iglesias. Pero el asunto es que la intención de voto les ha trascendido, pues para poder ganar esa jefatura de gobierno en la intención de voto han necesitado unos seis millones de personas detrás en un país de cuarenta y tres millones de personas, y no reunen tantas entre todos sus círculos. Y eso lo deben tener en cuenta.
¿Cuántas personas participaron de la elaboración del programa de Podemos o de los puntos programáticos sobre los que se ha de construir el programa? En la última referencia que hizo Código 288 y la propia página de Podemos Alcalá podemos decir que había unas 100 personas en el que elaboró el de Alcalá de Henares. ¿Cuántas de esas 100 personas fueron realmente activas? Alcalá de Henares tiene 210.000 personas. Y esa es la realidad. Que el 100% de 100 personas estén de acuerdo es fantástico, pero ¿lo estarían las 210.000 personas? Lo ideal es que todos participen, esa es la idea fundacional de Podemos en Primavera, pero la realidad es muy otra. Y esto mismo lo podemos extrapolar a Podemos a nivel nacional y su encuentro en Vistalegre. ¿Cuántos acudieron? ¿200.000? El 80% de ellos, y una cifra menor en Internet, votó a Pablo Iglesias y su proyecto, aunque a mí me parece mas coherente e interesante el proyecto y las ideas de Echenique. Unas 70.000 personas votaron por el liderazgo de Pablo Iglesias. Pero el asunto es que la intención de voto les ha trascendido, pues para poder ganar esa jefatura de gobierno en la intención de voto han necesitado unos seis millones de personas detrás en un país de cuarenta y tres millones de personas, y no reunen tantas entre todos sus círculos. Y eso lo deben tener en cuenta.
Puede que si gobiernan den algún disgusto a algún seguidor, pues tendrán que gobernar para todos los españoles, piensen o no como ellos. Pero no nos engañemos, reflexionemos antes de creer todo lo que se dice, pues algunas de las cosas que he leído en algunos de sus círculos implicaría para su realización una intromisión del poder ejecutivo en cuestiones del poder judicial que, de producirse, sería antidemocrático. No se podrán hacer, salvo si se salta la ley. Bien es cierto que algunos de los presupuestos de algunas cosas que piden implican no reformas, sino un proyecto constituyente con prerrogrativas revolucionarias, y eso ante un panorama del que venimos tan favorable a los grandes empresarios y a la Iglesia con Rajoy; eso es un panorama complejo y no exento de peligros. Y esto también cuenta con ejemplos en la Historia española, tanto con la dictadura de Miguel Primo de Rivera en 1923 como con el golpe de Estado fracasado que derivó en una guerra en 1936. No lo digo por ser fatalista, sino porque hay que conocer bien sus causas para saber cómo enfrentarse a los proyectos de un modo que no derive en un traumatismo como ese, donde gente con poder, disconformes, nos lleve a posturas irreconciliables. No olvidemos que en ambos casos la ruptura democrática la produjo la derecha política y las corrientes sociales que tradicionalmente suele apoyarles. Sus valores merecen ser escuchados para llegar a tener un diálogo que pueda ser productivo y no traumático. Eso sí, sin olvidar jamás que hasta la fecha sólo los trabajadores han sufrido la peor cara de la crisis, sin que los que más poseen hayan puesto su carne en el asador, sino todo lo contrario. La paciencia del pueblo español trabajador ha sido enorme, bien vale que ahora les toque a otros ser pacientes y tolerantes. No quiero cerrar el párrafo pareciendo agorero o contrario a Podemos. Creo que Podemos es una poderosa fuerza democrática y pacífica, pero su modo de entender esto, que es como lo entendemos muchos, puede chocar con los cánones políticos de los que hasta ahora han llevado la sartén. Estamos ante una nueva especie de Mayo de 1968 en la que los ciudadanos de a pie vuelven a reclamar su espacio democrático.
En cuanto a otras formaciones de izquierdas, me da la sensación de que no se le ha dado una oportunidad a IU para que dé de sí todo lo que podía. Ahora que comenzaba a remontar le rasca simpatizantes Podemos. Claro que cuando pudo hacerlo en la Comunidad de Madrid como coalición en 2003, lo impidió el oscuro caso del llamado "Tamayazo", donde dos diputados del PSOE fueron comprados para que votaran en contra de un gobierno PSOE-IU, ellos alegaron, y algunos del PSOE lo suscribieron, que no querían un gobierno con IU. Curioso, para ser todos de izquierdas. Creo que Cayo Lara estaba haciendo un buen trabajo, y que estaba ascendiendo, muchas de sus ideas, no obstante, mal que les pese, la llevan consigo algunos de los que ahora componen los círculos de Podemos, precisamente algunos de estos son los más beligerantes con IU, y alegan cuestiones de organización del partido, y no tanto de ideas. Como sea, Cayo Lara ha abandonado la idea de liderar a IU en las próximas elecciones generales del Estado, sin haber podido dar de sí todo lo que prometía, y le cede el paso a Alberto Garzón, alguien más joven y que, no es para ignorarlo, es amigo personal e íntimo de Pablo Iglesias. No es la única conexión de cercanía de IU con Podemos, Tania Sánchez, aspirante a presidenta de la Comunidad de Madrid por IU es la pareja sentimental de Pablo Iglesias. Esto de Podemos e IU parece la crónica de un matrimonio anunciado, aunque se niegue y reniegue de ello una y otra vez, más por parte de Podemos que de IU. Pero ahí está la propuesta de las coaliciones Ganemos, de las que mejor hablaré cuando se acerquen las elecciones municipales de 2015. Por supuesto que hay más izquierda que esas izquierdas. Resulta interesante la ecologista Los Verdes, que suelen ir con IU, o Equo, que tienen presupuestos socialdemócratas en sus programas, por la rama derecha de la socialdemocracia, por cierto, pero eso sí, impecablemente ecologistas. Hay personalidades de Equo que sí tienen un pérfil algo más social, como Florent Marcellesi, un reciente eurodiputado que no lo está haciendo nada mal.
Y nos queda el PSOE. Hubiera sido más coherente que los socialdemócratas del PSOE hubieran elegido a Eduardo Madina, que parece consecuente y consciente de los ideales y la trayectoria del PSOE, en lugar de eso eligieron en julio de este año a Pedro Sánchez, un líder de cartón piedra que no podía ser más desacertado. ¿Quién cree en Pedro Sánchez? Mucho me parece que cree en él los ya convencidos del PSOE, y no todos. Es curioso ver como dice muchas cosas que podrían ser deseables, pero a la hora de la verdad hace otras, como cuando apoyó el ser republicano del PSOE, pero cuando IU llevó al Congreso una votación para realizar un referendum sobre Monarquía o República a finales de verano, el PSOE de Pedro Sánchez, él incluído, votó en contra junto al PP, y dando razones y todo. Es curioso verle discrepar con el PP por muchas cosas, pero a la hora de la verdad, en los grandes asuntos, siempre le apoya, "por el interés general" y "la visión de Estado", suele decir. Tiene muchas frases que venden bien, pero por dentro están vacías incluso de su propia ideología. No se defiende bien en las entrevistas si estas tratan de hablar de política, pero lo hace muy bien si se trata de vender una imagen. Y pareciera que su enemigo es la izquierda, a la que se supone él pertenece, pues le he oído más veces atacar a Podemos y a Pablo Iglesias, y muy virulentamente llamándole "populista" y otras perlas ante cosas que el propio PSOE defendió en el pasado no lejano, pero nunca le he oído ni visto atacar con el mismo afán a Rajoy ni al PP. Le he visto pasearse por todo tipo de programas de televisión y radio para criticar a Pablo Iglesias por esto mismo. A mí Pedro Sánchez me parece un deshacierto y una autocondena del PSOE a caminar por el desierto. No creo que los que lo votaron fueran realmente conscientes de la realidad del momento y de qué ha detectado la gente que les ha fallado del PSOE cuando reeligieron a Zapatero en 2008. Se quería de ellos política social y socialista, en su lugar no sólo no lo han comprendido, sino que siguen en su rumbo errático de los últimos años ahora con un líder que queda bien en las fotografías por su hermosura física.
En otro espectro ideológico, ya que en esto es en lo que en definitiva se está debatiendo la sociedad, Germán Cano ha sido nombrado dentro del Consejo Político nacional de Podemos hace un par de días, según leí en EL PAÍS. Sin entrar en las muchas cosas que este profesor de filosofía ha hecho por y en Alcalá de Henares desde el 15M, algunas mencionadas en esa bitácora, le entrevistamos en Parlamento Pirata para las elecciones europeas de la pasada primavera, y, sin ánimo de ofender a nadie, la suya fue la entrevista más floja porque fue en exceso teórico y filosófico y nada práctico con la realidad. En todo caso, su entrevista está en los podcast de la temporada pasada, en la web de Radio Arrebato (No recuerdo que día exacto fue, pero buscad en una horquilla de un mes antes de las elecciones europeas si os interesa escucharlo, ya que parece que tiene desde ayer un puesto tan relevante en el actual partido político que es Podemos). Se
puede ser un gran profesor y a la vez un mal gestor político. Una cosa
no quita la otra. Esperemos, por el bien de todos, que sea otro "Tierno
Galván", en el sentido de que sea en ambas cosas bueno, pero ya digo que por las
veces que le he oído hablar ya y por la entrevista que le hicimos, mucho
me parece a mí que está más preocupado por la teoría que por la
realidad. Espero equivocarme y que lo tenga equilibrado. En todo caso, la gente de Podemos en general, Cano incluido, lo tiene todo muy claro. En esto sacan ventaja. Ellos tienen metas sociales fijadas para lograr, el resto de partidos políticos se conforman ahora mismo con permanecer en un orden de estado general. Podemos, sólo por eso, tiene ventaja. Gusten o no gusten sus metas. Podemos pudiera ser una regeneración política y social sólo por eso, aunque está por verse si los intereses de un grupo de profesionales de la Universidad, que es lo que compone la cúpula de Podemos, sabrá corresponder con los intereses de gente que de momento les apoya y cuya trayectoria no ha pasado por la Universidad o que tras pasar por ella cuentan con otras experiencias más de la vida.
Viene bien refrescar una famosa reflexión de Napoleón Bonaparte para que los compañeros de Podemos no se duerman en los laureles y estén siempre alertas y atentos. Los vencidos de hoy son nuestros principales aliados, con la primera derrota mañana serán nuestros principales enemigos. Y ante esta frase hay que mirar a los arribistas.
Pilar Fernández, líder y concejal de IU en Alcalá de Henares, frenó
la semana pasada que la comisión de investigación municipal sobre las relaciones de los
ediles del PP con Waiter Music y COFELY, en la primera línea de las
investigaciones de presunta corrupción en boca de toda España, pueda
tener "filtraciones", o sea: ha impedido que la prensa informe de lo que
se hable en esa comisión, a pesar de que Cadena SER informó literalmente de lo que se dijo en aquel acta donde ocurrió esto. Con este hecho IU-Alcalá de Henares queda
totalmente desprestigiada, le quedaba poco de la mano de Fernández desde hacia años, pero
esto lo ha rematado. Me parece sorprendente cómo son incapaces de ver los militantes de IU-Alcalá de Henares la de gente que dejó de apoyarles en las urnas precisamente por Pilar Fernández. Quizá por ello David Cobo, secretario general del PCE-Alcalá de Henares, se
acaba de presentar a las primarias de IU para intentar ser su lider.
Recordaré para quien no lo sepa que en las elecciones de 2011, cuando el
secretario del PCE-Alcalá era Maxime Guillet, PCE e IU en Alcalá ya
protagonizaron un enfrentamiento por discrepancias de qué era correcto y
qué no que ya entonces saltó a la prensa nacional, se resolvió con la
salida de Guillet de la secretaria del PCE y la colocación de Cobos al
frente de la misma, con una serie de decisiones personales de Guillet y de votaciones de sus militantes. A todo esto, mientras Pilar Fernández presentó
Ganemos en Alcalá para las elecciones de 2015 no hace mucho, el Círculo Podemos y
otros colectivos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca presentaron un segundo Ganemos en la ciudad. La cosa en
la izquierda alcalaína no puede estar más revuelta y más apasionante en estos momentos. El PSOE entre tanto
sí que duerme en los laureles de una misma linea de oposición de los últimos siete
años. Y el alcalde, del PP, dice que él no hace filtraciones cuando
saben [el resto de ediles] que "saben que las hace otro". ¿Se refiere a
Bartolomé González, anterior alcalde del PP, o a Avendaño, de UPyD? Ni idea. Pero
parecen más preocupados en que los ciudadanos no sepan, que en aclarar
si hay corrupción o no en Alcalá.
Y mientras escribo todo esto, por enésima vez el telediario informa de un alto mando militar que ha dado un discurso belicista a costa del independentismo catalán y escudándose en su particular visión de la ley, el orden y la Constitución, tal como las juntas militares ya hicieron en su día cuando en 1923 le entregaron el poder a Miguel Primo de Rivera, también entonces era una Monarquía Parlamentaria de carácter democrático y fundamentalmente biparidista aunque formalmente en la legalidad había pluralidad de partidos. Pues eso, son tiempos delicados.
Al militar ya le ha dado un tirón de orejas el gobierno. Un saludo y que la cerveza os acompañe.
Repaso total a la actualidad política y social de España, recogiendo y ampliando con nuevos comentarios y más información algunos fragmentos que algunos ya leísteis que escribí en una interesante conversación que hubo en mi muro a costa de Podemos. Es largo, pero para los que lo interese puede ser interesante como reflexiones a compartir. La idea nace del ciclo de tertulias "al XXI con el XIX" que intentamos iniciar Luis Abad y yo el pasado domingo en El Perro Verde y que, en su primer encuentro hubo suspensión por falta de asistencia.
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