La recaudación de la Lotería de Navidad de este año es menor que otros años, con diferencia. El gasto medio de las familias en alimentos navideños y juguetes ha bajado. El consumo eléctrico ha disminuido. Por primera vez en veinticinco años a treinta años, según la prensa económica, las familias españolas gastan más en facturas comunes que en ocio, pero según todo el periodismo que se siente cercano al conservadurismo del Partido Popular todo va estupendamente bien en lo económico. Tan sólo el Rey Juan Carlos I en su discurso de Navidad, que también ha sufrido un bajón en su audiencia, ha puesto las cartas sobre la mesa, y no las de un farol, sino las de la realidad: la crisis acabará cuando la gente sin trabajo vuelva a tener trabajo. Ese es el único indicador válido. La casa Borbón viene de una tradición conservadora diferente a la del Partido Popular, los Borbón vienen de un evidente arraigo a los viejos ideales de las monarquías. En ese espacio del conservadurismo monárquico se entiende que el ciudadano está sujeto al Estado, y que el Rey, ya sea soberano por la Gracia de Dios o por la Gracia soberana del pueblo y las leyes tradicionales, debe ser garante del bienestar de todos sus súbditos, pues para ello ha sido elegido (por quien sea). Sin embargo, los informativos conservadores se han empeñado en destacar sólo aquellos párrafos de su discurso dedicados a la unidad de España, como si a los españoles en su totalidad lo que más nos preocupara ahora es el estado de nuestras fronteras como asunto primordial y urgente por encima de cualquiera de nuestras necesidades. O en otras palabras: como si sólo nos importara el bienestar del Estado y no nuestra subsistencia. El gobierno de Mariano Rajoy ha hecho ya demasiadas leyes que nos retrotraen al pasado, y más que pueden venir, a juzgar por las cosas que decía en sus discursos de 2010, cuando aún era oposición y no jefe de gobierno, por ejemplo aquellas que cuando se organizó la huelga general contra la reforma laboral del Partido Socialista Obrero Español dijo acerca de que para él los acuerdos laborales debían organizarse de un modo que nos recordaba a todos el corporativismo de la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Reforma laboral de 2010, por otra parte, que fue comienzo de un proyecto reformista de la Unión Europea dañino y deleznable a mi entender para todo trabajador. No hay nadie en España, ni siquiera en la mayoría de votantes del Partido Popular, que no haya dicho o pensado ya que con este gobierno o hemos retrocedido veinte años, o hemos retrocedido a la Transición, o hemos retrocedido a la dictadura de Franco, o hemos retrocedido a comienzos del siglo XX, o hemos retrocedido a finales del siglo XIX en leyes y derechos. Hasta los países de la Unión Europea, a costa de la nueva ley del aborto, ya hablan sin tapujos del lastre que es nuestro presidente para el progreso y hablan también de que ha hecho retroceder a España en muchos años. Enhorabuena: la marca España, España es diferente.Y en estas ocurren desmanes como la de las grandes compañías eléctricas, que, al haberse dado tanto la razón a los empresarios, creyeron que todo el campo es orégano y pretendieron subir la factura de la luz a precios imposibles. Es lo que hay, cuando se da tanto cuartel y no se escucha a la mayoría de los ciudadanos (la clase trabajadora) para gobernar.
Cuando un barco o un globo no avanzan en su función, lo que se lo impide se llama lastre.
La realidad es que mi intención de hoy era hablar de bares de barrio. En fechas de Navidad tengo la tradición desde 1996 de ir con mis amigos más antiguos de tapeo navideño. Este año, con un sobreesfuerzo económico tremendo (que aunque es ruina económica es bienestar humano), también lo he hecho. Por eso mismo, por si alguien quisiera hacer algo igual o similar para Año Nuevo, mi recomendación es ambientar los bares de barrio. Este año 2013 se han comportado muy bien en precios bajos y con tapas caseras hechas por los propios dueños, que suelen ser familiares. No están saturados, y mucho menos de turistas más curiosamente irrespetuosos con las costumbres de los de toda la vida de aquí, que respetuosos. En merecido reconocimiento a ellos, aquí recomiendo unos pocos de mi barriada en Alcalá de Henares. Muy a tener en cuenta todos, aunque, como todo bar de barrio, advertencia: ninguno es apto para aquella persona que busque en el bar ambientes refinados y tranquilos.
El Casimiro es un clásico de la calle Núñez de Guzmán. Actualmente está regentado por una rumana muy simpática, aunque presupongo que el dueño debe ser un español, el que lo abrió en su día. Está tan íntimamente unido al llamado "Lianchi" que mucha de su clientela es (somos) de allí. Es un lugar amplio con salida tanto a la calle citada como a la Plaza de San Francisco de Asís. La verdad es que el bar está pensado por un lado para los amantes del fútbol que no televisan en las cadenas que no son de pago, ya que tiene varias pantallas de televisión estratégicamente ubicadas, pero también para las familias y vecinos, ya que mantiene una terraza y una serie de mesas muy dispuestas para un uso común. Es barato y las tapas, suelen ser alitas de pollo fritas, mejillones tigre, pequeñas hamburguesas, patatas con diferentes salsas, y otras por el estilo. Son más o menos grandes. No es tanto la calidad como el ambiente, o, a mejor decir, quizá lo agradable que te hace pasar el rato allí la dueña, que es realmente atenta.
En la Avenida Reyes Católicos hay muchos bares interesantes, pero de momento me voy a reservar unos cuantos de los que más me gustan, y os voy a hablar sólo de dos, aunque, eso sí, a los amantes de churros y porras, les recomiendo una churrería que hay en el parque entre esta avenida y la calle Era Honda. Os aseguro que no os dejará nada insatisfechos. No he comido churros y porras mejores y más grandes que en ese sitio, creo que se llama Mocca, que es de un grupo de gente joven que tienen una cafetería en el otro lado del parque. La cosa es que estos proveen de churros y porras a un bar cafetería que es otro clásico de la barriada, el Extremadura. El bar contiene servilletas que dicen que el negocio empezó en los años 1960, en 1965, pero el barrio se construyó entre 1970 y 1976, por lo que se tuvieron que trasladar a este lugar. Yo lo recuerdo desde que tengo memoria. Es fácil, tienen en su fachada una muy reconocible cerveza gigante. El interior sí es muy agradable, y quizá este sea el más tranquilo de los bares de este lugar. Además su decoración es acogedora, como familiar. Te sientes a gusto aunque no hayas ido nunca por allí. Las tapas son algo más cuidadas que en otros lugares, y el tamaño está en una proporción mediana tirando a grande. Una de las cosas que más me gustan es que al ser parte del barrio desde el comienzo, es parte de la personalidad propia de este lugar de trabajadores que somos en la ciudad.
Ya he dicho que de Avenida de Reyes Católicos hay varios que me gustan pero que en esta ocasión sólo os hablaré de dos. El segundo es este: Donde Diego. Está justo en esa avenida donde desemboca o se junta la calle Era Honda. Es un bar pequeño que se amplía por sí sólo por tener una pequeña barra en su ventana a modo de extraña terraza. Sus dueños son lo mejor del bar. Son gente con humor y don de gentes que tienen ya una clientela fija justamente ganada. Además tienen otro don: saben cocinar perfectamente. Se podrían ganar la vida en un pequeño restaurante. Eso sí, cocinan cosas tradicionales, que son las que te ponen te tapa, ensaladillas rusas con un toque de la casa, salchichas al vino, higaditos revueltos, carne estofada, conejo, o lo que toque. Tienen bastante variedad para elegir, dentro de lo que cabe en su barra, nunca mejor dicho. Pero desde luego lo mejor que tienen son ellos mismos. Aquí te sientes plenamente del barrio. Gente, en general, trabajadora y sana en su ser.
Este no es de mi barriada, está más lejos, cerca de la estación de autobuses central, exactamente en la calle Atienza. Es la Taberna don Rosendo. La decoración trata de ser moderna, aunque me resulta un tanto artificial por sacada de algún centro de muebles fabricados para la decoración en serie, pero lo compensa su amplitud, su techo alto y su luminosidad. Puedes elegir chopitos, calamares, patatas con varias salsas, tempura, quesos, patés, montados, pinchos morunos... Se trata de un sitio donde llevar a los amigos que tengan más reparos a ir a un bar de barrio, a la vez que sus precios te permitan no asfixiarte. Es realmente muy recomendable. Además, si vuestra amistad o familiar viene a Alcalá para ir de tapeo, supongo que agradeceréis que este esté más o menos en el centro de la ciudad, pues en seguida podréis acercaros con facilidad a los bares de tapas más turísticos.
¿Y si todo lo ocurrido con la tarifa eléctrica ha sido un farol de gobierno y empresarios para justificar las pretensiones reales de los empresarios? Me explico. Al final no sube el 11% sino en torno al 2'30%, más o menos. Pero resulta que hoy anuncia el ministro que una solución sería hacer una subasta de precios todos los meses, que es lo que querían los grandes empresarios de las eléctricas y que liberalizaría del todo el sector, dejando nada suelto a manos de lo público. O sea, ¿y si las eléctricas dijeron un porcentaje exagerado a drede para que el gobierno lo niegue y luego acceder a sus pretensiones reales, que a la larga son peores que ese 11% de golpe? Es una estrategia política usada muchas veces por muchos gobiernos diferentes para presentar un problema para el ciudadano como todo lo contrario. Triste pero... esto no es una inocentada, viene en prensa y telediarios.
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