La Mutual Complutense lleva cuatro días mostrando una nueva exposición de cuadros de sus alumnos de pintura. Lo hace en su Sala Manolo Revilla. Hubiera querido haberlo reseñado antes, pero una serie de conferencias sobre numismática me ha retenido por cuestiones laborales, a eso hay que sumarle algunas citas con los amigos más antiguos. La cuestión es que esta tarde aún tenéis la posibilidad de ir a la Mutual Complutense y disfrutar de los cuadros de los alumnos de Miguel Ángel Bernal en este curso 2012-2013. Miguel Ángel Bernal es un pintor alcalaíno del que, por otra parte, ya hablé a través de su obra expuesta el pasado mes de marzo. La institución tiene una cierta tradición histórica en la ciudad en cuanto a las Artes, y como cada año se reservan un mínimo de cuatro días para presentar las obras de sus socios alumnos de sus talleres. Después de hoy habrá otras citas expositivas de sus talleres de dibujo y acuarela y de otros dos talleres de pintura, llevado uno por el artista Ricardo Nouvilas y otro por Javier Conde "Lacabezacaliente", exposiciones de cerámica y esmaltes, y exposiciones de escultura, ya en junio.
La verdad es que las diferentes páginas de la Mutual Complutense tanto en web como en redes sociales no han publicitado demasiado el evento. y cuando vas a la exposición se echan en falta los nombres de los artistas. Estos han sido: Rosa Mª Camacho ("El viento" y "Macetas", ambos ideas originales de ella), Jesús M.Cuesta ("Sanguina", es una copia de otro cuadro), Mayte Masa ("Tres flores blancas con fondo azul", es original suyo), Reyes
Herrero ("Las gallinas" y "El caballito de mar", no tengo muy claro si son
suyos o copias de otros cuadros), Eugenio García Merino ("La jarra" y "La cocina
de pueblo", "La jarra" no sé si es idea original o copia, pero el del hombre en la cocina de pueblo sí
es copia de otro cuadro), Isabel Soria ("Pintalabios" y "Lago en
invierno", el primero es suyo completamente, el otro puede que sea una libre interpretación de otro cuadro), Carlos Bravo Mayorga ("Mujer en el balcón" y "Maceta con
florecitas", "La mujer en la ventana con flores" es copia de otro cuadro, y "La
maceta con florecitas" es copia adaptada de otro cuadro), y María Gómez González ("Retrato del gato" y "Gorra colgada en caballete", ambos ideas originales de ella). Hay otros autores de alumnos de unas clases de pintura de la mañana, pero desconozco los nombres de los artistas, salvo las firmas Puri, Loli y Sagrario.
Los dos cuadros iniciales de esta entrada son de Carlos Bravo Mayorga, como se ha dicho. En la exposición predomina los alumnos que buscan su estilo iniciándose en la corriente artística del impresionismo, que nació entre finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Carlos Bravo es un interesante ejemplo de esta tendencia. Carlos crea las formas mediante la pintura y no mediante el dibujo. La mancha del pincel sobre el lienzo es la que va creando las imágenes que nos ofrece. "Mujer en el balcón" está magistralmente acabado. Miguel Ángel Bernal me contó las particulaes circunstancias de la creación de estos dos cuadros, que en principio no es el momento de comentar en esta bitácora, pero que sin duda revalorizan más la técnica del pintor y el cuadro mismo. Son imágenes primaverales llenas de vitalidad tanto por los colores explosivos a costa de las manchas que nos narran una cierta lucha pasional del pintor al pintar. Estos dos cuadros nos hablan desde su imagen y composición y desde las pinceladas. Muy vitalista, de verdad.
La otra tendencia pictórica de los alumnos del taller es la del hiperrealismo, que podemos ver por ejemplo en "El viento", de Rosa María Camacho. Ya de por sí es complejo, abstracto y metafórico hacerle un retrato al viento, pero ver el cuadro con los propios ojos nos hace reparar en el manejo adquirido por la autora y la inteligente elección del marco para presentar el cuadro. El cielo plomizo y nublado como amenazándonos con nevar nos da una imagen invernal de frío que se combina inteligentemente con un árbol caducifolio que, sinceramente, dota a esta imagen realista de un sentido poético que nos sugiere, o al menos a mí, una reflexión trascendente sobre la vida del hombre, cuya fragilidad y brevedad relativa se nos muestra en nuestra ancianidad invernal como que se ha ido como un soplo de viento. A este tipo de reflexión siempre habrá alguien que mencione aquello de la vida como un suspiro, la vida venida por un suspiro divino, u otras valoraciones relacionadas que realmente invito a que la haga quien vaya a ver el cuadro mientras mira al mismo.
De la misma autora, "Macetas". Una naturaleza algo más llena de vida, que, desde un intendo hiperrealista que aún necesita trabajarse un poco más, pero que está muy perfeccionado, nos invita a un mundo sereno, ruralizado. El farol, como un sol, dará luz a las plantas de dos mactas colgadas en una pared cuya sillería viene remarcada por las pinceladas. La autora ha querido jugar con las texturas intentando hacer desaparecer las poinceladas de los sillares, pero remarcando y dejando los grumos de pintura en el cemento que los une. Sin duda es ya un sentido estético por alcanzar la realidad muy evidente.
El hiperrealismo es probablemente la corriente pictórica que actualmente más atrae a los creadores más recientes. Últimamente noto en las exposiciones de aficionados y pintores nuevos que parecen cansados del abstracto, el simbolismo y otras corrientes donde la obra muchas veces nos dejaban muchas dudas a algunos sobre su real valor artístico. Rechazan en buena parte todo ello y se ponen al servicio de buscarse entre el hiperrealismo, el cómic, el pop e incluso el diseño. Probablemente cuando pase el tiempo podamos decir que el comienzo del siglo XXI fue una reacción de la forma contra la abstracción. Y siempre usando un cierto sentido poético o bien, en otros casos, siempre con un mensaje claro e impactante o que nos invite a interactuar con la obra. La forma sola no les basta. Así que aquí tenemos "La jarra" de Eugenio García Merino, que quizá necesita algún retoque más en la conjunción del pitorro con la jarra en sí, pero que muy claramente me sirve para mostraros como la imagen tiende al hiperrealismo, en este caso uno que recuerda idílicamente un pasado rural y reposado como espacio al que se desea volver o al menos en el que se desea estar, tras que el mundo actual altamente informatizado y mecanizado nos ha sacado de nuestra vida más tradicional para darnos otra dirigida por el consumo de nuestro propio tiempo teledirigidos por empresas que se lo va apropiando a través de teléfonos, Internet, televisiones y otras cuestiones de la vida moderna.
Con este mismo sentido, pero recordándonos más a cuadros más tradicionales propios del paisajismo del siglo XIX, tenemos dos cuadros cuyo autor o autora desconozco. Pertenecerían a una serie de cuatro, pues se trata de una representación de las estaciones. Obviamente aquí podemos ver "Otoño" y "Primavera". La búsqueda de la precisión es patente. Se busca una realidad fotográfica del lugar y un ritmo en el color que nos resulta agradable.
Fijémonos por ejemplo en las dos hileras de arbustos que se ven aquí y los intermedios con césped. El color se ha presentado así a modo de versos de un poema, creando una rima de colores, o ritmo. El nuevo hiperrealismo de este siglo XIX bebe de otras corrientes anteriores, pero también recoge la poesía y el pensamiento para lanzarnos al pensamiento. Nos pide que nos quedemos un rato ante la imagen para poderla aprehender.
La exposición también cuenta con una alumna que encuentra su mundo a través de un estilo que toma su raíz del diseño y la decoración interior. El típico cuadro que fracciona la imagen en varios lienzos es un recurso que debió nacer en torno a las experimentaciones de los años 1950 en el mundo anglosajón, aunque puedo equivocarme década arriba o década abajo. El Arte Pop, más propio de los años 1960, usó mucho de él. La obra de Mayte Masa, "Tres flores blancas con fondo azul", tiene mucho del Arte Pop, aunque cambia el clásico azul pastel que solía ser muy presente en ese estilo por otro azul más marítimo y oscuro. El caso es el mismo. Las flores, casi como esquemas, remarcan el dibujo. El Arte Pop tenía como una de sus características la representación industrial, a veces llegando a industrializar el proceso de creación. Por ello, buena parte de las creaciones se daban la mano con el diseño decorativo de interiores creados para la socialización (reuniones familiares o de trabajo, restaurantes y bares, despachos públicos, recibidores, etcétera). No es de extrañar que muchas de estas composiciones se puedan ver en lugares como los grandes vendedores de muebles, tipo Ikea, o bien suelan ser habituales mobiliarios de los decorados de determinadas producciones televisivas. El arte se hizo en una pequeña parte para agradarnos, por tanto, no es malo ni negativo estas anotaciones. Cada creación y cada artista busca su espacio idóneo para expresar sus ideas y gustos. Estas motivaciones son un arte más cercano a la vida habitual de muchas familias. Bien está comprender también el origen del mismo. Y es que, como he dicho, últimamente algunas creaciones comienzan a asociarse a ideas de diseño y se van formando en ese sentido estético y decorativo antes que en otros conceptos propios.
En esta otra acuarela tampoco he podido saber el nombre de su creador. Es una obra sencilla y sin pretensiones. Probablemente algún pintor me diría que no tiene gran cosa, pero es su sencillez lo que me gusta. Eso y que quizá me recuerda más a las técnicas del cómic que de la pintura.
Pero si volvemos al hiperrealismo de la exposición hemos de mostrar la obra de María Gómez González, que está evolucionando cada vez más a esta corriente. Como ejemplo los detalles de su cuadro más reciente, "Gorra colgada en caballete". La veta de la madera es tremendamente real, aunque es algo que se aprecia mejor con el cuadro delante, y no en estas fotografías.
La misma idea del cuadro nos hace pensar en un autorretrato que una vez más combina el hiperrealismo con el simbolismo, con la poesía. Aunque mentiría si no dijera que otras personas, yo mismo y hasta la autora misma, son capaces de sacarle múltiples interpretaciones de qué es lo que realmente se está representando. Desde quien dice que la gorra atrapa a una persona dentro, y se le ve la cara en la silueta, a otras interpretaciones metafóricas y subjetivas más complejas aún. En principio era una naturaleza muerta, pero está claro que puede ser perfectamente un autorretrato simbólico. Como sea, el caballete es una gozada para los ojos. Caballete que, por otra parte, es el de la autora, al igual que la gorra, regalo de una de sus hermanas hace tiempo, por lo que es una prenda muy característica de ella en Invierno. No se pierde en más detalles, el fondo blanco no distrae la atención en lo innecesario, lo que es algo muy propio de los retratos renacentistas de determinadas regiones europeas del norte y centro (Flandes y algunos de los antiguos Estados italianos).
Otro cuadro de María en la exposición es el "Retrato del Gato", que ya os mostré en la entrevista que le hice hace relativamente poco. En este tiempo transcurrido le ha dado tiempo a sorprenderme regalándome un cuadro de una foto mía que le hice a la playa de Carnota a comienzos del año pasado. La fotografíe porque la limpié de petróleo en 2002, María, sin avisarme la vió y la usó para hacerla pintura, y tengo el cuadro. Es otra muestra de su progresiva evolución tendente al mayor realismo de la imagen posible.
Sin más, os invito a que salgáis a verlo lo poco que os queda de este domingo. Saludos y que la cerveza os acompañe.
Me alegra enormemente que alguien haga una pagina dedicada a la Mutual y sobre todo que se asome a las distintas exposiciones que se dan en ella y haga una critica tan acertada. Se ve que conoces bien a los que alli pintamos y te agradezco mucho que escribas sobre el grupo -los grupos- que formamos esa tan gloriosa Mutual Complutense. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias a ti también. Me gustó mucho la exposición posterior de acuarelas, pero no escribí de ella. Es un mundo artístico amateur muy interesante y con personas que podrían prometer en sus obras.
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