Cuando comprendes la muerte
en mitad de la noche
no duermes y te tocas el rostro
y buscas otros rostros
y sabes que no has tenido buena suerte,
todo escondite se te esconde.
Dices no,
y tocas otro pelo, otro rostro,
queriendo llevarte su recuerdo
o quizá buscando en él
ese escondite,
amparo,
consuelo.
Por Daniel L.-Serrano (Canichu, el espía del bar), en "En un jardín de flores muertas" (2003).
Este poema lo escribí para mi padre cuando murió. Hoy me llamaron para comunicarme la muerte de un amigo y lo reutilizo y revalido.
Nos conocimos hace varios años, trabajando juntos entre máquinas tragaperras, compartiendo ideas políticas y sociales, riendo en los bares, compartiendo algún libro, siempre haciéndonos algún hueco para hablarnos cuando nos encontrábamos, no éramos de quedar entre nosotros pero sí de dedicarnos tiempo cuando nos veíamos. Compartimos con sarcasmo alguna preocupación laboral. Me invitó numerosas veces a sus conciertos, a los que siempre dije "ya iré a alguno", fui a sus sesiones de pinchadiscos, nos preocupó problemas de otro amigo. Y hoy, a ese querido amigo del camino y compañero de ideales, le deseo un buen lugar allá donde esté. Era más joven que yo, siempre le mantendré en el recuerdo vivo. Como decimos los que portan nuestras ideas cuando uno se va a descansar: Que la tierra le sea leve. Un abrazo enorme para él.
Nos conocimos hace varios años, trabajando juntos entre máquinas tragaperras, compartiendo ideas políticas y sociales, riendo en los bares, compartiendo algún libro, siempre haciéndonos algún hueco para hablarnos cuando nos encontrábamos, no éramos de quedar entre nosotros pero sí de dedicarnos tiempo cuando nos veíamos. Compartimos con sarcasmo alguna preocupación laboral. Me invitó numerosas veces a sus conciertos, a los que siempre dije "ya iré a alguno", fui a sus sesiones de pinchadiscos, nos preocupó problemas de otro amigo. Y hoy, a ese querido amigo del camino y compañero de ideales, le deseo un buen lugar allá donde esté. Era más joven que yo, siempre le mantendré en el recuerdo vivo. Como decimos los que portan nuestras ideas cuando uno se va a descansar: Que la tierra le sea leve. Un abrazo enorme para él.
(Este poema tiene registro de autor bajo licencia creative commons, al igual que el resto del blog según se lee en la columna de links de la derecha de la página. También está registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual como parte del libro donde aparece. De este poema no está permitida su reproducción total o parcial sin citar el nombre del autor, y aún así no estará bajo ningún concepto ni forma permitida la reproducción si es con ánimo de lucro).
Es precioso, triste pero precioso, me gustarìa no tener que dedicarlo nunca, aunque sè que no serà asì. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarDonatella.
Bueno, siempre alguien se adelanta en el camino. Gracias.
ResponderEliminarUn abrazo :*
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